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Este es nuestro juego
Esto será lo que pondremos sobre la mesa
¿Te atreverás a luchar?
¿Te atreverás?
¿Intentarás pasar más allá de la línea?
Quiero que la traspases… quiero que intentes alcanzarme
Mientras sigas tratando no notarás que en realidad, este siempre fue y seguirá siendo:
Mi propio juego, y solo yo puedo ganar.
Sigue intentándolo… quiero verte
Quiero atraparte
Quiero vencerte… porque eres el premio que siempre esperé obtener
Solo tú
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-------------------------------------------------Benjamín-------------------------------------------
-… y hoy, todos estamos aquí reunidos para despedir a un alma joven… -
Observé a mí alrededor sintiendo asco, había decenas de personas fingiendo tristeza, fingiendo que les importaba realmente Daniel
Lo cierto es que probablemente incluso le despreciaban
“Tú te encargaste de ello”
Sí, pero si ellos sin tan débiles para creer cualquier cosa no puedo culparme solo yo
El ambiente era tenso y deprimente. No había asistido a más de un par de entierros en mi vida, pero definitivamente este era el más desolador
No era solo la mirada de Aaron, el llanto de la madre de Daniel o la voz de su hermana que se dejaba escuchar sobre el silencio de los presentes
¿Dónde está mi hermano?
¿Cuándo volverá?
No, era mucho más
Era dolor lo que podía identificarse bajo la mirada especulativa de muchos que solo habían venido porque se sentían obligados
No conocían a Daniel
Probablemente le habían gritado cosas ofensivas en el instituto
Pero estaban aquí, fingiendo mostrar respeto frente a alguien que estaba muerto, pero que carecía de importancia en sus vidas
Alcé la mirada al cielo, estaba nublado y pareciera que en cualquier momento comenzaría a llover, como si incluso la Tierra se sintiera mal por su pérdida
Ladeé mi cabeza, podrían acusarme de frialdad, de crueldad incluso de insensible, pero lo cierto era que dada la enfermedad de Daniel, que hubiese muerto pronto y con la menor cantidad de dolor posible era casi un regalo
Él se había marchado… y de cierta forma el mundo se había oscurecido un poco
Sabía que Daniel era honesto, era puro y sensible. Poseía todas las cualidades que la sociedad estaba empeñada en nombrar como virtudes… pero estaba muerto
Era duro y cruel, pero era la realidad
Aaron mostraba una mirada cargada de desolación, parado, de negro, junto al ataúd de aquel niño de mirada azul que le había robado el corazón
¿Estaba yo enojado por eso?
No, el tiempo y el mismo Felipe se habían encargado de hacerme dar vuelta la página
Lo que había comenzado como misericordia por alguien que estaba destinado a morir dentro de un periodo corto de tiempo se había transformado en amor… y el amor duele
Siempre duele
No importa cuán duro intentes que todo sea un camino de flores… las espinas conseguirán alcanzarte
Suspiré profundamente, sentí sobre mí un par de miradas cargadas de curiosidad
Oh, por supuesto les encantaría verme enfadado, o mejor aún, mirando con desolación el ataúd, como la víctima que frente a todo el instituto parezco ser
Pero no iba a darles la oportunidad de conseguir más chismes, es la despedida de Daniel después de todo, y no puedo opacar su desenlace con estupideces
El sacerdote continuó hablando al menos por media hora, la madre de Daniel, una mujer pequeña y con la apariencia de alguien que lleva toda su vida trabajando hasta agotarse para salir adelante, sostenía un pequeño pañuelo mientras lloraba
Ella extrañaría a su hijo, la niña que sostenía con su otra mano extrañaría a su hermano
Ni siquiera todo el dinero de Felipe podría haberle salvado la vida
¿Dónde se supone que está la misericordia del Dios de estas personas?
¿Dónde?
¿En qué estúpida fantasía pueden creer en su existencia?
Llevándose a las personas que pueden entregarle algo de bondad a este asqueroso mundo y dejando vivos a quienes solo traen oscuridad…
Tuve que contenerme para no sonreír, por supuesto no había alegría en mí, sino desprecio
El mismo desprecio que muchos le dedicaban a alguien que jamás podría levantarse para enfrentarles, el mismo desprecio que probablemente estaba sintiendo Aaron por no haber podido salvarle
Desprecio por mí y por lo que represento
La perfección de la mentira
Tomé la cadena de la que colgaba mi anillo de compromiso y observé el brillo del metal con extrañeza
No me sentía comprometido, de hecho, sabía que si en cualquier momento decidía acabar con la farsa mis padres celebrarían
Pero tampoco tenía razones para acabar con el compromiso
No las necesarias, no las suficientes
Si me casaba con Marisa al menos tendría a alguien con quien conversar, sino, estaría solo
“Siempre lo has estado…”
Una música demasiado cliché para ser considerada decente, comenzó a sonar y de pronto el ataúd que contenía el cuerpo de aquel niño sonriente de mirada azul comenzó a bajar
Sentí mi mejilla humedeciéndose y me sorprendió que estuviese llorando, pero otra gota cayó y comprendí que no eran lágrimas… era lluvia
Porque el cielo parecía querer despedirse de Daniel
La lluvia, que comenzó aparentemente débil, se volvió furiosa en cuestión de segundos. La mayoría de la gente no poseía paraguas y después de una última mirada se retiró rápidamente
Me quedé parado en la misma posición, podía ver como las lágrimas finalmente caían por el rostro de Aaron, confundiéndose con facilidad entre el agua de lluvia
De alguna forma el pálido reflejo de lo que sentía llegó hasta mí y también quise llorar
¿Qué hacer cuando la persona que amas se marcha para no volver nunca más?
Solo las fotografías servirán para recordarle… para no olvidar su rostro
“Tú no tienes ninguna imagen de Felipe”
¿Cómo seguir recordando su voz…?
¿Su mirada?
¿Su tacto?
¿Su aroma?
Retrocedí un par de pasos, el agua había empapado totalmente mi abrigo y se filtraba por mi cuello hacia abajo provocándome escalofríos
La música se detuvo y dos hombres se acercaron con palas, comenzando a arrojar tierra sobre el agujero que probablemente ellos mismos habían cavado horas atrás
-Adiós- susurré retrocediendo otro par de pasos
Di media vuelta y comencé a caminar hacia la salida, pero una figura apoyada contra un árbol en la colina más cercana me desconcertó
¿Qué hacía parado allí como si no estuviese lloviendo de esa forma?
