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Anatomía de Sabaku No por Rukkiaa

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Notas del capitulo:

Disclaimer: basado en la serie Anatomía de Grey, de Shonda Rhimes y con los personajes de Naruto, de Masashi Kishimoto.

Momento de la verdad

Imagínate que has estado tus cinco años de residencia practicando para ser cirujano. Pero esos años de pronto no importan. Lo único que importa, lo que te separa del resto de tu carrera es un examen oral. En un hotel al azar, en una ciudad al azar, con un examinador al azar que te pregunta al azar:¿nervioso?, deberías estarlo.

En la entrada de ambulancias, un autobús esperaba a los residentes. Shikamaru estaba junto a la puerta para despedirlos según fueran subiendo al vehículo.

Hinata bajó del autobús, nerviosa-deberíamos de haber salido.

-El avión sale en tres horas, cálmate-le dijo el Nara para tranquilizarla.

-Estaría más calmada si la gente fuera puntual.

-Nadie llegará tarde, no hay razón para ponerse nervioso-la chica entonces empezó a llorar.

-Es que no...

-Otra vez...-Shikamaru le dio palmaditas en la espalda.

-Lo siento...es que mi padre me llamó esta mañana para desearme suerte y me ha dicho que en su iglesia rezan por mi...¿y qué pasará si no apruebo?...¿y si soy la única que no aprueba?-seguía llorando y hablaba con voz chillona.

-Basta. Eres cirujana de trauma, shhh. Somos soldados. Hemos librado batallas más duras que un examen cada día y hemos ganado, ¿vale?. Así que sécate las lágrimas y ahora, repite conmigo: soy soldado.

-Soy soldado...

-No, no. Dilo convencida. Repite: soy soldado.

-¡Soy soldado!

-Sube al autobús-la chica obedeció todavía llorando.

Rock Lee llegó y buscaba a su residente-¡¿Inuzuka?!

Kakashi hablaba con Itachi cerca del autobús-pide salmón para cenar y dile al servicio de habitaciones que no sea congelado. El congelado no tiene Omega 3-el azabache sonrió- Uchiha, ¿me estás escuchando?

-Deséame suerte y tranquilízate.

-¿Cómo vas de dinero?-sacó un fajo y se lo tendió-esto te vendrá bien.

Sasuke apareció seguido de Temari, que no dejaba de darle la charla-bien, no seas rebuscado. Quieren un protocolo estándar, no innovador. Es una prueba de competencia y eres competente hasta en sueños. Tienes que dormir muy bien.

-Quieres que esté relajado ¿no?

-Exacto.

-Esto no me calma-dijo el joven y fue hacia el autobús. Junto a la entrada, estaba Kakashi y ambos se miraron.

-Suerte Sasuke- dijo el peliblanco con media sonrisa forzada en los labios.

-Gracias.

Rock Lee se acercó a Tsunade que contemplaba a los residentes-oh, qué ilusión-dijo el de corte a tazón con la sonrisa de oreja a oreja.

-Cuando empezaron prometían tan poco que me parece estar viendo un milagro-dijo la rubia.

-¿Dónde está Inuzuka?

-Ya vendrá. Les enseñé bien-dijo orgullosa de si misma, pero entonces cambió su cara-un momento...¿y Gaara Sabaku No?

El pelirrojo estaba en la guardería con su pequeña en brazos. Naruto y Neji estaban a su lado.

-Llamaron hace cinco minutos-informó el rubio-se puso a vomitar en cuanto la dejé-su marido palpaba la frente de Miina por si tenía fiebre.

-Está ardiendo. Debería quedarme-dijo Gaara con determinación.

-Los bebés enferman-dijo Neji- es un rollo, pero es el ciclo vital. Hemos trabajado mucho. He invertido muchas horas de mi vida que no recuperaré. No suspenderás por un ataque de instinto paternal.

-Ve al aeropuerto y aprueba el examen-dijo Naruto.

-Mi niña está mala.

-Por suerte, su padre es médico-dijo el de ojos azules y le arrebató la pequeña de entre los brazos.

-Tiene familia y está llena de médicos-secundó el ortopeda- está bien. Vete. Déjame en buen lugar.

Gaara besó a Miina- papi te quiere, eres mi niña. Te quiero, volveré pronto-dijo y se fue.

