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Cuatro larukus y un bebé por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Yo sé que a muchas les gustaría más que la niña se parezca más a Tetsu, ya me lo dijeron, pero para seguir bien el hilo de la historia tiene que ser como Hyde, despues podrán comprender por qué esta decisión mía. Entonces l@s dejo leer, pero eso sí, por tanto que hice sufrir al neko-chan con la bebé ahora le tendré una alegría al menos; espero que les guste, saludos y gracias.

Ya que habían pasado dos meses más, el día del primer cumpleaños de Aiko llegó; en ese día todos cenarían en casa de Hyde y Tetsu para celebrar… aunque a los músicos les era imposible preparar todo con la bebé tan inquieta: como ya estaba aprendiendo a caminar se la pasaba todo el tiempo de pie y agarrada de los muebles para avanzar. Por lo tanto, el vocalista temía demasiado, pues no dejaba de pensar en la idea de que podía lastimarse en alguna caída fuerte; así que para su tranquilidad, el bajista la llevó con sus tíos mientras estaba todo listo.

–¿Eh? Hola Tetsu de mi corazón… un momento ¿que no se suponía que la cena sería en la noche… y en tu casa? —Anteriormente, Ken había abierto la puerta demostrando cierto entusiasmo al encontrarse con su amigo; sin embargo tras analizarlo mejor todo, la alegría fue reemplazada por confusión.

–Hola Ken, es que hubo un cambio de planes ¿qué no te dijo Yukkie?

–¡¿Qué?! P-pero Tetsu…

–Tranquilo, era una broma –antes de que el guitarrista terminara, lo interrumpió antes de que entrara en pánico– lo que pasa es que no podemos hacer mucho debido a que Aiko está bastante inquieta; ya que se la pasa tratando de caminar, se ha caído varias veces y sabes que Hyde se preocupa demasiado así que vine a pedirles que la cuiden.

–Eh Tetsu sabes que no nos molesta cuidarla…

–Gracias Ken sabía que podía contar con ustedes –entró al hogar de sus compañeros con toda la confianza del mundo, dejó las cosas en la mesa y se encaminó con la bebé hacia el sofá– te la daría a que la cargues tú pero sabemos que no le gustas.

–Pero Tet-chan…—nuevamente un fracasado intento de oponerse.

–Bueno no hagas travesuras muñequita –la dejó sentada pero ella se aferraba a seguir jugando con su cabello– nena suelta el cabello de papi, debo irme por un momento –si bien le costó algo de trabajo, al final logró zafarse y besó su frente– esto me pasa por usar estos adornos de colores… bien, pórtate bien con tus tíos hija.

–Adiós papi –respondió la pequeña con una dulce sonrisa.

–Adiós amorcito… bueno Ken, volveré por ella en un rato, adiós y gracias otra vez –se despidió, volviendo a ignorar olímpicamente al guitarrista.

–…es que Yuki no está y sabes que conmigo siempre llora…–una vez que la puerta se cerró, se giró lentamente hacia la pequeña, la cual se puso seria en cuanto su papá se fue, por lo que se sintió bastante nervioso– je… hola Aiko-chan…

–Mhh troll –respondió la bebé mirándolo con el ceño fruncido.

–Ay Dios… ésta va a ser una tarde muy larga…

Y tal como se lo temía desde el momento en que su amigo le dejó encargada a la niña, no habían pasado ni diez minutos cuando la niña ya había empezado a llorar mientras aclamaba a sus padres casi a gritos; por ello el guitarrista no se atrevía ni a tocarla por miedo de que llorara aún más.

–Rayos, ¿ahora qué hago? Ay Yukkie ¿por qué tenías que salir justo hoy…? Tranquila nena no llores –la iba a cargar pero la niña se revolvió en el sillón.

–¡No!, ¡papá!

–Sí, ya sé que no me quieres… al igual que tu maligno padre… ay no… por Diosi…–Al recordar al cantante y lo sobreprotector que era, entró en pánico total– ¡no! Si llega a venir Hyde y ve llorando así a su princesa seguro me asesina sin importarle un comino la razón… pero qué puedo… ¡música! –Exclamó con una pequeña sonrisa viendo ahí su única salvación, como la mayor epifanía– ¿y si te canto?

–¡Troll no!, ¡papi!

–No puedo creer que odies hasta mi voz… ¡ah!, ya sé qué hacer…–fue a su estudio, y volvió corriendo con su guitarra acústica luego de sólo unos segundos– si mi voz no te gusta, por lo menos esto sí lo hará, es mi especialidad.

Se sentó en la mesita de centro frente a ella, y empezó a tocar “Tsuioku no joukei”, por lo que la niña dejó de llorar de inmediato para quedarse viéndolo y escuchándolo tocar con toda su atención; así, cuando Ken la vio más tranquila empezó a cantarle también, y para su sorpresa esta vez no lloró al escuchar su voz. En la parte instrumental de la mitad ella le sonrió por primera vez, aunque no se detuvo hasta terminar la canción.

