A las 2 de la mañana el silencio reinaba en todo el lugar, solo el sonido de una suave respiración rompía con este.
Tan suave y sutil que permitía seguirla, y comprender, que el dueño de esta se encontraba dentro de un dulce sueño.
Morfeo, dios de los sueños. Cuan agradecido debía estar con el.
Un rechinido.
Un suspiro.
Y por ultimo una segunda respiración acompañando a la primera.
Mirarlo dormir era realmente hipnotizan-te, aunque un poco abochornan-te.
¿Cuantos podían decirse afortunados de ver esa faceta en el?. En un deseo egoísta deseaba ser solo el.
No pudiendo contenerse, el joven de oscura mirada acerco su rostro al del que descansaba en ese momento, deseaba desaparecer todo distancia entre ambos.
Su respiración al chocar con la contraria era embriagante.
Lo deseaba, no sabia por que o desde cuando. Solo sabia que jamas se arrepentiría de lo que estaba por hacer.
Lentamente toco sus labios con los propios en una dulce caricia.
Al percatarse que el joven debajo de el no daba signos de querer despertar, decidió continuar.
Se posiciono lentamente sobre el cuerpo del otro, colocando sus piernas a ambos lados del joven que tan plácidamente descansaba.
Observo nuevamente su semblante tranquilo y contemplo sin miramientos el cuerpo bajo el. Debía admitirlo, a pesar de ser hombre y haberse sometido a duros entrenamientos toda su vida, su cuerpo lucia unas finas facciones. Sus largas pestañas y rosados labios daban a su rostro un toque seductor.
- Me pregunto, ¿Que soñara? - pensó mientras veía como el cuerpo debajo de el se removía un poco, sin percatarse siquiera del peligro que corría.
De forma lenta pero decidida introdujo su mano debajo de la camisa del otro, imaginando que tacto tendría. Resulto ser mejor de lo que había imaginado.
Cerro sus ojos durante un momento para meditar. -¿ Que debía hacer? Esto que siento no es normal, por mi bien y el suyo debería detenerme, pero..., no lo deseo.
Se inclino un poco hacia el cuello contraria deseaba aspirar su aroma y llenarse con el. demasiado dulce, demasiado excitante.
Por un momento sintió como el deseo se apoderaba de su cuerpo. Deslizo suavemente su mano en la piel contraria podía sentir el calor que emanaba.
Y como si de un impulso se tratara comenzó a esparcir suaves besos en su cuello, provocándole un suave estremecimiento. No pudo evitar que una sonrisa adornara su rostro. Siendo sincero, no sabia como debía continuar. Jamas se imagino en este tipo de situación. Pero decidió seguir a su instinto. Levanto la camisa y comenzó a esparcir suaves besos alrededor del ombligo, ascendiendo poco a poco al pecho, se topo con una parte de la anatomía contraria que llamo su atención y lentamente para percibirla mejor levanto un poco su camiseta para recorrerla con su lengua, sacando un suspiro de su rival, pero ninguna señal de despertar.
De esta forma decidió hacer lo mismo con el contrario, solo que esta vez se tomo mas tiempo para recorrerlo, mientras que con una de sus manos pellizcaba sutilmente el otro provocando en el cuerpo al que prestaba esas atenciones un estremecimiento mayor.
Lentamente abro sus ojos, sintiéndose confundido. Ryoga al percatarse del despertar del otro y anticipándose a su reacción tomo con algo de fuerza ambas manos de Ranma y las coloco a los costados de su cabeza.
- Ryoga!, suéltame.
- Relájate. - le dijo cerca de su oído. Provocando que la piel de Ranma se erizara y un gran sonrojo. Inmediatamente y movido por su instinto le planto un beso a Ranma, este parecía querer resistirse, trato de replicar sin embargo al abrir su boca ligeramente solo consiguió que el otro aprovechara para colar su lengua y profundizar el beso, el otro no supo como ni cuando pero comenzó a responder el beso. Necesitados de aire separaron sus rostros y se miraron fijamente el sonrojo debido a la excitacion se presentaba en ambos rostros.
- Ryoga, por favor detente. - Pedia con sus ojos llorosos.
- Lo lamento, pero ya no puedo detenerme.
Se abalanzo hacia sus labios nuevamente proporcionándole un beso mas tranquilo en el que ambos cooperaron. Al no percibir resistencia alguna lentamente soltó las manos contrarias del agarre al que estaban sometidas.
Así poco a poco intensificaron el beso. Ryoga tocaba suavemente la cintura de Ranma y el otro sin darse cuenta ya había colocado ambas manos tras la cabeza de su amigo tratando de intensificar el beso y evitar que se separaran.
Pero que cruel es la naturaleza y las necesidades humanas puesto que en el momento menos deseado la falta de aire obligo a estos dos amantes, antes rivales, a separarse y tratar de recuperar la respiración.
El sonrojo en el rostro de Ranma era un afrodisiaco a los ojos del otro y su mirada perdida en el deseo era una clara invitación a continuar. Sin esperar palabra y con una notoria desesperación levanto la camisa de su amante y la saco de su cuerpo, mientras esparcía besos por su abdomen ascendiendo hasta su pecho, sacando de la boca contraria leves suspiros. Decidió subir y proporcionas suaves besos en su cuello, algunas mordidas y cuando el deseo embriago por completo su ser absorbió la suave piel dejando en el algunas marcas, al mismo tiempo que de la boca de Ranma un ronco gemido escapaba.
- Ahh! Ryoga.
- Ya no.. ah.. puedo mas.
