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“Dicen que mentimos para ocultar la verdad, sinceramente creo que lo hacemos para intentar protegernos de nosotros mismos”
La autora
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Cuando alguien confiesa sus sentimientos pareciera que todo va a ser diferente…
O al menos eso es con lo que cuentas…
Casi como los cuentos de hadas, donde los problemas desaparecen…
Ambos cambian de actitud y se llevan tan bien como una pareja que lleva junta cincuenta años…
-¡Erick! ¡No te comas mis panqueques!- reclamé intentando arrebatarle mi plato a mi hermano
-¡Soy mayor! ¡Necesito más comida!-
Caí sentado sobre la alfombra y me crucé de brazos
-¿Qué pasa?-
Se acercó a mí y se inclinó hasta quedar a mi altura, podía notar mi respiración agitándose, de un momento a otro nuestros labios se unieron
-Nada-
Sonreí dentro del beso, el sabor de mi hermano me enloquecía, me asfixiaba…
-Entonces apresúrate, hay que ver esa película-
Hice un puchero sin darme cuenta, y Erick jaló de mi mejilla derecha
-No seas bebé Mat, prometiste ver esto conmigo-
Asentí suspirando y observé como su figura caminaba hacia el salón
Mi pecho se sentía bien, todo lucía increíblemente tranquilo a excepción de…
A excepción de un “algo” que me perturbaba…
Había algo que me hacía sentir incómodo en su presencia…
Y ese algo tenía nombre…
Varick…
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-¿Por qué no subes a acostarte?-
Observé a través de mis ojos entrecerrados a Erick
Incluso en la oscuridad del salón su cabello brillaba…
-No tengo sueño- murmuré ahogando un bostezo
-Claro y yo no estudio medicina, anda, te llevo-
-¿No quieres terminar de ver la película?-
-Ya la había visto-
Puede que fuera por el sueño, pero su respuesta no me sorprendió como de costumbre
De pronto sentí los brazos de mi hermano rodeando mi cintura y mi cuerpo siendo alejado del sofá
-No es necesario que me cargues- me quejé contradiciéndome al rodear su cuello con mis brazos
-Es lo que quiero, ¿Acaso no puedo ayudar a mi hermanito?-
Sonreí divertido
-Tu hermanito no tiene cinco años-
-Pero le gusta que lo abrace-
Me callé, pues tenía razón y el resto del camino me dediqué a acariciar los cabellos que cubrían su nuca
Observé en silencio como abría la puerta de su habitación, solo cuando me dejó caer suavemente sobre su cama procesé lo que estaba pasando
-¿No deberías llevarme a mí cama?- murmuré abrazando su almohada
-¿Quieres dormir conmigo?-
Sentí que mi corazón comenzaba a latir descontrolado pero mantuve mi expresión de tranquilidad
-¿Qué que hace pensar eso?- pregunté sonriendo mientras me colaba bajo las sábanas
-Mmm, nada, absolutamente nada-
Sus brazos me rodearon y giraron, hasta que terminé apoyando mi rostro contra su pecho y me maravillé al notar los latidos de su corazón
Protección…
Erick siempre me había protegido
Cuando me caía, cuando tenía una pesadilla, cuando se burlaban de mí
…
¿Cómo no enamorarse de alguien así?
-Se siente bien…-susurré suspirando lentamente
Siempre ha sido así…
Entonces, ¿Cuál es la diferencia?
¿Los besos?
¿Las miradas?
Mis ojos se fueron cerrando contra mi voluntad, anhelaba permanecer despierto, pero las caricias que mi hermano depositaba sobre mi cabeza jugaban en mi contra
Y de un momento a otro todo se volvió oscuro
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-¿Tan feliz estás que no puedes evitar sonreír?-
Me tensé en mi asiento, no contaba con que Varick bajara desde el segundo piso y me hiciera compañía en la barra
-Estoy feliz- respondí bebiendo un poco de mi copa
Los ojos del mayor me analizaron cuidadosamente y tuve que recordarme que él no era capaz de leer la mente
-Parece que te ha ido bien con tu hermanito-
No supe identificar el tono de voz que utilizó
¿Estaba molesto?
¿Feliz?
¿Indiferente?
-Algo así-
Me removí incómodo
¿Qué me pasaba?
No podía olvidar el beso que me había dado, y eso me hacía sentir aún más culpable…yo amaba a Erick pero Varick…
¿Qué significaba Varick para mí aparte de una puerta al peligro?
La oscuridad hecha persona…
-Hey-
Alcé mi rostro y descubrí que estaba acariciando mi mejilla, no me aparté pese a que una parte de mi cerebro me advirtió del peligro
-Me gustaría quedarme más tiempo contigo pero…-
-Hazlo-
El de cabello oscuro me miró con lo más cercano al desconcierto que había visto en su rostro
-¿Cómo dices?-
-Que hagas lo que tienes que hacer, no quiero explicaciones-
-¿Y eso por qué?- espetó con altanería
-Tú mismo me enseñaste, “hay que tener cuidado con lo que deseamos saber, a veces nos arrepentimos de haber preguntado y otras veces comenzamos a dudar de todo sin dudar de nada, cegándonos completamente”-
Varick sonrió con frialdad
-¿Ahora resulta que eres mi discípulo?-
-No, pero sea lo que sea, si se relaciona contigo no puede ser una acción de bondad, por eso no quiero saber-
El ladeó su cabeza sin perder aquella sonrisa que mas bien parecía una mueca
-Quisiera mostrarte un par de cosas Mat, pero la parte de mi que siente agrado por ti me sugiere no hacerlo-
Alcé levemente la barbilla y terminé mi trago con un solo sorbo
-¿Qué puede ser tan horrible para desear protegerme? ¿Acaso soy un maldito niño pequeño?-
No había medido mis palabras, pero la sonrisa de Varick provocaba ira en la parte más primitiva de mi cerebro
Esa superioridad…esa seguridad de conocer todo aquello que yo desconozco
-Exactamente, eres un maldito niño pequeño…que se siente atraído hacia un adulto aún más maldito-
Parpadeé lentamente, procesando sus palabras
-¿Y si algún día quisiera saber qué es lo que te dedicas a hacer? –
-Tendrías que intentar averiguarlo por tu cuenta, obviamente-
-No es tan obvio-
-Las cosas más obvias son las que más nos cuestan advertir, no voy a llevarte conmigo, no ahora, no cuando estás tan confundido-
Parpadeé intentando procesar aquello
-¿Confundido?-
-Tus ojos lo gritan pequeño, eres feliz, pero la duda te carcome, no voy a llevarte conmigo para despejar tus dudas, deberás hacerlo por ti mismo, ¿No eres tu quien dice que ya no es un niño?-
Fruncí el ceño pero me quedé en silencio, no iba a reconocerlo en voz alta, pero tenía toda la razón…y aquello era más frustrante
-Nos vemos- se despidió depositando un beso en la parte interna de mi muñeca derecha
Observé su silueta alejándose y me sentí solo…
¿Tanto anhelaba su compañía?
