Alguien bonita y joven
Una de las lecciones más duras para un médico es aprender a establecer prioridades. Nos enseñan a salvar vidas a cualquier precio. Si el precio exige tomar medidas drásticas nos enseñan a decidir sin que nos tiemble el pulso.
Los días pasaban como una exhalación, sobretodo para el pelirrojo y su marido que andaban metidos de lleno en el ensayo.
No es una lección fácil de aprender y siempre se reduce a una pregunta: ¿cuál es el riesgo?¿qué podemos ganar o perder?. Somos jugadores que intentan no apostarlo todo a una carta.
Era por la mañana temprano cuando Jiraiya llamó a Gaara a su despacho. Cuando el de ojos aqua llegó, allí también estaba Naruto.
-Jefe...¿me has llamado?. Hola-dijo a su marido.
-¿Qué tal vas?-preguntó el rubio.
-He acabado de hablar con la primera serie de pacientes. Tengo algunas consultas hoy, pero...¿qué pasa?
-Gaara...-Jiraiya se levantó-me gustaría empezar un ensayo clínico. Un ensayo que significara el mayor avance en la lucha para la cura de la diabetes de tipo uno.
-Vaya...
-Y me gustaría que participaras.
-Pero estoy...en el ensayo del Alzheimer de Naruto. No podré con ambos.
-Escúchale-animó el rubio.
-La base de éste ensayo-siguió el mayor-es algo que encontré en los diarios de tu madre. Ella estaba trabajando en el trasplante de células de islote cuando enfermó. Estaba intentando eliminar la necesidad de medicación anti rechazo. Entre todas sus notas, medicinas y nuevas tecnologías es imposible que no llevemos a buen puerto lo que empezó.
-¿Llevemos?
-Es el trabajo de tu madre. No me sentiría cómodo sacándolo adelante si no estuvieras.
-Deberías sopesarlo-dijo Naruto- piénsalo bien. Tú decides.
-Tienes derecho Gaara- dijo Jiraiya y le tendió una carpeta-es el legado de tu madre.
Rock Lee y Neji aún estaban en casa. En la cocina, el ortopeda servía al otro un extraño líquido color verde.
-¿Qué es eso?-preguntó el de cortos cabellos con cara de asco. El líquido se veía espeso y espumoso.
-Batido de col y zumo de manzana-dijo el otro sonriente-debes pensar menos en tus antojos y más en darle nutrientes al bebé. Leí en un libro que esto era bueno-dijo al ver que su chico olía la bebida con repugnancia.
-Tiene trocitos...no me gustan nada, quiero mi café de por las mañanas. Puedo tomar una taza de café normal.
-Hay estudios que relacionan la cafeína con el parto prematuro y con algunas malformaciones.
Rock Lee le miró serio-esconderé ese libro que te estás leyendo-dijo. Se llevó el vaso a los labios y tragó. Pocos segundos después, le dieron arcadas y salió corriendo al cuarto de baño.
-¡Dejaré la cafeína contigo!
En los vestuarios, los residentes se terminaban de preparar.
-Es horrible-dijo Gaara que estaba sentado en un banco atándose los cordones de los zapatos.
-Es lo contrario a horrible-apuntó Sasuke a su espalda.
-¿Alzheimer o diabetes?
-Como sigas lloriqueando porque no sabes en que hito de la historia de la medicina quieres que esté tu nombre, te daré un sopapo-soltó el azabache haciendo reír a Kankurô.
-Bueno, mi nombre ya está en uno según el jefe. Veréis, la diabetes...
-Afecta a doscientos cuarenta millones de personas-dijo su hermano.
-Y el Alzheimer...
-Es la séptima causa de muerte.
-Es la decisión de Sophie- dijo Sasuke.
-La decisión de Sophie- repitió Gaara completamente de acuerdo.
-No he visto esa peli...-dijo el castaño.
-Deberías, es graciosa-dijo Uchiha.
Tsunade entró- Sabaku Nos, ¿cuánto hace que a vuestro padre le duele el abdomen?
