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Todo empieza a morir cuando nace el olvido.
Y es tan dulce buscar lo que no se ha perdido...
Y es tan agria esta angustia terriblemente cierta
de un gran amor dormido que de pronto despierta!
José Angel Buesa
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Me gustaría definir el amor.
Me gustaría ser capaz de responder cuando me preguntas qué es estar enamorado
¿Cómo conseguirlo?
¿Cómo saber que lo que sientes es amor y no otra cosa?
¿Cómo si la otra persona siente lo mismo?
¿Cómo saber si es la persona correcta?
Tantas preguntas, y yo no tengo ninguna respuesta…
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----------------------------------------------Hace cinco años-------------------------------------------------
Un pequeño niño de doce años se había fugado de su casa…
No estaba acostumbrado a vivir sin su hermano mayor, toda su vida…toda su vida había estado protegido por aquella persona que decidió alejarse
Sus padres no pudieron hacerle entender, sus tíos no pudieron hacerle entender…ni sus amigos, ni su hermana…
El solo quería a una persona, quería que él regresara, que jugara con él, que le ayudara a hacer la tarea, que cada vez que sus compañeros le molestaran en la escuela, apareciera sonriendo tranquilamente…
Porque Mat amaba la sonrisa de su hermano…
Porque cuando lo tenía cerca sentía que todo estaba bien y no le temía a nada…
Por eso ahora corría hacia la estación de buses, en busca de uno que le llevara hasta su hermano…
Nadie sospechó nada, nadie encontró extraño ver a un pequeño de doce años caminando con tranquilidad por aquel terminal…
Nadie se preocupó…hasta la mañana siguiente…
Angel no encontró a su hijo al ir a despertarlo, su hija no sabía donde estaba su hermano…
Y el caos comenzó…
¿Dónde podría ir un niño tan pequeño en la noche?
Sus padres lo buscaron con desesperación y finalmente comprendieron a dónde se dirigía…
Mat intentaba llegar hasta la persona de la cual hablaba a diario, la persona que se disculpaba con sus estudios cada vez que su hermanito deseaba hablar por teléfono con él
Y eso era algo que en el fondo, muy en el fondo, se esperaban…
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El pequeño rubio se demoró casi un día en bus, pero llegó hasta aquella enorme ciudad…
A diferencia de un niño que está perdido, sí sabía cómo y dónde llegar, y sin preocuparse mucho le dio la dirección al chofer del primer taxi que se detuvo
Aquello también requirió trabajo; conseguir la dirección de su hermano, sin que nadie se enterara…
Porque sencillamente cada vez que preguntaba dónde estaba, solo recibía una respuesta
“Estudiando en otra ciudad”
…
Él tenía doce años, pero no era tonto y comprendía que de alguna forma sus padres intentaban hacer que olvidara un poco a Erick…solo lo suficiente para evitarle el despertar llorando la mayoría de las noches…
Solo un poco…
-Ya llegamos niño-
Le entregó el dinero al chofer y se bajó del taxi, un imponente edificio se alzaba frente a él, pero no tuvo miedo, porque estaba tan cerca de su hermano…
Tan cerca que el latido presuroso de su corazón le impidió sentir algo más cuando el conserje le sonrió, tan cerca que sus pequeños pies no pudieron quedarse quietos mientras subía en el ascensor…
Tan cerca que sus manos, pequeñas y pálidas sudaban increíblemente…
Tan cerca que cuando tocó el timbre y escuchó pasos acercándose estuvo a punto de gritar…
No fue capaz de notar la mirada llena de felicidad en los ojos de su hermano, solo vio el gesto cargado de frialdad en su rostro…
Solo vio una chica semidesnuda aparecer y rodear la cintura de su hermano…
De su hermano…
Suyo…no de esa chica…
Y tampoco escuchó bien las palabras que dijo Erick…porque no lucía feliz, no lucía contento, ni siquiera sorprendido…solo…indiferente
Y el pequeño Mat retrocedió rápidamente, la puerta fue cerrada frente a sus ojos…
Y sin saberlo…
Sin imaginar lo que estaba pasando…
Fue la primera vez que lloró por amor…
Pero claro…un niño de doce años no sabe lo que es el amor…
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Mi corazón no es de metal…
Mi corazón no es de piedra…
Mi corazón no es de diamante…
No sé que está pasando…
Hermano…¿También sientes esto?
La sensación de estar flotando, la sensación de poder respirar, de mirar, de sentir…como nunca antes
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-Mat…despierta-
Me giré intentando alejarme de aquella voz…quería seguir durmiendo, dormir y soñar, mucho, mucho más
-Hermanitoooo…-
Entreabrí los ojos, el rostro de Erick estaba a escasos centímetros del mío
-¿Mmm?-
Sonrió brillantemente y fui incapaz de apartar mi mirada, nuestros labios se encontraron brevemente y mi corazón latió cálidamente…
-Se te hará tarde para ir al colegio, si quieres yo te llevo-
Suspiré, mirando a nuestro alrededor y descubriendo con desconcierto que no estaba e mi habitación, sino en la de él
-¿Qué hago acá?-
-Ayer te quedaste dormido, intenté llevarte a tu habitación pero no me dejaste…-
Me incorporé bruscamente, era cierto, llevaba puesta la misma ropa
-Yo…-
-Anda, cámbiate pronto o no llegarás al instituto-
Besó mi frente antes de salir de la habitación
Me quedé sentado mirando mis manos…entonces…¿Entonces todo había sido real?
El viento frío de la mañana se coló por la habitación, estremeciéndome…
Debía sentirme feliz, muy feliz, y así era, pero…¿Por qué se comportaba como si nada hubiese pasado?