–Uff gracias a Dios que eso te gustó…–bastante aliviado ahora que la pequeña había dejado de llorar, suspiró mientras dejaba su guitarra a un lado– por lo menos no moriré a manos de tu perverso padre… aún.

–Tío…

–¡¿Eh?! ¡Me llamaste tío! –Apenas la escuchó, gritó lleno de emoción mientras miraba a la niña con profunda sorpresa, ya que le extendía los bracitos– ¡eh! Y ahora ¿quieres que te cargue? –Con una gran sonrisa esta vez, la tomó delicadamente en sus brazos por primera vez desde que la pequeña había llegado a sus vidas– aww… se siente tan bonito poder cargarte por fin y sin que llores con mi sola presencia.

–Tío troll –decía mientras colocaba sus manitas en la cara de Ken, como explorándola por primera vez.

–¿Eh? Mmh aún me dices troll… aunque es un gran avance que ya me digas tío y me permitas cargarte.

Estaba tan feliz que no podía borrar la radiante sonrisa que tenía en su rostro: al fin ya no le era desagradable a su sobrina, así que durante unos minutos se mantuvo de pie sin moverse, “platicando” con la niña… y en eso estaba cuando llegó su amado novio.

–Ya llegué amor…–saludó el rubio al momento de llegar a casa.

–¡Tío! –Exclamó la pequeña al reconocer al recién llegado.

–¡¿Eh?! Aiko-chan… qué…

–Tetsu me la encargó hace rato; aparentemente tenían ciertos problemas para arreglar todo y cuidar a la pequeña casi caminante al mismo tiempo… ya sabes, todo por culpa de las histerias del enano.

 –Ah pues qué gusto que nos visites Aiko-chan… pero eso sí, te daremos tu regalo de cumpleaños hasta la noche –se acercó a darle un pequeño beso en los labios a Ken y uno en la frente a la niña. Aunque hizo una pausa con una expresión llena de sorpresa al darse cuenta de la situación— ¡un momento…!

–¿Qué pasa amor?, ¿por qué esa cara?

–Cariño… ¡¿estás cargando a Aiko?! ¡¿Y no llora al estar contigo?!

–Oh eso –respondió con una ligera risa– es que parece que ya me aceptó como su tío.

–Tío troll.

–Sí bueno, aún me llama troll pero ya no me odia.

–Es maravilloso cielo, fueron once meses pero por fin te aceptó y ya no le desagradas.

–Ah tío ki tío ki –decía de nuevo la bebé extendiéndole los brazos al aludido.

–Sí, sí, ven con el tío ki –respondió tomándola en brazos.

Dos horas después, cuando todo estuvo preparado, Tetsu llegó en busca de su bebé en medio de agradecimientos a sus amigos y pidiéndoles que esperaran un poco para llegar a la reunión, pues aún les faltaba arreglar a la cumpleañera. Obviamente ese día era muy especial y debían tomarle muchas fotos, así que le pusieron un vestido nuevo, regalo de sus dos padres y la dejaron en su andadera hasta que llegaron sus amgos; y cuál fuera su sorpresa por la reacción de su hija al ver al guitarrista. Hyde acababa de tomarla en sus brazos cuando sonó el timbre y de inmediato le extendió sus manitas al más alto del grupo para que la cargara.

–Hola tío troll.

–¡¿Qué?! –Exclamó el vocalista con el ceño fruncido.

–¡¿Eh?! –Exclamó también el bajista, aunque lleno de mera sorpresa.

–Aww hola de nuevo pequeña, ven aquí –se acercó al vocalista tratando de tomar a su sobrina pero éste la alejó.

–¡No! Que ni se te ocurra siquiera tocar a mi princesa… no quiero que la infectes con tus trollmenes.

–Tío, tío troll –y aunque su padre la alejaba lo más posible, ella no dejaba de tratar de alcanzarlo estirándose lo más que podía.

–¡No!, No mi niña, con el troll no –decía abrazándola más fuerte para tratar de impedir que siquiera se moviera– aléjate de ella horrenda cigüeña desplumada.

–¡No papá! –Decía, empezando a patearlo– quiero tío.

–Ya déjala horrible duende del mal ella quiere venir conmigo ¿verdad nena?

–Vaya, ésta si es una sorpresa… amor permítele cargarla un rato, sino ninguno de los dos se va a calmar.

–¡Agh! Bien, un rato, pero te advierto que si le pasa algo malo a mi pequeña heredera te mato; una sola lágrima suya y me la pagas, ¿oíste estúpido gorila pseudo imitación de guitarrista de quinta?

–Sí, ya te oí horroroso mini cantante de bolsillo versión demoníaca cabeza hueca, ya dame a mi sobrina… no, un momento, ¿cómo está eso de heredera?

