------------------------------------------------------------------Janus----------------------------------------------------
Jano (en latín Janus, Ianus) es, en la mitología romana, un dios que tenía dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil. Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales.
Jano es citado en la novela de Albert Camus, La caída, donde simboliza la dualidad del personaje entre el pasado y el futuro.
Jano es el dios en el que reside el principio y el fin de todas las cosas, el alfa y omega.
.
.
.
¿Recuerdas cuando nos conocimos?
¿Quién miró a quien primero?
No creo que haya sido algo mutuo…
Aunque siempre lo deseé así
Cuando se convirtió en algo más quise llorar de la alegría
Jamás esperé que aquellos sentimientos que crecieron en mi corazón pudiesen ser correspondidos
Ni siquiera hoy soy capaz de creerlo.
.
.
.
------------------------------------------------------Benjamín-------------------------------------------------
Estaba algo enfadado por mi última calificación en química, vamos, ¿Un nueve punto cinco?, ¿Cómo podía yo obtener esa calificación?
Era indignante, porque yo sabía que todo estaba perfecto en ese maldito examen
Todo
Arrugué con rabia el papel entre mis manos y le dediqué una mirada cargada de indignación a mi nueva profesora
Oh, sería realmente divertido si Felipe siguiese siendo mi profesor…
Pero ese no era el caso, y tendría que batallar con una maldita zorra por el diez que me correspondía
Me puse de pie lentamente y caminé con una apariencia de tristeza hasta ella
Por supuesto, necesitaba la mezcla perfecta de tristeza, sumisión y amabilidad
-Disculpe profesora- comencé con cierta dulzura
La mujer, que probablemente tendría la misma edad de Felipe me miró fijamente
-Dime…-
-Benjamín, mi nombre es Benjamín- me presenté con alegría
Ella no sonrió, pero evidentemente ablandó su mirada
-Dime Benjamín, ¿Qué necesitas?-
Suspiré profundamente y fingí cierto desasosiego
-Sucede que…yo estudié mucho, realmente lo hice y no entiendo…bueno, no entiendo por qué obtuve esta calificación…si cometí un error, sería de mucha ayuda que usted me lo señalara-
Finalmente la mujer sonrió mientras se quitaba los lentes
-Tú eres el mejor alumno del instituto ¿verdad?-
No era una pregunta, en lo absoluto
-No me gustaría recibir esa denominación- mentí descaradamente
-Bueno, pues resulta que detesto a la gente como tú-
Parpadeé confundido
-¿Disculpe?-
Ella amplió su sonrisa
-Detesto a la gente como tú, tan perfecta, incapaces de cometer un solo error…por eso no te di un diez, porque quiero que aprendas que en la vida, no siempre consigues lo que quieres-
Fruncí el ceño, comenzando a molestarme pero automáticamente me relajé
No, ella no iba a ganarme por nada del mundo
-¿Qué puedo hacer entonces para cambiar un poco su forma de pensar?-
-Nada, así que te daré un consejo…resígnate, porque en esta vida no conseguirás lo que desees-
Bajé mi rostro para ocultar mi molestia
-Entiendo, si me disculpa-
Me retiré en silencio y fingí que nada sucedía, era consciente de que ella me miraba continuamente
Cuando la hora terminó sonreí, al parecer tendría un nuevo reto
.
.
.
-¿Qué haces?-
Le sonreí a Evan
-Busco información de nuestra nueva profesora de química-
Mi mejor amigo alzó una ceja pero se mantuvo mirando hacia la puerta del director
-¿Y por qué no se lo pediste a Kyle? El haría cualquier cosa por ti-
Bufé
-No por mí, sino por tenerme en su cama, y por si no lo notaste, él no vino hoy, así que tendré que hacerme cargo personalmente de este asunto-
Mi mejor amigo se encogió de hombros y regresó al exterior de la oficina
Seguí registrando las carpetas y encontré algo bastante divertido…el expediente de Felipe
Sonreí macabramente
-Oh, esto también me servirá-
Separé la carpeta azul y continué buscando la de la profesora amargada, después de varios minutos conseguí encontrarla y también la separé
-Bien, esto es suficiente-
Tomé ambos documentos y aprovechándome también de la fotocopiadora de nuestro querido rector, conseguí copias de aquellos papeles
Justo cuando estaba regresando ambas carpetas a su lugar escuché él sonido del celular de Evan
Cogí ambas fotocopias y salté por la ventana, siempre había agradecido que las oficinas del instituto estuvieran en el primer piso
Caminé tranquilamente hasta que sentí una mano sobre mi hombro, creyendo que se trataba de mi mejor amigo me giré sonriendo, pero mi sonrisa resbaló por mi rostro al ver de quien se trataba
-¿Qué hacías?- me preguntó Aaron con el ceño fruncido
Alcé una ceja
-¿Por qué debería responderte?- repliqué con altivez
-Bueno, no todos los días se ve al mejor alumno del instituto saltando desde la ventana de la oficina del rector ¿no?-
Sonreí sarcásticamente
-¿Y a ti qué te importa lo que haga?-
Aaron se mordió el labio y apartó la mirada
-No vas a decirme que de pronto recuperaste tu interés en mí ¿verdad?, algo así como…”uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde”-
-Te equivocas-
-Entonces déjame en paz, en el preciso instante en que me engañaste nosotros dejamos de deberle explicaciones al otro- siseé
El pelirrojo suspiró
-No quiero verte en problemas-
-¿No? ¿Quién podría creerte si tú eres uno de mis problemas?-
El mayor pareció intentar acercarse a mí pero retrocedió rápidamente
-Yo…aparte del daño que te hice con lo de Daniel… ¿Hay algo más que haya hecho?-
Mi pecho se apretó al escuchar aquello, pero me mantuve impasible
-¿No fue suficiente con lo de Daniel?-
Pero él decidió ignorarme y lo maldije mentalmente por ello
-Si te acercaste a mí con mentiras fue por algo…no creo que solo haya sido un juego…puedes jugar con cualquiera-
Miré el pasto como si fuese algo realmente entretenido, no quería pensar en ello
Quería alejarme de él…para siempre
-Exacto, y como podía jugar con cualquiera, te escogí a ti, pero ya vez que me salió todo mal y resultó que no eres diferente a mí ¿no?-
-Benjamín, estás mintiendo-
Entrecerré los ojos
-¿Cómo podrías saberlo? Todo lo que conociste de mí fue una mentira, y todo lo que yo creí saber de ti también lo fue, al final ambos nos merecíamos lo que nos pasó ¿no?-
Sabía que Aaron estaba intentando atraparme, pero él no sabía que había perdido la memoria…y yo jamás se lo diría
-Incluso aunque intentes engañar a todos, puedo ver en tu mirada, el miedo que sientes en este momento-
Me obligué a extender mi sonrisa
-Eres muy ingenuo Aaron, ahora, si no me necesitas para algo realmente importante, tengo cosas que hacer-
Me giré para marcharme pero su pregunta consiguió desarmarme por completo
-¿Nos conocíamos antes?-
Tragué duro
Mi pecho seguía latiendo dolorosamente, pero solo quería ver a Felipe
Incluso aunque él se burlara de mí, seguiría siendo sincero…aunque solo fuese en ese aspecto
“Como si no estuvieses acostumbrado a las mentiras”
-Por supuesto, nuestras familias se conocen ¿no?-
-No me refiero a eso-
Tuve que hacer acopio de toda mi serenidad para no demostrar lo inquieto que me sentía con sus preguntas
¿Por qué ahora?
