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Somos Crueles por Chibi-Chan

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Notas del capitulo:

¡Konnichiwa, minna-san! (We know it, tardamos milenios)

Antes de que pase alguna cosa como que Sasuke me muerda la mano de nuevo, Naruto se me vaya a esconder a quién sabe dónde o las gemelas encierren a Itachi en el armario quiero decirles

"Bienvenidos al capítulo nueve"
(Música de celebración)

Tal vez se estén preguntando por qué justo hasta ahorita se me ocurre decir esto y la razón es tan simple como un ornitorrinco llamado Perry (redoble de tamboressssssss) Nunca pensamos llegar hasta aquí, hablando enserio, nunca se me cruzó por la cabeza.
Mi plan era hacerlo corto y con eso de que llevamos nueve capítulos (incluyendo el próximo) atascados en el mismo día pues no estaba en mis planes (de dominar el mundo >:D)
Traté de actualizar lo más temprano posible (era un "semi"-pinky promess y para mí son sagrados, tanto como sus reviews :D) Pero creo que no se pudo (T_T), aún así aquí está el nuevo capítulo. Hoy es el turno de Naruto-sama para contar a su manera su POV, espero que lo haya hecho bien. Enjoy!

~16 Años antes~

Han pasado varias semanas (Casi dos meses, supongo), y aún no me canso de su sonrisa. Es muy linda, amable e incluso podría decirse que deseada todo el que la haya visto. Cada vez que puedo asistir a un hermoso espectáculo (porque lo es) no pierdo la oportunidad de verlo tan enérgico, alegre e impaciente.

Todo comenzó una hermosa tarde de otoño. Las primeras hojas marchitas caían de los árboles con cada brisa suave que se posara sobre sus copas, los días se hacían un poco más largos por el cambio de horario y las clases daban comienzo en todos los niveles educativos. Eran apenas las siete de la tarde y faltaban diez horas para que las clases normales (al menos las mías) del quinto semestre dieran comienzo.

Estaba cómodamente acostado sobre una de las dos camas que había en el dormitorio, relajado, sintiendo la brisa que entraba por la ventana moviendo las cortinas y produciendo un leve susurro; con mis audífonos puestos y escuchando música con el volumen más alto que un mp3 puede tener en su sistema, al tiempo que leía uno de los mangas que había traído conmigo. Estaba tan relajado que me asuste cuando deje de leer por un leve momento y me di cuenta de que había un tipo frente a mí, mirándome de forma retadora.
Mi primera reacción no la premedité y no creo que hubiera podido hacerlo. Le lancé todo lo que tenía a la mano hasta que, por error, mi mano reaccionó sola y arrojé mi mp3 directo a su cara, pero desgraciadamente lo evitó, haciendo que al poco tiempo me diera dolor de cabeza porque mis audífonos se habían arrancado literalmente de mis oídos.

-Si hubieras estado más alerta no te hubiera pasado eso.-Me contestó después de un rato en silencio.

-¿Quién eres tú y qué haces en mi habitación?-Dije después de un rato de respirar profundo para que no me diera un ataque.

-¿Quién te hizo dueño del lugar?-Suspiró.-De haber sabido que me tocaría un compañero tan molesto mejor me hubiera transferido a otra Universidad.-

Miré toda la habitación, había un par de maletas que no había visto, algo grandes para mi gusto.

-¿No me digas que tú.... eres mi nuevo compañero?-

-Buena deducción, Sherlock.-Evidentemente, su comentario me irritó un poco pero no como para lograr quitarme de mi cordura.-Deberías de estar más al pendiente de lo que pasa a tu alrededor antes de decidir que vas a lanzarle todo lo que encuentres a las personas. Podrías matar a alguien ¿sabes?-

Todo esto me lo dijo mientras me daba de vuelta mis cosas de la misma manera en que se las arrojé.

-¿Quién te crees que eres?-Contesté enojado una vez pude poner todo en su lugar, no muy bien, creo.