–Ya que ella seguirá mi legado, se encargará de hacerte la vida imposible por mí cada vez que yo no pueda.

Posteriormente, cuando hubo terminado la acostumbrada pelea entre los miembros de L’Arc~en~Ciel, la cena transcurrió muy tranquilamente; sorpresivamente la niña siguió rehusándose a despegarse de Ken, y él encantado por ello, cenó con Aiko sentada en sus piernas, dejándola jugar con su camisa.

–Ken, ¿cómo fue que lograste esto? Antes lloraba con tan sólo verte y ahora hasta se peleó con Hyde para que la cargaras, y no ha querido que nadie más la cargue.

–Pues verás: cuando me la dejaste encargada yo estaba tratando de negarme ya que Yukkie no estaba, y sabía que lloraría conmigo…

–¡Maldito! Y aprovechaste para embrujar a mi bebé, desgraciado troll, brujo charlatán.

–El único brujo aquí eres tú duende del mal, que mantienes hipnotizado al pobre Tetsu para amarrarlo… pero ya déjame seguir: apenas un rato luego de que saliste comenzó a llorar, y como no podía ni acercarme, toque una canción con la guitarra y canté para ella. Le gustó, dejó de llorar, y ahora ya me quiere.

–Pero ya te había escuchado tocar amor.

–¿Lo ven?, seguramente usó una canción para trolls de las que usan en su secta para hechizar humanos.

–¡No seas idiota!, el tabaco te ha afectado el cerebro –dijo fulminando con la mirada al más bajo, para después retomar su historia– yo sé que ya me había escuchado tocar, pero no “Tsuioku no joukei”, y además ahora que toqué fue sólo para ella.

–Pues gracias a que ya no llorará cada vez que te vea eso facilitará todo, y eso me da mucho gusto —concluyó Tetsu en cuanto terminó de escuchar la historia.

–¡Pero a mí no!, y por eso me encargaré de que vuelva a odiarte, ya lo verás horrendo gorila semi humano…

–Me gustaría ver que lo intentaras, perversa mini pulga con aires de grandeza.

Tras una deliciosa cena, una amena plática y varias discusiones más, Aiko terminó por caer rendida en los brazos de Ken, quien luego de acomodarla cuidadosamente en su cuna, se retiró junto a su novio, dejando descansar también a los otros dos: esa noche todos durmieron en paz y tranquilos, pues todo parecía marchar perfectamente.

Sin embargo transcurrieron seis meses más, tiempo durante el que la niña se hizo más apegada a Ken, consiguió hablar cada vez más y mejor, y estaba a punto de aprender completamente a caminar… aunque esto sucedió después de numerosas caídas y por consiguiente, preocupaciones de Hyde, pues se convirtió en el papá sobreprotector: se ponía prácticamente histérico cada vez que algo le pasaba.

–¡Tet-chan! –Lo llamó el antes mencionado vocal desde el pasillo que se hallaba fuera del estudio del departamento que compartían.

–¿Qué sucede cariño? –Respondió a su llamado desde dentro del estudio, con la vista fija en los papeles que sostenía, sin dejar de leer– quiero terminar con estos papeles.

–Sólo mira.

Antes de que el castaño tuviera tiempo de formular una respuesta, su querido novio se hizo presente dentro de la habitación donde él estaba: iba tomándole ambas manitas a su hija mientras iban caminando juntos lentamente. No obstante, cuando se acercaron más a Tetsu, el pelinegro la soltó y ella sola continuó avanzando hacia el bajista, quien ya se había levantado desde que los vio llegar. Se sentía gratamente sorprendido ante aquella inesperada escena, aunque a pesar de ello atinó a arrodillarse extendiendo los brazos hacia la pequeña, llamándola a su lado.

–Ven mi amorcito, ven con papá.

–¡Papá! –Fue lo único que dijo la pequeña mientras seguía su camino hacia su padre.

–Aww mi pequeña…–cuando logró llegar hasta él, la tomó en sus brazos llorando de la emoción– qué rápido vas creciendo, mi muñequita.

–Aww amor no llores –se acercó hacia ellos siendo abrazado de la cintura por Tetsu y tomando una mano a la pequeña– mi princesa, estoy muy orgulloso de ti…

Un pequeño beso en la frente de la niña siguió a esas palabras, al igual que uno en los labios de su amado; no obstante, en medio de la celebración de los primeros pasos de su pequeña hija, de pronto empezó a sonar el móvil del trabajo de Tetsu.

–¿Aló?… Sí él habla… ¡¿qué?! No, eso no es posible, se supone que estoy trabajando en casa… no, no puedo… ¡agh! Permíteme…–cubrió el auricular con su hombro, para así poder dirigirse a Hyde– discúlpame mi amor, esto tardará un poco.

–¿Pasa algo amor? –Preguntó un tanto preocupado.