Los mencionados le miraron sin entender.
-¿Que le duele el abdomen?-preguntó Gaara poniéndose la bata blanca.
-Parecen dolores abdominales, a Hashirama Sabaku No no es fácil sacarle información.
-¿Nuestro padre está en el hospital?-Kankurô parecía sorprendido.
-Llegó hace más o menos una hora. ¿No sabíais que venía?
-No..¿qué...qué le pasa?¿está bien?-el castaño se preocupó de pronto-¿está relacionado con el trasplante de hígado?
-Claro, lo habrá rechazado. Como es mi hígado...-dijo Gaara y salió de allí.
Tsunade se dirigió a Kankurô- hazme un favor, ve a sacarle sangre e intenta sacarle algo más. Necesito alguien que hable Sabaku No.
-Si.
Sasuke se quedó solo en la habitación cuando todos se hubieron marchado e hizo un puchero. Kakashi entró.
-Hola culito- dijo animado, se sentó a su lado y le entregó un vaso de café.
-Gaara tiene dos ensayos que van a hacer historia y yo no tengo ninguno...
-Bueno, pero tienes un marido que te quiere.
-Él también...
-Entonces...creo que estás jodido-sonrió y le besó en la mejilla. El azabache le imitó y le besó en los labios.
Shikamaru, Hinata y Neji atienden a un chico que se dio de bruces contra un muro de ladrillos haciendo el tonto con sus amigos. Temari, Rock Lee, Yamato y Sasuke tienen el caso de un bebé que necesita un trasplante de corazón.
Kankurô estaba en la habitación donde se encontraba su padre ingresado. Le auscultaba.
-¿Te encuentras tan mal que tienes que venir al hospital y ni siquiera me llamas?-reprochaba el menor.
-El dolor viene y va. No...quería preocuparte...
-Creías que ibas a venir y rechazar en secreto el hígado de Gaara. Sin molestarnos-ironizó.
-Por favor, cálmate.
Rió nervioso-si estoy muy calmado. Calmadísimo. El más calmado del mundo.
-Vale, bien, porque hay otra cosa que quería contarte. Voy a Alcohólicos anónimos todas las semanas.
-Si, ya lo sé.
-Sé que lo sabes, pero a veces te pones delante del grupo y cuentas tu historia y la gente se te acerca para decirte que les ha gustado lo que has dicho y tal vez te tomas un café con alguien luego.
-¿Es un seguimiento?
-No es un seguimiento, verás...
-¡Oh, estás aquí!-una chica entró en la habitación. Tenía un llamativo cabello azul con mechas amarillas y ojos color ocre-no giré donde debía y acabé al fondo del pasillo-se acercó a Hashirama y le besó en los labios.
-No, no, no...-el hombre, apurado, la separó.
-Oh, perdona, ¿te he hecho daño?
-Ahm...-miró a su hijo-no es un seguimiento-aclaró sonrojado-esta es mi novia, Kujaku- Kankurô abrió los ojos desmesuradamente. Aquella mujer aparentaba su edad o poco más.
-Lo siento mucho-dijo la chica avergonzada-no es la forma en la que quería conocerte.
-Yo ni sabía que debía conocerte- Kankurô se puso en modo ataque.
-Lo sé-dijo Hashirama- y lo siento. Pero...
-Muy bien- Tsunade entró, interrumpiendo-señor Sabaku No...Ah, hola-dijo a la mujer de pelo azul.
-Doctora Tsunade, esta es Kujaku, es la novia de mi padre-dijo el castaño-acaba de presentármela.
-Es un placer conocerte. Solo tengo algunas preguntas y luego os dejaré con vuestras cosas-la rubia había empezado a notar la tensión y se sintió incómoda.
-¿De verdad cree que podría estar rechazando el hígado?, porque Kujaku me ha ayudado mucho a cuidarme y...y me tomo las pastillas.
-Las anti rechazo. No toma speed desde luego-dijo la chica bromeando.