Me acerqué un poco y aunque cualquiera a la misma distancia hubiese sido incapaz de reconocerle, yo sabía perfectamente quien era
Avancé sin darme cuenta, con él siempre era así, era incapaz de controlar lo que hacía o decía
Cuando solo nos separaban un par de metros me detuve a mirarle
Claramente estaba empapado, el agua corría por sus mejillas como si acabara de salir de una piscina, pero no lucía ni remotamente incómodo con ello
“Como si el agua le recordara que sigue vivo”
-¿No vas a saludarme?- dijo al cabo de varios minutos de silencio
Pese a que hubiese dado mi alma por acercarme y besarle no me moví ni varié mi expresión
-No te conozco-
Era cierto, y él sabía que mis palabras iban mucho más allá del sentido estricto que la sociedad le daba a mi frase
-Tienes razón-
Me encogí de hombros y pasé mi mano derecha por mi rostro intentando quitar algo de agua
-¿A qué has venido?-
Él me miró desde sus ojos claros como si fuese obvio, para mi estaba lejos de serlo
-Dije que no me alejaría-
-Preferiría no verte entonces- espeté herido
Algo parecido a una sonrisa apareció en su rostro antes de que comenzara a caminar hacia mí
-Me gusta que me veas, porque tu mirada cambia y tus mejillas enrojecen-
Intenté retroceder, negando aquella acusación, pero él sostuvo mis antebrazos
-Juegas conmigo-
-Desde el principio-
Dejé escapar todo el aire que había en mis pulmones
“¿Qué, acaso no lo habías notado?”
-¿Qué haces aquí?- esta vez mi pregunta sonó mucho más a súplica
Quería que me pidiera disculpas… aunque sabía que no lo haría
-No luces feliz por la muerte de Daniel-
Entonces recordé lo que me había dicho Aaron hacía dos noches
-¿Por eso no me dijiste que estabas pagando su tratamiento? ¿Pensabas que yo estaría irritado por eso? ¿Qué quería verle muerto?-
Realmente deseé verle sorprendido, pero si lo estaba, no hubo un solo ápice en su expresión que lo delatara
“Entrenado para ser el mejor”
-No te lo dije porque no lo consideré necesario, si eso es lo que crees que pienso de ti… tal vez alguna parte de ti cree que eres así-
Mordí mi labio inferior con fuerza
Yo le tenía frente a mí, sosteniendo mis brazos… volviéndose algo físico… pero Aaron no tenía a Daniel
Nunca más
Jamás volvería a verle sonreír, jamás podría apoyarse en él, acariciarlo, o solo compartir una mirada
Yo no podría soportar perder a Felipe de esa forma
No podría imaginarme una vida aferrándome a un recuerdo que se desvanece
No de la persona que amo
Sus ojos…
Su voz…
Su mirada…
Todo marchándose, siendo olvidado incluso aunque me aferre a su memoria con todas mis fuerzas
Esta vez, lo que resbaló por mi rostro si fueron lágrimas
-¿Estás llorando?-
El agua helada se mezclaba con las lágrimas calientes, pero no me importó
Daniel se había marchado, para siempre, y Aaron tendría que vivir del recuerdo
… ¿Era justo que el Dios de todos se llevara a alguien tan joven?
Alguien que tenía quien le amara, alguien que podía ayudar a otros…
Me apegué al cuerpo del rubio y enterré mi rostro en su pecho, intentando dejar de temblar
Él pareció sorprendido al principio, pero sus brazos me rodearon y ninguna pregunta salió de sus labios
Aaron le amaba…
Aaron realmente le amaba, pero se había marchado
¿De qué servía entonces amar?
La persona que quieres tarde o temprano se marcha…
¿Qué haces con esos sentimientos?
Daniel ya no estaba más para recibirlos, Daniel no podría besarle, no podría sonreírle… no podría pronunciar ninguna palabra
La sola idea de pasar por lo mismo con Felipe hacía que mi corazón se resquebrajara
-Él está mejor ahora, en donde quiera que esté, ya no está sufriendo-
Cerré mis ojos intentando que las lágrimas se detuvieran, pero no lo hicieron
Porque sabía que en alma de Aaron no había consuelo para la partida del niño que se había convertido en su razón para vivir
Sencillamente, si Daniel no estaba, ya no había razón para seguir adelante
-Esa basura no funciona- murmuré respirando profundamente
¿Cuánto tiempo había pasado?
Solo quería quedarme entre sus brazos, lo suficientemente cerca para no olvidar que él seguía vivo… que no tenía que sumirme en la desolación por su pérdida
-Es la verdad, su enfermedad no le entregaba muchas alternativas, alargarlo… solo le habría provocado dolor a él y a sus seres queridos-
-Era demasiado joven- me quejé aumentando el agarre sobre la tela de su abrigo
-¿Entiendes ahora por qué no puedo quedarme contigo?-
Las palabras tardaron bastante en ser procesadas por mi cabeza, pero cuando finalmente conseguí entenderlo me alejé un poco, solo lo suficiente para mirarle y sumergirme en sus ojos
-Yo no voy a morir Felipe- aseguré con toda la certeza que pude reunir
-¿Qué te hace parecer tan seguro?-
Solté mi agarre sobre su abrigo y en su lugar sostuve su mano izquierda
-Tú no lo permitirías- respondí
Pensé que intentaría alejarse, pero en lugar de eso con su mano libre sostuvo mi barbilla y alzó mi rostro
-Si alguno de ellos, cualquiera de ellos se atreviese a dañarte, pagaría con su vida-
Probablemente para una persona normal sus palabras hubiesen sido sinónimo de un amor total y una mezcla de protección y exageración, pero en el caso de Felipe… sabía que estaba siendo honesto
Tal vez demasiado honesto
-Entonces no te marches-
¿Y qué si era la enésima vez que suplicaba?
¿Y qué si el orgullo que lucía frente a toda la sociedad se caía a pedazos frente a él?
