La chica sin nombre
Cuando somos niños, queremos que todo se quede como está. El mismo maestro, la misma casa, los mismos amigos. Cuando eres cirujano te pasa igual. Te acostumbras a los mismos especialistas, las mismas enfermeras, el mismo hospital. Claro que todo cambia al llegar el quinto año y debes buscar un nuevo empleo.
El radiante sol de Konoha bañaba las calles de la ciudad desde primera hora de la mañana. Un distraído Sasuke andaba por el aeropuerto arrastrando su pequeña maleta con ruedas. A su espalda, un pelirrojo intentaba alcanzarle acelerando el paso, pero con su maleta le resultaba difícil.
-¡Sasuke!-tuvo que gritar para que su amigo se percatase de su presencia por fin.
-¡Hola!-cuando se dio cuenta de quién le había llamado, sonrió y se detuvo.
-¿Qué tal el Fumigasure?-preguntó cuando se puso a su altura y anduvieron juntos.
-Ah, mal. Le doy mil vueltas al jefe de cirugía. Estoy harto de viajes. Desde ahora que vengan a buscarme. ¿Qué tal tu en el Getsugakure?
-He estado en el Soragakure. El Getsugakure es al que debería ir esta noche, pero quizá lo anule.
-¿Qué?¿quién anula una cita en el Getsugakure?, te ha recomendado Tsunade. Te matará.
Gaara sonrió entonces. A lo lejos, Naruto sostenía en brazos a Miina y la niña llevaba en la mano un globo de color rosa. Ambos le estaban esperando.
-¿A qué es preciosa?-preguntó embobado Gaara a su mejor amigo sin dejar de mirar a su hija.
-¡Hola!- Naruto les saludó contento.
-¿Te llevamos?-preguntó el pelirrojo a Sasuke.
-¿Qué tal?-ya el rubio se les había acercado y pasó la niña a su marido.
-Muy bien. ¡Hola cielo!
-Mira, es papi...-dijo Naruto y besó a Gaara en los labios-te echaba de menos.
-El idiota de tu marido quiere anular la entrevista en el Getsu- informó Sasuke.
Naruto miró al pelirrojo serio-no, no puedes anular una entrevista para el mejor programa de cirugía.
-¿Qué te he dicho?-el azabache se daba por satisfecho. Era raro que Naruto y él pensaran igual.
-¿Para qué mudarnos?, casi has acabado tu casa y tienes trabajo aquí.
-También hay casas y trabajos en Getsu. Irás, no se hable más-concluyó el Uzumaki.
-Buen marido-dijo Sasuke y cogió a Miina- venga, vamos. Yo iré detrás con mi chica.
Rato después, en el hospital, Sasuke entró en los vestuarios pavoneándose porque en los brazos llevaba una enorme cesta regalo cargada de galletas.
-Esto empieza a ser ridículo-dijo Hinata en cuanto le vio aparecer. Gaara, sonriente, seguía a su amigo mientras se tomaba un café.
-¿Del instituto de salud?-Itachi cogió la tarjeta que sobresalía por el envoltorio-¿sobornan a los residentes para contratarlos?
-No lo hacen. Salvo conmigo, un dios- Sasuke disfrutaba. Desenvolvió la cesta y cogió una galleta.
Kiba entró y sin pedir permiso, cogió una galleta y se la llevó a la boca-están rancias-dijo yendo a su taquilla.
-Oh Inuzuka...¿es muy duro tener que suplicar una entrevista mientras a otros se nos rifan?-el menor de los Uchiha seguía chuleando mientras su hermano le robaba galletas de la cesta como si nada.
-Yo no suplico-reconoció.
-Deberías-dijo Hinata- a lo mejor así tendrías alguna.
-¡Ja!, me encanta Hyûga- soltó Sasuke.
-Tengo una entrevista-dijo Kiba.
-¿Enserio?-la chica no se lo creía-¿dónde?
-En...sitios. Qué más da. Esto es una mierda. ¿Tenemos exámenes en dos semanas y quieren que hagamos entrevistas de trabajo?. Puedes aguantar cierto número de putadas hasta que revientas.
-Alguien no moja últimamente ¿eh?- dijo Itachi divertido.
