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El juego de la amistad por Kanashawol

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Notas del capitulo:

Aquí voy otra vez ~ enredando las cosas de a poquito :B
Espero que les guste!!!!!! <3

Fue un beso corto y dulce, pero lo recibió completamente estático, sin ser capaz de continuar con lo que amenazaba ser incluso más hermoso que aquellos en sus pasados sueños. No pudo identificar las mil y una emociones que lo atravesaron rápidamente en esos segundos que le parecieron eternos, sólo sabía que tenía que estar loco para sentirse mal en el que debería ser el momento más feliz de su vida.

            La mirada de KangIn se posó firmemente sobre él, esperando alguna reacción. Estaba incluso dispuesto a recibir golpes en respuesta pero esa figura congelada delante de él lo hacía sentir aún peor que la idea de un Leeteuk furioso.

-         ¿No sentiste nada? – le soltó sin pensarlo

-         No es eso… yo… no sé lo que me pasa en este momento…

-         Aiiisshhhh!!! ¡Me pones de mal humor!- dijo abriendo la puerta y dando un portazo al salir.

            La puerta se golpeó tan fuerte que volvió a abrirse pero el mayor se quedó ahí, sin moverse ni siquiera para cerrarla aunque dejara al descubierto una lastimosa imagen de sí mismo. Se había dejado caer por la pared hasta quedar sentado en el suelo y las lágrimas habían comenzado a caer silenciosamente por su mejilla. Se sentía en shock, confundido… jamás pensó que las cosas pudieran resultar de esa manera… jamás pensó que existía la mínima posibilidad de que algo como eso pudiera pasar… que esos sentimientos que quiso destruir fueran correspondidos.

-         Mira lo que tenemos acá … Jamás había visto un pato ahogándose en sus propias lágrimas.

            La voz  semi burlesca era inconfundible, pero no se atrevió a levantar la cabeza porque le avergonzaba que lo viera directamente teniendo su rostro en ese estado. Sintió como luego de un silencio cerraban la puerta y, como acto reflejo al verse escondido de los demás, comenzó a jalarse del pelo mientras las lágrimas se convertían en llanto. Se sentía estúpido por no haber reaccionado en el momento adecuado, ahora YoungWoon estaba enojado y quizá había perdido para siempre la oportunidad que alguna vez soñó.

-         De verdad pareces un patito mojado y maniático

            Levantó la cabeza y se encontró frente a frente con el semblante, medio sonriente-medio preocupado, del pelirrojo. Sus caras a escasos centímetros de distancia, estaban tan cerca que no les habría requerido esfuerzo juntarlas en ese mismo instante…

            Volteó su rostro para esconderlo de la curiosa mirada pero el otro seguía cada uno de sus movimientos sin dejarlo de mirar fijamente. De la nada, posó torpemente su mano sobre la cabeza del mayor y revolvió su cabello, para luego tenderle la mano y obligarlo a levantarse del mojado y sucio piso.

-         Sabía que algo pasaba cuando el gorila con complejo de toro salía apresuradamente con la excusa de que había recibido una llamada urgente…

            Los ojos de Leeteuk se abrieron como platos… Así que se había ido… Por lo menos así no tendría que enfrentarlo inmediatamente y frente a todos; no se sentía capaz y la confusión en su cabeza se hacía cada vez mayor sólo con el hecho de recordar la sensación de esos labios posándose delicadamente sobre los suyos. Instintivamente se llevó un dedo a su boca, incrédulo.

-         ¿Te rechazó o lo rechazaste?

-         ¿Ah…?

-         Te estoy preguntando quien rechazó a quien- soltó Heechul- había un dejo amargo en esas palabras.

-         Eh… técnicamente no dije nada…

-         A veces decir nada puede tomarse como un rechazo…

-         ¿Tú como sabes que…?

-         Soy Kim Heechul… ¿Cómo podría no comprenderlo todo?- le dijo cerrando coquetamente un ojo.