Mi cabeza estaba volviéndose un lío y no quería detenerme a pensar en nada…no…en nada
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------------------------------------------- BENJAMÍN---------------------------------------------
-Tengo frío- me quejé temblando
Había salido con Aaron a ver una película, y para mi propia sorpresa me había divertido bastante, pero ahora, mientras caminábamos rodeando una laguna, cerca de la media noche, me arrepentía de no haber traído algún sweater para abrigarme
Aaron me miró de reojo y ni se inmutó mientras se quitaba su chaqueta y me la tendía
Sonreí sin que lo notara, pues siguió caminando con las manos en los bolsillos
-¿Estás seguro? No quiero que te de hipotermia- murmuré
-No me importa- se encogió de hombros
Algo en mi pecho se derritió y una extraña calidez me inundó, sin pensarlo corrí para alcanzarle y unir nuestras manos
-Mejor sentémonos- sugerí mirando fijamente el agua cristalina
Nos quedamos en silencio hasta que llegamos a un pequeño puente de madera, donde me senté en el borde para estar lo más cerca posible del agua, había algo extrañamente hipnotizador en los destellos que reflejaban las pequeñas ondas producto de la luna y del cielo despejado
-Así no tendré frío- susurró rodeando mi cintura luego de sentarse tras de mí
Mordí mi labio inferior mientras me apretaba contra él
-Esto es extraño- acepté relajándome entre sus brazos
-¿Por qué? ¿Jamás había estado así con alguno de tus novios?-
-No- confesé inmediatamente
-¿No?-
Suspiré, no quería decirle que me había limitado a hacer otro tipo de cosas con los que podrían haberse denominado “novios” pero tampoco iba a aceptar con tanta facilidad que había guardado, tal vez inconscientemente, muchos momentos, esperando poder vivirlos con el…solo con el
“Quien te viera y quien te vio…como si nunca hubieses matado una mosca”
-Digamos que esto es algo nuevo para mí- respondí al cabo de unos segundos
No podía ver a Aaron, pero de alguna forma supe que estaba sonriendo…
-¿Te gusta el agua?- inquirió de pronto
-No precisamente, me gusta observarla…es, de cierta forma algo estable-
-¿Por qué lo dices?-
-mmm…en la vida hay demasiadas cosas que tienen una increíble facilidad para cambiar…el agua…tiene un ciclo muy estable-
-Nosotros también tenemos un ciclo-
Bajé mi mirada a las manos del pelirrojo y acaricié con cuidado su diestra
-Me gustaría creerlo- susurré muy bajito
-¿Por qué no lo crees?-
-A veces…a veces pienso que el hombre no está preparado para comprender el por qué de las cosas…los ciclos…en ocasiones me parecen simples secuencias de errores no percibidos…-
-¿Y el ciclo de la vida?-
-La sociedad no debería encasillar determinadas actitudes a edades biológicas…lo que importa es lo psicológico-
-Pero lo psicológico puede desvirtuarse con una facilidad excesiva-
-No lo creo así, al menos no con tanta facilidad como lo físico, piensa en las operaciones que se hacen cientos de mujeres para ser quienes no son…- repliqué recordando aquellas modelos desesperadas por alcanzar una meta que aunque en apariencia podría beneficiarles, solo las llevaría un paso más cerca del eterno abismo de la locura
-¿Y qué me dices de la gente que en un comienzo parece amable y luego resulta ser manipuladores excesivos, mentirosos compulsivos o asesinos psicópatas?-
Tragué duro, él no podía saber que parte de aquellas clasificaciones me aludían directamente…
No había forma…
-Te diría que siempre fueron así y que nosotros los percibimos de una forma diferente en un principio solo por el hecho de no conocerles-
-¿Te conozco?-
-Jamás terminas de conocer a una persona- sentencié con demasiada dureza
Era cierto, no importaba cuanto nos acercáramos, no importaba en cuantas ocasiones tuviésemos conversaciones de este tipo, la realidad siempre seguiría agazapada tras nosotros, oculta, intentando pasar desapercibida
-¿Cuánto tiempo crees que me tardaré en conocerte lo suficiente?-
Me giré entre sus brazos, intentando ver la expresión en su rostro
-¿A qué te refieres?-
Aaron no me sonrió, pero no estaba enfadado, solo…parecía interesado en conocer la respuesta
-Me gustaría ser capaz de anticipar algunas reacciones tuyas, va más allá de saber que si te regalo un chocolate podría no gustarte, me refiero a otro tipo de reacciones, como ahora que me tomaste la mano…no dejo de preguntarme si estoy haciendo lo correcto-
Fingí cierta sorpresa
-¿Lo correcto?- repetí desconcertado
-Eres como un espejismo que me mira desde el otro lado de la superficie del agua, siento que aunque estire mi mano para alcanzarte, jamás podré ni siquiera rozarte…siento que incluso aunque te tengo entre mis brazos, solo tengo el envoltorio de lo que realmente deseo tener…¿Está mal esto?-
Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, ¿Acaso sabía él lo que conllevaban sus palabras?
¿Cómo podía estar tan ajeno a lo que me provocaba?
