Bichos raros
La mayoría de los cirujanos son unos bichos raros desde su infancia. Mientras los demás niños juegan fuera, nosotros nos encerramos. Memorizando la tabla periódica. Encogidos durante horas sobre los microscopios escolares. Diseccionando nuestra primera rana.
Era de madrugada cuando alguien llamó insistente a la puerta del dormitorio donde Naruto y Gaara dormían. El pelirrojo se despertó y el que abrió la puerta era su mejor amigo.
-Sasuke...-musitó sorprendido.
El chico parecía cohibido y seguía junto a la puerta- Kakashi está en el hospital y...-miró a Naruto que seguía profundamente dormido-déjalo, perdona.
-Pasa, vamos, pasa.
-Es raro...¿no te parece?-seguía mirando al rubio.
-Está dormido, ven aquí-dijo y palmeó su lado izquierdo donde había un hueco libre de tamaño considerable.
Imaginad la sorpresa que tuvimos cuando nos hicimos mayores y nos enteramos de que hay más bichos raros aparte de nosotros. Los mismos microscopios, las mismas ranas, el mismo impulso de despedazar seres humanos.
A primera hora de la mañana, Jiraiya, el terapeuta y los demás jefes de sus respectivos campos estaban reunidos en una sala.
-Casi todos los cirujanos de su programa ya pueden operar-informó el terapeuta-los demás casos los derivaré a la doctora Karin y ella será quien les autorice.
-¿Para Sasuke Uchiha qué plazo sugiere?-preguntó Naruto.
-Creo que deberíamos asignar a Uchiha labores menos estresantes-dijo el hombre-investigación, trabajo administrativo...
-¿Administrativo?¿no puede hacer más?-silencio-póngalo conmigo.
-No está en el servicio de nadie-dijo Jiraiya- seguirá en el hospital, pero no irá a los quirófanos.
-Se marchará, no volverá al programa. Póngalo conmigo.
-Ya lo intenté Naruto- dijo Kakashi.
-Tiene razón, no está listo-dijo Neji.
-No lo estaba antes, tal vez ahora si-dijo Tsunade.
-Se quedó tirado en el suelo del quirófano hace dos semanas-dijo el terapeuta.
-Si se va, yo me voy-dijo tajante Naruto ganándose la mirada sorprendida de todos.
-Que locura...-dijo Jiraiya.
-Uchiha me salvó la vida-continuó el rubio-se lo debo todo.
-Creo que están hablando de ti-Gaara miraba por la ventana viendo la reunión. Sasuke estaba sentado a su lado-no te preocupes, no pueden echarte del programa por estar traumatizado.
-Me da igual lo que hagan-dijo pasota el azabache.
Naruto salió de la sala y se dirigió a Sasuke.
-Uchiha, estás conmigo.
-¿Qué?, no, no...
-Yo estoy contigo-dijo el pelirrojo.
-Te irás con otro. Vamos Uchiha- empezaron a andar por un pasillo.
-Gaara es mejor médico que yo.
-No lo es-dijo el rubio mirando su busca.
-Si lo soy. Lo siento Sasuke.
-No me ofende. Sí, lo es-siguió.
-Me arriesgaré-dijo Naruto.
-¿Llegamos a un acuerdo?, tu me llamas cuando tengas algo-intentó irse pero el Uzumaki le retuvo por el brazo.
-Tengo algo.
El caso, un hombre con un tumor de pituitaria. Kiba parece tener fobia a los ascensores y se pasa el día subiendo y bajando escaleras.
Gaara quería unirse al equipo de Jiraiya, pero no lo consiguió. Hinata se le acercó corriendo.
-¿El doctor Jiraiya ha subido?, necesito que me ayuden-dijo la chica estresada.
-Me envía a mi.
-Creía que estabas en el servicio del doctor Uzumaki.
-Se llevó a Sasuke.
-¿Por qué?...bueno, ¿por qué?, no me parece bien, ¿a ti?...a mi no. Estaba en tu casa esta mañana, ¿durmió allí?, porque está casado y es raro que alguien que acaba de...
-Hinata, no hables de Sasuke- soltó-métete en tus cosas.
-Perdona, ahm...es que estoy preocupada por él. Procuraré olvidarlo.
-No te lo he dicho cabreado. Hay cosas de las que no hablo y Sasuke es una.
