Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
—el tormento infinito que te debo ocultar—,
te diré sonriente: «No es nada... ha sido el viento».
Me enjugaré una lágrima... ¡y jamás lo sabrás!
José Ángel Buesa
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------------------------------------------------Benjamín---------------------------------
-¡Ya dije que estoy bien!-
Mis padres me observaron con angustia y tuve que apartar mi mirada para no llorar
Estaba harto… estaba cansado… y odiaba que el efecto de los analgésicos se fuera y me dejara con el jodido dolor en todo mi cuerpo…
Lo más importante de todo era que encerrado en la habitación de la clínica no tenía forma de saber qué había pasado con Felipe
Solo recordaba el espeluznante sonido de las vértebras de Claire rompiéndose, y luego nada…
-Descansa, volveremos mañana-
Gabriel lucía cansado, había horribles ojeras bajo sus ojos y estaba más pálido…
Mordí mi labio y asentí mientras intentaba controlar el flujo de emociones que amenazaba con hacerme estallar
-Nos vemos-
Papá parecía un poco más tranquilo, pero era obvio que no le gustaba como me encontraba, desde que había despertado siempre le veía con el ceño fruncido
“Sabes que tienes mucho que explicar, Evan te lo dijo… ellos saben que estabas en el departamento de tu supuesto profesor de química…”
Suspiré profundamente
-¿Puedo pasar?-
Me tensé al escuchar aquella voz, Rafael entró a mi habitación sin molestarse en recibir una confirmación de mi parte
“Mató a tu madre Benjamín… cuando se enteró que te había dado en adopción la mató”
-Luces bastante cansado pequeño-
Me apegué a la cama luchando por no lucir aterrado
Él mayor sonrió levemente mientras depositaba un ramo de flores en la mesita de noche
-Lamento no haber sido de mucha ayuda para rescatarte, ella quería matar a Felipe primero y si me hubiese acercado te habría matado a ti también-
-¿Dónde está Felipe?- interrogué consciente de que probablemente estaba frente a una de las pocas personas que podrían responder mi pregunta
Rafael ladeó ligeramente su cabeza y se dejó caer en la cama junto a mí
-¿Por qué te interesa tanto Felipe?-
-Sabes por qué-
-Pero él no tiene un interés romántico en ti, si te salvó fue porque yo se lo pedí-
Le miré anonadado
“No puede ser, no puede ser, si me salvó fue porque siente algo por mí…”
-¿Qué? ¿Pensaste que te amaba y que por eso estaba dispuesto a dar su vida por la tuya? Lo siento pequeño pero él me debía un favor y le pedí que te rescatara… de cualquier forma no hubiese muerto, nosotros estábamos vigilando el lugar-
Cerré mis ojos con fuerza, la urgencia de llorar se hizo más presente que nunca, pero no quería hacerlo frente a él
-Por otra parte… ¿Qué te dijo Claire?-
Me le quedé mirando fijamente, sintiendo que de pronto mi corazón (que había reconstruido con esfuerzo cuando desperté en esta cama) se volvía a caer a pedazos…
Sus ojos oscuros jamás me habían parecido tan idénticos a los míos…
-Supongo que te contó que soy tu padre-
¿Era normal sentirme como si estuviese mirándole a kilómetros de distancia?
-Me dijo… me dijo que tú mataste a mi madre-
Su reacción de furia fue bastante honesta
-¿Qué YO QUE? ¡Yo jamás hubiese hecho algo como eso!- saltó indignado poniéndose de pie y comenzando a caminar de un lado a otro
-Me alegra que esa mujer hay muerto- siseó con rabia
“¿Debería creerle a esa zorra?”
-Tú madre era hermosa… a pesar de que sabía en lo que yo trabajaba ella siempre sonreía e iluminaba el lugar en el que se encontraba… te amaba tanto- suspiró cuando finalmente se detuvo y me contempló como si estuviese viéndola a ella
-De no ser porque llegué tarde ese día…-
“No puede estar mintiendo, mira su expresión… “
¿Y si Claire me había mentido?
Era bastante lógico considerando que intentó conseguir que yo matara a Felipe
-¿Realmente eres mi padre biológico?-
Recalqué el “biológico” consciente de que incluso si él estaba frente a mí después de haber salvado mi vida, yo no podía simplemente reemplazar a Bastian… para mí mi verdadero padre siempre sería aquel hombre de ojos negros que parecía carecer de lo que muchos nombrarían como “decencia” pero cuya inteligencia era una de las razones por las cuales me hacía sentir orgulloso de ser su hijo
-Lo soy… soy tu padre-
-¿Dónde está Felipe?-
Rafael frunció el ceño
-¿Realmente quieres verle? ¿Después de todo lo que ha pasado entre ustedes?-
-No es que tenga un problema contigo, pero realmente creo que necesito hablar con él, aclarar las cosas antes de… bueno en realidad pienso que se merece que le escuche-
-¿Se merece que le escuches? ¿Acaso te lo pidió? ¿Acaso alguna vez te ha dicho que te ama?-
“No por supuesto que no lo ha dicho, por supuesto que jamás lo dirá, el maldito es tan terco que sería imposible hacerle entrar en razón….”
De cualquier forma no dejaba de doler… incluso aunque Rafael me mostraba una mirada cargada de comprensión…
“Nunca dejará de doler… nunca”
-¿Qué es lo que quieres escuchar pequeño? ¿No ha sido suficiente con todas las mentiras que él te dijo? Cada aspecto de su vida, excepto por supuesto que trabaja como un asesino, resultó ser una farsa… si no tuvo reparo alguno en engañarte así… ¿Por qué el resto de sus palabras deberían ser verdad?-
Porque yo quiero que lo sean… porque lo único que me queda es que sean verdad… porque si no lo son, si él huye de mí definitivamente… jamás podría volver a luchar… y todo se convertirían en mentiras… para siempre
-No lo sé, pero incluso aunque tú se lo hayas pedido, él me salvó… quiero hablar con él-
El de ojos oscuros suspiró profundamente
-Arreglaré que hablen por última vez solo si me haces un favor-
Le miré con cierta curiosidad, por supuesto no me había esperado que me saliera gratis, pero considerando que parecía dispuesto a cualquier cosa por obtener mi aprobación me esperaba alguna… regalía
“Sabes que a él no le gusta la idea de que te acerques a Felipe…”
-¿Cuál es?-
-Pasa tiempo conmigo-
Alcé una ceja
-¿Cómo?-
-Ya sabes que soy tu padre, estuve más de quince años buscándote, cuando finalmente lo hice, no fui lo suficientemente valiente como para decírtelo e ir en tú búsqueda… cuando esa zorra consiguió secuestrarte me maldije pensando que cabía la posibilidad de perderte… eres la única familia que me queda y aunque no creciste conmigo, quiero que me des la oportunidad de conocerte-
“Sabes que eso podría ser divertido”
Puse mi mejor expresión de tristeza, no era que él fuese indiferente para mí, pero yo estaba bien con Bastian y Gabriel como mis padres, no necesitaba a nadie más, en especial si era un hombre que no podía recordar…
“Pero también podría acercarte a Felipe, ser el hijo de uno de sus socios hará que se encuentren inevitablemente”
Recordé la mirada azul de Felipe mientras Claire hablaba, había sido tan fría… tan carente de emociones, que claramente pude comprobar las palabras de esa mujer en ese instante
Felipe había sido criado por sus padres para resultar idéntico a Sebastian…
-Bien, te daré la oportunidad, pero dependerá de ti como termine esto- consentí
-Gracias-
“Por muy asesino que sea, es demasiado pensar que mató a mi madre”
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-¿Cómo te metiste en esto?-
Observé la enorme mansión con cierto recelo, había varias personas que pasaban desde un lado a otro, todos inclinaban ligeramente la cabeza al ver a Rafael, pero ninguno pronunciaba palabra alguna
“Sabes lo que son… sabes lo que hacen…”
-No hay una gran historia, no es una venganza o algo por el estilo… un hombre que de hecho ya está muerto me ofreció la oportunidad de ganar mucho dinero, al principio no entendí bien de qué se trataba pero tu abuelo me había criado para adquirir las capacidades físicas de un asesino… no comprendí por qué hasta que este hombre se presentó frente a mí-
-¿Dónde está él?-
-Enterrado en un cementerio-