-Hoy me quedaré contigo-
Parpadeé confundido, las últimas lágrimas cayendo de mis pestañas y nublando mi visión
-¿Qué…?-
-Hoy me quedaré contigo, pero cuando llegue la mañana, me marcharé-
Su mano sobre mi mejilla me impedía pensar bien
Una parte de mí me decía que cuando se marchara, le extrañaría aún más, que dolería incluso más de lo que ya dolía… pero mi lado egoísta no pensó en ello
Si solo podía tener un día… si eso era todo lo que me ofrecía, lo tomaría
Al diablo con el dolor que me causaría su partida, aún seguía a mi lado y de momento no pensaría en ello
-Entonces llévame a una parte donde podremos secarnos- sentencié sin mirarle
-Está bien-
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El hotel en el cual nos encontrábamos era asquerosamente lujoso, pero lo suficientemente discreto como para que la recepcionista ni siquiera se haya atrevido a preguntar por nuestro aspecto
Estábamos destilando agua cuando nos paramos frente a ella, pero inteligentemente solo sonrió y nos trató con cordialidad, pasando por alto nuestro aspecto y la petición de identificación que usualmente se hace
Observé el lugar a mí alrededor, era una suite, pero la calefacción centralizada conseguía quitarle el aspecto ostentoso
Escuchaba el agua correr en la bañera al mismo tiempo que el hervidor producía su peculiar sonido desde la cocina anexada al comedor
Me costaba creer que estaba en el mismo cuarto con Felipe y tal vez por eso ignoraba los temblores de mi cuerpo
Estúpidamente le había dicho que se duchara primero
“Deberías haber sugerido una ducha compartida”
Sacudí mi cabeza y observé mis manos, estaban tan heladas que no sentía mis dedos
-Estúpido- me maldije en voz baja
-Benjamín-
Alcé mi cabeza bruscamente, Felipe estaba parado en la puerta del baño con solo una blanca toalla colgando de sus caderas
-¿Qué?-
-Ven aquí, tienes los labios morados-
Me llevé una mano a los labios como si pudiese confirmar su comentario pero también me puse de pie y me acerqué a él
Cuando sostuvo mi mano, el contraste de temperaturas fue brutal
-Estás congelado- susurró sosteniendo mi rostro
Me encogí de hombros
-¿Ya terminaste?-
-No, ven aquí-
Le miré algo confundido al principio, pero en cuanto entendí lo que pretendía comencé a sentir el calor nuevamente en mi rostro
“Joder, que solo lo hemos hecho un par de veces”
El baño era de mármol blanco y la habitación era mucho más grande de lo que hubiese imaginado
Había una bañera enorme, pero por el origen del vapor adiviné que Felipe estaba ocupando la ducha con paredes de vidrio
-Levanta los brazos-
Hice lo que me pidió procurando no mirarle directamente a los ojos, su cuerpo y su aroma me distraían lo suficiente como para añadir otro elemento a mí aturdido estado
En menos de un parpadeo mi sweater, camisa y pantalones estuvieron en el cesto de la lavandería y el temblor en mi cuerpo aumentó
-Entra-
Sin pudor alguno (claramente estaba acostumbrado a que le vieran desnudo) Felipe arrojó la toalla e ingresó nuevamente a la ducha, el sonido del agua cayendo me hizo despertar de mi letargo
Me quité la ropa interior y le seguí deseando ser un poco más como Evan en ese aspecto, tal vez la falta de experiencia me jugaba en contra, pero algo más de determinación no era malo
Al principio el vapor de agua me impidió ver, pero cuando pude acostumbrarme tuve que reconocer que la necesidad de acercarme al cuerpo de Felipe jamás había sido tan grande
Ni siquiera cuando había recibido sus caricias con los ojos vendados…
El agua caliente sobre mi cuerpo se sentía tan bien que cerré mis ojos y solté un suspiro producto del placer
Sus manos sostuvieron mi rostro nuevamente, pero esta vez, seguidas de sus labios sobre los míos
Mi corazón comenzó a latir de una forma peculiar, como si estuviese reconociéndole
Como si pudiese sentirse de esa forma solo con él
Enterré mis manos en su cabello sintiéndome perdido, siempre era así, todo el tiempo sentía que mi vida no me pertenecía, pero cuando estaba con él parecía recuperar el control
Mientras devolvía el beso me pregunté en dónde estarían aquellas sensaciones descritas en miles de libros
¿Dónde estaban las mariposas en el estómago?
¿La sensación de que el piso había desaparecido bajo mis pies?
Felipe no me transmitía eso
Cuando podía tocarle pensaba en que no quería separarme jamás
Cuando me besaba mi piel se erizaba y mi corazón reaccionaba automáticamente
… y cuando me miraba…
Cuando Felipe me mira me pregunto cómo pueden observarme sus ojos para reflejar tanta pasión
No sé si algún día pueda ver el amor que mis padres se profesan
No tengo la menor idea si él me ama o esto es solo una mezcla de curiosidad y deseo
Quiero que sea amor
Realmente lo quiero
Sus manos bajaron hasta aferrarse de mi cintura y agradecí mentalmente que fuese fuerte porque mis pies resbalaban con facilidad y probablemente habría caído
¿Deberíamos hablar?
¿Deberíamos discutir el por qué se irá por la mañana?
¿Debería negarme?
¿Mostrar mi enfado, mi rabia, mi angustia?
Mi desesperación
Tenía demasiadas preguntas en mi cabeza, pero todo lo que conseguía hacer era sostener su nuca y empujarle hacia mí
No me importaba si dolía, no me importaba si él conseguía dilucidar cada uno de mis pensamientos con ello
Quería que el momento se volviese eterno.
Jadeé cuando me empujó contra la pared de cerámica, el agua cayendo sobre nosotros me impedía abrir los ojos y de cierta forma se parecía a la primera vez
Mi cuerpo se calentaba rápidamente, pero sus manos sobre mi piel se sentían como si ardieran
Quería perderme en esa sensación, quería ahogarme en sus besos
Cuando se separó de mis labios fue solo para comenzar a besar mi cuello, con cada mordida yo dejaba escapar un suspiro
Podría mentir sobre las marcas después, ¿Qué diferencia habría con otras mentiras?
-Felipe…- le llamé deseando poder encontrar algo de lo que afirmarme
Tal vez por instinto mis manos se deslizaron hasta sus hombros… y enterré mis dedos allí
-No te has acostado con nadie más ¿Verdad?-
Ignoré el dolor de cabeza cuando esta chocó contra la cerámica en un intento de mi cuerpo por alejarse de su mano… no podía estar sosteniéndome ahí con tanta ligereza
-No- admití agradeciendo que estuviésemos con los ojos cerrados
“¿Lo están?”
Luché contra el agua que caía al intentar abrirlos y para mi sorpresa me encontré con su mirada azul analizándome cuidadosamente
-Ni siquiera eres capaz de notar tus reacciones- sonrió
De pronto esa sonrisa se me hizo el gesto más cautivador del mundo
¿Cómo negarle algo a la persona que me sostenía entre sus brazos?
-Podrías manipular a cualquiera de esta forma, nadie sería capaz de negarte algo- continuó sin darse cuenta que yo pensaba lo mismo
Me removí algo incómodo
-Aún no consigo lo único que anhelo realmente- murmuré volviendo a cerrar mis ojos. No podía, como él, permanecer tanto tiempo con el agua cayendo directamente sobre ellos
-Ya lo hiciste- susurró contra mi oído
Intenté preguntarle a qué se refería, pero sus labios volvieron a sellar los míos, y las sensaciones se intensificaron
El agua seguía cayendo, pero era lo único que no me importaba, porque las manos del rubio parecían saber exactamente en qué lugar tocar, en qué lugar presionar y en qué lugar arañar
Mi piel ardía, la misma piel que temblaba por el frío y la carencia de sensibilidad ahora parecía pertenecer a la de alguien con fiebre
Lo mejor de todo era que Felipe parecía decidido a besar y acariciar cada centímetro de mi piel, una y otra vez, sin cansarse…
-Ven aquí-
Haciendo un esfuerzo enorme volví a mirarle, él sostenía mi cintura pero su espalda estaba pegada al lado contrario de la ducha
No entendí que quería de mí hasta que comenzó a empujarme hacia abajo
Le miré sorprendido
-¿Quieres?-
-Siéntate sobre mí-
No era una orden, tampoco una petición, pero era el comentario más parecido a un deseo que le había escuchado en mucho tiempo
Hice lo que me pidió con cuidado, el agua seguía cayendo y volvía toda la superficie demasiado resbaladiza como para hacer movimientos bruscos
Cuando me senté sobre sus caderas sentí su erección contra mi cuerpo en toda su extensión y me estremecí
Recordaba que dolía… dolía mucho
-¿Tienes miedo?-
-No quiero que duela- reconocí mirándole fijamente
Gracias al cambio de posiciones ahora el agua caía sobre mi espalda y mi nuca, pero no sobre mi rostro
-Si no lo has hecho desde hace tiempo dolerá- se disculpó
Suspiré, me incliné para besarle pero al mismo tiempo el acarició mis muslos y con cuidado comenzó a introducir un dedo
-Ahhhhh-
El aire abandonó mis pulmones lentamente, casi como si estuviese acariciando mi garganta
El intruso se movía con cuidado en mi interior, explorando y haciendo espacio
Cuando el segundo dedo ingreso estuve a punto de moverme hacia adelante, alejándome, pero su mano libre me sostuvo firmemente por las caderas
Mordí mi labio cuando ambos comenzaron a moverse y no alcancé a advertir el movimiento del rubio hasta que fue demasiado tarde
-¡Mierda!- exclamé por el dolor
Pero no provenía de mi entrada, sino de mi garganta, el agua que caía conseguía provocar que la zona herida ardiera
-Me encanta morderte-
¿Era esa una disculpa?