-Es raro que no me conozcas. Todos aquí me reconocieron apenas entré al campus.-

Eso de verdad que se me hizo muy engreído de su parte. Con su actitud que parecía creerse mejor que los demás. ¿Pueden creerlo?

-Deduzco que por tu mirada perdida que no tienes la mínima idea de quién soy. Así que te puedes quedas con la duda.-

Había salido por la puerta. Y como prometió no me dijo su nombre y se limitó a salir ileso de mis posible golpes con mis hermosos puños.

-Ah ¿Ahora escapas? Buena elección, no quiero que me culpen por haber matado a alguien.-

Así sucedieron las cosas en nuestro primer encuentro. El segundo no fue tan agradable, en primera porque llegué tarde a clases y el único lugar que quedaba era junto a ese fastidioso. La segunda fue cuando lo presentaron formalmente ese mismo día. Casi me caigo de espaldas al saber que el tipo que se encontraba sentado a mi lado y que era mi compañero de habitación.

-Denle una calurosa bienvenida a su nuevo compañero, Uchiha Itachi.-

Rápidamente todos se pusieron de pie y aplaudieron como si les pagaran por eso. Me sentí tan raro que fui a ver a mi consejera personal, que por cierto hace tiempo que no veo. Hyuuga Hinata.

-¿Y cuál es el problema en todo esto, primito?-

-Tú sabes que no soporto a la gente engreída, por eso Neji está al otro lado de la ciudad.-Emitió una risa apenas audible pero algo extensa, como si hubiera hecho algo muy malo.-Pero el muy maldito viene al control escolar.-Sus ánimos cayeron a sus pies al recordar ese pequeño detalle.

-P-pero yo he hablado con Itachi-senpai, de hecho me lo topé en la biblioteca un par de veces, y no es engreído ni pesado ni pusilánime ni arrogante ni...-

-Está bien, ya entendí tu punto.-Se levantó rápidamente para taparle la boca a Hinata con sus manos.

-¿Fodrías fitar fus fanos fe fi foca?*-Preguntó con dificultad antes de dar un gran suspiro por tener de nuevo su boca libre para hablar.-No sé que hayas imaginado pero mi punto no es adular a Itachi-senpai. Y ya sé que te cae mal mi hermano pero tampoco es para tanto.-Decía mientras recorría la mirada por toda la habitación, los lentes transparentes que traía puestos se habían caído de su lugar cuando el rubio la dejó hablar.

Naruto no dijo nada, sólo esperaba la respuesta de la Hyuuga.

-Quiero hacerte ver que estás en un error, Naruto. ¿Qué no eres tú el que siempre dice “no juzgues a una persona antes de conocerla”?-

-¿Y eso qué?-Preguntó mientras se revolvía en el mullido sillón tratando de no voltear a ver a Hinata.

-¿No deberías de saber más acerca de Itachi-senpai?-Suspiró un poco para después revolver un poco un baúl frente a su cama y sacar algo similar a un libro excepto que este era mucho más grande y grueso, tenía cubierta de terciopelo morado con listones rosas y blancos, además de tener corazones por todos lados.

-¿Qué es esto?-Preguntó una vez que el dichoso objeto estuvo entre sus manos.

-Comúnmente es llamado "álbum de fotografías" ¿Te suena el término?-

Evidentemente era una pregunta retórica que Naruto no quiso contestar por miedo a que su prima le hiciera algo antes de salir de su habitación.

-¿Otra vez aquí, Naruto?-Interrumpió una persona desde la puerta.

-¿Tenten? ¿Qué haces aquí?-Preguntó rápidamente el Uzumaki.

-Pues verás, no sé si ya te habrás dado cuenta pero comparto el cuarto con tu prima. Ahora largo.-

-Tenten, estamos teniendo una charla motivacional. Te pido cinco minutos más ¿sí?-Pedía la chica de ojos perla con las manos juntas y una sonrisa tímida a la vez que miraba a la castaña.

-Está bien, de todos modos ya estaba por irme. Nos vemos luego.-Naruto se fue directo a su dormitorio, dejando sola a su prima con Tenten.