Me estremecí involuntariamente y solo para no tener que mirarle, deslicé mi teléfono en mi mano, agradeciendo no tener llamadas perdidas de mis padres
“Con esta le debes como cien a Evan…”
-¿Tú lo mataste?-
-¿Eso es lo que piensas de mí?-
Sonreí levemente
-Eres un asesino, pienso que matas personas y punto- espeté luchando por mantener mi mirada fija en él
Era difícil hablar con Rafael y alejar de mi mente que a pesar de todo estaba frente a mi jodido padre biológico…
-¿Te gustaría que cambiara?-
Bufé
-¿Podría conseguirlo?-
-Lo dudo-
-Bien, porque a mí me da lo mismo mientras mis cercanos no estén en peligro por tu culpa- puntualicé
Él sonrió y agitó su mano, restándole importancia al asunto
-No deberías temer, sabes que Bastian era como yo y considerando eso es difícil que tus amigos y tú vuelvan a estar en peligro-
-¿Te refieres a ahora que Claire está muerta?-
Se removió ligeramente incómodo, pero si no fuese porque había pasado mucho tiempo intentando aprender a leer el más mínimo gesto físico en Felipe, no lo hubiese notado
-Sí, me refiero a eso, ahora que esa… mujer, ya no está viva todo estará mucho más tranquilo-
-Lo más tranquilo que puede estar considerando que son una organización de asesinos a sueldos-
-Tengo otros negocios ¿Sabes?-
-¿Y eso se supone que me haga quererte?- me burlé
Nos detuvimos a mitad de un pasillo, por la postura tensa de Rafael supuse que había dado en el clavo
-Benjamín, cuando dije que quería que me conocieras me refería a esto-
Observé las paredes blancas con obviedad, podría sentirme mal por él, pero estaba cansado y estar medicado la mayoría del tiempo no me ayudaba
-¿Cuándo veré a Felipe?-
Sus ojos brillaron peligrosamente y por primera vez desde que me había enterado que se trataba de mi padre biológico, sentí miedo en su presencia
-¿Qué es lo que ha hecho él para ganarse tanta atención de tu parte?-
Volvió a avanzar, pero esta vez solo caminó unos cuantos metros y se volvió a detener para abrir una enorme puerta
“No tengo idea, una parte de mí me dice que debería odiarle”
-Bueno, está el curioso hecho de que me salvó-
Ingresé a lo que posiblemente era su oficina conteniendo el aliento
Era enorme por supuesto, pero eso no fue lo que me sorprendió, la pared que debía dar al jardín trasero había sido reemplazada por un enorme ventanal
Las paredes eran blancas y los muebles de madera oscura, pero al ingresar, en el estante que se ubicaba justo frente a la puerta, había una colección de fotografías…
-¿Esto es…?-
Caminé lentamente, como temiendo que si me acercaba con mucha prisa desaparecieran
-A tu madre le gustaba tomar fotografías… por culpa de mi trabajo pasaba la mayor cantidad del tiempo encerrada aquí, pero ella decía que no le importaba… así podía verte crecer-
Sus palabras hicieron que mi pecho se apretara, había exactamente cinco marcos con fotografías, pero en el más grande estábamos nosotros tres… pude reconocer fácilmente a Rafael, su expresión estaba cargada de felicidad y no de frialdad como ahora, al medio estaba yo de bebé, sonriendo sin dientes y apretando con fuerza un peluche de pescado… y al otro lado…
-Era hermosa- susurré acariciando con la yema de mis dedos el rostro de aquella mujer
-Lo era, era la mujer más hermosa de este mundo…-
Cerré mis ojos dejándome llevar por el extraño calor en mi corazón
“¡Pequeño! ¡No tomes eso!”
No supe cuánto tiempo me quedé de pie, observando a aquella mujer de largo cabello oscuro y sonrisa hermosa que parecía irradiar ternura por cada poro de su piel
“Mamá…”
“Papá ya volverá, por favor, deja de llorar”
Deslicé mi mirada hacia la foto de la izquierda, en ella aparecía mi madre jugando conmigo en la playa, probablemente intentando enseñarme a caminar
-Me gustaría poder recordar más de ella- confesé dejando escapar una lágrima
Jamás me había detenido a pensar en qué había pasado con mis padres biológicos, ¿Por qué me habían dado en adopción?
La vida me parecía mucho más sencilla viviendo con Bastian y Gabriel, no tenía por qué preocuparme de personas que me habían abandonado…
…pero enterarse que una persona como ella había sido asesinada… que le habían arrebatado la oportunidad de ver a su hijo crecer…
-Tengo más fotografías, si eso es lo que quieres-
Alcé mi rostro y le miré a través de las lágrimas que querían escapar
-Por favor…- pedí consciente de que estaba mostrándome demasiado ante alguien que no conocía bien
Él sonrió levemente y pareció querer decir algo cuando la puerta sonó
-Adelante-
-¿Para qué me llamaste?-
Me sequé las lágrimas bruscamente antes de girarme, aquella voz era capaz de reconocerla en cualquier lugar
Felipe me miró sorprendido pero apartó su mirada rápidamente, centrándola en el mayor
-Lamento no haberte informado el motivo pero creo que al ver a Benjamín lo entiendes perfectamente-
El rubio ni siquiera se molestó en mirarme
-No tengo nada que hablar con él-
Mordí mi labio con fuerza intentando alejar el dolor que me produjo su declaración
-Personalmente me agrada escucharte decir aquello, pero él insistió y yo se lo prometí, así que les dejaré solos para que hablen-
Rafael se retiró y cerró la puerta después de dedicarme una mirada cargada de preocupación
Mi corazón latía con un ritmo angustiante contra mi pecho, lo único que quería era correr a sus brazos y comprobar que estuviese perfectamente
-Me alegra ver que estás bien- murmuré extendiendo un poco mi mano
Todo mi cuerpo temblaba por su cercanía, era como si la necesidad de tenerle cerca solo creciera con cada segundo que pasaba y me fuese imposible controlarlo…
-Felipe…-le llamé cuando los minutos de silencio se me hicieron insoportables
Él suspiró
-¿Qué es lo que tengo que hacer para que te alejes de mí?-
La falta de emoción en su pregunta me dolió como una bofetada, al punto de hacerme retroceder un paso
-Fuiste a salvarme-
-Rafael me lo pidió-
Apreté mis dientes, consciente que la última esperanza que guardaba al respecto se había esfumado dejándome un doloroso vacío en el pecho
-Él no es tu jefe-
-¿Viniste aquí a discutir eso conmigo? –
-Vine a agradecerte, por ti estoy vivo-
-Por mí también fuiste secuestrado-
La jodida falta de tono en su voz comenzaba a irritarme, me dolía, pero también me molestaba
Como si estuviese hablando con una máquina y no con una persona
-¿Recuerdas lo que me dijiste una vez?-
Se me quedó mirando fijamente, claramente no tenía idea de lo que yo estaba hablando
-Me dijiste que querías destruirme, me dijiste que estarías encantado de ver como toda mi fachada de mentiras se desmoronaba y todos descubrían que clase de persona era yo realmente-
Avancé lentamente hacia él, esperando internamente que no se alejara de mí
-¿Sabes qué? Ya no te creo, no vas a convencerme de que eso sigue siendo lo que quieres de mí porque si así fuera, me habrías dejado morir a manos de esa mujer, no importa cuántas peticiones te hubiese hecho Rafael-
-¿Y qué si ya no quiero eso? ¿Qué parte de aléjate de mí no te ha quedado clara?-
Me detuve al ver como su expresión de indiferencia se transformaba en una de rabia
-Eso funcionaría para la mayoría de las personas ¿sabes? Pero no funciona para mí-
-Maldición Benjamín, no sabes cuánto me arrepiento de haberme involucrado contigo-
“¿Cuándo te ha dicho él que te ama?”
“Estás arrastrándote, arrojando tu orgullo a la basura por alguien que no está interesado en ti… ¿Qué tan miserable puede hacerte aquello?”
-¿Eso es lo que sientes?-
-No siento nada-
Me quedé helado, como intentando comprender que pasaba por su cabeza, intentando buscar la más mínima esperanza dentro de mis recuerdos, el más mínimo gesto… una caricia, una palabra, una mirada… lo que fuera…
Cualquier cosa estaba bien si me permitía luchar contra su decisión, si disminuía un poco del dolor que sentía cada vez que él rechazaba cualquier acercamiento
“¿Por qué sigues suplicando? ¿Realmente crees que cambiará de parecer?”
