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Anatomía de Sabaku No por Rukkiaa

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Notas del capitulo:

Disclaimer: basado en la serie Anatomía de Grey, de Shonda Rhimes y con los personajes de Naruto, de Masashi Kishimoto.

La masacre de San Valentín

¿El bisturí está hecho de acero inoxidable?, cementado esterilizado. Un enorme avance desde el primer bisturí que era un palo afilado. La medicina no para de reinventarse. Y también los cirujanos deben hacerlo. Hay que adaptarse a los cambios y puede ser doloroso. Pero sin ello retrocederíamos en vez de avanzar.

Era de noche y Naruto llevaba a Gaara en coche a un caro restaurante para celebrar el día de San Valentín. Lamentablemente, de camino, vieron muchas ambulancias y sus buscas empezaron a sonar, por lo que tuvieron que suspender la romántica velada e ir con urgencia al hospital.

El motivo: el derrumbe de un restaurante. Resultado: gran cantidad de heridos.

Neji borraba con rapidez del tablón todo lo que estaba escrito. Tsunade y Rock Lee se le acercaron.

-¿Qué ha ocurrido?-preguntó alarmada la mujer rubia.

-Un restaurante se ha derrumbado. Traen varios heridos.

-¿El día de San Valentín?-el de corte a tazón se escandalizó-debía estar lleno.

-Te lo dije, tenía un presentimiento-dijo Neji serio.

-Por eso cenamos a las cuatro-dijo el pediatra a Tsunade- y nos dimos los regalos, mira-orgullosos, ambos chicos le mostraron unos colgantes de plata a juego.

-Es especial, original, mágico, salto de alegría...-ironizó la rubia sin mirarles a penas.

-No seas aguafiestas-dijo Neji.

-Prefiero navidad. Eso es una fiesta-concluyó Tsunade.

Kakashi estaba en una de las salas del sótano. La de calderas. En la que salía vapor de las rejillas del suelo. Andaba bastante triste desde que lo que tenía con Sasuke llegó a su fin y ese lugar le recordaba tiempos mejores.

Inesperadamente, al rato, el menor de los Uchiha apareció también. Ambos se sorprendieron al verse.

-Lo siento...no sabía que...-dijo el azabache dispuesto a salir por donde había venido.

-No, yo...ya me voy-sintió un nudo en el estómago. Debía salir de ahí cuanto antes. Se acercó a la puerta y giró el pomo, pero el cuerpo del más joven estaba apoyado en la puerta, evitando que pudiera abrirla- Sasuke...

Las manos del menor buscaron su cuello, y acariciaron los cabellos por encima de la nuca-te echo de menos-soltó sin titubear.

-Sasuke...-su mano seguía en el picaporte, pero cerró los ojos para evitar mirar al otro. Sus caricias le estaban excitando aunque no quisiera admitirlo. El menor se había alzado levemente y besaba con dulzura la piel expuesta de su cuello. El cálido aliento chocaba persistente a cada contacto y hacía que su temperatura corporal subiera de manera considerable.

El azabache no quería perder la oportunidad. El mayor seguía inmóvil. Ni siquiera había intentado rehuir sus caricias. Así que llevó las manos por debajo de la tela de la camisa del uniforme azul. Sentía el torso caliente y torneado del cirujano plástico.

-Kakashi...-su voz sonaba claramente excitada. Sus mejillas mostraban un leve rubor por las circunstancias.

Las manos del peliblanco se posaron en las suyas, parando la tarea en la que habían estado ocupadas-si no te detienes, yo no podré contenerme...-seguía con los ojos cerrados.

-No te he dicho que te contuvieras-soltó Sasuke con seguridad, ganándose una mirada cargada de lujuria por parte del otro. El ojo rojo y el negro estaban fijos en los suyos. Se quedó estático cuando una de las manos de Kakashi cogió las suyas por las muñecas y las sujetó por encima de su cabeza, contra la puerta, evitando así que pudiera moverlas.

Y entonces el mayor le besó. Le besó con deseo e impaciencia. La mano que tenía libre le acariciaba por encima de la ropa, y con maestría desanudó la atadura de sus pantalones. Teniendo por fin vía libre a su entrepierna.

Los gemidos de Sasuke eran silenciados por los incesantes besos del peliblanco, que parecía disfrutar con el pleno sometimiento del menor.

-Fóllame- dijo el azabache cuando se detuvieron para coger aire. Kakashi aflojó el agarre en las muñecas y el menor se dejó caer hasta el suelo con los pantalones bajados. El otro se agachó a su altura y quitó los pantalones de la ecuación. Tiró un poco de las piernas del menor para que quedase levemente recostado y se situó entre ellas.