De forma desesperada y sin poder contenerse saco deprisa su propia playera y despojo de su short y ropa interior al que estaba bajo su cuerpo. No alcanzo a percatarse cuanto tiempo transcurrió, solo sabia que la imagen bajo su cuerpo lo dejo pasmado, con el rostro sonrosado y la respiración entre cortada el otro le ofrecía una escena por demás erótica, lo cual no era para menos al ver su cuerpo totalmente despojados de prenda alguna y desviando su vista hacia un costado a causa de la vergüenza de que le daba el mostrarse tan vulnerable.
Observo fijamente ese exquisito cuerpo y noto que la intimidad del otro se encontraba despierta esto provoco que la propia se endureciera mas de lo que se encontraba con anterioridad. Continuo con los besos en su frente, sus ojos cerrados, sus rozados labios y su cuello deteniéndose a rozarlo con su nariz dando suaves besos y de vez en cuando algunas mordidas que lograban arrancar al otro algunos gemidos. Descendió aun mas y se topo con unos sonrosados botones que sin miramientos introdujo dentro de su boca y comenzó a degustar, mientras que con una de sus manos acariciaban el pecho de su amante y con la otra descendía del abdomen hasta posarla sobre la intimidad contraria. Dudo si sostenerla o simplemente acariciarla, deseando despertar mayor deseo en el contrario con sumo descaro se decidió a simplemente rozarlo con las yemas de sus dedos. Ranma no cabía en si mismo a causa de la pasión y la desesperación al desear sentir mayor contacto con el otro y de forma suplicante le pidió al otro por mas.
- Ryoga! Mmmmm... más p-por ...favoor.
- Espera solo un poco mas.
De forma sumisa obedeció el pedido y se dejo envolver nuevamente en las sensaciones que le eran otorgadas. Ryoga acerco su mano a la boca de Ranma y le dio a entender que abriera lugar a sus dedos, así el comenzó con la labor de lubricarlos bien, lo que hacían en ese momento provocaba descargas en ambos cuerpos.
Lentamente y sin despegar la mirada de su amante Ryoga retiro los dedos de aquella boca que comenzaba a volverle loco pidió permiso con la mirada y posteriormente comenzó a introducir uno de sus dedos, Ranma dibujo una mueca de molestia en su rostro, pero era tanto el deseo que duro muy poco, el segundo dedo entro con un poco mas de dificultad y con gran dedicación comenzó a dilatar bien el área que pronto haría suya. Metía y sacaba los dedos, los movía de forma circular y en ocasiones simulando tijeras, cuando introdujo el tercer dedo de una forma mas brusca Ranma soltó un gran quejido que hizo al otro preocupar.
Con la respiración mas tranquila y el cuerpo relajado infundio a su pareja tranquilidad y le dio a entender que solo había sido a causa de la sorpresa. Ryoga se esmeraba en el trabajo que estaba realizando deseaba preparar bien a su pareja para que al momento de dar el siguiente paso el otro lo disfrutara y le doliera lo menos posible.
Después de largos segundos de espera y al sentir toda el área preparada retiro sus dedos, no sin antes provocarle al otro una incomoda sensación de vacío. Se puso de pie y lentamente bajo al mirada expectante de Ranma comenzó a sacar sus prendas hasta quedar completamente desnudo.
La mirada de Ranma mostraba todavía cierta incredulidad y esto preocupo un poco al que le observaba desde arriba, sin embargo no se imaginaba que lo que realmente preocupaba al otro era el echo de pensar que pronto se fusionarían en un mismo ser.
Se posiciono sobre el muchacho y con delicadeza tomo ambas piernas y las separo. El sonrojo en ambos podía teñir completamente la habitación y ninguno pensaba en dar marcha atrás. Se acomodo entre las piernas de Ranma y de forma pausada introdujo en el su virilidad, procuro hacerlo con mucha delicadeza, hundiéndose un poco en el para posteriormente retroceder otro poco procurando que se acostumbrara a la intromisión, no pudiendo contenerse mas se introdujo de golpe y se detuvo a observar el rostro bajo el. Mostró una mueca de dolor, pero mas que dolor se debía a la incomodidad ya que tener al otro dentro era algo completamente incomodo y sin embargo debido a la dedicación con la que realizo su dilatación solo una pequeña punzada de dolor fue lo que sintió.
Los movimientos no se hicieron esperar primero con un vaivén suave para continuar con mayor intensidad, deseando alargar el momento se detenían durante cortos lapsos aprovechando para acariciar sus cuerpos y otorgarse besos llenos de placer, entrega y cariño. Ryoga tomo a su amante y le coloco sobre sus caderas mientras el se sentaba, de esta manera podían sentirse mas cerca el uno del otro regalarse dulces besos y suaves caricias. Ranma dominado por el placer comenzó a cabalgar ayudado por las manos contrarias posadas sobre sus caderas mientras las propias se encontraban tras la nuca de Ryoga y le propiciaba un intenso beso, en esta posición logro alcanzar una gran profundidad durante cada embestida que ambos realizaban y logro tocar un punto en su interior que lo hizo estallar entre ambos vientres al mismo tiempo que el otro lo hacia dentro de el.
Exhaustos de dejaron caer uno junto al otro mientras se envolvían en un dulce y cálido abrazo con el que transmitían todos sus sentimientos.
Mientras ambos caían en la inconsciencia en la mente de Ryoga solo había un pensamiento dominante -Quien diría que esto sucedería debido a una simple batalla, gracias Ranma ahora, jamas te dejare huir, al fin te e vencido y ahora eres solo mio.