Kaiba Institute

Seto estaba pensando en sus cosas cuando entro al instituto en ese dia de finales de verano.Que si el indice Down Jones  bajaba que si el yen estaba en bancarrota que si sus socios europeos lo trataban de estafar.

SETO ESTA MOLESTO

QUIERE HACER SUFRIR AL RUBIO ASI QUE LO MANTENDRA EN EL INSTITUTO

¿PERO LOGRARA CONTENER SUS ANSIAS DE VENGANZA?

Corrió hasta el salón que el otro le dijo, era el destinado para la “corrección” del rubio.

-Esta es tu habitación-dijo el castaño mientras el chofer dejaba las maletas en el piso del dormitorio.

-No me quedaré aquí.Ya déjate de tonterías-dijo el rubio intentando salir pero el castaño lo detuvo con su brazo mientras ordenaba al chofér –Vete-y éste después de una inclinación lo hacía.

Esa noche eran las tres de la mañana y el rubio no regresaba.

Seto cabreado lo esperraba en ese salón recordando las palabras de Roland”Es por su trabajo de mozo”había dicho.

Era de mañana muy temprano cuando Seto desperto para ver al otro abrazado a su otra almohada.Lucía agotado y sonrió con felina satisfacción al pensar que el lo había causado.Aunque su mirada cambio a una de preocupación cuando recordo lo hecho la noche anterior.

Estaban en medio de una clase cuando para asombro de Kaiba el combativo rubio entro rengo al salón y adelantandole un papel al profesor primero, que este estudio y luego asintió devolviendoselo para anotar algo en su carpeta, se dirigió a su asiento dedicandole una asesina mirada al de ojos azules.

Seto llego a su casa cansado y con un terrible dolor de cabeza.

En la puerta pregunto al mayordomo como estaba él.

-Vuestro  castigo.El regresará pero os será arrebatado.Por siempre-.

Estaba tan asustado que se metio en uno de los privados del baño de hombres y se escondió como si fuera hubiera visto a uno de los jinetes del Apocalipsis anunciando el fin de todo.

Había pasado la ultima clase y Seto estaba esperando al rubio en la entrada después de enviar a Rory en su limo de vuelta a donde vivía.

Todos los estudiantes pasaron menos el rubio y de pronto uno de los profesores se fue a cerrar los portones cuando Seto le pregunto por Wheeler.

-No queda ningún alumno en la institución-le informo el profesor.

Seto enfureció.

-Pero dejame… ¿que te pasa?Yo…-dijo el rubio confundido y algo aterrado de que le sucedió aquella noche con Kaiba se repitiera.

-Ruégame.Quiero oir tu voz rogándome-dijo el acosador mientras levantaba uno de los brazos de Joey para ponerlo contra la pared mientras apresaba el otro contra la espalda.

Pocas veces en su vida Seto Kaiba habia estado tan molesto por algo pero esa vision justo después de lo que el rubio le dijera y ahora estaba todo de cabeza porque aunque queria demostrarle a ese rubio quien mandaba no estaba de humor para sentirse humillado por el hecho de que el otro que gritaba a los cuatro vientos que el le habia violado ahora se revolcaba en un baño público con Carrigan.

WARNING:SHORT LEMON

Ambos tenían una rara sensación en su interior.

--Azabeth, Alfión.¿Que rayos es todo esto?—preguntó el confundido rubio y entonces pudo ver una mano que se acercaba a la suya para apresar su muñeca y jalarlo.

Su cuerpo de pronto estuvo pegado al del castaño y los brazos del otro lo apresaron de nuevo y sus labios se acercaron lentamente a los suyos.

Estaba tan confundido y enojado que perdió cuidado y de pronto se vio ante uno de sus mayores miedos.

--Creo que no me oiste al saludarte—dijo el otro extendiéndole una mano.

--No.Tienes razón.¿Donde tengo mis modales?—exclamó Joey justo antes de propinarle un sonoro golpe al hijo del socio de Kaiba.

Era la noche en que casa del CEO muchos de sus empleados festejaban pues aunque no era navidad ni un día especial ya era costumbre que por razones publicitarias la familia Kaiba pasaba ese dia con sus empleados que hacían cierta vida social en la mansión del renombrado millonario.

Llego de su trabajo de mozo y lo encontro esperandolo en la entrada.

--Quiero hablar contigo perro—dijo el ojiazul.

--Pero yo no y ya te he dicho que no me digas así—dijo el enfadado rubio empezando a subir las escaleras frente a la puerta de la casa de invitados mientras sacaba del bolsillo trasero de su pantalón las llaves del inmueble.

El otro  las vio brillar y tuvo una idea.De un rapido movimiento tomo estas y le obligo a voltear a verlo.

Seto estaba preocupado por eso se quedó en la entrada y entonces vio al perro llegar con alguien que le resultaba familiar.Su mente de genio recordó el rostro después de un momento.

Cuando ambos lo vieron sus rostros cambiaron a serios, llegaron a su lado y Seto cortó el paso del rubio.

--¿No te cansas de molestarme?—preguntó el rubio.

--¿Hablas de mi?—preguntó una voz familiar y Joey lo miro confundido.

--Lo siento.Valon yo no quería…-dijo.

Seto se acercó al rubio y le volteó la cara para mirar su rostro.

El rubio se alejo de él y lo miro rencoroso un momento antes de proferir disgustado—Estarás contento ¿no?Obtuviste lo que querías--.

--Ya decía yo que no eras tan estúpido para dejarte por un simple maestro—dijo el que le diera la paliza el día anterior.

Joey no sabía de que hablaba.

Estaba viendo un ser alado.

