.
.
.
---------------------------------------------------------Evan------------------------------------------------------
No está bien ¿verdad?...
Sentir esto por mi propio hermano gemelo…
Jamás estará bien
Es… ¿Un pecado?
¿Cuántas veces me lo pregunté?
Y de pronto el problema no fue el lazo sanguíneo sino su desprecio
¿Tan estúpido soy Max?
¿Tan vacío estoy?
Tú, que me sonreías regalándome flores cada vez que visitábamos el parque…
Ahora solo me miras con lástima…
¿Tanto repudio te causo solo por haber conocido a Varick?
Tú, quien me cuidaba cada vez que alguien se me acercaba…
No es justo…
Intenté jugar un juego en el cual jamás tuve oportunidad alguna de ganar y ahora pago el precio
Lo siento…
Lo siento mucho…
Y ojalá un día sea capaz de decírtelo a la cara
-¡Hey!-
¿Está maldito esto que siento?
Después de años puedo reconocer que es amor, y cuando finalmente lo acepto pareces tan distante como un completo desconocido
-¡CUIDADO!-
Mi cuerpo fue arrojado contra la acera y sentí un extraño deja-vú
El mismo chico que me salvó en la ocasión anterior me miraba con preocupación
-¿Tú de nuevo?-
Me levanté sin aceptar su ayuda, era demasiado extraño que por segunda vez me salvara la vida
-Sí…yo…jamás imaginé volver a verle- sentenció manteniendo su mirada fija en el suelo
Suspiré
-¿Por qué no me miras a la cara?-
El muchacho alzó su mirada, a pesar de no vestir como alguien con dinero (sino todo lo contrario) dos brillantes ojos verdes iluminaban su rostro
-No sé si me recuerde, soy…-
-¿Alain?- aventuré sin darle demasiada importancia
-Es Alan, pero anduvo muy cerca- sonrió
Rodé los ojos
-Bueno Alain, gracias por salvarme, pero me voy- me despedí rápidamente
-¡Disculpe!-
Me detuve y sin saber por qué me giré
-¿Si?-
-¿Le importaría pasear conmigo?-
Aquello me causó mucha gracia
-¿Pasear contigo?- repetí acercándome lentamente
Asintió torpemente y se acomodó las gafas
-Honey, podría darte mil razones por las que sería totalmente vergonzoso para mí salir contigo tan solo a “pasear” pero solo te diré una en este momento-
Pude ver como su rostro decaía notablemente
-¿C-cual?-
-Mírame y mírate, ¿Crees que tenemos algo en común?-
Se miró aquellas ropas casi de vagabundo y luego me miró a mí con mi ropa de marca y mi pose de modelo (adquirida después de visitar cientos de veces el lugar de trabajo de Vin)
-P-pues…-
-¿Crees que deba salir a “pasear” contigo?- pregunté con altivez
El muchacho negó lentamente
-Creo que ya entiendes cual es el problema…realmente me alegro- sonreí antes de dar media vuelta
-Pero…no creo que nadie crea que está involucrado con alguien como yo si camino un par de metros más atrás-
Volví a detenerme, totalmente desconcertado
¿Tanto deseaba mi compañía?
-¿Tan arrastrado eres? ¿Incluso eres incapaz de notar mi falta de interés en ti?- solté con frialdad
-Yo solo quiero verle…un poco más-
Cerré los ojos recordando a mi hermano
-Bien, haz lo que quieras- acepté sin darme cuenta
Caminé lentamente hasta el parque más cercano y me senté frente a un árbol
“Voy a protegerte…no importa de quien se trate”
Estúpido Max… ¿Alguna vez debí confiar en tus palabras?
¿Acaso siempre fui un maldito ingenuo?
Solo creyéndote a ti…la persona a quien siempre admiré…
“Cuando todo esto estalle estaremos en bandos distintos…y como nunca me pesará esa promesa”
¿Tan opuestos resultamos ser?
¿Tanto me cegué sin darme cuenta?
¿Tan maldito terminará siendo este sentimiento?
Si solo supiera si en alguna parte de tu interior es correspondido…
Solo una parte…
-Dicen que las flores que surgen en invierno son las más hermosas-
Giré mi cabeza, a unos cuantos metros, aquel chico observaba un par de flores que habían crecido a los pies de un arbusto
-Fácilmente pueden ser consideradas maleza-repliqué
-¿Maleza? ¿Existe algún problema con su belleza? No creo que deban arrancarse por ello…no importa el por qué de su origen, se las arreglaron para florecer cuando las demás no fueron lo suficientemente valientes…eso es mucho más hermoso-
Aquel chico consiguió dejarme sin palabras, aquella forma de pensar era muy especial
-¿No es usted, portador de una belleza muy parecida?- preguntó mirándome fijamente
-¿Existe alguna razón, por la cual tienes tiempo para seguirme?- cuestioné cambiando el tema
El chico sonrió
-Alguien como yo tiene mucho tiempo libre-
Claro, alguien que casi contaba como un vagabundo obviamente lo tendría
-¿No has pensado en buscar un trabajo?- espeté
-¿Lo ha hecho usted?-
Alcé mi rostro indignado
-¿Yo? ¿Por qué tendría yo que buscar un empleo? ¡No lo necesito!-
El de ojos verdes sonrió y miró el cielo
-Dicen que el trabajo honesto ayuda el alma-
-¿Qué intentas decirme?-
-Sus ojos…sus ojos muestran dolor…tal vez un empleo pueda borrarlo de su alma ¿no?-
Parpadeé sin conseguir responder a aquello
-Los lujos empequeñecen el alma, dijo una vez mi madre, no lo creo así, no siempre, por eso debe tener cuidado, no permita que nada le aflija a tal punto de que sus ojos puedan gritarlo a los demás-
-¡No tienes idea de lo que ha pasado, así que evita intentar darme lecciones de vida!- exclamé con furia
-¿Lecciones de vida? ¿Cómo podría yo darle lecciones a alguien como usted? Es solo un consejo, no importa si no lo utiliza, es un regalo que nadie podrá arrebatarle-
-¿Entonces como pueden los seres humanos arrebatarle la inocencia a alguien?- repliqué con frialdad
Sus ojos me transmitieron tristeza
-¿Arrebatar? No pueden quitarnos algo que nos pertenece por derecho, es como intentar quitarnos el alma…nosotros somos quienes la entregamos poco a poco, sin darnos cuenta, y cuando lo notamos, culpamos a alguien más por haberla perdido…pero ya es muy tarde, no importa cuan egoístas seamos reclamando por ella-
Me incorporé violentamente
-Márchate- ordené con rabia
-¿Es lo que realmente desea?-
-¡SI! ¡LARGATE DE AQUÍ!- grité ahogando un sollozo
-Como guste- sonrió levemente antes de marcharse
Mordí mi mano con fuerza, obligándome a no llorar
¿Cómo podía un total desconocido venir a decirme tales cosas?