Le miré con ojos entrecerrados, ¿Cómo carajos iba a ocultar esa mordida?
Un tercer dedo se hizo paso para acompañar a los otros dos y esta vez observé fijamente mi brazo extendido, con mi mano contra la pared de la bañera, como si mi propio cuerpo estuviese traicionándome ayudando a Felipe a mantenerme quieto
Ya no dolía y él debió notarlo porque mis caderas comenzaron a moverse contra los intrusos
Quería más… quería volver a sentirme unido a la persona que me sostenía en el reducido espacio de la ducha
-Ya estás listo-
No estaba de acuerdo, pero había perdido la capacidad de hablar
Mi mente estaba saturada, el placer que sentía era procesado con lentitud y aquello aumentaba cada sensación
Cuando su miembro comenzó a abrirse paso intenté morder mi labio inferior, pero Felipe se adelantó y lo hizo por mí
Sostuve su cabello entre mis manos, luchando por no alejarme, luchando al mismo tiempo por no dejarme llevar y enterrarme yo mismo de forma violenta
Cualquiera de las dos opciones conseguiría que me arrepintiera después, y quería que este momento fuese especial
“Aferrarse a los recuerdos es uno de los errores humanos más comunes”
Ignoré la voz de Varick en mi cabeza y estrellé mis labios contra los de Felipe, no quería pensar en nada que no fuese él y su mirada oscurecida por el deseo
No supe cuánto tiempo pasó, la sensación del agua contra mi espalda funcionaba como relajante y los besos del rubio ayudaban a distraerme, pero cuando finalmente apartó sus labios de los míos, me sentía completo
Respiré profundamente, sabía lo que él pretendía, ahora que estaba adentro yo era quien debía comenzar a moverse
Con bastante dificultad al principio, me moví lo suficiente para acomodarme bien pero él me sorprendió al tomar mis manos y sostener mis brazos
-Hazlo lentamente al principio-
Me fundí en su mirada y algo en mi cerebro se apagó
Era difícil creer que una persona como Felipe estuviese siendo tan cuidadoso, ciertamente en una ocasión se había dejado llevar por la ira, pero en este momento… mientras sus ojos brillaban abnegados en placer, no podía recordar aquello
Entrelacé mis dedos con los suyos y le sonreí
Cuando estaba con él, era feliz
Era simple, duro y cruel hacia muchas personas que conocía, pero era cierto
Puede que sea un asesino, puede que se haya acercado con mentiras a mí, puede incluso que no me ame… pero cuando estamos así, sumergidos el uno en el otro como si realmente el resto del mundo no existiera… la felicidad no parece algo abstracto
Aunque al principio no sabía bien qué hacer, mi cuerpo encontró la manera de hacerlo, instinto… así le llaman en muchas partes
Los movimientos eran suaves al principio, mi cuerpo cedía a su intromisión, pero con el paso del tiempo comencé a anhelar más
Quería mucho más de él, no iba a contentarme con poco
Era sencillamente delirante sentirle en mi interior y al mismo tiempo que su lengua recorriera mi boca explorando y probando todo a su paso
… y el agua sigue cayendo
Felipe no gemía como yo… no gritaba como yo
No, él jadeaba, sus labios se separaban por breves lapsus de tiempo a la vez que sus ojos se entrecerraban indicando el placer que sentía, pero para mí eso no era suficiente
Solté mi mano derecha y acaricié su mejilla con ella mientras mis caderas aumentaban la velocidad de las ondulaciones sobre su cuerpo
-Quiero escucharte gemir- gruñí con la voz tomada por el placer
Él rio, sus ojos brillando y el cabello húmedo por el agua que seguía cayendo sobre nuestros cuerpos acariciándonos con calidez y frescura, pegado a su frente dándole una imagen mucho más salvaje de lo que sus ojos reflejaban
-Entonces, voy a ayudarte- espetó liberándose de mi otra mano y apretando con fuerza mi trasero
-¡Ahhh!- gemí sin poder contenerme
“Más adentro”
-Más… adentro-
Me sorprendió que él dijera exactamente lo que yo estaba pensando pero no tuve tiempo para que aquel pensamiento perdurara
Los movimientos se volvieron frenéticos, mi miembro chocaba contra su abdomen gracias a la posición en la que nos encontrábamos, generándome oleadas de placer que se mezclaban con las que me llegaban desde mi entrada… y Felipe… él se entretenía mordiendo mis hombros y cada centímetro de piel que encontraba al alcance de su boca
“Esa boca”
-Ahhh… mierda Benjamín-
Cerré mis ojos cuando mi cuerpo no dio más y estalló en cientos de explosiones de placer
Era como si no se terminaran nunca, cuando una parecía hacerlo, otra iniciaba y mi cerebro se confundía y adormecía al mismo tiempo
Me desplomé contra el cuerpo de Felipe, ahogándome producto de las mil sensaciones que intentaba procesar, algún tiempo después, él se enterró profundamente en mi y su semen inundó mi interior, provocándome un nuevo estremecimiento
Pensé que se detendría, pero de alguna forma el de ojos azules consiguió seguir jadeando y al mismo tiempo se puso de pie, sosteniéndome y arreglándoselas para no salir de mi interior
Apenas alcancé a rodear su cuello para no caer
-¿Qué haces?- me quejé algo enfadado por la brusquedad de sus acciones
¡Intentaba reponerme! ¡Claramente no quería moverme!
