Santuario
A muchos, el hospital les da miedo. Les parece un lugar hostil. Un lugar donde pasan cosas malas. La mayoría prefiere la iglesia o el colegio. O su casa. Pero yo, me crié aquí. Mientras mi madre hacía sus rondas, yo aprendí a leer junto a un quirófano. Jugaba en el depósito de cadáveres. Coloreaba con mis lapiceros historiales de urgencias. El hospital era mi iglesia. Mi colegio. Mi casa. El lugar donde me sentía seguro. Mi santuario. Me encanta estar aquí.
Corrijo...me encantaba.
Nagato se pasea por el hospital.
Kankurô está con Rock Lee, su paciente, una niña con apendicitis. Kiba con Neji y un niño con fractura de tibia. Tsunade atiende a una mujer que tiene una colostomía.
Nagato entró en un cuarto de material. Allí estaba Tenten.
-Disculpe señorita.
-Soy doctora, ¿qué?-la chica estaba cogiendo algunas cosas.
-¿Podría decirme dónde encontrar al doctor Naruto Uzumaki?
-No tengo ni idea...-dijo e iba a irse, pero el otro la detuvo.
-¿Y dónde está su despacho?, estoy un poco perdido.
-Tengo un paciente con un ataque de epilepsia. Pregunte a las enfermeras.
-Oiga...
-Ni siquiera debería estar aquí. No soy una guía turística, soy cirujana ¿vale?
Nagato sacó una pistola y le disparó en la cabeza. La chica murió al instante.
Kiba apareció a su espalda.
-Tío...¿qué coño...?-al ver el arma intentó cubrirse, pero recibió un disparo en el costado derecho y cayó al suelo.
Gaara entró en el despacho de Naruto.
-¿Me has llamado?
-Me gusta ver a mi marido cada cuarenta y ocho horas-se levantó un poco y se dieron un beso por encima de la mesa-anoche no fuiste a casa.
-Todos los jueves por la noche busco casos. Anoche un chico se estrelló con su moto y se incrustó una barra de hierro y tu sombra me dejó extraérsela-sus ojos brillaban de alegría.
-¿Sabes qué hice yo?, papeleo. ¿Y sabes qué me espera hoy?, más papeleo. Este trabajo...me encantaría incrustarme algo en el cerebro. Así podría ver un quirófano.
-Vale...bueno...¿llegarás pronto hoy?, podríamos pedir algo de cenar y tontear un poco.
-Creo que si.
-Voy a ver los postoperatorios de Hatake.
-Te veo muy feliz.
-Naruto- dijo cerca de la puerta-te espera una interminable noche de sexo. Piensa en eso.
Cuando Nagato salió del cuarto, Kiba se arrastró hasta el ascensor más cercano dejando un llamativo rastro de sangre.
Hinata entró distraída en el cuarto de material. Iba tomando notas en su pequeño cuaderno. Hasta que se resbaló con algo y cayó de bruces al suelo. Cuando se dio cuenta de lo que la había echo resbalar, vio que era el cuerpo sin vida de Tenten y que su uniforme y su bata estaban llenos de la sangre de su fallecida compañera.
Fue corriendo al despacho de Naruto. Temblaba de pies a cabeza.
Naruto estaba concentrado en sus papeles hasta que alzó la vista y vio a la ensangrentada muchacha-doctora Hyûga...Hinata ¿qué pasa?-se levantó y se acercó a ella.
-¿Sabe que me crié en una granja?
-¿Qué te pasa?
-Me crié en una granja, así que la sangre no me afecta-estaba claramente en estado de shock- degollé a un cerdo. Había mucha sangre. Sangrar como un cerdo es un dicho. Sangrar como un cerdo se dice por algo. Pero no...no crees que la gente tenga tanta sangre. Aprendes en la facultad cuantos litros tenemos, pero no te das cuenta hasta que lo ves. No te das cuenta de cuanta...sangre tiene alguien tan flaco. No te imaginas que tenga tanta sangre, pero la tiene.
Naruto le sujetó el rostro- Hinata, ¡Hinata!, ¡Hinata!, shhh, estás en shock. No pasa nada. Vamos, ¿qué ha pasado?