No tenía derecho alguno
.
.
.
-¿Dónde estabas?-
Vin me miró con enfado
Alcé una ceja
-¿Por qué estás tan preocupado?- inquirí con desconcierto
-Son las tres de la madrugada y no le dijiste a nadie dónde irías Evan-
Suspiré profundamente, había olvidado aquello
-sorry-
-Sé perfectamente que cuando te disculpas en inglés estás mintiendo, no espero que realmente lo sientas, pero hazme el favor de recordar que tienes una familia- sentenció
-¿Una familia dices?- repetí con rabia
Kevin me miró con calma
-Sí, una familia que te quiere y se preocupa por ti-
-¿Entonces debo considerar a Max dentro de la palabra familia aunque no cumple con los requisitos?- cuestioné con amargura
La expresión en el rostro de Vin cambió y se acercó a mí
-¿Discutiste con tu hermano?-
Aparté mi mirada sin saber qué responder
-¿Evan?-
-¿Y si así fuera? ¿Acaso debo llevarme bien con él solo por ser mi gemelo?- espeté conteniéndome
Vin se cruzó de brazos
-Sea lo que sea, no olvides que es tu hermano, se criaron juntos y…-
-¡DEJA DE DECIR QUE ES MI HERMANO!...No necesito que me lo recuerdes- siseé
Mi padre me miró estupefacto y aproveché aquel instante para correr a encerrarme en mi habitación
-¿Evan? ¿Qué demonios te pasa?-
Cerré los ojos con fuerza al escuchar la voz de la persona a la que justamente no deseaba oír
-Nada que te importe- respondí cortante
-¿Crees que está bien gritarle así a nuestros padres?-
Me giré hacia la puerta, a pesar de no poder verle podía imaginar la expresión de enfado en su rostro
-¿Me hablas de comportarme bien? ¿Con qué cara?-
-Evan, no sé que habrá pasado entre tú y tu hermano, pero debes salir, tenemos que hablar sobre esto-
¿Así que Vin estaba a su lado?
-No lo haré, así que no intenten abrir la puerta- respondí
-¿Hijo? ¿Qué es lo que pasa?-
Me dolía escuchar la preocupación en su voz, pero el solo pensar que Max estaba a su lado
-Ve a dormir padre, yo hablaré con mi hermano-
Me enfermaba su cinismo…
-Está bien, vendré en la mañana honey-
Escuché sus pasos alejándose y de pronto mi puerta se abrió
-¿No dije que no inten…?-
¡PLAF!
No me molesté en girar mi rostro, mantuve mi mirada en la ventana de mi habitación pese a que mi mejilla escocía
-Deja de comportarte como un niño-
-¿Qué no es lo que somos? ¿Niños? No puedo tomar decisiones como un adulto y tampoco puedo comportarme como lo que aparentemente soy… ¿Qué demonios deseas?-
-¿Crees que está bien preocupar de esa forma a Kevin?-
-¿Crees tú que me importa lo que tú pienses? ¡Claro que me duele ver a mi padre preocupado! ¡Pero todo esto es tu culpa!- acusé mirándole fijamente
Max alzó una ceja y se cruzó de brazos
-¿De qué se trata ahora?-
-¿Me amas?- pregunté apretando mis manos en puños
-¿Amarte?-
Mi gemelo sonrió con crueldad
-¿Crees que caería en un acto tan asqueroso como el de enamorarme de mi propio hermano?-
Retrocedí un paso producto del dolor, sus palabras me habían dolido como una puñalada en el corazón
Pero aun así le mantuve la mirada
-¿Has sido victima, Evan, de tu propio juego?-
Sonreí de lado obligándome a no llorar
-¿Y qué si me enamoré de ti?- espeté
-Eso sería muy desafortunado-
-¿Es porque somos hermanos?-
Él negó lentamente
-Es porque somos enemigos, ¿Aún no lo notas?, tu lealtad está con Varick, y la mía no-
-Eso no quiere decir que…-
-No puedo amarte, no importa lo que hagas, porque hacerlo significaría firma la sentencia de muerte de uno de nosotros-
Separé mis labios para hablar pero me quedé sin voz
-Entiende de una vez Evan, que nuestros caminos se separaron- susurró Max relajando su expresión
Negué lentamente
-Solo tenemos dieciséis años… ¿Tan malo es enamorarse?- murmuré mirando mis manos
-Tú escogiste un camino, y desconociendo aquello, yo escogí uno muy diferente, en el futuro todas aquellas mentiras que hemos estado guardando crecerán y cuando se revelen, será demasiado tarde para nosotros-
Solté una risa amarga
-¿Vamos a caer en una batalla llena de venganza?-
No quería creerlo, no estaba dispuesto a hacerlo
-Aquellos recuerdos que provocan tu amor por mí…por favor, bórralos de tu mente y sigue adelante- me pidió
Caí de rodillas sin poder creer lo que estaba escuchando
-¿Eres consciente de lo que me pides? ¿Quieres que borre toda nuestra vida juntos?-
Max se acercó a mí y se arrodilló para estar a mi altura
-Debes hacerlo-
La respiración se me cortó violentamente
-¿Me dices que olvide que somos hermanos?- jadeé buscando algo en su mirada que me desmintiera sus palabras
-Lo que sea necesario…debes hacerlo, no voy a permitir que Amanda nuevamente te haga daño, porque la próxima vez no se conformará con una golpiza…ella va a matarte-
Tragué duro
-¡Pero eso quiere decir que te preocupas por mí!- exclamé tomando su rostro con mis manos
-Elimina, cualquier sentimiento por mí, sepúltalo y haz como si estuviera muerto a partir de ahora…o no vivirás-
Respiré profundamente intentando mitigar mi dolor
¿Qué estaba pasando?
¿Acaso mi amistad con Varick había provocado esto?