¿Por qué no antes?
Cuando mi corazón latía por ti…cuando tú eras lo único que necesitaba para enfrentar al maldito mundo…sin esta máscara
Sin mentiras…
-Entonces estás delirando, tal vez tanto juntarte con Daniel te ha provocado estragos a nivel cerebral, yo que tú voy a un médico- repliqué con indiferencia
Aaron finalmente avanzó y me tomó por la muñeca derecha
-Dime la verdad- ordenó con una voz que jamás había escuchado provenir de él
Estaba hablando en serio…
Tal vez demasiado en serio
-¿Qué te hace pensar que voy a obedecerte?- espeté intentando sacudirme su agarre, fallando miserablemente
Los ojos del mayor me miraban con molestia
-Vas a decírmela por las buenas o las malas, estoy seguro que me ocultas algo, dime Benjamín, ¿Qué hice que te cambió de esa forma?-
Retrocedí al comprender la magnitud de esa pregunta
Porque él estaba haciendo deducciones con demasiada facilidad…
-¿Qué te hace pensar que tú eres el culpable? En el hipotético caso de que yo haya cambiado…no sé de dónde sacas cosas como esas, siempre he sido de la misma forma-
-No es cierto- replicó automáticamente, tirando de su agarre sobre mi muñeca para acercarme a él
Fruncí el ceño
-Comienza a hartarme tu maldita posición basada en argumentos infundados-
-Nos conocíamos ¿verdad?, tú y yo, probablemente nos hicimos amigos…-
Sentí mi corazón comenzando a latir de una forma extraña, era emoción, sí, pero también había miedo
No quería que recordara
Quería que todo siguiera tal y como estaba
¿Incluso esto me era negado?
¿Tanto mal había hecho?
Bien, en ese caso, seguir haciendo daño no cambiaría mi maldito futuro
-¿Amigos nosotros? ¿Quién crees que eres? Si me acerqué a ti fue para burlarme del patético ser que eres, si alejé a todos de ti fue para ver como corrías hacia mí sin otra escapatoria…te cerré todos los caminos excepto el que conducía hacia mi… ¿Crees que alguien como yo hubiese querido ser amigo de alguien como tú?- me burlé procurando sonar sincero
Aaron aumentó su agarre
-No vas a hacerme daño-
Sonreí
-Incluso aunque nuestras familias estén al mismo nivel tú no eres más que un error… ¿Jamás has notado como pareces no calzar con el resto de tu familia? Hasta tu hermana te supera…que patético Aaron-
Observé como alzaba su mano y cerré mis ojos dispuesto a recibir un golpe, que sabía, merecía
Pero la realidad fue que Aaron tomó mi barbilla con firmeza y unió nuestros labios
Me congelé al sentir como me besaba
No se sentía como antes…
Tampoco se parecía a un beso dado por Felipe
Pero mi corazón no parecía decidirse…
Finalmente mi cerebro consiguió el control y sin pensármelo alcé mi rodilla con violencia
-¡AAAAAAAAA!-
El grito de dolor de Aaron probablemente de escuchó por todo el instituto, pero no me importó en lo más mínimo
-Aaron, si crees que voy a ser como Daniel y soportar que estés con otro mientras intentas meterte conmigo te equivocas BASTANTE, así que organiza tus malditas prioridades y deja de molestarme- espeté alejándome
-¡Espera!-
-No, escúchame bien, si quieres hacerle daño a ese niño que dices amar volverás a mí cientos de veces, me importa un carajo, tú eres quien le debe fidelidad a él, no yo, así que si vuelves a intentar algo conmigo estando todavía con él, te juro por lo más sagrado que haré de tu vida un infierno, créeme cuando te digo que NO me conoces- siseé con rabia
Estaba harto de todo esto
Bien, obviamente no me había olvidado y estaba comenzando a recordarme
Pero ya era muy tarde
Muy tarde
.
.
.
-Estás muy silencioso hoy-
Sacudí mis preocupaciones al escuchar las palabras de Felipe
En silencio me acomodé entre sus brazos y mantuve mi mirada fija en el ventanal de su departamento
-Creo que comienzo a entender un par de cosas- respondí con suavidad
-¿Qué clase de cosas?-
Suspiré, ¿Por dónde comenzar?
-Cuando pierdes algo, al final si renunciaste a el o te lo arrebataron sigues lamentándote de la misma forma ¿no?-
-Bueno, la mayoría de las personas pensaría que no, pero lo cierto es que el ser humano no comprende que las reacciones son…instintivas, y el instinto la mayoría de las veces no diferencia razones-
Eso tenía demasiado sentido
Volví a suspirar
Realmente no tenía problemas en contarle lo de Aaron a Felipe, pero prefería hacerlo sin tener que recibir directamente su mirada en el proceso
-¿Qué pensarías si te digo que Aaron me besó ayer?-
Hubo un silencio bastante extraño entre nosotros, estuve a punto de girarme para ver la expresión de su rostro pero finalmente reaccionó
-Te diría que es probable que me haya esperado algo como eso-
Fruncí el ceño, su maldito tono neutral me molestó aun más que el mismo Aaron
-¿Y?-
-Eso es algo que tú debes resolver, no yo-
No supe si agradecer o maldecir el no verle a la cara, realmente sonaba como alguien a quien no le importa un carajo nada
-¿No te importa, incluso si me acuesto con él?-
Me giré, desesperado por observar algo que me hiciera sentir mejor…algo de celos, o rabia
Pero Felipe lucía totalmente impasible, como alguien aburrido esperando que suceda alguna cosa ligeramente relevante
-¿Esperas verme en un ataque de celos?-
Ladeé mi cabeza
-El otro día en el club lo tuviste- respondí recordando
-Varick no es alguien de mi agrado-
-¿Y Aaron sí?-
-Él estaba en tu corazón antes que yo-
Enmudecí, Felipe tenía razón, y nuevamente me sentí demasiado inmaduro a su lado
Él era consciente de que no se podía borrar el pasado, y lo quiera o no, Aaron es parte del mío
Así como estoy luchando porque Felipe sea mi presente y mi futuro
Respiré profundamente y me acerqué a él
-No quiero que me recuerde, creo que ya nos hicimos suficiente daño- confesé apoyando mi rostro sobre su pecho
El rubio me rodeó con delicadeza
-Es inevitable que las cosas sucedan, si él está destinado a recordarte lo hará, lo desees o no, además, estuviste años luchando porque lo hiciera ¿no?-
-Si, pero ahora estoy bien de esta forma-
-No es cierto-
Cerré mis ojos, Felipe me conocía demasiado bien para llevar tan poco tiempo cerca de mí
Recordé a Marisa y su sonrisa ingenua, su largo cabello castaño brillando bajo el sol…
Alguien normal
Alguien que podía escoger lo que quisiera para su vida
Alguien que no tenía que estar fingiendo la mayoría del tiempo
¿Cómo podía el destino ser tan cruel como para ponerla en mi camino?