–No cariño… bueno un poco pero tranquilo, no es grave, yo me encargo.

–Está bien… te dejaremos para que lo resuelvas, mi hombre de negocios – le extendió los brazos a la niña– ven preciosa, dejemos trabajar a papi.

–Les prometo que cuando termine iremos los tres a cenar para celebrarte mi niña – los besó a ambos, con lo que salieron del estudio y volvió a hablar por teléfono– sí diga…

–Umm qué será tan importante cariño… bueno ya nos contará al rato, ¿quieres helado mi niña?

–Sí papi, ¡chocolate!

–Está bien, vamos por tu chocolate.

Inmediatamente ambos se dirigieron a la cocina, donde después de sólo un momento ya estaban comiendo helado con jarabe de chocolate plácidamente; el cantante había “decidido” dejar el cigarro con la llegada de la niña, así que para calmar sus ansias por fumar, convirtió el chocolate en su nueva adicción. Y ya casi acababan el tazón que el mayor había servido, cuando llegó a acompañarlos un Tetsu claramente afligido.

–Tet-chan… ¿qué pasó? Te ves muy preocupado.

–Ay Doiha… créeme que no me agrada esto pero…

–¿Pero?, ¿qué pasa mi amor? No me asustes por favor…

–Amor… debo viajar a Corea por seis meses —considerando la seriedad del asunto, el líder de L’Arc~en~Ciel decidió decirlo directamente… justo como él ya sabía que Hyde prefería las cosas.

–¡¿Qué?! Pero, ¡¿por qué?! —Aquello fue prácticamente una bomba para él, por lo que su sorpresa estuvo a punto de causarle un desmayo.

–Porque al parecer el mánager de un nuevo grupo coreano de pop está interesado en que yo lo produzca, así que debo revisar la propuesta y si acepto, necesitaré tiempo.

–¿Y si vamos contigo?

–Lo siento amor pero eso no es posible… además como voy a estar trabajando todo el día no podría pasar nada de tiempo con ustedes así que no tendría caso –se acercó al vocalista abrazándolo por detrás– además me parece que la niña aún es muy pequeña para viajar en avión ¿no te parece?

–Umm tienes razón… pero ¿no puedes hacer nada para que sea menos tiempo?

–Acabo de hacerlo, al principio me dijeron que tenían que ser ocho meses.

–Entonces no queda otra opción… ¿cuándo te vas? –Preguntó mientras recargaba la cabeza en su hombro, desde donde pudo girarse lo suficiente para mirarlo.

–Mañana en la noche —probablemente la premura de todo era lo que más dolía.

–Nos vas a hacer mucha falta… y te vas a perder el cumpleaños de la niña…

–Ustedes también me harán mucha falta a mí, y claro que me duele el sólo pensar que voy a estar lejos en esa fecha tan importante…–le dio un beso en la mejilla– justo por eso trabajaré muy duro para tratar de volver antes.

–Pero no quiero que te vayas a enfermar cariño.

–Más me voy a enfermar sin ustedes –tomó a la niña en un brazo y volvió a abrazar al vocalista con el otro– son lo más importante para mí.

–Sólo espero que este tiempo se pase volando.

–Ya verás que sí –dijo besándolo suavemente en los labios.

–Ah beso, quiero –esta vez la pequeña tomó la palabra haciéndoles un puchero.

–Todos los que tú quieras mi muñequita –sonrió mirando a la bebé que sostenía en su brazo, para después darle un beso en su pequeña mejilla, recibiendo uno también.

–Uh ¿y para mí no hay? –Intervino esta vez el vocalista poniendo ojos tristes, a lo que también recibió un beso de parte de la pequeña– aww gracias mi niña.

Se pasaron las últimas horas que el bajista estaría en el país celebrando el logro más reciente de la pequeña Aiko, pues el orgullo que ambos músicos sentían como padres se volvía cada vez mayor. Desgraciadamente, la partida de Tetsu llegó con demasiada rapidez, así que cuando llegó el momento en que debía subir al avión que lo llevaría a Corea del Sur, el líder de L’Arc~en~Ciel supo que había llegado el tan difícil momento de despedirse de todos. Aunque claro que la situación no era difícil solamente para él: también lo fue para la pequeña niña que se encontraba entre sus brazos, aferrándose a su cuello ya que se negaba a soltarlo.

–Vamos cariño, ya tienes que soltar a papá, él tiene que irse —los tres compañeros del castaño debían tratar de intervenir para que la pequeña cediera, y desde luego, el más interesado en que aceptara del modo más tranquilo posible, era Hyde.

–¡No!, ¡no quiero! –Exclamó con un gran puchero.

–Por favor amorcito y prometo que te traeré un enorme regalo cuando vuelva ¿sí? —En ese momento Tetsu comprendió que no había sido tan buena idea decirle a su hija que su ausencia duraría mucho, a pesar de que al principio quisiera ser honesto.

