Cap. 6.- JAMES Y REGULUS
Estaba preocupado, había perdido de vista a Lucius que solo había ido a tomar aire y a Severus que le dijo que se iba a sentar por ahí a descansar. Pero bueno, no debía de estar preocupado, sus dos amigos bien podían cuidarse solitos, ya que eran unos magos excepcionales. Así que salió tranquilamente del gran comedor, ya pasaba más de media noche y algunos alumnos ya se habían ido adormir, pensó que sería una buena idea hacer un recorrido por el castillo, al fin y al cabo nadie podía evitar que un alumno estuviera en la cama en una noche festiva.
No supo cómo había llegado hasta un salón solitario, donde había un joven de cabellos negros y alborotados que veía atentamente hacia la luna por una enorme ventana. Cuando intento salir choco contra una banca haciendo ruido y cayendo al suelo tallándose la rodilla izquierda.
-auch
-oye ¿estas bien?-cuestiono Potter aun sentado en la misma posición, solo que ahora mirándolo fijamente
-ehhh…si, solamente me talle
James se levanto y se acerco al intruso, acercando su cara tanto, que Regulus podía sentir el aliento del otro.
-que bueno – después de dicho esto, el rostro del Gryffindor se ensombreció- y ahora ¿Qué rayos haces siguiéndome?
Regulus abrió los ojos sorprendido
-¿Qué?... ¿crees que yo te seguiría?...no te creas tan importante Potter
-entonces, si no me seguías, ¿Qué haces aquí?....por si no lo sabías este es mi refugio personal
Reg se quedo sorprendido al escucharlo, y se mordió los labios antes de responder
-James Potter necesita estar solo para poner los pies en la tierra
-hey, no te pases serpiente rastrera
-¿Qué pero?- no sabía cómo podía saber que era de Slytherin
-los de tu casa solamente se vistieron de color verde o plata, así que es fácil distinguir a las viboritas – respondió como leyéndole la mente
-claro- dijo sonriéndole-estamos muy orgullosos de pertenecer a una casa muy importante
-si claro-dijo entornado los ojos
-cállate Potter – se levanto cuidadosamente sacudiendo su impecable túnica.- me largo, no soporto estar en frente de un estúpido tarado que solo piensa en si mismo
Y dio la vuelta alejándose del Gry, en eso sintió que Potter le tomaba de la mano y lo estampaba contra una banca del lugar.
-¿a dónde crees que vas viborita?- susurro en su oído
-suéltame estúpido- grito intentando zafarse del agarre del otro.- ¿Quién te crees que eres?
A su nariz llego l olor del perfume varonil de su amor imposible
-¿acaso la viborita no quiere jugar conmigo?-cuestiono el moreno
Regulus suspiro, nunca en su vida había estado tan cerca de James y el destino al parecer los había unido esa noche, así que cerró los ojos intentando impregnarse de ese olor. Pero tarde se dio cuenta del error que había cometido, ya que James sonrió con autosuficiencia y le dio un topón en los labios
-al parecer le gusto a esta serpiente rastrera
-¿Qué?- Regulus no entendía como, al parecer un tonto Gryffindor podía saber todo eso, ¿acaso era ese el sexto sentido de los gatitos?
-y no me digas que no, porque…se que soy guapísimo
El Slytherin se quedo con las ganas de decirle que sí, pero prefirió morderse la lengua, antes de que soltara alguna cosa de la que Potter pudiese burlarse.
-ja, ya hasta crees que me gustaría alguien como tú, he estado con mejores
Al parecer había golpeado en el orgullo del otro, que de inmediato borro su sonrisa y entrecerró los ojos
-¿así que has estado con mejores que yo he?
-si, así es- dijo como si nada quitando una pelusa de la capa del otro como si estuvieran hablando de algo trivial.
-valla…pero esos otros no deben ser tan buenos, porque sé que tú me estas mintiendo, por muy Slytherin que seas
Reg lo miro extrañado, como no entendiendo de que era de lo que le hablaba, aunque en el fondo se moría de ganas de saltar a boca de su acompañante, acompañado del pensamiento de salir corriendo de ahí. Y como ninguna de las dos opciones podía llevar a cabo, se quedo mirando al otro eternamente a los ojos, con una pose altiva.
-no será que el que me mientes eres tu Potter, porque mucho bla, bla, bla y no me demuestras que eres mejor que todos ellos
James lo miro exasperado, así que mejor para hacer que esa serpiente se tragara sus palabras le dio un beso…beso que fue correspondido por el otro. Pronto tomo la nuca del otro par acércalo aún mas, nunca se imagino que besar a una serpiente podía ser tan…tan…no podía describir como se sentía, algo se movía dentro de su estomago e imagino que no se trataba de nauseas por besar a un Slytherin.