Le penetró con delicadeza a pesar de las ganas que tenía de poseer al chico que tanto quería, pero tanto intentaba dejar. Parecía imposible si se ponían a practicar sexo a la menor oportunidad. No podía detenerse a pesar de que sabía que aquello no era apropiado, aún así, todo su juicio estaba nublado en ese instante en el que no dejaba de penetrar una y otra vez al chico de ojos carbón y sentía como las manos de éste sujetaban con firmeza su cintura.

Urgencias se llena hasta los topes. Kankurô, Shikamaru e Itachi atienden a un hombre con el brazo amputado. Kiba al maître del restaurante. Gaara de una mujer cuyo marido está en quirófano. Naruto, como nuevo jefe, no puede ni tocar un paciente, por sus nuevas obligaciones, entre ellas atender a la prensa.

Al salir de la habitación que sus pacientes compartían, Kiba habló con Gaara.

-Mi paciente acosa a la tuya-dijo como si nada-me dio cinco mil yenes para que le acercara a ella...está coladito.

-Están operando a su marido-dijo el pelirrojo escandalizado-y está casada.

-Lo dices porque tu lo estás. Te apuesto sus cinco mil yenes a que se le declara-los sacó del bolsillo de su bata-¿aceptas?

-Acepto.

-Señor Uzumaki...-una suave voz llamó la atención del pelirrojo y el castaño que se giraron a ver de quién procedía, y vieron a una sonrojada Hinata.

-¿Eh?-Gaara mostró cara de pánico-no soy el señor Uzumaki.

-¿Ah no?

-Soy el doctor Sabaku No.

-Claro...claro...-se sonrojó más-el jefe quiere que le pregunte por el desayuno con la junta...

-¿Eres su criada?¿para eso has vuelto?-le soltó Kiba.

-Es...estoy en su servicio y durante la transición...necesita ayuda con las cuestiones administrativas...-se defendió ella como buenamente podía-no soy su criada-miró al pelirrojo-¿irá con él al desayuno o le verá allí?

-Aún...no sé...si voy a ir...

-Pero...tiene que ir, es...su marido.

Rato después y tras pasar más tiempo con sus respectivos pacientes, Kiba y Gaara volvieron a hablar de la apuesta.

-Tú ganas-dijo el castaño dándole el dinero al otro-lleva mirándole desde la cocina quince años y no tiene intención de decirle nada.

-Mi paciente lo sabe. Tendrá que decir algo.

-No va a hacerlo, están operando a su marido.

-¿Y qué?, ella no es feliz. Cinco mil yenes a que le dice que también le quiere.

Hinata volvió a hacer acto de presencia-hola-miró a Gaara- tengo sus llaves.

-¿Qué?

-El doctor Uzumaki dice que quizá no le de tiempo de ir a casa y que le pregunte qué quiere ponerse para que lo coja yo de su armario...

-Tú no vas a buscar en mi armario...¿no se supone que eres cirujana?

-Quiere que usted le acompañe al desayuno.

-Soy cirujano. Dile al jefe que estaré en un quirófano- concluyó molesto antes de alejarse de la chica.

-E...elegiré yo algo por usted...

Junto a un mostrador, el pelirrojo encontró a su marido, que se le acercó.

-Hay un desayuno...-dijo el rubio tímido.

-Lo sé. Sé que hay un desayuno porque una antigua compañera mía del colegio está revolviendo mi armario.

-Se pasa con su entusiasmo.

-Tengo una operación y no voy a renunciar a ella-admitió Gaara.

-No quiero que lo hagas.

-Eso de sonreír y exhibirme delante de esa gente no...

-No vengas-conocía a su marido y no le presionaría.

Gaara le miró unos segundos, parecía debatirse mentalmente-vale...iré.

Sasuke andaba con dificultad. Kiba se le acercó riéndose.

-¿Por qué andas así?

-Oh...me he quemado.

-¿Dónde?

-Vete...

-Somos médicos, ¿por qué ese pudor?

-No tengo pudor, estoy esperando a Gaara. Y ahora, lárgate.

Kankurô apareció-vaya nochecita...-dijo agotado y pasando el brazo sobre los hombros de su novio.

-Uchiha se ha quemado sus partes-dijo divertido Inuzuka.

-¿De verdad?

-Oye, no ha sido en mis partes.

-Pues en el culo. Mira como anda.

-¿No tenéis pacientes?

-¿Cómo te has quemado el culo?-preguntó interesado el recién llegado.

-¿Qué pasa?-por fin apareció Gaara y Sasuke lo arrastró hasta una camilla, aislándose con una cortina. El pelirrojo observó entonces el trasero quemado de Sasuke-¡dios mío!

-No chilles tanto...-dijo el azabache que estaba recostado en la camilla con los pantalones bajados.

-¿Cómo te...?¿qué has...?...tienes una quemadura con forma de parrilla.