-¿Qué se supone que haga para volver el tiempo atrás?- susurré apretando mis puños con fuerza
Por primera vez vi algo de tristeza en sus ojos y aquello solo motivó que mis lágrimas volvieran a caer…
… y me odié…
Me odié por ser tan débil
Me odié por seguir queriéndole cuando él jamás había dicho una sola palabra acerca de amarme
Me odié por no poder botar a la basura toda la mierda que había creado a mi alrededor…
… y también me odié por seguir vivo
-¿Qué tengo que hacer para al menos poder conformarme con las mentiras que me contaste y nuestras conversaciones en el departamento que vendiste?-
Decirlo en voz alta hacía que la tristeza que había acumulado comenzara a fluir… era la puerta de una habitación que había cerrado por mi propio bien, en ese lugar estaban guardados todos los momentos dolorosos, todas las palabras hirientes… todos los intentos de él por alejarme…
-¿Alguna vez has pensado en cómo me siento respecto a esto? Si realmente jamás ibas a sentir nada por mí… deberías haberme alejado hace mucho tiempo…- espeté ignorando como las lágrimas no parecían querer detenerse
-Me odio por quererte, todo este tiempo me mentiste, todo este tiempo jugaste conmigo y aun así no soy capaz de odiarte, sino todo lo contrario, he arrojado mi orgullo, he ignorado a mis padres… todo por ti…-
“No puedes seguir así…”
-Benjamín…-
-Si me lo hubieses pedido hubiese hecho cualquier cosa por ti, porque eres la única persona que ha estado tanto tiempo conmigo conociéndome realmente… -
-Sabes que no es posible, incluso si te quisiera-
-Me gustaría que lo hicieras- acepté sonriendo con amargura
-Me gustaría que me quisieras, porque incluso si todo esto fuese imposible, me quedaría con el consuelo que soy correspondido y no estoy actuando como un imbécil incapaz de aceptar que la persona que quiere es un jodido insensible-
Elevé mi rostro luchando contra las malditas lágrimas y suspiré profundamente
-¿Me quieres lejos de todo esto no?- cuestioné cuando pude mirarle directamente
-No tienes por qué involucrarte con esto, eres brillante, puedes hacer lo que quieras con tu vida-
Estuve a punto de reírme a carcajadas, era curioso que me dijera aquello considerando que lo único que quería en este momento era encerrarme en un cuarto oscuro y no tener que salir jamás
-¿Lo que yo quiera?-repetí con sarcasmo
-Bien, lo que yo quiero es que me ames, ¿Por qué no puedo conseguirlo?-
El rubio se pasó una mano por el cabello
-Voy a casarme, no puedo simplemente arrojar todo al carajo y encima de todo involucrarte en esto… tienes diecisiete años ¡Ni siquiera tienes edad legal para decidir!-
-¡PUES ME IMPORTA UNA MIERDA!- estallé con furia
-¡SI REALMENTE HUBIESES QUERIDO MANTENERME FUERA DE ESTO JAMAS ME HABRIAS PERMITIDO ACERCARME A TI! ¡AL MENOS SE HOMBRE Y RECONOCELO!-
Esperé por una respuesta… realmente esperé que dijera algo, para defenderse, para criticarme… lo que fuera… cualquier cosa era mejor al silencio
-¿Esto es lo que eres realmente Felipe?- cuestioné con desprecio
Él me miró dolido pero le ignoré
-¿De esto es de lo que me enamoré? ¿Un idiota que no es capaz de luchar por lo que quiere?-
-Yo no…-
-¡NO MIENTAS! ¡ESTOY HARTO DE LAS MENTIRAS! ¡ESTOY HARTO DE MENTIRLE A TODOS Y EN ESPECIAL ESTOY HARTO DE QUE TU ME MIENTAS!- grité sintiendo como mi garganta se desgarraba
“Mírame… mírame y dime que me quieres… que fuiste por mí porque me amas… que aún hay una esperanza para nosotros”
-¡MIERDA BENJAMÍN! ¿ACASO NO PUEDO PROTEGERTE? ¡TODO LO QUE TOCO SE DESTRUYE! ¡TODO! ¡Y CUANDO QUIERO HACER LAS COSAS BIEN CON ALGUIEN RESULTA QUE ESA PERSONA LO UNICO QUE QUIERE ES ARROJARSE DENTRO DE MI MUNDO!-
Le miré sorprendido, era como si detrás de su máscara el Felipe que yo había conocido finalmente hubiese decidido salir a la luz
-¿De qué hablas?-
Comenzó a caminar de un lado a otro como un tigre enjaulado
-Realmente si tuve una novia, aparte de mi prometida-
De alguna forma al escuchar sus palabras el tiempo comenzó a correr mucho más lento, como si el mundo hubiese decidido comenzar a detenerse
-¿Qué le pasó?-
No quería preguntar, realmente no quería hacerlo, pero sentía que si él me respondía, podría encajar una pieza que faltaba en el jodido puzle que había armado su irrupción en mi vida
-La mataron… los padres de mi prometida arreglaron todo para matarla, y mis padres no se opusieron… en lo único que piensan es en que mi prometida y yo nos casemos- declaró mirando el suelo fijamente
Joder…
-¿Es verdad?-
-¿Qué?-
Me acerqué lo suficiente para estirar mi mano y sostener su barbilla
-Si estás mintiéndome… si estás mintiéndome en este momento dímelo porque si me entero después que todo esto es…-
-No podemos estar juntos, porque van a matarte, es mejor que jamás te diga un te quiero o un te amo porque estaría condenándote… ya pasó una vez, ellos no dudarán en hacerlo nuevamente, incluso aunque seas menor de edad-
Mis lágrimas comenzaron a caer nuevamente, deslizándose por mi rostro sin piedad
“Ahí está, ahí lo tienes… ¿No es momento de darse por vencido?”
-Entonces… incluso aunque me ames… ¿Jamás será suficiente?-
Su mano derecha sostuvo la mía firmemente antes de que él se inclinara y depositara un suave beso en el dorso de mi mano
-Perdóname, perdóname por no haberte alejado antes, perdóname por haber permitido que te acercaras a mí…-
“¿Cómo podría culparte por eso?”
¿Cómo podría culparte si ni siquiera yo me arrepiento?
-¿Crees en la reencarnación Benjamín?-
Cerré mis ojos y negué suavemente con la cabeza
-Dicen que si no cumples lo que viniste a hacer a este mundo, si dejas algo pendiente, reencarnarás después de morir para cumplirlo…-
“Me gustaría reencarnar y conocerte nuevamente, comenzar todo de cero… y poder permanecer a tu lado”
-Cuando te conocí pensé que tal vez ella tuvo que morir, porque si te hubiese conocido a su lado, probablemente me habría creado enormes problemas… me odié por eso, me odié aún más de lo que me odio por ser el causante de su muerte… sin embargo, tú no vas a terminar igual, vas a escoger un futuro normal, vas a aprovechar tus capacidades y tendrás una vida brillante… no oscura como la de quienes estamos destinados a acabar con la existencia de otros… no habrán asesinos persiguiéndote, no habrá peligro más allá del que traen consigo los accidentes cotidianos…-
“Pero no puedo ser feliz sin ti…”
-No puedo olvidarte- susurré mordiendo mi labio con fuerza
-Me gustaría que pudieras hacerlo- sonrió con tristeza
“A mí no… porque me recordará que fue real y no un sueño”
-… no quiero seguir adelante sin ti-
Felipe negó antes de soltar mi mano
-Yo no puedo acompañarte, no puedo estar a tu lado, pero te prometo que voy a protegerte, prometo que no importa hacia donde te lleve tu futuro, estaré cerca cuidándote-
De haber podido gritar lo habría hecho
Sus palabras, aunque parecían develar los sentimientos que yo había buscado tanto tiempo en él, aunque podrían haber sido motivo de alegría en otro contexto… en esta realidad, eran horribles
No importaba mi edad, no importaba su vida, su pasado, sus decisiones…
De pronto nuestros caminos se habían separado y él no estaba dispuesto a volver a juntarlos… solo por protegerme
Yo no quería un futuro prometedor, yo no quería una vida brillante… quería ser yo mismo… y cuando él estaba conmigo de pronto podía olvidar las mentiras, olvidar la perfección con la cual estaba obsesionado… con él me sentía bien porque era yo quien le quería
-Teno miedo… no quiero intentar seguir adelante engañándome, para luego fracasar en todo y no poder volver atrás-
-Incluso ahora no podemos volver atrás…-
¿Era este el sentimiento de pérdida?