Kiba está con el bebé de la interna. Sigue grave, conectado a máquinas y en las últimas. Rock Lee le tiene que echar para que finalmente suba al autobús y se marchan.

Kankurô estaba sentado a una mesa rodeado de papeles y Kakashi se le acercó.

-Te necesito-dijo el peliblanco sobresaltando al otro.

-¿Qué?

-Te necesito. Tengo un injerto de piel y mi interno de hoy cree que desbridar el tejido necrosado es el título de una canción de rock.

-¿Y no lo es?-rió.

-Es posible...no conozco las últimas novedades...

-Estás triste porque Itachi ha ido a examinarse-dijo el más joven y siguió con lo suyo.

-Uchiha y yo trabajamos bien juntos. Nos entendemos bien y tu eres muy bueno, podríamos intentar ver como va.

-No puedo...voy con un montón de retraso con todos estos artículos médicos para Uzumaki...quería leérmelos anoche, pero Sakura tenía gases...así que...

-Vale...me pareció bien trabajar juntos. Pero si estás ocupado...

Varias horas después, ya todos los residentes estaban en el hotel previsto. Lleno a rebosar de otros médicos de diferentes hospitales del país.

-Mi examinador me odiará-dijo Hinata dejándose caer cansada en un sillón de la recepción.

-No te obsesiones-tranquilizó Sasuke.

-Uno de cada cinco suspende-siguió la chica.

-Vale, obsesiónate.

-Es solo un examen. Nadie se está desangrando en la mesa de operaciones-dijo Itachi calmado-todo irá bien.

Gaara se acercó a su mejor amigo y se lo llevó aparte- Miina tiene gastroenteritis.

-¿Y qué?, los niños son así. Está Naruto.

-Miina tiene gastroenteritis...-repitió con mala cara.

Sasuke se dio cuenta entonces-oh, no...no Gaara, no puedes tener gastroenteritis.

-De acuerdo-dijo aguantándose las ganas de vomitar.

-Son los nervios-al pelirrojo le daban arcadas.

-Si.

-A ver...tu respira hondo ¿vale?, tu respira hondo-el azabache intentaba calmar al otro.

Hinata se les acercó-¿queréis que nos registremos y comamos algo?-Gaara al escuchar eso, vomitó en el suelo-¿qué...qué le pasa?

-Gastroenteritis.

-¿Miina tiene gastroenteritis y no dices nada?-reprochaba Itachi en cuanto lo supo. Todos mantenían cierta distancia del pelirrojo.

-¿Cómo has podido?¿quieres sabotearnos a todos?-esta vez fue Hinata.

-No es la peste bubónica-se defendió Gaara.

-¡Vamos!¡eres nuestro amigo!-la chica entró en pánico.

-Hinata, cálmate-el de ojos aqua intentó acercarse a ella, pero Kiba se lo impidió.

-Quédate quieto ahí donde estás apestado-miró a los demás-venga, a registrarse- Hinata e Itachi fueron tras el.

Sasuke miró a su alrededor-¿cuántos somos?¿somos unos cien?...si Hyûga tiene razón, veinte están jodidos.

-Estoy malo.

-Tu no suspenderás.

-Voy a vomitar...-dijo y sintió otra arcada.

Rato después, sentados en dos camas en una de las habitaciones, Kiba, Sasuke, Itachi e Hinata repasaban.

-Un hombre de cincuenta y seis años se presenta con obstrucción en el conducto pancreático y con dilatación del conducto pancreático principal- Itachi leía fichas.

-Descansa un poco-dijo Kiba- si no lo sabemos ya, lo llevamos crudo.

-Además tienes tu lápiz mágico-dijo Sasuke burlón viendo el lápiz amarillo que su hermano tenía en una mano y con el que jugueteaba.

-¿Lápiz mágico?- el castaño rió-cuéntamelo.

-Es mi lápiz de la suerte. Me da mucha suerte-contó el Uchiha mayor-lo usé en el examen de selectividad, y en el de ingreso y en el de interinidad. Es mi amuleto.

-¿De verdad es mágico?¿puede parar...eso?- Kiba señaló a Hinata que empezó a llorar de nuevo.

-Lo siento...lo siento...es que esto se ha hecho real por fin...

-Caída en combate-dijo Sasuke.

-Ya van dos-secundó su hermano-primero Sabaku No y ahora...

-Gaara no-el Uchiha menor se molestó-está bien.

