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En una ocasión, le pregunté a un amigo sobre un hecho en particular.
Le pregunté que pensaba si dos personas se amaban, pero una de ellas perdía la memoria y olvidaba a la otra.
La persona que perdía la memoria cambiaba sin darse cuenta, pues el haber conocido a la otra parte le había hecho conocer una parte de su propia personalidad que antes desconocía.
La persona olvidada por su parte, también cambiaba. Pero no se trataba de un cambio para bien, pues al saberse olvidado por aquel a quien amó, al caer en la cuenta que esa persona no fue capaz de cumplir tan siquiera una promesa de las que le había hecho, se vio a la deriva.
No supo como sobrellevar algo así, y en lugar de mantenerse a su lado, esperando tal vez en un último (y desesperado) intento, que la otra parte le recordara, se alejó, y se convirtió en algo que jamás estuvo destinado a ser. Alguien frío, alguien calculador, alguien dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos…alguien que no era.
Mi amigo (inconsciente de muchas implicancias detrás de la historia) me respondió con una sinceridad abrumadora. Me dijo, en breves palabras, que si al perder la memoria había sido capaz de olvidar a la otra persona, sencillamente, no se trató de amor. En especial si con el pasar del tiempo no dio muestras de recordarle.
No era amor.
Así de sencillo y de duro
Así de honesto y a la vez así de demoledor
Entonces comprendí que para aquel que cambió totalmente, para aquel que fue olvidado, resultó mucho más fácil convertirse en algo que no era, alejarse de todo e incluso nublar su mente, que aceptar que aquellos sentimientos que nacieron en él lentamente y se apoderaron de su ser…jamás fueron correspondidos…
Y una gran duda asaltó mi mente
¿Cómo saber entonces si el otro no se engaña a si mismo al asegurar que te ama?
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------------------------------------------------------Evan-----------------------------------
En teoría muchas cosas debieron haberse solucionado entre nosotros…
En teoría
-¿Están peleados entre ustedes?-
Papá nos miraba con cierta curiosidad, a su lado, Vin comía tranquilamente de su plato
Tragué duro y sonreí lo mejor que pude intentando ocultar cualquier expresión de tristeza o molestia
-No-
-Si-
Respondimos al mismo tiempo
Papá bufó
-¿Y se puede saber por qué?-
Me giré hacia Max alzando una ceja
-Yes, ¿Se puede saber por qué?- pregunté yo
Mi gemelo se encogió de hombros
-Cosas de hermanos- respondió brevemente
Fruncí el ceño con molestia
-Of course, cosas de hermanos…cosas sin importancia ¿no? Lo TIPICO que pasa entre hermanos- siseé
-Evan…-me llamó Kevin mirándome fijamente
Me encogí un poco en mi asiento
-Lo que sea que haya pasado, deberían solucionarlo y así evitan crear en la familia un ambiente como este- sentenció
A su lado nuestro padre asintió
-Ya no tienen cinco años como para que nosotros vayamos tras ustedes intentando arreglar sus peleas-
Me mordí el labio inferior con fuerza
¿Cómo solucionar algo que ni siquiera sabía, existía?
-Laven los platos, tal vez así hablen algo- sentenció Nathaniel cuando terminamos de comer
Me crucé de brazos, si teníamos nana, ¿Por qué necesitábamos hacer eso nosotros?
-¿Qué esperas? ¿Qué te lleve en brazos?- espetó Max cuando nuestros padres desaparecieron
-¿Podrías decirme cual es tu maldito problema?- repliqué mirándole con furia
-¿Creíste que con un acostón íbamos a llevarnos de maravilla? El sexo, hermano, aunque no lo creas, no soluciona todo-
Rodé los ojos
-Pues nadie lo pensaría si te hubiese visto después de terminar- me burlé
-Oh, por favor Evan, cualquier hombre que haya podido relajarse un poco metiéndose en algún agujero caliente estaría tan tranquilo como yo-
Retrocedí producto de sus palabras
Jamás me habían dolido tanto, no porque fuesen hirientes, sino porque me estaba humillando
-Vete al demonio maldito imbécil, ¿Querías alejarme de ti? ¡Felicitaciones! Lo estás haciendo perfecto-
-Evan- susurró tomándome del brazo
Me zafé de su agarre con fuerza
-Comienzo a cansarme ¿sabes?- murmuré sin girarme a mirarlo
-Ya no sé que hacer-
Se paró frente a mí, su cabeza gacha y sus manos como controlándose
-¿De qué hablas?-
Los ojos celestes de mi hermano finalmente me miraron, había dolor…había desesperación
Jamás le había visto de esa forma…
Estaba siendo sincero conmigo…
-Max…-susurré acercándome lentamente
-Ya no puedo alejarme de esto ¿sabes?, no puedo hacerlo sin dañarte…y hace mucho tiempo que me arrepiento por ello…si no me hubiese metido en todo esto…tal vez las cosas hubiesen sido diferentes…y ahora tengo que hacerte daño, ahora tengo que conseguir que me odies para que esto se vuelva un poco, solo un poco más fácil para mí… ¿No puedes odiarme?-
Negué suavemente y acaricié su rostro con mis manos
-¿Cómo podría odiarte? Incluso aunque lo deseara, esto que tengo aquí me lo impide- sentencié tomando su mano llevándola a mi pecho
-No está bien, nosotros solo tendríamos que ser hermanos-
Tragué duro
-¿Es eso lo que quieres?- realmente no quería hacer esa pregunta
Porque no estaba seguro de poder soportar la respuesta
-Me gustaría decir que sí…pero no puedo ser tan desgraciado para decirlo después de todas las veces en que nos hemos acostado-
Al menos seguía siendo un poco sensato
-¿Entonces que esperas? ¿Tan difícil sería intentar algo en nuestras posiciones?-
-¿Y si me mandan matar a alguien que quieres?-
Ladeé mi cabeza
-¿A alguien que quiero?- repetí desconcertado
-Si me dan como misión matar a Benjamín…o a Matt… ¿Qué harías?-
Me estremecí de solo pensarlo
-Tú no harías algo como eso…-
Hubo un brillo en su mirada que me hizo estremecer
-¿No?-
-No, no lo harías- aseguré convenciéndome en el proceso, e intentando convencerle a él también
-Tú confianza en mi juicio es abrumadora…espero que jamás me vea en la necesidad de tomar una decisión de ese tipo…-
Yo también lo deseaba así, pero no lo reconocería en voz alta
-¿Entonces?- insté
Quería que me respondiera, quería que me dijera que me amaba…
O al menos que estaba intentando hacerlo
Cualquier cosa, cualquier palabra que saliera de sus labios era preferible al silencio que nos envolvió
-Lo siento-
El aire pareció dejar de ingresar a mis pulmones cuando él dejo salir aquellas palabras
-¿Lo sientes?- repetí con voz ahogada
Max suspiró
-No puedo ser tan egoísta como para aceptar aquello…no importa si lo deseo o no, por favor, entiéndelo-
Sonreí con amargura
-¿Qué se supone que debo entender? ¿Tu cobardía? ¿Tu incapacidad para luchar por aquello que quieres?...-
-Solo intento evitarnos más dificultades, ¿No lo ves? Si estamos juntos todo se volverá aún peor…-
-No, te equivocas- le corté con brusquedad
Mi hermano se cruzó de brazos
-Si decidieras estar conmigo al menos demostraría que tienes algo de valentía…-
-Evan- alzó su voz en una clara advertencia
Bufé
-¿Qué? ¿Ahora vas a decirme que es por nuestro bien? ¿Qué prefieres que sigamos fingiendo una hermandad que NO tenemos? Oh…ya sé, tal vez incluso quieras que me lleve bien con Amanda… ¿Es eso?-
-Deja de hablar estupideces-
Mordí mi labio con fuerza, él no gritaba, pero jamás había sido necesario para hacerme daño cuando quería
-¡OH CLARO! ¡YO SOY SIEMPRE EL MALDITO IMBECIL QUE HABLA ESTUPIDECES! ¿PERO QUE HAY DE TI?-
-¡No alces la voz!…nuestros padres-
-¡Y COMO SIEMPRE, TE INTERESA MAS LO QUE PIENSAN LOS DEMAS QUE LO QUE YO PIENSO DE TI O LO QUE TU PIENSAS!-
-¡Detente!- espetó con voz helada
Pero ya me había hartado
Había luchado como un imbécil patético por él…
Me había arrastrado de mil formas…
Y él seguía en esa posición tan ridícula
-¿Quieres ser un maldito enfermo viéndome luchar por ti como un idiota, humillándome, arrastrándome?-
Y lo que me respondió fue suficiente para que se ganara el golpe que le di
-Cada uno lucha como puede ¿no?-
PLAF!
