Capítulo 2: Un seductor y un chismoso
Todos ya estaban listos para ir a divertirse juntos y sólo restaba pensar en un lugar donde podían estar o explorar. A la pareja de oro se les ocurrió pasear por un bosque que conocían y decían que era un muy buen lugar para estar y relajarse. Al estar ninguno en desacuerdo, se dirigieron hacia dicho lugar, que les llevó como 23 minutos llegar caminando hasta allí, pero todo el recorrido valió la pena. Además, antes de llegar al bosque, iban charlando animadamente mientras seguían la trayectoria que los llevaría hacia su destino y se distraían con cada cosa que veían, como algunas aves raras que pasaban volando y Momoshiro, ¡todo un caso!, se entretenía y quería parar en cada puesto de comida, pero se le denegó porque sino tardarían demasiado en llegar. Ni bien lo hicieron, lo que primero tomó lugar fue la admiración al paisaje que los rodeaba. Se habían quedado en un lugar donde se podían visualizar unas pequeñas cascadas.
-Es un lugar agradable.- Tezuka estaba acompañado por Fuji y se pusieron a mirar por los alrededores.
-Sí. Excelente para relajarnos.-
-¡Oishi, el lago, el lago!- Mientras le tironeaba por la emoción de ir al lago.
-Sí. Podríamos ir a nadar un poco. A parte de diversión también podría ser un buen entrenamiento.-
-Pero mira, Oishi. Ven, sígueme.- Toma de la muñeca a su amigo para llevárselo a las corridas hacia el agua, empapándose las piernas, mientras señalaba algo. –Hay algo raro ahí. Mejor lo quitamos.- Iba a meter las manos al agua, pero es detenido por Oishi, quien le alcanza unas ramas con hojas y púas que fue a buscar después de frenar a su amigo.
-Kikumaru, no conocemos esta planta. Será mejor que usemos esto. Llevemos esto a un lado.-
-Sí.- Intenta usar las ramas como cuchara y levantar la planta, pero no había caso. -¡Rayos! Intento usar las ramas para levantar esta planta, pero parece como si estuviera clavada.-
-Entonces utilicemos las espinas y las hojas de las ramas para poder ayudarnos cuando tengamos que utilizar la fuerza mientras intentamos arrancar la planta.-
Lo que uno hacía, lo hacían el otro también. Si uno rodeaba un extremo de la extraña planta con las hojas y sujetándola mejor con las espinas para estirar e intentar arrancar, el otro lo hacía también pero en otro extremo. Al no ver resultados positivos intentan usar las ramas de distintas maneras para lograr su objetivo. Aún sin conseguir lo que deseaban, a Oishi ya le había agarrado rabia, entonces empezó a golpear la planta y Kikumaru hizo lo mismo para que luego ambos terminen haciéndolo con violencia sin llegar a nada. Aún así seguían intentando. Ceca del lago se encontraban los demás de pie y algunos sentados.
-Existe un 75.9% de que se tarden demasiado si es que continúan golpeando la planta de esa manera hasta conseguir arrancarla, lo cual es de un 78%.- Mientras anotaba en su cuaderno. . . de nuevo -.-
-¿Inui?-
-Dime, Kaidoh. ¿Qué te inquieta?-
-Tus jugos. . . ¿para qué los trajiste?-
-Sólo para evitar complicaciones. Principalmente los usaría cuando Momoshiro y tú peleen, pero creo que ya no será necesario para esa causa.- Se acomoda los lentes.
-Ya veo.- Mira a donde estaba Momoshiro.
-Kaidoh.-
-¿Qué sucede?-
-Necesito ver esos trabajos.-
-De eso se encargará nuestro profesor.- Guarda las manos en los bolsillos de sus shorts. –No hace falta que tú los revises. Esa será la mejor forma de comprobar si realmente trabajamos bien o no.-
-Bien. Si tú lo dices, supongo que tendré que hacerme a un lado.-
-Fushuuu. . .- Se aleja del mayor para sentarse junto a otro compañero. –Momoshiro, Inui cambió de idea.-
-¿Eh? ¿Qué quieres decir?-
-No tendremos que darle nuestro trabajo para que lo califique.-
-¡Vaya, eso se oye bien! Dime, ¿hablaste con él o qué?-
-¡Claro!-
-¡Qué bien! Me alegra de que no nos moleste con los trabajos.-
-Sí. También me contó que preparó sus jugos en caso de que tú y yo peleemos, principalmente.-
-¡Jaj! Si esa fuera la única razón, entonces no tendría que haber preparado sus jugos.- Rodea el cuello de su amigo con un brazo, haciendo que el otro volteara para ver a alguien parado de brazos cruzados con un fuerte brillo en los lentes rectangulares de esa persona que se encontraba dos metros de distancia de los de octavo.
