Una especie de milagro
Hay milagros médicos. Al rendir culto al altar de la ciencia, no nos gusta creer en los milagros. Pero existen. Suceden. No podemos explicarlos ni controlarlos. Pero están ahí.
Jiraiya seguía intentado reanimar al pelirrojo.
Tsunade habló preocupada-sé que la hipotermia protege los órganos vitales, pero ¿cuánto tiempo podemos seguir?
-He visto casos hasta de cuatro horas-dijo el peliblanco.
-Pero no es...
-¡Pienso seguir!¡es el pequeño de Karura Sabaku No!
-Todos estamos de tu parte-aclaró Deidara.
-Su temperatura es de treinta grados-dijo el jefe-no estará muerto sino está caliente y muerto. Debemos llegar a los treinta y siete grados e intentar reanimarlo.
-Si, señor-dijo Tsunade.
-Hacedle un lavado gástrico con agua caliente.
El busca de Iruka sonó-es mi paciente...
-Iruka- dijo la mujer rubia-los de ahí fuera están esperando tus noticias, así que digas lo que digas...
El castaño asintió comprendiendo.
Hay milagros en la medicina. Ocurren a diario. Aunque no siempre cuando más los necesitas.
Gaara seguía sentado en la camilla y alucinaba con esa especie de limbo al que había ido a parar.
-Gaara...-Ino le llamó a ver si reaccionaba-tiene miedo-le dijo al jefe de la brigada de explosivos.
-No lo tiene-dijo este.
-La gente se asusta.
-No, está bien.
-Por llevar más tiempo muerto no lo sabes todo-dijo la rubia.
-Por eso no me gusta estar aquí contigo, porque no evalúas las situaciones, actúas sin pensar.
-Oye, yo no volé en una explosión-dijo Ino ofendida.
-Es por mi cerebro-dijo Gaara llamando la atención de los otros dos- es por los neurotransmisores ¿verdad?
-No-le respondieron a la vez.
-Si esto fuera por mi cerebro, a quien me gustaría ver...no os ofendáis, sería a...¡Akamaru!-su perro subió en la camilla de un brinco y empezó a lamerle la cara cariñosamente-mi pequeño...hola guapo-no podía dejar de acariciarle.
-Gaara, no es cosa de tu cerebro-apuntó el hombre con los brazos en jarras-es la muerte. Estás muerto, eres un fiambre. Se acabó.
-No, no, no, no, no-interrumpió Ino- te has pasado. Íbamos a hacerlo con tacto, no así-el pelirrojo les ignoraba porque estaba centrado en su perrito- Gaara...te ahogaste en el mar ¿lo recuerdas?
-Fue un infierno-dijo el chico que seguía a lo suyo-¿quién es mi chico?¿quién es el mejor?-Akamaru recibía encantado los mimos.
-Va a llevarnos tiempo...-dijo el hombre.
-Le queda poco-dijo Ino- no tenemos tiempo.
En cuanto Iruka salió de la habitación, Naruto le abordó-¿cómo está?
-Aún sigue a treinta grados. Todavía no tiene pulso, esperamos que cuando se caliente...
-¡Quiero entrar ahí!
-No.
-¡Hay riesgo de daños cerebrales, tengo que entrar!
-No puedes. Ni por él, ni por nadie. No estás en condiciones-añadió y se fue.
Los demás también se abalanzaron sobre Iruka cuando cruzó las puertas del pasillo.
-Está mal-les dijo sincero.
-¿Sigue cianótico?-preguntó Sasuke alterado-¿qué temperatura tiene?¿por qué tardan tanto?
-¡Doctor Uchiha!-reprendió el castaño del pelo recogido-no está bien. Hacen todo lo que pueden. Creo que deberíais esperar lo peor. Tengo que ir a ver a una paciente-se marchó.
-Voy con el-dijo Kiba- Sakura tenme al tanto-y se fue detrás del otro.
-¿Esperar lo peor?-Sasuke no lo podía creer-se lo decimos a las familias antes de una muerte.
-Se pondrá bien-dijo Sakura.
-Hay equivocaciones-dijo Sasori. Ya no lloraba, ahora parecía fuerte.
Sasuke se acercó a las puertas y miró por el cristal-no esperaré-dijo y se alejó.
-Sasuke...
El azabache se marchó de allí.
-Va a sobrevivir-musitó la pelirrosa como si se lo dijera a si misma-va a sobrevivir...va a sobrevivir...va a sobrevivir...