“No te conoce…por eso tal vez se ve en la necesidad de ser tan directo…”
Si me conocía…
Algo punzó en mi pecho al recordar aquello…
Él sí me conocía…
La diferencia estaba en que yo sí le recordaba…
Y era como vivir en un cuento donde él único que conocía la historia era el personaje secundario…
Me obligué a no pensar en ello, no era el maldito momento de permitir que todos los fantasmas de mi pasado volvieran en gloria y majestad
-¿Crees tú que está mal?- pregunté a modo de respuesta
-Sinceramente…no-
Sonreí, aquella respuesta era exactamente la que necesitaba oír
-Entonces deja que las cosas pasen como tengan que pasar…-
Acaricié sus mejillas suavemente, me encantaba tener su mirada sobre mí, intentando atravesarme, intentando encontrar respuestas
Ni yo estaba seguro de ser quien se las daría, solo el tiempo…
…solo el tiempo
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-Felipe es un desgraciado que trabaja para la familia de Amanda- solté como si nada
Ni me inmuté cuando Evan escupió toda su bebida sobre un mesero que pasaba
-Sorry!- disculpó con una brillante sonrisa que consiguió su cometido…despistar al pobre chico y alejarle rápidamente de nuestra mesa
-WHAT THE FUCK!- estalló el gemelo abriendo mucho la boca
-Lo que escuchas, jamás estuvo casado con Amanda, todo fue una trampa-
Mi mejor amigo se quedó en silencio varios minutos, tiempo que aproveché para disfrutar de mi batido y mirar por la ventana con toda la tranquilidad del mundo
Ya había aceptado la idea de que caí estúpidamente en un juego, que yo pensaba, estaba manipulando, ahora venía lo entretenido
Ese estúpido jamás podría quedar impune…
No mientras me quedara algo de cordura…
-¿Así que el callado profesor resultó ser un asesino?...so funny-
Había un brillo en la mirada de mi amigo, un brillo que reconocí perfectamente…
-¿Tu extraña mente está pensando en algo?- inquirí sabiendo la respuesta
-Of course…pero no vamos a meter a Varick en esto…no a menos que sea estrictamente necesario…¿Qué te dijo nuestro querido Felipe?-
Me encogí de hombres
-Al parecer está obsesionado con mi forma de ser, y pretende “hacerme sufrir”, claro, mientras siga siendo tan cercano con Varick…-
-Y eso nos deja en el punto que…-
Sonreí de lado
-Me da igual si quiere intentarlo, pero no voy a perdonarle haberme hecho creer todo este tiempo que yo le controlaba…al menos no hasta que sea así realmente- sentencié
Evan se reclinó hacía atrás y alzó levemente su mano
-¿No has pensando que podríamos estar jugando con fuego?- susurró mirando un brazalete negro y delgado, que rodeaba su muñeca elegantemente
Solo quienes realmente le conocíamos sabíamos que aquella joya se asemejaba increíblemente a la correa que un animal lleva para gritarle a todos que tiene dueño
-¿Ahora resulta que estás sintiendo miedo?- casi me reí en su cara
Pero su expresión no varió en lo absoluto, seguía contemplando aquella pieza de metal como si fuese algo similar a una sentencia de muerte
-Max…no lo entiendo, ¿Cuándo cambió tanto?...antes pensaba que jamás podría temerle pero ahora…-
Abrí los ojos al máximo
-¿Le tienes miedo?- inquirí anonadado
¿Evan teniéndole miedo a su gemelo?
Mi mente no conseguía procesar aquella posibilidad…
-Tú no lo has visto…cuando me harto y doy alguna señal de querer terminar con esto…incluso aunque ambos sabemos que no es posible, su mirada…su voz…-
Definitivamente no puedo ni imaginarlo
En mi memoria solo aparecen las veces que Max defendió a su hermano menor, y por supuesto las mil y una conversaciones que tuve con Evan sobre “lo maravilloso y genial que era su gemelo”
-El caso es que nunca vas a terminar con ese jueguito, ¿me equivoco?-
-No-
-Entonces no sé de que te preocupes- le resté importancia al asunto
Evan bufó
-Si la mitad de las personas pensaran como tu, el mundo sería un maldito infierno-
-Puede ser, pero si la mitad de las personas pensara como Varick, sería aún peor-
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-Bien, eso es todo por hoy, pueden marcharse-
Recogí mis cosas sin mucha prisa, había quedado con Aaron para dar una “vuelta” buscando un regalo para Gabriel, en realidad solo quería tener una escusa para estar más tiempo cerca de mi pelirrojo favorito
-¿Quién es el? ¿Por qué está aquí?-
Alcé levemente mi cabeza al escuchar aquellos murmullos, todas las chicas del salón parecían curiosamente emocionadas
-Es tan lindo…¿será verdad lo que dicen?-
Alcé levemente una ceja, ¿Verdad el qué?
-Yo creo que si…-
Finalmente me giré completamente para apreciar a la persona de la que tanto hablaban, era solo un niño…
Fruncí el ceño, solo era un niño de cabello negro y ojos celestes, lucía un sonrojo en sus mejillas y mantenía su mirada fija en el suelo
-Esto…- comenzó a hablar con una vocecita algo delicada
-…¿Se encuentra Aaron?-
Y todas las alarmas en mi cabeza se encendieron, no necesitaba leer mentes y mucho menos ser un genio para saber lo que pasaba
El era el dichoso niño nuevo del que todos hablaban…
-Hola Dan-
Seguí con mi mirada a Aaron, quien lo saludó con cordialidad
-Ho-ola-
Bien, oficialmente tenía un nuevo enemigo, y no parecía ser cualquier enemigo…este era tierno y aparentemente agradable
¿Cuántos años tendría?
Sonreí de lado, un enano de catorce no podría competir conmigo
Sin embargo, me mantuve apartado, fingiendo estar ocupado en mi bolso, no iba a darle a Aaron la imagen de “novio celoso”…no en un momento tan innecesario
-Yo…vine a devolverte la camisa que me prestaste-
WHAT THE FUCK
-Estás tan tenso amigo…deberías relajarte- me susurró Evan acercándose a mí
Suspiré profundamente
-No tenías que hacerlo, pero gracias-
-N-no es eso…muchas gracias por ayudarme…el profesor de gimnasia es muy severo con respecto al uniforme-
Así que se le había “olvidado” llevar ropa para hacer deporte…eso estaba por verse
-No estoy tenso, solo terminaba de arreglar mis cosas- sonreí brillantemente a mi amigo y comencé a caminar hacia la puerta
-Me parece bien, ¿Mañana irás?-
-Claro, no me gusta faltar-
Estábamos hablando de Varick, y la invitación que nos había hecho a la fiesta donde iba a celebrar…algo
La verdad ya me había acostumbrado a las fiestas con justificaciones que rayaban en lo absurdo…al final lo único que parecía importarles a todos era sumergirse en una orgia de sexo y alcohol…
-¿Te espero afuera?- le pregunté a Aaron cuando pasé a su lado, saliendo de la sala