–¡No!, ¡quiero a papi!

–Anda nena y yo también te doy un regalo –nuevamente un intento por parte del vocal para tranquilizar un poco la situación.

–¡No! —Ella seguía aferrándose a su padre, al borde del llanto y sin dejar de pucherear.

–Aiko-chan, si lo sueltas… prometo que te dejaré jugar con mi batería ¿quieres? –Dijo esta vez el rubio del grupo, con la esperanza de convencer a la pequeña.

–¡¿Eh?! ¡Sí! –Lo cual afortunadamente había funcionado.

–Entonces ya dile adiós a papá y yo te dejaré destrozarla si quieres —intervino esta vez el guitarrista; lo había prácticamente sin pensar, con las mejores intenciones… aunque esto le hizo ganarse una mirada fulminante por parte del baterista.

–Hey ¡claro que no!, no exageres Ken…—comenzó a decir, pues evidentemente sentía preocupación por su amado instrumento; sin embargo…

–Oh claro que sí Yukihiro —nuevamente el pequeño pelinegro tomó la palabra mientras tomaba su turno de fulminar con la mirada al baterista— si mi pequeña heredera quiere destrozar tu batería te aguantas y se lo permites, o yo te destrozaré a ti.

–Adiós papi –ya que simplemente hizo caso omiso a la discusión iniciada por su causa indirecta, Aiko decidió abrazar un poco más a su padre, besando su mejilla– te quiero.

–Aww yo también te quiero mi muñequita –besó su frente, y cuidadosamente la colocó en la carriola para despedirse de sus amigos, a quienes se acercó para abrazarlos por turnos– bueno chicos los veré pronto… cuídense y por favor cuídenlos a ellos también por mí, saben que ellos son mi vida entera.

–¡JA! Yo no creo que el enano lo necesite; se nota que sólo conoces el lado que a él le conviene: con lo perverso y violento que es asustaría a cualquiera que se acerque con tan sólo verle a los ojos –pero con eso recibió cuatro miradas fulminantes y un codazo en las costillas por parte de su novio, con la intención de exigirle moderación.

–Troll –respondieron a coro el cantante y su pequeña hija.

–¡Buaa!, ¡sólo era broma! —Exclamó en medio de sus acostumbrados lloriqueos.

–No te preocupes por ellos Tetsu nosotros nos haremos cargo… aún si debo sacrificar mi amada batería…

–Me alegra tanto que pienses así Yukkie, porque ya sabes: tu batería…–mencionó con una sonrisa de aparente felicidad–…o tu vida –para después fulminarlo con la mirada.

–¡¿Ya lo ven?! Debajo de esa apariencia “inocente” se esconde un ser malvado ¡que a ustedes no les deja ver! —Puntualizó el guitarrista, señalándolo acusadoramente.

–Soy bueno cuando mi pequeña heredera es feliz… pero una sola lágrima suya, ¡y me la pagan con sangre!

–Él solamente cuida mucho a nuestra hija Ken… pero como sea se los agradezco –ya que para Tetsu todo ese asunto de la perversidad de su novio era algo intrascendente, decidió cerrarlo de una vez. Luego, cuando terminó de abrazar a sus amigos se acercó a Hyde y lo abrazó por la cintura– te voy a extrañar mucho mi amor.

–Yo también cariño… nunca nos hemos separado tanto –pasó los brazos por su cuello y juntó sus frentes– sin embargo me prometiste no tardar y sé que lo cumplirás.

–Sabes que sí.

Lentamente acercaron sus labios, juntándolos en lo que apenas fue un roce, pero que fue profundizándose a medida que sus lenguas chocaban en un contacto sumamente apasionado; y se habría prolongado un poco más, de no ser por el pelinegro guitarrista que se aclaró la garganta para tratar de atraer la atención de los dos. Lo cual funcionó, pues ambos se separaron al instante para voltear a verlo.

–¿Saben?, yo no creo que deberían hacer eso en un lugar público y menos frente a su hija, par de pervertidos –decía, tapándole los ojos a la niña.

–Ups… tienes razón, lo lamento…–respondió el bajista, sonrojándose un poco al verse descubierto de aquel modo– entonces me voy… entre más pronto me vaya más pronto volveré; te amo mi Doiha, tómale muchas fotos a nuestra hija por favor, que quiero ver lo mucho que crecerá en estos meses –le dio el último beso al vocalista, aunque breve esta vez– cuídense, y ya saben chicos, les encargo mucho a mis amores, adiós.

–Adiós mi Tet-chan, también te amo —el primero en tomar la palabra fue Hyde.

–Adiós papi —seguido de Aiko, quien seguía haciendo pucheros.

–Hasta luego Tet-chan, cuídate —terció Yukihiro, despidiéndose con la mano.