Me cambié de ropa a la velocidad de la luz, deseando poder hablar con él, para mi fortuna al bajar las escaleras me lo encontré sentado en el sofá, leyendo
-Erick…- le llamé parándome frente a él
-¿Dime peque?-
Por un instante me sentí perdido en su mirada, me habría gustado poder dormirme en aquellos ojos, me habría gustado poder decir “te amo” tranquilamente, sin temor a una negativa
Porque aun cuando recordaba detalladamente el sabor de sus besos, su mirada parecía estar advirtiéndome de algo
-Yo…a partir de ahora…-
No me atrevía a preguntar
-Una vez me preguntaste que sentía por ti ¿verdad?- no reconocía bien mi voz y eso me asustaba aún más
Erick sonrió de lado y palmeó su pierna izquierda
Entendí y automáticamente me senté estremeciéndome al sentir su brazo rodeando mi cintura
-Mat, sé que me quieres, y no voy a pedirte que olvides ninguna palabra que dije ayer…-
Palidecí al comprender lo que intentaba decirme
-¿Pero?- añadí siendo consciente de que lo que venía iba a doler
Pero nunca me había enamorado…
No sabía como enfrentar algo así…
-Pero estar juntos implica cosas que no puedes llegar a imaginar-
Fruncí el ceño
-¿Es porque tengo dieciséis? ¿Porque supuestamente no entendería?-
Mi hermano asintió, el cabello rubio despeinándose perfectamente ante la sacudida de su cabeza
-Estar ahora juntos…sería privarte de muchas cosas, yo ya pasé por eso, yo viví mi adolescencia en plena consciencia de lo que hacía, la disfruté y no me arrepiento de nada de lo que hice, pero tú…Mat, no voy a pedirte que estés conmigo, no voy a atarte a mí, no cuando quiero verte sonreír, no cuando una relación amorosa entre nosotros jamás podrá dar tantos frutos como dificultades-
Parpadeé, mi pecho dolía increíblemente
¿Estaba diciéndome que aunque nos quisiéramos jamás podríamos estar juntos?
-Pero…todo este tiempo, siempre estuviste diciéndome que te dijera lo que sentía…todo este tiempo me hiciste pensar cuidadosamente lo que provocabas en mí…¿Y ahora me dices que no podemos estar juntos?- sin darme cuenta, a medida que hablaba mi tono aumentaba más y más
Tal vez mis gritos conseguirían menguar el dolor en mi pecho
-Reconozco que fui egoísta…pero no me arrepiento- aseguró acariciando mi mejilla suavemente
Egoísta era decir poco…
No, no era ser egoísta…sencillamente era ser cruel…
-Eres un…yo…- tanta era mi rabia y frustración que no era capaz de expresarlo con palabras
Su rostro se acercó al mío y aunque intenté retroceder, su mano me tomó por el cuello, impidiéndomelo
No iba a negarlo, no pensaba hacerlo, al menos no a mí mismo…el sentir sus labios sobre los míos, acariciando delicadamente mi boca…
¿Cómo fingir que aquello no me estremecía completamente?
Pero no era justo…
No era justo porque probablemente, este sería el último beso que me daría…
Y el sueño lleno de felicidad duró tan poco…
En cuanto me soltó, me alejé inmediatamente y me puse de pie
-¡Si, eres increíblemente egoísta maldito insensible! ¡Me dices que me quieres pero que no podemos estar juntos! ¡¿Es una maldita broma?!-
-Mat, ¿No lo entiendes? Si estamos juntos jamás podremos caminar de la mano por la calle, jamás podremos decirle a nuestra familia, jamás podremos reunirnos para tener una cita en un lugar público…-
Apreté los puños con fuerza, presa de la ira y la impotencia
-¿Y SI ESO NO ME IMPORTA? … ¡Y si te digo que solo me interesa estar contigo!-
Mi hermano bufó, negando lentamente con la cabeza
-Puede que así lo pienses ahora, pero cuando pase el tiempo mirarás a tus amigos, teniendo una relación normal y te arrepentirás de haber tomado una decisión así…-
-¡NO ES CIERTO!- negué sintiendo mi rostro humedeciéndose
Detestaba llorar…
Más que cualquier cosa…detestaba llorar
-Mat, eres mi hermano, siempre te voy a querer-
-¡DESEARIA NO SERLO! ¡¿POR QUE TUVISTE QUE SER MI HERMANO?!...-
Sentí sus brazos intentando rodearme pero lo alejé golpeando su pecho
-Deja de fingir que todo estará bien, no será así y lo sabes, quiero retroceder el tiempo y jamás haberte conocido Erick, quiero retroceder el tiempo y rogarte para que jamás vuelvas a casa…si…eso debiste haber hecho…haberte quedado lejos…para siempre-
-No digas algo que no sientes-
Sonaba a una súplica, pero yo no era capaz de entender su forma de pensar
¿Acaso no pensaba en lo difícil que había sido aceptar que me había enamorado de mi hermano?
Después de todo este tiempo, estos años…
Y ahora simplemente…
¿Debía fingir que no sucedía nada?
-Lo peor de todo, Erick, es que sí lo siento- murmuré llevando una mano al lugar donde debería estar mi corazón
Mis pasos me traicionaban, yo no quería salir, yo quería quedarme, quería sentir que mi corazón latía tranquilamente a su lado, quería sentir su mirada sobre mí, regalándome cariño, quería escuchar su voz…diciéndome que me quería
¿Qué era esta extraña relación?
Ni siquiera habíamos durado un solo día…porque desde el principio él sabía que no habría nada…
Entonces yo me había equivocado…
Jamás debí detenerme a pensar en mi comportamiento en su presencia, en nuestras miradas, en nuestras palabras…
-Mat…-
Podía escucharle llamándome, pero no quería tenerlo cerca…
No cuando este sentimiento estaba destinado a ahogarme…
Salí de casa sin importarme la lluvia que caía sobre la ciudad, no pensaba ir al instituto, no pensaba en nada…
Excepto en el dolor que amenazaba con llevarme a la locura
¿Cómo pude quererle tanto en tan poco tiempo?
¿Cómo puede alguien tan joven amar de esta forma?
¿Cómo puede una persona llevarte al cielo y al segundo siguiente enterrarte vivo en el infierno?
