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True Love por YumeLove

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Notas del capitulo: Hola a todos, bueno aqui el siguiente capi, espero lo disfruten y me dejen sus comentarios. Con esto surgen mas preguntas que respuestas jeje, pero ya despues se resolveran, lo que veremos es celos...jiji si muchos celos.

En fin ya sabes y una cosas mas les deseo Felices Fiestas. Yo los leo hasta el proximo lunes, pues a donde voy no hay conexion, si lo se suena raro, pero asi es ToT...en fin, dejen sus comentarios y disfruten la lectura...
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Una copa de vino y una taza de café.


Después de la junta de las diez de la mañana, para decidir como serian administrados las nuevas adquisiciones para publicar. Todo parecía ir bien.

Takahashi Misaki estaba sumergido en una pila de papeles, pues tenia mucho trabajo, tenia la sensación que a su jefe le encantaba cargarle la mano al pobre chico, quien ahora, se ubicaba en el escritorio que antes fuera de Onodera.
No había tiempo, ni siquiera para dejar escapar un ligero bostezo de cansancio.

El castaño estaba apunto de cerrar los ojos, pero, los mantuvo abiertos una vez que recordó lo que sucedería si Takano volvía a encontrarlo cabeceando.
Rápidamente se puso entonces a corregir un storyboard que tenia a la mano, sin percatarse entonces, qué al otro lado Takano-san hablaba con una personas, hasta que, la misma voz de mando le despertó de aquel letargo.
—Takahashi ven aquí, quiero presentarte a alguien —el tono del editor era el mismo de siempre, serio, gruñón y algo malhumorado.
Misaki se levanto de un salto, como bólido para aproximarse con premura hasta el cubículo del jefe, donde él hablaba con otro hombre.
—El es Takahashi Misaki. Sera el editor que le asignare, debe de estar bien; puesto que es alguien nuevo, y debo admitir que bastante eficiente, y debido a que usted tiene poca experiencia en cuanto a mangas de este género se refiere, pienso yo que no será un problema —explico Msamune a la otra persona.
Misaki se detuvo apenas a unos cuantos metros del que le daba la espalda, haciendo una inclinación para presentarse el mismo.
—Mucho gusto en conocerlo. Será un honor trabajar con usted —rezó el chico con la cabeza aun mirando al piso.
—¡¿En verdad eres tu Takahashi-kun?! —respondió el otro con aquel tono afable y completamente familiar para Misaki, tanto que recobro una postura erguida para verle.
—¡¡Ehhhhhhhhhhhh Iju…Ijuuin-sensei!! —dijo Misaki completamente sorprendido, sintiendo como el corazón se le iba hasta la garganta debido a es exaltación. Dio un paso hacia atrás guardando su distancia.
Takano al percatarse de lo que sucedía interrumpió para que el resto del personal que trabajaba en ese departamento no se diera cuenta.
—Parece que ustedes ya se conocen —dedujo suspicaz el editor.
—Así es Takano-san —contesto Ijuuin ante la parálisis momentánea del muchacho. Que se quedo petrificado cuando vio de quien se trataba.—Takahashi-kun es fan de The Kan, por lo que nos hemos visto algunas veces, mas bien, debería decir que es él fue y es mi salvación —expreso el mangaka con una cara de baja alegría, musitando aquello ultimo como si fuera una especie de secreto que se te escapa sin querer, pero apropósito para que Misaki le escuchara.
—Entiendo. En ese caso, deberían comenzar a trabajar ya —se limito a decir Takano, con los ojos fijos en el muchacho, esperando alguna otra reacción, que obtuvo en menos de un minuto.
—Este…Ta…Takano-san, yo…como decirlo… «que rayos esta pensando. No puedo ser editor de Ijuuin-sensei. Sí Usagi-san se entera seguramente estaré muerto para mañana o aun peor sensei sera el que acabe hecho polvo T__T!» —Pensó nervioso—, pienso que es mejor que alguien mas se haga cargo de este manga, pues podría ser Hattori-san, yo…no…no puedo…es que…—siguió titubeando tratando de encontrar algun pretexto viable, pero ninguno sonaba bien.
—Cual es el inconveniente. Mira, Takahashi, no sé qué crees que es esto, pero cada uno de nosotros trabaja por lo menos con diez autores diferentes, tu apenas llevas unos meses aquí, y me sorprende que aun sigas con esa actitud, además, accedí a darte una oportunidad por que fueron buenas tus referencias— Hablo Takano cruzándose de brazos y no de muy buen animo—. Como sea yo asigno aqui a los autores con los que trabajaran y ni modo, no acepto protestas ni nada, además todos los demás están ocupados, demasiado saturados diría yo. Tu eres el único aquí que trabaja con solo ocho autores y dos de ellos nisi quiera son de los mas vendidos, no quiero quejas o reclamos a menos que halla otra razón, una que sea buena, por la que no puedas aceptar este trabajo pues te diré que vallas desocupando tu escritorio, te parece —Takano soltó todo aquello con cierta discordia, le gustaba de algún modo ver esa expresión de tensión Misaki, pues le recordaba mucho a la que solía poner Onodera cuando Takano lo presionaba para entregar a tiempo un manga terminado.
—Takahashi-kun, prometo no causarte problemas, además, yo soy el que se siente halagado al trabajar con alguien como tu —añadió Ijuuin para romper esa atmosfera densa que se estaba creando alrededor de Takano y Misaki.
—Disculpe sensei, pero este chiquillo no puede con el trabajo. ¡En verdad por que todos creen que en este lugar no se hace nada y me mandan a chiquillos ahhhhhh. Creen que es un parque de diversiones o que! —replanteo Takano para ver cual era el efecto de ese comentario.
—Yo…esta bien, acepto, lo haré, puedo con esto y mas —resignado acepto el trabajo debido a las palabras de Takano y las dichas por Ijuuin-sensei minutos antes. Misaki decidido le arrebato de las manos a Takano el borrador de Ijuuin.
—Bien todo listo sensei —Takano sonrió bajamente— esta táctica funciona contigo también he —dijo interesado antes de dejarlo a cargo de Ijuuin.