Tetsu de mi corazón!, por favor sé fuerte y no vayas a llorar por mí, yo también te extrañaré –dijo por último Ken, fingiendo lloriquear.

–Troll –sin embargo aquélla fue la respuesta que recibió de parte del vocalista y la niña a manera de coro.

Después de aquel drama todos volvieron tranquilamente a casa, aunque Aiko empezó a resentir la ausencia de su papá sumamente pronto: se puso bastante sensible al día siguiente que no lo vio al levantarse por la mañana. Y duró así algunos días, hasta que Hyde decidió llevarla con sus tíos para que Yukihiro cumpliera la promesa que le había hecho, lo cual sólo sirvió para armar otro drama.

–Oh hola Hyde, Aiko-chan –tras haber abierto la puerta, saludó a ambos el guitarrista, y al momento de dirigirse a la pequeña le habló con voz infantil acariciando su barbilla, haciéndola reír– ¿cómo está la niña más linda del mundo que es mi sobrina favorita?

–¿Qué no se supone que es la única que tienes?, aunque ciertamente es la niña más linda, por fin dices algo bueno.

–¡Hola tío troll! –Respondió la pequeña, para después besar su mejilla y se dirigió a la sala con Yukkie en cuanto Hyde la dejó de pie en el suelo– hola tío ki –a quien saludó muy animadamente al verlo sentado en uno de los sillones.

–Oh… hola Aiko-chan…–dijo nerviosamente, pues ya podía intuir el motivo de aquella visita tan repentina– Hyde… q-qué sorpresa verlos… eh ¿qué los trae por aquí…?

–Hola Yukkie, traje a Aiko para que le cumplas tu promesa… digo, porque no creo que la hayas olvidado ¿verdad? –Mencionó con tono autoritario, tronándose los nudillos.

–¡Batería batería! –Fue lo único que exclamó la pequeña.

–Oh sí eso, es que… es que… ay Hyde no creerás que…

–¡Buaa! –Aún antes de que el baterista pudiera decir más, la pequeña había entendido lo éste trataba de decir, por lo que hizo un gran puchero mientras se tiraba sentada en el suelo llorando desconsolada– ¡tío ki mentiroso!

–Ay no… ay no… Hyde tranquilízate por favor…–dijo aterrado esta vez el guitarrista al darse cuenta del aura maligna proveniente del cantante, quien ya tenía los puños y los ojos cerrados, la mandíbula apretada y el labio inferior temblando de tanta ira– yo que tú amor… ¡mejor huía por mi vida!

–Tú le hiciste una promesa a MI HIJA –dijo acercándose hasta Yukihiro, ignorando por completo cualquier intento de Ken por conciliar la situación, alzando uno de sus puños de forma amenazante; seguía sin mirarlo, pero su expresión decía lo suficiente acerca de la ira que sentía.

–Pe-pero…—si bien quería decir algo que calmara la situación, las palabras no salían.

–Ella estaba muy ilusionada y resulta que ahora no quieres cumplirla…

–Es que yo…

–Rompiste su corazón, y la hiciste llorar como nunca antes lo había hecho…–decidió abrir los ojos finalmente para poder dirigir una de sus manos a tomarlo fuertemente del cuello de la camiseta, ahorcándolo un poco– y si hay algo que en verdad no soporto es que hagan llorar a MI bebé ¡así que si quieres conservar todas tus extremidades en su lugar, la harás feliz a costa de lo que sea! –El otro no le contestó, estaba tan asustado que no podía hablar– ¡¿me oíste?!

–…–abrió un poco la boca pero aún no había respuesta.

–¡Te pregunté si me oíste pequeño gusano!

–S-sí…–decía dificultosamente por la falta de aire.

–¡Sí qué, sabandija! —Aflojó su agarre sólo lo suficiente para que fuera capaz de hablar aunque lo sacudía al mismo tiempo, como tratando de hacerlo reaccionar.

–¡Cumpliré mi promesa y la haré feliz! —Exclamó del mejor modo que podía, dirigiendo ambas manos hacia las del vocalista, como si con eso pudiera liberarse.

–Así me gusta –finalmente liberó al baterista del furioso agarre que mantenía sobre su cuello, permitiendo así que recuperara su color natural, y se dirigió a tomar a su hija en brazos– tranquila princesa, que tu tío va a cumplir su palabra y podrás tocar su batería ahora mismo –apenas esas palabras habían sido suficiente para que la niña dejara de llorar, entusiasmándose de nuevo.

–¡Sí! ¡Batería!

–Eso es mi nena –secó sus lágrimas y se la dio a cargar al rubio– muy bien Yukkie me alegra que sí lo vayas a cumplir, trátala bien y haz lo que sea para que esté contenta.

–S-sí Hyde…–aún estaba sumamente asustado, y esa sonrisa tan maquiavélica en los labios del más bajo no le ayudaba mucho.

–Pero vamos hombre, ya tranquilo, sonríe o también asustarás a mi niña.