El parque al que siempre venía estaba vacío, totalmente vacío…
Mis pies me llevaron hasta el árbol bajo el cual estuve a punto de besarme con Erick, y en ese momento mis rodillas me traicionaron…
No quería sentir esto…
Quería ser un adolescente normal al que le gustaba su compañera de curso…
-Nací y te conocí…y te he amado hasta morir…-
Alcé mi cabeza asustado
-¿Varick?-
-¿Has escuchado esa canción pequeño?...habla de un amor que debería ser enviado al cielo-
Pasé con fuerza mi brazo por mis ojos, intentando borrar las lágrimas…pero no sirvió
Y la lluvia siguió cayendo…
-¿Cómo continúa?- inquirí mirando el cielo
Quería llorar, quería llorar hasta borrar el cariño que siento por mi hermano, como si derramando lágrimas pudiese vaciar mi pecho
-Porque tú y yo somos peligrosos…te dejo, una separación cruel es el como el final del camino del amor…no existen palabras que puedan consolarme-
Suspiré, sintiendo cada palabra aferrándose a mí
-A veces los sentimientos no tienen utilidad…por más que lo sientas, por más que pienses que estarás bien…sencillamente…deben ser enviados al cielo-
-No quiero dejar de sentir- susurré incorporándome lentamente
Una sonrisa apareció en su rostro, pero no era felicidad lo que emanaba de ella, no…era lo más parecido a la tristeza que había visto en Varick
-Deberías verte ahora, destruido…opacado, ¿Dónde quedó esa luz que brillaba en tu mirada? ¿Dónde quedó la felicidad que irradiabas con una sonrisa?...no puedes decirme entonces que ese amor que sientes merece ser conservado-
-Pero…-
¿Estaba diciéndome que olvidara a Erick?
¿Cómo hacerlo?
Eran demasiados años…demasiados recuerdos…demasiados sentimientos…
Pero a la vez había sido tan corto y tan intenso
Mi mente no podía dejar de preguntarse qué se sentiría tener una relación con Erick…
-Ven conmigo, te daré algo de ropa seca-
Observé aquella mano que se extendía frente a mí
Una parte de mí me dijo que regresara a casa, que le pidiera a mi hermano una oportunidad…una oportunidad para demostrarle que yo no necesitaba aquello que el intentaba darme…
Pero la otra parte movió mi mano y la unió a la de Varick, porque se sentía dolida, porque no sabía que hacer, porque no quería ver a Erick, al menos, no hoy…
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--------------------------------------------------Evan-----------------------------------------------------------------------
-Ya me cansé- siseé entrecerrando los ojos
Blake se incorporó en la cama, por un instante me perdí en la línea de sus perfectos pectorales
-¿De qué? ¿Del sexo? Pensé que nunca te cansabas- susurró divertido
Me giré hasta quedar sentado frente a él
-Of course not! Me refiero a que me cansé de soportar a esa zorra, pensé que con el video que publiqué bastaría, pero se ve que está obsesionada con Max-
-¿Y tú no?-
Mis manos se movieron solas, acariciando su pecho con delicadeza
-Es diferente, ella no tendría por qué…en cambio yo sí-
-Evan…Evan…Evan-
Miré atentamente como Blake sostenía mi mano derecha y comenzaba a lamer mi dedo índice
-Algún día entenderás, que el enfermo eres tú, no ella…porque ella no se está tirando a su hermano gemelo…no, ella está acostándose con un adolescente bastante hormonal-
-Es mí gemelo- siseé sin moverme
El de cabello oscuro me recostó nuevamente en la cama, bajo su cuerpo
-Entonces ¿Por qué hace lo que quiere?...pareciera que te gusta decir que es tuyo, pero él no piensa como tú…de hecho, juraría que la situación es al revés-
-ahhhh…¿Cómo al revés?- jadeé retorciéndome bajo sus manos
Si había algo a lo que era incapaz de resistirme era a las manos de Blake, desde la primera vez que nos saludamos…
Desde la primera vez que nos besamos…
Sus manos…
El más sutil tacto conseguía erizar completamente mi piel
-Al revés…ya sabes…tú le perteneces a él y no importa cuanto intentes negarlo o alejarte, no tiene sentido, porque el que está enamorado aquí eres tú…-
Palidecí
¿Yo estaba enamorado?
“¿Y cómo pensabas explicar tanta posesividad sobre alguien?”
Esto no puede ser amor….
No tiene sentido…
-¿O qué? ¿Vas a decirme que nunca habías pensado claramente en tus sentimientos?-
Mordí mi labio inferior para no gemir cuando sus manos descendieron por mis caderas
¿Y qué si no lo había hecho?
No hay mucho que pensar…
Porque había algo que tenía muy claro…
No importa si lo odio, lo quiero o lo amo…
Max jamás me corresponderá…
Por eso es mejor no pensar en ello y solo disfrutar, seguir jugando…
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-¿Has escuchado?-
Me detuve a propósito frente a un panel de anuncios, desde que había entrado al instituto podía escuchar rumores…
¿Pero qué clase de rumores?
No creía que tuviesen que ver con mi última jugada…
Si todo salía bien, gracias a Blake y a que le pagué para que difundiera cierta grabación, la zorra de Amanda debía estar siendo culpada por tráfico de drogas…
-Es muy bonito…-
-¡Si! ¡Totalmente adorable!-
Alcé una ceja, ¿De quién hablaban?