-No, sería muy inapropiado-dijo Kankurô. La aversión hacia la mujer se le notaba a kilómetros.
-¿Cuándo empezó el dolor?-Tsunade les ignoró.
-Hace once días-dijo Kujaku.
-Se fija en todos los detalles-alabó Hashirama.
-¿Ha tenido fiebre o cambios en la orina o en las heces?
-No ha tenido fiebre-siguió la muchacha-pero tuvo un...episodio de dolor la semana pasada, el jueves-se silenció y miró al castaño-quizá no te apetezca oír esta parte.
-Soy médico.
-Muy bien. Verá-se dirigió a Tsunade- estábamos haciéndolo y yo estaba encima...
-Oh, ya está bien- Kankurô salió de allí lo más rápido que pudo.
Kakashi rellenaba unos papeles en un mostrador cuando Itachi se le acercó por la espalda con una sonrisa de oreja a oreja.
-Doctor Hatake- irradiaba felicidad-ya era hora de estar en tu servicio.
-¿Te interesa plástica?-lo preguntó más bien por cortesía.
-Digamos...que si. Creo que tengo buenas manos.
-Tienes buenos genes. Eres hermano de Sasuke, así que seguro que tienes su destreza. No dudo que tengas buenas manos, pero vas a tener que demostrármelo en quirófano- le entregó un historial-vamos a arreglar una nariz.
Temari estaba en una sala sentada en un sofá leyendo una revista. Rock Lee se acercó a la cafetera y se sirvió un café. Para su desgracia, Neji entró.
-¿Qué haces Lee?-preguntó antes de que el otro se llevara el vaso a los labios.
-Ahm...lo he mirado y esos estudios sobre la cafeína se hicieron con ratas. No soy una rata así que...dile que no lo soy-apremió a Temari.
-Bueno, no creo...
-Si necesitas cafeína desesperadamente Lee, vale-soltó Neji como si no le importara-ya eres mayorcito. Puedes tomar tus decisiones-agregó.
-Así es-dijo. El otro le miraba fijamente con seriedad. Se llevó el vaso a la boca, pero no pudo beber-maldita sea...-musitó-¡maldita sea!-dejó el vaso sobre una mesa-es injusto, ¡eres injusto!, solo quiero mi café diario...-y se marchó.
-Para alguien que dudaba de si quería ser padre-dijo Temari- dominas a la perfección lo de hacerle sentir culpable.
-Si me implico en esto, puedo votar-dijo Neji, cogió el café que había dejado el otro y le dio un largo sorbo- mmm, que rico está.
A la hora de comer, Sasuke, Gaara, Kiba e Itachi almorzaban juntos en una de las salas.
El pelirrojo y su mejor amigo leían los documentos que Jiraiya le había dado en una carpeta por la mañana.
-Joder, que lista era tu madre-apreció el azabache menor leyendo con interés-mierda, es buenísimo.
-Aún no sé si voy a hacerlo-dijo Gaara leyendo también.
-Debes hacerlo. Madre e hijo curan enfermedad mortal-siguió el Uchiha menor-tengo envidia y eso que voy a hacer un trasplante de corazón a un bebé que ni ha nacido.
-¿Quieres cerrar el pico?-soltó Kiba molesto-llevo un mes en el caso, no pienso quedarme fuera-se levantó y salió.
Kankurô entró alterado- Gaara, tienes que hablar con papá.
-¿Qué?¿quiere más órganos?
-No me lo ha dicho. Está que no caga con una veinteañera que tiene el pelo de colores.
Eso llamó la atención de los presentes.
-Tengo una operación que hacer-dijo Itachi levantándose-con Kakashi- matizó antes de desaparecer.
-Gaara...-suplicó el castaño.
-No puedo ver a mi padre, estoy con mi madre.
-Anda ve-animó Sasuke- quiero ver a tu padre montándoselo con su prometida punk.
-No están prometidos-aclaró Kankurô.
-¿Estás seguro?-se burló el azabache.
-Gaara, por favor.
-Vale.
