Pasaron dos semanas para que Soubi dejara ir a la escuela a Ritsuka
-Vamos, ya me siento mejor, además no puedo perder más clases, los exámenes finales están cerca-
-Ya hable con tus profesores y no tienen ningún inconveniente con que solo te presentes a los exámenes finales-
-Claro y supongo que por arte de magia sabre todo lo que me preguntan-
-Podrías pedirle a Yuiko tus apuntes- Ritsuka lo miro dudoso
-¿Estás seguro de eso?-
-No, estaba diciendo tonterías no me hagas caso- se disculpo
Después de aquella noche de muchas emociones, Ritsuka le había explicado su situación con Yuiko, pues Soubi no había podido dormir tranquilo con lo que le había dicho el neko.
El rubio se había hecho cargo de los cuidados del pequeño, pues no deseaba que regresara a casa, habían acordado que no hablarían más de ello pues le causaba mucho daño a Ritsuka. Aquella mañana Ritsuka se levanto con la intención de acudir al colegio pero el rubio se lo impido alegando que aun no se encontraba completamente curado.
-Soubi por favor debo ir a la escuela- el rubio lo miro largamente, no deseaba que Ritsuka se alejara de él, pero no tenía otra opción y lo sabía.
-Está bien, pero será hasta mañana, hoy ya es muy tarde- Ritsuka le sonrió y Soubi lo estrecho en un cálido abrazo.
-Vamos, te llevare al médico para asegurarme que todo está bien- Ritsuka suspiro pesadamente y se dejo guiar por su koi “Se preocupa demasiado” pensó.
-Vas evolucionando muy bien, solo recuerda que no puedes hacer movimientos bruscos aun, pues podrías lastimarte nuevamente el brazo, te haré una nota médica para la escuela y no asistas a la clase de deportes- Ritsuka asintió y espero pacientemente.
Cuando salieron Soubi se encontraba más tranquilo
-¿Mejor?-
-Me quedo más tranquilo, pero aun así iré por ti a la escuela- Ritsuka asintió entusiasmado se acerco al rubio y poniéndose de puntitas beso sus labios al separarse hablo.
-Entonces harás lo que prometiste- Soubi le regreso la sonrisa
-Te lo dije te besare frente a quien tú quieras-
-Bien en ese caso mañana me besaras frente a Yuiko cuando vayas por mí a la escuela- hablo seguro
-¿Quieres que te bese frente a toda tu escuela?-
-Sí, ¿acaso no quieres?- Soubi estrecho a su koi, definitivamente Ritsuka había cambiado mucho, antes nunca le hubiera permitido que se acercara a él en plan de novios frente a su escuela, solo lo hacía cuando estaban solos y ahora quería que lo besara no solo frente a Yuiko sino de toda la escuela, aquello lo hizo muy feliz.
-Bromeas, me has hecho el hombre más feliz de la tierra- Ritsuka sonrió halagado y beso nuevamente a Soubi. –Ven, vayamos a comer algo, yo invito- el pequeño acepto contento, aquella tarde pasearon mirando los grandes almacenes, Soubi no resistió comprarle una camisa a su koi, pues estaba seguro que se vería muy bien con ella, Ritsuka no estaba muy seguro pues era muy pegada, pero el rubio insistió tanto que no pudo negarse. Aquella noche durmieron en brazos del ser amado, nada podía ser más perfecto que aquello para Soubi.
El sonido del despertador despertó a ambos habitantes, Soubi sonrió al ver que su neko se acurrucaba más en su pecho, buscando su calor.
-Vamos tienes que levantarte o se te hará tarde-
-5 minutos-
-Por mi te daba una hora, pero quien hablaba ayer de ser responsable y que lo que vendría en los exámenes no lo sabría por arte de magia- pico al menor. Ritsuka gruño molesto
-Ya entendí- se levanto un tanto molesto, Soubi sabía que pronto se lo pasaría por lo que no le dio mucha importancia.