-Gracias, Tenten. Así nunca podré mejorar en mi carrera de psicología. Ah.-

-Ya, ya, lo siento. Pero ya son más de las siete y sabes que no puede haber chicos aquí. Ni siquiera porque sea tu primo.

Se disculpaba mientras iba a su cama cuando de pronto escuchó un pequeño grito.

-¿Qué pasa?-Preguntó algo extrañada por el tipo de comportamiento de su compañera de habitación.

-Se lo ha llevado.-Contestó alarmada.

-¿Y ahora qué se llevó?-Preguntó como si nada antes de ver las posibles cosas.-No me digas que se llevó el…-

-¡Sí!-

-¿En qué estabas pensando cuando lo sacaste del baúl?-

Los ojos de Hinata se habían humedecido a tal extremo que parecía que el color de sus ojos se iría junto con sus lágrimas.

-¡No lo sé!-Soltó por fin entre berridos.-Sólo le estaba mostrando a Naruto que Itachi-senpai no es tan malo.-

-Pero… ahí tenemos todas las fotos del club de fans.-Suspiró al recordar el contenido.- Ah, en estos momentos no es bueno lamentarse. Con suerte tu primito no abrirá ese álbum después de ver la portada. Además de que ya es algo tarde y no podemos ir a pedírselo en estos momentos.-

-P-pe-pero.-

-Nada de peros, Hinata. Mañana vamos, se lo pedimos y como que no haya pasado nada. ¿Capish?-

La morena sólo asintió muy lento con la cabeza. Mientras miraba las posibilidades que había que Naruto hiciera algo malo con el álbum de fotografías, pensó brevemente en los problemas que esas fotos le podrían traer al rubio para finalmente sonreír.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~



Los faroles del campus estaban encendidos a lo largo de los pasillos del exterior. Los aspersores habían sido abiertos hace menos de 20 minutos y en contraste con la luna pareciera que se formaran pequeños pero notables arco iris nocturnos.

Caminaba entre uno de los senderos que conectaba la zona norte (dormitorio de chicas) con la zona oeste (dormitorio de chicos). Los árboles de gran tamaño, los arbustos y algunas bancas formaban una agradable vista inicial parecida a un umbral, además de que la luna se colaba por los árboles y hacían una hermosa caída de luz cada dos o tres árboles, todo junto parecía tener la simpatía de un verdadero claustro. Caminaba tan lento que parecía que para cuando llegara a los dormitorios el sol ya estaría saliendo. Estaba cabizbajo y no me importaba mojarme mucho con el agua de los aspersores hasta que, después de volver a la realidad, sentí un peso extra en mi brazo derecho, tuve suerte en no soltarlo por la impresión.

-¿El álbum de Hinata?- Pensé.

Ahora que lo miraba bien y con algo de detenimiento no parecía tan simple como lo había visto hace poco. No me había fijado en los pequeños detalles. Por ejemplo, que a un lado tenía una pequeña correa con una hebilla igual de pequeña que sujetaba la tapa y la contratapa y que tenía una inscripción a lo largo de la correa que decía exclusivo Fan club. Por algo se me ocurrió darle una pequeña hojeada, para saber por lo menos la razón de que me lo haya dado.

Me senté a los pies de un árbol y antes que nada, miré a ambos lados del sendero por si veía a alguien venir pero eso no pasó. Así que abrí el pequeño broche e hizo a un lado la tapa y comencé a hojear hasta que me encontré con un pequeño índice.

o    Shikamaru.- Clase: 1-A.                                                             Pág. 1-9
o    Kiba.- Clase: 2-D.                                                                      Pág. 10-15
o    Chouji.- Clase: 1-A.                                                                   Pág. 15-18
o    Neji.- Clase: Inexistente                                                             Pág. 19-24
o    Lee.- Clase: 2-B                                                                         Pág. 25-27
o    Deidara.- Clase: 7-A                                                                   Pág. 28-35
o    Sasori.- Clase 7-A                                                                      Pág. 35-41
o    Itachi.- Clase 7-A                                                                        Pág. 42-50
o    Naruto. Clase 7-A                                                                       Pág. 51-60
o    Nagato.- Clase 8-B                                                                     Pág. 61-70
o    Yahiko.- Clase 8-A                                                                      Pág. 71-80