Max entrecerró los ojos y se llevó una mano a la mejilla
-¿Querías que siguiéramos fingiendo que nos llevamos bien? Pues cuanto lo siento honey…pero no voy a mentir una sola vez más por alguien tan despreciable como tú…eres un maldito cobarde… ¿Cuándo de convertiste en eso?- siseé sintiendo las lágrimas bajar por mi rostro
Mi gemelo me empujó contra el mesón consiguiendo que me enterrara la punta de este en el costado, pero eso no le importó en lo más mínimo, pues sus manos rodearon mi cuello con fuerza
-¡Deja de hablar de esa forma! ¡Tú no sabes…!-
-¿QUE SE SUPONE QUE NO SE? ¿QUE ERES TAN PATETICO QUE A PESAR DE NO DESEARLO DEJAS QUE ESA ZORRA TE SOMETA? ¿QUE SOLAMENTE TE QUEDAS DE BRAZOS CRUZADOS MIENTRAS TE DAN ORDENES?...-
-¡CALLATE DE UNA MALDITA VEZ!- estalló mirándome con verdadero odio
Sonreí a pesar de que su agarre había duplicado su fuerza
-¿Es eso? ¿Quieres matarme? ¡PORQUE SI ME MATAS SERA LA UNICA FORMA QUE ENCONTRARAS PARA CALLARME ESTUPIDO COBARDE!-
-¡DEJA DE DECIR QUE SOY UN COBARDE! ¡AL MENOS NO TENGO UNA SUCIA REPUTACION DE RAMERA COMO TU!-
Abrí los ojos increíblemente sorprendido, y algo se rompió en mi pecho
-¿Hijos?-
La voz de nuestro padre me llegaba algo lejana
-Puede que tenga esa reputación, pero a ti no debería importarte ¿no?, soy yo el que se anda humillando diciéndote que te ama…-
-¡No lo digas!-
Max me soltó pero fue solo para arrojar todo lo que había sobre el mesón
Comencé a reírme
No era una risa alegre, claro que no
Era una risa que anunciaba lo estúpido que era seguir luchando contra sus malditas decisiones
Una risa que de alguna forma anunciaba nuestro fin
-¿De qué te ríes?- exclamó
-¡TE AMO!- grité con todas mis fuerzas
Nos quedamos mirando fijamente
De pronto, algo nubló la mirada de mi hermano y provocó que volviese a observarme con odio…
Y sus manos regresaron a mi cuello
No me quejé…
Si había alguien que podía matarme sin que yo diese lucha alguna era él…
Y Max lo sabía
-¡CALLATE, MALDICION!-
-¡NO LO HARE, TE AMO!-
-¡DEJA DE DECIRLO!- exigió apretando increíblemente su agarre
Me estremecí producto del miedo, el aire comenzaba a escasearme, pero lo que me hizo temblar de pavor fue intuir que incluso con ese agarre, él no estaba ocupando toda su fuerza
Jamás podría representar un obstáculo alguno para él
Mis manos, que hasta el momento habían reposado inmóviles a mis costados se movieron para rodear su cintura y acercarle aún más a mí
-Ya te lo dije, no importa cuanto intentes negarlo, jamás dejaré de decir que te amo, porque a diferencia de ti no soy un maldito cobarde temeroso de sus propios sentimientos…-susurré mirándole fijamente
No aflojó su agarre, pero pareció comenzar a luchar por calmarse
A mí alrededor, todo comenzó a dar vueltas, ¿Significaba esto que me iba a morir?
Sonreí, no sonaba tan mal
-¡MAXIMILIAM!-
-Deja de decirlo… ¡DEJA DE DECIRLO!- mi hermano me sacudió violentamente
Entrecerré los ojos
-Te amo…te amo…te amo…-repetí como si se tratara de una oración
-¡SUELTA A TU HERMANO!-
¿Era papá?
-¡NO! ¡DEJA DE DECIRME ESO! ¡ENTIENDELO! ¡CALLATE DE UNA VEZ!-
-Te amo…te amo…-
Mi voz cada vez se me hacía más extraña
Una figura apareció y el cuerpo de mi hermano se alejó de mí
Sentí mis rodillas doblarse y una última lágrima solitaria bajar por mi mejilla…
Sonreí
¿Qué iba a pasar ahora?
¿Seguiríamos jugando a la familia feliz?
¿Y qué iba a hacer yo con estos sentimientos?
Suspiré antes de dejarme llevar por la oscuridad…
Serás muy inteligente Max…pero no tienes idea de lo que es amar
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Me removí lentamente, sentía mi cuerpo muy, muy pesado
-¡Ya está despertando!-
Abrí los ojos y me encontré con el rostro de Vin a escasos centímetros
-¡Por fin!- exclamó, la preocupación latente en su rostro
-¿Hola?- murmuré sin saber qué decir
Me extrañó que mi voz fuese tan ronca, e inconscientemente me llevé ambas manos a la garganta
Kevin suspiró profundamente
-¿Podrías decirme…? ¡¿Por qué tu hermano intentó matarte?!- exclamó lo último con una furia que jamás había visto en él
De la nada aparecieron dos brazos que lo alejaron de mí, entonces advertí la presencia de papá en mi habitación
-Kevin…esa no es la forma…-susurró papá
Cerré mis ojos con fuerza, ¿Así que Max no había dicho nada?
-¡Solo intento que me explique por qué uno de nuestros hijos estaba a punto de matar al otro en la cocina!- replicó Vin temblando
Me estremecí, pues en ese momento noté que ni siquiera se había molestado en maquillarse o algo, profundas ojeras marcaban su rostro y parecía haber envejecido un par de años
-Lo siento- me disculpé automáticamente
-¡No lo sientas! ¡Jamás pensé que las cosas entre ustedes estaban tan mal!-
-Lo siento- volví a disculparme
Era increíble el nivel de egoísmo que alcanzábamos cuando tenemos el corazón roto
Tenía frente a mí a mis padres, luciendo más preocupados que nunca, y en lugar de sentir culpa, me sentía…vacío
-¡Por Dios! ¡INTENTO MATARLO!-
-¡KEVIN!- gritó finalmente Nathaniel sorprendiendo a su esposo
-Gritando no solucionaremos nada, por favor, déjame hablar con Evan ¿Si?-
Vin no lucía muy convencido pero había algo en la mirada de papá que consiguió hacerle salir de mi habitación
Cuando la puerta se cerró tuve miedo
No quería confesar lo que pasaba pero estaba tan herido que sentía, podía dejar salir todo en el momento menos indicado
-Evan…- me llamó suavemente mi progenitor antes de sentarse a mi lado
Sin saber por qué comencé a llorar
Dios…si existes…no permitas que mis padres sepan por qué mi hermano estuvo a punto de matarme
“¿Realmente lo habría hecho?”