El decirle adiós a algo que siempre quisiste, tal vez que no admitiste necesitar… pero que a su manera te produjo felicidad
Mientras mi mente colapsaba bajo su mirada y la desesperada necesidad de encontrar una solución a esto me pregunté cómo habrían sido las cosas de no haberle conocido
¿Hubiese seguido empecinado en mi venganza con Aaron?
¿Claire hubiese estado tan empecinada en vengarse?
-¿Y si encuentro a otra persona?-
“Jamás podré hacerlo…”
Su mirada azul se oscureció al escucharme y me golpeé mentalmente por ello, sabía, aunque él jamás fuese a reconocerlo, que si estaba haciendo todo esto era porque sentía algo fuerte… y eso era lo que más me dolía
El hubiera
-Entonces y aunque no puedas escucharme o verme, seré el primero en sonreír ante tu felicidad-
Pestañeé luchando por no derramar más lágrimas, pero cada palabra que decía iba directo al agujero que se había formado en mi pecho, en el mismo lugar donde cualquier diría que estaba mi corazón
-Se supone que yo soy el egoísta ¿sabes?- comenté alzando mis manos y acariciando su rostro
-Lo eres-
-Lo sé, pero tú no te quedas atrás, decidiendo por tu cuenta cómo debe ser mi futuro…-
Mis dedos se detuvieron en sus labios, recordando cómo se sentía besarle…
No había mariposas, no había vértigo… solo la sensación de electricidad y el hecho que cuando me besaba parecía que algo que me faltaba finalmente llegaba a mí
“Como si estuviese incompleto…”
-¿Puedes…?-
Felipe entendió mi pregunta sin que tuviese que completarla y antes de que pudiese exhalar, sus labios se inclinaron sobre los míos
Enterré mis dedos en su cabello deseando que aquel instante, aquel mísero instante en el tiempo pudiese extenderse hacia el infinito
Jamás deseé tanto que algo no terminara
Jamás sentí mi corazón latiendo tan fuerte
… y jamás conseguí dejar de derramar lágrimas
Ni siquiera cuando se separó de mí con una sonrisa vacía
Ni siquiera cuando retrocedió alejándose de mi mano extendida
Ni siquiera cuando su silueta, borrosa por mis lágrimas, desapareció tras la puerta de la oficina de Rafael
…ni siquiera cuando mi aliento murió y mi pecho se apretó, consciente de que aquel beso era una despedida
La despedida de la única persona que había sido capaz de llegar hasta el fondo de mi alma…
… la despedida de la persona que amaba
--------------------------------------------End Benjamín-----------------------------------------
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-¿Realmente lo harán?-
Miré a mis padres sin saber qué decir, ellos se observaron fijamente, sin sonrisas, sin ceños fruncidos, solo con serenidad
-Sí, y si todo sale bien dentro de un tiempo volveremos a vivir todos juntos-
Sonreí mientras me ponía de pie y corría a los brazos de papá
Le había extrañado tanto que estuve a punto de llamarle la enésima vez que escuché llorar a Ángel, pero me había contenido por consejo de mi hermana
-Lamento que hayan tenido que pasar por eso-
Me giré hacia mi hermana que seguía sentada en el sofá, cruzada de brazos y con una expresión vacía que me extrañó
-¿Qué te pasa Sam? ¿No estás contenta?- interrogué alejándome un poco de papá
-¿Qué piensas hacer con respecto a Varick?-
Por un desagradable instante pensé que la pregunta iba dirigida a mí pero al notar la expresión de tensión en el rostro de papá comprendí mi error
-¿A qué te refieres Samantha?-
-Sigue vivo, cuando se supone que debía estar muerto- señaló sin misericordia
Miré con tristeza a mamá, que solo mantuvo sus ojos fijos en el suelo
-Angel entiende perfectamente por qué Varick está vivo-
-¿Y si es tan útil por qué no aceptas que se relacione con Matthew?-
De haber podido enterrar mi cabeza en el suelo lo habría hecho, miré consternado a mi hermana
-¡Sam!- reclamé dolido por su comentario
Llevaba una semana bajo estricta supervisión de dos guardaespaldas y control de llamadas y salidas… no necesitaba más atención
-¡Es importante discutirlo! Si papá le dejó vivo es por algo, no creo que sea tan inconsciente como para dejar a su enemigo a cargo de algo tan grande-
Alcé los ojos al cielo, rogando por algo de paciencia
-El tema de Varick y Matt está fuera de discusión- sentenció papá con frialdad
-¿Por qué? ¿Acaso tú eres la persona indicada para juzgarle?-
Mi mandíbula cayó al escuchar aquellas palabras
-Samantha, no creo que sea el momento…- comencé intentando calmar el asunto
-Puede que no lo sea, pero soy su padre, y sé perfectamente quien es bueno para él-
-Oh claro, pero Erick es mucho mejor ¿no?-
Palidecí y a la vez me avergoncé mucho, ¿Cómo era que toda mi familia parecía estar al tanto de mi antigua relación con mi hermano?
-Samantha cariño, deberías escuchar a tu padre, Varick no es bienvenido y punto-
Pero mi melliza no parecía dispuesta a obedecer porque se giró hacia mamá y le miró dolida
-¿Pero él sí verdad?- cuestionó apuntando a papá
-Hija, él solo quiere lo mejor para todos nosotros…-
-Y por supuesto eso incluye mentirle a la persona que ha dicho amar por más de quince años, por favor Angel, ¿Por qué te ciegas? ¿Acaso él es mejor que Varick? ¿Acaso tiene la suficiente moral como para juzgarle?-
-Samantha es suficiente ve a tu habitación- ordenó papá poniéndose de pie
Pero mi hermana sonrió sarcásticamente
-No recuerdo haberte visto aquí las últimas semanas, ¿Acaso ayudaste a Angel con los gemelos? ¿Acaso te preocupaste por mí? No, no lo hiciste y como además de eso no vives aquí, no tengo por qué obedecerte, no mientras no confié en ti-
-¡Hermana! ¿Cómo puedes decir que no confías en papá?- salté molesto
Ella se volteó y me observó con fiereza desde sus ojos verdes
-¡Porque todo este tiempo nos estuvo mintiendo! ¡Por eso no confío en él! Si fue capaz de mentirle a la persona que supuestamente ama, si fue capaz de cargar con una mentira de ese tamaño durante tantos años sin alterarse es porque tal vez deberíamos considerar quien es más peligroso aquí, si Varick o él-
-Bien, tal vez él no viva aquí pero yo sí y quiero que te disculpes con tu padre Samatha- espetó Ángel con severidad
-No lo haré, todos saben que tengo razón pero prefieren ver a Varick como un demonio-
-No es precisamente un santo- se burló papá
Mi melliza se rio fríamente
-Aun así él es más honesto que tú, incluso desearía que él fuera mi padre-
Observé impactado como mi hermana se marchaba a su habitación, dejándonos en un silencio sepulcral
-Yo…-
¿Qué podía decir?
No estaba seguro de que fuese a arrepentirse, conocía a Samantha de toda la vida y ella siempre pensaba las cosas antes de decirlas, si había dicho eso era porque realmente lo creía
-Matthew, ¿Entiendes por qué no puedes acercarte a Varick?-
Tragué duro y me vi obligado a bajar la mirada
Mi mente luchaba con fuerza entre lo que estaba “correcto” y lo que realmente pensaba, así que era incapaz de mirar a mi padre mientras me dejaba llevar por lo primero
-Porque es peligroso, es un asesino que no tiene lealtad y carece de cualquier valor… además soy menor de edad y no es justo para ustedes que me involucre con alguien tan vil- solté de memoria
Al no escuchar palabra alguna alcé mi mirada lentamente, Angel había llevado sus manos a su rostro y papá tenía el ceño fruncido
-¿Qué pasa?-
-Realmente no piensas eso ¿verdad?- cuestionó el rubio con tono amargo
Mis latidos se descontrolaron al verme descubierto
-Lo siento- me disculpé de corazón
Independiente que muchas partes en aquella oración fuesen ciertas, yo no consideraba a Varick peligroso… al menos no para mí
-Aun así no podemos permitirte verle- susurró mamá
Asentí obligándome a sonreír un poco
-Lo entiendo-
Aquellas dos palabras salieron a la fuerza de mi boca y antes de que la conversación se extendiera hacia límites que no quería tocas, di media vuelta y caminé hacia mi habitación
Al cerrar la puerta tras mi espalda toqué el bolsillo de mi pantalón en el que cargaba el teléfono que me había dado Evan de parte de Varick
“Oh, si es que lo descubren estarás en graves problemas… no tienes cómo explicar de dónde lo sacaste y lo sabes”
Tomé el aparato con cuidado y deslicé mis dedos por las teclas
“¿Sabes que te odio?”