-¿En qué estás involucrado?- pregunté con ansiedad
Max acarició suavemente mis manos y las alejó de su rostro
-¿Realmente piensas que te lo diré?- replicó incorporándose
Me levanté también y dejando de lado todo mi orgullo lo abrasé
-No te vayas, no lo hagas, por favor, no me pidas algo como eso…- supliqué sintiendo las lágrimas deslizándose por mi rostro
-Si eres capaz de dejar de lado tu orgullo para pedirme algo como eso…serás capaz de alejarte de mí, ¿No te das cuenta?, estamos condenados a terminar los asuntos que nuestros padres no consiguieron eliminar-
Palidecí al escuchar aquello
-¿Qué…estás diciendo?-
-Kevin era un asesino, y trabajaba para tío Sebastian-
Retrocedí hasta chocar con mi escritorio
-¿Qué demonios…?-
-Eso es lo que fue, ¿Por qué crees que la familia de tío Sebastian tiene tanto dinero? Durante años, décadas, generación tras generación, frente a la sociedad fueron perfectos en todo ámbito, pero tras esa familia…se ocultaba el dominio de todo lo sucio en este país...-
-¡Eso no puede ser posible! ¡Habría escuchado de Varick algún nomb…!-
-Exacto…Varick- me cortó Max sonriendo
-¿Qué tiene que ver Varick en esto?-
-¿Qué no te das cuenta? ¡Él es quien quedó a cargo de todo lo sucio! Al parecer tío Angel consiguió cambiar el rumbo del destino…pero tío Sebastian no le dijo que tu preciado amigo se hizo cargo de aquello que la familia siempre ha ocultado-
No podía ser cierto…
¿Vin era un asesino?
¿Tío Sebastian?
-Incluso tío Bastian…todos, todos los adultos a nuestro alrededor conocen la verdad y nos hicieron crecer en una vida perfecta, libre de todos los pesares que existieron antes de nosotros-
-¡Estás mintiendo!-
-¿Por qué no vas, entonces, a preguntarle a tu amigo Varick?-
Me mordí el labio inferior con desesperación
-Aléjate de Varick, ¿No entiendes que está maldito?-
Me obligué a sepultar todo aquello en alguna parte de mi cabeza y miré a mi hermano
-No importa que tan maldito esté, las personas con las que trabajas no puedes ser mejor que él- sentencié
-¿Incluso ahora lo defiendes?-
-¡Al menos Varick no me ha obligado a asesinar a nadie!- exclamé
Max por primera vez pareció flaquear y apartó su mirada
-¿No fuiste tú, quien me dijo que no me arrepintiera de las decisiones que tomara?- replicó susurrando
-No importa cuantas veces me lo pidas, no me alejaré de él y tampoco eliminaré un solo recuerdo en que estés presente, no importa cómo termine todo esto- aseguré consiguiendo que mi voz sonara segura
Mi gemelo asintió
-Que sea como tú quieras entonces- espetó antes de dar media vuelta
Extendí mi brazo en un vano intento por alcanzarle
Pero se marchó y cerró la puerta tras de sí
“Sin duda alguna…este amor está maldito”
Me dejé caer en el piso permitiendo que mis lágrimas acompañaran el dolor en mi pecho
¿En qué nos habíamos involucrado?
¿Cómo llegamos a esto sin darnos cuenta?
Se sentía como si finalmente, estuviera aceptando que había perdido a mi hermano
Y no solo ello…
No quería imaginar el rostro de nuestros padres si se enteraran que todas sus intenciones por darnos una vida normal se habían ido al infierno en un abrir y cerrar de ojos
Como una estrella fugaz…la realidad se había llevado a mi hermano de mi lado
Y más que nunca me arrepentí de haber comenzado con ese juego…
.
.
.
-Tu estás demente- sentenció Benjamín con dureza
-¡Baja la voz!- pedí mirando a nuestro alrededor
Le había pedido que me siguiera a uno de los rincones más apartados del instituto, necesitaba hablar con él
-Max está metido en algo demasiado peligroso, tengo que averiguar de que se trata- sentencié
-Si él te pidió que te alejaras, ¿Por qué demonios quieres hacer todo lo contrario? Usualmente te daría igual y solo te preocuparías de tener sexo o algo por el estilo-
Si no fuera porque sabía perfectamente que esa era la verdad me habría enfadado
-Ok, sí, es cierto pero es mi hermano-
-Tú no lo ves como un hermano- replicó Benjamín con tranquilidad
Me encogí de hombros
-Sea lo que sea, tengo que averiguarlo-
-¿Y cómo piensas conseguirlo? Y por favor no me digas que lo vas a seguir porque sería realmente imbécil de tu parte-
-¿Yo? ¿Cómo se te ocurre?- sonreí inocentemente pero Benjamín me conocía demasiado bien
-Vas a matarnos a todos ¿sabias?-
Bufé
-Por favor, tenemos a Varick, si eso no es suficiente nada lo es-
Y también tenemos a tío Sebastian, e incluso a tu padre, pero eso no es algo que deba contarte…no de momento
Además, no puedo ir solo…
-¿Por qué me estás mirando así?- preguntó de pronto
Ensanché mi sonrisa
-Por nada…-
.
.
.
-Si algún día salimos de todo esto juro que no dejaré que lo olvides y me deberás un favor muy gordo- siseó mi mejor amigo mirándome con odio
-Si, si, lo que digas- le resté importancia y avancé por el estacionamiento
Tuvimos que seguir a mi hermano en un excesivamente costoso viaje en taxi y habíamos llegado hasta un enorme estacionamiento, había muchos guardias disfrazados como personas comunes y en el fondo una bodega de varios pisos
Observé la entrada custodiada por cuatro sujetos, al menos por ahí no había forma de entrar
-¿Y cómo se supone que vamos a meternos ahí?- se quejó el castaño suspirando
Ignoré su pregunta y comencé a rodear el lugar gracias al amparo de la oscuridad nocturna, la mayoría de las ventanas habían sido tapiadas o reforzadas con rejas…excepto una
-Ahí- señalé la abertura que se hallaba un par de metros sobre el suelo
-¿Enloqueciste Evan? Tendremos que conseguir algo para trepar, eso sin considerar que es demasiado sospechoso que solo una ventana esté abierta-
-Tienes razón, pero ya llegamos hasta aquí, no pienso devolverme sin oír algo- sentencié
Benjamín suspiró profundamente un par de veces
-Ahí hay un barril- señaló finalmente
Sonreí
-Por eso eres mi mejor amigo honey-
Arrastramos el barril hasta la ventana y me subí primero, la ventana estaba abierta y daba a una especie de pasillo
Momento…
-Da a un pasillo- murmuré confundido
-¿Un pasillo? – repitió mi amigo
Asentí mientras ingresaba al lugar y ayudaba a Benjamín a entrar
-Vaya-
No pude sino encontrarle razón, por fuera parecía una enorme bodega abandonada, pero por dentro no tenía nada que envidiarle a una mansión
-Esto está muy bien planificado- alabé observando los retratos en las paredes
-Creo que fue demasiado fácil entrar- murmuró Benjamín
-Eso solo puede significar que será muy difícil salir- continuó
Me giré violentamente
-Honey, ¿Podrías dejar de sentenciarnos a muerte? Comienzas a inquietarme-
-Solo digo lo que pienso-
-Entonces guárdatelo para ti- reclamé
El de ojos oscuros asintió
Caminamos hasta el final del pasillo rogando interiormente para que ninguna puerta se abriera
-¿Por donde?- preguntó Benjamín cuando llegamos al final
Lo miré fijamente sin saber que decir, los pasillos en ambas direcciones lucían exactamente iguales
-¿Lanzamos una moneda?-
-¿Qué estás esperando? ¡Encuéntrales!-
-¡Si!-
Palidecí violentamente al escuchar aquello, inmediatamente comenzamos a caminar en la dirección contraria a esas voces
“¿Ahora estás contento?”