Me estremecí y sacudí mi cabeza con fuerza…no quería pensar en una respuesta
-Hijo... ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?-
Aquello solo consiguió intensificar mis lágrimas
La culpa
La culpa que no había sentido en un principio se estrelló contra mí
Yo era el culpable de todo esto…
Si no hubiera insistido…
Y mi padre ni siquiera se molestaba en preguntarme la razón de nuestra pelea, sino que se ofrecía a ayudarme
Ayúdame a que me ame…
O al menos ayúdame a olvidarle…
Por favor…
-No es necesario- intenté sonreír, pero solo conseguí una mueca
Papá suspiró
-Eres más parecido a Kevin de lo que nadie puede llegar a imaginar-
Mordí mi labio inferior intentando ahogar mis sollozos
-Sin embargo…eso no quita que tu hermano haya intentado…matarte…Evan, ¿Eres consciente de lo que eso implica? Eres su gemelo, siempre te ha protegido más que a nadie…incluso cuando hacías algún destrozo él se culpaba… ¿Cómo…?...¿Cómo llegaron a esto?-
Negué suavemente
-¿No me lo vas a decir?-
Volví a negar
Nathaniel suspiró nuevamente
-Incluso ahora… ¿Incluso ahora sigues intentando protegerlo?-
-Fue mi culpa- aseguré
Era mi culpa, todo…
¿Pero como evitar decirle lo que sentía?
Me sentía a la deriva, mi hermano jamás iba a corresponder mis sentimientos, pero parecía que si yo seguía teniendo este amor en mi corazón todo acabaría…matándonos
-Fue culpa de ambos- replicó él con seguridad
-¿Cómo puedes saberlo?-
-Incluso aunque tú hubieses hecho algo para disgustarlo enormemente…jamás, jamás podría tener justificación alguna lo que hizo…hijo, él no estaba dispuesto a soltarte-
Mis manos comenzaron a temblar, no quería entender, no quería comprender lo que había pasado
-Solo…en algún momento esto se solucionará- susurré luchando nuevamente contra las lágrimas
Me sentía indefenso
¿Qué importaba el fingir frente a los demás?
Aquel Evan decidido y dispuesto a jugar con cualquiera…frente a Max no era nadie
Nadie
-Quiero creer en tus palabras hijo, realmente quiero hacerlo, no puedo…ni siquiera puedo intentar comprender qué demonios les hizo llegar a ese extremo y de alguna forma agradezco que haya sido en esta casa…-
Sabía a qué se refería, éramos menores de edad, pero el escándalo que se hubiese armado si todo hubiese ocurrido en público habría sido de proporciones
-No voy a obligarte a hablar, pero quiero que medites lo que pasó, por ahora no será bueno que se vean…solo cuando puedas darme tu palabra, jurándome que algo así no volverá a repetirse, permitiré que veas a tu hermano…ahora descansa-
Papá depositó un beso sobre mi frente y luego sacudió mi cabello antes de marcharse
Cuando cerró la puerta con llave comprendí a lo que se refería con “No permitir que viera a mi hermano”
Me quedé mirando la pared como si se tratara de lo más importante en el mundo
No supe cuanto tiempo pasó, solo podía observar con una enfermiza fascinación la pintura verde…
Me puse de pie lentamente, ¿Qué carajos había pasado?
Me recordaba ahogado por la rabia, por la amargura de saber que él prefería quedarse de ese lado con esa zorra…a estar conmigo
Y luego su mirada cargada de odio, sus manos heladas apretando mi cuello con fuerza y el deseo de que siguiera haciéndolo
¿Quería que me matara?
No, probablemente solo buscaba que él me hiciera suficiente daño como para dejar de sentir amor por él
Obviamente no funcionó
Me paré frente al espejo de mi habitación y observé con lejanía las marcas moradas alrededor de mi cuello. Acaricié suavemente la zona y cuando alcé la mirada me sorprendió ver que estaba sonriendo
-Estamos enfermos- susurré con miedo
Pobre, pobre imbécil…
Pobre tonto que está dispuesto arrastrarse por ti una y otra vez
Pobre alma destruida por tu falta de corazón
Pobres esperanzas que renacen a pesar de que las odio, pobre futuro que nos espera
¿Dónde puedo ir para que borren este amor?
Pobre ingenuo…
Pobre niño…
-Evan…-
Pobre niño sumido es la esperanza de un amor que jamás podrá ser
Porque el amor es de dos y este pobre y patético ser vive en un amor unilateral
Pobre soñador…pobre hermano…pobre hijo
Sin darme cuenta saqué una navaja que tenía guardada en uno de los cajones de mi escritorio
Pobre enamorado dispuesto a entregar todo por quien no vale nada
Pobre amigo, egoísta, caprichoso, pobre de mí
Y pobre de ti, Max, que sin saber serás quien me termine matando…
-¡Evan!-
Jamás había visto mi propia sangre salir de esta forma por mi piel
No se sentía dolor…pues seguía absorbido por aquel vacío que me corroe
¿Puede el vacío ocupar espacio?
Que contradictorio…y a la vez que cierto
Pobre corazón…
Una vida arruinada, un futuro inexistente
¿Cómo pudiste caer en una trampa así?
Un amor que nunca podrá ser…que irrisorio
-¡EVAN!-
Mi sangre comienza a manchar el suelo de mi habitación y solo puedo observar mi pálido brazo contrastando con el rojo de la sangre
Estamos enfermos…
Oh, si lo estoy…
¿Y qué más da?
No importa lo que haga, aunque al principio fuiste un capricho ahora eres mi estúpida razón de vivir
Qué patéticos somos al condicionar nuestra propia vida a la del otro
Si no me amas… ¿Por qué haces cosas así?
¿Por qué cambiaste tu destino por mi seguridad?
Estúpido…estúpido hermano mayor
Sonrió al notar que mis rodillas comienzan a doblarse, esa sonrisa tan vacía que veo reflejada en el espejo
La sangre parece tomar su propio camino en esta habitación…pero no se detiene
No…es igual a nosotros…así como seguirá fluyendo y acumulándose, nosotros seguiremos haciéndonos daños
-¡EVAN! ¿QUE MIERDA HACES?-
A través del reflejo del espejo te veo arrojarte sobre mí para arrebatarme la navaja
¿A quien le importa?
Quédatela…
Quédate con ella y de paso con este amor…
Llévatelo lejos…donde no pueda hacerme daño
-¿No es curioso, Max?- susurré cuando me sentí rodeado por sus brazos
-¿Hola? ¡Necesito una maldita ambulancia en este momento!...-
Esperé que terminaras de hablar para hacerlo yo…
¿No ha sido siempre así?
Siempre he estado esperando por ti…
-¡SOLO VENGAN YA, CARAJO!-
Me aprietas con fuerza
¿Por qué?
-Por favor…muéstrame tu brazo-
Lo extiendo inconscientemente, incluso ahora hago todo lo que me pides
Oh…estúpido corazón, deja de pertenecerle y vuelve a mí
-¡Demonios! ¿Por qué hiciste algo tan estúpido?-
Te siento temblar contra mi espalda, pero no digo nada
¿Estúpido?
Si, probablemente lo sea…pero ¿No se supone que la gente estúpida hace cosas estúpidas?
-Estoy ayudándote- susurro finalmente recargando mi cabeza en tu pecho
-¿Ayudándome?-
Pareces entender de qué hablo porque enmudeces
-¿Y nuestros padres?- pregunto acomodándome en tus brazos
La sangre sigue fluyendo, escapando de mí como las lágrimas…pero eso no me preocupa
¿Acaso tengo que hacer esto más a menudo para que seas un poco más amable conmigo?
Estúpido…
-Salieron…hace un par de horas-
¿Par de horas?