Mi mirada se encontró brevemente con aquel niño, pero supe parecer indiferente
-Claro, dame cinco minutos-
Sonreí triunfante sin que el mismo Aaron pudiera notarlo, y seguí de largo, sabía que mis palabras habían incomodado a ese enano, casi podía leerlo en su mente
-¿Piensas esperarle?-
Evan me miró con curiosidad mal disimulada
-Claro, pero solo cuatro minutos, si no llega en ese tiempo es porque prefiere quedarse hablando con ese niño-
-Siempre tan estricto-
-¿Tu no harías lo mismo Evan? No voy a permitir que ese enano tenga la posibilidad tan solo de querer arrebatarme lo que es mio…-
Evan sonrió
-Bien, entonces nos vemos luego, tengo algunas cosas que hacer-
Sonreí de lado
-¿Eso incluye a cierto hermano tuyo?-
El gemelo negó con tranquilidad
-Varick me pidió un par de favores, creo que ya es hora de realizarlos-
-¿En serio? ¿Y se puede saber de qué tratan?- pregunté sin medir mi curiosidad
-Digamos que hay algunas personas que se niegan a devolver un dinero y yo podría convencerles…-
-¡Benjamín!-
-Me voy, bye bye-
Me despedí con un gesto de mi mejor amigo, Aaron se apresuró en llegar hasta mí
-Lamento la demora, Daniel solo quería devolverme una camisa que le había prestado para educación física…ya sabes como es el profesor-
Me encogí de hombros y sin saber por qué lo besé suavemente
-Vamos…-
La expresión de confusión de Aaron era hermosa, sin embargo comencé a caminar, ya no quería salir…solo quería hablar con él
-¿No vamos a…?-
-Mejor camina conmigo- no era una petición, pero probablemente el no tuvo inconvenientes porque no dijo nada
El atardecer caía sobre la ciudad, por un momento, mientras nuestras manos se unían, pude imaginarme que tenía una vida normal, que podía vivir feliz con la persona que “amo”, que mi pasado jamás me condenará, que de aquí en adelante todo será mucho más fácil…
Pero jamás he sido un iluso, y aquella pequeña parte de mi mente que disfrutó increíblemente con ese pensamiento, quedó sepultada bajo la realidad…nuevamente
-Creo que lloverá pronto- comentó de pronto el pelirrojo
Miré el cielo, en efecto las nubes grises anunciaban una lluvia bastante intensa
-Me gusta la lluvia, ¿A ti no?-
Aaron se detuvo para poder mirarme
-Pensé que te gustaban los días soleados, ya sabes, para poder…lucir bien tranquilamente-
Sonreí de lado
-No soy tan parecido a Evan como crees, no es que me fascine la moda, pero tampoco quiero verme como un mendigo…no cuando no lo soy y por otro lado… a veces pienso que la lluvia…-me detuve abruptamente, no me había dado cuenta que estaba hablando de más
Solté la mano de Aaron, sintiéndome tremendamente incómodo
-¿Qué? ¿La lluvia qué?-
Pero él no parecía dispuesto a permitirme callar
-Nada- sentencié con frialdad
Aaron bufó
-Un dólar por saber lo que piensas-
Lo miré sorprendido
-¿Un dólar?-
-Así es- sonrió sacando el billete de su pantalón
Me crucé de brazos
-¿Crees que por un solo dólar voy a decirte lo que pienso?- me burlé
-No, por un dólar vas a decirme lo que piensas de la lluvia y me darás un beso- sentenció con absoluta seguridad
Estuve a punto de reírme, pero comprendí que hablaba en serio…
-La lluvia me hace pensar que en alguna parte hay alguien sintiéndose igual que yo al verla caer- mentí arrebatándole el dólar de la mano y besando su mejilla con suavidad
-Mentiroso…-
Palidecí
-¿Disculpa?-
-No te conozco totalmente, lo acepto, pero estoy seguro que esa no es la verdad…así que devuélveme mi dólar-
Retrocedí un paso, ¿Cómo podía saber el si estaba mintiendo o no?
¡No me conoce!
-Tal vez en lugar de acusarme con tanta facilidad de mentiroso, deberías ponerte a pensar en el por qué te miento- entrecerré los ojos y apresuré mi paso
Estábamos cerca de un parque, en cuanto me senté en un banco se largó a llover
Suspiré profundamente e incliné mi cabeza hacia atrás, la sensación de las gotas de agua chocando contra mi piel era deliciosa
-Lo siento-
Aunque reconocí su voz, no abrí los ojos y me mantuve quieto como una estatua
-Solo quiero saber lo que piensas, pero a veces me gana la curiosidad-
-No me importa que te gane la curiosidad, me importa que cuando me acuses de mentiroso, sea porque realmente esté mintiéndote-
“Eres un descarado…haciendo sentir culpable a Aaron por algo en lo que lleva toda la razón”
-Pero estabas haciéndolo…¿verdad?...¿Qué es lo que te provoca la lluvia?-
Sentí su aliento contra mi cuello y mi pulso se aceleró
-Esperanza- solté finalmente
-¿Esperanza?-
-Digamos que hay una persona que me prometió algo- susurré recordando su rostro mientras me besaba…
…hace ya un par de años
-¿Y no lo ha cumplido?-
No supe si reír o enfadarme, era tan irónico que justamente él me lo preguntara-
-Aún no-
-¿No has intentado hacerle recordar?-
-Si, pero no ha funcionado…creo…que tal vez sería bueno rendirme-
-No digas eso, si te lo prometió es porque lo va a cumplir, no te des por vencido-
Mordí mi labio inferior con fuerza
¿Qué me has hecho Aaron?
Por ti…por ti me convertí en lo que soy….
¿Debería haberme quedado igual de inocente?
¿Igual de tímido?
¿Igual que un niño al que le arrebatan un caramelo?
¿Debí olvidarte?
Tu y tu estúpida promesa me llevaron hacia Varick, tu y tu estúpida sonrisa me arrojó a los brazos de un asesino…
Si supieras eso…¿Serías capaz de sonreírme con tanta facilidad?
¿Serías capaz de darme un consejo como este?
-No te quedes ahí, siéntate a mi lado- cambié el tema fingiendo frialdad
-Como quieras…-
.
.
.
Observé la puerta frente a mí
Realmente había perdido la cordura, ¿Por qué mis pies me habían arrastrado hasta este lugar?
Suspiré profundamente observando como mi mano se alzaba, dispuesta a tocar el timbre
“No lo hagas”
Ignoré la parte de mi cabeza que me advirtió del peligro y presioné aquel botón
Unos cuantos segundos después la puerta se abrió, rebelando a un Felipe sin camisa y con los pantalones a medio abrochar
-¿Qué haces aquí?- preguntó inmediatamente
Buena pregunta, ni yo lo sé
-Yo…-
Aparté mi mirada cuando nuestros ojos se encontraron
No estaba fingiendo, no sabía por qué maldito motivo había venido hasta su departamento
Lo había seguido…
¡Lo había seguido!
-Entra, no quiero que mis vecinos te vean-
Hice lo que me ordenó intentando organizar mis pensamientos
¿Qué diablos me pasaba?
¡El intentaba destruirme! ¡Lo había dejado totalmente claro!
¡Y yo venía a su departamento solo!