El también desabotonó el pijama del rubio y con aparente desinterés un rosado pezón mientras sus manos jalaban los pantalones del chico y lo llevaban a las rodillas.

Seto mando investigar con sus hombres.

--Señor.Un yate salió del puerto media hora después del secuestro—dijo el hombre de Kaiba.

--Era de Carrigan—preguntó su jefe.

--No señor—dijo el otro sonriente.—Pero investigue y Julius Ardner el dueño es el mayordomo de los Carrigan.

El vaso cayó de su mano para estrellarse y romperse en la cubierta.

--¡Busquenlo!—ordenó el ojiazul con voz fría que asustó a Yukishiro.No era la reaccion que esperaba de Seto Kaiba.

¿Que paso en el yate? ¿Que pasará ahora con nuestro CEO?

Pasen y averiguen

ja ne

Despertó con un sobresalto y miro a su lado estaba Seto Kaiba sormido de costado con un mechon de pelo sobre su mejilla y una expresión relajada.

“¿Acaso los muertos sueñan?”se preguntó con sorpresa.Eran mas como recuerdos que sueños pensó.Podía sentir aun el contacto con ese cuerpo, sus labios…”Basta”se auto llamó la atención.

En el colegio la paso fatal cuando tuvo que dar una clase que no había preparado y que tal vez tenia su exposición en la laptop que no había llevado.Por suerte su ingenio y una emergencia inventada le salvaron.

En el colegio la paso fatal cuando tuvo que dar una clase que no había preparado y que tal vez tenia su exposición en la laptop que no había llevado.Por suerte su ingenio y una emergencia inventada le salvaron.

“Si el es mío primero no lo tocarás”le dijo mentalmente el hermano mayor al menor mientras el pensamiento cruzaba su mente sus alas antes de albo color se tiñeron de negro como si de pronto se revistieran de un color tan lugubre como los pensamientos de su amo porque asi era entre ellos.Cuando el limite entre la virtud y el pecado se traspasaba el color del plumaje avisaba de la impureza de su portador.

Se había despertado en hora de su pesadilla por suerte.

El despertador marco el final de su estadía en la cama.Con paso ligero fue a por una ducha pero continuaba con el sabor amargo que la fantasía de su cerebro le dejara.

Era como una de esas tragedias griegas de Esquilo que una vez leyo donde todo terminaba mal para todos.

El chofer de Kaiba entro inesperadamente en la oficina de su jefe y cerro de un portazo.

Kaiba se sobresalto y lo miro con enojo mientras el hombre se3 acercaba con rostro decidido a él y Kaiba temió al verlo rodear la mesa que el otro viniera a tomar represalias por alguna posible malinterpretación que el de momento no entendía.

El castaño alerta se paró e intentó hablar pero el otro no se lo permitio cayendo sobre él.

Entro en el amplio lugar revestido de blancas paredes y alta tecnología al servicio de la ciencia.

Un hombre bajito se le acercó y el CEO le dijo al que llevaba una bata blanca —Su lugar de trabajo parece el apropiado.He traido lo que necesitaba.Ahora cumpla su cometido--.

Desperto otra vez de ese sueño y miro a la misma esquina de la habitación que miraba siempre.La oscuridad se cernía sobre el cada vez mas cerca.Lo sabía.Lo presentía.

Había mas gente esta vez.

Seis o siete tipos con batas blancas que le abrieron paso a Seto.

Akano sonreía complaciente como todo empleado de Kaiba.Tal vez por eso y su mirada baja no sintio sus agudos ojos clavarse en su alma y su espiritu regocijarse con el sabor de la deliciosa traición.

Había mas gente esta vez.

Seis o siete tipos con batas blancas que le abrieron paso a Seto.

Akano sonreía complaciente como todo empleado de Kaiba.Tal vez por eso y su mirada baja no sintio sus agudos ojos clavarse en su alma y su espiritu regocijarse con el sabor de la deliciosa traición.

Los labios de Seto no se saciaban mientras caian en la cama y le arrancaba el mono.

--Para.Mañana…--dijo entre jadeos el rubio.

--No me importa mañana.Tu serás mio hoy—dijo el castaño antes de morder su oreja.

--Seto tu… tu… --trató de decir el acalorado rubio.

Cuando entro la figura medio desvestida con un hombro al aire le daba la espalda.

Silencioso cual un felino de caza se acerco a su presa y deposito sus labios en la calida piel que se erizo de inmediato por el contacto repentino.

Joey volteó y se alejo para hallarse frente a unos ojos azules como zafiros.

--Me temo que es VIH—dijo el doctor con cara seria.

--No puede estar hablando en serio—dijo el castaño con aplomo pero por dentro algo estaba dando vueltas sin parar.

--Si, señor Kaiba.Hablo en serio.

Estaba junto assu cama viendo subir a acompasado ritmo su pecho.

El otro abrió sus ojos y sus orbes meladas miraron con somnolencia su alrededor hasta divisarlo.

Nadie sabe que fue del profesor Akano.Un día de pronto desapareció.

Estaba en el jardín.El sol le molestaba los ojos por lo que hizo vicera con las manos para buscar con la vista aquello que había perdido.Estaba debajo de un asiento junto a la picina.Se agacho a agarrarlo pero un mareo movio el mundo y sin quererlo perdió pie y cayó al agua víctima de su debilidad.

Entró en la suite con Seto llendo por detrás y este lo obligó a voltear para mirarlo a la cara.

Joey le sonrió para disipar sus preocupaciones y el otro medio sonrio hasta que de pronto lo empujo.

Sus ojos miraron fijos a esos pozos de lava que amenazaban quemarlo hasta los huesos.