Decidí preguntar directamente y me giré hacia las tres chicas que hablaban emocionadas
-Hello- les sonreí con mi mejor expresión provocando que se paralizaran
-¡Evan!- exclamaron
Casi bufé, era obvio que se trataba de las típicas estúpidas que se creerían cualquier cosa que saliera de mis labios
-Sweeties, ¿De quién están hablando?-
La más alta se pegó a mí sin dejar de sonreír
-¡El chico nuevo! Es muy lindo, pero parece que ya se fijó en Aaron-
Me obligué a no mostrarme sorprendido
-¿Y eso?-
-Nosotras lo vimos esperando en la fila para comprar, alguien pasó a empujarlo y Aaron lo sostuvo…Daniel se sonrojó mucho…se ven muy lindos juntos-
Así que se llamaba Daniel…
Pobre, considerando el carácter de Benjamín, no duraría ni dos días en el instituto…al menos no si pretendía acercarse de Aaron
-Well, eso es algo que tendré que ver, ¡Nos vemos!-
Me alejé tranquilamente, buscando con la mirada a mi mejor amigo, para suerte o malestar de muchos, no estaba a la vista
Ya habría tiempo para ver al “famoso” Daniel y decidir si era una amenaza o no
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PLAF
El golpe resonó en toda la habitación
Instintivamente llevé mi mano a mi mejilla, intentando procesar lo que estaba pasando
Había llegado del instituto solo, seguro de que no habría nadie en la casa, y en cuanto me giré para cerrar la puerta de mi habitación mi gemelo había aparecido de la nada
No alcancé a pronunciar palabra alguna cuando un golpe me llegó a la mejilla
-WHAT THE?- exclamé en cuanto recuperé el habla
-Eres el ser más obstinado que he conocido Evan-
Entrecerré los ojos, retrocediendo lentamente, pero como si desde un principio se lo hubiese esperado, Max avanzó hasta acorralarme contra la pared
-Amanda quiere matarte- siseó con tranquilidad
-¿Y a mi qué? No me interesa lo que intente hacer esa zorra-
Esta vez el golpe lo vi venir, pero no alcancé a apartarme, al parecer mi hermano era mucho más rápido de lo que había imaginado
-¿No te das cuenta que estás jugando como un enano de cinco años? Ella no tiene tu edad, ella no tiene nada que perder y por más que intentes meterla a la cárcel, no lo vas a conseguir…al menos no con tus patéticos intentos por hacerla aparecer en las noticias…-
Por más que me dolían las mejillas, me obligué a no demostrar lo que sentía, especialmente lo que me provocaba entender que por primera vez Max me había levantado la mano
-Fuck you, and get out of my room NOW!-
-¿Piensas que me importa lo que digas? ¿Piensas que a alguien le importa lo que digas? Si te obedecen es porque esperan acostarse contigo…nada más que por eso…y si lo esperan es porque han escuchado todos los rumores que te dejan como una puta fácil-
Mordí mi labio inferior con fuerza al mismo tiempo que mis manos golpeaban su pecho
-SHUT UP!-
-Nadie quiere escuchar la verdad, por eso prefiero guardar silencio-
De haber podido, le habría partido la cara…
El mismo rostro que veía cada mañana al mirarme en un espejo…
¿A quién deseaba golpear? ¿A Max o a mí?
-Lárgate-
No sonaba a una orden, más bien a una súplica, y él lo notó porque sonrió
-Luego no digas que no te advertí, Amanda está muy furiosa…lástima que yo no pueda hacer nada para ayudarte…-
Dio media vuelta dispuesto a marcharse pero eso no me daba miedo…esa zorra de quinta no podría darme miedo…excepto por una sola cosa
-¡Deja de acostarte con ella!- espeté sosteniendo la manga de su camisa con mi mano derecha
No se volteó, pero suspiró profundamente
-Evan, no le pidas algo que sabes no dejaré de hacer-
-Why? ¿Por qué no puedes dejarla? ¿Acaso te enamoraste de ella?- reclamé indignado de solo contemplar aquella posibilidad
¿Y si se había enamorado de Amanda?
Una parte de mi mente me recordó que el problema, era que precisamente aquello era lo normal o al menos resultaba mucho más normal que acostarse con tu hermano gemelo
-No, no la amo, y si sigo acostándome con ella no es algo que te concierne- sentenció antes de zafarse de mi agarre y salir de mi habitación
Miré con furia la puerta cerrándose frente a mis ojos
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-No te ves como el Evan de siempre-
Suspiré fijando mi mirada en el conjunto de prendas que había frente a mis ojos
Mat lucía triste, pero si había notado mi estado de ánimo lo último que quería era empeorar su propio estado
-Don´t worry, no es nada-
-¿Nada? Llevas casi quince minutos sosteniendo esa camisa, usualmente coges un montón de ropa y me encierras en un vestuario- se rió levemente
Sonreí de lado, si, eso era lo que generalmente hacía cuando conseguía convencer a mi primo para que me acompañara de compras
-Ok tienes razón-
-¿Qué pasó Evan?-
Decidí salir de la tienda, de cualquier forma no estaba de ánimo para comprar nada, caminamos hasta mi cafetería favorita y solo cuando estuvimos sentados frente a frente comencé a hablar, teniendo el cuidado de no confesar todo
-Well…digamos que me gusta una persona-
Los ojos violetas de Mat se agrandaron
-¿Estás enamorado?-
¿POR QUE TODOS ESTABAN MALDITAMENTE CONVENCIDOS DE QUE ME HABIA ENAMORADO?
-¡No! Solo me gusta mucho- aclaré inmediatamente
Mat asintió, algo asustado por el tono que yo había empleado con él
-El caso es que…descubrí que se acuesta con alguien más-
Mi primo procesaba todo bastante lento, pero supuse que sería porque él también estaba visiblemente preocupado por algo
-¿Y terminaste con él?-
Su pregunta casi hizo que me largara a reír
¿Terminar?
¿Con Max?
…
No, no podría y lo peor de todo era que él sabía perfectamente que no lo haría…
-Digamos que estamos en una relación abierta-
-¿Entonces cual es el problema?-
Parpadeé
-Sorry?-
-Eso, ¿Cuál es el problema? Si como dices, están en una relación abierta…no tendría por qué afectarte-
“Ese es un excelente punto Evan…¿Si no estás enamorado de él, cual es el problema?”
-El problema es que es una maldita zorra que no lo merece-
Mat palideció
-¿Estás celoso?-
-God! No! Just…¿Por qué con ella?-
-¿La odiabas desde antes?-
Enmudecí ante su pregunta
Ni siquiera sabía de su existencia
-Tomaré tu silencio como un “no”…¿No has pensado que estás actuando como si fueran exclusividad el uno del otro?-
Desvié mi mirada, ¿Y qué si era así?
¡Siempre había sido de esa forma!
Aunque de ves en cuando tuviésemos nuestros revolcones con alguien más, jamás había pasado algo como esto…
-Le pedí que se alejara de ella…pero aunque me dijo que no la ama, no quiere hacerlo- reclamé alzando un poco la voz
Mat frunció levemente el ceño, en momentos como estos me parecía que mi primo menor tenía una concepción de la vida mucho más objetiva
Y claro, luego recordaba que amaba a su hermano pero no era capaz de aceptarlo…
¿Y si era eso lo que lo tenía tan apagado?
-En ese caso…si realmente no está enamorado de ella…puede que lo esté haciendo para darte una lección-
Alcé una ceja
-¿Darme una lección?- repetí
El rubio sonrió con sinceridad
“Con razón Varick está tan obsesionado con él”
-En eso eres muy parecido a mi hermano, Evan, siempre obtienes todo lo que deseas…tal vez esa persona esté intentando demostrarte que no es así-
Me obligué a sonreír, a pesar de que distaba mucho de sentir alegría
¿Demostrarme que no siempre puedo conseguir lo que quiero?