Envié el mensaje sin releer lo que había escrito, un par de segundos después el móvil vibró y mientras habría la respuesta me deslicé de espaldas contra la madera
“Sé perfectamente que no eres capaz de odiar, pero solo por curiosidad, ¿A qué se debe tu comentario?”
Mordí mi labio inferior con cierta rabia
“Mis padres no me quieren cerca de ti”
Esperé pacientemente el mensaje de vuelta mientras contaba el número de post-its que había pegado en mi pared
“Y eso provoca que me odies… ¿De qué forma exactamente?”
Ok, era demasiado obvio que se estaba riendo de mí, pero no me importó mucho
“Si fueras otra persona todo sería mucho más fácil”
Tuve que corregir varias veces aquella sencilla oración solo por el hecho de que mis dedos parecían haberse entorpecido de la nada y escribir un jodido mensaje de pronto parecía imposible
“Pero si fuese otra persona yo no te gustaría”
Abrí mis ojos al máximo, releyendo aquella frase sin poder creerme que lo hubiese escrito
“Lo que realmente pasa es que no quieres pensar en nada, mucho menos en si él te gusta… sabes que no debe gustarte, todos te lo han dicho… algo de razón deben tener ¿no?”
Decidí que lo mejor sería evadir el tema, huir no sonaba nada mal cuando estaba enfrentando algo que no podía manejar
“Mis padres me están llamando, tengo que irme, adiós”
Con bastante esfuerzo me puse de pie y me arrojé sobre mi cama, desde la posición en que me encontraba podía ver perfectamente mis cuadernos apilados sobre mi escritorio, con las tareas que debería estar haciendo en lugar de descansar
El ahora “jodido” teléfono vibró y tuve que obligarme a estirar mi mano para tomarlo y abrir el mensaje
“Sé que mientes, pero lo dejaré pasar por esta vez. Que tengas un día interesante”
Maldije en voz alta a Varick y a toda su familia, aunque eso técnicamente incluyera a papá y a mis hermanos
¿Por qué no podía ser menos agudo?
¿Por qué no podía ser menos pesado?
-¿Por qué no puedes ser más normal?-
.
.
.
-¿Y Benjamín?-
Evan me miró igual de desconcertado que yo a él
-Debería regresar, el alta médica se la dieron el viernes- señaló mirando fijamente la entrada de la sala
Observé el asiento vacío de mi primo y tuve un mal presentimiento
-¿El viernes? ¿Y hablaste con él el fin de semana?-
-…-
¿Qué pudo pasar?
Sabía que a diferencia de mí, Benjamín había dejado ir los recuerdos de su secuestro destrozando su habitación después de una sesión con la psicóloga…
Sabía que superar el asunto definitivamente le costaría mucho más, pero aquel inicio había estado realmente bien, incluso para sus padres que tuvieron que reconstruir su habitación
Justo cuando el timbre que marcaba el inicio de las clases sonó, por la puerta ingresó alguien que se parecía mucho a mi primo… pero que no podía ser él
-Mierda- susurró Evan tras de mí
“Mierda” también fue la palabra que se me vino a la cabeza, bien, probablemente se trataba de Benjamín, pero su expresión de tristeza, las profundas ojeras bajo sus ojos y el inconfundible rastro de lágrimas por sus mejillas eran demasiado en una persona que acostumbraba mirar a todos con indiferencia
-Vamos-
-Pero…-
Mandé al carajo todos los problemas que nos traería escaparnos de clases y seguí a Evan, quien tomó a su mejor amigo del brazo y lo arrastró fuera del salón antes de que el profesor llegara
Nos escondimos en el cuarto de aseo y rogué internamente que cuando el profesor se enterara no llamara a mis padres o en lugar de apostarse en la entrada del instituto, mis guardaespaldas estarían en la puerta de mi salón
-Honey qué pasó?-
Me entristeció ver como Benjamín comenzaba a llorar en silencio, con la mirada perdida en alguna parte
-Es parte del proceso…- susurró con voz apagada
Evan le abrazó con fuerza y yo tomé su mano
-¿De qué hablas?- interrogué en voz baja
-Ya no veré nunca más a Felipe-
Miré asombrado a Evan, ¿Eso significaba que Felipe había…?
-¿Le pasó algo?-
-No…-
Se me oprimió el pecho al ver a Benjamín parado, sin poder dejar de llorar y sin la intención de detenerse… era como si alguien se hubiese llevado su alma y antes de hacerlo se hubiese encargado de azotar su cuerpo
-¿Entonces…?- tenía miedo de preguntar, no quería que recordara nada, pero era obvio que no podría olvidarlo…
-Simplemente no volveré a verlo… como si fuese una brisa que pasó y jamás volverá… y es parte del proceso que duela…-
Había tanto dolor en sus palabras que tuve que contenerme para no comenzar a llorar yo
-Sweetie, claro que duele… pero mírate, estás como muerto-
-¿Quieres que sonría?- espetó el mayor de nosotros alejándose bruscamente
-Primo, nadie dice eso, pero… ¿No hay una forma para solucionar esto?-
Quería creer que Felipe tenía miedo, quería creer que se había alejado para no dañarle… pero que eventualmente regresaría…
-¿Crees que no lo intenté todo? ¡PERO NO FUE SUFICIENTE!- gritó el de ojos negros mientras pasaba sus manos por su rostro con fuerza, como golpeándose por haberse permitido llorar
-Tal vez… maybe Felipe quiere protegerte- comentó Evan intentado apaciguarle
Pero fue como echarle más leña al fuego porque Benjamín le miró con odio
-¡ME IMPORTA UNA MIERDA SU JODIDA EXISTENCIA! ¡POR MI PUEDE MATARSE!-
Después de gritar con toda la fuerza de sus pulmones salió del cuarto dando un portazo feroz
-No creo que le hayamos ayudado- murmuré con pesar
-Como yo lo veo, hay dos opciones-
Me giré hacia mi primo con curiosidad, él ya no lucía tan preocupado como antes
-¿Cuáles?-
-Puede volver a lucir como muerto en vida y eventualmente en un futuro superarlo, o bien…-
El de ojos azules se mordió el labio con inquietud
-¿Qué cosa?-
-Puede comportarse como el adolescente consentido, caprichoso y manipulador que es y meterse en graves problemas… con tal de llamar la atención de Felipe podría hacerlo, el problema es que si hace eso jamás superará lo que pasó-
-¿Cómo sabes que pasará eso?-
-Porque yo hice lo mismo y terminé intentando matarme-
.
.
.
