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Nos enseñan que hay siete pecados capitales. Todos conocemos los más importantes. Gula, soberbia, lujuria...
Naruto y Deidara jugaban a los dardos en el Ichiraku. En la barra, Sasuke, Sakura y Gaara bebían, Kiba se les unió seguido de Sasori. Y el neurocirujano no dejaba de echar miradas fulminantes al pelirrojo mayor cada vez que iba a lanzar un dardo a la diana.
Hay un pecado del que no oímos hablar mucho. La ira. Tal vez porque pensamos que no es tan peligrosa, que podemos controlarla. Quería decir que puede que no nos tomemos enserio la ira. Y quizá es más peligrosa de lo que pensamos. Cuando se trata de comportamientos destructivos la ira es el número uno.
Por la mañana, Gaara y Naruto se reunieron con Sai en su consulta.
-¿Ese es tu diagnóstico?-preguntó el rubio escéptico.
-Si, cáncer de huesos-dijo Gaara que estaba sentado al lado del veterinario que les había dado la mala noticia sobre lo que le ocurría a Akamaru.
-Si, ya le he oído-dijo Naruto tajante y ganándose una mirada severa de los ojos aqua.
-Tengo que hacerle radiografías para ver su extensión, los osteosarcomas son agresivos, pero podemos intentar la quimio o extirparle el tumor- Sai parecía ajeno a la tensión que allí se respiraba-si está muy extendido tendré que amputarle la pata-sujetaba al perro con la correa, y éste permanecía tumbado en el suelo.
-Si es así, para qué molestarnos-dijo Naruto que quería marcharse cuanto antes.
-Claro, dejemos que se muera-ironizó Gaara.
-No quiero que sufra-aclaró.
-Ya.
Hay un donante de corazón en el Sunagakure Byôin. Deidara irá a buscarlo puesto que será para Ino. Llegan muchos heridos a urgencias por un tiroteo que hubo en un restaurante, pero cuyo culpable huyó. Sasuke se encarga de una parejita de novios con heridas de bala. Gaara con Neji de un balazo en la pierna de un chico. Naruto y Sasori de una herida en la cabeza. Sakura de un hombre con las heridas en el brazo. Kiba acompaña a Deidara en su viaje a por el corazón.
Al enterarse del trasplante, Sakura abordó a Tsunade.
-La respuesta es no Haruno- dijo la mujer que nada más verla sabía a lo que venía.
-No sabe cual es la pregunta.
-Quieres ayudar a preparar a Ino para el trasplante.
-¿Es verdad?¿tienen un corazón?-preguntó ilusionada.
-¿Ves la cara que has puesto?, ése es el problema. Estás muy unida a ella. La respuesta es no. No puedes prepararle, vuelve a suturas.
-Conozco sus parámetros-la pelirrosa la seguía insistente-sé como está su corazón mejor que ningún interno y conozco su medicación. Conozco la frecuencia, las dosis y sus limitaciones físicas. Lo prometo, seré una profesional al cien por cien.
-Oh ¿ni flirteos?¿ni jerséis?¿ni juegos de mesa como el Scrabble?
-La trataré con el mismo protocolo que a otro paciente.
La mujer se rindió-está bien, puedes ir a decirle que hay un corazón en camino-la chica salió corriendo-¡Haruno, si intentas sentarte en su cama...!
Entró en la habitación de la rubia que estaba leyendo revistas.
-Te traigo buenas noticias-dijo la pelirrosa orgullosa.
-¿Vais a poner otra televisión?, porque esa es minúscula.
-Tienes un corazón.
Ino se emocionó-no quiero ponerme dramática, pero vas a tener que repetírmelo. Dímelo despacio, éste es uno de los momentos en la vida de los que quiero recordar con detalle.
Sakura se acercó a ella-hay un donante de corazón en el Sunagakure Byôin. El doctor Deidara ha ido a recogerlo.
-Creo que eso significa que vamos a poder tener citas de verdad.
-Así es.
Una mujer entró en la habitación-ya estoy aquí señorita Yamanaka-dijo y le tendió unos papeles a la rubia.
-¿Qué es eso?-preguntó la pelirrosa.
-Unos formularios-dijo la mujer, pero Sakura cogió uno y lo leyó.
-¿Una orden de no resucitar?
-Volveré más tarde-la recién llegada se fue.
-¿Por qué los firmas?-reprendió la pelirrosa- ha llegado un corazón.
-Si no me sirviera por alguna razón...
-Servirá.
-Recuerda el último.
-Te han puesto un aparato que podría darte otros dos años de vida en último caso.
-Sakura...si éste no me sirve, se acabó. Lo...lo siento, pero estoy agotada.
-No, no. No te permito tomar esa decisión ahora.