¿Por qué FUCK no lo había notado?
“El sexo te nubla el juicio”
Mmm…probablemente sea así
Pero no era el momento para detenerme a analizarlo
-Bueno bueno, cambiando de tema…¿Por qué estás así?- interrogué observándole fijamente
Mat apartó su mirada inmediatamente
-No quiero hablar de eso-
-¿Es por Erick?- sugerí sin hacer caso de sus palabras
Las manos de Mat se crisparon sobre la mesa y su flequillo ocultó sus ojos
-No lo entiendo- sentenció con frustración
-¿El qué?-
Yo tampoco entendía, es decir, a Erick se le notaba bastante su debilidad por Mat, ¿Cuál era el problema?
¿Acaso Mat aún no asume lo que siente?
-Yo…yo acepté mis sentimientos por él, pero no sirvió de nada-
Abrí los ojos al máximo, ¿De nada?
¿Pero qué caraj…?
-¿Te le declaraste?-
Ok, eso ya era suficientemente impresionante, sinceramente me esperaba que terminaran acostándose y luego reconocieran sus sentimientos…
“Eso es lo que haría alguien como tú, no Mat”
Cierto, muy cierto…
-Si, pero me dijo que no podíamos estar juntos-
De haber podido habría ido a buscar a Erick y lo habría golpeado hasta dejarlo inconsciente
O mejor aún, le habría contado de lo interesante que le resultaba Mat a Varick
“Que cruel eres Evan…”
En lugar de aquello, tomé la mano de Mat e intenté darle fuerza
-Él se lo pierde honey, estoy seguro de que hay cientos de personas que desearían estar contigo-
Mi primo rodó los ojos
-No conozco a tantas personas…y no quiero a nadie más-
Alcé una ceja, ¿A nadie más?
Sonaba como un cachorrito acostumbrado a un solo dueño…
Tan tierno…
De pronto el teléfono de Mat sonó y mi rubio primo respondió sonrojándose
-¿Si?-
-Claro…no te preocupes, estoy cerca puedo llegar solo…-
-bien…nos vemos-
Reprimí una sonrisa, yo sabía con quien hablaba pero no podía dejarme en evidencia
-¿Quién era?- cuestioné fingiendo curiosidad
-Mmm un amigo-
Entrecerré los ojos pero decidí dejarlo pasar
-Primito, tal vez deberías dejar ir a Erick-
Mat se me quedó viendo como si lo que acababa de decir fuera estúpido
-Es mi hermano-
-Por eso mismo, si tú ya aceptaste lo que sentías y él no fue capaz de permitir que se dieran una oportunidad, ¿Es justo que sigas atormentándote con ese sentimiento?-
-Pero…-
Ladeé mi cabeza, era obvio que Mat estaba confundido, pero tampoco iba a arrojarlo sobre los brazos de Varick, eso sería como enviarlo a la destrucción
-Solo piénsalo, observa como se comporta Erick y decide-
-Suena a que pretendo terminar con mi futuro esposo- se mofó el menor
Sonreí de lado
-¿Te gustaría que fuera tu esposo honey?-
-¡Evan!-
-What? O podrían saltarse la boda e ir directamente a la luna de miel- sugerí divirtiéndome con el sonrojo que apareció en el rostro de mi primo
-¡Deja de hablar así!-
-¿Vas a decirme que ni siquiera se han besado?- inquirí anonadado
-¡Por supuesto que si!-
Mi sonrisa se extendió, al igual que su sonrojo
-You are so cute- suspiré
-¿Eh?-
-No importa Matcito, me tengo que ir, así que me disculparás pero hay ciertos asuntos que necesito resolver-
Los ojos violetas de Mat me analizaron y por primera vez noté el cambio que comenzaba a producirse en él gracias a Varick
-¿Si te pregunto de qué se trata?-
-Te respondería que no es de tu incumbencia- sonreí antes de ponerme de pie y marcharme
---------------------------------------------End Evan-----------------------------------------------------
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-----------------------------------------------Benjamín----------------------------------------------------
El colegio es aburrido
¿Por qué alguien como yo necesita esto?
Y lo peor de todo es que pareciera que lo único que te hace válido como persona es obtener buenas calificaciones
Porque si tienes buenas calificaciones significa que eres inteligente, y nadie quiere a alguien tonto, todos envidian y admiran a la gente inteligente
Si eres inteligente puedes ir a la universidad, si vas a la universidad obtienes una profesión…envidiable
La admiración y la envidia se acrecientan, tu ego…también
¿Qué tiene de malo saber que uno es excelente en algo y sentirse bien por ello?
Esta sociedad está podrida…
Te incitan a ser el mejor en todo pero te prohíben presumir de ello…
Pisar a los más débiles fingiendo que te importa que no puedan levantarse…
Y luego viene el éxito, esa sonrisa en las personas que lo tienen todo…esa sonrisa que parece iluminar a todo el que está cerca de ellos
Eso es lo que quiero para nosotros Aaron…
Quiero que todos los que nos rodeen se vean encandilados…y no se acerquen
Quiero que me mires a mí…que tu mirada se pierda en mí…que tu voz me rodee…
-Hey-
Parpadeé, no había notado lo alto que se encontraba el sol
Aaron se paró frente a mí consiguiendo que ocultar los rayos de sol que llegaban justo sobre mis ojos
-¿Qué pasa?-
-¿Llevas mucho tiempo esperándome?-
Sonreí de lado al notar la preocupación en su rostro
-¿Y si así fuera?-
Frunció el ceño, el cabello mojado se le pegaba a la frente de una forma envidiable. Estaba seguro que de practicar natación yo jamás me vería así
-Entonces debería disculparme, llegué tarde-
Me encogí de hombros mientras me levantaba
No quería oír una disculpa de él, hoy no
-Vamos, tengo hambre-
Sonreí inconscientemente cuando, al intentar caminar me detuvo sosteniendo mi muñeca
-¿Pasa algo?- interrogó abrazándome por la espalda
No me giré, me gustaba escuchar su voz cerca de mi oído y sentir sus brazos rodeándome
-Nada, solo estoy cansado-
Sentí como suspiraba
-Dime lo que piensas Benjamín-
-¿Es una orden?-
-¿Por qué tiene que serlo? Quiero que seas capaz de ser sincero conmigo-
Finalmente me volteé para mirarle con mi mejor expresión de tranquilidad
Él no tenía por qué saber que Felipe se estaba convirtiendo en un problema…un problema demasiado tentador
¿Pero como pensar en alguien que con suerte era un cuarto de interesante de lo que Aaron me resultaba?