-Tenten ha muerto...de un disparo.
Sasuke subió en el ascensor. Nagato estaba dentro, pero el azabache no le había visto nunca, por lo que para él solo era otra persona más.
-Disculpe, ¿puede decirme dónde encontrar al jefe?
-¿Al doctor Uzumaki?, estará en su despacho.
-Estuve en su despacho una vez, pero no recuerdo donde está. Estoy dando vueltas.
-Está en el ala este. Debe pasar los laboratorios y la pasarela. Tiene que cruzar la planta de pacientes, la tercera y seguir los letreros hasta el vestíbulo. Lo encontrará sin problemas.
-Gracias-las puertas se abrieron y el de cabellos rojos se volvió de nuevo hacia Sasuke una vez fuera- que pase un buen día.
-Igualmente.
Kiba seguía en el suelo del ascensor. Rodeado de un charco de su propia sangre y temblando.
En su despacho, Naruto llamaba por teléfono-viene la policía, ¿cómo procedemos?...es el jefe de seguridad ¿cómo no lo sabe?...ya sé que no había pasado...nadie puede entrar ni salir...si, nadie se moverá hasta saber qué ocurre-colgó y se acercó a Hinata que seguía temblorosa y pálida-vamos, viene la policía. Quédate aquí, ¿puedo dejarte sola?
-Es que usted acaba de decir que nadie se mueva hasta saber que ocurre...
-Nadie menos yo. Soy el jefe. Es mi hospital.
-Pero ¿y si le disparan o...?
-Volveré. Soy el jefe-dijo y salió por la puerta.
Jiraiya estaba desayunando en una cafetería cercana al hospital cuando vio pasar a varios coches de policía en dirección al Konoha Byôin. Le pudo la curiosidad y fue a ver que ocurría.
Planta de pediatría. Rock Lee estaba en un mostrador. Neji llegó a buscar a su paciente. Ambos se miraron, pero el ortopeda prefirió hablar con una enfermera.
El de corte a tazón le imitó y se dirigió a otra enfermera que contestaba una llamada telefónica-¿puede llamar a Kankurô Sabaku No para que agilice los trámites?
-Estamos recluidos-dijo colgando el auricular del teléfono que tenía en la mano.
-¿Qué?¿por qué?
-Oh...-musitó Neji.
-Será una broma ¿no?, ¿es un simulacro?-en ese instante todos los buscas empezaron a sonar-creo que no es una broma...atención ¡atención!-dijo Rock Lee llamando a las enfermeras que le rodeaban-cerramos la planta. No sé porque y no importa, pero nadie va a entrar ni a salir. Vigilad a los pacientes. Vigilad y comprobad si hay alguien esperando. No hay mucho personal. Y por favor, no asustéis a los padres de los pequeños. Os comerán vivas-las enfermeras se dispersaron-creía que era una broma-le dijo a Neji.
-De mal gusto-dijo en baja voz.
-¿Perdona?
-Ahm...nada.
-¿Qué?¿no puedes estar en la misma planta conmigo?¿tanto te molesta?
-La verdad es que si-dijo y se alejó.
Naruto va al quirófano y avisa a Itachi, Shikamaru y Temari que no salgan hasta nuevo aviso dado que están en medio de una operación.
Kakashi estaba junto a un mostrador. Kankurô se acercó a el.
-Necesitan la firma de un especialista para la intervención...¿me lo firmas?
El peliblanco lo hizo-estamos recluidos, que locura ¿no?
Cerca de ellos, Nagato comenzó a subir unas escaleras.
-¡Señor!¡no puede salir de la zona!-le gritó una enfermera tras el mostrador-¡el hospital está...!
El de rojos cabellos se dio media vuelta y le disparó. Kakashi tiró de Kankurô y ambos se echaron al suelo. Los de alrededor gritaban y corrían en todas direcciones.
El castaño gateó hasta donde yacía la enfermera-no, no, no, no, no...está muerta...