-Mientras tomas un baño te prepare el desayuno- Ritsuka hizo un ademán con la mano y se metió al baño, aquello divirtió al rubio.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
-Solo quería estar un rato más con él, no tenía que recordarme mis palabras- murmura molesto –Tonto Soubi, lo haré sufrir por hacerme sentir mal- hizo un puchero. Llevaría acabo su plan en cuanto se arreglara y fuera a desayunar. Mbiro toda su ropa pero no se convenció por nada, hasta que recordó la camisa que le había dado su koi, era una ocasión perfecta para estrenarla, después de varios intentos por ponérsela, lastimarse el brazo y finalmente lograrlo se miro al espejo y no se convenció del todo por su apariencia, pero no se la quitaría después de todo por lo que paso.
Salió y se encontró con un alegre Soubi quien ya lo esperaba en la mesa.
-Te prepare hotcakes con fresa, tus favoritos- y le regalo su más hermosa sonrisa, aquello desarmo completamente a Ritsuka, había olvidado todo lo que había planeado para hacer sufrir a su koi.
-G-Gracias- no pudo evitar sonrojarse, cuando Soubi miro a Ritsuka ver con su rostro sonrojado y la camisa que le había regalado la cual marcaba todo su torso, delineando su esbelta figura e indicando donde se encontraban sus pezones hizo que mil imágenes nada santas pasaran por su cabeza y que algo entre sus piernas comenzara a reaccionar. Tuvo que respirar profundamente para calmarse un poco.
-Te pusiste tu camisa-
-Sí, está muy pegada – se quejo, Soubi de inmediato supo que aquel día su koi sería el centro de atención de todos sus compañeros.
-Si no te sientes cómodo, por que no te la cambias- Trato de que cambiara de opinión, pues aquella prenda solo debía ser vista en el cuerpo de su koi por él.
-No, batalle mucho para ponérmela y me lastime el brazo, además es un regalo tuyo-
-¿Por qué no me llamaste para ayudarte? ¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve con el médico?-
-Estoy bien, solo me dolió un poco-
-¿Estás seguro? Si no te gusta la camiseta no me enojare, puedes cambiártela.-
-Si muy seguro, además no es tan mala, ya empiezo a acostúmbrame, vamos o se me hará tarde-
Soubi acompaño a su koi hasta la entrada de la escuela, no puedo evitar notar que todos miraban a su neko cuando pasaban a su lado, a varios tuvo que verlos fríamente o de forma amenazante para que dejaran de mirarlo y continuaran con su camino.
-Gracias, te vere en la tarde-
-Espera Ritsuka, eh hace un poco de frío toma mi chamarra-
-¿Frío? ¿Qué te pasa Soubi has actuado muy extraño desde la mañana?-
-Eh, no, nada solo…- en ese instante sonó la campana
-Debo irme- besó rápidamente a Soubi y corrió para que no llegara tarde a su clase.
“Por qué tuve que comprarle esa camisa” pensó Soubi.
Aquel día Ritsuka noto que todos lo miraban y murmuraban cosas a su alrededor
-Eh, ¿qué pasa?-
-Em Ritsuka- lo llamó la chica, quien se encontraba muy sonrojada.
-Hola Yuiko-
-M-Me alegra ver que regresaste a la escuela, ¿qué te paso en el brazo?-
-Un pequeño accidente-
-Ya veo, espero que te recuperes pronto-
-Gracias-
-Por cierto… q-que bonita camiseta- no pudo evitar sonrojarse más
-Ah gracias, me la regalo Soubi-
-En serio-
-Si-
-Aaahhhh- la chica se mostro sorprendida
-¿Por qué tiene algo de malo?-
-No no es eso, solo que, te vez muy bien con ella- Yuiko agacho la cabeza para que Ritsuka no viera su rostro completamente sonrojado y porque estaba tratando de controlar una hemorragia nasal.
-TTTTUUUUUUUUU- se escucho la voz de Yayoi
-Hola Yayoi-
-¿Cómo te atreves a venir así a la escuela?- Yayoi se notaba muy alterado.
-¿Así cómo?-
-Con esa camiseta, acaso no te das cuenta-
-¿Darme cuenta de qué?-
-No permitiré que perviertas a Yuiko-
-¿Pervertir?-
-Yayoi cállate- la chica se mostraba muy cohibida
-Acaso no te das cuenta que hoy todo mundo te mira-
-Eh bueno si, eso me resulto muy extraño-
-Pues todo es por esa camiseta, acaso no te das cuenta de que se pueden ver tus pezones-
-¿QQQUUUUUUUUUUUUÉEEEEEEEEEEE?- Ritsuka corrió hasta el baño, se miro en el espejo “Yo no le veo nada de malo, en la mañana tampoco le vi nada de malo, nah todos deben de estar muy estresados por los exámenes” Ritsuka no le dio más importancia y termino sus clases sin ningún percance.