-Es curioso. Creí que eso lo decidían los pacientes. Escúchame, creo en el cielo Sakura, y si tengo que escoger entre esta vida aquí y otra en el cielo, escojo el cielo ¿entendido?
-Claro-dijo frustrada y veía como la rubia firmaba los documentos.
Lamentablemente, el corazón que iba a ser para Ino, no sirve. Y hay otro, pero para un paciente inscrito en la lista de trasplantes diecisiete segundos antes. Sakura, al enterarse, se pone a mentir sobre el estado de Ino para que se lo den a ella por estar más grave al hablar por teléfono con Deidara.
Al rubio le dan una hora para hacer sus pruebas y conocer la gravedad, por lo que Sakura se ve envuelta en un problema.
Sasuke y Gaara descansaban sentados en una camilla de un pasillo.
-Intento ayudar al perro y él empieza a hablar de sacrificarlo, como si no fuera nada. Y odia a Sai que quiere mucho a los perros.
Entonces se dieron cuenta de que Sakura les estaba mirando como con miedo a acercarse.
-Le he dicho una mentira al doctor Deidara- dijo la chica en extremo nerviosa.
-Bien echo, jode al poder-dijo Sasuke orgulloso.
-No...no, necesito...dios no puedo...ahora no sé que hacer, ¿qué hago?, hay uno en la lista antes que Ino.
-Ya le darán otro corazón-dijo Gaara.
-¡No!¡necesita éste corazón!
-Probablemente le den otro-intentó calmar Sasuke- pero si a Ino le funciona la máquina y hay alguien por delante de ella en la lista...no le darán ese corazón.
A la chica se le iluminó la bombilla-si, es verdad si, gracias. Gracias-y salió corriendo. Se hizo con varias cosas y fue a la habitación de Ino.
-¿Para qué es todo eso?-preguntó la rubia.
-Para el corazón.
-¿Vas a trasplantármelo aquí?, no sabía que fuera tan sencillo.
-Puede que te quedes sin corazón-dijo seria la pelirrosa- hay otro paciente en el Sunagakure Byôin.
-¿Así que va a pasarme otra vez?
-No necesariamente. He estado pensando una y otra vez y no puedo mentir ni fingir. Necesitamos informes y análisis. Tienen que creernos. Tiene que ser real-parecía fuera de si.
-¿De qué estás hablando?
La otra se sentó en su cama, cerca-para que te den el corazón tendrías que empeorar mucho y tendría que suceder rápidamente.
-Pero eso no está pasando ¿o si va a pasar?
-Voy a hacer que pase-se levantó y bajó las persianas.
-Sakura, Sakura escúchame, no vamos a hacerlo- Ino estaba aterrada, quería el corazón, pero no a ese precio.
-Tranquila, no vas a morir-aseguró-estaré aquí todo el tiempo y no ocurrirá nada. Por eso he traído todo esto.
-No es porque pueda morir, es porque está mal.
-Llevas un año y medio esperando. Quién sabe cuando vendrá el siguiente.
-Me la jugaré.
-¡No!, tal vez ya sea tarde.
-¡Pues que lo sea!¡saca todo esto de aquí!
-No Ino, por favor- Sakura estaba a punto de llorar-debes hacer esto.
-¡No Sakura!¡no voy a robarle a otra persona el corazón sin mencionar que esto acabaría con tu carrera!
-Me da igual mi carrera.
-¿Sabes una cosa?, te estás pasando, voy a llamar a una enfermera.
-La gente que entra en el programa de trasplantes lo hace casi por segundos. Por segundos. Te apuntaron unos segundos después que a el. Comprobé la lista. La diferencia que existe entre ese hombre y tu entrada en el programa es de diecisiete segundos. Así es Ino, diecisiete segundos, ni un beso decente tiene esa duración. Ese otro hombre no digo que no se lo merezca, seguro que si, pero lo mismo que tú te lo mereces. ¡Lo mismo que tu!¡y si me cuentas alguna chorrada más sobre esa luz blanca o sobre mirarme desde el cielo te juro que yo misma te mataré ahora!
-Sakura...todo va a ir bien...no tienes que preocuparte.
La pelirrosa rió-¿y qué pasa conmigo?-varias lágrimas ya se deslizaban por sus mejillas-¡¿qué pasará conmigo cuando sigas la luz?!
-Sakura...
-¡No!¡lo entiendo! ¡¿vale?!¡lo entiendo!¡tú estarás bien!¡muy bien!¡¿y qué pasa conmigo?!¡no lo hagas por ti!¡hazlo por mi!¡por favor Ino hazlo por mi!¡por favor!¡porque si te mueres...dios tienes que hacerlo!¡tienes que hacerlo por mi o jamás te perdonaré!-Ino también lloraba.
-¿Por morir?