-¿Sinceridad? ¿Qué tipo de sinceridad prefieres?- repliqué
Aaron ladeó la cabeza ligeramente
-¿Desde cuando existe más de un tipo de sinceridad?-
Me mordí el labio inferior y rodeé su cuello con mis brazos
-Me refiero a que podría decirte “Estoy bien, pero deseo que me beses hasta que me quede sin aire” o “Estoy bien pero me molesta que hayas llegado tarde” y también podría simplemente decirte que estoy bien y hacer como si no pasara nada-
Los ojos de Aaron brillaron
-Me gusta más la primera opción- confesó besándome
Sonreí dentro del beso, claro que era más divertido notar como él escogía la opción más cercana a la verdad sin darse cuenta
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-No deberíamos estar haciendo esto-
Sonreí de lado, Felipe jadeaba contra la pared
¿Quién diría que era una excelente idea haber venido nuevamente a su casa?
-Eso lo dices porque te molesta la fotografía de tu esposa mirándonos- susurré acercándome a la dichosa imagen y bajándola de forma que quedara contra la madera de la mesa
El rubio miraba la mesa como si le doliera mi gesto
-¿Aún te duele?- inquirí acercándome
-La amaba, y me traicionó sin importarle nada-
Volví a sonreír mientras mi mano se hacía paso bajo su camisa
-Tu lo has dicho…la “amabas” y creo que no es momento para pensar en ella…a menos que quieras que te deje…solo- añadí antes de morder ligeramente su cuello
-No…ah…-
La ropa comenzó a volar por la habitación, cada vez que me apretaba contra Felipe podía sentir su excitación contra mi vientre, provocando que mi temperatura aumentara sin control
-No podemos…-
-¿Qué cosa?- susurré empujándole ligeramente
Mi querido profesor cayó de espaldas sobre su cama, su pecho desnudo lleno de marcas hechas por mí y los pantalones a medio abrochar
-Esto…no es correc…ahhh…Dios-
Mordí mi labio, intentando reprimir el gemido que deseaba escapar de mi boca, sus manos se aferraron inmediatamente a mi cintura, buscando un mayor roce entre nuestras pelvis
-No voy a decirle a nadie que a mi profesor de química le gusta joderme- aseguré luchando por deslizar mi mano derecha bajo su ropa interior
-¿A nadie?-
-Nop, a nadie- reafirmé con calma
De un momento a otro las cosas cambiaron; la mirada de Felipe cambió, provocando que quisiera alejarme de él…
Sus ojos eran muy parecidos a los de Blake enfadado
-¿Entonces qué pasará cuando Varick se entere de que te acostaste con el enemigo?-
Palidecí, por primera vez escuchar el nombre de Varick me provocó escalofríos
-¿De qué me estás hablando?-
Intenté parecer tranquilo, pero la sonrisa de satisfacción en su rostro era la prueba de que ya no serviría de nada
¿Quién era Felipe en realidad?
Su maldita fachada de profesor engañado había convencido a todos…incluso a mí
Pensé en papá y en lo que me había enseñado…¿Acaso me había perdido una parte?
Cada palabra, cada gesto de Felipe era demasiado convincente…
-No intentes engañarme Benjamín, no a mí…¿O realmente creíste que estaba enamorado de Amanda? ¿Qué me sentía mal porque la mujer de mi vida me engaña con un adolescente con complejo de hacker?...por favor…pensé que eras más inteligente-
Fruncí el ceño y no me molesté en controlar mi mano, la cual se estrelló contra la mejilla derecha de mi “profesor”
Una parte de mi se sentía aterrada…
Solo la posibilidad de que todo hubiese sido un juego me provocaba intentar encerrarme en mi habitación…algo que obviamente ahora no podía hacer
Pensando en eso no me di cuenta de su sonrisa macabra y fue muy tarde cuando quise alejarme del golpe que me dio
-No voy a tener consideración contigo, así que no vuelvas a golpearme porque te lo devolveré dos veces más fuerte-
-¡Eres un mentiroso!- exclamé obligándome a mantener mi mano alejada de la zona de mi rostro que ardía
-¿Yo?-
¿Por qué no había notado esa mirada maliciosa en sus ojos azules?
-¿Y qué hay acerca de ti?-
Sentí como tomaba mi muñeca y luego me arrastró hasta el enorme espejo que había en una de las paredes
-Mírate en este espejo y dime si lo que ves no te da lástima-
Mi corazón latía con fuerza, pero sabía de primera fuente que el descontrol sobre las emociones era la perdición, tenía que calmarme, pero el shock que me provocó el cambio en su actitud era demasiado
Si él decía que era enemigo de Varick…
¿Significaba que trabajaba para la familia de Amanda?