Ni siquiera había sentido el tiempo pasar…
Oh, pobres también ellos que no saben en qué mierda están metidos sus hijos
Que injusta es la vida con aquellos que intentan dar un cambio en su forma de ser…
Que injusto y a la vez que irónico
-Evan, solo…solo te duermas ¿si? ¡MALDICION COMO PASO ESTO!-
Siento que intentas pararte, probablemente en busca de algo que detenga el fluir de mi sangre, pero con la fuerza que me queda te retengo y me giro para mirarte directamente a los ojos
-Déjame ir-
No se si estoy ordenándolo o suplicándolo
-¿De qué hablas? ¡No voy a permitir que te mueras!-
Sonreí nuevamente
-Ya te lo dije…solo intento ayudarte…si me muero…no tendrás que obedecer a nadie… ¿No sería justo que uno de nosotros fuese libre?-
-No digas estupideces-
-No creo estar haciéndolo…- repliqué dejando caer mi brazo sobre mi regazo
-Evan…¡Evan!-
Mi lengua dejó de obedecerme de pronto, él intentó nuevamente pararse, pero sin pensármelo dos veces lo besé
Demonios, seguía siendo mi hermano mayor, seguía siendo mi estúpido gemelo, el imbécil que había decidido el fin de nuestro amor sin tan siquiera preguntármelo
Pero seguía sintiéndose tan bien…tan…correcto
-Te amo…- susurré con voz pastosa
Observé sus ojos, esos ojos que siempre debieron ser idénticos a los míos, pero que jamás lo fueron
¿Cuándo cambiaste?
¿Cuándo sentenciaste nuestro futuro?
¿Cuándo nos convertimos en esto?
Mis ojos se cerraron y a lo lejos una voz parecía hablarme...
“Yo también”
---------------------------------------------------------End Evan----------------------------------------------------
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-¡Hijo!-
Mamá me sonreía mientras se acariciaba el vientre
-¿No van a ser siete meses ya?- pregunté dejándome envolver por su abrazo cuando se acercó a mí
Angel asintió, pero había algo en su expresión que hacia totalmente obvio el hecho que le desagradaba ese número
-En unos días tendré que irme a la clínica- se quejó
Sonreí
-Sabes que ese fue el trato que hiciste con papá…-
-Si, ¡Pero no me he sentido mal en lo absoluto!, siento que está exagerando-
Me preocupó lo seguro que parecía de sí mismo, no es que fuese malo, pero…
Pero papá y él tendrían una discusión si se negaba a internarse en la clínica
-Siempre es mejor prevenir que lamentar- aseguré sonriendo
-mmm…¡Pero que bueno que ya regresaste!, solo con tu hermana esta casa se siente muy vacía-
Aquello me dolió un poco pero lo oculté con una sonrisa
-¿Ya solucionaste tus problemas con tu hermano?-
Me obligué a no cambiar el gesto en mi rostro
-Claro-
-¡Eso es estupendo! De hecho, tu padre lo invitó a cenar mañana…-
Mordí mi labio inferior con fuerza
-Eso es…genial- mentí
Pero él no lo notó
-Iré a preparar la cena, si quiere algo solo dímelo ¿si?-
-Claro-
Angel se marchó y me sentí horriblemente solo, parado a mitad del salón mientras el sol se ocultaba en el horizonte
Reprimí un sollozo e intenté convencerme que era lo mejor…tenía que serlo
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-¿Cómo van las prácticas?- preguntó papá bastante relajado
Frente a mamá, mi hermano sonrió
Sonrió…
Y yo tenía el corazón roto en cientos de trocitos
¿Pero qué importaba si él podía sonreír?
Estúpido niño enamorado
-Muy bien, ya solo me queda un semestre y me titulo-
-¿Y la tesis, va bien?-
-Claro, mis profesores están muy contentos con la idea de…-
Mi mente se desconectó
Ahí estaba, frente a mí, la persona más perfecta que había conocido en mi corta vida
Se parecía mucho en personalidad a mi primo Benjamín, pero Erick era más cariñoso…era atento…era amable…
Con todos menos conmigo
Porque yo le había roto el corazón y en el proceso había destruido el mío también
Un ejemplar perfecto de hombre, tanto física como emocionalmente, ni hablar del ámbito social…
Todo…lo tenía todo…
Incluso cuando se sintió atraído por su propio hermano…incluso entonces consiguió que le correspondiera
¿Perfecto o despreciable?
No me interesaba saberlo realmente
-Matt también ha estado haciendo un buen trabajo- interrumpió de pronto Samantha tomándome por sorpresa
Todos en la mesa la miraron desconcertados
-¿A sí?- preguntó nuestro hermano con desinterés
Apreté mi puño con fuerza, clavándome las uñas de la mano en la palma
-Si, ha mejorado increíblemente en muchas cosas…además, sigue siendo tan humilde como siempre, algo no muy usual entre nosotros- espetó mi melliza mirando con rabia mal contenida a Erick
-Mira tú- replicó el mayor sin siquiera mirarla
Estuve a punto de llevar una mano a mi pecho, intentando menguar en algo el dolor de mi corazón
-Si, tiene muchas cosas que otros…desconocen, no importa que tana alto llegues o de dónde provengas, no debes olvidar que jamás es necesario pasar a llevar a tus semejantes-
-¿Me lo dices a mí?-
No pude ver la expresión de mi hermano en ese momento, pero supuse que tenía el ceño fruncido
-¿A quién más están halagando como si se tratara del mismo Dios?-
Alcé mi cabeza, a mi lado, mamá se removió incómodo
-¿Hay algo que te moleste hermanita?-
-Tú me molestas- siseó Sam
-Samantha- le llamó la atención papá
Pero ella no se dio por aludida y miró con sus ojos verdes idénticos a los de nuestro progenitor, directo a mi hermano
-No me agrada tu presencia, no después de como has tratado a mi hermano- sentenció con tanta calma que parecía estar hablando del clima
-Hermana- la llamé intentando detener esto
Ciertamente, cuando me vi solo en casa y ella llegó, terminé contándole todo…
Me sentía solo y a pesar de que ella siempre fue una persona con mucha más personalidad que yo, era, además de mi melliza, mi mejor amiga
Toda una vida escuchándome…
Y ahora sentía que me había alejado inconscientemente de ella…
Tal vez por eso no me resistí cuando me preguntó que carajos pasaba con Erick
-Cualquier problema que yo haya tenido con Matthew, jamás fue de tu incumbencia- sentenció el rubio con una frialdad que me entristeció
-Hijos, pensé que habían resuelto sus problemas- habló Angel mirándonos alternadamente a mí y a Erick
-¿Solucionar?- se rió Samantha
Cerré mis ojos, estaba cansado
-Incluso aunque pienses de esa forma, Matt es mi mellizo, y yo no me he olvidado que como somos hermanos, debemos protegernos, no hacernos daño- espetó ella sin alterarse
-¿Y qué pruebas tienes tú, de que YO le he estado haciendo daño a él?- me señaló con furia en la mirada
Me apegué a mi silla, aquello había dolido como una bofetada
-¿No lo estás haciendo ahora? ¡No seas hipócrita Erick!-
De pronto todo comenzó a girar a mí alrededor
-¿Hipócrita yo? ¿Por qué tengo que ser yo el malvado aquí? ¡Actúas como si la única víctima fuese él!-
-¡Tú eres el mayor! ¡Deberías cuidarlo, NO DAÑARLO!-
-Es suficiente, si tienen que hablar de algo, lo harán cuando terminemos de comer- habló papá con dureza
Me estremecí
-Permiso, tengo que ir al baño- me puse de pie violentamente
Necesitaba vomitar, me sentía horriblemente mareado
¿Por qué teníamos que discutir?
No quería alterar a Angel… no cuando faltaba tan poco para que nuestros hermanitos nacieran
Tampoco quería que Sam peleara con Erick por mi culpa
Cerré la puerta del baño y me dejé caer de espaldas contra la puerta, apenas había comido, pero me sentía horriblemente mal
Observé mis manos, estaban temblando
Sorpresivamente, una arcada me sacudió y tuve que correr hasta el escusado, devolviendo lo poco que había comido en el proceso
Si hubiese sabido…
Si hubiese sabido que involucrarme con mi hermano traería estas consecuencias…jamás lo habría hecho
-¿Matt?-
Palidecí al escuchar su voz
¿Qué hacía aquí?
-¡Estoy bien!- exclamé como pude mientras mi estómago se retorcía
-¿Estás vomitando?-
Una arcada aún más violenta me impidió responder, ¿Por qué seguía intentando vomitar si ya no quedaba nada más en mi estómago?