No pude suprimir un poco mi curiosidad. Sentí como que algo me empujó a ver las páginas marcadas por el índice pero me arrepentí algo tarde al ver todas las fotografías que ciertas chicas habían tomado de incógnito. Había demasiadas fotografías en ese álbum, todas tomadas el permiso, consentimiento o siquiera conocimiento de los chicos. Había fotos en las duchas, en las habitaciones, en los ejercicios al aire libre, campamentos, entrenamientos, nadando, etc.

Pero al final me guié por mi propio criterio que me condujo rápidamente y sin pensar a la página 51. Mi criterio es algo… vanidoso.

Llegué a lo que sería mi sección, algo rara debo admitir. Tenían varias fotos mías, por suerte ninguna indecorosa, sólo había algunas pocas fotografías de mi infancia junto a Hinata y Neji, al igual que fotografías actuales que reconocí de inmediato. Tomé una y me dio la vaga impresión que era la misma imagen que se había perdido hace meses y había culpado al gato por eso-ttebayo. 

Estuve un rato repasando el álbum pero mi razonamiento no pudo impedir que mi curiosidad metiera su nariz en páginas que no eran de mi sección. Vi las fotografías de Itachi, pero no eran el tipo de imágenes que esperaba encontrarme tomando en cuenta su contenido. Lo que mi magnifico ojo experto podía ver eran sólo actos comunitarios. Itachi ayudando a los chicos de primero, Itachi ayudando en la cocina, Itachi ordenando todos los libros entregados en la biblioteca; en fin, prácticamente un ayudante compulsivo.

Lo que atrajo mi atención, además de el ayudante número uno de Santa, fue ver a un lindo chico abrazando a Itachi, y yo que creía haberlo visto todo.

Aparecía en casi todas las fotografías y al reverso de cada una tenía escrita la fecha y el lugar en que fue tomada, al igual que los nombres de los presentes. A Itachi lo reconocí de inmediato, eso es seguro, pero no pude evitar ver el nombre del adorable chico que tenía Itachi a su lado.

“Uchiha Sasuke-kun” Decía.

En primera instancia no podía creer que ese niño fuera un Uchiha.

¿Por qué? Simplemente porque no encontraba ningún parecido entre esos dos. Además de que “Sasuke-kun” se veía más dulce y menos engreído que Itachi.

Pude haber seguido mirando las fotografías pero el tiempo se me hizo muy corto, y cuando me di cuenta ya eran las nueve y una pequeña brisa se empezaba a extender por los alrededores, por lo que me tuve que mover rápido y antes de que sacaran a los perros a vigilar.

Al llegar al edificio de los dormitorios traté de subir por el ascensor pero para mi mala suerte ya estaba cerrado. No me quedó más opción que subir por las escaleras de emergencia. Como se podrán imaginar llegué a mi cama más que agotado, así que me obligué a mí mismo a tomar una ducha, pero lo que se me hizo curioso y a la vez fastidioso, es que el príncipe de las tinieblas no estuviera en la habitación. Yo esperaba entrar y recibir un almohadazo en mi bello rostro como de costumbre pero no pasó. No le tomé importancia.

Cuando me empecé a preocupar fue cuando pasaron más de tres horas y el desgraciado no volvía, añadiendo a eso que había empezado una lluvia que parecería no terminar hasta la mañana siguiente ¡y yo ya estaba calientito en mi cama!; Intenté dormir, de verdad lo hice, pero el remordimiento que le haya ocurrido algo a Itachi me maltrataba. Creo que ya le había tomado cariño, casi como un lindo Chihuahua mini toy.

Me levanté de mi cama—queriéndome llevar mi cobija conmigo—y salí de ahí sólo con mi pijama y un par de calcetines puestos.  Revisé desde el sexto al primer piso, el sótano, los baños, las duchas publicas, la sala de audiovisual, e incluso desperté a unos cuantos amigos y algunos seguían haciendo tareas (como Kiba y Chouji) o jugando juegos de video (como Nagato y Yahiko), no me atreví a tocar la puerta de la habitación de Sasori o Deidara, sinceramente dan miedo cuando están juntos.