Kiba llama a Rock Lee y cuando se entera de que volverán a operar al bebé de la interna, decide regresar a Konoha.

Un dormido Gaara despertó por cortesía de su teléfono móvil que empezó a vibrar en la mesita de noche.

-¡Hola!-fingió estar perfectamente-no, si...echando una cabezadita. Estaba un poco cansado...-al otro lado, escuchó a su hija llorar-¿y Miina?

Naruto, en su casa, intentaba tranquilizar a la pequeña-le ha bajado la fiebre, no te preocupes.

-La estoy oyendo llorar.

-No...está diciendo: papi, suerte en el examen.

-¿De verdad está mejor?

-Si, claro. Ya no llora-la niña se estaba calmando-hasta está sonriendo y todo.

-Cuando sonríe me encanta.

-¿Listo para mañana?

-¿Para mañana?, si, preparado.

-He hecho unas llamadas. Hay una vacante en el Kusagakure, ¿qué te parece?. Miina podría crecer en el precioso país de la hierba.

-Bueno...aún no sé ni si quiero el trabajo del Getsu...y no he aprobado aún.

-Lo harás-de repente se escucharon las teclas del teléfono- Miina, deja los botones. Eh, que estoy hablando con...-se cortó.

Alguien llamó entonces a la puerta, la que comunicaba con la habitación de al lado. Cuando Gaara abrió, se encontró a Sasuke con una mascarilla y varias cosas en las manos.

-Que bonito-dijo el pelirrojo al verlo.

-No me arriesgo.

-Miina me ha colgado-dijo mientras seguía a su mejor amigo hasta la cama.

-Acostúmbrate.

-¿De dónde has sacado una vía y suero?- Gaara alucinaba.

-Soy médico y en el hotel somos cientos-dijo como si fuera lo más obvio del mundo y se puso a atender a su compañero.

-Eres buena persona-dijo dejándose hacer.

-Eh, no te emociones. En un minuto me largaré de esta fosa séptica.

En el Konoha Byôin, Kankurô almorzaba solo en la cafetería, hasta que Kakashi se sentó con el.

-¿Te importa?

-No, por favor.

-He mandado al idiota de mi interno a por comida. Le he dicho, lo que sea menos lentejas...¿adivinas qué me ha traído?-dijo Kakashi mordiendo una manzana roja.

-Lentejas.

-Menudo futuro.

-No todos somos incompetentes.

-Uchiha me ha malacostumbrado. Es rápido, se esmera, es divertido...

-¿Verdad?, y tiene un humor muy sarcástico.

-Si.

Kiba llega a Konoha, pero aunque Lee opera al bebé, no hay nada que hacer. Está condenado y el castaño se queda con la interna hasta que el corazón del pequeño deje de latir.

Cuando ya era de noche, Sasuke volvió a llamar a la puerta de la habitación de Gaara. Éste sujetaba el suero en una mano.

-No abras la puerta, no quiero respirar tu aire-dijo el azabache-¿necesitas algo?

-Ah no, estoy bien.

-¿Has dormido?

-No...me encuentro peor cuando me tumbo o me agacho que cuando me pongo de pie.

Ambos, a cada lado, se dejaron caer en el suelo, quedando sentados cada uno con la espalda apoyada en la puerta.

-¿Crees que Miina va a odiarme?-preguntó el pelirrojo apenado.

-¿Por qué?

-Los padres deben cuidar a sus hijos si están malos, sobretodo las madres...y entre Naruto y yo, admitámoslo...soy la madre. Si estás malo quieres que mamá te coja en brazos. Mi madre nunca estaba para cogerme y...ahora yo no tengo a Miina en brazos. Quería saber si crees que va a odiarme.

Sasuke se quedó unos segundos en silencio- Kakashi me ha pedido el divorcio...

-Ya...

-¿Lo sabías?

-Si.

-¿Lo saben todos?-eso le preocupó.

-No. Realmente me lo imaginé, desde aquella noche que se quedó a dormir en casa. Además, te conozco y últimamente no eres el mismo. Lo intentas, pero te lo noto. Apenas y os miráis. Pero terminarás pasando página, ya lo verás...¿sigues ahí?-no se escuchaba nada al otro lado de la puerta.

-Si...no me he ido.

-Quédate en mi casa. Hay sitio.

-No quiero vivir contigo de nuevo. Tienes una familia-dijo y se tumbó en el suelo.