-Presiento que hay más causas que están relacionadas con nosotros también.-
-¿Cómo dices?- Mira hacia donde la serpiente y luego sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. –Espero que. . . se lo tome con calma.- Su miedo pudo ser detectado fácilmente hasta que sintió una mano sujetando su cabello.
-Escucha, no tienes por qué temerle. Así como no va a meterse con nosotros en lo académico, aunque sea por ahora por haber hablado con él, quizás logre que abandone esa forma escalofriante con la que te mira.-
-Sí, por favor. ¡Hazlo! Después de todo tú eres su mejor amigo, ¿cierto?- Ambos se miran por unos segundos.
-Te equivocas. No soy su mejor amigo.- Se levanta para irse, pero es tomado por alguien que lo usa como escudo. -¿Qué estás haciendo?-
-No te vayas, Kaidoh. Quédate con migo, por favor. Sólo con tigo me siento protegido, pero a la vez obtengo más problemas con ese sujeto. ¡Rayos! No se qué hacer.-
-Yo sí y lo voy a hacer ahora mismo. Ya me estoy cansando de todo esto.-
Se separa de su compañero dirigiéndose a donde estaba antes con otra persona, pero ya no había nadie pro allí ni cerca si quiera, puesto que casi todos los chicos estaban no lejos pero tampoco cerca del lago, entonces se sentó recostándose por un árbol poniendo las manos en los boldillos de sus shorts. Luego empezó a sentir unos pasos que se aproximaban y de repente se detuvieron. Alguien estaba del otro lado del árbol.
-¿Eres tú, Inui?- Unos segundos de silencio sin respuesta alguna.
-¿De qué hablabas con Momoshiro?-
-De cosas comunes o del trabajo en el que estuvimos trabajando. Se que si no te lo digo molestarás a Momoshiro. Lo hago por él, no por tener que darte explicaciones.- Tenía un tono molesto al decir esto último.
-Bien. Si tienes que hablar por su bien, ¿dime de qué estaban hablando exactamente?- Lo dijo con sarcasmo.
-. . . Lo que te dije. Lo único importante en nuestra charla fueron dos cosas: sobre nuestro trabajo y una pregunta que él me hizo a lo último de la conversación. (¡Rayos! Creo que no debí decir eso.)
-¿Y cuál fue esa pregunta?-
-. . . Me equivoqué. No es importante.-
-Bien. Supongamos que no es importante sea cual fuera tu respuesta. Pero dijiste que era importante quizás porque para ti lo es. ¿Estoy en lo correcto?- Segundos de silencio.
-Ahora yo te hago una suposición: si la pregunta que Momoshiro me hizo no es importante, salvo para mí, significa que a ti ni te interesaría saber lar respuesta. ¿Eso responde a tu pregunte?-
-No. Lo que acabo de escuchar fue sólo una suposición y yo necesito la verdad, a menos que ésta esté disfrazada de una posible ‘suposición’.-
-Inui, te dije que no es importante.-
-Para mí, pero sí para ti y no me lo niegues. O tal vez es importante para los dos y por eso no quieres decir nada.-
-Ya te lo dije. ¿Por qué te importaría?-
-No lo se. Dímelo tú que conoces la pregunta.-
-¡Agh! Tanta charla por una simple pregunta a la que se obtuvo un ‘no’ por respuesta.-
-¿A caso te pidió algo?-
-No.-
-¿Entonces?-
-Óyeme, se que quieres sacar la pregunta de mí y no lo lograrás.-
-Entonces Momoshiro beberá lo que. . .-
-¡Cállate! No se por qué Momoshiro pensó que soy tu mejor amigo si pretendo ser el suyo protegiéndolo de ti.-
-. . .- Segundos de silencio. -¿Momoshiro te preguntó si eres mi mejor amigo y dijiste que no?- Se acercó al menor, quien se levantó del suelo cabizbajo. –Y creías que no te sacaría la pregunta.-
-¡Fushuuu! Te dije que no era importante.-
-. . .- Frunce el seño y se pone delante de Kaidoh. -¿Te atreves a decir que no es importante? ¡Eres un tonto!- El otro sigue sin verlo y sin responder. –Kaidoh.- El de octavo sólo guarda silencio. No podía hablar en ese momento. No le salía la voz ni sabía qué decir tampoco. -¿Me está escuchando?- Se empieza a irritar.
-Desaparece.-
-¿Cómo dices?-
La serpiente también luce irritada. Momento de silencio. Kaoru se tapa el rostro con una mano y termina en el suelo arrodillado. Inui se sorprende y se agacha para ponerse a la par de su compañero.