Después de un rato vagando por los dormitorios como un fantasma errante preguntando por Uchiha Itachi hasta donde me lo permitiera mi sentido de privacidad me puse a pensar en los sitios que faltaban de ser revisados por mí. El último sitio que me quedaba era la azotea. Así que tuve que subir de nuevo al (maldito) sexto piso subir por unas escaleras que estaban al final del corredor.
Por casualidad miré hacia una ventana que estaba a mi lado izquierdo y pude apreciar como la lluvia seguía sin tiempo límite. En cuanto pude abrir la compuerta el agua acumulada comenzó a entrar al edificio, provocando que mojara toda mi parte superior. Me apresuré lo más que pude y salí.

Miré de un lado a otro, apenas lograba divisar un par de cosas pero ahí estaba. Estaba sentado en una banca de madera bajo una parhilera de madera de árbol de sequoia rojo, por lo tanto no estaba mojado.

Avancé hacia él, no podía evitar mojarme, me daba igual, de todas formas ya estaba mojado en gran parte. Pude observar que estaba cabizbajo y por su aspecto llevaba ahí un buen tiempo. Sostenía algo en sus manos, pero no pude verlo bien porque, cuando notó mi presencia, se giró y me dio la espalda.

-¿Me tienes tanto miedo, Itachi?-Pregunté a forma de broma pero sólo sonrió de lado y dejó salir una risa de por más macabra y burlona.

-Tenerte miedo sería ridículo. ¿Qué haces aquí?-Preguntó con ligereza.

-Eso lo debería de decir yo. Pero no me dejaste otra opción. ¿Sabes la hora que es?-

-Las diez en punto.-

-¡Ya pasa de media noche, idiota!-No pude ocultar mi pequeña rabieta pero fue muy pasajera.

-A propósito…-Levantó su dedo y me apuntó de una forma muy pesada y lenta.-Estás mojado.-

Conté hasta diez. Podía haber estallado de una manera muy poco normal pero tuve que controlarme.

-¿No me digas de que estabas preocupado por tu compañero de cuarto preferido?-

-Eres mi compañero, no pude haber hecho algo más que preocuparme además de irritarme.-

Itachi esbozó una leve sonrisa, como si sintiera algún tipo de felicidad algo rara.

-Antes de que llegara ¿qué tenías en las manos?-

Su expresión no cambió casi en nada a excepción de que pude notar un breve brillo en sus ojos. Sacó de su bolsillo una fotografía y para mi sorpresa (o no) era una imagen de un chico pelinegro al cual pude reconocer como Sasuke, la fotografía parecía reciente (menos de tres meses). Sostenía un cartel que decía “Otanjobi omedeto gozaimas, nii-san”**, puedo decir con toda la libertad de expresión que este hermoso país conocido como Japón tiene que Sasuke se veía comestible y más que eso.

-¿Es tu hermano?-Pregunté mirando la fotografía y tratando de memorizar cada detalle.

-¿Cómo lo sabes?-

-Soy adivino ¿No sabías?-Sonreí lo más que pude y después el también sonrió, pero más leve.-Y como soy un adivino de calidad adivinaré su nombre.-Masajeé mis sienes tratando hacer medio espectáculo, sólo me resultó los primeros cinco segundos.- ¿Sasuke?-

-Te lo dijo Hinata ¿verdad?-

-A-algo así, jeje.-No supe que decir después de eso. Había salvado accidentalmente el álbum secreto del club de fangirls.- ¿Qué edad tiene?-

-Acaba de cumplir catorce.-Pude verlo otra vez. Ese brillo en sus ojos al mirar la fotografía de
Sasuke. Era tierno ver el cariño que le tenía.