-¿Esta es otra de tus farsas? ¿Ahora Varick te envió para que me enamores o algo? ¿información?- preguntó mientras se servía una copa de whisky
Alcé mi barbilla intentando encontrar algo que decir…
No funcionó
-Vamos, habla, o pensaré que te enamoraste de mi y por eso no eres capaz de formular oración alguna- comentó con burla
-No sé a qué demonios vine, mejor me largo- siseé hastiado por su tono
-No lo hagas- ordenó sujetándome con fuerza por la muñeca
Lo miré fijamente
-Yo…no sé por qué vine- confesé tragándome mi orgullo
Aquello pareció sorprenderle, pero se rió
-He de confesar que esta estrategia es bastante creíble-
-No es una maldita estrategia…-acepté intentando zafarme de su agarre
Pero el brillo en los ojos azules de Felipe me gritaba su incredulidad
-Haber, entonces se supone que viniste porque…¿querías verme?...¿Y solo conseguiste mi dirección preguntando en la calle? A mi no me mientas, que no saldrás vivo de ser así- amenazó apretando mi muñeca con demasiada fuerza y empujándome contra la mesita del recibidor
-Te seguí desde el supermercado- susurré muy bajo
Sin embargo, fue evidente que me escuchó porque de pronto me soltó
-¿Tu qué?-
-No lo voy a repetir- sentencié frotándome suavemente la muñeca
-¿Me seguiste? ¿Tú, el gran Benjamín? ¿El que jamás ha caído ante nadie? ¿El adolescente con, probablemente, la mayor cantidad de orgullo por célula en su cuerpo?...-
-¡basta! Me largo, no quiero estar aquí-
Intenté caminar hasta la salida, pero su brazo rodeó mi cintura y me empujó contra su pecho
-Si ya viniste aquí, y realmente no es una farsa, eso quiere decir que nadie sabe que estás conmigo…no es eso…¿excitante?-
-Para nada-
Nos quedamos mirando fijamente, finalmente Felipe suspiró y me soltó
-Lárgate, si ni siquiera tú sabes por qué viniste, no creo que haya una razón para que te quedes-
-Dime tu verdadero nombre- exigí de pronto
Las palabras habían salido con violencia de mis labios, delatando la necesidad que sentía por no irme, y obviamente aquello le causó gracia
-¿Mi verdadero nombre? ¿Por qué te lo diría?-
No respondí a su pregunta, ni yo estaba seguro de la causa de mi pregunta
-Pero por otro lado, ¿Si no te digo, no llorarás?-
-Yo no lloro- siseé con tranquilidad
-No, por supuesto que no, tienes tu papel de adolescente frío y perfecto demasiado asumido como para caer en un acto tan bajo como lo es llorar-
-No es como si lo que sale de tu boca me importara-
Felipe se cruzó de brazos
-¿Entonces por qué viniste? ¿Sexo? ¿Acaso tu noviecito no te lo da? ¿Acaso no hay nadie más a quien puedas pedírselo?-
Aparté mi mirada, por supuesto que ese no era el caso, de hecho, jamás me había considerado alguien que necesitara desesperadamente el sexo…
-Dime tu nombre- repetí sin darme por vencido
-Soy Felipe-
-No es cierto-
-¿Dudas de mi palabra?-
-Por supuesto-
-Que inteligente- sonrió antes de terminarse bruscamente lo que quedaba en su copa
Me dejé caer sobre su sofá y llevé mis manos a mi rostro
-Solo…me pregunto…me pregunto si está bien esperar…confiar en que algo sucederá…aunque sea el único que…lo recuerde- murmuré mirando a través del ventanal
-¿Sabes cual es el problema de los sentimientos y el pensamiento racional?-
-…-
-Jamás, escúchame bien Benjamín, nunca vas a poder conseguir un acuerdo entre ellos, no importa que tan racional seas, no importa cuanto hayas analizado un asunto, en el preciso instante en que se mezclen sentimientos, nada tendrá sentido…por eso la pregunta que me haces tampoco lo tiene, es tu decisión si seguir esperando lo que sea que lleves esperando…las probabilidades siempre han sido de un cincuenta a nada ¿verdad?-
Me mantuve estático, procesando sus palabras, tenía razón, claro que la tenía, pero eso no me ayudaba…
Porque el único que podía ayudarme había perdido la memoria…
¿Debería seguir adelante?
Pensar en el pasado solo provoca dolor y deseos de cambiar algo que jamás sucedió…
Estupidez humana en su máxima expresión
Estupidez a la que nadie, absolutamente nadie puede resistirse…
----------------------------------------------------End Benjamín------------------------------------------------------
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---------------------------------------------------Evan------------------------------------------------------
-¡SUELTAME!-
Sonreí de lado cuando el estúpido ladrón cayó al piso
-mmm, no lo hagas, creo que aún no aprende la lección- le sugerí a Blake con ternura
-No hace falta que me lo digas cariño-
El sujeto en cuestión era un miembro del parlamento, si, un integrante del parlamento de nuestra nación, aparentemente su vida no había sido mancillada con acto delictual alguno, pero la verdad, siempre, es un tanto diferente
-Pediste dinero para comenzar a traficar, el plazo venció hace tres días…¿Por qué no hemos visto el dinero?- pregunté con dulzura
El hombre me miró con superioridad, ni siquiera tuve que alzar mi mano, un golpe certero por parte de Blake le quebró la muñeca
-¡AAAAAAAA! ¡MALDICION! ¡ESTUPIDOS NIÑATOS!-
-No me interesa lo que pienses de mí, además deberías estar agradecido que Varick haya enviado a Blake conmigo, si no fuera por eso no me estaría conteniendo- siseé pisando su mano
-¡AAAAAAAAAAAAA!-
-Deja de gritar tanto cerdo asqueroso y devuélvenos el dinero- ordené sin retirar mi pie
-¡NO PUEDO!- confesó finalmente
-¿En serio?- sonreí de lado sacando la Tablet que me había pasado Varick
-¿Este rostro te suena familiar?- pregunté mientras le mostraba una fotografía
-Mi hija…-
-Exacto, tu hija, la querida…Clara, catorce años, rubia de ojos celestes, una muñeca de porcelana igual a su difunta madre…has intentado ocultarla de todos por obvias razones y tu expresión te delata…no contabas con que supiéramos acerca de ella…¿cierto?-
La expresión de horror en su rostro a cualquier persona normal podría haberle provocado lástima, pero a mi solo me produjo repulsión
¿No decía que quería tanto a su hija?