Mis ojos se habían humedecido producto del esfuerzo que estaba haciendo…y a la vez por el dolor
-¿Matt?-
-¡Un momento! ¡Ya salgo!-
No entres…no entres…no lo hagas
Observé la puerta y me odié por haber olvidado ponerle seguro
Ya no había posibilidad de solucionarlo, no me sentía capaz de ponerme de pie
Me eché hacia atrás y mi espalda chocó con fuerza contra las frías baldosas de la pared
-Voy a entrar-
-No…no lo hagas- susurré sintiendo como las lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas
La alta figura de Erick apareció al abrirse la puerta, no lucía enfadado, como en la mesa, sino más bien preocupado
-Matt…-
Cerré mis ojos dejando escapar un suspiro
-Vete- supliqué agachando mi cabeza para evitar que me viera llorar
-Hermano-
Me sacudí al escuchar aquello
Ya no quería ser su hermano…
Sentí como tomaba mi barbilla suavemente y alzaba mi rostro
-Por dios…estás…tengo que llevarte con papá-
Sonreí de lado a pesar de que no podía dejar de llorar
-No quiero un médico…por favor, no se lo digas-
-Pero…-
-Por favor- supliqué aspirando lentamente su aroma
-Está bien, pero mañana te llevaré a la clínica, esto no es normal-
No respondí, me dediqué a observar su borrosa figura inclinada frente a mí
-Matt…-
Mi respiración se detuvo cuando se acercó aún más a mí, pero solo fue para limpiar mis lágrimas
-Yo…yo no quería hacerte daño-
Sus palabras provocaron que mi pecho doliera aún más
-¿Entonces por qué lo hiciste?- espeté sin energía
-Por hoy…por hoy olvidemos todo ¿si?-
En un instante me vi rodeado por sus brazos intenté escapar, alejarle, pero jamás iba a tener fuerza suficiente como para conseguirlo
-Pequeño…-
-¿Por qué me haces esto?- me quejé apoyando mi rostro en su pecho
-Lo siento…-
-Incluso ahora, incluso ahora no puedo evitar sentirme feliz de esta forma…no seas tan cruel conmigo…-sollocé intentando detener el latido presuroso de mi corazón
-…-
No era justo…
Nada de esto era justo…
Si amas a otra persona, ¿Por qué haces esto?
-No quiero…no quiero tu maldita lástima, aléjate de mí-
Erick se me quedó mirando totalmente sorprendido
Supuse que mis palabras no fueron para nada convincentes, porque estaba temblando entre sus brazos y seguía sin poder dejar de llorar
-No puedo hacerlo…sabes que no puedo-
Me estremecí violentamente cuando su agarre aumentó
-Entonces ¿Por qué me dices que amas a alguien más?… sabes que no podría hacer nada para alejarte de él… entonces quédate con él, pero déjame solo- supliqué
Mi hermano acarició mi cabello lentamente
-Soy egoísta…deberías odiarme, ¿Por qué no lo haces?-
Sonreí permitiendo que mis brazos rodearan su cintura
-¿Cómo podría odiarte? Aún no termino de perdonarme el haberte hecho daño-
-Matt…-
-Incluso cuando me dijiste que ahora estás con Derek, incluso cuando me confesaste que lo amabas a él… ¿Cómo no culparme por haberte traicionado?, sé que no debí besarle, sé que debí confiar más en ti…pero…pero no soy nada comparado con Derek-
-Shh…por favor, no sigas-
Mordí mi labio inferior con fuerza, tal vez porque el mareo aún no se iba, o porque mi estómago cada vez dolía más, ya no me importaba confesarle todo lo que pensaba
Aunque no solucionara nada, al menos me sentiría un poco más liviano…
-Tú y él hacen una hermosa pareja ¿sabías?, ni siquiera podría guardarle algún rencor, porque estuviste con él primero, además, él no te ha engañado ¿no?...-
-No hables de esa forma-
Golpeé su pecho con mi puño derecho
-Y ahora… ¿Qué hago con lo que siento?, debería odiarte, sí, debería hacerlo, por hacerme ver que te amo y luego darte cuenta que tú amas a otro…- sentencié golpeando nuevamente el mismo punto
Su corazón…
-Devuélveme a mi hermano…tú, maldito músculo inútil…devuélvemelo, o al menos retrocede el tiempo…-
-Matt…-
Sus brazos me incorporaron y me removí bruscamente hasta aferrarme del lavamanos, abrí la llave y comencé a enjuagar mi boca con mucha agua, sin darme cuenta estaba aumentando mi nivel de brusquedad al recordar sus besos
-Detente…-susurró intentando acercarse, pero yo me giré y lo miré con rabia
-¡Aléjate! ¿Realmente quieres que te odie? Porque terminaré haciéndolo si sigues siendo tan egoísta…- amenacé sintiendo que mis rodillas se doblarían en cualquier momento
Mi hermano estaba parado a dos metros de mí, con esa maldita expresión de neutralidad en su rostro…esa expresión que había heredado de nuestro padre
Esa expresión que resultaba imposible de descifrar para cualquiera…incluso para quienes le conocían de toda la vida
-Apenas puedes sostenerte en pie, ¿Cómo voy a irme?-
-¡Como siempre! – estallé
-Hermano…-
-¡No quiero seguir siendo tu hermano! ¡Dejé de serlo cuando me besaste por primera vez!-
-Pero los demás no saben eso…-
-¡PUES QUE SE ENTEREN!- grité sin importarme quien podría escucharme
-No te comportes de esa forma…-
Ladeé mi cabeza
-¿Ahora asumes tu rol de hermano mayor maduro? Qué patético- espeté con ira
Los ojos verdes de mi hermano me miraron con algo demasiado parecido a la lástima
-Ven, será mejor que descanses-
Sonreí con amargura
-¿Ahora te preocupas por mí?-
En una fracción de segundo Erick tomó mi brazo y me miró con los ojos entrecerrados
-Siempre, SIEMPRE me he preocupado por ti, no digas cosas que no son ciertas-
Intenté soltarme pero no resultó
-¡SI COMO NO!-
-¿CUANDO NO ME HE PREOCUPADO POR TI?-
-¡CADA VEZ QUE ME HACÍAS DAÑO!-
Nos quedamos en silencio, pero él aumentó su agarre sobre mi brazo
-Cuando te dejé ir, me sentí morir, pero cumplí mi promesa de desearte felicidad a ti y a la persona que llegases a amar… ¿No puedes dejarme en paz al menos respetando eso?- murmuré notando como mi corazón volvía a romperse
-¿Es eso lo que quieres?-
Claro que no…
Claro que no era eso lo que deseaba
Deseaba, y necesitaba todo lo contrario
-¡Matt!- exclamó sacudiéndome
Había desesperación en su voz… ¿Tanto así quería escuchar un sí?
-¿ES ESO LO QUE QUIERES?-
Las palabras no salían de mi boca, ¿Estaba esperando un sí?
¿Entonces por qué lucía tan herido?
-¡RESPONDEME, MALDICION!-
-¿Hijos? ¿Están discutiendo?-
Palidecí al reconocer la voz de Angel, automáticamente Erick me soltó y suspiró profundamente antes de abrir la puerta
-¿Erick?-
Mi hermano ni siquiera miró a mamá, solo apresuró su paso marchándose
-¿Matthew? ¿Puedes explicarme lo que pasa?-
Sentí mis ojos inundándose nuevamente y algo, algo que jamás había sentido me obligó a seguir a mi hermano
¿La desesperación?
¿El temor?