Itachi de camino a quirófano se topó con Kiba.
-Ey, te fuiste y no te diste cuenta de que tu novio está molesto.
-¿Molesto?¿por?, no he hecho nada malo...que yo sepa.
-Su padre está aquí. Puede que haya rechazado el hígado y se ha traído a su novia veinteañera.
-¿Novia?-rió incrédulo-entonces estará histérico. Gaara no le ayuda cuando se trata de su padre. Tendré que comprarle bombones de naranja para que se desahogue...
-¿Qué?
-Cuando tiene esos bombones en la mano habla siempre que está triste. Es mi manera de sonsacarle muchas cosas sin que él sospeche-sonrió satisfecho.
Gaara, Sasuke y Kankurô observaban a Hashirama y a su novia a través de un ventanal.
-Entra ahí...-pidió el castaño.
-¿Y qué hago?-preguntó su hermano.
-Pues haz que paren-sugirió al ver que se besaban.
-No es tan cría...-dijo Sasuke. Su busca sonó-corazón de bebé-se fue.
El pelirrojo suspiró-muy bien, ¿entramos?
-No pienso entrar ahí.
-¿Enserio Kankurô?
-¡No puedo!
-Pues me vuelvo a trabajar.
-Gaara...-en ese instante escucharon a su padre gritar y ambos hijos entraron corriendo en la habitación.
Minutos después, ya Tsunade estaba en el cuarto.
-Según los análisis su hígado está perfectamente-dijo la rubia-¿hay algo que no nos hayan dicho?
-Cuando hace pis-dijo Kujaku- ahora y el jueves pasado. Comimos picante y bebió mucha agua. Y fue al baño en cuanto llegamos a casa y me asusté tanto cuando estábamos haciéndolo que no lo había relacionado.
-Vale, eso nos sirve- Tsunade tomó notas.
-¿Qué cree que podría ser?-Hashirama seguía adolorido.
-Papá, podrían ser cálculos renales o la próstata-dijo Gaara.
-¿La próstata?-la chica se alarmó-¿podría tener cáncer?...no, no puede tenerlo.
-Es lo que tiene salir con un viejo, los viejos tienen cáncer.
-Kankurô...-reprendió su padre.
-Si fueras médico como nosotros sabrías que cuando utilizamos la palabra próstata, no siempre significa cáncer.
-Doctor Sabaku No...-intentó intervenir Tsunade.
-No, verás. Ponerte histérica y sacar conclusiones de niña pequeña ¡no va a hacerle ningún bien!
-Tengo miedo ¿vale?-soltó ella a punto de llorar-estoy muy asustada ¡y tengo preguntas!
-¡¿Que estás asustada?!¡somos su familia!-se señaló a él mismo y a Gaara.
-¡Yo también lo soy!
-¡Tú no eres su familia!¡eres su crisis de madurez!
-¡Kankurô!-Hashirama volvió a intervenir- Kankurô, basta ya, te estás pasando-el chico miró a su padre y se marchó de allí rabioso.
-El cáncer es una de las cosas que podría ser-intentó calmar los ánimos Gaara- la doctora Tsunade le hará más pruebas para descartarlo. Es mucho más probable que haya otra explicación.
-¿Eres el hijo que le dio el hígado?-preguntó Kujaku llorosa.
-Así es.
-Gracias.
Operan al bebé, y el pobre Kiba lo contempla desde la galería. Neji y Shikamaru también operan a su paciente.
Gaara estaba sacando una bolsa de patatas de una máquina, pero Kankurô no andaba lejos y se le acercó.
-Tiene un cálculo renal. La doctora Tsunade va a subirle al quirófano.
-¿No se lo ha tratado con fluidos?, será enorme.
-Él se lo ha buscado- Kankurô estaba muy molesto-no me había dado cuenta, pero así es como obra, funda nuevas familias. Deja a las antiguas. Se irá, se casará con la tal Kujaku, tendrá seis hijos en la pitopausia y nunca más sabré de él. Es lo que te hizo a ti.