Shikamaru apareció por la puerta-¡llega un helicóptero!¡Inuzuka, Sabaku No, venid!
La paciente que llega en helicóptero es una chica joven con bastantes lesiones. Gaara es el primero en atenderla y la chica forja un vínculo especial con el, dado que resulta que ésta había permanecido secuestrada durante años. Maltratada.
Temari estaba rellenando un informe junto a un mostrador. Un repartidor llegó y entregó una cesta a una enfermera.
-Para el doctor Uchiha- dijo el chico y se fue por donde había venido.
La mujer rubia se apresuró y cogió la tarjeta.
-No es para usted-dijo la enfermera.
-Pues avisa a los polis.
Sasuke apareció a su espalda-¿quién quiere camelarme?-preguntó al ver la cesta y sabiendo de antemano que era para el.
-El Amegakure...estoy impresionada-dijo Temari- no suplicaré. Nuestro programa está a la altura del de esa clínica. Un proyecto de células madre al que puedes aportar mucho. Y en cuanto a maestros...soy lo más. Te lo suplico.
-Me alagas-dijo dando un bocado a una galleta grande con forma de corazón y se fue.
Saliendo de la habitación de la chica secuestrada, Sasuke se encontró a su mejor amigo.
-¿Cómo es?-le preguntó el azabache con interés-¿articula palabras o es como Jodie Foster en la peli del bosque?
-Sabe hablar, aunque no habla mucho. La he dejado haciendo zapping.
-¿Vas a escaquearte de la entrevista?
-Los padres están de camino. Iré. Quiero ir.
-¿Enserio?, porque parece que quieras quedarte para criar...a niñas felices con tu marido feliz.
-¿Por qué no te importa marcharte?
-Porque soy cirujano y quiero trabajar en el mejor hospital con los mejores. Y tú deberías. ¿Cuándo te hiciste tan triste?
-¿Qué sabéis del Tonbogakure Byôin?- Kiba apareció y parecía preocupado.
-Nada. No me interesa-dijo Sasuke.
-Tengo una entrevista ahí...Lee me ha recomendado. No puedo decir que no-se le notaba molesto.
El azabache le cogió la mano derecha y se la estrechó-ha sido un placer trabajar contigo.
-¿Qué haces?
-Vamos a tomar rumbos distintos, lo cortés es despedirse-admitió.
Los padres de la paciente llegan, pero ella no los reconoce. Kiba va a su entrevista, pero es un pequeño hospital que no le gusta en absoluto.
A media mañana, Sasuke fue a su casa, pero al entrar se dio cuenta de que no estaba solo. Escuchó ruidos en el piso superior y subió. En el dormitorio estaba Kakashi, sacando cosas del armario.
-Hola...-dijo el azabache en el umbral de la puerta.
El otro parecía contrariado-hola...lo siento...necesitaba más ropa. En la lavandería del hotel son muy lentos-mientras hablaba llenaba una maleta-creía que estabas estudiando con Gaara.
-He venido a darme una ducha.
-Bueno...ya recojo y te dejo solo-empezó a meter las prendas a toda prisa. El azabache se le acercó y le detuvo.
-Esto es ridículo...quédate-le sostenía las manos. No habían estado tan cerca desde hacía demasiado y el peliblanco apartó la mirada-duermo en casa de Gaara hasta los exámenes. No vengo aquí apenas así que...quédate.
-¿Seguro?
-Si...-Sasuke soltó las manos del otro, que dejó de meter ropa en la maleta. Pero en lugar de apartarse, acarició con dulzura el rostro del mayor. Éste, al sentir el contacto, dio un leve respingo y se alejó un poco.
-Me voy...para que estés solo-dijo. Cogió la maleta y se fue.
En el hospital, en uno de los pasillos, Hinata abordó a Shikamaru.
-Hola jefe. No me han respondido del Torigakure y sé que es íntimo del jefe de cirugía...¿ha podido hablar con el?
-Si. Dijo que tu currículum es impresionante.
-Gracias a dios-la chica respiró aliviada.
-No descartes otras opciones.
-Ha dicho que le pareció impresionante.
-También ha dicho que no sabe si encajarías por tu personalidad.
-¿Personalidad?, busco trabajo, no una cita para el baile.