No lo sabía…solo presentía que si no le respondía con sinceridad realmente iba a perderlo
Corrí hasta la entrada de la casa, observando como su automóvil salía a una gran velocidad
Mis pies se movieron solos, solo me detuve junto al guardia que custodiaba la entrada de mi casa
-¿Señorito Matt?-
-¿Ese era mi hermano?- pregunté consciente de la respuesta
-El señor Erick lucía bastante descompuesto… ¿pasó algo?-
No me molesté en responderle al hombre y eché a correr, quería a mi hermano conmigo
No quería que estuviera con Derek, y si realmente lo amaba, quería escucharlo una última vez de sus labios
Si era cierto, no importaba cuanto doliese, respetaría su decisión, pero tenía que responder a su pregunta
Corrí desesperado por las calles, como ya era de noche, estaban mucho más vacías, pero hacía un frío horrendo
Me arrepentí de haber salido sin chaqueta alguna, pero ya no podía volver atrás
Incluso mientras corría y el dolor en mi costado aumentaba, recé porque mi hermano hubiese ido a su departamento
Era el único lugar donde podría encontrarle…el único
Mi cabeza dolía y cada vez se me hacía más difícil seguir avanzando, las películas eran un asco al mostrar estas situaciones, siempre la persona que corría detrás de la otra encontraba a quien amaba y a pesar de lucir un poco cansado, no se mostraba ni sudado ni despeinado
La realidad fue que tuve que detenerme varias veces a respirar un poco y cada vez que retomaba mi camino me costaba más y más respirar, cuando finalmente llegué a su departamento, el conserje me dijo que no había visto a mi hermano llegar
Aun así subí hasta su piso y me dejé caer contra la puerta de entrada
Iba a esperarle, no importaba cuanto tiempo tardara
Incluso si me marchaba destruido, no iba a terminar todo esto sin responder a su pregunta
Los minutos pasaron y se convirtieron en horas, mi cuerpo comenzó a entumecerse y no tuve más opción que abrazarme a mí mismo intentando darme algo de calor
Pronto, mis párpados comenzaron a pesarme, pero tenía miedo de dormirme y luché desesperadamente contra el sueño
-Mat…-
Algo me sacudía suavemente, me moví para alejarme de ello
-¡Matt!-
Parpadeé confundido, ¿Cuándo me había dormido?
-¿Qué haces aquí?- preguntó con cierto temblor en su voz
Me puse de pie lentamente producto del sueño, ¿Era mi idea o mi hermano había bebido?
-Yo…eh…- ahora que lo tenía frente a mí, atravesándome con la mirada, me sentía mucho más cobarde que cuando salí corriendo tras él
-¿Angel te envió a solucionar nuestros problemas de hermanos?- se burló
Entonces reconocí el aroma a alcohol que provenía de sus labios
-¿Estuviste bebiendo?- cuestioné desconcertado
-¿Y si así fuera? Tú tienes los labios casi morados…-susurró empujándome contra la puerta
Abrí mis ojos al máximo
-Yo…vine…-
Pero no me dejó terminar porque comenzó a besar mi cuello con intensidad
Me estremecí y buena parte de mi raciocinio se marcho a la China
-Erick…-jadeé intentando alejarle
No es que me molestara, pero realmente quería responder a su pregunta
-¿Mmm…?-
Su mano increíblemente cálida se coló bajo mi camisa, erizándome la piel en el proceso
-¡ESPERA!- grité empujándolo con todas mis fuerzas
Usualmente no hubiese conseguido apartarle, pero probablemente lo logré debido al exceso de alcohol en su sangre
-¿Qué pasa?-
-Yo… ¿Recuerdas lo que me preguntaste?-
Frunció el ceño, intentando recordar
-No me interesa la respuesta- siseó con rabia
Reprimí el dolor en mi pecho
-No me importa, solo vine a responderte…-
El rubio alzó una ceja y se llevó una mano a la barbilla
-¿Y bien? ¿Cuál es tu respuesta?-
Respiré profundamente
-No-
-¿No?-
-¡No quiero que te alejes de mí!- exclamé cerrando mis ojos
El silencio que siguió a mi declaración fue de lo más incómodo, sentía el tiempo pasar, pero mi hermano no decía nada
Finalmente abrí mis ojos con temor, esperando verle enfadado, pero había vuelto a esa molesta expresión de neutralidad que tanto detestaba
-¿Qué dijiste?-
Temblé involuntariamente
-No quiero…no quiero que te alejes de mí, no quiero que quieras a nadie más, solo a mí- acepté luchando por no volver a llorar
-¿Puedes…? ¿Puedes repetirlo? Por favor…- suplicó abrazándome
Mi corazón comenzó a latir con fuerza producto de aquel acercamiento
-Yo…-
-Por favor…-
Tragué duro
-No quiero que te alejes de mí, lamento haberte hecho daño…por favor, no ames a nadie más, pero si es así yo…-
-No, no, no amo a nadie más- negó rápidamente
Alcé mi rostro y me encontré con una sonrisa sincera
Me quedé embobado mirando a mi hermano sonreírme
-¿Cómo dices?- No podía creerlo
-No amo a nadie más, no estoy con Derek, no lo amo, solo a ti…siempre a ti-
Enrojecí violentamente al escuchar aquello
-¿Estás…siendo sincero?-
Mi hermano tomó mi barbilla y me obligó a mirarle fijamente
-Te amo- soltó con seriedad
Volví a estremecerme y sin pensármelo lo besé
Aquel contacto entre nuestros labios consiguió encender algo en mi interior, de pronto todos los miedos, todo el enfado, cada sentimiento que nos impedía querernos se había marchado
-Joder…- jadeó Erick al sentir mis manos acariciando el cabello de su nuca
Sonreí dentro del beso y separé mis labios para permitirle ingresar a mi boca
Un beso con él jamás había sido tan devastador, tan impetuoso…tan apasionado
Me apegué más a su cuerpo y de pronto su mano izquierda acarició mi cintura bajo mi camisa mientras su derecha parecía buscar algo
Ignoré aquello y suspiré intentando permanecer en puntillas por más tiempo para no cortar el beso
De pronto me alzó en vilo y mis piernas se envolvieron alrededor de su cintura como si fuese algo totalmente usual
-Vamos…- me cargó hacia su departamento con increíble facilidad
Mientras cerraba la puerta con su pierna y avanzaba hacia su habitación comencé a sentir cierto miedo
¡Era mi primera vez! ¿Y si solo cometía errores?
Porque…íbamos a hacerlo ¿Verdad?
-¿En qué piensas?-
Aparté mi mirada sintiéndome enrojecer
-Eh…yo…-
Mi hermano sonrió y acarició mi mejilla
-No haremos nada que no quieras…tranquilo-
En lugar de tranquilizarme me estresé aún más, pero justo después de eso sentí el cómodo colchón de su cama chocando contra mi espalda y me tensé
Sus labios delinearon mi cuello mordiendo cada centímetro de mi piel, no pude evitar gemir con fuerza
-Dios…jamás te había escuchado gemir así…-
Por un instante me pregunté si tan siquiera me había escuchado gemir, pero mis pensamientos se evaporaron cuando sus manos subieron por mi torso quitándome la camisa
-Relájate…-susurró con calma pasando la prenda por mi cuello
Una vez semi desnudo noté como mi temperatura aumentaba aún más
-Hermano…-le llamé jadeando
Sus ojos brillaron
-No sé qué tan enfermo suene esto, pero que me llames así me…excita- comentó antes de volver a besarme
Me sentí perdido en ese beso, mis manos intentaban acariciar su piel pero solo podía encontrarme con molesta ropa, gruñí cuando nos apartamos
-¿Qué pasa?-
-Sácate eso- ordené sentándome en la cama
-Hazlo tú- replicó sonriendo con soberbia
Me crucé de brazos
-Tal vez podría considerar no hacerlo…-comencé tranquilamente
-¿En serio?-
Su mano se aferró a los cabellos de mi nuca y tiró de ellos para echar mi cabeza hacia atrás, lentamente comenzó a lamer mi cuello, negándose a subir hasta mi boca
Temblé e intenté que avanzara tomando su cabeza con mis manos, pero él no me hizo caso y el lugar de subir, comenzó a bajar
¿Por qué su lengua se sentía tan bien sobre mi piel?