Por su parte Soubi, no se movió de la entrada, estaba muy preocupado por su neko, se arrepentía de haberle comprado aquella camiseta, no dejaba de pensar sobre eso “Y si alguien se atreve a tocarlo, o peor aún, no lo mato” varias veces tuvo que detenerse de saltar la reja e ir por su neko, estaba tan preocupado que no escucho la campana que indicaba la hora de salida, hasta que comenzó a escuchar platicas y ver a pasar a varios alumnos frente a él, fue como se dio cuenta de que había estado ahí parado por más de tres horas. No le dio más importancia y se mostro atento por si veía a su koi.
Lo vio desde que estaba saliendo del edificio, de inmediato noto que todos lo miraban aquello lo molesto “Como se atreven a ver a mi neko, el es solo mío” pensaba, deseo correr hasta él y cubrirlo con su chamarra, pero sabía que debía esperar, cuando lo estuvo suficientemente cerca lo abrazo sobreprotectoramente
-Soubi- lo llamo el pequeño, el mencionado se alejo lo necesario de el para besarlo en los labios, Ritsuka no tardo en corresponder el beso y abrazar por el cuello a su koi con su único brazo, Yayoi y Yuiko miraban la escena sorprendidos Yayoi se mostraba feliz por la situación, aquello solo podía significar que Yuiko se daría por vencida y él tendría una oportunidad, por su parte la pelirosa no podía dejar de mirar la escena, eso significaba que era verdad lo que Ritsuka siempre le había dicho, que Soubi era su koi, no aquello no podía ser cierto, Ritsuka siempre rhabía sido frio con él y se molestaba cuando lo abrazaba, aquello debía ser una farsa. Cuando se separaron ambos se sonrieron y se miraron con profundo amor.
-Los veo mañana- se despidió Ritsuka, Soubi hizo un ademán de despedida y ambos se alejaron sin mirar atrás, Soubi abrazaba al menor por los hombros, mientras él lo abrazaba por la cintura. Yuiko entonces no tuvo duda, Ritsuka nunca le había correspondido sus abrazos, de hecho siempre buscaba zafarse lo antes posible, se mostro cabizbaja, Yayoi lo noto.
-Te acompaño a tu casa- Yuiko asintió evitando mirarlo todo el camino lo hicieron en silencio, sin embargo Yayoi podía escuchar los sollozos de su amiga, se sintió mal por ella y apenado por todo lo ocurrido, pero no quería hacerla sentir peor, así que cuando llegaron solo le dijo un
-Nos vemos mañana- ella asintió y encontró a su casa, Yayoi se alejo pesadamente, suspiro y se dirigió a su casa. “Me alegro por Ritsuka, pero la pobre Yuiko, mañana la animare” pensó decidido.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
En cuanto llegaron a casa Soubi no resistió más y beso apasionadamente a su koi, Ritsuka se sorprendió por tan demandante beso pero no tardo en corresponderle, en cuanto se separaron Ritsuka respiro agitado.
-Sou…- no pudo continuar pues los labios del rubio besaban nuevamente los suyos, Ritsuka no estaba acostumbrado a esa actitud de su koi y se asusto, empujándolo con todas sus fuerzas
-Soubi, ¿qué pasa?- el rubio noto el desconcierto en su pareja y se arrepintió de inmediato de lo que había hecho.
-Lo siento mucho- se mostro cabizbajo y se sonrojo por lo que estaba pensando hacerle a Ritsuka –Yo lo lamento mucho, lamento haberte asustado- el neko se sintió avergonzado y conmovido por ver que su koi lo entendía muy bien.
-Solo me sorprendiste un poco, me gustaría saber porque fueron esos besos tan apasionados- Soubi miro a su pequeño y se sentó en uno de los sillones y le indico que se sentara junto a él. Ritsuka así lo hizo, Soubi no sabía cómo explicárselo, pero al ver el semblante interesado se decidió a decírselo, no deseaba tener secretos para él.