Tsunade, Itachi, Kankurô y Kakashi atienden el grave caso de un hombre con el virus del papiloma humano y tiene el cuerpo lleno de verrugas enormes. Gaara e Hinata se encargan de una chica con dolor en el pecho. Causa revuelo porque es una chica que piensa ser virgen hasta el matrimonio. Sasuke no parece muy interesado por participar en el caso de Naruto y el tumor.
Sasuke estaba en una sala de descanso. Casi a oscuras. Kakashi abrió la puerta y el azabache se le acercó.
-Me has llamado, ¿pasa algo?
-Quiero alejarme de Uzumaki aunque sea diez minutos. Es como la KGB, está en todas partes-dijo y se tumbó en una cama, boca arriba y mirando al techo.
Kakashi le imitó tumbándose a su lado-solo quiere ayudar...
-Dile que lo deje. Es tu amigo-el peliblanco se quedó mirándole-¿me querrías si no fuera cirujano?
-Me daría igual que fueras fontanero, pero, ¿te querrías a ti si no lo fueras?
-No lo sé...tal vez-entonces se giró hacia el otro para mirarle-no puedo dormir si no estás.
-No me iré-dijo Kakashi y le rodeó con sus brazos.
Intervienen a la chica con dolor en el pecho.
Kakashi se acercó a Naruto en un pasillo.
-Mi marido duerme en tu cama.
-Así es. Con Gaara. En realidad duerme con Gaara, yo estoy al otro lado de la cama.
-Oye...perdona, ¿no te parece un poco raro o son cosas mías?
-¿Has visto E.T?
-¿La peli?, hace años, ¿por qué?
-¿Te acuerdas del niño?, él y E.T, tenían un extraño y perturbador vínculo. Si se ponía malo, E.T también. Si E.T se emborrachaba, Elliot también. Igual que Gaara y Sasuke. Nosotros somos como...los agentes del gobierno con los monos blancos. Queremos que entren en razón, pero resulta que no entendemos nada.
-Buena comparación...¿no te importa entonces que mi marido ocupe tu cama?
-Pesco, construyo una casa y ahora juego al golf. Eso ayuda. Yo vigilo a Sasuke, tranquilo-le palmeó el hombro y se fue por otro camino.
Tras un mostrador, Hinata, Kiba, Itachi, Sasuke y Gaara estaban reunidos.
-¿Cuántos años tenías la primera vez?-preguntó Itachi a Kiba.
-Quince, era profesor en mi colegio. Lo hicimos en un coche.
-¿Quince?, impresionante.
-Con dieciséis me enseñó a conducir en aquel coche-siguió orgulloso.
-Yo el segundo año de instituto-dijo Gaara- con un chico que no tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo.
-Yo un fin de curso-dijo Itachi- con dos juntos. Yo sí sabía lo que hacía.
Sasuke puso cara de asco-yo estaba centrado en mis estudios, así que lo hice con un profesor de la universidad que estaba en prácticas. Le sacaba una cabeza, pero...era muy listo.
Hinata, nerviosa empezó a alejarse, pero Itachi se dio cuenta-eh, Hinata...
-No pienso hablar de eso...es algo íntimo. Es muy íntimo.
-¿Qué pasa?¿el tío cascó?-preguntó Inuzuka divertido.
-¡Kiba!-reprendió Gaara.
-¿Duró tres segundos y no sabes si cuenta?-cuestionó esta vez Sasuke.
-No...pasó en la playa, al atardecer, fue precioso.
-¿Al atardecer?¿enserio?-Itachi no parecía creerlo-¿y no había gente cerca?
-¿En la playa?, se te mete arena por todas partes-comentó su hermano.
Kiba entonces soltó una risotada-¡ja!, eres virgen.
-No lo soy-dijo ella ruborizada.
-¡Si que eres virgen!-gritó Sasuke.
-Fue en la playa al atardecer, ¿vale?-estaba nerviosa y se le notaba.
-Chicos-calmó Gaara ya que sus amigos no dejaban de reír- dejadla en paz. Hinata, en la playa es muy bonito.
Naruto y un, nada colaborador Sasuke, operan al del tumor. Pero el azabache no es capaz y abandona la operación al poco rato de comenzar. Y Tsunade, Kakashi, Kankurô e Itachi intervienen al hombre de las verrugas.
Sasuke jugaba solo a las cartas en una sala hasta que Naruto entró y se sentó frente a el.
-No te habría elegido para estar en mi vida-soltó el rubio sin titubear. El otro ni le miraba, seguía con las cartas-profesionalmente si. Si te interesara mi especialidad, pero personalmente, no nos habríamos elegido. Ahora somos familia. Por eso me preocupo por ti. Estás paralizado. Y como me preocupas no lo acepto- Sasuke le miró-he visto pasar a muchos residentes, pero a muy, muy pocos con tu potencial. Así que no lo acepto.
