DIAS DE LLUVIA
Capitulo 7
El sol podía filtrarse por los pequeños espacios que dejaba la cortina del ventanal, daban directamente en el hermoso rostro de un ruso con hermoso cabello bicolor, despertándolo poco a poco.
Había dejado de llover, a pesar de las temporada de lluvia, aquella mañana fue especial, el cielo estaba completamente despejado, las nubes blancas adornaban la mañana, era una mañana fresca y el, él estaba enredado en la cama con la persona más bella del mundo; los cabellos negros de su amante esparcidos por la almohada adornaban su despertar.
Solo pudo observar, no sabía la hora; no era de su importancia, solo quería seguir viendo aquella exquisita figura sobre su regazo, hasta que el joven de cabellos azabache fue abriendo los ojos con pereza.
-mg… Kai- El joven de largos cabellos froto su ojo izquierdo de una manera muy felina.
-Buenos días…- El ruso estaba enternecido ante el acto, sonreía.
-Buenos días…- Posó su mirada en los ojos carmesí del ruso; el sonrojo acudió de inmediato a su rostro.
Kai guió su mano hasta la cabellera del chino; empezó a jugar con sus cabellos mientras el pelinegro sonreía sonrojado.
-¿Te gusta?- pregunto el chino
-Tienes un cabello hermoso, claro que me gusta… todo de ti me gusta- respondió suavemente el ruso, para luego acercarse a su amante y depositar un cálido beso en sus labios.
-Tenemos que regresar a casa de Tyson- El pelinegro comentó sin mucho ánimo, acomodándose nuevamente en el pecho del ruso.
-Podemos quedarnos, aun es temprano- Abrazó protectoramente a su pequeño.
Ray se despegó de él para alcanzar el pequeño reloj que se mantenía en la cómoda, después preocupado alegó.
-Kai! Son las 11:20 de la mañana, ¡ya es tarde! Y los demás deben de estar preocupados por nosotros; tenemos que irnos- El felino se levantó de la cama, pero regreso de golpe a la misma, para tomar las sabanas y cubrir su desnudez. Kai rió fuertemente.
-No te rías…- el sonrojo cubrió su rostro. – Tu también permaneces así.- Finalizó apenado y tímido.
-¿Por qué te avergüenza aun?- El ruso se acerco para tomarlo de la cintura y acostarlo nuevamente sobre si. – Ya eres mío, gatito.
-¿Gatito?...- Su sonrojo aumentó de sobremanera.
-Sí, gatito travieso… y desnudo- Kai jaló la manta con la se cubría Ray dejándolo sin nada; dejando ver su cuerpo completamente desnudo.
La acción del chino fue inmediata, jaló una almohada y le pego en el rostro a su seme, sonrojado a más no poder respondió…
-Pervertido- Acto seguido corrió tomando la camisa del pijama de Kai para colocárselo.
-vamos Ray, no hay nada que ocultar- Prosiguió el ruso levantándose sin nada que cubrirá su cuerpo para acercarse a donde estaba un sonrojado Ray.
-Además hay que tomar un baño, no creo que quieras ir así- El ruso sonrió de medio lado; una muy seductora sonrisa que fue dirigida al pelinegro.
Ante el asombro del joven más bajo, Kai lo alzó en brazos con dirección al baño, tomarían una muy larga ducha.
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Se podía observar dentro en una pequeña casa sin rastros particulares a un grupo de jóvenes que alarmados corrían de par en par de un lado a otro visitando cada rincón de la morada sin dejar la preocupación de lado.
-Tyson!!!!! Pero ¿en dónde estarán? Ya es muy tarde! Y no se han comunicado con nosotros ¿y si les paso algo?- comentaba de lo más preocupado un rubio con mirada cristalizada
- ¡Chicos! ¡Porque no organizamos inmediatamente una búsqueda en grupos!- Argumentaba componiendo sus anteojos Kenny.
-Es buena idea, chicos, tenemos que salir a buscarlos! Ninguno de los dos es de aquí así que lo más probable es que estén perdidos- apoyaba Hilary la joven castaña.
-Vamos Tyson! Dinos algo!- Jalaba el rubio al susodicho, de la camisa.
-Bien chicos! En ese caso saldremos a buscarlos!- Grito levantándose de donde se encontraba con decisión.
Y cuando salió seguido de los demás jóvenes, pudieron observar como de un taxi bajaban Kai y Ray con tranquilidad. Jalaron sus maletas hasta llegar a la puerta de entrada, mirando confundidos al grupo de jóvenes que en su intento de búsqueda, habían quedado estáticos al verlos.
Pasaron unos segundos donde nadie hablaba, parpadearon varias veces para que el silencio fuera roto por un grito de un Tyson muy molesto e indignado.
-¿PERO DONDE CREEN QUE ESTABAN?!!!- CREEN QUE ES GRACIOSO MANTENERNOS AQUÍ SIN SABER DE USTEDES! SIN SABER QUE LES PUDO HABER PASADO, SI PASARON FRIO O HAMBRE O TALVEZ ALGUNA VIOLCACION! QUE DESCONSIDERA...- Gritoneaba el chico peli azul hasta ser callado por un delicado y fugaz beso por parte del rubio.
Tyson quedo petrificado ante la acción del rubio; no por el beso en sí, si no en la ocasión; frente a sus compañeros.
Tanto Hilary como Kenny quedaron igual estáticos, mientras Kai cruzaba los brazos y se recargaba de la pared de la casa; Ray sonreía y fue entonces que Max habló.
-Bueno chicos, están aquí y es lo importante, pero créanme que me gustaría saber que pasó; ¿porque llegan hasta ahora?, nos preocuparon. – Comentaba alegremente Max.
Ray sonrió para después proseguir a hablar.
-La verdad es que… ayer nos quedamos jugando cartas hasta muy tarde, y nos quedamos dormidos- finalizo feliz el pelinegro.
-¿Cartas he?- Sonreía cómplice Max –pero que desconsiderados somos, pasen pasen, están en su casa ¿no es así chicos?- volteó en dirección a sus jóvenes amigos que solo sonreían de medio lado en una forma muy obligada.
Se dieron paso y llegaron hasta la sala de la residencia; Max arrastraba a Tyson que seguía inmóvil, Kai se quedo en una esquina de la casa mientras los demás se acomodaban en la sala, comenzaron las mismas platicas de siempre, en ocasiones reían mientras que en otras se ponían serios para luego reír nuevamente; en una pequeña oportunidad Ray y Max se escaparon a la cocina para servir bocadillos y así tener la oportunidad de relatarse lo sucedido; entre ratos la nueva pareja se regalaba miradas muy discretas o chocaban sus manos “accidentalmente”; así transcurrió su día sin novedades…
Fin del Flashback
Observaba como caían las gotas de lluvia por su ventana; nada podía sacarlo de sus pensamientos. Tan sumido estaba en ellos, que no se percato cuando se sumo un acompañante a la habitación. Se acercó hasta donde yacía el pelinegro y amorosamente lo abrazo por atrás.
-¿Recordabas?- Pregunto el ruso mientras besaba su mejilla.
-Kai… no te escuche entrar- El chino se giró para posar sus brazos detrás de la nuca del más alto.
-Hace ya un año de eso, y mira ahora, en la misma habitación de hotel de aquella noche; el mismo clima… y… el mismo pijama- El tono del ruso había sido muy sensual en la última palabra.
-y creo que tendré la misma suerte de aquella vez- sonrió sonrojado el pelinegro para seguidamente ser tomado en brazos por el ruso.
Esa noche, recordarían el día de su declaración, recordarían que se amaban mutuamente y lo harían hasta el final…
Fin