Sus padres eran los culpables…
-Me gustaría quedarme aquí para siempre- susurré aspirando lentamente su aroma
-Eso es imposible, tarde o temprano nuestros caminos se separarán-
Alcé mi rostro, comenzando a enfadarme
-¿Soy el único positivo en esta relación?- me quejé
-Soy realista, siempre lo he sido-
La maldita inexpresividad en su rostro comenzaba a hastiarme
Incluso prefería verle burlándose de mí
-¿Realmente no te importa lo que pueda pasar con Aaron?-
-¿Tengo que hacerlo?-
Me lo estaba preguntando a mí…
Me quedé mirándole fijamente, analizando cuidadosamente el asunto
Era cierto que ya no quería a Aaron cerca, pero si continuaba insistiendo, si seguía actuando de esa maldita forma, tarde o temprano se ganaría mi odio
-¿Qué es para ti engañar a alguien?-
El mayor acarició distraídamente mi rostro, analizando su respuesta
-Decir algo con aparente sinceridad y actuar de una forma totalmente inconsecuente…si le besas, si te acuestas con él, no voy a felicitarte, pero quiero que seas sincero conmigo, porque debes ser honesto, al menos con quienes dices querer…-
Me quedé observando mis manos como si fueran lo más interesante del mundo
Ser sincero…
-Yo quise a Aaron- solté sorprendiéndome incluso a mí mismo
-Lo quise demasiado, estaba dispuesto a dejar de lado toda esta mierda de fachada solo por él, solo si era capaz de recordarme…- acepté soportando el pesado latir en mi pecho
-¿Pero?-
-Pero cuando tu apareciste me di cuenta que no podía relacionar ambas cosas de esa forma, condicionar algo totalmente propio a la falta de memoria de Aaron, si, soy un maldito que se esconde tras la aparente perfección que todos perciben en mí, pero si Aaron me recordara no podría deshacer todo lo que he hecho…-
-Eso es muy cierto- aprobó Felipe sonriéndome ligeramente
Me estremecí al observar aquel gesto y procuré guardarlo en mi memoria
-Pero tampoco puedo mentirme a mi mismo, o mentirte a ti, Aaron sigue siendo importante para mí, lo quiera o no, es mi pasado…-
El de ojos azules se acomodó en el sofá
-…y a la vez quiero que tú seas mi futuro- confesé apartando mi mirada
El tacto suave de su mano me tomó por la barbilla, obligándome a mirarle y consiguiendo que mi corazón latiera apresurado
Felipe me miró con seriedad
-No puedo ofrecerte eso, ni siquiera puedo asegurarte que estaré vivo en una semana-
Mi sangre se detuvo al escuchar aquello, era demasiada honestidad como para ser procesada
-Sabes que esto está mal, te dije que ibas a sufrir mucho…pero es obvio que eso no puede hacerte comprender realmente en lo que estás metiéndote-
-Pero yo te…-
El sonido de su teléfono interrumpió mi declaración
“Yo te quiero…”
El rubio miró con hastió el aparato antes de contestar
-¿Diga?-
-No, estoy realmente ocupado y no tengo interés en ello-
De alguna forma que respondiera aquello me hizo sentir mejor
-Ya dije que no, si tanto lo necesita que venga a pedírmelo él, adiós-
La llamada fue cortada y Felipe arrojó el aparato sobre uno de los sillones
-¿Puedo preguntar?- cuestioné con curiosidad
-Sabes que se trata de trabajo-
Asentí intentando restarle importancia al asunto
De pronto el rubio se inclinó sobre mí y me besó, tomándome inicialmente por sorpresa pero consiguiendo que una agradable sensación se extendiera por todo mi cuerpo
-Incluso aunque siempre estés mintiéndole a todos, puedo ver lo que hay debajo- sentenció intensificando el beso
Me estremecí y sin saber por qué sentí deseos de llorar
Felipe me hacía demasiado bien como para ser real
Estos momentos…
Los instantes en que podía relajarme entre sus brazos, eran realmente únicos
Cualquier pensamiento parecía dejar de importar…
-No me dejes- supliqué sintiendo un extraño deja-vú
-No lo haré-
Intenté aferrarme a aquella respuesta como si fuera él único salvavidas a mitad del océano más grande del mundo
Necesitaba creerlo
Porque no quería aceptar ese compromiso
Ni tampoco volver a cometer los mismos errores con Aaron
.
.
.
-Hijo, es algo bastante serio-
Observé con tranquilidad a Gabriel
-Sé que lo es, pero en cualquier caso solo tengo dieciséis años, no puedo aceptar una oferta de matrimonio- sentencié ganándome una mirada aprobatoria de mi madre
Los padres de Marisa se miraron totalmente defraudados
-Pero nuestra hija es un excelente partido, no hay razón alguna para…-
-Señora, a diferencia de usted, yo vivo mi presente intentando que un futuro realmente incierto no coarte todo lo que hago ahora- argumenté con toda la amabilidad de la que fue posible
Estaba obligándome a recordar las palabras de Felipe
Tenía que ser fuerte, no podía permitir que mi maldita fachada dominara todas mis acciones
-Eso fue bastante descortés-espetó el padre de Marisa mirándome seriamente
Algo en mi interior se quebró
-Lo siento- me disculpé automáticamente y me odié por ello
¿Cómo carajos no podía recuperar mi personalidad?
Esa que hacía que me enfrentara a cualquiera cuando quería manipularles para conseguir algo
Ahora…
Ahora podía sentir la mirada de mi padre sobre mí, analizando mis movimientos
Él sabía mucho más de lo que iba a reconocer
Y yo estaba encerrado en esta maldita mentira mientras él no confesara algo
Observé fijamente a mi padre, pero él no daba muestras de tener una opinión sobre el compromiso
-Eres un excelente joven, educado, amable, elegante, estudioso, muy inteligente, la pareja perfecta para nuestra dulce Marisa, sabemos que aún es muy pronto para que contraigan matrimonio, pero un compromiso conseguiría acercarles mucho más…-
Tragué duro
“No lo hagas”
-Probablemente tenga razón…- concedí a mi pesar
La mujer sonrió brillantemente
-No queremos presionarte querido…-
Si, como no
-…primero conózcanse, sería de mucha utilidad que pasaran más tiempo juntos, luego puedes darnos tu repuesta-
¿Acaso tenía opción?
Suspiré agradecido cuando mamá consiguió cambiar el tema de conversación
Cuando los malditos padres de Marisa se marcharon me sentí nuevamente en mi hogar, parecía que su sola presencia conseguía alterar hasta el ambiente de la casa
-¿No vas a decir nada?- estalló mamá de pronto
Me giré hacia mi padre, era obvio que él no parecía dispuesto a pronunciarse respecto al tema
-Benjamín es lo suficientemente maduro como para tomar esa decisión el solo-
-¡ES UN ADOLESCENTE!-
Bajé mi mirada consciente de que tenía que fingir…de nuevo
-¿No es acaso el mejor estudiante del instituto? ¿El joven que consigue impresionar hasta a los directivos? Confío ciegamente en las decisiones de mi hijo…-
Apreté mis puños, consciente de que papá estaba dejando entrever un sarcasmo apenas perceptible
-Bajo ningún motivo permitiré un compromiso- siseó Gabriel con aquel tono que aseguraba, esa era su última palabra
Mamá se marchó del salón hecho una furia, sentí cierta lástima por papá, pues sabía que en la noche tendría otra discusión con él
-Yo…-
¿Qué iba a decirle?