-Esto es extraño-
Miré de reojo a mi hermano y decidí que la media hora que llevábamos en un tenso silencio debía terminar
-No es muy entretenida la película- comenté con honestidad
Definitivamente ver un documental sobre el vaticano no estaba entre las cosas que quería hacer en compañía de mi hermano
-¿Qué es entretenido para ti?-
So voz sonaba tan juguetona que estuve a punto de caer en su trampa
-Eres mi hermano, deberías saberlo- repliqué girándome para mirarle directamente
Me arrepentí al instante por mi decisión, una cosa era intentar llevarnos bien y otra era ignorar que estábamos fingiendo
“Te acostaste con él, no puedes de la noche a la mañana fingir que jamás pasó nada”
-Oh, supongo que sí, pero no tenía idea sobre Varick- siseó alzando una ceja
Sonreí con cierta diversión
-¿Jamás podrás superarlo?-
-¿Superarlo Matthew?- repitió mirándome con incredulidad
Me encogí de hombros
-No voy a casarme con él, si eso es lo que te preocupa, ni él va a hacerme daño, al menos no piensa matarme-
-¿Cómo no puedes ver el problema que hay con Varick?-
Resoplé y me puse de pie, definitivamente hoy no era el día en que podríamos volver a comenzar nuestra relación como hermanos
No era que no le quisiera, le quería, y mucho, tal vez demasiado para tratarse de mi hermano, porque sabía que por él sentía algo más fuerte que por el resto de mis hermanos
Sin embargo con el paso del tiempo me costaba más y más creer que se trataba de amor, como si realmente los adultos tuviesen razón al decir que el tiempo era capaz de hacer entender razones y de ayudar al olvido
-¿Problema? Según como yo lo veo, todos tienen más problemas aparte de Varick, pero lo único que hacen es enfocarse en mí porque es más divertido centrarse en eso que en sus propios asuntos-
-¿De qué hablas?-
Él también se puso de pie y me miró con cierta rabia, pero lo ignoré olímpicamente, había visto a papá muchas veces molesto, tal vez no realmente enfadado, pero era mucho más intimidante
-¿Crees que soy estúpido? Intentas juzgarme a mí y a lo que estaba haciendo con Varick cuando tú eres incapaz de respetar los sentimientos de tu mejor amigo, tú ibas a besarle Erick… dime una cosa, ¿Acaso has hablado de tus sentimientos con él?-
-¿Sentimientos?-
Me crucé de brazos
-Sí, los sentimientos que tienes por él pero que eres incapaz de aceptar por alguna razón que no alcanzas siquiera a vislumbrar-
-¡Yo no siento nada por Derek!- exclamó
Pero pude notar que tanto su voz como su mirada temblaban… él no estaba seguro, y aunque me dolió un poco, fue mayor el sentimiento de decepción
-Cuando dijiste que me querías fuiste directo, jamás titubeaste, ni siquiera te importó estar convenciendo a tu jodido hermano… pero si se trata de Derek no eres capaz de aceptar el mínimo sentimiento…-
-Son cosas diferentes- espetó comenzando a alejarse hacia la puerta
Por alguna razón lancé una carcajada
-No, no lo son, por eso te vas, por eso huyes, porque no puedes hacerme frente a mí y mucho menos a él, ¿Sabes que es lo peor de todo?, tu cobardía me hace suponer que tal vez los sentimientos que dijiste tener por mí no eran tan fuertes como los que tienes por Derek…-
“Oh, reconoce al menos que una parte de ti prefiere que sea así… si reconoce lo que siente por Derek puede que se distraiga de tu seudo relación con Varick”
-¡Estás siendo demasiado estúpido!-
Entrecerré los ojos, comenzando a molestarme
-Sí, probablemente sea estúpido, pero nunca tanto como tú, hermano- estuve a punto de deletrear la última palabra
Ciertamente era difícil considerar como “hermano” a alguien con quien habías compartido la misma cama
-¿Qué es lo que quieres de mí? Pensé que me querías lo suficiente para darme una oportunidad, pensé que podríamos volver a estar juntos, pero en lugar de eso me encuentro con una persona que intenta arrojarme a los brazos de mi mejor amigo-
Bajé mi mirada, algo avergonzado por ello
-Yo solo… no estoy seguro de querer volver contigo… por eso… por eso busco que te des cuenta de tus sentimientos por él- susurré sintiendo como mi corazón comenzaba a latir con fuerza
Erick acortó la distancia entre nosotros con rapidez y me sostuvo por los hombros
-En este momento, lo que siento por ti es más fuerte, ¿Por qué crees que volví?-
Retrocedí lentamente
-¿Por qué me quieres a mí? Todo este tiempo me he preguntado que hace que quieras volver conmigo, qué es lo que te incentiva a seguir intentándolo… cuando no estoy seguro de quererte de esa forma-
Observé con culpabilidad como su expresión se tornaba triste
No era justo que un rostro como el suyo no estuviese sonriendo… mucho menos por mí
-¿Es por eso que me alejas? ¿No estás seguro de quererme?-
“Es mucho más complicado que eso…”
Inhalé profundamente antes de decir toda la verdad, si soy capaz de darle algo a Erick antes de que nuestra relación se terminara completamente, es ser sincero sobre cómo me siento
-Al principio, cuando acepté salir contigo, no sentí dudas… porque de alguna forma todo se sentía demasiado correcto… era como si finalmente hubiese conseguido todo lo que necesitaba… tú habías vuelto a mí, como cuando éramos niños… pero mucho mejor…-
-Matthew…-
-Déjame terminar por favor, no creo que sea capaz de decirlo nuevamente- apreté mis puños intentando detener el temblor de mis manos
-Pero cuando el tiempo comenzó a pasar y vi a Derek… no soy ciego, sé que sientes algo por él, sé que él te ama… e inevitablemente me puse a pensar en lo que yo sentía por ti, después de enterarme que tú… bueno, de tu otra profesión por así decirlo, volví a pensarlo… realmente no es un problema para mí que hagas eso ¿sabes?, aunque preferiría que no lo hicieras… siento que te debo una disculpa por ser tan hipócrita para pasarlo por alto con Varick y no contigo… sin embargo, yo no creo amarte y en el fondo estoy seguro que tú tampoco me amas, por eso te pido, que en un futuro volvamos a ser los hermanos que éramos…-
Cuando terminé de hablar mi cerebro pareció desconectarse, porque solo podía ver la sonrisa melancólica que adornaba su rostro
-¿Crees que podremos volver a tratarnos solo como hermanos?-
“No, no realmente, pero es lo que en este momento pienso que está bien”
-Antes de ser mi novio eras mi hermano, creo que eso debería primar, en especial porque siempre serás mi hermano mayor…-
-¿Esto es por Varick?-
“Wow”
Le miré sorprendido, después de todas mis palabras, ¿Eso era lo que me preguntaba?
-¿Por Varick?- repetí sin saber que decir
“Claro que no es por él, probablemente a Varick le divertiría que estuvieses con Erick y con él al mismo tiempo”
-¿Debo tomar eso como un sí?-
Negué suavemente
-No es por Varick, es por nosotros, ¿Realmente crees que podrías llevar una relación de noviazgo conmigo sabiendo que soy cercano a Varick?-
-Ni siquiera puedo tolerarlo siendo tu hermano- gruñó
-¿Ves?-
-¡Joder Matt, no hay quien te haga entrar en razón! No importa qué clase de relación tengan, te va a hacer daño
-Tú también me hiciste daño y sigo queriéndote mucho- sentencié tomándole por sorpresa
-Yo… necesito tiempo para pensar esto, incluso aunque digas que quieres que volvamos a ser hermano duele ¿sabes?-
Asentí prefiriendo omitir el hecho de que estaba intentando no llorar
“¿Por qué no eres honesto contigo mismo? Sería mucho más fácil si solo volvieras con él… todos lo aceptarían…”
Sacudí mi cabeza, ¿Cómo podría hacerle eso a mi hermano?
Tenía demasiados recuerdos hermosos con él como para destruirlos solo por comodidad
-Creo que me iré ahora… por favor saluda a mamá de mi parte-
Volví a asentir y antes de cerrar la puerta me obligué a sonreírle un poco
“Eso, que piense que estás bien…”
Cuando solté el pomo me quedé parado, mirando fijamente el café oscuro de la madera cubierta de barniz como si realmente fuese lo más interesante del mundo
“Fue mucho más corto de lo que pensaste…”
Lentamente tomé el teléfono que llevaba todo el día en mi bolsillo y marqué el número que había memorizado hacía varios días
“No contestes… no contestes…”
Mordí mi labio mientras el tono de llamada seguía sonando a la par que mis pies me guiaban hacia mi habitación
“¿Eso había sido todo?”
Meses de relación, años de quererle sin entender bien de qué se trataba… ¿Y ahora simplemente él lo pensaría?
El tono de llamado siguió sonando mientras cerraba la puerta de mi habitación a mis espaldas, pero de la nada una voz femenina respondió, tomándome por sorpresa
-ahhhh… ¿Diga?... ahhh… Varick, no hagas eso… es tu teléfono el que sonó… jajaja-
Llevé mi mano libre a mi boca, ahogando un grito
¿Eran gemidos los que acababa de escuchar?
Por supuesto que lo eran…
-¿Diga? ¿Hay alguien?-
La mujer siguió hablando y de vez en cuando gimiendo hasta que alguien pareció quitarle el teléfono
-¿Quién es?... Mierda… ¿Matt?-
Corté rápidamente la llamada y arrojé el aparato contra la pared de mi habitación, ignorando los trozos que quedaron esparcidos por el suelo
“Por supuesto, incluso aunque no volvamos a vernos después de esta noche creo que es correcto que admita que me gustas”
¿Por qué mierda tenía que ser yo quien recordara esa oración como si me la hubiese tatuado en el cuerpo?
¿Por qué tuvo una pequeña parte de mí que creerle?
¿Gustarle?
¿Acaso Varick entiende lo que significa gustar?
