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A light in the dark por parku

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Notas del capitulo:

 Acepto sugerencias, opiniones, lo que quieran decir :D

Gracias por todos los reviews y todo el amor que me mandan por acá, asianfanfics, twitter o tumblr! :D

Y gracias a los lectores anónimos tambien :P

Perdón por las faltas de ortografía, o errores gramaticales :P

 Good reading!

 

 

A light in the dark
Capítulo 10



Los días pasaron más rápido de lo que me hubiera gustado. Ya era sábado y ChanYeol se iba a ir en tres días. Estaba muy triste, pero trataba de disfrutar cada segundo con él.
Ese día, salimos con Kai, SeHun, D.O, LuHan, Kris y, misteriosamente, Tao. Bailamos, bromeamos, tomamos y nos divertimos todos juntos. Pero se notaba un dejo de tristeza en el aire. Un dejo de despedida.

No me despegué de ChanYeol en ningún momento, excepto cuando tenía que esconderme porque las ganas de llorar eran inaguantables. Lo iba a perder, y me dolía a un nivel imposible. No sabía si algún día iba a volver a verlo. Él estaba muy triste también, pero se veía resignado.

El lunes lo ayudé a hacer sus bolsos. Estábamos los dos serios, doblando ropa y apoyando en la cama todo lo que se iba a llevar. Lo miré y vi que se secaba una lágrima disimuladamente. Se dio vuelta para agarrar algo del armario y yo me acerqué a él. Rodeé su cintura con mis brazos y apoyé mi frente en su espalda.
- Baek...- susurró, apoyando sus manos sobre las mías que estaban sobre su abdomen.

- No quiero que te vayas- confesé nuevamente con voz ronca por el nudo que sentía en la garganta.
- Y yo no quiero irme- suspiró. Se dio vuelta y me abrazó -Prometo que voy a volver.
- Espero que sea pronto...
- Pero vos... prometeme algo- se separó de mí y me miró a los ojos.
- Si...- le devolví la mirada y él cambió su expresión.
- Eso quiero pedirte.
- ¿Qué?- fruncí el ceño.
- Ya te estás apagando. Lo veo en tus ojos. Quiero que me prometas que vas a seguir adelante, con tus sueños, con todo. Que sigas luchando y no tires a la basura todo lo que tanto trabajo te costó. Necesito que hagas eso por mí. Sonreí, pero de verdad.- respiró profundo -No me gustaría volver y encontrarte mal. Tenés amigos que te quieren- desvió la mirada -por ahí exagero…- soltó una risa amarga -Estoy hablando como si fuera lo único importante en tu vida.
- Pero si sos muy importante. No digas eso, no exageras- lo miré -Te voy a extrañar- le sonreí mientras una lágrima traicionera caía.

 

***



El martes llegó. Nos despertamos, desayunamos y terminamos de hacer sus bolsos en silencio entre suspiros angustiados y bostezos. No hubo sonrisas esa mañana. Un rato antes de que se tenga que ir llevó sus bolsos a la puerta y se sentó conmigo en el sillón. Los dos mirando al frente con la mirada perdida.
- Es la hora...- dijo de golpe. Sentí una punzada en el pecho.
- Sí... ¿seguro que no querés que te acompañe al aeropuerto?- le pregunté de nuevo. Ya lo había hecho muchas veces y siempre se había negado.
- No... No me gustan las despedidas- me sonrió, o eso intentó.
- Te acompaño a la puerta- le dije parándome.
Nos quedamos en la puerta, mirándonos con tristeza. Él se acercó a mí y me abrazó.
Fue un abrazo de esos que sólo das cuando sabes, o crees que no vas a ver a esa persona nunca más. Que se sienten tan dulces pero saben tan amargos, y desbordan ternura. Le devolví el abrazo con fuerza y hundí mi cara en su cuello. Después le besé esa zona y me separé con lágrimas en los ojos. Él me agarró la cara y las secó.
- No quiero que estés triste. Por favor- asentí con la cabeza. Acercó su cara a la mía y me dio un beso en la comisura de los labios. Sentí calor y me sonrojé. Se puso la campera y la mochila, agarró los bolsos y abrió la puerta- Nos vemos. ¿Sí?- me sonrió y volví a asentir. Tenía miedo de no poder controlarme si hablaba- Sonreí una vez más... quiero llevarme ese recuerdo- hice lo que me pidió lo mejor que pude, mientras intentaba no llorar -Te quiero- me sonrió una última vez y salió del departamento, cerrando la puerta tras él, sin darme tiempo a reaccionar o responder.

Mis rodillas golpearon el suelo cuando perdí por completo la compostura. Grité con toda la fuerza de mis pulmones y lloré como no lo había hecho en meses. Había perdido a alguien de nuevo, alguien importante. Estaba solo otra vez. Y lo peor es que no le había podido responder lo último que me dijo. No supe que responder, porque no sabía en qué sentido me lo decía. Yo lo quería mucho. ¿Pero de qué forma lo quiero? Lloré más fuerte al no saber cómo responder esa pregunta. Me acosté en el piso y dejé que el dolor me consumiera, como solía hacer. Lloré hasta quedarme sin lágrimas.

Caminé pesadamente por la casa, que ahora se veía enorme y vacía. Me acosté en la cama y, con frío abracé una almohada. Ya extrañando el calor de ChanYeol.

 

***



Sentía que había perdido a alguien y me había quedado solo de nuevo. Pero algo había cambiado esta vez; mis amigos no me habían abandonado, sino que me apoyaron, al igual que yo a ellos. El problema era cuando volvía a casa y estaba solo. Los pensamientos y la soledad me llenaban y sentía que iba a morir de puro dolor.