Sacudí mi cabeza intentando pensar con frialdad, los pasos se acercaban a nosotros y solo podíamos avanzar por aquel tétrico pasillo
-Entremos aquí- me ordenó mi amigo abriendo la primera puerta a la derecha y empujándome dentro
Cerró la puerta y un par de segundos después escuchamos los pasos pasar frente a la habitación
Solo varios minutos después pudimos volver a respirar con normalidad
-¡Van a matarnos si nos encuentran! Tenemos que salir de aquí-
La expresión de mi amigo no dejaba lugar a una súplica, al fin y al cabo tenía razón, así que asentí y salimos de la oscura habitación de regreso a aquel maldito pasillo
-¿A dónde se supone que van?-
Esa voz…
Automáticamente nos detuvimos
-Pero miren quienes vinieron a visitarnos…no me lo hubiese esperado-
Miré de reojo a Benjamín, estaba seguro que había entendido que debíamos correr
-¡Ya!- exclamé comenzando a correr
Pero en cuanto doblamos hacia el pasillo donde se encontraba la ventana chocamos con dos chicos que no tuvieron problema alguno en inmovilizarnos
-¿Escapar? ¿No es eso muy cliché?- sonrió Amanda acercándose a nosotros
Fruncí el ceño
-Creo que retenernos aquí es muy cliché, ¿Por qué no hacer un cambio?- sonreí
-Querido, no intentes manipularme…no en esta vida y mucho menos en este momento, ¡Tráiganlos!- ordenó antes de dar media vuelta
Miré a mi mejor amigo que solo me devolvió una mirada cargada de frustración
-¿Debería gritarte un TE LO DIJE?- murmuró
-Sorry?- aventuré sonriendo
-Si nos matan perseguiré tu alma por el resto de la eternidad- espetó
-Si nos matan no creo que tenga sentido preocuparnos por pequeñas rencillas como estas- repliqué intentando relajarme
Los chicos que nos llevaban eran bastante altos, pero fue imposible ver algo más allá de sus ojos, pues llevaban una máscara que cubría su boca y nariz
Luego de un par de escaleras y varios pasillos tétricos llegamos frente a dos enormes puertas
-Creo que te gustará lo que encontré, tío-
Abrí los ojos al máximo
¿Tío?
Si era el mismo de quien hablaba significaba que estaba frente al peor enemigo de Varick
-Sorpréndeme Amanda-
Las puertas se abrieron y nos arrojaron contra el piso, automáticamente me incorporé, era un salón rojo, con una enorme mesa de reuniones en el centro y a la cabeza de la mesa debía estar el “tío” de Amanda
Un hombre probablemente de la misma edad de Varick, de cabello rubio intenso y oscuros ojos negros nos miraba con curiosidad
-Vaya, ¿De dónde salieron estas criaturas?-
Alcé una ceja, su tono de voz era anormalmente amable para tratarse de un asesino
-Son amigos de Varick y se infiltraron aquí- resumió la zorra
-Infiltrar es una palabra totalmente errada- solté de pronto sonriendo levemente
-¿Y eso por qué sería?- preguntó el hombre mirándome fijamente
-Digamos que fue una visita sorpresa- sentencié sin apartar la mirada
De pronto en el rostro del hombre apareció una sonrisa
-Siéntense por favor- no era una petición
Miré brevemente a Benjamín que lucía tan tranquilo como alguien que da un paseo por un parque
-¿Cuáles son sus nombres?-
Ladeé ligeramente mi cabeza
-¿Qué clase de broma es esta? ¿Acaso mi rostro no te parece familiar?- espeté
Amanda entrecerró los ojos
-¿Cómo te atreves a tutear a esta persona?-
-No recuerdo haberte dirigido la palabra- fue todo lo que respondí
-Déjalo querida, me agrada su personalidad-
Sonreí con satisfacción
-Ya escuchaste-
La mujer pareció a punto de decir algo pero se mordió el labio
-Bien, creo que fue poco inteligente preguntar tu nombre, pese a que es claro que él se ha desarrollado más físicamente, su parecido no puede cuestionarse, Evan-
Sonreí y me crucé de brazos
-Por otra parte, me gustaría escuchar el nombre de tu compañero de sus propios labios-
Benjamín lo miró fijamente y luego apartó la mirada
Alcé una ceja
¿De dónde venía su actitud?
-¿No vas a responderme?-
-¿Por qué habría de presentarme ante alguien que no ha sido capaz de hacerlo conmigo?- respondió mi mejor amigo dejando a todos estupefactos
-Y yo que pensaba que eras tímido, creo que puedo apreciar claramente por qué son “amigos” de Varick-
-Sea una ofensa o un alago, no conseguirá llamar nuestra atención- sentenció rotundamente el castaño
-¿Su atención? ¿Cómo puedes decir algo tan confuso? ¿Acaso no soy yo quien les trajo hasta este lugar?-
Sonreí con altivez
-Puede que usted sea quien manda, pero no necesariamente será nuestro objetivo- mentí descaradamente
El pelirrojo sonrió
-¿Entonces por qué vinieron? ¿Cuál, de todos los hombres ocultos en esta habitación es a quien buscan?-
Parpadeé confundido pero me compuse rápidamente
¿Ocultos en la habitación?