–Je… claro Hyde… vamos Aiko-chan…–respondió tratando de forzar una sonrisa para después encaminarse al estudio con su sobrina en brazos.

–No cabe duda que Tet-chan hace falta, y mucha, sólo te controlas un poco cuando él está presente, y es por eso que él cree que eres tan inocente…–dijo el guitarrista una vez que se encontraba a solas con el vocalista.

–Para mi Tet-chan yo soy todo ternura porque me nace… además yo les dije que sólo si mi bebé es feliz, yo soy bueno.

–Ahora que te veo sonriendo así después de casi asfixiar a mi novio, empiezo a creer firmemente que sufres de doble personalidad… no creo que sea posible ser tan bipolar teniendo un equilibrio mental promedio.

Después de un largo rato de solamente escuchar los fuertes golpes sin ritmo que Aiko le daba a la batería de Yukihiro, todo el ruido cesó; Hyde y Ken supusieron que la niña simplemente se había aburrido de jugar, así que no había motivos para alarmarse. Sin embargo, repentinamente pudieron escuchar el sonido de algo quebrándose y un grito casi simultáneo, seguidos por el llanto de la pequeña de nuevo; por ese motivo, ambos salieron corriendo al estudio, Hyde al frente.

–No pequeña, tranquila, ya no llores por favor…–el baterista decía desesperado con la bebé en brazos, arrullándola–si no te calmas tu papá me va a matar…

–Me alegra que estés consciente de eso Yukihiro –ya que había alcanzado a escuchar lo que decía, el vocalista le respondió tras aparecerse por detrás del aterrado baterista para así acercársele lentamente.

–H-Hyde q-qué gusto verte…–estaba tan nervioso, que aquello se reflejaba en su voz, igual que en la pequeña risilla nerviosa que no pudo evitar que escapara de sus labios mientras se alejaba del cantante.

–Yo te dije que hicieras feliz a mi hija… y dijiste que lo harías pero…–comenzó a decir con una sonrisa en sus labios– veo que para tu desgracia no lo estás cumpliendo –que inmediatamente fue reemplazada por una mirada fulminante.

–¡No! ¿Qué le pasó a mi amada guitarra? –Antes de que cualquier otra cosa sucediera el guitarrista intervino exclamando aquello con absoluta tristeza, casi al borde del llanto dramático que lo caracterizaba, mientras que cuidadosamente tomaba el instrumento, contemplándolo con tristeza– ¡me las pagará quien sea que la haya roto!

–Fue… fue la niña –respondió de nuevo el rubio ante aquella amenaza del guitarrista, aún con absoluto terror muy presente en su voz.

–Mira qué gracioso Ken… tal vez me equivoqué pero creo haber escuchado que dijiste que quien la hubiera roto te las pagaría; y lo que me gustaría saber ahora es lo que se supone que le harás… cuando resulta que fue mi pequeña heredera.

–Ay Hyde era sólo una broma, ¿cómo crees que me atrevería a tocarle un solo cabello a mi sobrina favorita? —Notar esa expresión fúrica que seguía presente en el rostro del vocalista, le hizo olvidarse de cualquier sentimiento de tristeza o frustración.

–Sí eso creí, sabía que no eras tan idiota; muy bien dicho Ken –luego de decir aquello, le dio una pequeña palmada en el hombro– pero el que sí me las va a pagar a mí va a ser ese baterista.

–Ay Hyde pe-pero no hay por qué ponerse agresivo, al menos deja que… deja que te explique –debido a que seguía muy nervioso, tartamudeaba al hablar.

–Umm… está bien, a ver –respiró de manera profunda un par de veces para tratar de calmarse, antes de proseguir– Yukihiro voy a darte una única oportunidad para que me digas qué pasó y más te vale que me dejes satisfecho.

–Ay Hyde es que…

~FLASHBACK~

Ya había pasado un rato, y ya que la niña había terminado de jugar con el instrumento se había puesto de pie con ayuda del mayor, para caminar por el estudio.

–¿Ya quieres ir con papá Aiko-chan?

–No, quiero guitarra –respondió la pequeña mientras señalaba la que casualmente era la guitarra favorita de Ken.

–Eh… no sé si a Ken le parezca buena idea cariño –al momento de negarse, la niña le hizo un puchero que le recordó cierto trato con el cantante– ¡no! Está bien, no llores, te daré la guitarra.

Rápidamente le entregó la guitarra a la niña, quien ya se había sentado en la alfombra para poder sostenerla; luego se volteó por unos momentos para dirigirse a guardar sus baquetas. Sin embargo en eso la pequeña se puso de pie con el instrumento entre sus manitas, dio dos pasos y se cayó sobre él: la guitarra se había roto desde el mango, y todas las cuerdas se habían rasgado… aunque afortunadamente para Yukihiro, ella no sufrió ningún daño más allá del susto.