Entonces jamás debió comportarse como un asqueroso proxeneta traficante…
-Me temo que si no nos pagas, tu hija tendrá que pagar por ti…¿sabes como lo hacemos verdad?...tendrá que prostituirse, en el mejor de los casos serán hombres decentes, pero ya sabes, cualquier imbécil con el dinero suficiente para pagar por una hora a solas con ella podrá hacerle lo que quiera, en el mejor de los casos, pagará tu deuda dentro de…oh si, unos quince años…y bueno, eso si es que no se suicida en unos meses- finalicé después de hacer los cálculos rápidamente en mi mente
-¡No le hagas nada a mi hija!- suplicó abrazando mi pierna
-Danos el maldito dinero entonces- repliqué pateándolo para que me soltara
-¡No lo tengo!-
Blake lo miró con indiferencia, se movió dispuesto a romperle un par de huesos más pero le detuve con un gesto de mano
-Espera-
Me acerqué al “admirable” hombre de política y me arrodille a su altura, el muy cobarde se había hecho encima y sudaba como el cerdo que era
-Él tiene una disposición muy buena…para romperte los huesos, pero yo no lo creo necesario, ¿verdad?- murmuré
-n-no…-respondió relamiéndose los labios producto del nerviosismo
-Solo te estoy pidiendo una cosa, sé que tienes el dinero, sé que piensas que si nos convences de lo contrario, te daremos más tiempo y podrás escapar del país en compañía de tu hija…que debe estar esperándote en el aeropuerto en este preciso momento…sentada frente a la puerta de ingreso, con un abrigo muy lindo y ese peinado que tanto te gusta porque se ve como el vivo reflejo de su madre…-
-No…por favor…no…-sollozó negando lentamente
-…sin darse cuenta que detrás de ella hay un sujeto armado, un sujeto que tiene la orden de llevársela a la fuerza en cuanto reciba la señal…un sujeto que no tendrá reparos en hacer de hoy, su primera noche, ya sabes…entrenarla para lo que se le viene…-
-¡DETENTE!-
-…todo porque su querido padre no se dignó a pagar lo que debía…vamos, ¿realmente quieres que eso pase?- inquirí sonriendo brillantemente
-No…-
-¿Dónde está nuestro dinero?- espeté con frialdad
-Está todo en una cuenta en un banco en Brasil-
-Eso ya lo sé, ahora, quiero que llames a tu administrador personal y que realice inmediatamente la transferencia del dinero, si no lo haces ahora, créeme, no habrá viaje para tu hija y me voy a asegurar que antes de morir veas como empieza a pagar tu deuda-
-¡Bien! ¡Solo pásame un teléfono!-
Sonreí victorioso y le tendí un teléfono celular
-Llama y ni te molestes en intentar engañarnos-
Asintió intentando ponerse de pie pero Blake piso su mano con fuerza
-Muévete y te mato-
-¿Aló?...quiero que hagas una transferencia por doscientos millones…¡No me digas algo que ya sé estúpido! ¡Hazlo ahora!...-
Observé como se removía nervioso, alcé una ceja, ¿Realmente tendríamos que cumplir con nuestras amenazas?
Personalmente no me agradaba la idea de que aquella niña pagara por los errores de este imbécil
-Está listo- anunció un par de minutos después
Inmediatamente Blake llamó a nuestro especialista
-Está hecho- anunció el de ojos negros cortando la llamada
-¡Pero mira que fácil fue!- sonreí satisfecho
-Tú…tú no eres mucho mayor que mi hija- afirmó el hombre apretando las manos en puños
-mmm, no creo que eso sea de tu importancia- me encogí de hombros tomando mi chaqueta para salir de la habitación
-¿Cómo puedes jugar con las vidas de los demás de esta forma?-
Me giré entrecerrando los ojos
-Es por adultos como tú, imbéciles bastardos que solo piensan en el dinero, que dicen amar a personas pero son seres despreciables por dentro, ansiosos de poder, por cerdos como tú que existimos personas como yo…así que no te atrevas a cuestionar mi actuar, no cuando ni siquiera puedes controlar el tuyo…te quedarás aquí durante una hora y luego irás al aeropuerto con tu adorable hija, si no cumples con el tiempo establecido ella pagará…deberías aprender a proteger aquello que amas, de otra forma seguirás siendo patético…- terminé antes de apresurar un poco mis pasos hacia la salida
Estúpido, ¿Quién se creía para cuestionarme?
Ya tenía suficiente con Max y su extraña forma de comportarse…cuestionándolo todo…dudando de todo…
Sin darme cuenta mi puño se había estrellado contra la pared junto a las puertas del ascensor
-Eso dolerá después-
Suspiré mirando mis nudillos, si, Blake tenía razón, dolería bastante, pero no me había podido controlar
-Para tener el aspecto de alguien débil, has resultado muy útil- comentó Blake mientras entrábamos al elevador
No pude evitar sonreír
-¿Eso es un cumplido?-
-Es una observación- aclaró manteniéndose imperturbable
-Ohhh el frío, severo y orgulloso Blake me ha hecho un cumplido- canturreé sin dejar de sonreír
-Quédate tranquilo-
-¿Y si quisiera un beso?- susurré acercándome mucho a él
-Entonces no podría negártelo- respondió antes de unir nuestros labios
Saboreé aquel beso con intensidad, podía sentir mis latidos acelerándose, con Blake siempre conseguía despertar un estado de adrenalina que solo había conocido con Max
Era parecido pero a la vez muy diferente…
Tal vez demasiado diferente
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-¿Por qué tenemos que ir con ellos?- escuché decir a mi gemelo
Mi padre sonrió y se encogió de hombros
-Vin me pidió que lo ayudara a escoger y tu ayudarás a tu hermano-
-Sabes perfectamente que solo es una escusa para que carguemos sus bolsas-
Sonreí de lado, aquella observación por parte de mi hermano era bastante típica en él
El resto del día no dejó de cumplirse el vaticinio siniestro de mi igual, pero lo disfruté en demasía, para las cinco de la tarde, nuestros padres nos dejaron en el patio de comida, mientras iban por algo para saciar el hambre
-Eres increíble- sentenció Max
Sonreí de lado
-¿El cuál de todos los sentidos?-
-No en uno que la mayoría de la gente encontraría bueno, por supuesto-
Fruncí el ceño
-Explícate mejor-
-Ya sabes, esto de solo preocuparte por como luces…todo el tiempo, sin detenerte a pensar en nada mas…cualquier que viera a nuestra familia por fuera lo adjudicaría a la pasión de Vin por la moda, pero yo no soy tan ingenuo-
Aparté mi mirada fingiendo estar interesado en las personas que transitaban a nuestro alrededor
-¿Entonces intentas decirme que se debe a alguna deficiencia interna? ¿Algún problema con mi personalidad tal vez? ¿Mi autoestima?-