No era capaz de sentir a nadie más…
-Para saberlo tendría que ver sus rostros- respondí con frialdad
Aquel hombre se puso de pie sonriendo
-La audacia es un don poco frecuente, con mayor razón debes saber usarlo con sabiduría-
-¿Entonces debo acoger como mentor al enemigo de mi amigo?- cuestioné
-Esa es opción tuya, yo no voy a obligarte-
Alcé una ceja
-Para ser un asesino despiadado finge muy bien a la hora de conseguir el favor de otras personas- criticó Benjamín a mi lado
-¿Asesino yo? ¿Qué te hace pensar eso?-
Mi mejor amigo sonrió
-La sangre que mancha su ropa, por supuesto-
Me mordí el labio para mantener mi expresión neutral, no había notado la sangre
Pero efectivamente allí estaba, como una prueba totalmente nefasta
-Eres muy observador, ¿Tienes otros talentos?-
-¿Por qué habría de discutirlos con usted? En especial si este lugar está repleto de personas que no soy capaz de ver-
-Veo que la influencia de Varick solo ha conseguido perfeccionarles, pero claramente si doy la orden de no dejarles ir no podrán hacer nada…¿Me equivoco?-
-Si le temiera a la muerte no sería mas que alguien normal, ¿Qué prefiere creer?-
Mientras Benjamín hablaba yo solo me dedicaba a intentar ver a las personas a nuestro alrededor, intenté relajar mi mente, pero la habitación era demasiado oscura
-¿Por qué tan callado? He oído de mi sobrina que tienes una lengua muy vivaz-
Giré mi rostro y me encontré a escasos centímetros del de aquel hombre
-Cualquier comentario sobre mí puede estar fuertemente influenciado por apreciaciones personales que carecen de importancia, por lo tanto tú tendrás que crearte una imagen de mí- repliqué sin mover mi rostro
De pronto su mano acarició mi mejilla lentamente
-Sé que intentas averiguar qué está pasando, pero me asombra que tu hermano no te haya advertido-
-¿Debo temerte?- pregunté sin flaquear
-De momento no-
Sonreí y oculté lo aliviado que me sentía por escuchar eso
-Pero es una lástima que dos hermanos tan útiles hayan terminado en lados opuestos – añadió
Alcé una ceja
-¿Debería obligar a mi hermano a abandonarte?-
Por primera vez la crueldad que había estado escondiendo asomó en su rostro como una macabra sonrisa
-Belial jamás hará eso-
-Tu excesiva confianza podría ser tu perdición- siseé negándome a creer en sus palabras
-A diferencia de ti, que vive de la esperanza de hacerle regresar a tu lado, yo tengo pruebas a mi favor-
Alcé mi barbilla y lo miré fijamente
-Nada es más fuerte que el peso de la sangre-
-Claramente, por eso, él sabe perfectamente que el preciso momento en que me traicione, estará firmando tú sentencia de muerte-
Sentí como la sangre se enfriaba en mi cuerpo
¿Qué…?
-¿Ahora pierdes el habla? Supongo que es normal tratándose de tu gemelo…pero debo felicitarlo, en persona eres mucho más hermoso que en fotografías-
Alejé mi rostro de él cuando intentó acariciarme nuevamente
-Esto es lo que les diré, veo que pese a ser jóvenes son muy valientes y astutos, por eso, podrán marcharse tranquilamente…por esta vez-
-¿Deberíamos arrastrarnos agradecidos ante ti como las demás personas en este lugar? ¿O simplemente te pagamos traicionando a quien es nuestro amigo? ¿Cómo muchos más aquí, tal vez?- espetó Benjamín
Amanda avanzó hacia él dispuesta a golpearle pero de la nada apareció un sujeto vestido completamente de negro, con una máscara igual a la de aquellos que nos habían detenido y sostuvo el brazo de la zorrita esa
-¿Qué te crees?- exclamó intentando soltarse
-Creo haber escuchado que podrán marcharse tranquilamente- sentenció el sujeto con una voz tan fría como el hielo
Alcé una ceja, ¿Por qué un subordinado de este tipo había defendido a Benjamín?
-Tranquilízate Amanda, no debemos ser descorteses con los invitados…sorpresa- sonrió el mayor con calma
Pero la tipa esa siguió mirando al sujeto de negro fijamente
-Hablaré contigo después- sentenció antes de apartarse
-Bien, como veo que esto comienza a volverse tedioso y tengo ciertas obligaciones que cumplir iré directo al grano-
-Really? Finalmente algo interesante-
Sus ojos negros me analizaron unos segundos antes de continuar, ignorando olímpicamente mi comentario
-Cuando esto explote se convertirá en una guerra, les ofrezco lo que ustedes deseen a cambio de posición a mi favor, lo que sea que deseen se les dará como agradecimiento por aquella decisión, en caso de que escojan permanecer al lado de Varick serán considerados enemigos de alto rango debido a su cercanía con él y eventualmente serán perseguidos hasta que la lucha termine…tienen una semana para pensarlo, cuando ese periodo termine, si aceptan, regresen a este lugar, si se niegan…está demás decir que ya no serán bienvenidos-
Benjamín y yo nos miramos unos instantes
-¿Eso es todo?- pregunté notando como mi amigo regresaba su mirada al sujeto de negro
-Si, Pyro, acompáñales a la salida-
Nos pusimos de pie dispuestos a salir de este lugar, pero aquel hombre me tomó la muñeca
-Un regalo Evan, espero que tomes la decisión correcta-
Me solté rápidamente y alcancé a mi amigo, iba tan distraído mirando a aquel sujeto que no notó mi tardanza
Observé lo que me había obsequiado, era un anillo negro con una delgada línea de diamantes en el centro
-¿Qué se supone que hacen aquí?- preguntó el sujeto de negro y finalmente le reconocí
Era Felipe
El mismo que engañó completamente a Benjamín…
El mismo que supuestamente estaba casado con Amanda…
Y el mismo que no tenía por qué haber detenido a la zorra esa…
-Visita sorpresa- respondió el castaño con mayor amabilidad de la que me hubiese esperado
¿Qué estaba pasando aquí?
No dijeron nada más lo cual hizo crecer mi curiosidad
¿Por qué Benjamín no le preguntaba acerca de lo que había pasado?
Caminamos en silencio hasta la salida del estacionamiento, maldije mil veces a la oscuridad, estaba seguro que mi hermano había estado en aquella habitación
-Les dejo aquí, ya saben, tienen una semana-
Sonreí con suficiencia
-Adiós- se despidió el castaño mirando fijamente al mayor
-¿Podrías responderme algo?- pregunté interrumpiendo su momento
-Puedo hacerlo, dependiendo de qué se trate-
Sonreí, pues no me esperaba algo diferente de él
-Mi hermano…¿Estaba en ese salón?-
Felipe me miró fijamente
-Sí, lo estaba-
Suspiré profundamente
-Me voy, y para la próxima intenten evitar las cámaras de seguridad- se burló el mayor
Entrecerré los ojos pero no respondí sino que me giré hacia mi mejor amigo
-Honey, parece que hay algo que no me has contado-
-------------------------------------------------------End Evan--------------------------------------------------------------
.
.
.
-¿Mat? Angel pregunta si bajarás a cenar-
Entrecerré los ojos
-¿Eso no sería ir en contra del castigo que me dio mi padre?- espeté
¿Por qué tenía que haber enviado a Derek?