Cuando llegó hasta mi ombligo me desesperé
-¡BIEN TE LA QUITO YO!- exclamé rindiéndome
Él se apartó totalmente divertido
Me puse de rodillas y luché con el cierre de su chaqueta, me sentía arder por dentro y aquello causó que hiciera todo con mucha más brusquedad que de costumbre
-¿No estás muy necesitado?- se mofó
Sin embargo fue el mismo quien decidió que era inútil verme luchar contra los botones de su camisa y se la quitó en un segundo
-No soy el único- espeté sonriendo
Erick me tomó del cuello y volvió a recostarme sobre la cama, sus besos se volvían más y más intensos con el pasar del tiempo y mis manos no se cansaban de recorrer su torso marcado
Sus labios nuevamente descendieron mientras mis manos comenzaban a temblar con fuerza, esta vez se detuvo en mi ombligo lo suficiente como para conseguir que mi erección doliera
-¡No te detengas!- supliqué enterrando mis dedos en sus hombros
-Como quieras- respondió besando mis caderas
Me removí deseando que me arrebatara el resto de la ropa, hacía demasiado calor en esta habitación
En lugar de obedecer mi silenciosa súplica, desabrochó mis pantalones y metió su mano bajo mi ropa interior
Curvé mi espalda producto de la electricidad que recorrió mi columna en ese momento
-¿Te gusta?- cuestionó macabramente mientras sus dedos acariciaban mi miembro lentamente
Demasiado lento para no contar como tortura
-Si…ahh…- gemí mordiendo mi labio inferior
Los verdes ojos de mi hermano parecieron oscurecerse de pronto y sin pensárselo dos veces tomó mi miembro con sus manos y me dedicó una sonrisa cargada de lujuria antes de llevárselo a la boca
-¡Dioooos! Ahhh…-me sentía arder por dentro y sus manos solo conseguían aumentar mi temperatura
¿Cuánto sería capaz de aguantar?
Su lengua subía y bajaba por toda mi extensión y para volverlo aún más intenso, él no bajaba su mirada
No podía apartar la vista, era lejos lo más erótico que había visto en mi vida
Cuando cerró los ojos fue solo para concentrarse en lo que estaba haciendo, me pegué con violencia contra el colchón, mis manos soltaron sus hombros e intentaron aferrarse de algo en la cama, pero solo tenía las sábanas cerca
-Más…más rápido- supliqué intentando ingresar algo de aire a mis pulmones
Obviamente no me respondió pero me dio a entender que había escuchado aumentando considerablemente el ritmo
Me encogí inconscientemente, intentando que mi miembro estuviese más y más adentro, pero mi hermano me sujetó de las caderas con mucha fuerza y luego subió hasta mi cintura delineando cada centímetro de piel que encontraba a su paso
Sentía mi cabello pegándose a mi frente y no era capaz de imaginar que existiera algo que diese más placer aún…pero lo había y estaba esperando por mí…por nosotros
Mordí mi labio para no gritar cuando comencé a perder la consciencia, en pocos segundos mi propio hermano me había hecho tocar el mismo cielo
El placer se acumulaba en mis poros y a pesar de que no podía parar de gemir, sentía que no era suficiente para expresar que tanto me gustaba lo que estaba pasando
-Ahh…por favor…Erick…-
Sabía que le estaba llamando, pero no tenía idea de para qué, mi mente se había nublado hace tiempo y una corriente eléctrica que bajó desde mi cuello hasta mi espalda me advirtió lo que iba a pasar
-¡Hermano!- le llamé esperando que se apartara
Volvió a mirarme fijamente pero no se alejó
Un par de segundos después me corrí en su boca sin poder evitarlo
Jamás había considerado la posibilidad de tragarme el semen de alguien, pero ahí estaba ese ser rubio frente a mí, mirándome con deseo mientras se relamía los labios
-¿Siempre fuiste tan delicioso? Me arrepiento de no haberte probado antes- soltó con una naturalidad que me hizo avergonzar
-¡No digas eso!- reclamé exhausto
Por un instante me sentí horriblemente cansado, pero sus manos volvieron a acariciarme, esta vez partiendo por mis muslos y mi cuerpo no dudó en reaccionar bajo su toque
-Me encanta que tu piel se erice bajo mis manos- sonrió mi hermano volviendo a besarme
Su boca tenía un sabor mucho más salado, pero no me disgusto, al fin y al cabo, no creía posible que existiera una forma en que sus besos no me agradaran, sobretodo después de haber hecho lo que hizo
Rodeé su cuello con mis brazos apegando nuestros torsos desnudos y disfrutando de su cabello suave bajo mis manos
-¿Te parece si continuamos?- preguntó cuando nos separamos para respirar
Asentí apartando mi mirada
Sus manos resbalaron por mis caderas bajando mi ropa y dejándome completamente desnudo, cuando se quedó mirándome fijamente intenté esconder mi rostro entre las sábanas
Pese a que estaba oscuro sabía que la luz nocturna que entraba por la ventana conseguía iluminarnos
-Hey, no te avergüences…eres hermoso-
Estaba seguro que de haberme comparado con un tomate maduro, no habrían notado diferencia alguna
Pero a él eso poco le importaba, sonrió lujuriosamente antes de dejar una de sus manos sobre mi boca y la otra acariciando mi piel
-Lame mis dedos-
Asentí intentando comprender para qué quería aquello y deslicé mi lengua lo suficiente como para capturar tres de sus dedos
Erick comenzó a jadear bajo observándome, tal vez por ello me atreví a tomar su mano y comenzar a lamer cada uno de sus dedos lentamente, imitando la técnica que él había usado para darme sexo oral
-Mierda, me van a llevar preso si se enteran de eso- gruñó con una voz increíblemente ronca
-Pues yo diré que fue totalmente consentido- sonreí separándome un poco de sus dedos
Aquello pareció hacerle despertar de su trance porque sacudió su cabeza y se inclinó para besarme
-Solo avísame si duele-
Algo extraño comenzó a abrirse paso por mi orificio, jadeé por la sorpresa, no dolía, pero se sentía incómodo
Solo en ese momento había comprendido para qué me pidió que lamiera sus dedos
-Lo siento, pero no tengo lubricante y no creo que sea muy agradable ir a comprarlo con la erección que tengo- se disculpó
No supe si avergonzarme o reírme, así que opté por morder su labio inferior con fuerza
-Así que tienes un lado salvaje…hermanito- susurró colando su lengua en mi boca al mismo tiempo que un segundo dedo se hizo paso en mi interior
Fruncí el ceño, sintiéndome aún más incómodo
Su mano libre tomó mi barbilla con suavidad, era lo único suave que sentí provenir de él, porque su lengua parecía decidida a llegar lo más profundo permitido
-Ahhh…duele- me quejé suavemente cuando ingresó un tercer dedo
De la mera incomodidad había pasado al dolor en un instante
-Tranquilo, va a pasar-
Me obligué en convencerme de aquellas palabras y tiré de su cabello para ladear su cabeza y exponer su cuello
-No voy a ser el único con marcas aquí- sentencié al notar la confusión en su mirada
El cuello de mi hermano lucía mucho más fuerte que el mío y su piel tenía un sabor peculiar…
No era dulce ni salado, pero a la vez resultaba muy agradable
Me aseguré de dejar varias marcas en su cuello antes de permitir que volviese a morder mi clavícula
-Ahhh…ten…cuidado- suspiré sintiendo sus dientes raspando contra mi piel
Un cuarto dedo ingresó y me hizo gritar de dolor
-Duele- me quejé cerrando mis ojos
-No hagas eso, abre los ojos y mírame-
Hice lo que me pidió, a pesar del velo de deseo que cubría aquellos ojos verdes, él estaba intentando transmitirme tranquilidad
“Hasta donde tú quieras” había dicho mi hermano, y en fondo sabía que incluso aunque me arrepintiera a último momento, él se detendría
En un instante sus dedos desaparecieron y me removí incómodo
-Cuando te diga, respira profundamente ¿si?-
Asentí cerrando mis ojos, escuché claramente como se quitaba el resto de la ropa y volvía a acercarse a mí, de pronto algo presionó contra mi entrada, algo más grande que lo que había estado ahí antes…
-No….duele- mordí mi labio para no llorar
-Ahora…respira…vamos-
Inhale profundamente al mismo tiempo que su miembro ingresaba en mi entrada, dolía como los mil demonios y eso hizo que perdiera todo el aire en un solo instante
-¡Duele! ¡Duele! ¡Quítalo!- exclamé intentando alejarme
Mi hermano sostuvo mis caderas con firmeza y terminó de ingresar en un solo movimiento
Sentí mis ojos dejar escapar lágrimas de dolor en ese momento, se sentía como si me estuvieran partiendo en dos y solo quería que acabara pronto
-No quiero…sácalo…-supliqué
-Matt…necesito que te relajes o esto será doloroso para ambos- me pidió
Abrí mis ojos solo para encontrarme con una extraña expresión en su rostro, parecía estar sufriendo, pero había mezclado en su rostro un esfuerzo sobrehumano por controlarse y a la vez sufrimiento
Llevé mis manos a sus brazos e intenté calmarme
Mi respiración intentaba controlarse pero el maldito dolor no se iba, me quedé absolutamente quieto por varios minutos, hasta que sentí como iba cediendo poco a poco
-Ya puedes…- susurré cortándome al advertir lo que iba a decir
-¿Qué cosa?- el rubio me sonrió divertido, en todo ese tiempo no había dejado de abrazarme y murmurarme palabras muy cariñosas al oído
-Ya sabes…-
¿Por qué tenía que seguir siendo tan…EL, incluso en este momento?