-Sabes, te ves muy bien con esa camiseta-
-Es curioso que hables de eso, hoy todo mundo se comporto extraño y Yayoi me dijo algo de mis pezones- su niño aun era muy inocente, eso lo hizo sonreír
-Y tenía razón-
-QQQUUUUUUUEEEEEEE-
-Ritsuka te ves tan… con esa camiseta, tu esbelta figura marcada por la tela tan justa y remarca donde se encuentran tus pezones- toco uno de ellos, aquello hizo que un escalofrió recorriera al menor. Soubi suspiro frustrado –Ahora que te veo me arrepiento de haberte comprado la camiseta-
-Pero estabas tan entusiasmado y me veo tan bien-
-Si, pero eso solo hace que quiera tomarte ahora- Ritsuka se sonrojo violentamente, ahora todo le era tan claro, pudo notar la gran turbación en su koi –Lo siento- se puso de pie pero Ritsuka lo detuvo reteniéndolo por la muñeca.
-Soubi, hazlo-
-Eh- el mayor lo miró sin entender
-Yo quiero ser solo tuyo, quiero sentirme uno contigo- lo miraba con un brillo en sus ojos y con ese hermoso color carmín en sus mejillas, eso provoco que el miembro de Soubi terminara por despertar.
-Rit…- trago
-Soubi por favor, mira come me has puesto con solo tus palabras- el rubio noto que la respiración de su koi comenzaba a agitarse y sus pezones se notaban más marcado en la camiseta, eso solo podía significar que se estaban poniendo duros, Soubi tomo nuevamente asiento y no podía dejar de mirar a su koi.
-Ritsuka estas completamente seguro, estaba dispuesto a esperar hasta que terminaras la secundaria-
-Soubi tú has sido el que ha comenzado todo, así que hazte responsable y termínalo.- el rubio no tuvo que escuchar más, abrazo por la cintura a Ritsuka y lo besó en una forma demandante, Ritsuka disfrutaba de la caricia y del contacto de su lengua con la de su koi, cuando se separaron Soubi no pudo aguantar más la tentación y beso uno de los pezones de Ritsuka, sonrió al notar que en efecto este ya se encontraba duro y continuo con su tarea de besarlo, succionarlo y morderlo, aquello provocaba largos suspiros en el menor y algunos jadeos.
-Ohh Sou… quiero sentirte- trataba de despojarlo de su chamara pero con un solo brazo se era muy difícil, el rubio noto esto y dejo su tarea, esto provoco un leve gruñido en su pareja.
-Tranquilo, se me acaba de ocurrir algo, vamos a la habitación- lo tomo en brazos, en el camino se daban pequeños besos, cuando llegaron Soubi deposito con mucho cuidado a su niño y le dio un largo beso. –Cómo no puedes aun mover tu brazo, y como no quiero que te lastimes, haré algo único para ti- Ritsuka se sentó emocionado en la cama por saber lo que haría su pareja. Soubi le sonrió y se alejo de él y se coloco enfrente de la cama Ritsuka no dejaba de mirarlo en ningún momento.
Soubi bajo el cierre de su chamarra con lentitud para después despojarse de ella y dejarla a un lado, en ese instante Ritsuka supo lo que su pareja estaba haciendo y lo miró con más interés, esto hizo que el rubio sonriera pícaramente y mirara penetrantemente al pequeño en la cama, comenzó a moverse sensualmente mientras se iba desabrochando uno a uno los botones de su camisa para posteriormente quitársela y aventarla, Ritsuka podía sentir su rostro arder, aquello lo apenaba mucho, pero no podía dejar de ver a su koi.
Soubi se desabrocho el pantalón mostrándole sus bóxers, Ritsuka se sonrojo violentamente y ladeo la cabeza evitando seguir viendo el espectáculo, aquello enterneció a Soubi se acerco a él.
-Ritsuka mírame- el menor titubeo un momento para después mirar esos zafiros que tanto amaba –Este espectáculo es solo para ti, por favor no dejes de mirarme o pensare que no te gusta-
-No, me gusta, solo que…- Soubi lo beso
-Solo mírame- Risuka asintió el rubio se coloco frente a él y sin más preámbulos se despojo de sus pantalones quedándose solo con la ropa interior, Ritsuka miraba embelesado el cuerpo semidesnudo de Soubi, su pecho tan fuerte y amplio aquella largas y esbeltas piernas, lo único que no le gustaba de todo aquello era la cicatriz de su cuello, el rubio lo saco de sus pensamientos cuando lo besó fugazmente en sus labios y le murmuro.