-¿Kaidoh?- Su amigo no responde. –Kaidoh, háblame.- Parecía que no obtendría respuesta. -¿En verdad quieres que desaparezca?-
-¿Qué quisiste decirme?-
-O mejor dicho ¿qué quisiste decirme tú? ¿Por qué piensas que no es importante?-
-¿Y por qué lo sería?-
-Simplemente porque. . . porque. . .- No podía decirlo. Es como si su voz se acabar justo en el momento de la verdad.
-Lo sabía.-
-No.-
-No hay razón para serlo.-
-Espera, yo no dije eso. Si hay una razón.-
-No puedes decirlo. ¿Será porque eres incapaz de decirlo o es difícil de hacerlo. . . o simplemente no hay razón alguna?-
-Kaidoh, mírame.-
-No haría ninguna diferencia. ¿Qué preten. . .?-
Al mirar a su superior, en lo primero que se fijó fue en sus hermosos ojos quedando deleitado e incapaz de pronunciar una palabra. Tanto fue el encanto en el que se veía atrapado que contuvo la respiración.
-Kaidoh, siempre fui muy sincero con tigo. ¿A caso no confías en mí?-
-. . .- ¿Cómo resistirse a esa mirada que carcomía poco a poco al alma de la serpiente sin poder hacer nada al respecto?
-Quiero demostrarte dos cosas. La primera es que nunca tendría el valor suficiente para mentirte. Y la segunda es que necesito que confíes plenamente en mí para sentirme mejor, pero no completo del todo. O al menos no sería suficiente. Concluyo que te sientes confundido, entonces, para serte más claro, Kaidoh, lo que necesito de ti para no molestarme por Momoshiro sintiéndome completamente seguro es TODO.- En el rostro del menor no había más que inocencia y confusión, lo que le hizo sonreír.
-¿A qué. . . a qué te refieres con ‘todo’, Inui?-
-Kaidoh.- Se le acercó más acorralando al menor. -Te quiero a ti.-
-¿Pero qué rayos estás diciendo? ¿Y qué crees que estás haciendo?- Al ver que Inui roza su nariz con la suya y que empieza a tomarle con un brazo, pone sus manos en el pecho del mayor para empujarlo ya que sus cuerpos estaban casi unidos, pero era en vano.
-¿Qué estás haciendo?-
-Intentando que evites hacer una tontería.-
-¿Te parece que esto es una tontería, Kaidoh?-
-Es que. . . no. . . es normal, Inui.- Estaba ruborizado.
-Dime algo, ¿estás nervioso?-
-¿Por qué lo preguntas?-
-Porque estás rojo.- Inui lo seducía con la mirada al propósito.
-¡Ya déjame en paz!-
-¿A caso no querías que esté con tigo?-
-Sólo quería hablar con tigo, ¿pero cómo lo supiste?-
-Estabas con Momoshiro. Luego Tezuka me habló por un momento y cuando terminamos me di cuenta de que no estabas entre los otros, ni si quiera junto a Momoshiro. Entonces decidí buscarte donde estuvimos hablando y, por lo visto, sentiste que alguien estaba cerca y preguntaste si era yo. ¿Te parece suficiente?-
-. . .- Con lo que escuchó se puso más rojo.
-Kaidoh, te ves encantador.-
-¿Qué cosas estás diciendo?-
-Una de las tantas cosas que quiero decirte.-
-¿Y por qué no las dices ya que estoy aquí?-
-¿Eh? ¿Quieres decir que me estás dando acceso a. . .?-
-Eso te lo dejo a tu criterio.-
-Bueno, realmente quiero que me des acceso completo, sobre todo en un caso especial.-
-¿Y ahora de QUÉ estás hablando?-
-Mhm. . . me gustaría poder sentirte por completo.-
-. . . Pienso que esto ha ido demasiado lejos.-
Intenta levantarse mientras empuja a Inui, quien lo sujeta y hace que ambos pierdan el equilibrio. Kaidoh termina en el suelo boca arriba y encima de él se posesiona el otro evitando aplastarlo quedando en ‘cuatro patas’ sobre el menor, quien se había sujetado de su cuello con los brazos desde que se perdió el equilibrio en ambos cuerpos y aún seguía así sin soltarlo. Pero lo más vergonzoso no se fue la pose que adquirieron, sino que ALGUIEN andaba por ahí y los acababa de ver en una pose muy comprometedora, pero no quiso dar a saber su presencia. Entonces se quedó cerca a observar a los que estaba en el suelo y que encima se estaban besando. De tan chismoso que era, ya estaba pensando en un nuevo tema por tratar con Kikumaru, con Oishi, con Tezuka, probablemente con los demás también, incluyendo a Kaidoh, y, por su puesto, con Inui, quien estaba ocupado tomando posesión del cuerpo de la serpiente, pero antes de llegar a medidas extremas, si es que eso iba a ocurrir ahí mismo, el ‘espía’ de noveno decidió retirarse para hacer correr el chisme cuanto antes sin importar si lo hacía directa o indirectamente.