Regulus Black se sentía en las nubes, el amor de su vida le estaba besando, tal vez ese beso era provocado por las palabras que le había dicho…pero estaba feliz de que esa pequeña discusión terminara de esa manera
Se separaron un instante para tomar aire y James aprovecho para subir al más pequeño en una butaca, y volver a besar esos labios adictivos, quitado de paso esa capa estorbosa mandándola al suelo. Por su parte Regulus que se encontraba emocionado, jamás pensó que el día en que James Potter lo tomara como suyo llegara.
El pelinegro bajo hasta el cuello del otro para comenzar a morderlo, abriendo de paso la costosa camisa que la señora Black le había regalado a su hijo más pequeño y comenzando a pellizcar los dos pequeños botoncitos rosados que se encontraban en el pecho de su amante, mientras que rodeaba su cintura con su mano libre.
-eres tan delgado
-hago deportes de vez en cuando- y diciendo esto soltó una pequeña risita que fue interrumpida por la inesperada lluvia, ambos miraron por la ventana, sorprendiéndose bastante de que el cielo se encontrara negro-harías el favor de apagar las luces
-pero así no podre ver tu cara cuando te haga tragar tu palabras- dijo Potter haciendo una mueca
Regulus coló una mano fría por los pantalones de su acompañante, masajeando su miembro arrancando un delicioso gemido de parte del Gryffindor
-e…está bien, pero vuelve a repetir lo que hiciste
-¿hacer qué?-cuestiono inocente el Slytherin, tocándolo nuevamente-¿acaso será eso?
-serpiente rastrera…-intento insultarlo, pero fue cayado por un dedo delicado
-esas palabritas niño, primero las luces, aunque sea solo baja la intensidad de la luz
Con un floreo de varita James hizo lo que le pedía.
-ahora tu parte del trato- menciono Potter desabrochando el pantalón de Black cuidadosamente
-déjame pensarlo- y se bajo de la butaca –no
Regulus dio media vuelta como dispuesto a irse, pero en eso James volvió a tomarlo de la cintura y lo pego a su cuerpo, pasando su nariz por el cabello deteniéndose en el lóbulo de su oreja para morderla…jalarla, mientras movía sus caderas como si lo penetrara. El menor de los Black comenzó a gemir, al sentir el duro miembro de su alocado amor moverse en su trasero.
-hhhhhhhhaaa, haha James, mas, un poco mas
-no mi viborita, tu no cumpliste tu parte del trato, así que yo no cumpliré la mía
Regulus se volteo para mirarlo a los ojos y le sonrió tiernamente, las luces casi apagadas relucieron en aquel extraño antifaz de plata
-Ya veras, hare que cumplas tu parte
Black desabrocho el pantalón de James y lo bajo un poco junto con su ropa interior, dejando al descubierto el pene de esté al tiempo en el que se arrodillaba frente a él y se lo metía a la boca comenzando a degustarlo como si fuera una nieve, dando ligeros lengüetazos.
Potter sentía como si ya fuese a terminar porque las pequeñas mordidas que le proporcionaba ese lindo Slytherin lo hacían estremecer, en especial si lo chupaba
-par…para- Regulus detuvo su tarea para mirarle fijamente-si voy a terminar, será dentro de ti
Así que Potter lo tomo en brazos y lo llevo nuevamente a la paleta de la butaca, he intento quitarle el pantalón, pero era tanta la necesidad de Regulus de sentirlo dentro de él que solo logro sacar un pie
-ahora si me vas a demostrar que tan bueno eres en la cama
-bueno, no precisamente en la cama- respondió James dándole un topón y acomodándose entre sus piernas, tomando una de ellas, para alcanzar el ano del otro e introducir su pene en el-
-ohhhh, hhaaaa…James, James, soy tuyo, todo tuyo- susurro Reg en el oído de su amante, tratando de ocupar su mente en otra cosa, menos en el dolor que sentía cuando sus entrañas eran invadidas
-sí que eres estrechito, muy rico…muy apretado…apriétame más…se siente tan bien…eres…eres delicioso cariño…hhhhaaa
James comenzó a moverse mientras arañaba la sensible piel de la entrepierna de Regulus que se aferraba a su cuello y respiraba en el haciéndolo estremecer. El moreno recorría morosamente la espalda del otro, llegando a su cabello, encontrando el listón que ataba el antifaz que una vez perteneció a una criatura mágica, tirando de él, el cual resbalo por el rostro de su querido amante, cayendo al suelo. Solo se vio un pequeño destello y se escucho el sonido de este al tocar el suelo, lo cual le importo bien poco a Potter que sintió como su adorada serpiente escondía su rostro en su pecho, tratando de esconderse entre la camisa que James aun traía puesta, sintiendo que su pecho se encontraba húmedo por las lagrimas que derramaba su serpiente. Así que se armo de ese valor peculiar que tienen los leones he intento levantar el rostro delicado del otro, lo cual le fue impedido.