-¿Él va a mudarse?- Gaara había hecho lo mismo, poniendo almohadas para estar más cómodo.

-No lo sé.

-Pero...no estáis juntos. Habéis roto.

-No, no podemos...romper de pronto. Estamos casados.

-Lo sé, verás, creo que Naruto contrató a un abogado muy bueno para su divorcio.

-Gaara tu no lo entiendes...no quiero abogados...-dijo con un nudo en la garganta-no quiero el divorcio...le quiero a el...-se formó otro silencio-dilo...

-Lucha por él entonces.

-Kakashi es mi marido. No quiere ni verme...no sé si soy capaz de luchar...quiero dejarle...quiero irme lejos y olvidarle. Creo que la distancia es la solución a esto.

-Muy bien.

-Así que me voy.

-¿Vas a irte a trabajar al Otogakure?

-Puede.

-¿Me dejas a mi también?-ya ambos habían vuelto a sentarse y apoyaban las cabezas en la puerta.

-Tu te vas al Getsu.

-Puede que no.

-O tal vez si- Sasuke parecía asustado de pronto-en ese caso...te dejaría también...pero hay teléfonos ¿sabes?

-¡Odias los teléfonos!

-Es verdad, pero...no tienen que gustarme.

-Mete la mano bajo la puerta-ordenó entonces Gaara. El otro obedeció y se dieron las manos por la rendija. Ambos con los ojos llorosos.

Rock Lee se pone serio y aunque el examen es en tres horas y puede que no llegue a tiempo, hace que Kiba vuelva al hotel.

Ya por la mañana, Gaara despertó sobre el duro suelo y junto a la puerta. Con dificultad se puso en pie.

-¿Estás despierto?-preguntó a su mejor amigo al otro lado.

-Ajá. ¿Cómo estás?

-Peor. Creo que no puedo.

-Abre la puerta.

-Ve a vestirte, yo estoy bien.

-Abre la puerta.

El pelirrojo lo hizo y en cuanto Sasuke entró, Gaara vomitó en la papelera mientras el azabache le acariciaba la espalda.

-Vamos...ya está...muy bien. Esta es la última vez que has vomitado. La mente es fuerte. Puedes hacerlo, ¿vale?

Naruto estaba en el salón de su casa con Miina en brazos.

-Bueno...ya está. La noche ha pasado-la pequeña estaba tranquila-ha sido porque somos supervivientes. Tu y yo. Y papi va a aprobar. Esperemos que no vomites en los próximos quince minutos.

La puerta de entrada se abrió, y entró Kankurô. Llevaba una bolsa de papel con algunos donuts.

-Hola-dijo el rubio-¿qué haces aquí?

-¿Qué hace Miina con un disfraz de abeja?

-Ha vomitado encima de toda su ropa-dijo y suspiró.

El menor se acercó y se sentó a su lado-¿está mejor?, dejé a Sakura en la guardería y vine a traerte comida para que no mueras de hambre-le mostró la bolsa y la puso sobre la mesa de centro-porque ser padre soltero es duro.

-¿Padre soltero?- Naruto sonrió ante el comentario.

-Así me siento yo...-comentó Kankurô con tristeza y cogió a la niña- Kiba está a kilómetros de aquí. Llevo semanas sin estar más de cinco minutos con el...le echo de menos...y sé que este es el momento más importante de su carrera, pero no puedo evitar...sentirme excluido. ¿Soy egoísta?

La guardería, el colegio, el instituto, la facultad, la residencia. Todo conduce a esto. Algunos se hunden con la presión. A otros les motiva. Sea como sea, no hay nada más que hacer. Se acabó estudiar. Se acabó prepararse.

Los examinadores, uno por uno, fueron llamando a sus examinados y juntos entraban en una habitación.

Gaara y Sasuke estaban sentados uno al lado del otro.

-Sasuke...-musitó el pelirrojo cuando sintió una arcada.

-La mente es fuerte-fue lo único que dijo el chico antes de levantarse porque le habían llamado.

Nos guste o no, la hora ha llegado. Lo único que te queda, es presentarte.

Minutos después, el pasillo estaba desierto. Una examinadora salió y llamó a su examinado-¿Kiba Inuzuka?

Pero, éste, no estaba allí.

Continuará...

Notas finales:

Canción: Birdy --> Young blood

http://www.youtube.com/watch?v=Y3zNXuRXi1g


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