-Eso no fue lo que me hizo a mi-respondió Gaara al berrinche de su hermano.
-Claro que si.
-Kankurô, mi madre trabajaba las veinticuatro horas del día e incluso más, él no lo soportó y la dejó y mi madre como venganza me llevó lo más lejos posible. Tu madre murió y se deprimió. Empezó a beber y se destrozó el hígado. No tiene que ver conmigo. Ha encontrado a alguien que le hace feliz. Tienes que bendecirle. Déjale ser feliz.
-¿De qué estás hablando?, ¡no le defiendas!¡le odias!¡ódiale conmigo!
-Kankurô, te quiero, pero tienes que madurar.
El trasplante de corazón al bebé es un éxito.
Jiraiya fue en busca de Gaara que se ocupaba de un paciente.
-Jefe, estoy con un paciente-dijo amable al verlo.
-¿Has tenido ocasión de ver el material?
-Si, es impresionante.
-El próximo paso es conseguir financiación. Puedo hacer una llamada y tenerla la semana que viene-dijo el hombre convencido.
-Entonces...¿estás esperándome?
-Ahm...si. Tienes que firmar como coinvestigador para seguir adelante.
-Es una oferta maravillosa.
-No es una oferta Gaara. No puedo ofrecerte algo que no me pertenece. Era el trabajo de tu madre y es justo que lo continúes.
-Y...ahm...¿entonces crees que se lo debo a ella?
-¿Sinceramente?, ella te lo debe a ti. No te dio mucho cariño, pero te dio su talento. Y su nombre. Y esto...esto podría cambiar el curso de tu carrera.
-Tengo...tengo que irme.
-Gaara...-detuvo el otro-cambiaría lo que piensas de ella. Podría ser lo mejor que hayáis hecho juntos.
Kankurô estaba tras un mostrador. A pocos metros de el, una nerviosa Kujaku esperaba sentada a que terminaran la intervención a Hashirama. Kiba se acercó a su chico.
-No me parece tan mala-dijo mirando a la mujer que observaba su prometido. Entonces sacó algo de su bolsillo-¿un bombón?-lo puso sobre el mostrador.
-Que te den-dijo Kankurô sonriendo. Por alguna razón, Kiba siempre solía darle bombones en situaciones en las que él no estaba de ánimo-y a tu bombón. Es espantosa.
-Muy bien...-dijo haciéndose el desentendido.
Kankurô como por acto reflejo cogió el bombón-¿sabes que mi hermano es idiota?
-Yo no...
-Que le bendiga, menuda gilipollez. ¿Qué?¿dejarle ser feliz?¿y qué pasa conmigo?-se llevó el bombón a la boca-todo el mundo toma sus decisiones vitales y ni se les ocurre pensar en como me afectarán. En cómo me sentiré- mientras hablaba, Kiba sacó otro bombón y lo puso cerca de su chico, que siguiendo con la charla, lo cogió sin más-¿sabes?, se supone que soy una parte de sus vidas y me dejan al margen de sus decisiones por completo. Fundan sus nuevas familias y me lo sueltan de sopetón, cuando ya está todo hecho-bombón a la boca-dicen...eh Kankurô, ¿sabes qué?, una peliazul va a ser tu nueva mamá...-mientras cogía otro bombón, sonrió derrotado-vaya mierda...la golfa de mi padre no es la mala, soy yo.
-Probablemente un buen comienzo sería dejar de llamarla golfa.
-Cierto...gracias-dijo cogiendo otro bombón-por escuchar.
-Soy tu hombre, es mi deber y me gusta...sobretodo por la recompensa-sonrió.
-¿Qué recompensa sugieres?-preguntó pícaro.
-Pues...la más inmediata sería un beso con sabor a naranja-dijo Kiba y se besaron por encima del mostrador.
Al caer la noche, Hashirama ya estaba de vuelta en su habitación, con Tsunade y Kujaku.
-Tendrá molestias un tiempo-dijo la rubia a la novia de su paciente-asegúrate de que beba toda el agua que pueda...- Kankurô entró-¿doctor Sabaku No?