-Aprovechar la noche-
Antes de que me diera cuenta mi espalda estaba contra el cobertor de la enorme cama y Felipe había comenzado a besarme nuevamente
-No pensarás…-
Su mirada y su sonrisa me lo dijeron todo
-Ahh… estás muy sonriente- conseguí comentar cuando sus manos acariciaron la piel de mi estómago, sobreexcitada por lo que acabábamos de hacer
-Tu cuerpo… pareciera alegrarse por tenerme cerca-
Sentí que mi rostro enrojecía por su comentario e intenté ocultarlo bajo mis brazos, pero él los alejó de mi cara y me miró desde aquellos pozos azules que me desconcertaban
-Quiero ver cada reacción en tu rostro, desde ahora, hasta que amanezca-
Elevé mi cabeza intentando no llorar
“No me recuerdes que te marcharás… por favor no lo hagas”
-Está bien- conseguí decir con voz ahogada
Volví a extender mis brazos, esta vez para aferrarme a su espalda
Si esta noche iba a ser lo único que tendría en mucho tiempo, y no sabía que pasaba en su corazón, al menos quería asegurarme de que su cuerpo no me olvidara
Incluso si se acostaba con otras personas…
Incluso si yo mismo lo hacía…
Incluso si esto fuese lo único que tendría de él por el resto de mi vida
---------------------------------------------------------End Benjamín----------------------------------------
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--------------------------------------------------------Angel-------------------------------------------------
Todo se estaba derrumbando…
Era curioso que aunque yo había decidido salvar nuestro matrimonio, nuestra familia se estuviese derrumbando a nuestro alrededor
Observé a los gemelos dormir, día a día crecían y era obvio que notaban la ausencia de su padre
No quería eso para ellos, quería que pudiesen crecer riendo y saltando junto a su padre
Realmente lo quería así
Suspiré y acaricié la pequeña manito de Marcell, era tan pequeño… tan hermoso… y tan puro
-Son hermosos ¿Verdad?-
Me tensé al escuchar a Sebastian tan cerca
-¿Cómo?-
-Usualmente no te percatas de lo que ocurre a tu alrededor Angel-
Sus brazos rodearon mi cintura pero no me permitió girarme, solo apoyó su cabeza sobre mi hombro derecho
Automáticamente me relajé entre sus brazos
-Estás demasiado pálido y demasiado delgado- comentó suavemente
Cerré mis ojos, deseando poder dormirme escuchando su voz… nuevamente
-He tenido muchas cosas que hacer- me justifiqué
Pero mentía, y probablemente él lo sabía perfectamente
-Aun así me gustaría que te cuidaras más-
Asentí sin darle real importancia a sus palabras, no porque estuviese siendo estúpido e irracional, sino porque sentirle tan cerca me distraía
-¿Cómo está Matthew?-
Me removí incómodo, el tema de nuestro mellizo era… difícil de tratar
Yo sabía… podía ver en su aura claramente que no le agradaba la idea de alejarse de Varick… y eso era horrible
Era horrible que la misma persona que se había presentado frente a mí como la versión sádica de quien me estrechaba entre sus brazos ahora estuviese capturando toda la atención de mi hijo
No quería eso
Quería que Matthew escogiera a alguien normal… pero yo mismo no podía servirle de ejemplo
No sabía que hacer
Tenía miedo de que Varick, sin siquiera decir quererle, le hiciera demasiado daño
¿Cómo podría sonreír y entregarle a mi hijo a un ser que parecía carecer de sentimientos?
“Los sentimientos confunden, atan, y en casos oscuros incitan a cometer muchos, muchos errores”
-Sabes que no está bien- susurré al cabo de varios minutos
-¿Es por Varick?-
Suspiré
-Es un adolescente, mientras más les prohíbes algo, más quieren hacerlo-
-¿Sugieres…?-
Su tono cambió notoriamente, pero yo estaba acostumbrado a muchas actitudes de Sebastian
-No pongas palabras en mi boca o ideas en mi cabeza, solo digo lo que es cierto, además… no estoy seguro de qué siente por Varick-
Sabía que la idea de que un hijo suyo fuese tan cercano a su primo le parecía asquerosa, pero tenía que afrontarlo
¿Cómo no nos habíamos dado cuenta?
Probablemente porque nadie espera que su hijo se involucre con un asesino a sueldo… aunque nuestro mundo incluía eso hace unos años… tampoco queríamos imaginar aquella posibilidad
“¿Incluía o incluye?”
-¿Crees que esté enamorado de él?- masticó cada palabra como si se tratara de un trozo de carne especialmente rancio
-No, no está enamorado de él, está… confundido. Ni siquiera él sabe qué siente y Varick jamás será quien se lo aclare, estoy seguro que lo sabe, lo ve en cada mirada de Matt, lo confirma con sus gestos… pero no se lo dirá- admití sintiéndome mal por mi hijo
-Pero…-
Sabía hacia donde iba la duda de Sebastian, se preguntaba por qué Varick no se aprovechaba de esa confusión, por qué no utilizaba aquello para hacerle daño…
¿Estaría planeando algo más?
¿Le divertía verle?
Eran cuestionamientos crudos pero que pasaban por la mente del rubio sin piedad…
Tomé una de sus manos, puede que en casi todos los ámbitos él fuese terriblemente inteligente, que se diera cuenta de las intenciones de todos, de sus planes, de su pasado…
Pero en lo emocional Sebastian seguía siendo muy simple
-No lo sé Sebastian, no conozco a Varick, no tengo idea de qué pasa por su cabeza, pero debemos admitir que o está llevando a cabo un plan de largo alcance, esperando pacientemente para atacar, o sencillamente Matt tiene razón y si hubiese querido ya le habría hecho daño-
-No luces preocupado-
-Lo estoy- repliqué acariciando su mano distraídamente
Claro que lo estaba, al principio quería pensar que Erick y él estaban destinados a estar juntos, pero por alguna razón, incluso cuando lo estuvieron, sus auras no me daban la sensación de unión…
Tal vez lo que mis hijos sentían, el uno por el otro no era amor, y había tenido que aceptarlo en silencio, sin entrometerme
No quería siquiera nombrar en voz alta la posibilidad de que Varick y Matt desarrollasen un tipo de relación profunda
Eran demasiado opuestos, demasiado diferentes.