La suave brisa del medio día agito su cabello, mantenía lo ojos cerrados con la cabeza alzada al cielo, cómodamente reclinado en aquella silla.
«Lo que quiero decir es qué…Me gusta Takahashi-kun» —ese pensamiento se repetía una y otra vez, formando la nítida imagen del mangaka frente a él, diciendo aquello sin ningún tipo de pena.
Abrió los ojos, dejando escapar un suspiro y viendo las nubes invernales pasar lentamente sobre el cielo de un azul exquisito —Tal vez estoy pensando demasiado —murmuro tomando de su bolsillo un cigarrito que se disponía a prender— Ya han pasado seis meses desde ese encuentro y ese tipo no ha intentado nada, sin embargo…
—Si piensas demasiado se te fundirá el cerebro —la voz era amable y sedosa, dejando escapar un tono divertido, pero a la vez curioso acompañado de una mirada expectante ante el escritor—. Siento llegar tarde, ¿tiene mucho que esperas? —el desconocido recorrió la silla hacia atrás para sentarse.
—Solo media hora —respondió Usami con la voz neutra observando con detenimiento a quien esperaba.
—Como siempre tan puntual Aki. Estaba comenzando a creer que te aburrirías esperando. Lo siento, tuve digamos que…algunos contratiempos para llegar. Pero me siento aliviado —expreso con una amplia sonrisa en el rostro— me alegra que me esperaras —en la cara de facciones finas y angulosas se reflejo una especial emoción—, me dirás que tanto estabas rezando —su tono era divertido, aunque no burlón. Lo que quería saber era el motivo por el cual la cara de su amigo tenia esa expresión tan contemplativa.— Si me dices cual es el problema, tal vez podría ayudarte a solucionarlo como cuando éramos jóvenes y tenias esos bloqueos de escritor, recuerdas. Dime que te aqueja y lo solucionaremos juntos —insistió bajamente, posando una mano sobre la cabeza del escritor, para alborotar un poco aquellos mechones de cabello plateado.
Por impulso Usami le detuvo sosteniéndole por la muñeca.
—Este no es lugar para hacer esto.
—Bueno, podríamos hacer algo mas entretenido, pero eso requiere de mayor esfuerzo sabes —bromeo— solo trataba de animarte un poco —añadió él con una dulce entonación, sin que le molestara que Akihiko lo estuviera sosteniendo con algo de fuerza. Cuando los ojos violetas del novelista se encontraron con aquellos que le miraban, por una reacción que no pudo explicar se sonrojo ligeramente y dejo de sujetarle. Usami desvió la mirada hacia el paisaje que les rodeaba desde lo alto y guardo silencio por un rato, aguardando a que la otra persona ordenara.
…l con un ademán llamo al mesero, quien acudió de inmediato. Tomo la orden y se retiro tan rápido como pudo. Luego, los ojos del otro, se fijaron en Usami, lo observo detenidamente, como encantado. Con aquella fascinación que uno tiene cuando esta enamorado.
—Leí tu anterior libro publicado. De hecho, también los demás. Tal parece que algo muy bueno te paso estos últimos años, pues la manera de escritura ahora es diferente. Se nota la felicidad impregnada en cada palabra que ahora llegas a escribir, incluso si hay escenas tristes o dramáticas, no dejan de ser hermosas —hablo para romper el silencio—. Tal vez lo que te distraer, tiene que ver con eso —el mesero volvió con el pedido que puso sobre la mesa y cuando se alejo. —Supe que estas viviendo con alguien.
Con ello finalmente llamo la atención de Akihiko, quien no había soltado ninguna otra palabra hasta ese momento.
—Así es —se limito a decir y luego hizo una pausa— puede que exista una relación entre una cosa y otra cierto —Usami le vio de reojo para ver que tanta atención le estaba poniendo, se percato que era la suficiente como para incluso describir sus movimientos.
—Ya lo sabia —admitió con agrado el jovencillo— entonces ahora cuéntame, que te ha pasado. Cuando me fui aun parecías tan triste y aislado del mundo y ahora me encuentro con alguien, distinto. No me mal interpretes, pienso que eso es bueno, pero, me gustaría saber ¿por que? Por ello quiero que me expliques —la forma en que se lo pidió fue persuasiva, pues, aquel chico no ejercía ninguna presión en Usami y se podría decir que aparte de Misaki, no tenia mucha consideración con nadie mas, ecepto con esta persona, que de algún modo sabia como leer cada acción del escritor, igual que si el mismo fuera un libro que hojean detenidamente, analizando cada uno de los párrafos escritos en el.
—Tu sigues siendo el mismo —menciono Usami como queriendo defenderse.
—Por supuesto, hay cosas que cambian para mejorar, y otras permanecen del mismo modo porque ya son perfectas —inquirió el de ojos vividos. En verdad disfrutaba de esa compañía.
—Esa es una respuesta tan a tu estilo. Bien, en ese caso…tómenos una copa —le invito Usami, con ello era la forma en que accedía a contarle parte de su vida a esa persona. Quien asintió gustoso.