            Luego de hacerle prometer que más tarde le contaría todos los detalles lo obligó a salir de ese lugar lo antes posible, o todos sería demasiado sospechoso pues llevaban un buen rato sin dar señales de vida y los demás estaban preocupados. Golpeó bruscamente la espalda de su hyung, pero esta vez como gesto de apoyo mientras este se lavaba la cara y los enrojecidos ojos. En ese momento, un tímido Ryeowook y un curioso Jong Woon  abrieron la puerta sin golpear.

-         ¡Hyung!- dijo el más bajito- ¿Qué pasó?¿Nos tenías preocupados? Heechul ssi dijo que venía a buscarte y tampoco regresó…

-         ¿Estás bien?- dijo Yesung reparando en su aspecto demacrado y en sus enrojecidos ojos.

-         Ehh… yo…

-         Este goloso insiste en comerse las sobras- saltó el pelirrojo golpeándole en el brazo bastante fuerte- Y ahora sufre las consecuencias . Estaba vomitando cuando llegué y sólo ha logrado calmarse segundos antes de que llegaran.

            Leeteuk le dirigió una mirada agradecida a su compañero y asintió débilmente, con la mirada fija en el suelo y una sonrisa fingida que lo hacía parecer realmente enfermo.

-         Eso es bastante irresponsable de tu parte, ya que siempre nos andas diciendo como debemos cuidarnos…

-         ¡Debes tomar una medicina para eso! – chilló el menor- Iré a comprar algo inmediatamente.

-         No es…

-         Sí lo es- dijo cortante y agarró al otro recién  llegado tirándolo del brazo a su pesar, mientras el arrastrado murmuraba algo sobre usar el baño.

-         ¿Y bien? … ¿Te vas a quedar ahí parado? – le dijo Hee sonriendo torcidamente- Por tu culpa estoy perdiéndome toda la diversión.

-         Lo siento- respondió y lo siguió hasta donde estaban los otros luego de mojarse por última vez la cara y arreglarse un poco el cabello.

            La escena estaba casi igual que antes de dejar el lugar, sólo que ahora había menos gente y no estaban tan sonrientes como en el comienzo. Por lo menos no habían clientes esperando o se habría llevado una reprimenda. Donghae fue el primero en percatarse de que volvían y se levantó de un salto.

-         UMMA!!!!!- gritó- ¿Qué te ocurrió?- La cara de culpabilidad del mayor apareció por unos momentos. ¿Sabían todo?

-          Ryeowookie salió apresuradamente arrastrando a Yesung mientras gritaba algo sobre ti, enfermedad y vómitos – Agregó Siwon con semblante preocupado.

-         Sólo es un dolor de estomago – dijo Heechul restándole importancia con un movimiento de mano- ¿Qué más da si se va por el baño vomitando?

            El grupo entero lo fulminó con la mirada mientras el chino lo miraba perplejo y Teuk comenzaba a reír estrepitosamente, en parte para amenizar el ambiente y salvar a su amigo de una mala impresión y en parte para acallar las voces en su mente que le decían que corriera inmediatamente tras KangIn y le dijera cuanto lo quería. ¿Lo quería realmente?  Eso era algo que necesitaba descubrir, mientras tanto debía aparentar que nada pasaba.

            El resto de la tarde transcurrió sin mayores problemas y Heechul se encargó de atender a la mayoría de los clientes que aparecían, de esa manera le daba la oportunidad a JungSu de compartir con los amigos que tanto estimaba, y de paso, podía coquetearle a HangGeng cada vez que se le presentaba oportunidad caminando coquetamente por todo el lugar y mostrándole cuan popular era entre la clientela de ambos sexos que llegaba a comer. Porque si de algo estaba seguro era de que quería que, más que cualquier otra persona, él notara sus encantos.

            Cuando todos se fueron Leeteuk tenía sentimientos encontrados en su corazón y una gran bolsa llena de cajas con los más diversos remedios en la mano. Heechul reía estrepitosamente (no sabía como era capaz de soportar cuerdo semejante risa) cuando recordaba la escena que se había dado hace pocos minutos : un agitado Wookie y un avergonzado Yeye habían entrado cuando todos estaban a punto de salir y el último había contado como una confundida farmacéutica había terminado vendiéndoles una cantidad descomunal de remedios para un simple dolor estomacal, ante la insistencia del pequeño. Y que Eeteuk no soltara la bolsa no lo ayudaba a calmarse, menos con esa cara de shock con sonrisa automática incrustada en los labios; la misma sonrisa que había tenido mientras todos reían y luego cuando todos se despedían para irse. Esa falsa sonrisa lo estaba molestando.