Neji opera a la chica y Gaara y Sasuke contemplaban la operación desde la galería. Kiba entró.
-Hola, ¿qué tal tu entrevista?-preguntó el pelirrojo. Pero el chico no tenía buena cara.
-No te imaginas que poblacho.
-¿Quieres que llame al jefe del Takigakure?, está loco por mi. Hará lo que le diga-apuntó Sasuke- hasta aceptarte.
-¿Y qué hará Kakashi si te marchas?-le cuestionó Kiba- yo no sé como decirle a Kankurô que me iré del Konoha Byôin. Aunque seguro que Hatake te sigue como un perrito faldero.
-No se va a ir al Takigakure. Y tu tampoco-soltó Gaara al castaño-aquí hay un gran programa. Estaríamos locos yéndonos.
-Es porque quieres ser el psiquiatra de tu paciente el resto de tu vida-dijo Sasuke haciendo sonreír a Kiba.
-Me ha cogido cariño, ¿qué quieres que haga?-se defendió-estaba secuestrada a ocho kilómetros de su casa y no la encontraron...no olvidas eso tan fácilmente.
-Podría mudarse a tu casa cuando nos vayamos-dijo el Uchiha.
Ocho días después...
Hora del almuerzo. Itachi, Kiba, Kankurô, Hinata, Sasuke y Gaara almorzaban juntos en la misma mesa.
-Eh, va a por sopa-anunció Hinata viendo como la chica del secuestro entraba en la cafetería algo temerosa.
-Que valor...tendrá que hablar con el camarero-dijo Sasuke contemplando la escena.
-Que bien, parece convencida-dijo su hermano.
-Se raja. Adiós a la sopa-comentó Kiba al ver que la joven se alejaba. El castaño tenía en brazos a su hija, pero la niña se revolvía un poco.
-Parece aterrada-dijo Kankurô-¿por qué sois tan crueles?, id a buscar su sopa.
-No es crueldad. Pronto volverá a casa y la psiquiatra dice que debe hacerlo sola-le contestó Gaara.
-Por fin podrás ir al Getsu para la entrevista-le dijo su mejor amigo.
-No estoy evitando la entrevista.
-¿De verdad?-no le creía un ápice.
-Si vas, piensa que pueden juzgarte más por tu personalidad que por lo importante-dijo Hinata- como tu currículum.
-No es como tu, su personalidad no es irritante-apuntó Kiba- caca...mi hija ni sabe quién soy-la alzó un poco a la altura de su rostro- Sakura...soy papá...-pero la pequeña seguía revolviéndose y parecía a punto de llorar.
-¿Caca?-Sasuke empezó a reírse.
-No debemos decir palabrotas delante de la niña-aclaró Kankurô- Kiba, es normal...apenas te ve últimamente.
-Enséñale una foto mía.
-Va a por pizza-comunicó Itachi y todas las cabezas se voltearon a mirar a la chica, pero como la vez anterior. Nada.
-Qué más da, sus programas son un asco- Hinata seguía pensando en lo que le había ocurrido en la última entrevista-estoy harta de esforzarme y no ser yo. Yo me gusto.
-Pues eres la única-dijo Kiba ganándose una mirada de reproche de la morena-me lo pones a huevo.
-No es que no tengas que ser tu-dijo Itachi- solo se menos tu-en ese momento alguien apareció a su espalda y le tiró de la oreja. Era Kakashi.
-Levanta-ordenó.
-¿Qué ocurre?-dijo el chico algo desconcertado.
-Me han llamado para decirme que dejaste una entrevista a medias...llama al hospital y discúlpate.
-Retiré mi solicitud respetuosamente.
-¡¿Quieres que te lleve de la oreja?!- Kakashi se notaba bastante enfadado e Itachi se puso en pie y fue tras el.
-Maldito Lee...-Kiba se levantó, colocó a Sakura en brazos de Kankurô y desapareció.
Kiba se acercó a Rock Lee en cuanto lo divisó.
-¿Sabes quién es un gran mentor?-soltó sin rodeos.
-Vas a decir que yo ¿verdad?-el de corte a tazón sonreía ampliamente.
-Hatake. Manda a Itachi a hospitales que tienen algo más que ofrecer que helado en la cafetería.