La oficina estaba arreglada de tal modo en que el espacio era distribuido entre libretos, pilas de manuscritos, un amplio escritorio y en un rincón storyboards puestos por encima de tomos de manga shoujo, todos aquellos corregidos por el muchacho. Quien se hallaba sentado en el sillón dispuesto en el medio de aquel extraño circulo de objetos. Llevaba puestos unos anteojos, para leer con esmero cada palabra. Sus manos sujetaban las primeras ciento cincuenta páginas del manuscrito del nuevo libro de Usami Akihiko. Por lo que la dedicación de Ritsu era impecable.
Pero hubo un instante en que se distrajo, al leer una escena, muy similar a lo que le había ocurrido con Takano la noche anterior.
—Ahhh, incluso Usami-sensei parece estar en mi contra. ¿Qué sucede con esta escena? —se quejo echando la cabeza hacia atrás para recargarla en el respaldo del mueble forrado en cuero café. Se quedo absorto por un rato, mirando al candelabro colocado en medio del techo. Las luces estaban apagadas, pues aun era muy temprano y la luz solar entraba a raudales por el ventanal de la habitación. Aun así, el cristal cortado en forma de gotas brillaba deslumbrante, descomponiendo la luz en esos tonos prismáticos que tanto gustan. —Me pregunto por que sempai se comporta de esa forma. Por una vez me gustaría saber que rayos le molesta —resoplo arrugando de las esquinas las hojas— Por que Masamune es tan complicado. Matta ku esa no es la actitud de un adulto, para nada —apretó con mayor fuerza, hasta que se dio cuenta de lo que hacia. Dejo a un lado el paquete de hojas, se quito los anteojos y se froto los ojos con la yema de los dedos intentando resolver aquel enigma que rondaba por su cabeza. ¿Cuál era la angustia en Takano-san? ¿Por qué esa actitud tan repentina? ¿Qué era lo que aquejaba al editor y no quería expresar?
Siguió pensando y entonces, recordó unos meses atrás.
—¡¡¡Lo logre!!! —grito Ritsu entusiasta. Tanto que desconcentro a Takano, quien hacia las debidas correcciones al borrador de Erika-sensei.
—Ritsu a que viene tanto escándalo —rechisto desde el sillón.
—Mira. Mi solicitud fue aceptada. De hecho tal parece que fue la única que cumplia con los requisitos. ¡Si! ¡Eso es excelente! Por fin podré cerrarle la boca a esa bola de pen…
—No entiendo. Quieres calmarte —Takano se levanto para quedar de frente al chico que entre sus manos llevaba un papel membretado.
—Lo logre Takano-san —se le escapo decir y Takano lo miro de mala gana por llamarlo por su apellido, pero Ritsu estaba tan emocionado que ni cuenta se dio de ello— Soy el nuevo editor de Usami Akihiko. —contesto emocionado.
—Y quien ese —trato de rememorar Takano sin mucho éxito.
—Recuerdas los libros que leíamos en preparatoria. Algunos son de este autor, de hecho trabaje con él antes de cambiarme de compañía. Me pregunto si aun me recuerda. Desde entonces he leído sus más recientes publicaciones. La manera en que escribe es preciosa, te hace vivir la historia como si estuvieras allí, es magnifico, tan pulcra y a la vez dinámica su forma de escribir es única, Maravillosa. Siempre ame a sensei, y ahora que seré su editor tengo la oportunidad de volver a verlo. Tuve tanta suerte que su anterior colaboradora fuera transferida… —la forma en que Ritsu se expresaba del escritor era de tal entusiasmo, encantamiento, admiración, y cariño que Takano se sintió celoso y dejo de escuchar al muchacho en el momento en que dijo “Siempre he amado a sensei”. Claro que el editor lo tomo de un modo, mientras que Ritsu solo se refería al trabajo del autor. Takano lo malinterpreto por completo.
Eso dio la pauta para que el temor de Usami estuviera fundamentado en un suceso que aun no había pasado y, el de Takano proviniera únicamente de las palabras entusiastas dichas por su adorado aquella vez, cuando se entero de ser aceptado como el editor de Usami.