“Al principio estaba decidido a negarme, pero mis malditas mentiras comienzan a controlarme…”
-Cuando tenía tu edad cometí un error parecido…- comentó de la nada papá
Tragué duro
-¿Qué error?-
-Mis padres quisieron comprometerme con una chica aparentemente perfecta, pero cuando conocí a Gabriel intenté romper el compromiso…me costó demasiado y me trajo problemas a mí y a mi familia-
-¿Disculpa?-
-¿Por qué crees que jamás has visto a tus abuelos Benjamín?-
Parpadeé comprendiendo recién la razón de la frialdad entre papá y los abuelos
¿Era ese compromiso que él rompió para estar con mamá?
-El caso es, que te pareces más a mí de lo que cualquiera pudiese imaginar, y solo yo soy capaz de verlo-
Cerré mis ojos intentando tranquilizarme
-¿De qué hablas padre?- cuestioné procurando sonar curioso
Papá sonrió, sus ojos negros brillaron con fuerza
-Voy a dejar que tomes tus propias decisiones, aunque eso me cueste dormir en el sofá por la semana que viene…pero no olvides que cada decisión que tomas tiene una consecuencia…procura no arrepentirte después y tu vida será mucho más llevadera-
Observé como se marchaba con ese andar relajado y a la vez elegante que tanto le caracterizaba
Él sabía que yo estaba mintiendo
Probablemente siempre lo supo
¿Tomar mis propias decisiones?
¿Qué parte de mí debía tomarlas?
“Obviamente la que quiere complacer a todos NO”
Suspiré llevándome las manos a la cabeza, necesitaba aire…o mejor dicho una salida a cierto club
.
.
.
-¿Quieres bailar?-
Miré con desprecio a quien me invitaba
-¿Qué te hace pensar que alguien como yo se rebajaría a acercarse a alguien como tú?- repliqué terminándome mi vodka de un sorbo
Maldito alcohol…
Y maldita barra libre que nos obsequió Varick, porque conseguiría volvernos alcohólicos antes de los dieciocho
-Bueno, si fueras un poco más amable podrías ser considerado perf…-
Me giré violentamente y lo agarré por la corbata acercándolo a mi rostro
-Escúchame bien estúpido, en este momento deberías agradecer estar con vida, me importa una mierda si me consideras perfecto o no, así que antes de que consigas terminar con toda mi paciencia LARGATE- grité lo último soltándole
El sujeto retrocedió asustado y se perdió entre la multitud al mismo tiempo que un nuevo vaso con vodka aparecía frente a mí
-Esa actitud no es propia de ti…-
Sonreí con desgano alejándome de la barra
Ya ni siquiera me apetecía estar en este lugar
-Benjamín…-
Me detuve, ¿Por qué Varick me seguía?
-¿Qué acaso no puedo estar en paz ni siquiera cinco minutos?- me quejé sabiendo que a pesar del volumen de la música, el de ojos verdes me escucharía perfectamente
-Ven conmigo-
Una de sus manos me tomó por el brazo y comenzó a tirar de mí suavemente, a pesar de que podía negarme, le seguí, probablemente por curiosidad
Me llevó hasta una de las oficinas privadas del club, esos cuartos ubicados en un aparentemente inexistente tercer piso, porque lo cierto era que aquellos enormes ventanales se veían como simples paredes desde fuera
-¿A qué se debe que me hayas traído hasta aquí?-
-Sabes que no me interesa entrometerme en muchas cosas, prefiero ser un espectador-
Alcé una ceja
-¿Pero?-
-Sucede que recientemente descubrí cierto conflicto de intereses en uno de mis socios favoritos y voy a pedirte un favor-
Esperé pacientemente a que me hablara
¿Realmente necesitaba mi ayuda?
¿Entre todos sus malditos guardias y asesinos?
-Quiero que le…recuerdes que si aceptó mis…servicios, no puede renunciar a ellos cuando se les plazca-
Fruncí ligeramente el ceño
-¿Y yo por qué? Tienes a decenas de asesinos especializados a tu servicio-
-Bueno, resulta que estás involucrado con este socio…-
-¿De qué hablas?-
Intenté recordar las personas que me rodeaban pero ninguna daba con el perfil buscado
-El padre de tu pseudo prometida Benjamín- respondió mirándome fijamente
Tragué duro
¿Así que ese sujeto estaba involucrado en las drogas y el tráfico de armas?
Quien lo diría…
-Repito, ¿Por qué yo?- espeté intentando convencerme de que no era lo que yo creía
Varick sonrió
-Bueno, tómalo como un favor, si consigues lo que necesito eventualmente él dejará de intentar que te comprometas con su hija…-
Obviamente mis esfuerzos no sirvieron de nada, como siempre el de ojos verdes fue totalmente directo
-Bien, lo haré- acepté sin pensármelo mucho
-Eso es lo que me esperaba de ti- comentó con un tono realmente irónico
Entrecerré los ojos
-Pero a cambio quiero algo- sentencié
El mayor me miró sorprendido
-¿Te atreves a pedirme algo?-
Sonreí
-¿Y por qué no? Si tú quieres hacerme un favor es cosa tuya, de cualquier forma yo no te lo pedí, así que estoy en mi derecho de pedir algo a cambio por lo que tú, me has pedido a mí-
Una sonrisa burlona apareció en su rostro
-Escucho-
-Quiero que me cuentes el pasado de mi padre-
-…-
Nos miramos fijamente, obviamente él estaba evaluando la situación
-¿Te refieres a tu padre biológico?-
-No, me refiero a Bastian- repliqué con firmeza
Nuevamente se produjo un extraño silencio
-¿Pretendes averiguar su pasado por alguna razón en específico?-
-¿Te pregunté yo por qué no vas y matas a tu socio?- repliqué desviando el tema
No iba a decirle a Varick por qué quería esa información
Si realmente ansiaba saberlo, tendría que deducirlo solo
-Bien, si haces tu parte yo me dedicaré a investigar a tu padre y te entregaré la información en una semana-
Sonreí satisfecho
-Me parece bien-
Salí de aquella oficina sintiendo que finalmente volvía a tener el control sobre mis acciones
Iba a descubrir cual era el pasado de mi padre, y si era necesario lo utilizaría para evitar que él me ganara
Porque en el momento en que aceptó conocer mis mentiras todo esto solo se resumió a un juego un tanto peligroso
Si él me desenmascaraba yo iba a tener mi as bajo la manga
-----------------------------------------------------End Benjamín-------------------------------------------------
.
.
.
