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Acabo de golpearle los huevos a mi novio. Oh, ha sido de lo más reconfortante que he hecho esta semana, en la que él, ha estado especialmente odioso. Me ha dado tanto trabajo de la casa que me siento como una mujer de hogar. Eso es patético. Tampoco quisiera dar a entender con eso a que soy un maldito machista, pero, soy un vocalista importante ocupado. Yo sé que él ve todas mis cualidades y aun así se aferra a hacerme lavar la sábanas sucias o a limpiar el cuarto de Koron.
Bueno, la patada en las bolas no solo fue por eso. Me negó toda la semana un puto beso y en vez de eso, me daba una asquerosa pastilla para relajarme. No sé qué cojones es lo que está tramando, pero lo veo medio rarito. Aunque en realidad, Uke Yutaka, mi mamá-jefe (sí, más que Aoi), también le dio por dejarme tareas… más de las que yo debería hacer.
Kai es de esas personas raras que van por ahí regalándote flores pero que de buenas a primeras te exigen lo que te dieron y tu respondes con cara asustada “Kai, por favor, las flores se marchitaron, no tengo nada para ti… ¡no me mates!” Y, aunque digas eso, él no se apiadará de ti, tan sólo irá a culparte con el manager (como hermano menor chismoso) para que te den una buena regañada. No me quejo de ello, en realidad, a quien más regañan, es a Suzuki.
Hablando de Suzuki (O Reita, mejor dicho. Es toda una mierda tener que decir los nombres completos de mis amigos.) Él también está rarito. Miren, dejemos el lado de que está amando a Kai con tanta intensidad que se le va el avión, yo entendería (o haría el intento de) que estuviera así de distraído y que no trabajara bien por el líder, pero no, el muchacho… ¿qué digo muchacho? Ya estamos grandecitos todos. El hombre… no, maldición, a Reita no se le puede llamar así, dejémoslo en que Reita está pajareando con todos y ni luces de que de los trabajos a tiempo. También está raro, parece repelerme a mí y a Uruha.
Oh, y Takashima. Coño con este pendejo que su nombre empieza como el mío. O su apellido… ¿qué se yo? Ni que me importara, yo le digo Uruha o cabrón, no debería interesarme su puto nombre. Ese idiota también anda atarantado. Quizá sólo yo esté funcionando como se debe.
Maldita sea, Koron le mordió la pierna a mi novio y se hizo del baño sobre él.
¡Já! Se lo merece, por andar negándome tan siquiera un beso.
Iugh. Cuando fui a ver la orinada de mi perro (Aoi se fue como maricón a bañarse), me encontré con un libro… bueno, ¿qué digo libro? Me encontré con basura. Crepúsculo en mi sofá… joder, y pensar que ahí había hecho el amor con Aoi. Me dieron ganas de llorar, de quemar mis ojos en ácido y luego restregar lo que sobraba en mierda de vaca. No estoy en contra del libro, por mí, el libro me viene valiendo cinco kilos de verga, pero… la trama (si podemos usar esa palabra para decirlo) es mierda. Mierda, mierda, mierda.
Y Aoi estaba leyéndolo, seguramente.
¿Eso hacía a mi amorcito mierda? ¡No!
Pero no se preocupen, hice todo lo que debía hacer con la basura: La tiré por la ventana. Así que, esperemos que al pobre que tropiece con él, no lo lea. Quizá debí regresárselo a Reita (que seguramente fue él quien se lo prestó, yo no dejaría que comprara esas mierdas de amor, para algo me tiene a mí), pero en fin, lo hecho, hecho está.