Precisamente a Derek
-Tomaré eso como un no-
Suspiré profundamente
Si no hubiese tocado tanto a mi hermano durante el desayuno yo no le hubiese respondido de esa forma a papá cuando me reprendió por volver a salir sin avisar
Y él no me habría enviado castigado a mi habitación por el resto del día
Maldito Derek
Tomé mi teléfono celular y observé la pantalla con cuidado, ya estaba haciéndose de noche y mi hermano tendría turno hasta mañana
Además estaba fuera de toda posibilidad llamarle y tener que explicarle que estaba castigado por un arrebato de celos
Definitivamente no podía llamarle
Sin darme cuenta marqué el número que me había dado Varick
No contentes…no contestes…
-¿Qué pasa?-
No supe como sentirme al escuchar su voz enronquecida, pero casi dejé caer el teléfono cuando escuché el gemido de una mujer a través del auricular
-¿Matt?- “Ahhhh…ahhh…maldición Varick”
Los gemidos seguían y me sentí increíblemente imbécil
-¿Mat?-
Sacudí mi cabeza con fuerza
-Nada, creo que es un momento inadecuado ¡Lo siento!- exclamé antes de cortar la llamada con mucho esfuerzo producto del temblor en mis manos
¿Varick estaba…?
“No me digas que por un solo instante no pensaste en ello…”
La pantalla de mi celular se encendió mostrando una llamada perdida de Varick pero automáticamente apagué el aparato
Maldición…
Finalmente oscureció y decidí que sería estúpido quedarme encerrado en mi habitación descubriendo cosas que no deseaba conocer
Abrí las ventanas y le agradecí a quien diseñó casa pues al lado de mi balcón había una saliente que permitía poner maceteros y funcionaba como escalera
Bajé intentando no romper ninguna maceta, pero en el último resbalé y caí sobre los amados girasoles de mamá
Miré a mí alrededor y para mi suerte no había nadie cerca
-Prometo ayudarte a plantar más- susurré agradeciendo no haberme roto nada
Avancé ocultándome tras los árboles y aproveché un descuido del nuevo portero para salir y correr lejos de casa hasta perder el aliento
El problema fue que una vez que me detuve recordé que no tenía a donde ir
Esto de no tener vida social…
Pensé en llamar a mis primos pero había dejado mi teléfono en casa, solo recordar aquellos gemidos…
-No te escapaste para pensar en ello sino todo lo contrario- me reprendí en voz alta
-¿Por qué escapaste?-
Me giré violentamente, un chico probablemente de mi edad estaba apoyado contra un poste de luz sonriéndome tranquilamente
-¿Quién eres tú?- pregunté sin miedo
Pese a que su mirada negra parecía hielo negro no me producía temor, era realmente extraño
-¿No deberías presentarte primero?- replicó con calma
Alcé una ceja, el viento sopló y agitó su cabello negro y brillante, eso y el efecto de la oscuridad sobre su pálida piel provocaban una especie de hechizo
No podía dejar de mirarle
-Soy Mat- me presenté sin saber por qué estaba dándole mi nombre a un desconocido
-Un placer Mat…mi nombre es Blake-
Parpadeé lentamente, ¿Blake?
-¿Ahora vas a responderme por qué escapaste? ¿O solo estabas hablando en voz alta?- sonrió
Sentí mi rostro enrojecer violentamente
¿Qué me pasaba con él?
-Digamos que escuché algo que no deseaba oír- respondí suspirando
El de ojos negros asintió y se acercó a mí lentamente
-¿Qué te gustaría oír de mí?- cuestionó tomando mi mando y acariciando con suavidad mi muñeca
Jadeé al sentir su helado tacto
-Llévame lejos de aquí- pedí sin pensarlo dos veces
Blake sonrió
-Así será-
Caminamos un par de cuadras en silencio, a pesar de que intentaba entender qué me pasaba con él no me solté de su agarre, sabía que a ojos de cualquiera habríamos pasado como una pareja pero decidí solo enfocarme en tratar de averiguar el lugar al que me llevaría
-¿Me dirás a dónde vamos?- pregunté
-¿Es eso lo que deseas?-
No, no realmente
-No-
-Entonces no lo haré-
Finalmente nos detuvimos frente a una motocicleta, Blake me entregó un casco y se puso el suyo
-Eh…no sé como ponerme esto- confesé algo avergonzado
¿Pensaría que soy muy inútil?
Pero él sonrió y no pude evitar pensar que se demoró más de lo necesario ajustando la correa bajo mi barbilla
-¿Puedes subirte?- había cierto tono de burla en sus palabras
Fruncí el ceño
-Claro que sí- mentí
Observé como él lo hacía y luego me subí detrás
-Será mejor que me abraces-
Alcé una ceja sin estar muy seguro, pero en cuanto arrancó la moto rodeé su cintura con mis brazos y me pegué a él
-¿Sientes miedo?- preguntó alzando la voz
No fue capaz de contestar, las veces que Erick había intentado conducir la motocicleta que papá le regaló cuando cumplió dieciocho mamá se había encargado de dejar aquella máquina encerrada en el porche
“Compra los automóviles que quieras, pero esto no” había dicho mamá con el rostro pálido
-Nunca me subí a una- respondí
Él no comentó nada, solo aceleró, podía ver la ciudad quedando atrás de nosotros a una velocidad alucinante, estaba seguro que él conducía sobre el límite de velocidad permitido pero no le reclamé por ello, pues se notaba que llevaba años haciéndolo
Pasaron unos veinte minutos y se detuvo frente a un restaurant
No solo por el sector de la ciudad en el que nos encontrábamos sino por la apariencia externa del local se notaba que era gente de escasos recursos
-Entra-
Seguí al de ojos oscuros en silencio
A pesar de lucir semi abandonado por fuera, por dentro el lugar era increíblemente luminoso y estaba todo pulcramente ordenado, de pronto una mujer de avanzada edad salió de un lugar que supuse se trataba de la cocina y se arrojó a los brazos de Blake
-¡Niño por Dios!- exclamó con una enorme sonrisa
Inmediatamente sentí simpatía por ella, se notaba que quería mucho al castaño
-Abuela, no es para tanto-
De pronto la expresión en el rostro de la mujer cambió y golpeó la nuca del menor
-¿Cómo se te ocurre decir eso? ¡Estuviste dos semanas fuera! ¡Ni siquiera sabíamos si estabas asistiendo a clases!- se quejó
No pude evitar sonreír al verla quejándose
-¿Pero quien es este jovencito?- preguntó de pronto asomándose detrás de Blake
Solo entonces noté que me había parado detrás de él