Mi hermana estaba hecha una furia
Arrojaba las cosas de su habitación estrellándolas contra la pared
Y yo solo podía encogerme más en mi cama, deseando que mi melliza se tranquilizara…solo un poco
Sabía que se sentía frustrada, herida y triste…muy triste
Esa conexión que nos había caracterizado desde pequeños se había fortalecido con el tiempo y ahora solo deseaba saber qué era lo que la tenía así
-¡Samantha!-
El grito preocupado de mamá no se hizo esperar, sus pasos se escucharon frente a mi habitación, hasta llegar frente a la puerta de mi hermana
Pero el sonido de cosas siendo arrojadas no se detuvo, es más, se intensificó, asustándome aún más
¿Qué estaba pasando?
-¡Samantha, detente!-
-¡NO VOY A HACERLO!- fue la respuesta cargada de ira de mi melliza
Enterré mi rostro entre mis manos, intentando que el dolor en mi pecho disminuyera solo un poco
-¡Samantha, por favor!-
-¡NO, YA ME CANSE DE LAS MENTIRAS!-
Intenté cubrir mis oídos, el latido pesado de mi corazón me decía que se trataba de algo horrible…
¿Mentiras?
Mamá siempre odió las mentiras…
-¡Hija! ¡Debemos hablar!-
El sonido de algo de cristal rompiéndose en mil pedazos fue la única respuesta que obtuvo Angel
Suspiré profundamente, intentando armarme de valor para acercarme, pero mis propias emociones se confundían con las de mi melliza y no estaba seguro de que fuese buena idea
-¿Qué está pasando aquí?-
La voz de papá consiguió aumentar increíblemente la tensión en el ambiente y de paso detener el sonido proveniente de la habitación de mi hermana
-Sebastian, no es nada importante…-comenzó mamá intentando salvar a su única hija
Pero obviamente era imposible engañar a papá
-Samantha, abre la puerta- ordenó nuestro padre con una voz increíblemente fría
Me estremecí violentamente e intenté cubrirme con la colcha de mi cama
-¡NO LO VOY A HACER! ¡LARGATE DE AQUÍ!-
-Samantha, sabes que no voy a repetirlo por tercera vez, abre la puerta ahora-
Papá jamás nos había hablado de esa forma, cuando tenía que rectificarnos se ponía serio, pero jamás frío…
Comencé a sentir ira, y comprendí inmediatamente que se trataba de Sam
-¡LARGATE DE AQUÍ! ¡TU Y TUS MALDITAS MENTIRAS!-
Palidecí al escuchar aquello
Mi hermana jampas le había faltado el respeto de esa forma a papá
-Samantha, ¿Crees que conseguirás algo bueno alterando de esta forma a Angel?-
Sin pensármelo dos veces me levanté de la cama, acercándome a la puerta
-¡SIEMPRE TE RESPETE! ¡SIEMPRE! ¿COMO TE ATREVES A NOMBRAR A MAMA?-
Mi mano se detuvo a centímetros de la manilla
¿De qué hablaba?
Incluso a través de la extraña mezcla de sentimientos en mi pecho pude notar mi PROPIA preocupación
-Bien, me harté-
Escuché como la puerta de la habitación de mi hermana se abría y yo hice lo mismo con la de mi cuarto
En el pasillo había una extraña escena
Samantha abrazaba posesivamente a mamá, que lucía demasiado pálido, y papá observaba a mi hermana con una expresión increíblemente fría
-¿Hermana?- le llamé suavemente
Los tres se giraron hacia mí y me miraron sorprendidos
-¿Estabas aquí?- inquirió mi melliza notablemente asustada
Fruncí el ceño
-¿Qué acaso no debería?- repliqué comenzando a inquietarme
Papá suspiró
-Matt, ¿Por qué no vas con tu hermano?-
Alcé una ceja
-¿Es la única forma que encontraron para mantenerme alejado de esto?-
-Matt…-
Esa era una voz que conocía perfectamente
Mi pecho se sacudió, pero un temor aún mayor se hizo espacio en mi cabeza
Mi hermano no podía estar involucrado en esto
-Hijo, por favor- me suplicó mamá sin soltar a Sam
Suspiré profundamente girándome y encontrándome con la mano extendida de mi hermano mayor
-Bien- acepté tomando su mano y permitiendo que me sacara de la casa
Mi cabeza estaba hecha un lío, mi hermana jamás se comportaba de esa forma y de pronto se había puesto a destruir su propia habitación gritando que papá era un mentiroso y ni siquiera merecía nombrar a mamá
Estaba seguro que papá jamás se atrevería a engañarle
“¿Entonces?”
El agarre de la mano de Erick aumentó, llamando mi atención
-¿Sabes que le pasó a Samantha?- interrogué intentando observar cada una de sus reacciones
Mi hermano solo suspiró y tiró de mi mano hasta que consiguió que me sentara sobre sus piernas en uno de los escondidos bancos de nuestro jardín
-Probablemente escuchó algo en el instituto y en lugar de preguntarle a papá, comenzó a desquitarse con su habitación- respondió restándole importancia al asunto
Pero yo conocía a mi melliza, la conocía demasiado como para creerme eso
-No creo que haya sido eso…ella no sería capaz de enjuiciar a papá solo por un comentario-
El rubio me observó fijamente y sonrió
-Te sorprendería observar cómo la gente cae en eso una y otra vez sin darse cuenta-
Negué suavemente
-Es mi melliza, ella no es así-
-Puede que tengas un punto allí, ¿No tienes hambre?-
Aquel desvío de tema había sido demasiado obvio, incluso para mí
-La verdad…-
Pero el sonido de su teléfono interrumpió mi respuesta
Erick se apresuró en responder, provocando que me pusiera de pie y me alejara un poco
-¿Si?-
Mi corazón latió de una forma incómoda, ¿Era esto lo que todos llamaban presentimiento?
-No creo que sea necesario, en cualquier caso siempre sabes que hacer, ¿no?-
Observé el perfil de mi hermano mientras hablaba, inconscientemente se había tensado un poco y tenía fruncido el entrecejo
-No quiero discutir eso contigo ahora, podríamos vernos después si así lo quieres…-
-bien, entonces que así sea-
Cuando cortó la llamada su expresión delataba su enfado
-¿Estás bien?- interrogué preocupado
Antes de que decidiera responderme pude observar la transformación en su rostro, que pasó de lucir enfadado a totalmente relajado
-Claro-
No le creí
Era demasiado obvio que mentía
Pero aun así, ignoré el asunto y decidí pedirle un helado, necesitaba cambiar de tema…y a la vez seguir creyendo en él
.
.
.
-Tú sabes algo-
Varick sonrió macabramente, sentí que estaba haciendo precisamente lo que él esperaba de mí
-Yo sé muchas cosas-
-Sabes a qué me refiero…mi hermana acusa a nuestro padre de haber estado mintiendo…-
No quería creerlo, jamás podría aceptar que papá pudiese mentirle a Angel
Pero necesitaba encontrar respuestas y aunque había intentando por todos los medios convencer a mi hermana, ella se había negado rotundamente a responderme
Todo había quedado finalmente en un aparente (y nada convincente) “Error” suyo
¿Tan estúpido creían que era?