Obviamente no era un simple profesor…de hecho, ni siquiera parecía profesor…aunque se comportara como uno
-¿Te refieres a si siento lástima de ti?- repliqué al cabo de unos segundos
La sonrisa fría regresó y el agarre sobre mi muñeca aumentó drásticamente
-Eres tan hermoso…tanto como un ángel negro, lleno de vanidad, egoísmo, lujuria, ira…soberbia…todo reunido en una sola persona…¿Por qué intentas ser tan perfecto?...con ese nivel de soberbia cualquiera pensaría que ya lo eres-
-¿Lo dice el que tiene que fingir ser alguien que no es como un patético actor de mala muerte?- espeté mirándole fijamente a los ojos
Felipe no se inmutó pero su mano golpeó mi mejilla nuevamente
Mordí mi labio inferior para no quejarme
-Déjame adivinar…Intentas alcanzar la perfección porque es la única forma de no sentirte como lo que realmente eres…jamás le mostrarás al mundo lo vacío que estás por dentro, no mientras puedas evitarlo, ¿Me equivoco?-
Me mantuve en silencio, incapaz de refutar lo que sabía, era verdad
-No, claro que no, porque lo que siempre haces es manipular a todos, consiguiendo lo que quieres de ellos sin mucho esfuerzo, por eso Aaron fue un reto para ti…por eso y porque él no te recuerda…que dolor…que dolor Benjamín-
-¡CALLATE!- estallé intentando zafarme de su agarre pero no sirvió de nada
-¡MIRATE!- gritó tomando mi barbilla y obligándome a mantener mi mirada sobre mi reflejo
-¡MIRATE Y DIME SI NO ERES DEBIL! Mírate y dime si cada vez que has intentado pensar en ayudar a alguien no ha sido porque en el fondo era solo para tu propio bienestar…dime si no has tenido siempre todo y aun así no es suficiente…jamás será suficiente, aunque encierres a Aaron en una maldita jaula, dependiendo todo el día de ti…ni siquiera eso será suficiente…-
-¡No soy débil!- reclamé observando mi cuerpo temblar
-¿Acaso alguien “fuerte” necesita alejar a todos de la persona que “ama”…claro que no, eres tan débil que debes obligar a los demás a creer lo contrario…-
Mordí mi labio inferior con tanta fuerza que comenzó a sangrar
Felipe, con su maldita mirada fría y maliciosa limpió lentamente mi sangre
-Pero eso es para el común de la sociedad, para mí, eres perfecto…así que en recompensa por tu esfuerzo, por todo lo que te costó intentar conquistarme, te voy a dar lo que viniste a buscar a esta casa…-
Abrí los ojos
¿Era…?
-¿Qué te sorprende? ¿No es esto lo que buscabas? ¿Sexo?- cuestionó mientras terminaba de quitarse la ropa
Aparté mi mirada, independiente de que aquello fuese lo que había buscado, ahora mi orgullo estaba demasiado herido como para siquiera pensar en seguir con lo que yo mismo había empezado
-No quiero- sentencié con tranquilidad
La mirada de Felipe consiguió hacerme retroceder
-¿Puedes repetirme lo que dijiste?-
Tragué duro pero mantuve la compostura
-No quiero, y me largo, allá tú si disfrutas con una doble vida-
Dirigí mis pasos hacia la salida pero antes de llegar a la puerta, el rubio me empujó contra la pared, apretando mi cuello
-Creo que tus padres debieron haberte enseñado que cada vez que comienzas algo…debes terminarlo-
Jadeé en busca de aire, ¿Cómo no había sido capaz de darme cuenta que todo era una maldita farsa?
-Déjame…-
-¿Por qué debería hacerlo? A menos que…seas virgen-
Se me quedó mirando con interés durante un par de segundos
-Pero nadie que se arroje de esa forma sobre otra persona puede ser virgen- añadió maliciosamente
Fruncí el ceño pero decidí aferrarme a la posibilidad de que me dejara ir
-¿Y qué si soy virgen? ¿Tanto te molesta que le haya hecho un favor a un amigo?-
-¿Te refieres a que Evan no quiere a Amanda cerca de su gemelo? …fue bastante creativo, lo acepto, pero obviamente un niño jugando a ser adulto no puede ganarle a un adulto…-
-Déjame ir- ordené haciendo gala de la actitud que había visto en Varick tanto tiempo
-No lo haré, no hasta que llores pidiéndomelo-
Volví a quedarme en silencio, el agarre de sus manos sobre mi cuello no aumentó pero tampoco disminuyó
-Me hastías un poco, me dijeron que sería fácil hacerte suplicar, supongo que no debí creerles-
-Déjame ir imbécil, no me interesa lo que sea que te hayan dicho- espeté con furia
Felipe se encogió de hombros antes de arrojarme contra el piso, escuché claramente mi hombro crujir producto del golpe pero no me quejé
-Me recuerdas a alguien con esto de no quejarte por nada…dime una cosa, ¿Conociste a tu madre?-
Lo miré desconcertado
-Supongo que sabes que eres adoptado ¿no?-
Claro que lo sabía, no era estúpido
-Pues…tu madre era una persona muy interesante-
Sacudí mi cabeza y comencé a arrastrarme hacia la salida, pero el rubio inmediatamente piso con fuerza mi mano derecha
Reprimí un grito
-Tu madre era una zorra que estaba metida hasta el fondo en el tráfico de drogas…¿No es eso paradójico considerando que su hijo también va por su camino?-
-¡Cállate!-
No conocía a mi madre biológica pero estaba seguro que jamás podría haber sido una persona así
-¿Qué es lo que te extraña?- preguntó mientras su pie se enterraba en mi estómago
Me encogí automáticamente, intentando ingresar algo de oxígeno a mis pulmones
-Hay quien dice que los hijos repiten, inconscientemente conductas de sus padres…creo que en tu caso no podría ser más cierto…-
-¡CALLATE!-
Era obvio que mis gritos no servirían de nada y la desesperación comenzaba a apoderarse totalmente de mi cuerpo
Necesitaba salir de aquí…¿pero cómo?
-¿No te gusta escuchar la verdad? Qué estúpido para venir de una persona acostumbrada a mentir…adornas la verdad a tu conveniencia ¿no?...así hacía tu madre…era la única forma que tenía para acostarse con hombres…y creo que estaría orgullosa al ver a su hijo haciendo lo mismo…-
Finalmente conseguí ponerme de pie, mi mano dolía mucho pero tenía que concentrarme en encontrar una maldita salida
Felipe se sentó en el borde de la cama y se cruzó de brazos sonriendo
-¿Crees que saldrás de aquí si es que yo no lo quiero así?-
-No voy a llorar, no importa lo que me digas- siseé alzando la barbilla
-Tan orgulloso…pero no te preocupes, soy paciente, y mientras sigas siendo uno de los favoritos de Varick podré esperar…-
Ni me molesté en mirarle cuando salí de la habitación
No me dolía lo que había dicho de mí…
No me dolía lo que había dicho de Aaron…
Ni siquiera lo que había dicho de mi madre…
Lo que me dolía era saber que él había estado jugando conmigo todo este tiempo…
Había sido engañado, había caído en mi propia trampa…
Y el que eso fuese lo único que me molestara, me hacía pensar que, seguramente, me estaba convirtiendo en el monstruo que él había dicho, ya era…
-------------------------------------------------End Benjamín--------------------------------------------------
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¿Y ahora que hago?