-No me acuerdo apenas de la operación...te...te saqué una bala del pecho y lo único que recuerdo son...pequeñas partes y las partes que recuerdo regresan en momentos muy inoportunos. No hay más que hablar, ¿vale?-concluyó. Se levantó y se fue.
Jiraiya interceptó a Kiba cuando el chico apareció bajando unas escaleras.
-Inuzuka...
-¿Si señor?
-Estuviste tumbado en un charco de tu propia sangre en un ascensor y casi mueres. Por eso subes las escaleras. Algún día tendrás un paciente grave y no podrás subir por ellas. Así que tú y yo vamos a coger el ascensor ahora mismo juntos y vas a quedarte dentro. Hasta que no tengas miedo y te aburras.
Obviamente, obedeció.
Era de noche ya en Konoha, pero iba a ser larga para algunos. Naruto llevó a Sasuke a la morgue donde sobre una camilla había un cuerpo.
-Sufrió un infarto-informó el rubio-sus arterias no estarán como las mías, pero creo que valdrá-estaba a un lado del cadáver y el azabache al otro-tu me abriste, ¿por dónde le abrirías?
-No lo sé.
-Si que lo sabes.
-Cuando digo que no lo sé no me lo invento. Es que de verdad no me acuerdo.
-Muy bien, por suerte, tengo detalles-se abrió la camisa y mostró la cicatriz que aún era visible en su pecho-empezaste en el esternón y bajaste veinte centímetros-cogió un bisturí y se lo pasó al otro chico.
-Oye, esto es absurdo.
-No lo es. ¿Qué puede pasarle?¿que le mates?
-Ja, ja, que risa.
-Coge el bisturí-lo hizo y abrió al fallecido.
Alrededor de una mesa en el Ichiraku, cuatro amigos estaban sentados y bebiendo animados. Kiba, Hinata, Gaara e Itachi.
-Vamos, admítelo-instó el castaño a la chica-aún eres virgen.
-No lo soy.
-No te avergüences-animó Itachi.
-¿Enserio?
-Bueno si.
-Y mucho. Díselo Gaara- siguió Kiba.
-Yo...ahm...iba a decir algo, pero he bebido demasiado. ¿Alguno ha visto a Sasuke?
Kankurô llegó con una copa en la mano y se sentó junto a su hermano-hoy solo me ha mirado una persona como si fuera a salir corriendo por el pasillo en pelotas y la doctora Tsunade se ha puesto a gritar como una niña por una araña-rió-así que creo que estoy bastante bien para estar loco.
-A nadie le importa si estás loco-apreció Itachi- todos lo estamos.
-Mira Hinata, aún es virgen-soltó Kiba riéndose.
-Pues a ti si te importa-dijo Kankurô mirando a su novio- me miras como si fuera una amenaza para mi y para los que me rodean-se centró en Hinata-¿aún eres virgen?¿y eso?
-Ya basta, ¿vale?, ya está bien. Si, soy virgen. Si, ¿y qué?, no hablo de eso, ¿vale?. Todos tenemos cosas que callarnos-miró a Inuzuka- Kiba, tienes miedo del ascensor desde hace un mes, pero no te he dicho nada porque no es cosa mía. Itachi, te despiertas por la noche gritando porque tienes pesadillas. Y Gaara tu no hablas de Sasuke porque temes que no vuelva a ser el mismo Sasuke nunca más. Kankurô...por favor, Kiba no cree que seas un psicópata. Te quiere, quiere casarse contigo- Kiba palideció-por eso te mira así. Porque no puede dejar de mirar al hombre que quiere, pero no te lo pedirá porque no se atreve y no está seguro de tu respuesta. ¡Todos tenemos cosas que callamos!. Soy virgen. Porque quería...que mi primera vez fuera especial y luego esperé demasiado y...porque sé que la mayoría de los tíos no me aguantan. ¡Si!¡soy virgen!, pero no tenéis derecho a hablar de ello, todos tenemos cosas que callarnos-concluyó y dio un trago largo a su copa.
Gaara sonrió-oye Hinata, me caes cada vez mejor.
-Gracias.
Pero por muy bicho raro que seas, al final es probable que encuentres a tu media naranja. A menos que ya haya decidido pasar página. Cuando se trata de amor, los bichos raros pueden esperar para siempre.
Continuará...