-¿Está bien?-preguntó apenado.
-Muy bien.
-Hola...Kankurô...-musitó su padre despertando. El chico se le acercó y le dio la mano.
El castaño miró a Kujaku-¿podrías decirle que me llame?
-Si, claro.
-Gracias.
-Llevo casi cinco años sin beber-admitió la muchacha-nos apoyamos mutuamente y...yo le convengo. Y él me conviene mucho a mi.
-Voy a casarme y...me gustaría que vinieran...
Gaara antes de irse a casa, pasó por el despacho de Jiraiya. El hombre estaba concentrado en los diarios de Karura.
-Jefe...
-Había olvidado esto de tu madre. Lo apuntaba todo-la mesa estaba llena de diarios-no hay ni un pensamiento, ni una idea que no garabateara en un diario. Era obsesivo.
-Bueno, por suerte para ti.
-No, para los dos-corrigió sonriente el mayor.
-No, para ti-dijo el pelirrojo y le devolvió la carpeta-conocías a esa mujer. Por eso te di los diarios. Me gustó leerlos y entenderla mejor, pero la mujer que conocía era distinta. Aunque empiezo a darme cuenta del miedo que debió tener. Ese es seguramente el motivo por el que lo anotaba todo. Tuvo que pasar mucho miedo.
-Gaara, yo...
-Por favor, adelante. Creo que debes continuar su trabajo. Pero yo quiero curar su enfermedad-dijo haciendo sonreír al otro-buenas noches.
Rock Lee llegó a casa. Kiba estaba sentado en el sofá viendo la televisión, y Kankurô y Neji trasteaban en la cocina.
-¡Hemos hecho la cena!-le anunció Kankurô al pediatra- para ti.
-¿Y qué es?-preguntó con miedo tras la asquerosidad de liquido verde para desayunar.
-Pechuga de pollo con arroz integral-dijo Neji- y brócoli- Rock Lee dio un sorbo a una taza que llevaba en las manos y se sentó junto a Inuzuka-¿eso es café?
-Si, lo es. Y otra cosa, sé que todo va a cambiar y por eso me comeré el pollo. Aunque lo único que me apetece es mantequilla de cacahuete..., pero si vamos a ponernos en plan, lo votamos todo, habrá otro sistema. Votaremos individualmente, pero también podrá votar el bebé. Como yo albergo al bebé, hablaré por él o ella. Así que dos votos yo y uno tu. La decisión es nuestra así que decidimos que una vez al día me tomaré mi vasito de café y el resto mis exquisitos batidos de chocolate. Sé que no pasa nada porque he leído estudios y además soy pediatra. Vale, ¿alguien quiere discutir?-preguntó a los demás.
-No-dijeron todos al unísono.
-Ah, y también votamos que Kiba me de un masaje-dijo el de corte a tazón.
-Voy a buscar la crema...
-Lo de la mantequilla de cacahuete se puede hacer-soltó Neji- siempre que te comas el brócoli.
-Hecho.
La cirugía es un juego de alto riesgo.
Gaara llegó a casa. Naruto estaba en el sofá mirando su ordenador portátil.
-¿Te has decidido?-preguntó el rubio en cuanto le vio aparecer por el umbral.
-Si, te elijo a ti- Naruto sonrió.
-Me alegro. He estado revisando los datos que has recabado. Y por ahora hay una coincidencia del cien por cien con el estudio.
-Eso...¿qué significa?-se sentó junto al otro.
-Significa que no está yendo mal.
-Oh, que gran noticia.
-¿Te doy otra buena noticia?-dijo mientras apartaba el ordenador y se inclinaba hacia su pelirrojo.
-¿Cual?
-Los niños tardarán veinte minutos-se refería a Itachi e Hinata.
Pero por muy altas que sean las apuestas, tarde o temprano debes que dejarte llevar por tu instinto. Y quizá, solo quizá, volverás a donde te correspondía desde el principio.
Continuará...