No era solo la diferencia de edad, sino la forma de pensar, de comportarse, de ver el mundo…
Matt se parecía a mí en muchos aspectos, quería que las personas actuaran a conciencia y siempre estuviesen dispuestos a ayudar a otros… Varick jamás haría algo como aquello
Probablemente y si lo encontraba divertido dejaría morir personas en lugar de salvarles
Varick era la clase de persona que si ve a un animal sufriendo en la calle en lugar de ayudarlo o simplemente ignorarlo, como tristemente hace la mayoría, se pararía junto a él y disfrutaría viendo como sufre
No quería, no podía permitir que ese animal indefenso fuese mi hijo
-¿En qué piensas?-
-Es difícil negarle algo a Matthew-
Mi marido rio levemente
-Lo sé perfectamente-
-¿Y qué si le pide eso a Varick?- interrogué con inquietud
Finalmente me giró entre sus brazos y la mirada que me dedicaron aquellos ojos verdes que amaba me inquietó
-Conozco a Varick desde que nació, es el único asesino al que realmente le tengo respeto… su forma de entender la mente de los demás…-
Parecía dividido entre decir algo o no hacerlo y eso me perturbaba más que lo que podría salir de sus labios
Sebastian no dudaba entre decir algo o no, siempre sabía cuándo hacerlo y era consciente de las consecuencias
-No sé bien cómo explicarlo Angel, a todos nosotros… a todos nos educan de una determinada forma para llegar a ser lo que somos, si eres mejor que los demás en cada aspecto, en cada característica, llegas a ser el mejor… pero Varick jamás se interesó realmente en ello, él… es como si no se hubiese necesitado potenciar su inteligencia, pues su forma de pensar desde siempre fue diferente-
¿Realmente podía ser así?
Me hubiese gustado preguntárselo en voz alta, hacer presentes mis dudas, pero su mirada…
No, incluso sin su mirada yo sabía, en la parte más profunda de mi mente que Varick era diferente
Él no se conformaba con quitarles la vida, él siempre buscaba algo en específico y por eso mismo los motivos que le incitaban a actuar eran impredecibles para la mayoría de las personas
-Quiere a nuestro hijo- concluí sintiendo mi corazón pesado
-No estoy seguro de ello, pero definitivamente Matt debe entender que no puede acercarse a él-
Se formó un silencio cargado de culpa
Ambos nos culpábamos por lo que había pasado aunque no hubiésemos podido evitarlo
-¿Qué hay de Samantha?-
Él sabía perfectamente a lo que yo me refería
Nuestra hija no quería que volviésemos a vivir juntos y esa era la principal razón por la cual sentía que nuestro matrimonio se deshacía frente a mis ojos
No era capaz de imponerme frente a ella, porque quería que nuestra familia volviese a ser unida, si la obligaba a aceptar mi decisión solo estaría presionándola inútilmente, su personalidad era demasiado parecida a la del mismo Sebastian como para arriesgarme de esa forma
-No sé cómo hacer que lo acepte, no puedo cambiar quien soy-
Cerré mis ojos y suspiré profundamente, claro que no podía cambiar quien era
“Él te ha mentido… ni siquiera lo ha intentado”
-No, pero ella tendrá que recordar que al menos como padre, no eres lo que ella odia-
Sebastian sonrió y se inclinó para besar la punta de mi nariz
-Contigo es tan fácil olvidar todo-
“¿Por eso me mentiste? ¿Para no arruinar tu fantasía?”
Definitivamente era difícil ignorar que amaba a una persona de la cual sencillamente jamás podría obtener algunas respuestas
-Supongo que me alegra que después de todos estos años sigas pensando lo mismo- susurré acariciando su rostro
-Volvamos a vivir juntos- pidió
-Primero debes hablar con Samantha, sin exaltarte y actuando como el adulto maduro que eres- le advertí
-¿Y si me manda al demonio?-
Sonreí levemente
-No lo hará, ella te adora-
El rubio frunció el ceño, claramente no estaba de acuerdo conmigo
-Está decepcionada, pero sigue queriéndote, siempre lo ha hecho, siempre te ha admirado, puede que ahora sepa cosas que antes no, pero principalmente está enfadada consigo misma-
-¿Y eso por qué sería?-
Mordí mi labio sintiéndome por primera vez inseguro
¿Debería decírselo?
No quería que se lo tomara a mal, pero se trataba de nuestra hija y debíamos solucionarlo
-Angel…-
Conocía ese tono demasiado bien como para ignorarlo también
-Está enfadada consigo misma porque permitió que me hicieras daño- acepté alejándome un poco de él
No supe cómo se lo tomó, desde que nos habíamos conocido su aura se mantenía blanca, no por pureza sino por mera neutralidad, era increíble cómo había desarrollado la capacidad para controlar cada una de sus reacciones
Inevitablemente pensé que el aura de Varick se parecía mucho, con la diferencia de que siempre había un toque de humor en ella… como si siempre estuviese recordando algo que le hacía gracia
“La clase de cosas que le hace gracia a él no puede ser normal…”
-Hablaré con ella- prometió
Asentí, de pronto uno de los gemelos comenzó a llorar
-Ray, ¿Estás bien?-
Centré toda mi atención en mi hijo menor
No estaba seguro de cómo terminaría todo esto, pero internamente rezaba para evitar que Matt sufriera… y para que Samantha cediera
-------------------------------------------------------End Angel------------------------------------------
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----------------------------------------------------------Evan--------------------------------------------
Desde que había aparecido en nuestras vidas, Varick era, por lejos, la persona más realista y decadente que había imaginado jamás llegar a conocer
Si fuesen capaces de llegar hasta él estoy seguro que cientos, miles de psiquiatras se pelearían por analizarlo… o intentarlo siquiera
¿Qué hay de atrayente en una persona que exuda peligro por cada uno de sus poros?
¿Qué le hace tan interesante, tan llamativo para conseguir que cualquiera que se le acerque pase por alto todas las normas que le entregaron sus padres?
¿Cuál es, entre todos los rasgos de su personalidad el más característico?
¿El más útil?
¿El más peligroso?
Quiero encontrar las respuestas, quiero, aunque no sea capaz de reconocerlo en voz alta, encontrar huellas en él de lo que las demás personas dan por sentado
Puede comportarse como alguien normal, puede mirar como alguien normal, puede hablarte como alguien normal… pero no lo es
Quiero asegurarme que a quien le entregué mi lealtad contenga la pizca suficiente de humanidad para no comprender que le he vendido mi alma al diablo
Aunque con el tiempo me cuesta creer que no fue así
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-No deberías aceptar-
Me acomodé en mi asiento con el disimulo suficiente para no llamar la atención de mi mejor amigo
Su postura era bastante normal para la mayoría, pero a mí no se me pasaba por alto que en sus ojos se reflejaba una lucha interna
Habíamos venido a almorzar escoltados por sus guardias personales que esperaban pacientemente fuera del restaurant
“Están intentando controlarle… pero me pregunto por qué tío Bastian tiene tanto miedo… ¿Puede ser que conozca a Felipe?”