Usualmente cuando admites algo como eso no vas acostándote con personas…
Me dejé caer sobre el piso de mi balcón y cerré con fuerza el ventanal, asegurándome que si alguien entrase a mi habitación no me buscara en él… quería paz… quería silencio
Quería volver a cuando no conocía a Varick
“Al menos Varick no miente…”
Sí, como no…
“Jamás le he dicho a nadie que me gusta Matt, porque jamás me he acostado con alguien más de una vez”
¿Eso tendría que tranquilizarme?
¿Debería sonreír e ignorar los gemidos de esa mujer?
¿Qué mierda se supone que debo hacer?
Acaba de terminar las cosas con mi hermano, solo quería escuchar su jodida voz para ignorar el dolor en mi pecho, porque sabía que más allá de una mirada triste mi hermano no dejaría entrever su dolor
Porque incluso yo pensaba que había terminado las cosas entre nosotros un poco rápido, porque entre sus brazos me sentía seguro, él no iba por la vida diciéndole a todos que no creía en el amor, que era imposible que él pudiese sentir algo como eso
Al menos mi hermano decía lo que sentía…
“Es correcto que admita que me gustas”
¿Por qué tenía que ser yo quien recordara aquello?
Claramente Varick no lo había tenido en cuenta a la hora de acostarse con esa mujer…
-Estúpido…-
Golpeé el piso de cerámica de mi balcón con fuerza, ignorando el dolor que atravesó mis nudillos y subió por mi brazo
-¿Acaso no has visto lo que pasa con personas como él?- siseé volviendo a golpearme
De pronto un golpe no parecía suficiente… de pronto necesitaba más que eso, porque incluso el dolor era incapaz de alejar la mirada de Varick de mi cabeza, el recuerdo de sus ojos mientras sus labios dejaban escapar aquella mentira que por instante creí… o quise creer
“Me gustas”
Mi teléfono sonó desde el interior de mi habitación, observé con dureza el sueño con pequeñas manchas de sangre producto de mis manos y lo ignoré mientras me ponía de pie
Observé con rabia la pantalla del aparato, ¿Cómo no pensé que también debería haberlo roto considerando que Varick podría llamar?
Bufé y me apresuré en arrancarle la batería
“¿Y si viene hasta acá?”
Estuve a punto de patear mi cama al comprender que aquello era bastante probable, con las manos entumecidas por el dolor y el frío tomé la primera chaqueta que encontré y me lancé hacia la salida
Ni siquiera me molesté en dejar una nota, aunque aquello conseguiría que cuando volviera mi padre me pusiera a los guardaespaldas a la salida de mi propio hogar
Mientras bajaba las escaleras a paso veloz comencé a preguntarme a dónde iría
Evan había ido al cine con su hermano y Benjamín estaba en sus clases de piano, por lo tanto estaban descartados…
Al salir del edificio y recibir el viento frío en mi rostro consideré la opción de regresar pero la sonrisa de suficiencia de Varick al verme acorralado en mi casa era un buen incentivo para hacerme andar por las calles pese a la temperatura
“Por supuesto, incluso aunque no volvamos a vernos después de esta noche creo que es correcto que admita que me gustas”
¿Yo le gustaba?
Sus ojos verdes me habían observado con algo irreconocible cuando pronunció esas palabras… el problema era que sus ojos eran técnicamente idénticos a los de mi hermano, y mientras recordaba la expresión de Varick también podía recordar la de mi hermano cuando le dije que no lo amaba…
“Matt… no me dejes”
“¿No te das cuenta de mis sentimientos? ¿Cómo puedes ser tan ciego?”
¿Por qué no podía amar a Erick como alguien normal haría?
Derek le miraba con amor… yo no era capaz de sentirme de esa forma al mirarle… ni al tocarle, ni al besarle
Era todo correcto, no era perfecto… y aun así faltaba algo
“Creo que es correcto que admita que me gustas”
¿Podía un simple “me gustas” competir con un “te amo”?
Me detuve frente a una plaza, no era la misma que la que quedaba cerca de mi antiguo hogar, pero estaba vacía… y eso era suficiente para recordar la ocasión en que mi hermano se recostó en mis piernas para observar las estrellas
En ese momento me había sentido tan feliz…
“No importa qué relación tengas con Varick él va a hacerte daño”
“Me gustas”
Suspiré observando como el vaho producido por mi aliento se alejaba rápidamente
-No es cierto- acepté resistiéndome a llorar
No era justo que llorase por Varick cuando no había sido capaz de llorar por mi hermano
“¿Y quién dice que la vida es justa?”
Sonreí con amargura pensando en mis padres, en su intento por reconciliarle, en la expresión de rabia y amargura de mi hermana al ver a su propio padre… en la tristeza de Benjamín, porque la persona que amaba se había alejado para siempre, y “siempre” era una palabra demasiado grande para cualquier persona… para cualquier momento, para cualquier amor
“Siempre” he querido a mi hermano, “siempre” le voy a querer… pero no puedo amarle
“Siempre” pensé que Varick sería incapaz de sentir algo y de un día para otro me decía que le gustaba… mentira o no, lo había dicho
Evan esperaba “Siempre” estar al lado de su hermano, tanto, que había vendido su lealtad para protegerle… ambos lo habían hecho… porque un “siempre” juntos era lo único que podían soñar para su vida
-Odio esa palabra-
Me dejé caer sobre una banca y me abracé a mí mismo intentando darme algo de calor
-Estoy actuando como un niño pequeño…-
Sonreí ligeramente pensando que al fin y al cabo eso es lo que soy
¿Por qué jugar a ser adulto?
¿Por qué meterme en el papel del adolescente rebelde que se relaciona con chicos malos?
Podría olvidarme de todo… realmente podría olvidarme de todo… o al menos intentarlo
Pedirle a mamá que no regrese con papá, alejarme definitivamente de Varick e ignorar en lo que está metido Evan… incluso la relación de Benjamín con Felipe…
-… y no habría un siempre…-
Alcé mi mirada hacia el cielo, probablemente la razón por la cual hacía tanto frío fuese que estaba despejado y se acercaba un frente de mal tiempo, sin embargo las estrellas podían verse perfectamente y aquello nuevamente me recordó a mi hermano
-¿No sientes frío?-
Literalmente me congelé al escuchar su voz, pese a aquello, no me sorprendí lo suficiente como para girarme a mirarle
-Si lo siento- susurré consciente de que podía escucharme perfectamente
-¿Puedo sentarme?-
Mi corazón recuperó su ritmo habitual al escuchar su voz acercándose pero seguí quieto
-No-
Me hubiese gustado ver la sorpresa en su expresión pero probablemente aquello me haría flaquear
-¿Puedo pararme frente a ti?-
-No- repetí cerrando mis ojos
¿Por qué las ganas de llorar no se iban?
De alguna forma el saber que estaba cerca me recordaba que no importaba cuanto me acercara físicamente… Varick seguiría siendo lejano para mí, como las estrellas que brillan en el cielo… y peor aún, también compartía con los astros el hecho de estar desfasados en el tiempo y no necesariamente en la misma posición que yo podía observarles
-Quiero que te vayas-
No era una petición, era una orden y él lo sabía
-¿Te molesta mi presencia?-
Finalmente consiguió que me moviera para mirarle y sonreí con mofa
-No, estoy totalmente encantado con que estés aquí- espeté en claro sarcasmo
-Así que cuando te enojas te vuelves sarcástico-
A pesar de que no sonó como burla en su mirada pude ver que estaba conteniéndose y sinceramente, su intento por controlarse no me ayudaba en nada
-Bien, si no te vas tú me voy yo-
Me puse de pie lamentándome que me hubiese encontrado tan pronto, ¿Tan predecible soy?
-La mujer que escuchaste…-
Alcé una ceja
-¿Desde cuándo el Gran Varick decide darme explicaciones? Pensé que creías que son innecesarias, escasamente relevantes para alguien tan importante como tú-
Sus ojos brillaron peligrosamente, de no sentirme tan confundido probablemente me hubiese disculpado por aquellas palabras
-No iba a darte una explicación, tú y yo no somos nada, no te debo nada y no necesito explicarte el por qué de mis acciones, simplemente iba aclarar que ella no sabe quién eres, así que no debes preocuparte si sigue respondiendo-
Me quedé parado mirándole como si fuese un programa de televisión en un idioma totalmente desconocido
¿Si sigue respondiendo?