La coloración de la cara de Ritsu cambio por una de débil malestar, se incorporo para quedar agachado sobre sus rodillas con los codos apoyados en ella.
—No puede ser que por eso se este comportando así —ahora que Ritsu había entendido cual fue el error en aquel entonces, palideció—. Vamos eso fue hace tiempo. Sempai esta pensando cosas que ni son. Es ridículo que este celoso de Usami-sensei —se quejo rápidamente en voz alta con esa cara descompuesta cuando no sabia que hacer ante una situación que implicaba descifrar los pensamientos de Masamune.
—¿Quién esta celoso? —la puerta se abrio. Ritsu se quedo estático, pensando que lo habían descubierto, pues la luz del pasillo hacia contraste con la de la oficina creando una sonar de penumbra justo en el marco de la puerta. Pero cuando vio la figura de la persona que paso por el umbral se tranquilizo de inmediato.
—Ah eres tú. No me des esos sustos —rezongo el chico.
—Lo siento, pero te traje tu café justo como te gusta —sonrío la joven.
—Aja y solo por eso viniste hasta aquí —el muchacho sonó incrédulo.
—Nop —respondió ella con una sonrisa, y se sentó sobre el escritorio balanceando los pies como una niña pequeña—, pensé que te interesaría saber que pase por el depto. de manga shoujo y vi a Taka-kun platicando muy amenamente con otra persona…—comento la muchacha paseando la mirada por el lugar.
—Y eso que. Yo ya no trabajo allí, además debe ser uno de los autores nuevos.
—Pues yo que sepa no hay muchos chicos a los que les guste dibujar ese tipo de historias, o al menos solo conozco uno al que si je —sonrío recordando— pero yo no creo que eso fuera, pues él estaba muy cerca de Taka-kun, tanto como para tocar su cabello y quitarle los lentes que usa. Se veían muy felices, con decirte que estaba sonriendo embobado je, eso es raro pues pensé que esa expresión solía mostrártela solo a ti —añadió la joven.
Onodera sintió un golpeteo en el pecho. Semejante a estrujarle el corazón con una pinza.
—Deja de…de estar inventando cosas. Andar vagando por ahí en los pasillos de la empresa no es tu trabajo. No te hagas ideas equivocadas. Además que tiene que ver conmigo, nada verdad, así que regresa a trabajar y deja de andar husmeando en otros departamentos Ts…—Onodera estaba exasperándose, pues ciertamente era extraño que Takano se la pasara solo en ese lugar y sin querer la intrigante voz de la chica lo puso de nervios. Justo en ese momento Takano entro con toda la confianza del mundo.
—Y hablando del rey de roma…—musito ella. Pasando de largo a Takano, pero sembrando muy bien la duda en Ritsu.
Cuando estuvieron solos.
—¿Qué haces aquí Takano-san? —quiso saber el joven ahora yéndose a postrar en el escritorio donde estaba el café que había traído la asistente.
—Vine para que almorcemos juntos —dijo Takano observando que el escritor no se hallaba por ningún lado.
—No puedo, estoy trabajando. Además parece que ya tienes compañía para comer ¿no? —se le escapo decir a Ritsu.
—¡¿ah?! A que te refieres —dijo desconcertado Takano tomando la mano de Onodera entre la suya.
—Olvídalo —Ritsu quiso soltarse, pero no lo logro.
Por tercera ocasión la puerta se abrió de golpe.
—¡Que nadie toca antes de entrar! —Refunfuño el muchacho, pues le daba la impresión de que era muy fácil violar la cerradura de su propia oficina.
—Así que aquí estabas Masamune —apenas Takano escucho la voz soltó a Ritsu apresuradamente. Y ahora el desconcertado fue Ritsu.
«¿Quien es ese?» —se cuestiono mentalmente entrecerrando los ojos para intentar reconocerlo, viendo como se alejaba Takano hasta ir al encuentro de aquella persona. Definitivamente Ritsu debía hacer algo con aquel mal contraste que le impedía ver.
—Te veré en la cena —alcanzo a decir Takano antes de cerrar la puerta. Ritsu reacciono demasiado tarde, cuando salio detrás de ellos ya no están fuera. Los había perdido en el pasillo.