-Lo quieres mucho ¿No es así?-

-Es la persona más importante para mí en todo el mundo. No sé que hubiera sido de mi vida sin Sasuke.-

-Eres afortunado. Y te lo digo enserio.- Se me quedó mirando un rato, así que continué.- Yo… soy hijo único, y no sé lo que se siente tener hermanos. Las personas que más se acercan a esa descripción son mis primos. Hinata es como una hermana que adoro sin condiciones pero Neji es como el hermano con el que nunca estoy de acuerdo.-

-¿Dices que no eres feliz con la carga de ser el niño de papá?-Se burló pero no me molestó.

-No es eso. Sólo me faltó a alguien con quien compartir mi infancia.-

Pasaron unos segundos para darme cuenta de que estaba teniendo una rara y amena conversación con la persona más irritante del universo. No me di cuenta de cómo ni cuando pero Itachi ya se había parado y estaba recargado en una de las esquinas de la parhilera.

-Vamonos de aquí. Ya pasan de las dos de la madrugada y te enfermaras si sigues con ropa mojada encima.-

-Pero sigue lloviendo.-Dije tapando mis ojos con mi antebrazo antes de escuchar a Itachi chasquear la lengua.

-No pones mucha atención en los detalles. ¿Verdad, Naruto?-

Hubo dos cosas que no me esperaba venir. Que me haya llamado por mi nombre y que la lluvia había parado. Yo supongo que desde un largo tiempo atrás porque el cielo estaba muy despejado y se podía ver todo con claridad. No tuve más remedio que levantarme con toda la pereza que tendría una persona empapada de pies a cabeza.

Por fin llegamos a los dormitorios. Tuve que entrar al baño y cambiarme de ropas antes de pescar un resfriado.

-No respondiste a mi pregunta de hace rato.-Pregunté una vez salí del baño con otro pijama adicional. Itachi me miró de reojo. Su silencio fue una rara invitación para que siguiera hablando.- ¿Qué hacías en la azotea en plena lluvia?-

-A Sasuke le gustan los días y noches lluviosos.-

-Ya veo.-No pude evitar sonreír de una manera algo tonta. Tampoco pude evitar reírme a carcajadas segundos después.

-Cállate, despertaras a todos.-Me había lanzado una almohada. De alguna manera u otra sabía que no podría librarme de eso.- ¿Qué es tan gracioso?-

-Lo… Lo siento, pero de verdad quieres mucho a tu hermano.-Dije mientras me metía a mi cama de nueva cuenta e Itachi hacía lo mismo.

-¿Quieres conocerlo?-

-Estás bromeando ¿verdad? ¡Claro que sí! Se ve tan lindo en esa fotografía que tienes.-

-Bien. Este fin de semana viene. Te recomiendo que no digas la palabra lindo frente a él o se enfadará.-

En ese momento pensé que Itachi estaba bromeando pero me retracté ese mismo fin de semana cuando le dije lindo. Me pateó la pierna y arrugó el entrecejo de una manera algo agresiva, poco común en un niño.

Como dije al inicio, no me canso de ver su sonrisa. Las primeras semanas tratando a Sasuke fueron algo difíciles porque aún me tenía un pequeño rencor por haberlo llamado lindo. Pero aún así me gustaba ver la forma en que sonreía después de haberme ganado su confianza. Llegó al punto de sonreírme casi tanto como cuando le mostraba sus sonrisas a Itachi.

Desearía que la única cosa eterna fuera su sonrisa y que no se borrara nunca o siquiera se opacara, porque son de las pocas cosas que disfruto en la vida.

 
~ Deposite un dólar para seguir leyendo ~

Notas finales:

Gracias por seguir aguantando mis retrasos n_n

Por si lo notaron (porque yo sí) el cambio de horario se hace normalmente a principios de noviembre pero nosotros lo pasamos a septiembre, lo cual me funciona a mí pero no a todo el mundo, pero bueno ¿qué se le va a hacer?

Traducciones por orden de aparición:

* ¿Podrías quitar tus manos de mi boca?

** Feliz cumpleaños, hermano.

Por cierto, feliz 11/11/11. Aunque según yo no es tan feliz :S


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