-no, James, no por favor, cuando te enteres quien soy seguramente te vas a burlar de mí y yo…yo no lo soportaría…por…porque…te… te amo tanto…te amo desde que te conocí, incluso antes de verte por primera vez…cuando escuche mencionar tu nombre.
El moreno se quedo mudo ante esas palabras, nunca se espero que un Slytherin le estuviera confesando que estaba enamorado de él, lo único que pudo hacer fue abrazarlo lo más fuerte que pudo y decirle con las palabras más sincera que podía:
-shh, calma cariño… estos minutos que he pasado contigo me…me he sentido muy feliz, sé que me gustas, porque tengo que decirlo…eres hermoso, aunque no he visto tu rostro y por si fuera poco se que te quiero…no preguntes, ni siquiera se yo porque te quiero, si ni siquiera sé quién eres
Regulus esbozo una sonrisa, feliz de que ese gato lo quisiera, no importaba que no lo amara…el se encargaría de eso.
-es por eso que no quiero hacerte daño – continuo diciendo James mientras acariciaba la espalda del más pequeño.
-tu no me harías daño…soy yo quien me hago daño a mi mismo al pensar que podemos ser algo más.
Se quedaron en silencio unos segundos más, no sabiendo que decir. James no sabía cómo reaccionar, si lo seguía penetrando o solamente se alejaba de él, negando lo que paso entre ellos. Estaba tan ensimismado que dio un respingo al sentir como el otro le besaba, así que mejor lo acerco mas para profundizar ese beso.
-continua, si voy a ser tuyo, aunque sea solo esta vez, que así sea- dijo Regulus con determinación, escondiendo su cara en el cuello del mayor, besándole delicadamente, haciendo gemir a James
-hhaaaa….aaaaaaaaahhhhhh. Ohhhh.
Regulus comenzó a mover sus caderas lo más que podía, ya que le dificultaba un poco al estar sentado, así que James coloco una mano en l paleta de la banca intentando apoyarse, para dar con más firmeza las estocadas que hacían gemir de placer a su viborita.
-aaaahhhh, james, haa, dame…mas…mas rápido…ohm
-ohm no me pellizques…hhhhaaaa- se quejo James al sentir como el otro le pellizcaba las nalgas- que si no…hhhhaaaaaa…te voy a partir mas el culo, hhhhhaaaaaaa….de lo que lo estoy haciendo…hhhhhaaaaaaa
-oohhhh…si James…párteme el culo…haaa…anda amor…hhhaaaa que casi me corro.
Regulus quería guardar ese momento en un lugar profundo de su mente y corazón, a su James entre sus piernas, mientras rasguñaba delicadamente su entrepierna y lo marcaba como suyo, todo suyo en cada penetración. A la vez que mordía y besaba su cuello, sintiendo su cálida mano sujetar la suya.
De pronto sintió el tan anhelado orgasmo llegar, derramando su semen entre los vientres de ambos. James dio dos embestidas más y se vino dentro de Regulus. Ambos intentando calmar su respiración. En el salón solo se podían escuchar sus jadeos. El tiempo paso indefinido, ambos sin decir palabra alguna, ya que sabían que se acercaba la despedida inminente.
-¿aun tienes fuerza?- pregunto James quedito en su oído, Regulus solo asintió- que bueno, ahora rodéame con tus piernas
Regulus hizo lo que le pidió, sintiendo como era tomado por la cintura y lo cargaba hasta donde estaban tiradas las túnicas de ambos y lo recostó ahí. El azabache salió delicadamente de él y lo abrazo acercándolo a su pecho. El Slytherin podía escuchar perfectamente el latir del corazón de su amado, el cual poco a poco le fue adormeciendo. Por su parte James acariciaba tiernamente sus sedosos cabellos, sonriendo al sentir la acompasada respiración en su piel, dejándose caer también en los brazos de Morfeo