Misaki caminaba a pasos rápidos para alcanzar el tren, que seguramente lo dejaría si llegaba tarde otra vez. Y cuando iba a cruzar. Un automóvil se detuvo justo enfrente del chico. La ventanilla bajo automáticamente.
—Quieres que te lleve Takahashi-kun —la amable sonrisa de Ijuuin-sensei fue quien le recibió al otro lado del vidrio.
—No —se apresuro a decir moviendo las manos delante de el para negar con énfasis—, no, no se moleste estoy bien —reuso con la mayor amabilidad que pudo la oferta, pero no iba a ser tan fácil.
—Insisto. Se esta haciendo tarde y a estas horas es mas rápido llegar en automóvil —planteo el mangaka, que sabia que así Misaki no se rehusaría.
—Anda, sube —le pidió abriendo la otra puerta.
«Bien, solo me bajare unas cuadras antes de llegar al departamento. Todo estará bien, es Ijuuin-sensei ¿cierto? No pasa nada. Además va manejando y necesita ir concentrado. Así que no hay riesgo de nada ¿verdad?» —Pensó aludido— Esta bien —cedió finalmente.
El automóvil de Ijuuin avanzo por la calle. El mangaka manejaba muy bien, no tan veloz como Usami-san, pero aun así era bueno al volante. Durante un rato Misaki se mantuvo en silencio, con la mirada fija en el tapete de su asiento, con las manos sobre las piernas recogidas en puños, igual a que si estuviera nervioso.
—Takahashi-kun —como siempre la voz de Ijuuin era amable, tranquila, serena, realmente preciosa— Tanto te molesta ser mi editor —menciono al notar la actitud del muchacho.
—¡¿Ehhh?! —Misaki ladeo la cabeza, agito las manos, apenado— Claro que no, por…por que piensa eso— contesto con algo de vacilación.
—Puede ser porque cuando Takano-san te asigno este trabajo reaccionaste algo alterado. —intuyo el atento al frente.
—No —negó rápidamente—, no es lo que usted piensa. Me…me alegra bastante que Takano-san me confiara su trabajo y eso, sabe que me encanta lo que hace, y por eso he sido su fiel admirador. Pero…—Misaki hizo una leve pausa.
—Es por Usami-sensei ¿verdad? Te preocupa que el se entere de esto y entonces ya no te deje trabajar en Marukawa —inquirió despreocupadamente.
—Se equivoca Usag…Usami-sensei es un poco, bueno, la verdad es que…yo…—no sabia como explicar la cercanía con el escritor y esa escena se volvió como la de unos meses atrás, cuando le consterno que el sensei insinuara que entre Usagi y el había una relación, cosa que era cierta, pero que no iba aceptar frente atrás persona, y mucho menos ante su ídolo.
Ijuuin orillo el coche para detenerse por unos segundos, a unas pocas cuadras del edificio de departamentos donde Misaki vivía.
—Podemos mantener esto en secreto, hasta que te sientas seguro de decírselo— propuso, acercándose despacio a Misaki cuando se quito el cinturón de seguridad. El rostro de Ijuuin quedo aunos cuantos centímetros del de Misaki, como para besarlo.
—Estamos muy cerca —se hizo el desentendido.
—Me pregunto que pasaria si dejo de ser tan decente —la proximidad del mangaka era la suficiente como para que aquel susurro fuera oído por Misaki, que estando en esa situación, como pudo quito el seguro del contaron y luego el de la puerta que se abrió enseguida para dejarlo caer en el pavimento de un sentón.
Misaki se incorporo deprisa.
—Gra…gracias por traerme, sensei, pero desde aquí caminare —se disculpo con las mejillas ligeramente sonrojadas—. Lo…lo veré mañana.