-Relájate. Acabo de hablar con un colega y se muere por conocerte.
-¿Por qué me haces esto?¿no te caigo bien?
-Pues claro, por eso he invertido mucho tiempo en convertirte en un gran médico y tu a cambio pasas de mi por otro programa.
-¡No quieres que te deje!-cayó en la cuenta Kiba- has saboteado mis recomendaciones.
-Lo sé...es horrible. Me siento culpable. No sabes lo difícil que es encontrar buenos pediatras. No quiero que me roben al mejor.
-¿Soy el mejor?-eso fue bueno para su ego.
-Largo-Lee se sintió mal por haberse ido de la lengua.
-Coge el teléfono y diles a los médicos que soy el mejor-ordenó el castaño-déjate de poblachos a las afueras.
-¿No me has oído?, no te ayudaré a irte.
-Si me quedo será porque yo quiera, no por no tener opciones. ¡Llama!
Doce días después...
Le dan por fin el alta a la chica del secuestro.
La gente dice que no puedes avanzar si no dejas atrás el pasado.
Al caer la tarde, Temari se acercó a Kakashi en un pasillo.
-Oblígalo a que se quede-ella parecía a punto de llorar.
-¿Qué?
-A Sasuke. Me ha dicho que se va al Otogakure...donde le recibirán con todos los honores como todos los hospitales del mundo...y pronto seremos uno de los diez hospitales que pueda elegir. Lo perderemos. No podemos dejar que pase. Tiene talento, es brillante y...este hospital no puede perderlo.
-Si él quiere irse, él decide. No puedo obligarle.
-Kakashi...eres su marido. No sé que pasa entre vosotros ni me importa. Oblígale a quedarse.
-Oblígale tu. Eres jefa de cardio y él tu residente.
Dejar atrás las cosas es fácil, lo difícil es cambiar de vida. Así que a veces nos negamos. Intentamos que todo siga igual.
Por la noche. Sasuke, Itachi e Hinata estaban en una cafetería del aeropuerto.
-¿Que sea menos yo?-decía la chica molesta mirando su currículum-¿cómo puedes hacer eso?
Sasuke cogió la carpeta que tenía la morena en las manos y la tiró a la basura-así se hace.
Un trajeado Kiba se acercó a ellos-¿qué?-preguntó al ver las miradas que le dedicaban sus compañeros.
-Te has puesto traje-el Uchiha menor alucinaba.
-Tengo una entrevista a primera hora. ¿Y si se retrasa el vuelo?
Gaara llegó-hola. He cambiado la entrevista del Getsu. Salgo en una hora-informó.
-Brindo por eso-su mejor amigo alzó su copa y bebió.
-Tenemos que irnos-dijo Hinata a Itachi. Se terminaron sus bebidas y se fueron.
-Que os vaya bien-dijo el azabache mayor antes de desaparecer.
-Yo también me voy...-dijo Kiba.
-No te vayas-pidió su cuñado.
-No pienso perder el vuelo por quedarme con dos borrachos-se levantó y siguió a los otros.
Gaara se sentó junto a Sasuke.
-¿Sabes?, no es un mal bar donde quedarse si perdemos los vuelos-dijo Uchiha- podríamos ligar con ejecutivos.
-Y nuestros maridos no lo sabrían-dijo y ambos dieron un trago a un chupito. Entonces se escuchó por megafonía el anuncio de un vuelo.
Pero todo no puede ser como siempre.
-Un vuelo gratis-dijo Sasuke y se puso en pie-deséame suerte...aunque no la necesito.
-Sasuke...-llamó su atención antes de que se alejara demasiado-¿de verdad quieres hacerlo?¿irte?
-Nos hemos preparado durante cinco años...claro que quiero irme. Tu deberías.
En algún momento debes hacerlo, pasar página.
Por la mañana, en el Getsugakure, Gaara estaba siendo entrevistado.
-Cuando Tsunade me lo dice es que debo conocer a ese cirujano-dijo la jefa de cirugía al otro lado de la mesa-yo tengo que entrevistarlo. Pero antes de continuar, quiero saber si estás interesado en nuestro programa y vendrías aquí.
-Muy interesado. Esta es mi primera opción.
Por muy doloroso que sea, es el único modo de crecer.
Continuará...