-Bueno, que un hijo acuse a su padre de mentir es algo grave…para la mayoría-
-Dime lo que sabes-
No era una petición
Varick se acomodó en su sofá y se deleitó bebiendo un sorbo de su whisky
-Sabes que no lo haré gratis-
Apreté mi puño derecho
-¿Incluso para esto es necesario que recibas algo a cambio?- reclamé
Sus ojos verdes destellaron y por un instante me recordaron a los de mi propio padre
-No necesariamente es algo material lo que voy a pedirte, sin embargo, no te lo diré hasta que aceptes el trato-
Entrecerré mis ojos, aceptar algo como eso sería amarrarme la soga al cuello, podía ver a su alrededor la satisfacción de saber que finalmente me tenía dónde me quería
Y aquello solo me asustaba
¿Era eso lo que llamaban ver el aura?
¿Así se sentía mamá?
Respiré profundamente, no sabía que iba a pedirme, no podía exponerme de esa forma…
Pero tampoco podía quedarme tranquilo con la patética mentira que se inventó mi hermana
-No hay trato- repliqué dando media vuelta
-¿Seguro?, es una lástima entonces que no puedas enterarte del pasado de tu padre…-
Me detuve a metros de la puerta
-Si no me dices que es lo que quieres a cambio ni siquiera lo voy a considerar- espeté con seguridad
El mayor suspiró
-El precio a cambio de la verdad que comienzas a anhelar, es que te alejes de tu hermano-
Mi corazón pareció detenerse
-¿Qué dijiste?- susurré sin poder creérmelo
¿Era una broma verdad?
-Dije que el precio que debes pagar a cambio de la verdad es tu relación con Erick-
-¡Estás demente!- acusé tratando de controlar el temblor de mis manos
Porque había demasiada seriedad en su rostro, no estaba jugando, estaba hablando en serio
Y más que una oferta parecía una sentencia
-Probablemente para la mayoría de la gente si lo esté, pero eso no es relevante ahora y lo sabes…tienes miedo ¿me equivoco?-
Intenté apartar mi mirada de su expresión de certeza que conseguía inquietarme increíblemente, pero no lo conseguí
Porque Varick podía ser acusado de muchas cosas, menos de ser inconsecuente
Había algo tras su petición
Pero no quería descubrirlo
-No lo haré, no voy a alejarme de mi hermano-
Ni siquiera podía considerar la idea sin sentir un horrible dolor en mi pecho
-En ese caso el camino que escoges es el del sufrimiento-
Sonaba horrible…
Suspiré profundamente y le sonreí a Varick
-Tú no sabes lo que es amar a alguien, sencillamente no puedes ponerte en mi lugar y pensar en cuanto te costó el amor de alguien a quien siempre quisiste…-
-Tú no le amas- me interrumpió con toda la tranquilidad del mundo
Abrí mi boca para replicar pero mis palabras quedaron atoradas en mi garganta producto de la ira
-¿Cómo dijiste?- conseguí murmurar presa del impacto
El mayor se puso de pie y avanzó hasta mí
-Dices que yo no puedo saber qué sientes, pero créeme cuando te digo que no necesito haberme enamorado para saberlo, tú no le amas, porque estás cegándote con la fachada que te ofrece Erick, estás enamorado del niño que se crío contigo, aquel que siempre te protegía, aquel que siempre tuvo una sonrisa para ti…y crees que el Erick que ves ahora frente a ti, es el mismo…-
-¿De qué carajos estás hablando?-
¿Qué no era el mismo?
¡Seguía siendo mi hermano mayor!
Era imposible que Varick tuviera razón
-Y cuando el vuelve a ti, con una sonrisa aun más resplandeciente, luciendo físicamente igual, solo un poco mayor, crees que es la misma persona porque necesitas creerlo, porque es imposible para ti que tu hermano haya cambiado hasta tal punto de volverse irreconocible incluso para sus propios padres-
-¡Cállate! ¡Deja de hablar estupideces!-
Intenté marcharme, pero Varick me retuvo tomando mis muñecas
-Dices que le amas pero estás cegándote a cualquier cosa que implique dolor para ti, intentas hacer a otros felices cuando no eres capaz de encontrar tu verdadera felicidad-
-¡Hablas solamente porque no eres capaz de aceptar que otros sean felices!- le critiqué luchando por zafarme de su agarre
Varick sonrió
-¿Crees que me importan los demás? Los seres humanos son despreciables, engañar y hacen daño a otros más débiles…pero yo no me olvido que para que exista un mentiroso debe haber alguien dispuesto a creer en su mentira…-
-¡Erick no es un mentiroso!-
-Todos lo somos-
-¡No es cierto!-
Mi pecho dolía, no iba a creer en sus palabras, no podía hacerlo
Aquel niño que me levantaba cada vez que me caía seguía en mi hermano…
-¿Crees que acostándote con él hacen en amor?-
Su pregunta me dejó helado
-Permitir que tu hermano te lleve a la cama no es sinónimo de amor pequeño, para que una pareja haga el amor se necesita que ambos estén enamorados-
-¡Cállate!-
Finalmente me soltó pero me quedé inmóvil, intentando retener las lágrimas
-No mereces que nadie te ame- susurré cerrando mis ojos con fuerza para no llorar
-¿Qué se supone que responda a aquello?-
Alcé mi mano dispuesto a golpearlo pero él consiguió sujetar mi muñeca sin esfuerzo alguno
-No lo mereces…pensé que no existía una persona en este mundo que no mereciera amar, pero tú…¿Crees que está bien destruir todo lo que te rodea?, alejar a todos…verlos sufrir con una sonrisa en el rostro…¿Realmente crees que todos merecen sufrir en esta vida?-
-Si, eso creo-
Suspiré
-No quiero volver a saber de ti…en un principio pensé que eras interesante pero ahora…ahora solo puedo temer por todas las personas que se acercan a ti…vas a destruirlas…a todas-
El mayor amplió su sonrisa y se acercó hasta que nuestros labios quedaron a milímetros
-Antes de juzgarme considera la opción de estar siendo engañado… ¿O crees que tu hermana acusaría de algo como eso a tu padre en vano?, sabes que no es cierto, sabes que a ti, al igual que a tu padre les están engañando…cuando seas capaz de encontrar esas verdades atrévete a juzgarme Matt- siseó antes de empujarme con fuerza
Con mis nulos reflejos me fui directo al suelo pero no me quejé y me incorporé rápidamente
-Adiós- espeté dolido con sus palabras
-Hasta pronto-
Odié la seguridad con la que dijo eso
Últimamente estaba odiando muchas cosas de la gente que me rodea
Tal vez demasiadas…
.
.
.