Kakashi le cogió de un brazo y le obligó a ponerse en pie-te sacaré de aquí pequeño Sabaku No...-echaron a correr hasta el ascensor más próximo. El peliblanco pulsó el botón y cuando las puertas se abrieron contemplaron a Kiba inconsciente en su charco de sangre.
La entrada del hospital era un hervidero de policías, coches patrulla y curiosos. Jiraiya intentó entrar al edificio, pero un policía se lo impidió.
-Señor, no puede pasar.
-Me llamo Jiraiya, soy el jefe...el antiguo...oiga es mi hospital, ¿qué ha ocurrido?
-Un hombre ha disparado a un médico. Aún no sabemos si sigue dentro. Nadie entra y nadie sale.
-¿Han evacuado a los pacientes?¿los están sacando?
-El protocolo es la reclusión. Hasta que sepamos quién disparó y dónde está, todos se quedan donde están. Es más seguro.
-Estamos hablando de mi gente, si alguien va armado...
-Mi gente se encarga, tranquilo. Nos ocuparemos.
Kakashi cargó con Kiba y lo puso sobre la mesa de una sala de juntas. El chico estaba despierto y se quejaba de dolor. Kankurô entró detrás con muchas cosas en las manos.
-Traigo todo lo que he visto...-dijo el Sabaku No nervioso.
-No sabéis...que cabreo...tengo...-dijo Kiba temblando.
-Kiba, te han disparado-informó Kakashi rompiéndole la camisa del uniforme y viendo la herida.
-Hay que sacarle...podría volver doctor Hatake, hay que sacarlo de aquí.
-No hay orificio de salida...-el peliblanco ignoró la petición de su compañero-hay que darle la vuelta, cógele por los hombros.
-Hay que sacarlo de aquí. Tenemos que sacarlo de aquí...-Kankurô obedeció, pero estaba muy asustado. Kiba se quejaba de dolor.
-Está desangrándose. No podemos moverle. Calla y ayúdame-el peliblanco observó su espalda-nada...mierda. La bala sigue dentro. Ponle una vía, yo le pondré un tubo.
-Vas a ponerte bien, ¿vale?-le dijo Kankurô a su ex mientras le ponía la ayuda para respirar.
-En cuanto vea a ese cabrón...voy a matarlo...-dijo Kiba.
Gaara y Sasuke se paseaban por el hospital. No se veía a nadie por los alrededores.
-¿Quieres qué hablemos?-preguntó el pelirrojo mientras subían unos escalones.
-No...
-No duermes mucho últimamente. ¿Es por Kakashi?
-No quiero hablar de ello...
Naruto apareció-eh...¿qué hacéis aquí?
-Ahm...pasear-dijo Sasuke como si no fuera obvio.
-Estamos recluidos.
-No vamos a salir.
-No lo entendéis teníais que quedaros donde estabais- Naruto miraba a todas partes, nervioso.
-¿Tú sabías qué...?-el azabache miró a su amigo.
-No, creía que...
El rubio cogió al Uchiha de un brazo y los hizo meterse en un pequeño cuarto de material-quedaos aquí-ordenó.
-¿Por qué hay que...?
-Hay un hombre armado dentro-les informó el ojiazul.
-¿Qué?-Sasuke estaba atónito.
-Quedaos aquí. No os mováis. Volveré cuando todo pase-dijo el rubio y les cerró la puerta-¡quedaos aquí, no os mováis!
Tsunade se encierra en una habitación con una paciente.
Kankurô le daba la mano a Kiba que no dejaba de mirarle.
-Saldrás de esta, de verdad-dijo Kakashi- ahora voy a meterte un tubo torácico. Aguanta ¿vale?
-No...no quiero tubos...estoy bien...no...no me abras...
-Kankurô, prepara el betadine, yo haré el resto.
-Vale-obedeció-oh dios mío-musitó al ver lo que el mayor estaba haciendo. Kiba gritaba.
-Que cierre el pico-dijo el peliblanco al otro.
-Dios mío...por dios...shhh, Kiba, ya vale...
-Kankurô si el de la pistola oye sus gritos vendrá para acá, haz algo para callarle.