Gaara seguía acariciando al perrito.
-Gaara...Gaara- la voz de una mujer llamó su atención. La reconoció. Era una enfermera que había trabajado con su madre, hasta que un cáncer de hígado acabó con ella. También apareció otra chica más joven. Una que había muerto como consecuencia de una barra de hierro que había atravesado su cuerpo y el de un hombre que si sobrevivió.
-¿Qué hacéis todos aquí?-preguntó el pelirrojo conmocionado-¿esto es...?
-No es el cielo-aclaró la chica.
-Tu nos has llamado-dijo el de la brigada de explosivos.
-¿Que yo os he...?-no entendía nada.
-Cuéntanos lo del mar-dijo Ino- debes entenderlo, es importante. No puedes entretenerte. No hay tiempo. No tienes tiempo y nosotros tampoco.
-Me ahogué, es todo. Ya está.
De repente, se quedó solo con Ino. Los demás desaparecieron.
-Gaara, ¿estás listo para hablar?¿o vas a perder más tiempo?
La embarazada de Iruka y Kiba ha perdido la memoria como consecuencia del accidente. Sasuke se va de compras. Ya Jiraiya, Tsunade y Deidara llevan una hora con Gaara. Neji se lleva a Sasori y Sakura para que ayuden a los heridos.
Sasuke estaba en el Ichiraku bebiendo cerveza-¿usas crema hidratante?-preguntó a Chôji y sacó un bote de una de las tantas bolsas que tenía alrededor-ten. Toma, déjala por ahí.
-¿De qué es?, huele a algo quemado.
-De jengibre. No lo entiendes. Todo esto por cien yenes-dijo señalando las bolsas-lo que quieras por cien yenes. Mira-sacó una sillita de niño-es pequeña...es...tiene unos dibujos de gatitos horrorosos, pero es una silla. Por cien yenes compras muebles. Así es nuestro país.
-Oye, el accidente ha sido tremendo, ¿no deberías...?
-Estoy superándolo-aclaró el azabache-¿vale?-tenía los ojos acuosos-superándolo, así que calla y mira toda esta mierda.
Ino seguía con su interrogatorio-¿qué pasó?
-Que me ahogué, solo eso-dijo como agotado.
La otra chica apareció molesta, la que murió por la barra de metal-yo era joven y guapa y tenía novio. Iba a casarme en cuatro meses y de pronto morí. Y aquí estás tu tan contento porque te has muerto.
-¿Crees que quiero estar aquí?-pregunto el pelirrojo ofendido-¡nadé!¡luché!¡mucho!¡el agua estaba helada!
-¿Y qué pasó en la bañera?-preguntó Ino.
-¡No fue nada!¡fue...!, ¿estabas mirando?
-Yo no miro a los hombres en el baño. Ojalá viera...sabemos cosas.
-Te lo planteaste-dijo la enfermera-un hijo de Karura Sabaku No...
-No tiene que ver con mi madre-aclaró poco convincente.
-Pero con Naruto si-dijo Ino.
-¡Yo jamás...!
-Lo harías-interrumpió la chica-sé que te han pasado cosas horribles, ¿cómo puedes ser cirujano y no tener respeto por la vida?
El de la brigada de explosivos reapareció-¿dónde te habías metido?-preguntó Ino.
-Es una pérdida de tiempo. O lo entiende o no-dijo el hombre. Parecía furioso-en mi opinión da igual porque has llegado aquí. O estás aquí o no. No hay término medio. Y ésta puede decir todo lo que quiera-se refería a Ino con la que parecía tener un pique-no es distinta de las otras dos. Está atrapada.
-¿Y tu no?-preguntó Gaara.
-No. Me gustaba mi vida. Ayudaba cuanto podía. Cuando se me cayó el proyectil cumplí con mi obligación. Te salvé.
Karura despertó y se percató de que no estaba sola. Naruto estaba sentado en una silla cercana.
-Dame agua-dijo la mujer al verlo.
El chico obedeció. Se le notaban los ojos rojos y tenía húmedas las mejillas. Le dio el vaso con agua y mientras ella bebía le acarició el cabello-le hundiste-dijo-le dijiste que era corriente. Siempre le has hecho creer que todo lo que conseguía no era suficiente. Todo lo bueno que hay en Gaara, lo consiguió a pesar de ti. Tal vez no sobreviva-se estaba enfadando y se notaba en su tono de voz-será por ti. Eres la culpable...