-Why? Es un sujeto bastante… atractivo-
Benjamín rodó los ojos
-Hay cientos de personas atractivas allí afuera, que Nicholas sea socio de Rafael…-
-¿Le conoces?- cuestioné con curiosidad
-Le he visto un par de veces- se encogió de hombros fingiendo prestarle atención a su pasta
-And?-
-Aléjate de él- espetó con voz dura
Le miré sorprendido
-Suenas como Rafael-
-Es peligroso-
-Max y Felipe también lo son, no sé si lo habrás notado sweetie, pero la mayoría de las personas que nos rodean lo son… nosotros lo somos-
Los ojos oscuros de mi mejor amigo me observaron con dureza, pero la batalla seguía allí
-¿Qué te pasa? Luces como si quieras reír y llorar al mismo tiempo-
-Ayer me acosté con Felipe-
El tenedor que sostenía en mi mano cayó contra el plato y produjo un sonido bastante desagradable pero yo no aparté mis ojos de los suyos
-Sorry?-
-Me lo encontré en el funeral de Daniel, yo… comencé a llorar y él me dijo que se quedaría conmigo hasta el amanecer-
-Claramente no perdieron el tiempo- me reí
Él frunció el ceño y de levanto sus temblorosas manos para alejar de su cuello la bufanda roja que llevaba
Abrí los ojos al máximo al ver la enorme cantidad de marcas que había sobre su piel, que él fuese tan pálido no ayudaba en nada a disimularlas, y en el centro de su garganta se veía la indiscutible marca de una mordida demasiado profunda…
-J.o.d.e.r- susurré dejando escapar el aire de mis pulmones
Él asintió antes de volver a cubrirse
-No quiero ni pensar en la posibilidad de que mis padres me vean esto- se lamentó
-¿Y el resto del cuerpo?-
Su rostro enrojeció y tuve que contenerme para no seguir molestándolo
-Ok, entiendo-
Nos quedamos en silencio, mi mente intentaba procesar qué pretendía Felipe
¿A qué estaba jugando?
Claramente Benjamín no sabía si llorar porque el mayor se había marchado nuevamente o enojarse por haberlo permitido…
-¿Por qué permitiste que sucediera?- cuestioné tomando mi tenedor y enrollando lentamente mis tallarines
-¿Qué harías tú en mi caso Evan? ¿Decirle que no?-
Ok, tenía un punto muy importante allí
-Pero te duele… que se haya marchado-
Él suspiró y dirigió su mirada hacia el exterior, la gente pasaba y era como si nosotros estuviésemos involucrados en un mundo diferente
Un mundo peligroso, oscuro… y doloroso… un mundo al que Benjamín aun no entraba completamente, pero que Rafael procuraba incentivar
… y Felipe intentaba apartarle
-¿Sabes lo que pienso?-
Él se giró a mirarme lentamente, podía ver la desesperación en su interior, sacando conclusiones que tenían poca relación con la realidad
“Es lo que haces cuando no entiendes que sucede, cuando te niegas a aceptarlo”
-¿Qué?-
-Que el amor te ha vuelto estúpido-
Su expresión de sorpresa fue digna de ser fotografía pero me mantuve serio
-¿Qué dices?-
-Lo que escuchaste, la persona que está sentada frente a mí no es el mismo Benjamín con el que hablaba hace un año… no eres tú-
-No sé quién soy- siseó
Mordí mi labio intentando organizar mis ideas
-¿Y Felipe es el único que lo sabe? ¿Por qué le entregas algo tan importante como tu identidad a él? Te diré algo honey, tú eres quien quieras ser, no importa una mierda si tienes mil personalidades, lo que importa realmente es quien eres con las personas que quieres-
-¿Y si no sé quién soy conmigo mismo?-
Sonreí con suficiencia
-Lo sabes, temes aceptarlo pero lo sabes, Felipe no te ayudó a crear tu verdadero yo, lo que él hizo fue permitirte ser libre, lo que haces al mentir, al manipular a todos es atraparte voluntariamente en una celda… pero no por eso debes entregarle todo a él, él no lo querría así-
-¿Qué se supone que haga?-
-Eres la persona más brillante que conozco, al menos de nuestra edad y probablemente mucho más inteligente que la mayoría de seres que se incluyen en esta asquerosa sociedad, no te dejes morir, no desperdicies ese potencial volviéndote una víctima. Si Felipe regresó y se quedó contigo hasta el amanecer es porque tú se lo permitiste-
-No lo entiendes, con él no es como con los demás, no puedo mentirle ni manipularle-
-Por eso le amas- le corté sin dejar de sonreír
-Bien, entonces ¿Qué se supone que haga?-
-Sé quién carajos quieras ser y deja de culparte por ello, disfrútalo- recalqué la última palabra cuidadosamente
Su expresión no delató si había procesado lo que acababa de decirle, pero el brillo de conflicto en sus ojos desapareció
-Podrías estar incitando a un monstruo-
Agité mi mano restándole importancia al asunto
-No me interesa si eres un psicópata o un depresivo crónico, solo quiero que seas feliz y de esta forma claramente no lo eres, demuéstrate a ti mismo que tienes el control, cuando consigas eso, serás un igual para Felipe nuevamente-
Alzó una ceja
-¿Nuevamente?- repitió lentamente
Asentí feliz de que entendiera
-Felipe es un asesino, vive de acabar con personas pero para ello debe cazarles, ¿No te parece interesante pensar que eres como un animalillo herido? No representas un reto para él… ¿Por qué tendría que esforzarse contigo? ¿Por qué debería prestarte atención?-
-¿Entonces no me ama?-
Bufé
-Si quieres escuchar palabras cursis provenientes de Felipe tal vez deberías esperar sentado, ¿Acaso no has notado su parecido con tío Sebastian y con el mismo Varick? Incluso si lo siente, no lo dirá hasta que le dé la regalada gana, entonces, ¿Por qué estresarse?, cuando su prometida se entere que le resultas irresistible será divertido-
-Claro, es muy divertido que me quiera ver muerto- espetó
Pero ya no sonaba enfadado ni herido, sino más bien… divertido
¡Alabado sea el Dios de la gente normal!