-         ¿Vas a moverte o debo cambiarte de ropa y llevarte a casa?

            Esa voz volvía a sacarlo de sus pensamientos. No podía evitar añorar la sensación de esas fuertes manos en sus hombros y de esos ásperos pero cálidos labios en los suyos. Entonces… ¿Había fallado su propósito y aún lo quería? ¿Debería decirle que correspondía esos sentimientos desde hace mucho? Sin quitar esa automática sonrisa a modo de defensa de su rostro, miró al pelirrojo que ya se había cambiado y se fue a los vestidores. Se sentía como perdido, como en un sueño… como en la nada.

            El otro miraba preocupado a su hyung… ¿Tan mal lo había dejado ese encuentro? Se veía una persona totalmente distinta a la que conocía y eso le causaba una sensación incómoda. “Tenía” que saber los detalles, sin embargo no se atrevía a preguntar nada por miedo a la reacción del otro, y menos en ese estado de semi shock en el que lo veía. Así que optó por tratar de distraerle con sus típicas bromas ‘pesadas’ y sus ironías favoritas. Mientras tanto sacó una bebida y comenzó a meditar.

            A pesar de ese percance entre Teuk y su amigo, el día había sido bastante bueno para él. No era capaz de sacar de su cabeza la adorable actitud del tímido estudiante de intercambio, ni de su mente la imagen de su atractiva figura. Era una sensación que ya había experimentado antes, es verdad, pero le causaba curiosidad el hecho de que había llegado demasiado rápido. No creía en el amor a primera vista pero…

-         Heechul- ah! Vamos a tomar algo.

            El nombrado escupió toda la bebida que tenía en la boca. ¿El pésimo bebedor Park JungSu estaba invitándolo a beber? Eso borró de su mente cualquier otro pensamiento, el otro debía esta muy mal para hacerle una propuesta de ese tipo. Aceptó y se hizo a la idea de que tendría que ser la niñera por esa noche. No debería ser tan malo devolverle la mano una vez por todas las anteriores.

-         Pero si te embriagas, no sueñes con que te llevaré a tu casa. No soy niñera de nadie- Eeteuk sólo respondió con una risita breve.

            Eran cerca de las 10 de la noche cuando se instalaron en el bar-karaoke preferido del pelirrojo. Durante todo el trayecto no pudieron entablar una conversación como las otras veces así que anotó mentalmente que debería darle la oportunidad de desahogarse cuando llegaran. Pidió una sala privada y encargó toda la bebida y comida antes de juntar la puerta y comenzar con el objetivo principal: embriagarse y disfrutar. Era el suficiente licor como para que dos bebedores normales quedaran tirados hasta el día siguiente.

-         ¿No es demasiado? – preguntó el mayor bastante sorprendido.

-         ¿Te arrepientes ahora?... No te preocupes “Hyung”, hoy invito yo. Sólo tienes que hablar y desahogarte – dijo apurándole el primer vaso.

            Sólo fueron necesarios los primeros sorbos para que se enterara con lujo de detalles sobre toda la historia del “trágico amor” de su amigo. Le parecía increíble que en vez de coquetearle o declararse hubiera decidido escapar y enterrar esos sentimientos. Aún más increíble le parecía la seguridad con que le aseguraba que lo había logrado hasta que la confesión de hoy lo había vuelto a descolocar, dejándolo completamente confundido con respecto a sus sentimientos.

-         Aún lo amas, deberías intentarlo- lo animó mientras aumentaba progresivamente el ritmo de su bebida- Se nota en tus palabras y en tus ojos cuando hablas de él. Dale una oportunidad y verás que estoy en lo correcto.

-         Mmmm… puede que tengas razón.