-No lo creo así, lo que pienso es que aunque no seas de una determinada forma, el comportarte de esa manera, aunque solo sea para fingir, delata lo más profundo de tu mente…-
Alcé una ceja
-En resumen que por dentro solo soy un ser superficial- señalé fingiendo desinterés
-Puede que así sea, de cualquier forma no es mi problema- se encogió de hombros
-En ese caso, la bipolaridad de tu comportamiento, aunque solo sea para fingir, delata lo hipócrita que eres en el fondo- puntualicé tranquilamente
Max pareció enfadarse por una décima de segundo pero luego su expresión se neutralizó
-Probablemente sea así…desde tu punto de vista, lo cual en sí no deja de ser curioso…¿Por qué crees que soy hipócrita hermanito?-
Su comportamiento me recordaba mucho a Varick y eso era lo que más me molestaba…
A pesar de estar acostumbrado a tratar con Varick, por ser Max mi gemelo todo se volvía mas complicado…e irritante
-Solo hay que ver como te comportabas antes y como te comportas ahora para asegurarlo- respondí
-En ese caso estamos hablando de un cambio en mi comportamiento en el tiempo, no de un comportamiento diferente al verdadero, lo cual si sería calificable de hipocresía y paradójicamente si podríamos atribuirte a…ti-
Abrí los ojos al máximo producto de la sorpresa, una parte de mi quiso golpearlo, pero era demasiado consciente de la cercanía de nuestros padre como para intentarlo
Eso y que desconocía totalmente las capacidades para luchar de mi gemelo
-Honey, si intentas centrar el problema en mi me temo que vas mal…muy mal-
-Yo no necesito centrar nada en ti, tú solo consigues que todo se centre en ti-
-¿Y eso es lo que tanto te molesta?- cuestioné inclinándome sobre la mesa
-No, lo que me molesta es que intentes controlarme cuando ni siquiera eres capaz de controlarte a ti mismo- espetó con evidente molestia
-¿Dices que soy un inútil?-
-Probablemente-
-¡Ya tenemos los helados!-
Me eché hacia atrás bruscamente, la rabia burbujeando en mi sangre
-¿Pasa algo?- interrogó papá sentándose a mi lado
Negué y puse mi mejor sonrisa
-Claro que no, solo estábamos conversando mientras les esperábamos, ¿De que sabores son los helados?...-
.
.
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-¡ESTOY HARTO DE TU ACTITUD!- grité arrojándole a Max lo primero que encontré, que resultó ser un grueso libro de química
-¿De qué demonios hablas ahora?- replicó esquivando con una habilidad desconcertante el texto
-¡ESA MALDITA ACTITUD DE SUPERIORIDAD! ¿TE CREES MEJOR QUE YO? ¡Y LO PEOR ES QUE ESTAS SEGURO DE QUE PUEDES HACER CONMIGO LO QUE QUIERAS!-
-Pero si todo lo que has dicho es cierto-
Me quedé sin palabras
-¿Quién eres tú y qué le hiciste a mi hermano?- susurré mirándole fijamente
-Pero si yo soy tu hermano, el problema es que jamás quisiste verlo, te cegaste como nuestros padres lo hicieron con nosotros, confiando en que eres el único que tiene un secreto…que error tan grande Evan…-
Palidecí al sentir su mano acariciando mi cuello con delicadeza
-¿Se supone que todo el asunto del hacker y que trabajas para un asesino es cierto?-
-¿Por qué no habría de serlo?- respondió depositando un suave beso sobre mi barbilla
-Asusta…por eso no debería serlo, porque me da miedo mirarte y tener que asumir que estoy viendo a un asesino…-
-No seas tan cínico, como si todo eso fuese desconocido para ti…no te asusta que yo haya matado personas, te asusta que pueda convertirme en un monstruo-
-¿No es lo mismo?-
-Contigo jamás será lo mismo- sentenció con sinceridad
Mi pulso comenzó a acelerarse y una parte de mi me maldijo por caer tan fácil
-¿No?-
Max sonrió de lado antes de comenzar a empujarme contra mi cama
-No…porque a nadie conozco tanto como a ti, a nadie deseo tanto como a ti, a nadie le permito tantas cosas como a ti…-
Jadeé al sentir sus manos colándose bajo mi ropa
-No es cierto…-
-mmm, no lo sé, dime tú si estoy mintiendo-
Me perdí en su mirada, intentando averiguar si estaba mintiendo, pero no llegué a nada…
Cualquier diría que eran mis mismos ojos, pero ambos sabíamos desde siempre que más diferentes no podíamos ser
-Creo que esta vez me quedaré con la duda- respondí finalmente
Max sonrió con satisfacción antes de besarme y comenzar a quitarme la ropa
--------------------------------------------------End Evan----------------------------------------------------------
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La lluvia había comenzado a caer sobre la ciudad, a pesar de estar aparentemente entretenido viendo una película con mi hermana, no podía dejar de pensar en Erick
-¡Ajajajajaj! ¡No puedo creer que realmente haya confiado en él!- exclamó Sam de pronto
Miré la pantalla intentando comprender, al parecer mi melliza hallaba muy divertido que el protagonista hubiese engañado a su novia con una de sus amigas
-¿Realmente lo encuentras gracioso?- pregunté con cierto desconcierto
Los ojos verdes de mi hermana me miraron fijamente
-No creo que sea correcto idealizar una relación-
-Claro que no, pero…-
Sam suspiró
-Aunque todos digan que no es correcto, que jamás les pasará, que tendrán cuidado…el resultado es el mismo, cuando confías en alguien es inevitable que te decepcione, por eso idealizar a una persona es el primer error que cometes al conocer a alguien-
Parpadeé, eso sonaba muy parecido a lo que me diría Varick
-¿Entonces cual es la solución? ¿Dejar de confiar en todos?-
Mi hermana me sonrió con dulzura, algo muy poco común en ella
-No hay solución, solo opciones que podrían eventualmente funcionar para ti, el dolor es inevitable, la felicidad también, sino, no tendría sentido alguno vivir en este mundo, esto es lo que hacemos, por algo se nos dio la capacidad sentir y razonar, tal vez como un don, tal vez como un castigo, de cualquier forma no podemos hacer mucho con ello-
Volvió la mirada a la pantalla y se concentró en la película
Suspiré, a veces me gustaría ser como mi hermana y tomarme las cosas con objetividad, así podría haberme evitado muchas cosas
Regresé mi atención a la ventana, ya estaba haciéndose de noche, ¿Dónde estaría Erick en este momento?
Mamá dijo que probablemente estudiando, pero yo conozco a mi hermano…sé que no necesita estudiar
“¿Si tanto le conoces por qué no sabes dónde está?”