-Es tu turno- y comenzó por despojarlo de su pantalón, Ritsuka se mostro nervioso, pero luego recordó que estaba con la persona que más amaba y se dejo hacer.
-Soubi… te amo- el rubio dejo lo que estaba haciendo para mirar sorprendido al neko, sonrió dulcemente y besó sus labios
-Yo también te amo- Ritsuka abrazó a su koi disfrutando de aquel momento, Soubi besó al menor y bajo por su cuello para después pasar a sus pezones, besarlos sobre la tela era que le agrado bastante, Soubi no soportaría más, así que recostó lentamente al neko y comenzó a acariciar su miembro sobre la tela, aquello provoco un fuerte estremecimiento en el menor.
-Sou… quie-ro… sentirte- logro decir el mayor quería que disfrutara así que no lo hizo esperar más y con mucho cuidado lo despojo de aquella camiseta que había comenzado todo y de sus bóxers, Ritsuka se sintió expuesto pero no le importo pues el único que estaba con él era Soubi.
El rubio lo miro con profundo amor memorizando cada uno de los detalles de tan hermoso cuerpo, lo único que lo molesto fue aquella cicatriz en su pecho, se acerco hasta ese lugar y lamio la cicatriz queriendo borrarla, aunque sabía que no iba a ser posible; por su parte Ritsuka disfrutaba de todas aquellas sensaciones.
Soubi quería sentir completamente a su koi así que se deshizo de sus bóxers quedando ambos en las mismas condiciones, Ritsuka se sorprendió al ver el miembro del rubio pues estaba en todo su esplendor.
El rubio comenzó a acariciar y besar todo el cuerpo de Ritsuka para que se relajara para lo que vendría, el menor se trataba de abrazar a Soubi y de acariciarlo pero su tarea no era nada fácil.
Soubi comenzó a estimular la entrada de Ritsuka, sabía que no podía aguantar más sin estar dentro del pequeño, comenzó con un dedo para aumentar a tres, Ritsuka solo podía jadear y suspirar, nunca nadie lo había hecho sentir así y le alegraba tanto que el que lo hiciera fuera Soubi.
-Amor, trata de relajarte- Ritsuka no escuchaba pues solo se concentraba en todo aquello que estaba sintiendo. Soubi comenzó lentamente, Ritsuka de inmediato sintió la intromisión y soltó un leve grito mientras sus ojos se llenaba de lágrimas, Soubi lo besó y continuo acariciándolo, cuandop sintió que su koi se relajo reanudo su tarea, ahora le fue más fácil y logro introducirse completamente, comenzó un lento vaivén para disfrute de ambos, el cuerpo de Ritsuka se arqueaba con cada nueva embestida pues Soubi tocaba su punto de placer, el rubio tuvo que contenerse para no aumentar el ritmo pues no quería lastimar a su neko, sin embargo fue tan placentero para ambos.
Soubi comenzó a masturbar al pequeño mientras lo besaba apasionadamente, Ritsuka no aguanto más y se vino mientras exhalaba un largo suspiro, rompiendo el beso con su koi, Soubi disfruto un poco más de aquel cuerpo que se entregaba completamente a él y se vino violentamente dentro del pequeño, aquel cálido liquido le provoco una extraña sensación a Ritsuka pero fue algo que le agrado, Soubi salió de su interior delicadamente se puso de pie y cargo a su neko quien se encontraba agotado, quito las cobijas y recostó a su pareja para después el acomodarse a su lado, Ritsuka de inmediato busco su calor, Soubi le sonrió dirigió su mano a su cabeza y le mostro sus orejas.
-Son hermosas, pero no tanto como tu- el neko le sonrió aletargado
-No puedo ir a la escuela sin orejas- alcanzo a murmura.
-Mañana te comprare unas- lo tranquilizó Ristuka le sonrió y cerró sus ojos murmurando un suave
-Te amo- Soubi sonrió, deposito un beso en la frente de su koi y lo abrazó protectoramente quedándose profundamente dormido, soñando con todo el futuro que tenía por delante con su pequeño.