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Doble Personalidad por Abyss

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-Ya eh vuelto- aviso sonriente el peli rosa.

Como siempre que llegaba cuando solo estaba Keith, el lugar estaba en completo silencio, bueno, casi totalmente, si se ponía atención claramente se podía escuchar la música de fondo de “Kalafina - Gloria Music Box Version” que era una de las canciones favoritas de Keith.

Entrando naturalmente, se detuvo por un minuto en el sillón –donde se encontraba Keith recostado con un libro sobre sus ojos- para besar en los labios levemente a Keith y dirigirse directamente a la cocina, sabía de antemano que no estaba dormido, el odiaba dormir en el sillón, por lo tanto solo se encontraría pensando, oh por lo que había leído en el celular, que realmente se había hastiado en el trabajo y había terminado por recostarse enfadado en el sillón y para no ver el techo –que no tenía nada de interesante, se había quejado una vez- se había puesto el libro en la cara.

-Pensé que te quedarías un rato mas- hablo desinteresadamente mientras se quitaba el libro de la cara y miraba su celular

-La verdad si me lo recomendó Mylene, pero… Prefiero estar contigo- con una gran sonrisa para irse a adentrar a la cocina- ¿Esperas una llamada?

-No, más bien un mensaje, pero no importa… -dijo mientras recibía el mensaje deseado

To: Keith Ya le dimos la medicina tu, debes de hacer el resto Of: Dan, Shun, Runo, Alice

Bien, ahora debería de intentar hacerlo con Lync sin que sospechase nada, sin que se enfadase –con eso de que le habían llamado precoz le había hastiado y casi lo amenazo con abstinencia- o simplemente sin que su mal estado en ese momento le molestase, ya que para su mala suerte, la medicina solo surtirá efecto por 24 horas, ya después de las 24 horas no podría quedar ya que el efecto es que lo deba hacer a la primera.

-Cuando sepa que hare, me matara con su sartén- fue el cuerdo pensamiento de Keith, a la vez que miraba como Lync buscaba algo en el refrigerador

-Oe… Te acabaste todas las manzanas- se quejo Lync para regresarse a la sala y sentarse junto a Keith, quien ya se había acomodado bien en el sillón

-No importa, luego compraremos mas- fue su corta respuesta mientras se masajeaba las sienes, cansado

-¿Te ocurre algo? –preocupado, Lync se le acerco hasta quedar frente a frente

Y al ver la cercanía, Keith no hizo otra cosa más que acercarlo aun más y besarlo, lamiéndole únicamente los labios de forma rápida, para después separarse

-¿Estas frustrado, verdad? –le pregunto con obviedad Lync

-Un poco… Tal vez, puede ser, es muy probable- fue lo único que respondió Keith con una sonrisa, mientras su manos se posaban en la cadera de Lync y este se acomodaba.

Finalmente terminaron con Keith sentado totalmente en el sillón a lo largo, y Lync sentado en sus piernas, quedando ambos frente a frente, sin embargo tal parecía que Lync no tenía la mas mínima intención de intimar mas, por lo que se había acomodado en el pecho de Keith con los ojos cerrados, mientras su pareja, únicamente le acariciaba la espalda y besaba su cabeza de vez en cuando, debía de despistarla, aunque probablemente eso se vaya a ver aun mas sospechoso no importaba totalmente, a fin de cuentas, realmente se encontraba frustrado y estresado y que mejor manera para desahogarse que terminando en la cama con tu pareja –oh en el sillón en este caso-

-No… - fue la rápida respuesta de Lync, mientras tomaba las manos de Keith, las cuales se iban a adentrar a su camisa, de no ser que este las detuvo

-Vamos… No tiene nada de malo- le respondió con una sonrisa mientras sus manos eran sostenidas

-Ya estoy harto, no dejare que ellos me sigan llamando precoz- aclaro mientras miraba a Keith con un tierno puchero

-¿De aquí a cuando te ah importado? –cuestiono mientras le picaba una mejilla

-Desde que comenzaron a joderme hasta el alma- respondió mientras apartaba la mano de un manotazo y se levantaba del sillón

Aunque era más que obvio el pensar que Keith Clay no se rendiría fácilmente, no, cuando él quería algo, lo obtenía –sonrió ante este pensamiento-, por dios, comenzaba a pensar como lo hacía Spectra y aunque no le gustara, debía de admitirlo que en cierta parte era bueno pensar así.

Así que ni tarde ni perezoso, el también se sentó en el sillón para tomar a Lync de la muñeca y atraerlo hacia él, sentándolo nuevamente, solo con la diferencia de que sus manos se movían habilidosamente por debajo de la ropa y aparte comenzaba con la deliciosa labor de lamer y chupar su cuello, aquella parte nívea que amaba degustar que cualquier otra parte de su cuerpo.