            Después de eso se decidieron por seguir bebiendo y la poca resistencia del rubio le jugó una mala pasada. A los 20 minutos ya estaba sobre su asiento cantando a todo pulmón una deprimente canción trot, mientras que el otro se retorcía de risa empeñado en terminar todo lo que había pedido para que nada se “desperdiciara”

            Pasada la media noche ambos estaban abrazados cantando a dúo las más depresivas baladas de amor y a punto de caer en un coma etílico. Ni siquiera eran capaces de sostenerse en pie, pues ninguno había frenado al otro (papel que generalmente jugaba el mayor) antes de traspasar sus correspondientes límites. Heechul fue el primero en “reaccionar”

-         Teuk-ahh … Teukie-ahh… HYUNG… - gritó para despertar al que se había dormido sentado junto a él, mientras lo picaba con un dedo.

-         ¿Qué… pasa…?

-         Es tarde… debemos ir… a casa… -dijo arrastrando las palabras por efectos del alcohol.

-         Ah…

-         ¡Mañana hay trabajo!… y hyung tiene que ir a la universidad… respondió un poco más lúcido mientras se bebía parte de la última botella y se levantaba.

-         Vamos- dijo el otro poniéndose de pie.

            Ambos sintieron como todo les daba vueltas cuando se levantaron dispuestos a salir, pero claramente uno estaba más acostumbrado que el otro porque alcanzó a dar unos pasos antes deque el precario equilibrio de Leeteuk, quien apenas se había levantado, le jugara en contra y lo hiciera estrellarse contra el suelo junto a él cuando intentó afirmarse de su brazo para evitar la inminente caída.

            Se miraron una fracción de segundo antes de ponerse a reír. Ahhh.. como odiaba JungSu esa estrepitosa risa de hiena histérica. Necesitaba hacerlo callar como fuera o su cabeza explotaría debido al dolor y su cara quedaría completamente mojada de saliva. Su estado no lo dejaba percatarse de que ambas risas estaban al mismo nivel en ese momento, y que la gente que pasaba afuera quedaba asustada y extrañada por semejante escándalo.

            Trató de taparle la boca pero lo único que consiguió fue meterle los dedos a la nariz en el primer intento y a un ojo en el segundo, con lo que las carcajadas en vez de detenerse se intensificaron en ambas partes (si eso era posible) Trató golpeándolo, pero el otro seguía doblándose de risa y con los ojos llorosos medio a su lado medio sobre él, divertido con sus vanos intentos de hacerlo callar. Entonces se le ocurrió una alocada pero tentadora idea para cumplir su cometido.

            Tomó entre sus manos el rostro del menor y aún entre risas unió sus labios fuertemente, presionando. Buena elección, porque automáticamente ambos ataques pararon… por escasos segundos antes de volver a hacerse presentes aún estando en la boca del otro, comenzando a reír otra vez. Repitieron el procedimiento varias veces pues se dieron cuenta que cada vez duraban más con sus labios unidos antes de largarse a reír nuevamente.

            Se acomodó entonces completamente sobre el mayor apoyando sus brazos a los costados de él porque le dolía el cuello de tanto torcerlo para alcanzar su boca, y así seguir el entretenido juego de “reímos, callamos, reímos” más cómodamente. Era entretenido porque en el momento menos pensado uno de ellos se largaba a reír y el otro le seguía casi automáticamente. No supo cuanto tiempo estuvieron así, pero cuando sus brazos no soportaron más su cuerpo y cayó con todo su peso sobre el que tenía debajo, una oleada de calor lo recorrió completamente.

            Ese frágil pero firme cuerpo haciendo contacto con el suyo lo había hecho sentir una estremecimiento, algo jamás experimentado. No supo que era, sólo supo que debía acercar nuevamente esos labios a los suyos a pesar de que ninguno reía ahora. Cerró los ojos para que esa emoción lo recorriera completamente y para poder sentirse más cómodo. Entonces, lentamente comenzaron a besarse.

            Segundos después, las bocas se buscaban desesperadamente, como si se necesitaran más que a nada en el mundo. Sentían el sabor de la comida y el alcohol mezclados dulcemente en sus alientos y se separaban sólo lo estrictamente necesario para  respirar. La sensación de “No es correcto” estaba rondándolos a ambos, pero ninguno se veía dispuesto a detenerse, muy por el contrario esa sensación los impulsaba a continuar.