-La marca es de una rejilla. Me he quemado mientras lo hacía-admitió-sé que Kakashi y yo hemos roto, pero me abalancé...literalmente. Me excita...siento amor por él, no puedo dejarlo. No puedo-de repente alguien descorrió la cortina. Eran Kiba y Kankurô.

-¡Kiba!-gritaron Sasuke y Gaara a la vez.

-Culo a la parrilla-dijo el mencionado sin poder evitar sonreír.

-Te saldrán ampollas-dijo Kankurô.

-Largáos- dijo Sasuke.

El busca de Gaara sonó-tengo que irme, Kankurô ¿puedes terminar?-el pelirrojo se llevó a rastras a Kiba.

-Lo que faltaba, ¡te odio!-se quejó el azabache boca abajo en la camilla y avergonzado.

Kankurô se puso los guantes-¿es una herida sexual?

-Oh dios mío...

-Lo es. Yo también tengo, tranquilo. Kiba es un salvaje. Tengo la espalda llena de arañazos y algunos mordiscos en el culo-suspiró-adoro sus heridas sexuales.

Operan al hombre del brazo amputado. Naruto miraba desde la galería y Kakashi se sentó a su lado.

-¿No tienes nada que hacer?

-Es lo más cerca que he estado de un quirófano en una semana. La semana pasada me habrían llamado para ayudar...-dijo el rubio melancólico-ahora me llaman para recaudar fondos.

-Me acosté con Sasuke. Ha sido un error y lo sé. Ahórrate los comentarios.

-El sexo de ruptura es adictivo amigo...-no desviaba las orbes azules de los cristales que tenía enfrente.

El maître debe ir urgentemente a quirófano.

Naruto corría por un pasillo cuando Hinata le detuvo. La chica llevaba un traje oscuro en la mano y lo sujetaba por la percha.

-Doctor, tengo la ropa de su marido y le he escrito unas notas para el discurso de por la mañana.

-Vete a casa.

-Si está aquí, yo también-dijo la chica firme-me encanta ayudarle con todo.

-¿Es que quieres ser secretaria?, deberías operar, igual que yo.

-No sé si podría...le...agradezco que haya vuelto a contratarme. Ha sido más fácil...ayudarle con esto. Es más fácil volver así que como la que cometió una negligencia y mató a alguien. A la madre de alguien...no sé si podré operar. Así que si no me necesita para esto...no debería estar aquí.

-Hay un paciente con una hemorragia epidural- la voz de Kiba les hizo mirar a sus espaldas.

Naruto rodó sus ojos hacia Hinata- ven conmigo.

Hinata, Naruto y Kiba operan al maître, pero el hombre fallece.

Mientras se lavaban las manos tras la operación, Hinata se puso a llorar.

-No puedo...no puedo hacerlo...no puedo ver como la gente se muere...lo siento...no debí volver-dijo entre lágrimas.

Naruto, conmovido, le habló-oye, cometí una negligencia-admitió-estuve a punto de irme. Si no te afectan las muertes, si no te duelen y te hacen humilde, es cuando no estás hecho para este trabajo. Puedes ser cirujana Hyûga, por eso volví a traerte.

Debemos seguir reinventándonos, casi cada minuto, porque el mundo cambia a cada instante. Y no hay tiempo para mirar atrás. A veces nos imponen el cambio. A veces, sucede sin querer. Y lo aprovechamos al máximo.

Kankurô rellenaba un informe apoyado en un mostrador, hasta que alguien llamó su atención poniéndole sobre los documentos una caja de bombones con forma de corazón.

-Odio San Valentín...-dijo sin contener una sonrisa.

-Y yo-dijo Kiba rodeándole la cintura con los brazos por la espalda-pero para una vez que tengo novio...

Debemos idear formas para curarnos constantemente. Cambiamos, nos adaptamos.

Gaara se vistió elegantemente y se presentó al desayuno de marras, pero al salir estaba bastante alterado.

-¡¿Señor Uzumaki?!-la voz le salía aguda de lo escandalizado que estaba. Iba en la parte trasera del coche y se ponía el uniforme de trabajo.

Naruto iba al volante y sonrió mientras le lanzaba miradas por el espejo retrovisor-lo sé...

-¡¿Señor Uzumaki?!

-Lo sé...

-Yo no voy a esos sitios, prefiero operar. Y no celebro San Valentín. Vas a tener que compensarme con mucho sexo-por fin se había calmado y sonreía.

-Si, cielo.

Creamos nuevas versiones de nosotros. Solo debemos cerciorarnos de que es mejor que el anterior.

Continuará...

Notas finales:

Canción: Freelance whales --> Starring

http://www.youtube.com/watch?v=Lb7oXnC-E_4


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