-Si no me lo dices no puedo hacer nada- comentó moviendo su pelvis levemente
-Ahhhh…-
Jadeé inconscientemente al sentir una corriente totalmente placentera recorrerme
-Solo…ya sabes… ¡Muévete por favor!- rogué cayendo en su juego
-Como desees-
Los primeros movimientos a pesar de darme placer, también me causaron dolor, no estaba seguro de poder soportar esa mezcla de sensaciones tan intensas por mucho tiempo…
Hasta que tocó una zona en mi interior que me hizo gritar de placer
-¡Ahhhhh! Ahí…ahí- grité deslizando mis manos y enterrándolas en su espalda
-Maldición…no deberías ser tan…estrecho-
Sus palabras me llegaban lejanas, si antes había pensado que conseguía tocar el cielo, ahora parecía caminar sobre el
Poco a poco sus movimientos se volvieron más y más profundos y mi mente me gritaba a través de todo el placer que sentía, que esto era demasiado perfecto…
Como si solo fuésemos parte de dos piezas de rompecabezas…que calzaban exactamente…
Mis gemidos fueron aumentando de tono de forma descontrolada, al igual que la presión de sus manos sobre mis caderas y de la profundidad de cada embestida
Cada movimiento, cada jadeo, cada beso era aún mejor que el anterior
En algún momento del acto sus dientes mordieron mi hombro haciéndome gritar de dolor, no solo había sido una marca, estaba seguro que me había sacado sangre, pero lo ignoré olímpicamente, concentrado en las sensaciones que recorrían mi columna sin detenerse, acumulándose en mi cuerpo y haciéndome casi llorar de placer
Erick fruncía su ceño, concentrado y a la vez ido, cuando noté que me iba a venir por segunda vez sus brazos se apoyaron a los lados de mi rostro y me besó con violencia, como si estuviesen diciéndole que iban a arrebatarme de su lado
Correspondí aquel beso intentando devolverle la intensidad que me entregaba y cuando llegué al orgasmo mordí su labio, esta vez haciéndole sangrar en venganza por lo de mi hombro
Mis gemidos se acallaron, pero los de él no, mientras mi mente estaba totalmente nublada, me acomodó un poco mejor y siguió embistiéndome, perdiendo el control y asegurándose de ir cada vez más rápido, cuando pensé que iba a partirme finalmente en dos, se tensó violentamente y se vino en mi interior
-¡Matt…!- gimió mi nombre con una voz totalmente enronquecida por la lujuria
Aquel líquido caliente solo consiguió hacerme permanecer por más tiempo en el estado de seminconsciencia en el que me encontraba
Jamás hubiese pensado que hacer el amor pudiese sentirse de esa forma… tan intenso… tan violento y a la vez tan sutil…
Cuando volví a la realidad fui consciente que tenía a mi hermano mayor sobre mí, repartiendo pequeños besos sobre mi pecho y acariciando mis caderas de forma insinuante
Abrí mis ojos al máximo, sorprendido por aquello
-¿Erick?- le llamé inquieto por la idea que atravesó mi cabeza
-¿mmm? ¿No te apetece una segunda ronda?- me propuso descaradamente
-¿De nuevo? Pero…-
-No vas a decirme que no te gustó…hermanito-
Jadeé al sentir sus manos acariciando mi miembro
Sus ojos verdes volvieron a hacerme presa de su mirada y decidí dejarme llevar
Si ya lo habíamos hecho una vez… ¿Qué problema habría con extender el pecado?
Suspiré antes de asentir
Después de todo, no existía nada que pudiese negarle a mi hermano…
Nada
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No me arrepentía de haber escogido a Daniel
Mi pequeño era, por lejos, lo más dulce que había conocido
Incluso cuando habíamos terminado haciendo el amor había resultado totalmente sumido y tímido
Era un ser lleno de luz que conseguía volver mejor persona a todos a su alrededor
Incluso cuando su verdadero trabajo salió a la luz no pude considerar alejarme de él
Sabía que tenía una razón muy grande para hacer algo como eso
Y cuando me explicó todo agradecí no dejarme llevar por la rabia y por los celos
Jamás quise hacer sufrir a Benjamín, jamás quise dañarle, pero no podía engañarme y hacer sufrir también a Daniel con ello
Había sido, después de todo, la solución más razonable que pude tomar
Sin embargo…
Sin embargo siempre tiene que existir un PERO
Amo a Daniel, estoy seguro, no hay día en que no piense en sus ojos y en su sonrisa, en sus manos, en su cabello, en su voz diciéndome que me quiere mientras sus mejillas se tornan de un rojo furioso
Y a pesar de ello no puedo alejar de mi mente el encuentro que tuve con Benjamín en aquel callejón
Realmente…
¿Realmente lo hubiésemos hecho?
Solo pensar en aquella posibilidad me hace olvidar por completo a mi tierno Daniel
Pero no es culpa de Daniel que Benjamín parezca rodeado de misterio…y de sensualidad
Todos lo perciben, todos en el instituto notan que aquel ser de piel ligeramente bronceada, cabello castaño y penetrantes ojos negros, parece seducir con cada paso
Es la perfección andante, incluso después de que me confesara lo que había estado haciendo conmigo, alejando a todos de mí para conseguir mi atención…incluso después de enterarme de ello no puedo dejar de pensar que es perfecto
Es como una maldita ilusión óptica, no posee ojos claros, o cabello brillantemente rubio, no, porque sencillamente no parece necesitarlos, y todos concuerdan silenciosamente que aquellas usualmente llamativas variantes en su perfecta silueta serían innecesarias
No…
Los ojos negros que parecen vacíos y a la vez repletos de misterios son mucho más cautivadores que los ojos claros
Son sus rasgos, la perfección totalmente simétrica entre cada uno de sus rasgos faciales lo que lo convierte en sinónimo de seducción…y de perdición
Si amo a Daniel, ¿Por qué no puedo quitarme a Benjamín de la cabeza?
Cada noche es una maldita tortura, una agonía en la que no consigo dejar de imaginar lo que hubiese pasado de no ser interrumpidos
Dios…haz que Benjamín desaparezca de mi cabeza …por favor…
Y también deja que mis instintos asesinos dejen de emerger cuando noto una mirada depredadora sobre él…
Aaron