-Mucho gusto, mi nombre es Matt- me presenté
La mujer sonrió brillantemente
-¡Qué encantador! Y eres muy lindo, ¿De dónde conoces a mi nieto? Pareces alguien de una familia adinerada-
Miré mi ropa, a pesar de que jamás me preocupé por esta por primera vez me sentí fuera de lugar, era obvio que mi vestimenta era mucho más costosa que la de ellos
-No importa cariño, en esta casa nadie te juzgará-
Quedé mudo al escuchar con cuanta sinceridad hablaba, solo pude sonreír
-Pero Blake, ¿Por qué lo trajiste?- cuestionó la mujer girándose hacia su nieto
-Iremos a un lugar y creo que debe comer primero-
Automáticamente miré al de ojos negros pero el parecía muy entretenido mirando la pared
-¡Claro! ¡Entren, entren!-
La mujer avanzó hacia la puerta de donde había salido, tal como supuse, se trataba de una cocina, fue increíble para mí ver que en un lugar que fácilmente cabría en mi habitación se las habían arreglado para poner una cocina de seis platos, un mueble donde se guardaba la vajilla y una mesa pegada a la pared con cuatro sillas
-Tomen asiento, lamento que este lugar sea tan pequeño cariño- se disculpó la mujer
-Es muy acogedor- y no mentía, los cuadros en las paredes y las cortinas conseguían hacer la estancia verdaderamente agradable
Blake se sentó frente a mí, su rostro lucía muy serio y sin saber por qué le sonreí
-Luces muy serio- acusé
El chico alzó una ceja y se inclinó sobre la mesa
-¿Quieres verme feliz?-
-Por supuesto que si, ¿Qué clase de pregunta es esa?-
Él sonrió levemente
-Eres muy sincero…Mat-
De pronto recordé las ocasiones en que había besado a Varick, y a mi hermano
-No creo que sea tan así- susurré con culpabilidad
-¡Ya está listo!-
La abuela del castaño nos sirvió una deliciosa comida
-¿Te gusta?- me preguntó mientras se secaba las manos
-¡Está delicioso!- exclamé sonriendo, ciertamente me recordaba mucho al sabor de la comida de mamá
-Que lindo eres, Blake, cuídale mucho- sentenció la mujer mirando a su nieto con seriedad
Parpadeé sin entender bien de qué estaba hablando
-Abuela, ¿No hay nada que debas hacer?- replicó el castaño
-¡Nieto malagradecido! ¡Vienes a verme luego de dos semanas y te atreves a hablarme así!- exclamó la mujer volviendo a golpearle en la nuca
Reí divertido, por muy serio que pareciera Blake, su abuela conseguía desperfilarlo totalmente
Unos minutos después terminamos de comer y la mujer se despidió de nosotros abrazándonos
-¡Pobre de ti si no regresas Blake!-
Fue lo último que exclamó antes de regresar al restaurant
Miré al castaño en silencio
-Tú abuela es muy amable- observé poniéndome el casco
Él no comentó nada y volvió a arrancar la motocicleta
Nuevamente aceleró, después de haber comido me sentía mucho más tranquilo
Viajar en motocicleta y perder la noción del tiempo era realmente fácil, e incluso, para mi sorpresa, dejar mis pensamientos de lado era algo posible
Cuando comencé a quedarme dormido apoyado en su hombro sentí la velocidad disminuyendo
-¿Dónde estamos?- pregunté sin abrir los ojos
-Frente al mar-
Me incorporé violentamente, no era mentira, estábamos en una pequeña saliente de la carretera, frente al mar
-¿Cuánto nos demoramos?- cuestioné bajándome lentamente, podía sentir mis piernas entumecidas por el viaje y no quería caerme
-Unos cuarenta minutos- respondió volviendo a tomar mi mano
Le seguí en silencio, realmente había conducido rápido
-¿Por qué me trajiste aquí?- inquirí con curiosidad
Blake se giró para sonreírme, solo bajo la luz de las estrellas era aún más hechizante
-Me gusta mirar el mar por la noche- respondió volviendo a caminar
Obviamente el lugar estaba totalmente desierto y de alguna forma aquello me hizo ganar confianza
-¿De dónde eres?-
El chico sonrió
-¿De dónde quieres que sea?-
Bufé
-No eres normal ¿verdad?-
-¿Lo dice quien se escapó de su casa y se subió a la motocicleta de un desconocido?-
Aparté mi mirada
-Bien, tienes razón… ¿Cuántos años tienes?-
-Diecisiete-
Así que había tenido razón al pensar que era más o menos de mi edad
-¿Dónde estudias?-
Blake se acercó a mí y acarició mi mejilla
-¿Por qué tan interesado? ¿No querías alejar tu mente de tu casa?-
Me estremecí pero no me alejé de él
-Dicen que en esta playa se reunían los amantes que compartían un amor maldito- comentó de pronto
¿Un amor maldito?
-¿Qué tanta maldición puede llegar a caer sobre algo tan bello?-murmuré desconcertado
-El no escoger de quien te enamoras causa aquello ¿sabes? , puedes errar enamorándote, solo porque en ocasiones el destino es cruel y se divierte con nosotros-
Blake no me miraba, pero sus palabras traían un dolor palpable
-¿Ese es tu caso?- aventuré parándome frente a él
-Tu amabilidad con personas ajenas a ti puede ser peligrosa Mat-
Fruncí el ceño
-¿Por qué? Preocuparse por los demás no puede ser malo-
El de ojos negros sonrió y se acercó lentamente a mí
-¿Te preocupas por mí?-
Volví a enrojecer, ¿Qué tenía su mirada que me convertía en alguien totalmente indefenso?
-Sí, lo hago-
-¿Por qué?- susurró delineando la línea de mi mandíbula lentamente
-No lo sé- reconocí sin apartar mi mirada de aquellos ojos
-¿Sabes lo que voy a hacer ahora?-
Lo sabía, lo sabía perfectamente…
-Si-
-¿Y qué harás al respecto?- bajó aún más la voz y con su otra mano me tomó por la cintura
Sentí que el aire se rehusaba a ingresar a mis pulmones
-Nada- acepté cerrando mis ojos
Blake me besó, primero uniendo nuestros labios lentamente, causando que mi corazón comenzara a latir desesperadamente
¿Qué era esto?
¿No amaba yo a Erick?
¿Entonces por qué me sentía de esta manera con él?
El beso se intensificó y me aferré de su cuello con fuerza, cuando nos separamos me negué a abrir los ojos
-¿Quieres regresar?-
Negué suavemente
Caímos sentados sobre la arena y él me abrazó
-Siento como si te conociera desde hace tiempo- susurré
Blake se tensó pero fue apenas perceptible
-Recordaría tu rostro, cualquiera lo haría- respondió entrelazando nuestros dedos
Suspiré
No quería pensar en Varick, ni en mi hermano, por esta vez, solo miraría el mar en silencio…
.
.
.