-Por cierto…Erick no volverá hasta mañana, me dijo algo sobre el hospital- comentó de pronto mi melliza
La miré sorprendido, pero ella seguía absorta en la película
“Y tu que pensabas que estabas siendo disimulado…”
-Mmm…creo que voy a salir- sentencié poniéndome de pie
-¿Estás loco?-
Finalmente Sam se giró y me miró como si de pronto me hubiese salido otra cabeza
-¿Por qué lo dices?- cuestioné mientras abrochaba mi abrigo
-No hay que ser un genio para comprender que si sales con esta lluvia te enfermarás y tenemos dos médicos en la familia que estarían de acuerdo conmigo, eso sin mencionar a Angel y sus cuidados casi extremistas…-
Sonreí divertido, lo de los cuidados no era tan así, en general Angel era bastante permisivo y preocupado de nuestra salud, pero desde que estaba embarazado parecía necesitar abrigar el doble de lo que cualquiera consideraría necesario, a todo lo que se moviera
-Exageras un poco, de cualquier forma iré en taxi- mentí descaradamente
-¿Y a dónde si se puede saber? ¿Estás aprovechándote que mamá y papá llegaran tarde?-
-A visitar a un amigo, volveré tarde- fue mi respuesta antes de cerrar la puerta y terminar con el interrogatorio de mi hermana
Afuera llovía intensamente, en cuanto puse un pie fuera del techo que cubría parte del antejardín me empapé, pero no me importó, sinceramente solo quería caminar bajo la lluvia por muy masoquista que sonara
Ya llevaba tres días soñando con lo mismo, no podía entenderme
¿Por qué ahora?
¿Por qué no en el momento en que todo pasó?
Parecía que mi propio cerebro disfrutaba haciéndome sentir culpable
Pero, ¿Había sido un engaño?
¿Había engañado a Erick al besar a Varick?
Probablemente no, ya que no éramos nada en ese momento…y aún ahora, la palabra novio incluso a mí me resultaba extraña
Llamar novio a tu propio hermano…
Mi corazón decía que estaba bien, que no podía seguir engañándome, fingiendo que estos sentimientos no estaban en mí, que no sentía nada cuando él estaba cerca, o lejos…
Pero mi cabeza…
¿En qué momento podría esto convertirse en algo relativamente normal?
Me gustaría ser como los personajes de las películas y confiar en que todo tendrá un final feliz, pero solamente puedo concluir que es necesario que lo disfrute mientras dure
Tarde o temprano mi hermano comprenderá que yo no puedo darle una familia normal, se buscará una chica inteligente y cariñosa y todo esto terminará
Es bastante cobarde de mi parte pensar así después de todo lo que insistí para que cambiara su forma de pensar con respecto a mi y mi “desarrollo normal” pero es inevitable
Al final la mayoría de las cosas resultan inevitables
¿Será por eso que dicen que las coincidencias no existen? ¿Qué solo ocurre lo inevitable?
-No deberías andar deambulando bajo la lluvia-
Alcé mi mirada sorprendido, Varick estaba frente a mí, extendiendo su paraguas para cubrirme del agua
-¿Cómo es que siempre me encuentras cuando camino solo?- pregunté acercándome a él
-Quién sabe, tal vez el destino está jugando con nosotros-
Parpadeé confundido
-¿Crees en el destino?-
Varick sonrió y tomó mi mano antes de comenzar a caminar
-Todos necesitamos creer en algo-
-¿Incluso en algo en lo que no puedes intervenir?-
-¿Le temes a lo que no controlas?-
-¿Tú no?- repliqué observando nuestras manos unidas
-Sinceramente…no, verás pequeño, si es algo que no puedo controlar no debería preocuparme, pues no depende de mí, la vida pierde un poco de sentido si nos detenemos solo a pensar en ello-
-Pero…si no puedo controlarlo y quiero evitarlo-
El mayor se detuvo, sus ojos verdes me analizaron cuidadosamente
-¿Hay algo por mínimo que sea, que estás temiendo en este momento?-
Asentí lentamente, avergonzado, no podía decir en voz alta que me inquietaba aquel sueño que se repetía una y otra vez durante la noche
¿Por qué no podía olvidar un beso?
¡No era justo!
¡Se supone que cuando se solucionara la situación con Erick todo pasaría!
-¿Qué es?-
Negué con fuerza e intenté alejarme apresurando mi paso pero de pronto escuché el sonido de algo cayendo y la presión de una mano sosteniendo mi brazo
-Dímelo- ordenó con suavidad el mayor
La lluvia parecía haberse intensificado aún más y nos cubría sin piedad
No respondí, solo mantuve mi mirada fija en sus labios, intentando decidir que hacer, sin embargo no fue necesario pensarlo mucho, de pronto tenía a Varick besándome…y algo en mi cabeza se apagó…
Eso mismo fue lo que provocó que cerrara mis ojos y respondiera aquel beso…
También me incitó a rodear su cuello con mis brazos…
Y peor aún…silenció en alguna parte de mi mente el recuerdo de Erick
Porque en ese momento, solo éramos Varick y yo bajo la lluvia…Varick, yo y mi agitado corazón que parecía haber estado esperando aquello…
.
.
.
Mi hermano a veces puede ser muy ingenuo, él no nota muchas cosas. Pareciera que cuando encuentra algo que satisface su curiosidad, se queda con ello, asumiendo por supuesto que se trata de una realidad.
No se si eso esté bien o esté mal, hace un tiempo dejé de preguntarme acerca de lo bueno y lo malo.
Lo cierto es que Mat en su ingenuidad no nota lo que siente, no nota lo que provoca, no nota de lo que es capaz.
La vida nos ha dado muchas facilidades, pero su carácter es tan parecido al de Angel que no puede evitar sentirse culpable por ello, no entiende que hizo para merecerlo, por eso mismo necesita que le digan las cosas directamente, por eso mismo la relación que lleva con Erick y que intenta ocultar de todos, es a la vez demasiado obvia.
Mat no entiende y eso es probablemente lo que más ayuda a Erick, porque mi mellizo pasa la mayor parte de tiempo dirigiendo su atención, su curiosidad, sus pensamientos a hechos que están lejos de ser los verdaderamente preocupantes. Tal vez es lo que se espera de alguien de su edad, tal vez es lo que se supone que cualquiera, sin importar condición social haría, pero al mismo tiempo es algo que por tratarse de él resulta confuso.
Tu no ves nada Mat y al mismo tiempo lo ves todo, algún día el velo caerá, observarás a tu alrededor y te preguntarás cómo no notaste tantas cosas, probablemente dolerá y estarás increíblemente herido…
Pero tranquilo, aún no es el momento de abrir los ojos…tal como la protagonista de la película, se te ha concedido el regalo de la ignorancia…por al menos, un tiempo más.
Samantha