Miré el cielo a través de los ojos de mi melliza y sonreí
Hacía mucho tiempo no disfrutábamos de la presencia del otro de esta forma
Estar recostado en el césped, con mi cabeza sobre su regazo me permitía recordar nuestra infancia…en este mismo árbol, siempre mirando el cielo y pensando en lo que nos deparará el futuro…
…siempre hay un futuro que puede ser imaginado y decorado a gusto…
…sencillamente porque soñar es gratis…
-¿En qué piensas Matt?-
Amplié mi sonrisa al sentir el cabello oscuro de mi hermana rozando mi frente
-Me gustaría regresar a los cinco años…cuando nuestra única preocupación era correr de mamá para evitar bañarnos-
Sus ojos verdes brillaron
-No debemos adquirir responsabilidades de adultos tan pronto ¿sabías?, seguimos siendo niños-
-¿Eso es lo que piensas?-
-¿Crees tú, hermano, que somos adultos?-
No, por supuesto que no
-Tienes razón, deberíamos seguir disfrutando de esto mientras podamos- concedí ganándome una sonrisa de su parte
-Cuando seamos realmente mayores, seguiremos haciendo esto, ¿si?-
Mi hermana se me quedó mirando fijamente
-A veces temo por nuestro futuro- susurró
-¿De qué hablas?-
-¿No has pensado en la posibilidad de que ciertas personas no sean lo que aparentan?-
Aparté mi mirada automáticamente, ella no lo sabía, pero había sonado igual que Varick
-¿Por qué habría que pensar algo como eso? Eso sería desconfiar de nuestros seres queridos…no tiene sentido- aseguré intentando sonar tranquilo
Samantha acarició mi cabello
-¿Realmente piensas que todos son buenos?- se burló
-¡No pienso así!- intenté defenderme, pero probablemente mi hermana tenía razón
-Matt, eres capaz de intentar buscar piedad en el corazón del asesino más despiadado, eso te convierte en alguien que cree que todos son buenos, incluso en lo más recóndito de sus almas-
Fruncí el ceño, no tenía como alegar aquello
No cuando aquel comentario describía exactamente lo que pasaba con Varick
-Simplemente…no creo que exista alguien lo suficientemente malvado como para no merecer el perdón, no importa las cosas que hayas hecho, en el fondo…si deseas cambiar, si realmente te arrepientes por ello…hay algo bueno en ti-
-¿Y si no te arrepientes? ¿Si en lugar de hacerlo le mientes a los demás una y otra vez?-
La rudeza en sus palabras me inquietó un poco
-No siempre mentimos con el afán de hacer daño, es más, generalmente se miente para intentar protegernos y a la vez proteger a los demás-
-Pero mentir es como terminar de vaciar la tierra sobre una tumba y largarse de cementerio a mitad de la noche para evitar ser visto-
Sam parecía tensarse más y más a medida que nuestra conversación avanzaba
-Hermana, ¿Hay algo que debas decirme?-
Nos quedamos mirando fijamente, pero de pronto su expresión de vació y una sonrisa apareció
Se parecía increíblemente a lo que hacía Erick
-Son solo supuestos, olvídalo-
No estaba muy convencido, pero sabía de primera mano que si mi hermana no deseaba decir algo, ella NO lo haría, así de sencillo
-Por cierto, ¿Sabes dónde está Erick? Le he llamado al móvil pero no me responde?-
Obviamente por la reacción de mi hermana, mi pregunta no consiguió relajarla, es más, solo sirvió para tensarla nuevamente
-No, no lo sé, ni me importa-
Me entristeció bastante su respuesta
-¿Aún están peleados?- inquirí con suavidad
Mi melliza me miró como queriendo decirme algo más pero solo sacudió su cabeza
-Sé que lo quieres, pero…sinceramente no puedo estar a favor de tu relación con él-
Sus palabras me dolieron y causaron que me incorporara para mirarla bien
-¿Por qué dices eso?-
¿Realmente desaprobaba todo esto?
Si mi propia melliza lo hacía…no quería ni pensar en la reacción de nuestros padres si llegasen a enterarse
-No me pidas mayores explicaciones Matt, solo puedo decirte eso, si fuera por mí Erick podría vivir en otro continente…eso sería lo mejor para todos-
Abrí mis ojos al máximo, desconcertado por su respuesta
-Pero…¡Es nuestro hermano! ¿Cómo podría soportar que viviese tan lejos?-
Sam sonrió levemente
-Tú no lo ves como un hermano, eso hizo que aceptaras tener una relación amorosa con él, yo SÍ lo veo como tal y créeme, si tuviese que escoger entre ambos te elegiría a ti, y no, no tiene nada que ver que no seamos hermanos de sangre-
Bufé
-¡Pero si cuando pequeños siempre decías cuanto lo admirabas!- reclamé sin poderme creer aún todo lo que estaba diciéndome
La expresión de amargura en su rostro fue bastante gráfica
-Tú lo has dicho, cuando pequeños, pero ya te dije que no iba a darte más explicaciones, realmente deseo que seas feliz hermanito, pero si fuera por mí, jamás te hubieses enamorado de alguien como él-
Forcé mi cabeza para encontrar alguna respuesta a su comentario pero su teléfono sonó y Samantha se puso de pie para responderlo
Mientras hablaba a través del móvil solo podía pensar en una cosa
“Jamás te hubieses enamorado de alguien como él”
“De alguien como él”
¿Qué quería decir aquello?
¿Alguien como Erick?
¿Qué tenía de malo mi hermano?
Esperé pacientemente a que ella terminara de hablar para pedirle una explicación por ese comentario pero cuando lo hizo me extendió una mano
-Vamos, la cena ya está lista y no queremos hacer esperar a Angelito-
Suspiré, resignándome a dejar mi pregunta para después y al seguí hasta el comedor de la casa
Para mi grata sorpresa, al pasar a través del salón descubrí que mi hermano estaba sentado viendo una película, miré a mi hermana con expresión suplicante y me gané un bufido
-Bien, distraeré a nuestros padres un par de minutos- accedió pasando junto a nuestro hermano sin siquiera saludarle
Alcé una ceja ante su actitud pero no había mucho que hacer
-¿Tú tampoco me saludas?- se quejó mi hermano
Sonreí contento y me arrojé sobre él
-Creo que Sam no ha tenido un buen día- intenté disculparme besando suavemente su mejilla
Inmediatamente sentí sus brazos rodeando mi cintura
-¿Por qué no me respondiste el teléfono?- me quejé apoyando mi cabeza sobre su pecho, justo a la altura del corazón
-Lo siento, venía manejando hacia acá, y comprenderás que no quería morir antes de llegar-
Sonreí alzando mi rostro para observarle
-Señor, creo que tiene una coartada perfecta- sentencié con seriedad
-¿En ese caso se me permite besar a mi novio?-
-Concedido- accedí sintiendo mi corazón latir con fuerza
Erick se inclinó lo suficiente mientras una de sus manos se colaba bajo mi ropa, acariciando mi espalda con suavidad y distrayéndome cuando sus labios atraparon los míos
Me estremecí bajo sus besos, hacía media semana que no podíamos vernos y comenzaba a extrañarle demasiado
-Te extrañé mucho- susurró comenzando a besar mi cuello
Cerré mis ojos dejándome llevar por el placer que me provocaba el sentir sus labios sobre mi piel
-Yo también…demasiado tal vez-
Mi hermano rió
-Creo que jamás extrañas lo suficiente a alguien…ni le amas demasiado-