-¡No!¡por hacer que te quiera!¡por favor!¡por favor hazlo por mi!
-Ven aquí-la rubia extendió sus manos y estrechó las de la otra, que estaba bastante alterada, obligándola a sentarse a su lado.
-¡Hazlo por mi!¡si tu no lo haces yo no podré tampoco!-Ino le acariciaba el rostro intentando calmarla-¡por favor Ino hazlo por mi!-añadió, se dejó caer en el hombro de la otra y se desahogo llorando con fuerza.
-Vale, vale lo haré.
Cuando Deidara llamó a Sakura para informarse de los análisis de Yamanaka, la pelirrosa le pidió que volviera al hospital con el corazón, porque iba a hacerle algo a Ino y no estaba segura de cuanto podría aguantar la rubia después. Así que se ve obligado a volver al hospital para intentar detener a Sakura.
¿Qué diferencia la ira del resto de los pecados capitales?. Lo cierto es que es sencillo, si pecas por envidia o soberbia, solo te haces daño a ti mismo.
Ya de noche, Gaara salió del hospital y fue a la consulta de Sai. Éste en cuanto lo vio llegar se levantó de su escritorio y lo recibió con un beso en la mejilla-¿qué? ¿salimos a cenar?
-Dime la verdad sobre Akamaru.
-¿De qué hablas?
-De que me estás ocultando su verdadero estado.
-En el mejor de los casos Akamaru tendría un año de vida.
-Vale-sintió ganas de llorar.
-Y no está en el mejor de los casos.
-Vale.
-Gaara...
-¡Mierda!
-Ven aquí-dijo y le abrazó-lo siento. Lo siento, sé que le quieres mucho.
-Es verdad. Le quiero muchísimo-dijo y era cierto, salvo que no sabía si en ese instante se refería al perro o a Naruto.
Jiraiya se acercó a Iruka al final de la jornada, porque lo veía con mala cara.
-No puedo competir-dijo el castaño antes de que el otro le preguntase nada-no intenta hacerme daño, es que...los únicos de éste hospital que no saben que Naruto quiere a Gaara son Naruto y Gaara. No puedo competir con eso.
-¿Y qué vas a hacer?
-He firmado el divorcio esta mañana, supongo que se lo daré a los abogados...
Sakura llamó a Sasori para que le ayudase.
El pelirrojo se detuvo en la puerta de la habitación de Ino.
-¿Quieres mi ayuda con un electro?
-No, ven aquí-se dirigió a la rubia-después de hacer esto tendré que darte unas descargas.
-¿Hacer qué?-preguntó Sasori que seguía junto a la puerta que acababa de cerrar.
-¿Estás bien?-Sakura ignoró a su amigo.
-Creo que si, explícamelo otra vez-dijo la otra.
-El aparato que te pusieron en el abdomen está conectado a tu corazón, éste cable llega a la fuente y éste está conectado a la bomba que bombea por ti. Tengo el instrumental de emergencia, el desfibrilador, la solución salina y tengo el...
-¿Qué vas a hacer?-Sasori ya empezaba a intuirlo, pero se negaba a creerlo.
-Ahm, deberíamos decir algo.
-Bésame- dijo la chica rubia, la otra no dudó en obedecer, con pasión-éste beso vale más que mil palabras.
-Una imagen, una imagen vale más que mil palabras...
-¿Vas a llevarme la contraria en un momento así?
-Ehm no quiero interrumpir pero...
-¡Dame un segundo Sasori!-dijo la pelirrosa y cogió el rostro de Ino con ambas manos-bien ¿estás lista?
-Más que nunca.
Sakura cogió las tijeras.
-¿Qué vas a hacer?-Sasori seguía.
-Ino si ves una luz blanca y brillante...
-Intentaré alejarme.
-Exacto.
-A mi esto...-Sasori debía intervenir.
-Asegúrate de que nadie cruce esa puerta-le ordenó su amiga.
-¿Qué estás haciendo?-parecía no reconocer a su compañera.
-Voy a pararle el corazón.
-Sakura...
-Deidara está en camino-dijo y cortó uno de los cables.
Con la lujuria y la avaricia, te hieres a ti mismo o a algún otro. Pero la ira es lo peor.
Muchos pacientes del tiroteo ya estaban recibiendo el alta en urgencias, cuando empezaron a oír disparos fuera. Hubo gritos, la gente se agachaba y todo era confuso.
El padre de todos los pecados.
Cuando los disparos de detuvieron, Tsunade y varios médicos salieron fuera a ver qué había ocurrido. Cerca de la entrada, la mujer rubia vio a Deidara en el suelo con un tiro en el hombro derecho además de a varias personas más.
La ira te lleva a cruzar los límites. Y cuando lo hace, puedes llevarte a mucha gente por delante.
Continuará...