            Se encaramó sobre el mayor esquivando por muy poco el borde de la mesa y comenzó a juguetear con su grueso labio inferior hasta que estuvo hinchado de tantos besos y mordiscos. Entonces una tímida lengua comenzó a abrirse paso, buscando una entrada a esa deliciosa cavidad que se le ofrecía, siendo recibida con la mejor de las recepciones. El ambiente estaba subiendo claramente de temperatura, al igual que sus cuerpos ahora cubiertos de sudor y esos besos cada vez más apasionados, desesperados, juguetones. Era el tiempo de las manos que necesitaban explorar todo a su paso, deshacerse de aquello que estorbaba.

-         Oppa… ¿Estás ahí?

            Se miraron confundidos y en silencio, como dos niños descubiertos en falta.

-         JunSu oppa… sé que estás ahí, no te escondas por favor… hablemos, lo que pasó entre Jaejoong oppa y yo…- dijo la muchacha abriendo la puerta y quedando congelada en el acto.

            Ambos volvieron a reír estrepitosamente y gritaron a coro que ninguno de ellos era JunSu, ni Jae o lo que fuera. La chica murmuró una disculpa saliendo avergonzada del lugar y cerrando fuertemente la puerta. El ataque de risa hubiera sido aún mayor si hubieran visto la confundida cara de vergüenza que tenía la rubia cuando se alejó casi corriendo del lugar después de ver esa incómoda escena : dos chicos besándose y toqueteándose apasionadamente en el hueco entre el asiento y la mesa. Pero a ellos eso no les importó en lo más mínimo.

-         ¿Vamos a casa? – dijo Heechul rozando juguetonamente los labios del otro y tendiéndole la mano para que se levantara.

-         Vamos…

Tuvieron que llamarles un taxi pues ninguno estaba en condiciones de caminar el camino de vuelta y después de algunas confusiones respecto a la dirección, terminaron ambos en el departamento de Leeteuk. Fue todo un espectáculo cuando trataron de entrar: primero un gran show para encontrar las llaves en el único bolsillo del dueño de casa, después otro para lograr atinarle a la cerradura con la llave correcta y por último dar con el lado correcto para girar la llave y empujar la puerta sin irse de bruces contra ella. Se tiraron sobre la cama sin preocuparse por la ropa para que todo dejara de dar vueltas.

-         Siento lo que pasó- habló el rubio luego de un momento, cuando había logrado recuperar algo de lucidez.

-         No hay problema… ¿somos amigos no? – respondió deshaciendo el ovillo humano que era y acomodándose sobre el brazo de su interlocutor.

-         ¿Pero los amigos hacen eso?

-         No lo sé… - los efectos de la reciente borrachera aún estaban presentes en ambos- Pero no creo que será problema que nosotros sí lo hagamos – depositó un suave beso en los labios del otro- Buenas noches h-y-u-n-g.

-         Buenas noches Chul…

Su lado consciente estaba bastante arrepentido por lo que había hecho, sobre todo porque había sido él quien había tomado la iniciativa estando así de confundido como estaba. Había huido de Young Woon para que no perder la amistad que tenía pero no había sido capaz de detenerse con Heechul , cuya amistad también le importaba, y se enojaba consigo mismo por no haber sido más fuerte que el alcohol en esos momentos. Agradecía la personalidad despreocupada del que ahora ya dormía plácidamente abrazándolo por la cintura… A pesar de todo, no quería perderlo.

Poco a poco se borraron las preocupaciones de su mente y sus párpados cayeron pesadamente sobre sus cansados ojos mientras dejaba de oír los ruidos provenientes de la solitaria noche. Sólo era capaz de escuchar la suave respiración del chico a su lado que, casi como una melodía que alguien te canta antes de dormir, tuvo un efecto tranquilizante permitiéndole sumirse en un profundo y agradable sueño.

Notas finales:

Va dedicado a Akari y Lorena que me dejaron sus coments!

Espero que les haya gustado chicas!!!!
Y ya actualizaré otra vez ^^


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