Y los gemidos/suspiros, del más pequeño no se hicieron esperar, principalmente porque este peleaba por que le soltara, aunque sabía que el resultado siempre seria el mismo, nunca se dejaría estar fácilmente, a menos claro, que él también se encontrara ya sea de humor o estresado

-No… Keith… Sue…-trataba de terminar palabras, que carecían de sentido gracias a Keith

-¿No qué?- pregunto Keith mientras le mordía el lóbulo y adentraba una de sus manos al pantalón del más pequeño

-¡Espera!- El grito del más pequeño, se vio fácilmente detenido por el mayor que comenzaba a masturbarlo lentamente, mientras la segunda mano se encargaba de juguetear con uno de sus pezones, asegurándose que estos se endurecieran, sin olvidar por completo que su boca y lengua se encontraban degustando el cuello de su amante.

Para Lync, el verse reflejado en el televisor –apagado por supuesto- no era lo mejor del mundo, si se tenía en cuenta que sus manos habían dejado de luchar y se encontraban agarrando fuertemente de la camisa del mayor –que tenia suerte que Lync no tuviera uñas-, mientras miraba como si de una película erótica se tratase, que su pareja se encontraba masturbándole, mordisqueándole el cuello, lamiéndolo y sus manos jugueteando con sus pezones, no le era algo agradable, sin olvidar que ciertos momentos, Keith aprovechaba para empujar contra él, haciéndole sentir su miembro endureciéndose que se restregaba descaradamente en contra de él.

-Ke… ith… -trataba de hablar, mientras gemía- No… en… sala…

-Vamos… No quiero… Parar… - Fue la única respuesta que obtuvo, para perderse en las manos de su amante.

Minutos más tarde, se podía notar como los gemidos iban en aumento, mientras Keith se aseguraba de dilatar lo más posible la entrada del más pequeño, para ese momento, la camisa de Lync yacía en el suelo junto con sus pantalones, mientras Keith aun conservaba su ropa, en ese momento su pareja tan solo se ocupaba de masajear el ya endurecido y caliente miembro que era la única parte descubierta de él.

-Ya… Ya estoy… - Nervioso y sonrojado, Lync le hablo al oído a Keith, a pesar de que lo habían hecho varias veces, el rubio adoraba ver la faceta de tímido del cabellos rosados, tomando en cuenta que este, a pesar de todo aun era un pequeño y supuesto inocente niño –inocencia que en otro sentido ya le había quitado-

El escuchar la voz del más pequeño, solo asintió para pasar a sacar sus dedos de la rosada entrada del menor y ayudarle a levantarse para posicionarlo encima de su miembro y después ayudarlo también a ir bajando poco a poco, entrando primero la punta y después llegar solo a la mitad, puesto que Lync aun era pequeño, su cuerpo no soportaba que todo el miembro entrara y para no lastimarle solamente dejaba entrar la mitad.

Y como siempre, cuando el menor ya tuvo la hombría de Keith dentro de él, ambos se quedaron “quietos”, y quietos entre comillas ya que para tranquilizarle el rubio comenzaba a besar, lamer, chupar, dejar chupetones y toquetear por aquí y por allá del cuerpo del pequeño, para minutos o tal vez segundos, hasta que el más pequeño comenzase a moverse en círculos  dándole a entender al mayor que ya era el momento indicado para comenzar a moverse, tomando por la cintura a Lync era como le ayudaba para que saltara sobre su miembro y este comenzase a entrar y salir.

Para ese momento la lógica y el pensar de Lync ya no se encontraban ahí presentes, probablemente se habían ido de paseo junto al cerebro de Dan, para ese momento lo único que le interesaba era sentir la rapidez con la que entraba y salía de su ser, mientras sus manos se encargaban de ayudarse a levarse y sentarse, en ocasiones entraba un poco más, sin embargo su cuerpo llegaba a tensarse y su agarre hacia Keith se hacía más fuerte, dando a entender que no podía entrar más.

Continuaron moviéndose unos minutos más, hasta que el más pequeño no lo supo soportar más y se corrió, entre él y las ropas de su amante, quien justo en ese momento le beso rápidamente, sintiendo como su miembro era dulcemente estrujado en aquella cavidad, obligándole a correrse en ese momento.

-S… Si… Alguien lleg… llega… Sera… Tu culpa… -trato de hablar Lync mientras era acomodado en el regazo del mayor, quien ya había salido de su interior, ambos trataban de regularizar su respiración después de lo que acababan de hacer.

-Lo sé… - fue lo único que respondió para acomodar mejor al menor en sus brazos y besarle la cabeza, sintiendo como poco a poco el más pequeño se había relajado de mas y había quedado profundamente dormido

-Bueno… Ahora esperemos que la medicina surta efecto… -


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