-Naruto- Iruka le llamó a su espalda y el rubio salió de la habitación.
-Esa mujer es...
-Es mala no cabe duda. Pero no puede evitarlo y ella no puede ayudar ahora a Gaara.
-Es culpa mía...-Naruto estaba inquieto.
-No.
-¡Sabía lo que pasaba y no estuve allí!
-Eres humano.
-¡Se estaba alejando y yo...!-sollozaba-he sido...
-¿Crees que se tiró al agua a propósito?-Iruka estaba sorprendido.
Naruto asintió-nada muy bien. Pudo salir-dijo y se echó a llorar.
-Naruto...no lo sabes...-le sostuvo el rostro-ahora no puedes rendirte. No dejaré que te derrumbes. Aún hay esperanzas. Todavía las hay Naruto.
Ino seguía-¿qué pasó en el agua?
-¡Nadé!¡luché!
-No es verdad-volvían a estar los dos solos-no puedes quedarte aquí Gaara.
-¡No quiero quedarme!
-Si quieres...es más fácil. Pero no puedes, porque el padre de Sasori murió. Sakura me perdió a mi. Y Sasuke con nueve años sufrió un accidente de coche con su padre y el se desangró delante de él mientras esperaban una ambulancia. Y Kiba...
-¡Basta!
-Apenas pueden vivir. Vas a hundirlos. Ninguno se lo merece. Y lo más importante, presta atención, es un milagro que Naruto exista. Y que sea quien es, ¿sabes lo difícil que es que exista alguien como él?...es un optimista. Sigue creyendo en el amor y en la magia y en la vida. Te está esperando y si no vuelves con él dejará de ser quien es.
Gaara empezó a llorar-oh...dios...
Karura sufre un paro cardíaco. Sasuke seguía en el Ichiraku.
-Este sudoku es chungo de hacer...
-Ya veo-dijo Chôji.
Kakashi se sentó en el taburete de al lado del azabache-no hay cambios. Sigue igual.
-¿De verdad?-el chico continuaba escribiendo.
-Algunos superan la hipotermia.
-También soy médico. Sé de ciencia. Es la hora de beber-dijo y señaló una botella de cerveza casi vacía.
-Aún no. Tienes que esperar a Gaara- Kakashi estaba serio y su tono era firme.
-No. No se me da bien. Y es hora de que lo sepas. No me enorgullece...es que no...lo siento. No puedo volver allí y ver como se...-se le hizo un nudo en la garganta.
-Escúchame. Esto se refiere a ti y a tu mejor amigo. Conoces bien la medicina y si muere y tu estás aquí cuando eso pase, nunca podrás recuperarte. Debes despedirte de tu amigo-añadió y se marchó.
Gaara decidió confesarse con Ino- estaba nadando. Estaba luchando. Y luego pensé...solo un segundo, pensé ¿para qué?. Y me hundí. Dejé de luchar. No lo cuentes.
-De acuerdo-entonces Ino sonrió.
-¿Qué?
-Sakura- dijo la chica emocionada.
-¿La estás viendo?
-No. A veces estamos en el mismo sitio justo a la misma hora. Y...oh...casi puedo oír su voz. Casi puedo tocarla. Quiero creer que sabe que estoy. Eso te queda. Solo momentos con tus seres queridos. Pero pasan página, y tu quieres que la pasen. Aún así es todo lo que tienes. Momentos.
-¿Esto está pasando?
-No sé, es tu otra vida. No la mía.
Ino entonces desapareció y el suelo comenzó a llenarse de agua.
Naruto y los enfermeros intentan reanimar a Karura. Deidara le hace un bypass cardiopulmonar a Gaara y su temperatura sube a treinta y cinco.
Gaara entró en pánico y buscó a sus acompañantes-¡no quiero estar aquí!¡quiero volver!
-Dijeron que no te quedaba mucho tiempo-dijo la chica.
-¡¿Se me ha acabado?!
-Bueno, no lo sabemos-dijo la enfermera.
-¡Oh dios!...¡no puedo...!¡quiero...!¡tenía problemas personales! ¿sabéis lo absurdo que me parece ahora?
-Ya lo sé-dijo Ino comprensiva.