…
Hacer como si nada hubiese pasado era incluso más complicado que antes…
Observé a mi hermano, recostado en la silla de playa que había al lado de la piscina. Parecía estar estudiando pero algo me decía que estaba lejos de prestarle la más mínima atención a aquel libro
-¿Qué haces aquí Mat?-
Mamá me miró con curiosidad, traía toda la ropa que se había lavado en la mañana, ya secada y planchada
-Mmm…estudio- respondí consciente de que era una pésima mentira
Mamá se acercó a mí después de dejar la ropa sobre la cama y me acarició el cabello con suavidad
-Sé lo que sientes…me gustaría que se quedara un poco más pero…creo que Erick se hizo alguien independiente hace mucho tiempo…solo…no habíamos querido verlo-
Suspiré, la sonrisa llena de cariño en el rostro de Angel era algo que siempre había conseguido tranquilizarme, y esta vez no fue diferente
-Tal vez sería bueno que en lugar de pasar alejados, disfrutaran de este tiempo juntos…cuando se vaya a vivir solo ya no podrás verlo tanto- sugirió antes de marcharse
Sus palabras me cayeron como una patada en el estómago
¿Cómo hacer eso?
Fingir ser hermanos y nada más…
Mi pecho dolía al considerar aquella posibilidad, pero por otra parte, las palabras de él habían sido lo suficientemente claras…
Tal vez, y aunque doliera, lo mejor sería mentir…mentirles a los demás, mentirle a él y peor aún…mentirme a mí mismo
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-¿Tienes hambre? Traje algo para comer- comenté llamando la atención de mi hermano
Erick se giró un poco y me sonrió con calma
Estuve a punto de arrojarle el sándwich a la cara por eso, pero me contuve y le devolví la sonrisa
-Gracias por preocuparte-
Sentí mis mejillas comenzando a enrojecerse y aparté mi mirada
-De nada-
Me senté a su lado, la pequeña mesa de metal repleta de comida entre nosotros y la maldita sensación de estar siendo parte de una obra patética
El viento movía suavemente el agua de la piscina, sin duda el día nublado acompañaba perfectamente mi estado de ánimo
-¿Cómo te fue en el examen de matemáticas?- preguntó de pronto consiguiendo sacarme de mi ensoñación
Parpadeé intentando comprender de qué hablaba
-mmm, bien, creo que ya no tendré problemas con ese ramo- respondí al cabo de unos segundos
-Estaba pensando…-
Su tono de voz cambió, ahora parecía estar hablando de algo que le costó mucho tiempo decidir…
-¿El qué?-
-Quiero disculparme por lo que te hice sufrir, no era esa mi intención-
-Cobarde- susurré sin darme cuenta
-¿Qué dijiste?-
Podía sentir la mirada de mi hermano sobre mí pero no se la regresé en su lugar me puse de pie
No funcionaría, claro que no, si para él todo era siempre un juego…
-Que eres un cobarde- repetí con tranquilidad
Sentí su mano sosteniendo mi muñeca y obligándome a girarme
-¿Eso es lo que piensas?-
-Claro que sí, ¿Qué pensarías tu si estuvieras en mi lugar? Eres un maldito cobarde que no sabe luchar por lo que quiere, a menos que en realidad seas tan estúpido para ni siquiera quererlo y solo jugar…conmigo…¿Acaso eso fue lo que pasó? ¿Tan divertido te pareció todo esto?-
-No entiendes nada Mat-
Entrecerré los ojos, mi corazón latiendo apresuradamente
-¿Debería saber algo más? Aunque así fuera, no eres capaz de decírmelo, por eso intento jugar al hermano menor, por eso deseo con toda mi alma que cuando te marches, no necesite seguir viéndote…¿Para qué? ¿Para qué lo haría?-
Había dolor en su mirada, pero no estaba de ánimo para compadecerme de quien me había provocado todo esto
-Hablas como si todo esto se tratara de algo increíblemente serio-
Suspiré, negando suavemente
-¿Y si así lo hubiese creído? Si no me dices qué es lo que realmente sientes y quieres en este momento, te juro por nuestra familia que jamás volveré a tocar el tema, y peor aún serás un desconocido para mí-
Erick se me quedó mirando fijamente, sus ojos verdes resplandeciendo y el viento meciendo sus cabellos, era una imagen que me provocaba desear arrojarme a sus brazos…
Pero no lo hice…
Me limité a desear internamente que dijera algo…cualquier cosa, pero que no se quedara callado
-Te quiero-
Aquellas dos palabras llegaron lejanas, como el canto de un ave que es traído por el viento desde lugares recónditos
-¿Cómo?-
Mi labio inferior temblaba, las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos y ni siquiera yo entendía por qué
-Te quiero- repitió
-Entonces no me dejes ir- supliqué acercándome un paso a él
Observé con miedo como soltaba mi muñeca, pero la sensación de vacío solo duró unos segundos, ya que inmediatamente me abrazó
-Te quiero Mat- susurró escondiendo su rostro en mi cuello
Temblé, sin saber que decir…
-No me dejes ir- repetí ocultando mi rostro en su pecho
-No lo haré…no lo haré-
Cerré mis ojos, grabando aquellas palabras en mi memoria, convencido de que estaba diciéndome la verdad…que era real…
Tenía que serlo…
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¿Qué es lo que duele?
¿La mentira o la verdad?
Alguna vez escuché que vives feliz con la mentira, hasta que te abren los ojos, y descubres que se trata de algo que no es cierto…la “verdad” llega a ti y destruye todo lo que creías real.
Las mentiras nunca me han hecho daño, ni a mí, ni a quienes se las digo, porque ellos creen que es la verdad.
A veces, la gente es más feliz creyendo lo que ellos ven como la verdad. ¿Por qué molestarme en cambiar su perspectiva?
¿Por qué esforzarnos en obligar a todos a vivir en la realidad que a nosotros nos acomoda?
No me pidas más de lo que puedo darte…puedo envolverte en una cómoda aura de cosas que te agradan, puedo decirte lo que te gusta oír…
Luego no me reclames, luego no me culpes, luego no me odies…porque en el fondo, ambos sabemos…ya sabes como funciona todo
Sabes o presientes como soy, y por lo tanto, sabes que al acercarte de mí debes olvidar la diferencia entre una verdad y una mentira
No vale la pena detenerse a pensar si estoy siendo honesto o no, no vale la pena intentar vislumbrarlo porque para mí no hay diferencia.
Benjamin