-No quiero entrar- me lamenté observando mi casa
Sabía que mis padres iban a estar realmente enfadados y no quería ver sus expresiones
Blake se quitó el casco y me miró fijamente
-Así como eres capaz de tomar tus propias decisiones, debes ser capaz de afrontarlas- sentenció quitándome el casco
-Pero…-
-Ellos deben estar preocupados por ti, debes entrar-
Suspiré profundamente
-Gracias por todo…no sabes cuanto me ayudaste-
El castaño asintió, por primera vez noté que tenía un piercing en la oreja
-¿Señorito?-
Giré mi cabeza, el chofer de papá me miraba fijamente
-¡Señorito! ¡No sabe lo preocupados que estábamos!- exclamó el hombre
-Creo que debo entrar- murmuré observando al hombre entrar a casa, probablemente para avisarle a papá
Di un par de pasos hacia mi casa pero luego me giré
-¿Volveré a verte?- pregunté preocupado
Blake sonrió mientras volvía a ponerse el casco
-¿Volverás a escaparte?- respondió subiéndose a su motocicleta
-¿Matthew?-
Palidecí al escuchar a mi padre, justo en el momento en que salió de la casa, Blake aceleró y se perdió rápidamente
-Entra ahora Matthew-
Suspiré profundamente antes de seguirle
En cuanto puse un pie dentro de la casa apareció mi hermana
-¡Apareciste!- exclamó abrazándome
Sentí un deja vu increíblemente intenso
-Es bueno verte- comentó Derek sonriendo
A su lado Erick me miró con frialdad
Sentí una puñalada en el pecho pero continué mi camino
Nuevamente estaba sentado en el estudio de mi padre
-¿Por qué te escapaste?-
-¿Dónde está mamá?-
Papá me miró fijamente
-Tienes suerte, tu tío Lucas lo invitó a las termas y no volverá hasta dentro de unos días, no quise preocuparle, por eso no le avisé-
Respiré mucho más tranquilo al escuchar aquello
-¿Por qué te escapaste?- repitió la pregunta mi padre
Bajé mi mirada automáticamente, estaba muy enfadado y para cualquiera observarle directamente a los ojos en ese estado era atemorizante
-Necesitaba aire…-
-¿Necesitabas aire? ¿Y por eso dejaste incluso tu teléfono celular? ¿Crees que no nos preocupamos por ti?-
-¡No es eso!- exclamé inmediatamente
Pero no había forma de responder sin mentir, sencillamente, decirle la verdad estaba fuera de cualquier posibilidad
-¿Entonces qué? Ya es la segunda vez…¿Debería poner rejas en tu ventana?, huir de los problemas no los soluciona Mat-
Asentí
-Por ahora pasarás el fin de semana en casa, pensando en lo que hiciste, no olvides que somos tu familia y estamos aquí para ayudarte-
Eran las palabras más duras que había escuchado provenir de él en mi vida, observé por unos segundos a mi padre, su expresión denotaba lo frustrado que se sentía
-Vete- ordenó
Me puse de pie inmediatamente
-Lo siento- me disculpé antes de salir
Frente a mi habitación estaba Erick con los brazos cruzados y una expresión de total frialdad en el rostro
Recordé el beso que le había dado a Blake y tuve que mantener mi mirada fija en el suelo
Hace nada habíamos prometido serle fiel el uno al otro y yo había hecho eso
¿Qué demonios pasaba conmigo?
-¿Es necesario que pregunte?- preguntó mi hermano mirándome con furia contenida
Por primera vez pensé que era totalmente idéntico a papá, incluso la forma de mirar era la misma
-No- susurré perdiendo el habla
-Bien, porque esto se terminó Mat- sentenció con voz helada
Erick pasó a mi lado con la frente en alto, mi corazón se detuvo en ese momento
-Erick…- le llamé suplicante aferrándome de su brazo
-Puedes estar feliz ahora, volveremos a ser hermano, tal y como querías- siseó soltándome con fuerza
-¡Te juro que…!- exclamé intentando explicarme
Erick entrecerró los ojos y me empujó contra la pared apretando mi cuello con su mano izquierda
-No voy a estar contigo cuando eres incapaz de controlar tus actos, no estas ni remotamente seguro de lo que sientes y lo sabes, así que deja de hacernos daño y apártate de mí, hermano-
Jadeé en busca de aire pero no luché por soltarme, sentía las lágrimas acumulándose en mis ojos y no quería llorar frente a él
No cuando todo era mi culpa…
-¿Por qué tienes que ser tan cercano a Derek?- reclamé con la poca voz que me quedaba
Mi hermano apretó su agarre
-¿No te prometí una relación estable? ¿No te dije que te sería fiel? ¿Qué te haría feliz? ¿Qué es lo que buscas en mí? Es obvio que no has sido capaz de encontrarlo-
-Yo…-
-¡DIMELO!-
-¡Erick!-
De pronto apareció Derek y consiguió que mi hermano me soltara
-¿Cómo se te ocurre hacer eso?- le reclamó el de ojos azules enfadado
Pero mi hermano no respondió, ni siquiera me miró
-¿Estás bien Mat?-
Miré a ambos por unos instantes
-Lo siento- me disculpé antes de correr a mi habitación
Solo cuando pude esconderme en el baño me permití llorar
¿Qué había hecho?
“¿Volveré a verte?...”
“¿Volverás a escaparte?”
.
.
.
Los sentimientos nos traicionan
Los sentimientos nos encadenan a determinadas personas y provocan que seamos inútiles a la hora de tomar ciertas decisiones
Por eso debes escucharme…
No importa que tan terco seas, tienes que escucharme…
Temer por la vida de alguien como tú…¿Cómo no habría de hacerlo?
Pero no entiendes, no quieres escuchar, no quieres obedecer, y aunque antes eso pudo haber sido de mucha ayuda ahora solo es un estorbo
¿Qué acaso no le has tomado el peso a las palabras que tantas personas se preocupan de repetirte?
Sigues empecinado en un amor que jamás funcionará
Un amor que nosotros mismos nos encargamos de maldecir y destinar al fracaso
No tiene sentido, en esta realidad siquiera intentar luchar por él
No importa lo valiente que seamos, o qué tanto lo deseemos
Si decides mantenerte a su lado todo estará acabado
¿Si me arrepiento de lo que he hecho?
Claro que sí, de muchas cosas, día y noche, pero no tiene sentido, no tiene sentido intentar cambiar el pasado…
Nuestro pasado viene marcado con sangre por lo que pasó hace años, y nosotros nos encargamos de manchar nuestro presente…y de paso nuestro futuro…hermano
Olvida la magnitud de estos sentimientos, olvida que nos conocimos, olvida que alguna vez nos besamos o hicimos el amor
Es la única forma en que puedo salvarte
Max