Ahora con Kagome, Sango y Miroku fuera del camino Sesshoumaru tenía a Inuyasha completamente para él, Inuyasha aun desconociendo las intenciones que Sesshoumaru tenía con él, lo que era peor el amanecer se aproximaba y Sesshoumaru tenía horas caminando en una dirección que desconocía por completamente.
-he, Sesshoumaru ¿A dónde vamos?
-eso no debe de importarte y guarda silencio.
Inevitablemente Inuyasha estaba más nervioso que nunca, no sabía que le depararía el destino ahora en literalmente había pasado a ser propiedad de su hermano del cual no sabía que podía esperarse ahora después de que ya lo había violado.
Finalmente y luego de un rato llegaron a lo que parecía ser una cabaña abandonada sin embargo no se veía tan descuidada, fue en entonces que el amanecer llego y en cuando recibió los baños de los rayos del sol nuevamente volvió a ser un niño en brazos de su hermano.
-bien ahora hermanito ahora conocerás el lugar del que no deberás salir sin mi autorización o de lo contrario te castigare ¿de acuerdo?
-he, eeeeeaaaaaaaa.................
-¿Qué tienes?, ¿Por qué gritas?
-me dueleeeeeee................aaaaaaaaaa...............
-¿Qué?, ¿Qué te duele?
Pero entonces recordó el trozo de su manga que le había introducido en su ano, para detenerle la hemorragia, cuando se lo había puesto fue a su medida de grande pero ahora que volvía a ser pequeño seguro que lo estaba lastimando para gritar de esa forma.
-vamos te llevo adentro y haya te lo quito.
Entrando a la cabaña de inmediato lo recostó en el suelo lo desvistió y lo abrió de piernas, comprobando que era eso, lo estaba lastimando demasiado estaba muy estrecho para él y con el mayor cuidado posible comenzó a sacárselo lentamente, cosa que le causo mucho dolor a Inuyasha claro está.
-aagggggg....duele.
-ya sé que duele solo tranquilízate, terminara pronto.
En esta ocasión Sesshoumaru se mostraba realmente preocupado por Inuyasha, no quería proporcionarle dolor alguno, cuando finalmente se lo saco todo, noto con detenimiento como continuaba el sangrado, de verdad lo había lastimado demasiado.
Al ver esta imagen sintió una fuerte punzando en el pecho, le costaba creer lo que le había hecho a su propio hermano y ahora se ponía a pensar, ¿Por qué lo arrastro hasta él?, ¿Qué motivos tenia para forzarlo a permanecer a su lado?, ahora que lo pensaba todo detenidamente no había mucha razón para a verle hecho eso, pero entonces por qué se había enojado tanto, o mejor dicho ¿Qué fue eso que le hizo sentir el pecho en llamas cuando se lo había explicado hasta el punto de que lo hizo violarlo?
Lo que tenia ahora frente a sus ojos era un pequeño Inuyasha, tembloroso, asustado y además lastimado, sus reflejaban inseguridad y temor, un temor que nunca le habían demostrado, siempre mostro fortaleza frente a él y sin embargo ahora...
¿Qué era exactamente lo que estaba pasando?
-¿ya no te duele Inuyasha?
-...no ya no.
-que bien.
Lo tomo en brazos y se dirigió al fondo de la habitación, la cabaña parecía estar abandonada desde hacía ya mucho esta toda empolvada e incluso había ratas corriendo por los rincones, no parecía un buen lugar para vivir, pero Inuyasha no debía decir nada que hiciera enojar a su hermano.
Subió unas escalera hasta llegar a una habitación enorme donde para su sorpresa estaba limpia y en orden, lo recostó en el suelo y se dirigió hacia unos cajones de donde saco unas telas con las que lo limpio perfectamente y de un estante saco unas hiervas medicinales con las que lo curo cautelosamente para al final vendarlo.
-estarás bien con eso ¿ya no te duele o sí?
-no ya no.
-bien pero no intentes caminar o de lo contrario te dolerá y volverás a sangrar.
Se dirigió hacia un armario y saco un hermoso kimono azul y se lo puso.
A esto Inuyasha le parecía tan extraño, hace unos momentos era frio y déspota con él y sin embargo ahora era el hermano atento y cariñoso.
-bajare a arreglar unas cosas no te muevas de aquí por ningún motivo.