—Espera Takahass…—Ijuuin estaba apunto de excusarse por aquel comportamiento, pero el joven no le dio la debida oportunidad.
Lo que quería Misaki en ese instante era alejarse lo mas que pudiera del vehiculo para que Ijuuin no le siguiera. Se hecho andar velozmente lo mas rápido que le permitieron sus pies. Iba echar un vistazo atrás, aun caminando. Y fue a estrellarse con otra persona.
—Discul…—iba a decir el muchacho.
—Ah, Misaki-kun —ella le reconoció enseguida— fui yo la que iba distraida. Te acuerdas de mi soy la amiga de ….. si te acuerdas de mi cierto—le sonrío mientras le ayudaba a levantarse.
—Ah, si claro. Kiridan-san.
—Que haces por aquí —pregunto ingenuamente. Misaki volteo a todos lados, y no vio rastro del auto de Ijuuin. Suspiro alivianado.
—Yo iba de regreso a casa —respondió sin mucho apremio.
—Ah ya. Tienes mucha prisa, me gustaría platicar contigo un poco. Te invito algo de cenar. Hay un nuevo restaurante a unas dos cuadras de aquí, esta cerca. ¿Vamos?
—Yo…no quiero molestarle.
—Anda, tu siempre tan modosito —comento Kiridan como esa enérgica expresion—. Vamos anda, no esta lejos —le sujeto por la muñeca y se lo llevo jalando.
Apenas llegaron a la esquina contraria al camino de Misaki. Los copos de nieve comenzaron a caer con lentitud. Eran hermosos, pues su tamaño era como del de peléalos blancos de cerezo.
Cruzaron la calle, sin que la joven dejara de afianzar la mano de Misaki igual que aun amigo que no sueltas en una multitud.
Sin embargo a pesar del empuje de la mujer Misaki se detuvo en seco, como pasmado. A unos cuantos pasos de la entrada del establecimiento vio a Usagi-san, salir acompañado de otra persona. De un muchacho, casi de la misma edad del escritor, tal vez un poco menor, pero aun asi tenia cierto porte de sofisticación y galanura que para Misaki no paso desapercibido. Cuando la chica le soltó, Misaki avanzo, a punto de gritarle a Usami para que lo notara, pero, se contuvo cuando vio lo que sucedía entre ellos.
El otro hombre le sonreía a Usami, encantadoramente y con un gesto amable, pero sobre todo cariñoso le alboroto el cabello plateado, esta vez, Usami no lo detuvo, solo se dedico a refunfuñar vagamente. El joven le tomo por la barbilla acercando su rostro, igual a que si fuera a darle un beso. Misaki se quedo inmóvil, por algún motivo las extremidades no le repondrían, de hecho las sentía temblar, casi para que flaquera en cualquier minuto. El corazón le palpitaba angustiado dentro del pecho dolorosamente en punzadas repetitivas. Trato de dar algún otro paso y una persona que paso junto de ellos le impidió ver, pues la sombrilla que llevaba para atajarse de la nieve le bloqueo la vista. Una vez que recobro aquel ángulo para observar, se quedo mayormente desconcertado pues Usami ahora tenia una mano sobre la boca, con las mejillas rojas.
Los latidos de Misaki fueron cada vez mas acelerados, dolorosos, se llevo una mano al pecho arrugando la tela de la camisa entre sus dedos, igual que si algo le hubiera desgarrado el corazón.

Continuara…
Notas finales: Bueno, eso es todo, por ahora, si ya se que se preguntan:
Y quienes son los misteriosos que estaban con Usami y Takano juju y las chicas entrometidas jeje...bueno todo eso lo sabran en el siguiente capi, pues esto es para dejarlos un poco haciendo sus propias conjeturas. Cuidense y los leemos la proxima semana.

Atte: Yume...^___^.

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