-Bueno es divertido si te imaginas la reacción de Rafael y la de Felipe, ¿Acaso piensas que permitirán que se te acerquen?-
-Pero no será solo ella-
Volví a agitar mi mano
-Fuck all her family-
-No sé cómo estuviste a punto de matarte- susurró de pronto
-Pensaba igual que tú, y al final me di cuenta que mi hermano sí me quería, pero que debía esperar… y me dije a mí mismo que disfrutaría el proceso, era eso o tirarme del edificio más alto de la ciudad-
Finalmente él comenzó a reír, probablemente no con la alegría que todos hubiesen esperado de alguien tan joven, pero al menos a mí me relajó
Benjamín tendría que aprender a aceptar que no tenía por qué ser igual a los demás, yo no pensaba que hubiese cambiado con lo de Aaron, sino que la pérdida de memoria de este, había conseguido desatar la personalidad de mi mejor amigo en todo su esplendor
Las consecuencias de ello todavía no se percibían, la presencia de Felipe en su vida había dado un vuelco interesante al asunto, pero su ausencia había encerrado la personalidad de Benjamín en un armario
Necesitaba volver a ser él, o cuando el verdadero problema llegue hasta nosotros, no habrá forma de salvarle
Rafael no puede ganar
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-¿Me ves como tu enemigo?-
Deslicé mí mirada cuidadosamente por el rostro de Nicholas, no, por supuesto que no le veía como mi enemigo sino más bien… como un potencial adversario
Como fuera, el hombre de cabello claro y mirada oscura me sonreía mientras en su mano sostenía una copa de Brandy
Claramente no iba a aceptar un encuentro con él en su casa y oficina, así que le había dicho claramente que nos reuniríamos en uno de los Clubs de un amigo
Gracias a eso, a mi curiosidad principalmente, ahora nos encontrábamos en uno de los salones privados de mi club favorito
-No, no lo hago- respondí tomándome todo el tiempo del mundo
Él mantuvo su expresión
-¿Piensas que soy peligroso?-
-Lo hago-
Me miró con intensidad, había algo en su jodida forma de mirar que me hacía verle como la versión en extremo seductora de Varick
Si era tan peligroso como el de ojos verdes, sabía cubrirlo perfectamente bajo esa mirada depredadora
-No soy un asesino-
-¿No lo eres?-
-No, soy un simple abogado-
Sonreí
-No creo que seas simple, las personas simples no invitan a menores de edad a locales nocturnos-
-Y los menores de edad normales no suelen aceptar esas invitaciones-
-Jamás dije ser normal-
-Jamás lo he pensado-
Silencio
Eso fue lo que se interpuso entre nosotros, no un silencio incómodo, sino uno cargado de expectación
La persona sentada frente a mí me intrigaba a niveles insospechados
-¿Qué es lo que quieres de mí?- pregunté directamente
-Honestamente, te quiero bajo mi cuerpo, gimiendo, pero tus ojos me dicen que no lo conseguiré… al menos no con la misma facilidad que consigo todo lo que quiero-
Alcé una ceja y bebí un sorbo de mi copa de vino
-¿Eso te hace sentir impotente? ¿Te incita? ¿Te interesa?-
-¿Eres psicólogo?- cuestionó ignorando deliberadamente mis preguntas
-Por el contrario, quiero ser diseñador como mi padre- admití sin preocuparme
-Interesante-
-No lo encuentras interesante- comenté sin ofenderme por su mentira
Nicholas se encogió de hombros
-No me refería a eso sino a que aunque lo notaste pasaste cómodamente por alto que yo ignorase tus preguntas-
-Realmente las formulé para molestarte, conozco la respuesta-
El mayor se acomodó en el sofá, la mirada depredadora seguía allí y por momentos se intensificaba
Pero yo sabía que al menos hoy él no intentaría nada
No, Nicholas era la clase de persona que gozaba engatusando a su víctima, haciéndole creer que aunque era un cazador podía ser su amigo… y yo sabía perfectamente lo que él era
-¿Y cuál es?-
-Te fascina la idea de un desafío- espeté bebiendo otro sorbo
-¿Tú lo eres?-
-¿Lo soy para ti?-
Nuevamente el silencio cayó entre nosotros, pero incluso me permití relajarme
Había tenido que decirle a Kevin que saldría con Max para que no levantar sospechas
Obviamente Max estaba trabajando en la organización, pero cuando se enterara de mi mentira había dos opciones: o me preguntaba a dónde había ido para tener que meterle a él en la farsa o ignoraría el tema… como últimamente venía haciendo
Fruncí el ceño, el tema de la comunicación entre nosotros comenzaba a preocuparme
No era que él se mostrara realmente diferente hacia mí, entendía perfectamente que el trabajo le consumía y llevar eso junto a los estudios…
No, tenía que haber algo más, un asunto particularmente adsorbente que le mantenía alejado de mí
-¿En qué piensas? Luces preocupado-
Sacudí levemente mi cabeza
-Nada que necesites saber-
-Por favor, cuéntame- no sonó como una petición, sino la orden proveniente de alguien acostumbrado a ser obedecido sin objeciones
Entrecerré los ojos
-Si piensas que puedes manejarme como a la gente que trabaja para ti estás equivocado-
-Eso es interesante-
La molesta sonrisa que se extendió por su rostro solo consiguió aumentar mi ira
-Great, como claramente te he dado a entender no quiero hablar de mí, así que me contarás de tu vida- fingí el tono más dulce que pude encontrar
-No hay mucho que contar, vivo solo, mis padres viven en Alemania, tengo una hermana de veintitrés años que estudia psicología… y trabajo como abogado-
“Como el demonio”
-Oh, estoy seguro que el que seas socio de Rafael es bastante interesante-
-También soy socio de Varick- soltó como quien habla del clima
Agradecí que se girara para rellenar su copa porque de lo contrario habría notado mi expresión de incredulidad
-Sorry?-
-Soy socio de Varick, ¿Interesante no?-
¿Él era socio de Varick y también de Rafael?
-¿Ellos lo saben?-
Nicholas me miró con superioridad
-Por supuesto que sí, ¿Alguien podría mentirle a alguno de ellos dos?-
Ladeé mi cabeza, de pronto mi curiosidad no dejaba de incrementar
-Déjame ver, no eres un asesino, pero sí socio de dos de los mejores y que curiosamente están enemistados… ¿Qué es lo que buscas de cada uno?-
Nicholas se giró dándome la vista de su perfil y se apoyó de espaldas al sofá, sus ojos mirando fijamente el cuadro frente a él
-Con Rafael comparto la forma de pensar en lo referente a los negocios y por supuesto también en qué métodos usar para conseguir lo que quiero…-
Eso era entendible, el mismo Rafael me había advertido que el hombre junto a mí no se detenía ante nada para conseguir lo que quería… y eso era lo mismo que él estaba haciendo con Benjamín
-Varick por su parte… bueno, eres cercano a él, supongo que entiendes cuando digo que es la persona más peligrosa y a la vez intrigante que hayas conocido-
-No luces preocupado por el peligro- murmuré
-Tú tampoco, sino, no me habrías llamado Evan-
Dejé escapar una sonrisa seductora, sí, esto podría llegar a ser muy divertido...
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Me gustaría tener la capacidad de Evan para analizar las cosas, escoger un camino y luego no preguntarme qué estoy haciendo
Tener la fortaleza para no perder mi orgullo, no abandonar quien soy…
¿Así era antes?
¿Tan seguro estaba de mí mismo?
No lo sé… me cuesta recordarlo
El tiempo pasa y mi personalidad varía, pero me inquieta saber que lo que subyace a esos cambios, lo que permanece inamovible, es el instinto creador de mentiras
El instinto que me hace quedar bien ante todos…
El instinto que me obliga a ser perfecto
Una vez le dije a Felipe que podía usarlo a mi favor para manipular a los demás… supongo que sigo creyéndolo
Todo puede variar, puedo caer, sentirme destrozado… incluso abandonado
Puedo viajar al otro extremo, creerme lo suficientemente seguro de mí mismo como para permitir que Andrew se acerque a mí con obvias intenciones de seducirme…
Puedo permanecer neutral, privándole a los demás, incluso a mis más cercanos, de conocer lo que planeo, lo que siento… lo que realmente quiero
¿Es a eso a lo que se refiere Evan?
¿Aceptar la variación de personalidades como si en realidad fuese una sola capaz de mutar?
Tal vez intentarlo… no es tan mala idea después de todo
Benjamín