Retrocedí un par de pasos sintiéndome aún más estúpido
“Creo que es correcto que admita que me gustas”
Imbécil…
Idiota inmaduro…
Crédulo…
-Perdí el teléfono- mentí sin reconocer mi voz
Ingenuo…
-¿Quieres que te entregue otro?-
No…
Mientras seguía retrocediendo de espaldas mi pie se atoró con algo y de la nada caí sentado sobre el cemento
Varick se levantó para ayudarme pero extendí mis brazos automáticamente
-¡NO TE ACERQUES A MÍ!-
Niño ingenuo…
Él ladeó su cabeza y me miró como si entendiera perfectamente lo que me ocurría, pero estuviese esperando pacientemente que yo lo hiciera sin ayuda
-No quiero nada de ti- siseé odiándome por dejar escapar una lágrima que resbaló traicioneramente por mi mejilla
-¿Entonces por qué lloras?-
El nudo en mi garganta me impidió responder cualquier cosa
-¡Da igual!-
Reuní fuerzas de alguna parte y me levanté ignorando el ardor en mis manos, ya no eran solo las secuelas de los golpes que le había dado a la cerámica, ahora se añadía tierra del cemento incrustada en mis heridas
-Estás actuando como un niño- su voz sonaba cansada
¿Tal vez por el sexo con esa mujer?
Niño ingenuo…
Estúpido…
-¡ESO ES LO QUE SOY! ¡UN JODIDO NIÑO!- grité pateando el suelo en el proceso
Quería irme… quería irme y buscar una máquina del tiempo… quería retroceder y hacer las cosas bien…
-¿Recuerdas que me dijiste que cualquier cosa que hiciera estaría bien mientras no me arrepintiera por ello?-
El de cabello oscuro asintió
-Me arrepiento de haberte conocido, me arrepiento de haber seguido en contacto contigo cuando mi hermano me advirtió sobre ti… pero en especial y jamás llegarás a entender cuanto, me arrepiento de haberte creído- espeté antes de dar media vuelta y comenzar a caminar
Volver a mi casa no era una opción, así que solo me quedaba la alternativa de seguir caminando por las calles
-Yo no-
Su respuesta me tomó desprevenido pero no detuve mis pasos, todo lo contrario, los apresuré para alejarme de él
No quería verle nuevamente, ni escuchar su voz, sus palabras, su verdad carente de moral…
Niño ingenuo…
Niño corrompido…
¿Eso era lo que quería Varick de mí?
¿Volverme igual a él?
¿Hacerme parte de su estilo de vida?
No quería eso…
Era sencillamente imposible para mí ser idéntico a él…
.
.
.
¿Por qué tengo que quedarme de brazos cruzados ante una decisión de la cual no formé parte?
Duele saber que eres incapaz de escoger lo que sientes sobre lo que crees correcto
Duele saber que esos sentimientos que te empeñas en ocultar supuestamente por mi bien, no son lo suficientemente fuertes para que te quedes a mi lado… que en el fondo intentas protegerte a ti de que ocurra el mismo hecho dos veces
Duele haber hecho de todo por ti y que lo único que te pido no pueda cumplirse.
Duele intentar cambiar por alguien, luchar por ser mejor y darse cuenta que al final no tiene sentido si el cambio no es por tu propio bien… y resulta que al final a mí me da igual si cambio o no
¿Con qué propósito?
¿Me hará mas querido por mis padres?
¿Conseguirá que vuelvas a mi lado?
¿Tendré más poder, dinero, admiradores?
¿Y a mí qué?
Duele que el desinterés comience a ahogarme, la falta de motivación, la indiferencia…
Me duele en especial recordar el tiempo que pasamos juntos y duele aún más comenzar a entender que te marchaste
No es justo, pero tú lo dijiste, la vida no lo es
¿Seguirá doliendo por siempre?
Tengo miedo de que así sea… tampoco quiero olvidarte, no quiero seguir adelante cuando la persona que se encarga de que supuestamente así ocurra se esconde entre las sombras observando mi vida pasar frente a sus ojos
Quiero que me des una oportunidad, que nos des una oportunidad, una sola, sé que será suficiente para detener un poco el dolor que me ahoga cuando los demás no pueden mirar
¿Renunciaste a todo?
¿Así es como funciona?
¿Por qué no puedes sentir? Sigues siendo humano, sin importar los errores que hayamos cometido todos merecemos amar… y tú eres quien se priva de ello
… y me privas a mí de paso
Quiero ser capaz de hacer cosas estúpidas junto a la persona que amo, no quiero tener que preguntarme si seguirás vivo…
Quiero que deje de doler, pero a la vez me aferro a la idea de que el dolor jamás se irá… y así siempre podré tener una parte de ti conmigo
Benjamín
.
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.
Existe un instante realmente doloroso, un momento horrible, angustiante dramático…
También existe un lapsus de tiempo en el cual el mundo parece desaparecer bajo nuestros pies, en el cual nuestro pecho duele y probablemente las lágrimas caen
Curioso es, que este último momento, pueda ser causado por la misma persona
El amor es…
… no sé qué es
Sé que llega un momento en la vida de la mayoría de las personas en que se ven arrasadas por sentimientos poderosos
Alegría, confusión, dependencia, felicidad…
La mayoría de los sentimientos que se califican como “positivos”, todos agrupados ante la presencia y existencia de una sola persona
Un ser humano capaz de sacarte suspiros, provocar retorcijones, las “mariposas” en el estómago, la sensación de vacío, o simplemente, sacarte una sonrisa de solo recordarle
Es extraño que siendo criados para ser independientes, por nuestra propia cuenta y sin control alguno lleguemos a amar a alguien de una forma que generalmente involucra dependencia
Los sentimientos que crecen en nuestro interior pudiesen confundirnos en un principio, pero ya sea por experiencias previas o por mera comparación, en la mayoría de los casos somos capaces de llegar a la conclusión obvia… y correcta
¿Es amor cuando es mutuo?
No soy quien para decirlo
Lo que sí creo, es que cuando se trata de amor, es mejor disfrutarlo mientras dura
Es mejor, como muchos dicen, haber amado y perdido que jamás haber amado
Si el sentimiento llamado “amor” está en nuestra estructura, en nuestra genética, claramente es una mejor opción experimentarlo que no conocerlo nunca
No importan las tristezas posteriores cuando finalmente deja de ser correspondido
No importa incluso si antes de poder llamarle amor ya estás sufriendo
No importa el desenlace, aunque en el momento del fin puedas ahogarte en llanto y ser incapaz de llenar el vacío que te deja la palabra “final”
El tiempo… uno de nuestros principales enemigos, puede convertirse en un amigo
Al principio no se entiende, porque los sentimientos siguen allí y ni tienes la más remota idea de cómo se irán…
… el tiempo pasará y algunos lo superarán antes que otros, algunos puede que busquen en otras personas lo mismo que les enamoró del anterior, la sensación de felicidad
Incluso hay quienes buscan reemplazar a quien les llevó al cielo con otros seres similares… ¿Qué importa si no le quieres si el amor por quien se parece tanto al nuevo sigue allí?
También existen quienes dejan de creer y simplemente se vuelven en personas ajenas al sentimiento, habiéndolo superado no quieren volver a sufrir y se refugian en una especie de cárcel indescifrable y secreta
… lamentablemente, también hay quienes no lo pueden superar, y bien digo superar porque olvidar no es una opción
Hay quienes son incapaces de seguir adelante, de buscar nuevos mundos, de conocer nueva gente y encontrar un nuevo amor, no que reemplace al anterior, sino que les lleve a la felicidad, a sentirse completos
Esas personas son las que me producen empatía, porque es inevitable comprenderles, porque es imposible ponerse en sus zapatos, pero también es cierto que el dolor que sienten, aquel dolor que parece imposible hacer desaparecer, el dolor que les ahoga cuando recuerdan, cuando extrañan, cuando rememoran física y psicológicamente… es casi palpable
No puedes simplemente obligarles a seguir adelante, no puedes decirle que todo estará bien, no puedes mentirles haciéndoles creer que esa persona volverá, que puedes retroceder el tiempo y entregarles la alegría que se les desvaneció antes de que pudiesen alcanzar a soñar en un “por siempre”
Por eso duele, no solo a ellos, sino a quienes les quieren… porque los demás no pueden ayudarles… no podemos ayudarles. Es su propia batalla, una batalla que incluso aunque ganen un día, probablemente tendrán que comenzar a la mañana siguiente
No hay “final” para un amor, yo no lo creo así, pienso que las historias de amor jamás terminan, incluso aunque quienes las hayan vivido dejen este mundo… siempre habrá alguien que escuchó, alguien que fue testigo o un mero espectador lejano… y al contarla, o tan solo al recordarla, conseguirá que jamás encuentre su fin.
La autora