Un calor indescriptible recorrió toda mi piel al escucharle decir aquello
-¿Qué debería responder a aquello?- repliqué acomodándome mejor sobre sus piernas
Erick pareció querer decirme algo pero la voz de Angel nos sacó de nuestro momento
-¡VENGAN A CENAR! ¡Y ESPERO QUE NO HAYAN COMIDO NADA ANTES!-
Me separé violentamente de mi hermano al escuchar la voz de mamá tan cerca
-¡Ya vamos!- respondí intentando acomodar un poco mi ropa
El rubio se limitó a mirarme divertido
-Algún día tendremos que decírselo ¿sabes?-
Tragué duro al escuchar aquello
-…como sea, debemos ir a cenar-
Me apresuré hacia la puerta sintiendo la mirada del rubio sobre mí pero decidí ignorarla
Probablemente él no sabía del rechazo de Samantha hacia nuestra relación…ni del temor que me producía recibir el rechazo de nuestros padres
-¡Que bueno que llegas Matt!- sonrió Angel llevándose una mano al vientre y la otra a la espalda
-¿Necesitas ayuda mamá?- me ofrecí devolviéndole la sonrisa
-No, no te preocupes, Derek ha sido de mucha ayuda-
Fue como recibir un golpe en el rostro, en ese preciso momento Derek apareció por la puerta trayendo una bandeja con la ensalada
-¡Hola Matt!- me saludó sonriendo
-¿Viniste con mi hermano?- pregunté ignorando su saludo
El de ojos azules me miró algo desconcertado
-¿No te dijo?, él me invitó a cenar con su familia-
Apreté mi puño con fuerza pero me obligué a sonreír
-¡Vamos a sentarnos!- exclamó mi hermana que venía empujando a papá probablemente desde su estudio
Un par de minutos más tarde estábamos todos ubicados en la mesa, papá en la cabecera, mamá a su lado derecho, junto a él, Erick y luego Derek y al lado izquierdo de papá mi hermana y luego yo
La escena probablemente parecía sacada de una película de Disney, pero por dentro no podía sentirme más incómodo
Todos conversaban bastante animados, y por TODOS, me refiero a mis padres, a Erick y a Derek, porque mi hermana parecía aún más seria que yo y eso se me hacía ciertamente extraño
Miré mi plato de comida deseando poder desaparecer las cosas con la mirada…así tal vez podría hacer desaparecer un par de cosas en la habitación…
-¿Y qué piensan hacer después de cenar?- interrogó mi hermana de la nada
Erick la miró con seriedad pero fue apenas perceptible
-Nada en especial- respondió nuestro hermano
-La verdad…-comenzó Derek mirando con desconcierto al rubio
-…convencí a Erick de acompañarme a una exposición de arte pero como comienza a las once la inauguración teníamos tiempo de venir a cenar con ustedes- sonrió dulcemente
Aquel gesto me recordó demasiado a mamá
Y por otra parte sentí una acidez horrible en la boca del estómago al escuchar aquello
¿Qué se supone que pensara de eso?
¿Debía preocuparme?
¿O sentirme mal por estar celoso?
-¿Y ya pensaron en los nombres para los bebés?- interrogué deseando cambiar el maldito tema de una vez
Angel miró a papá y luego me sonrió
-Sabemos que serán dos niños, pero aún no considero ponerles nombre, recuerdo que cuando ustedes iban a nacer su tío Kevin y Erick me ayudaron a decidirme-
Vaya, aquello no lo sabía
-¿Puedo ayudar yo?- cuestioné emocionado ante la idea
Mamá sonrió
-Claro-
El resto de la cena transcurrió entre comentarios de Erick con papá acerca de pacientes y otras cosas y miradas de frialdad de mi melliza hacia nuestro hermano
Al finalizar la comida, mamá se disculpó por encontrarse cansado y papá se despidió diciendo que debía terminar con unos asuntos pronto
Para varias, quedamos los cuatro solos en la entrada de la casa
-Bien, creo que debemos marcharnos-
Sabía que Erick me estaba mirando pero estaba tan confundido que no era capaz de alzar mi vista del suelo
-Si, claro, pásenla bien-
El tono usado por mi melliza no pudo ser más sarcástico
-Ya hablaremos después Sam- replicó el rubio con algo de cansancio
-Nos vemos pronto- me despedí sin siquiera mirarles y me giré para subir a mi habitación
La mano de Erick me sujetó de la muñeca y tuve que reprimir un gesto de dolor, había descubierto hace poco que el agarre de Varick me había dejado morada la zona
-Matt…-me llamó
-Después hablamos ¿Sí?, se ve que llevan prisa, falta poco para las once- comenté consiguiendo zafarme de su agarre
-Espera-
Finalmente le miré a los ojos
-Realmente quiero que vayas a esa exposición- sentencié sabiendo que era una mentira del tamaño de un buque
Erick suspiró
-Bien, creo que será mejor que hablemos después-
Al menos había entendido que no deseaba hablar con él ahora…
-Claro-
Se marcharon inmediatamente y cuando mi hermana cerró la puerta con fuerza y se sacudió las manos sonriendo no pude sino sentir cierta satisfacción
-No puedo creer que sea tan descarado para traer a su “mejor amigo” aquí, cuando solo debería preocuparse por ti- se quejó con indignación
Me encogí de hombros
-Derek no es mala persona-
-No seas tan crédulo Matt, para ti nadie lo es, pero si fuiste capaz de aceptar llevar una relación con tu propio hermano por amor, deberías estar más atento a lo que los demás son capaces de hacer por el mismo motivo-
Después de esas crípticas palabras, mi melliza se marchó dejándome en un mar de dudas que no sabía como alejar de mi mente
Mi corazón tenía miedo de ser dañado pero mi mente me decía que debía estar más atento a mí alrededor…
Suspiré bloqueando cualquier pensamiento
Erick no sería capaz de hacerme daño…¿verdad?
.
.
.
¿Realmente es así de cegador el amor?
Ese sentimiento que todos anhelan conocer, incluso conociendo que cualquier desliz puede provocar un sufrimiento muy grande
¿Vale la pena?
Cinco minutos de alegría a cambio de horas de dolor…
En el mejor de los casos puede llegar a equilibrarse la tristeza con la pasión…pero incluso así no parece ser algo conveniente
¿Con qué argumentos puedes convencer a alguien que se ha dejado llevar por algo irracional?
No entiende razones…
Solo quiere seguir viviendo en su burbuja de felicidad…
Y peor aún, si es alguien cercano a ti tienes miedo de ser acusado como el causante de su desgracia
No tiene remedio, y piensas que esas personas tal vez deban ver con sus propios ojos, sufrir y culparse a si mismos por haber caído presos de un estado irracional del ser
Algo que difícilmente puede ser explicado con leyes, regido por normas y solucionado con lógica
Quiero creer en los demás como mi hermano, quiero ser capaz de ayudar a todos como Angel, incluso deseo ser tan valiente como Evan o tan terca como Benjamín…
Pero en el fondo no puedo aspirar a nada de eso
Sencillamente el amor no puede ser tratado de una forma lógica, porque no lo es
Y tengo miedo…
Porque mi familia puede caerse a pedazos
El pasado adornado de flores que todos recordamos podría estar basado en una mentira y luego solo me queda preguntarme
¿Qué tan mala puede ser una mentira si todos viven felices en ella?
Samantha