Y dicho esto lo recostó en un futon y salió de la habitación, mientras tanto y procurando obedecer a Sesshoumaru Inuyasha se puso a reflexionar, que habrá sido de Kagome y los demás, que habrá sido de ellos, pero más importante, que será de sí mismo.
Las horas pasaron e Inuyasha continuaba recostado en el futon y Sesshoumaru seguía sin aparecer, y ya le estaba comenzando a dar hambre ya tenía casi un dia y medio sin probar alimento alguno, entonces en ese preciso momento un ligero olor a pescado capto su atención provenía de ahí mismo el hambre lo estaba tentando a desobedecer a Sesshoumaru e ir en busca de comida, cuando de repente por la puerta apareció Sesshoumaru con una bandeja de alimento.
-supongo que ya has de tener hambre ¿no?
-si, algo.
-bien come antes de que se enfrié.
Le dejo la bandeja a un lado del futon y se retiro, esto de alguna manera le trajo viejos recuerdos, sorpresivamente Sesshoumaru le había preparado todo un banquete, pescado, arroz, betabeles y jugo de frutas, se las devoro de un solo bocado, puede su tamaño sea pequeño pero su apetito no había cambiado en lo más mínimo.
Las horas continuaron pasando e Inuyasha además de sentirse mucho mejor ya estaba cansado de estar acostado pero las palabras de Sesshoumaru fueron firmes, "no te muevas de aquí por ningún motivo".
Nuevamente Sesshoumaru entro a la habitación tomo la bandeja y se retiro no sin antes decirle.
-si deseas bajar ya puedes hacerlo, imagino que ya estás bien.
Y como si de una orden se tratara Inuyasha abandono el futon y corrió escaleras abajo, sorprendentemente la cabaña ahora estaba completamente limpia y restaurada, brillaba por donde fuese que mirara.
-¿tu limpiaste el lugar Sesshoumaru?
-si, este lugar estaba asqueroso, no había manera de que se pudiera vivir aquí sin antes limpiarlo.
Esto solo le traía mas preguntas a Inuyasha ahora incluso Sesshoumaru se había tomado la molestia de ordenar y limpiar el lugar donde lo había traído a vivir.
-bien vayamos al lago un rato.
-he?
-que ¿no quieres ir?
-am si.
Saliendo de la cabaña tomaron un camino que estaba detrás de esta, y no tardaron mucho en llegar a un hermoso lago que irradiaba belleza, era como un pequeño valle escondido.
Sesshoumaru sin siquiera avisarle le quito el kimono y las vendas lo cargo en brazos y metió al agua que por suerte estaba fresca y no fría, en tanto Inuyasha de dedico a nadar en círculos y sumergirse, por otra parte Sesshoumaru se recostó bajo un árbol observándolo y cuidándolo.
Esto de alguna manera hacía sentir incomodo a Inuyasha sintiendo los ojos de Sesshoumaru en todo momento sobre él.
-Sesshoumaru ven a nadar conmigo.
-no hace falta, esto bien así.
-anda por favor, es que no es divertido solo.
Sesshoumaru al ver la cara de ruego que puso su hermanito simplemente no pudo seguir negándose.
-está bien.
Inuyasha entonces contemplo la imagen de su hermoso hermano desnudándose dejando al descubierto su escultural cuerpo, esto sin querer le hizo ruborizarse y además le provoco una erección que intentaba desesperadamente ocultar.
Entonces al momento de que Sesshoumaru entro al agua e intento acercar a Inuyasha y este le rechazo retrocediendo de inmediato se percato que su pequeño hermanito tenía una erección.
-vaya, vaya Inuyasha ¿Quién lo diría mi pequeño hermano tiene una erección?
-no es cierto es solo que...bueno yo...
-si no haces algo con eso te causara dolor y creo que lo sabes.
-amm...yo
-claro lo olvidaba a pesar del largo tiempo que has vivido nunca te lo has hecho tu solo.
Y dicho esto lo tomo del brazo hasta la orilla del lago lo sentó en sus piernas de la cintura para abajo en el agua, lo tomo de una de sus manos y lo hizo tomar su erecto pene.
-vamos hermanito te mostrare como debes librarte de esto.
-he...sess...Sesshoumaru.
..............CONTINUARA
nota de la autora:
mis mas sinceras disculpas por haberme tardado es que para mi mala suerte enferme de dengue y no podia hacer nada estaba en reposo pero ya estoy mejor y continuare la historia.