-Vale, vale...Kiba, shhh- dijo y acarició el rostro al chico-sé que duele, pero debes callarte ¿vale?-el otro castaño no dejaba de gritar, así que no le quedó otra que meterle una gasa en la boca-perdona...
Sasuke y Gaara seguían dentro de la salita de material. El azabache se asomó a la ventanita de la puerta y vio a Nagato con la pistola en la mano.
-Dios mío, dios mío...-dijo apartándose de la ventana-agacha la cabeza-advirtió a su mejor amigo.
-¿Qué pasa?
-Shhh, shhh...-se asomó solo un poco y vio mejor su cara-el tío del ascensor...
-¿De qué hablas?¿qué?
-Es el tío del ascensor, me preguntó como podía llegar al despacho del jefe.
-No sé que...
-Gaara, el de la pistola está buscando a Naruto.
Naruto volvía a su despacho. Estaba en la pasarela cuando la voz de Nagato a su espalda le hizo girarse.
-Doctor Uzumaki...
-No debe estar aquí. No es seguro-dijo el rubio acercándose a el.
-Ya sé que no es seguro. Es lo que pasa. El hospital no es seguro.
-Señor Nagato...perdone, hay una emergencia. Debe ir a un lugar seguro para no salir herido.
-Ya estoy herido. Usted me hirió cuando decidió matar a mi mujer-dijo. Sacó la pistola y apuntó al rubio que se quedó inmóvil.
Kiba seguía temblando y parecía algo ido.
-Sesenta pulsaciones...-dijo Kankurô auscultándole.
-Pierde mucha sangre...joder. Necesita una transfusión. No sé que vamos a hacer.
-Yo iré a buscar sangre...-dijo el Sabaku No.
-Es una locura. Iré yo-dijo el peliblanco.
-No...yo...yo no sé qué hacer. Tú si lo sabes. Yo...quiero hacer algo-se inclinó hacia el castaño herido- Kiba, no mueras por favor, por favor no mueras. ¿Vale?-le acarició el cabello-...enseguida vuelvo-salió corriendo.
Kiba miró a Kakashi- Hatake...intenta no matarme...tengo que decirle...
-Haré lo que pueda.
Gaara y Sasuke cogidos de la mano salieron de la sala de material y fueron rumbo al despacho de Naruto con cautela. A varios metros se detuvieron, puesto que en la distancia veían la pasarela donde estaba el rubio con Nagato apuntándole.
-Dios mío...-musitó el pelirrojo aterrorizado.
-Señor Nagato...-dijo Naruto.
-Cállese, no hable. No es quien manda aquí. Yo soy el hombre. Soy el hombre. Le dije a mi mujer que lo sería. Soy el hombre. Un hombre cuida de su mujer. No lo hice. Dejé que decidiera que debía morir. No fui un hombre entonces, pero ahora voy a serlo. ¿Qué hospital es éste?, no es seguro. Hay que proteger a la gente de usted. Toma decisiones como si fuera dios.
-Señor Nagato...
-No puede ser dios.
-Señor escúcheme...-estaba asustado, pero intentaba mostrarse en calma-sé lo que siente... No me hice médico porque quisiera ser dios. La razón fue porque quería salvar vidas. Míreme, por favor, míreme a los ojos...soy humano. Cometo errores. Me equivoco como todos. Y hoy usted ha cometido un error. ¿Quiere justicia?¿quiere que alguien pague?. Es buena persona. Lo veo en sus ojos- Nagato comenzó a bajar el arma-¿lo ve en los míos?¿lo ve?
Las puertas tras Naruto se abrieron e Hinata apareció y se acercó corriendo al rubio-doctor Uzumaki gracias a dios, ha vuelto.
El chico se giró a mirarla. Nagato levantó la pistola de nuevo y le disparó en el pecho a Naruto.
Gaara en la distancia lo contempló-¡no!
Aprendí a leer junto a un quirófano. Jugaba en el depósito de cadáveres. Coloreaba con mis lapiceros historiales de urgencias. El hospital era mi iglesia. Mi colegio. Mi casa. El lugar donde me sentía seguro. Mi santuario. Me encanta estar aquí.
Corrijo...me encantaba.
Continuará...