–¡AIKO-CHAN! –Exclamó preocupado al verla llorando en el suelo, asustada y encima de la guitarra destrozada, para después tomarla suavemente entre sus brazos tratando de calmarla mediante algunos arrullos.

–¡Buaa!, ¡guitarra rompió! ¡Tío troll enojado!

~FIN FLASHBACK~

–Y como verás Hyde, ella sólo lloraba por el miedo a que Ken la regañara –el cantante seguía mirándolo bastante molesto y de forma amenazante, pues aún no se convencía del todo– ¡pero ella está bien! Puedes revisarla minuciosamente y no encontrarás ni un solo rasguño –agregó ante dicha expresión, tratando de calmarlo.

–Aww tranquila nena, ven aquí –intervino esta vez el más alto, ofreciéndole los brazos y ella de inmediato dejó que la cargara– por mí no hay problema si fuiste tú.

–¿Entonces no te importa el instrumento roto amor? —Cuestionó el baterista, mirando a su pareja con cierto dejo de sorpresa por su reacción tan tranquila.

–Claro que me pone triste, era mi guitarra favorita…–comenzó a decir en medio de un lloriqueo con una expresión totalmente triste– así que de haber sido culpable cualquier otra persona la habría matado –expresión que fue reemplazada con un ceño fruncido y la mandíbula apretada, aunque inmediatamente se volvió a relajar cuando el vocalista se aclaró la garganta para atraer su atención.

–Ken —aquello fue lo único que dijo el más bajo a manera de advertencia para que su compañero no dijera nada más: y fue suficiente.

–Ah pero ya que fue mi adorada sobrina sólo le diré que tenga más cuidado porque no quiero que se lastime –respondió ante aquel “llamado”, un tanto nervioso.

–Así me gusta, buen troll… muy bien Yukihiro, teniendo en cuenta que Aiko-chan está bien y que esto ya le había pasado con un bajo de Tetsu, te perdono.

–Uff gracias Hyde…

–¡Oh!, pero eso sí, antes de que se me olvide…–como si de pronto hubiera recordado algo importante, se acercó inocentemente al escritorio que había en aquella habitación para abrir un cajón; luego levantó la tabla de abajo, la cual sólo era un fondo falso, con la mayor naturalidad del mundo y sacó un par de barras de chocolates– tomemos esto como una compensación.

–¡¿Eh?! ¡¿Cómo encontraste su escondite?! –Ken exclamó de inmediato, referiéndose a su novio, ya que su manía por el chocolate lo obligaba a ocultar sus favoritos; si bien él lo sabía, nunca había sido capaz de encontrar dónde los ocultaba.

–Yukihiro es tan predecible… de hecho lo encontré desde hace mucho y gracias a eso ya le había robado algunos –confesó para después reír forma malvada.

–Hey ¡no es justo!, él estuvo a punto de matarme creyendo que había sido yo quien se los comió… ¡esto sólo podía ser obra tuya, estúpido gnomo diabólico!

–Oww perdóname amor… yo realmente pensé que habías sido tú, te prometo que te lo compensaré… hey un momento, ¡esos son mis favoritos! ¡No!

–¿Acaso escuché una queja?

–Ah no, no para nada llévatelos, sólo bromeaba.

–Sí eso creí… bien, nosotros nos vamos, Tet-chan no tardará en llamar a casa; ven mi amor –dijo tomando a la pequeña en brazos.

–¡Papi!, quiero chocolate.

–Claro cariño, pero cuando lleguemos a casa, no quiero que te ensucies… nos vemos luego chicos.

–Claro… por cierto Hyde, por favor salúdame a Tetsu cuando hablen.

–¡Aww sí, mi adorado Tetsu de mi corazón!, también me lo saludas por favor y dile que lo extrañamos mucho.

–Claro yo le digo… ah y por cierto Ken, no olvides un detalle sobre Tetsu: es sólo mío.

Al menos ese día Ken y Yukkie aprendieron la lección más valiosa de todas sus vidas: con la heredera Takarai nadie debe meterse, o se debe atenerse a las consecuencias; y claro que ellos no eran la excepción sin importar que fueran sus tíos… Claro que les resultó un poco difícil aceptar el precio que tuvieron que pagar: la guitarra preferida del primero y los chocolates favoritos del segundo; aunque debían admitir que éste era un mejor trato que el daño físico que la ira de Hyde habría sido capaz de provocarles. Y lo más importante de todo: ahora el guitarrista sabrá tener más cuidado con lo que dice y el baterista con lo que promete.

Notas finales:

Sí yo sé, pobres Yukkie-chan y Ken-chan, cómo los hace sufrir la maldad de Hyde... espero que les haya gustado (lo suficiente para merecerme un review) y que sigan leyendo, actualizo lo más pronto posible, con un nuevo personaje que traerá más risas y dramas, gracias por leer.

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