-¡No me basta!-estaba llorando sin control-¡necesito solo un instante con Naruto! ¡o con Sasuke!¡necesito volver!¡por favor!¡lo siento!¡lo siento!¡no puedo respirar...es como...!-entonces vio a su madre.
El marcapasos de Gaara no reacciona. Sasuke entró en la habitación y se quedó mirando a su amigo.
-Inténtelo...-le dijo a Tsunade-¡inténtelo!-chilló.
-Solo una dosis más de estimulantes-dijo la mujer.
-Uno más-secundó Jiraiya.
El pelirrojo fue al encuentro de su madre. La mujer vestía su uniforme de cirujana.
-No debes estar aquí-le dijo ella en cuanto lo vio.
-Ni tú tampoco.
-Sigue haciendo lo mismo. No seas un...-se silenció y abrazó a su hijo-eras...eres de todo menos corriente Gaara.
-Gracias...-le devolvió el abrazo emocionado.
Karura se echó a llorar y se separó del pelirrojo- Gaara, corre.
El chico obedeció y empezó a andar hasta que una luz brillante y cegadora le rodeó.
El monitor empezó a dar señal, Gaara volvía a tener pulso. Sasuke contuvo la respiración.
Cuando le quitaron el tubo que le ayudaba a respirar. Iruka entró.
-¿Respira por si solo?-Tsunade asintió-ha sido mucho tiempo, ¿y sus funciones cerebrales?
-No lo sé-dijo la mujer.
-¿Y Naruto sabe qué...?
-Aún no le he llamado. Quería dejarlo aquí un rato.
Tsunade e Iruka salieron, dejando solo a Sasuke con el pelirrojo.
-Ho...hola...-Gaara apenas podía hablar ahora que empezaba a despertarse. El azabache corrió a su altura.
-¿Has dicho algo?¿has hablado?...Gaara no te he entendido. Inténtalo otra vez, vamos-mientras hablaba acariciaba el rostro de su amigo-por favor...por favor, dime. Tu cerebro funciona ¿vale?. Solo debes pronunciar una palabra, por favor-las orbes aguamarinas se abrieron y le miraron-oh dios...-una lágrima rodó por su mejilla de la felicidad- Kakashi y yo somos novios. Ya sé que no es una de tus prioridades ahora mismo, pero por si acaso tropiezas en el pasillo y te caes, eres la primera persona a la que quería contárselo. Gracias por no morirte.
-Debes...tener mucho...ojo con él.
-Se lo pedí yo, qué patético ¿no?
-No...
Sasori, Sakura y Kiba corrieron hacia la habitación y vieron a Gaara por el cristal.
Trasladaron a Gaara a otra habitación. Ahora debía quedarse ingresado en el hospital hasta que se recuperase plenamente. Naruto le miraba dormir desde el umbral de la puerta hasta que despertó.
-Hola-le dijo sonriente el rubio.
-Hola.
Se acercó a la cama y le besó en los labios- Gaara...
-Mi madre ha muerto ¿no?
-Si-respondió extrañado.
-Está bien. Eso creo. Creo que eso está bien.
Kakashi se acercó a Iruka, que estaba viendo la escena cerca de un mostrador.
-¿Está fuera de peligro?
-Si...duele ver lo mucho que lo quiere. Él nunca sintió eso por mi-dijo el castaño.
Sasuke llegó y abrazó al peliblanco por la espalda, pasándole los brazos alrededor de la cintura.
-¿Pero qué...?
-Ya se lo he dicho a Gaara...ya podemos tontear por los pasillos.
Kakashi sonrió-entonces...Iruka, te presento a mi novio. El doctor Uchiha.
Iruka les miraba incrédulo-¿de verdad?-ambos asintieron-suerte Uchiha- añadió y se fue.
El peliblanco se puso de cara al otro-al final fuiste a ver a tu amigo.
-Tenías razón. Si lo hubiera perdido, no me lo habría perdonado.
Kakashi le dio un beso en la punta de la nariz-soy tu novio. Claro que tengo razón.
Cuando un día así termina, un día en el que se han atendido muchas oraciones y otras no, pensamos que existen milagros.
Naruto y Gaara duermen juntos y acurrucados en la cama del hospital.
Traspasamos el abismo con la mano. Y a veces, contra todo pronóstico, contra toda lógica, tocamos a quien queremos.
Sakura iba a irse a casa, hasta que andando por un pasillo algo la hizo detenerse. Cerró los ojos y sonrió- Ino...
Continuará...