Nos mandábamos mails seguido, pero no era lo mismo. No tenerlo, ni poder verlo me molestaba, me enojaba, me dolía. Odiaba a su madre, por quitarme lo más importante que tenía.
Seguí con mi vida, porque se lo había prometido. De no haber sido así me hubiera abandonado al dolor. Finalmente conseguí trabajo en una librería y eso me mantenía la mente ocupada más tiempo, lo cual agradecía.

Todos pudimos ponernos bien, pero ninguno estaba del todo curado. Sobre todo Sehun y Jongin, que eran los que lo conocían desde que eran chicos. SuHo estaba mucho conmigo, pero desaparecía por momentos y no sabía a donde iba.

 

 

***



Un mes había pasado desde que ChanYeol se había ido. Yo seguía mal. No sabía hasta qué punto podía deprimirme, porque ya había alcanzado grados muy altos de depresión en los últimos días. Sobre todo porque él estaba trabajando tanto que no podía ni responderme los mails.

Llegué a mi casa, cansado por las clases y el trabajo. Me dirigí directo al cuarto en la oscuridad, sin comer a pesar de que sentía que mi estómago me lo pedía a gritos. Me saqué la ropa, me tiré en la cama y me quedé inmóvil con la cara aplastada contra la almohada.

- Baek...- dijo una voz gruesa. Me removí molesto, no quería despertar y volver a la realidad -Baek- repitió -solté un lastimero quejido. Ni en mis sueños podía dejar de escuchar su voz. No podía ni descansar del dolor durmiendo.
Abrí los ojos en la oscuridad. Otra vez soñé con él. Miré la hora y eran las cuatro de la mañana. Tenía tanta hambre que no podía dormir, así que me levanté y fui a la cocina.

Me preparé algo rápido; me senté en la sala con la luz apagada y comí mirando la pared. Se escuchó un ruido en el ascensor. Qué ruidosa es la vecina, pensé. Parece como si viniera con muchas cosas. Dejé el plato en la mesa ratona y me recosté cerrando los ojos. Empecé a cantar con todas mis fuerzas para acallar mis pensamientos.

 

***



Una luz me llamó la atención y me callé abriendo los ojos rápidamente. No pude ver bien al principio, por el cambio de iluminación repentino. Desorientado busqué la llave de luz para ver quien la había prendido y me quedé inmóvil. Sin poder moverme. No reaccionaba.

Era ChanYeol que me miraba con una sonrisa. Cuando logré salir de esa especie de trance, me paré, corrí hasta él, salté y me colgué con brazos y piernas. Él me sostuvo y me largué a llorar de felicidad. Lo miré y él seguía sonriendo con alivio. Le di un pequeño beso en los labios, sorprendiéndolo, y me bajé totalmente rojo. No sabía por qué había hecho eso. En el medio de la emoción, me había dejado llevar. Lo miré.
- Perdón- le dije y me sonrió.
- ¿Eso es todo lo que me vas a decir después de un mes?- se rió.
- No caigo todavía...- le sonreí tímidamente -¿Cómo es que estás acá?
- Mi mamá decidió tener un verdadero acto de amor hacia mí por primera vez en su vida. Convenció a mi papá de que me deje volver. Le perturbaba mi depresión. Además habló de la... "sonrisa rota de ese chico tierno" supongo que "ese chico tierno", sos vos. Nunca está conmigo, casi no nos hablamos, pero lamentablemente me conoce. Tomé el primer vuelo que había, no tuve tiempo ni de avisarte. Aunque recién en el taxi, les avisé a los chicos- me sonrió.
- ¡Qué bien!- lo abracé de nuevo -Te extrañé tanto...
Tomó mi cara entre sus manos y delineó mis ojeras con los pulgares.
- Veo que no soy el único que no podía dormir bien- me sonrió -Debo decir, que no esperaba encontrarte despierto. Mucho menos cantando en bóxer en la oscuridad de la sala- me sonrojé y él rió -y un plato de comida rápida a medio comer- agregó.
No me había dado cuenta que estaba semi desnudo hasta que me lo dijo. Me había olvidado por completo de ese detalle. Agarré su brazo que descansaba en mi mejilla.
- Voy a ponerme ropa- dije con vergüenza.

Fui corriendo al cuarto, seguido de ChanYeol, y me puse el pantalón del pijama.
- Ya, así está bien- me dijo atrayéndome hacia él y haciéndonos caer en la cama. Yo sobre él -Te extrañé demasiado. No quiero esperar más.
Me reí y me acosté a su lado. Noté que él sólo se había sacado la remera y las zapatillas.
- Ponete más cómodo. Con el jean vas a dormir mal- levantó una ceja y se sacó el pantalón quedando en boxers. Me sonrojé furiosamente y desvié la vista -¿Qué? ¿No es lo que me dijiste que hiciera? -se rió.
- Sí... pero no me refería a eso- volvió a reír y yo me di vuelta para dormir.
Pero había algo pendiente, desde hacía un mes. Me giré y él seguía boca arriba. Había algo en lo que había estado reflexionando en mi depresión, algo de lo que me había dado cuenta. Algo que estaba seguro que SuHo sabía, y tenía razón. Me acerqué a él.
- Yo también te quiero- le susurré, le di un beso en el cuello y me volví a dar la vuelta hasta estar de espaldas a él. Él soltó el aire de golpe y escuché una leve risita.
Sentí que se acercaba y pegaba su cuerpo por completo al mío. Me abrazó fuerte. Podía sentir su pecho pegado a mi espalda, subiendo y bajando al ritmo de su respiración. Apoyó su cabeza en el espacio entre mi cuello y mi hombro.
No iba a volver a dejarlo ir. No de nuevo.

 

 

***

 

 

Me desperté al mediodía, ChanYeol todavía dormía. Me paré y me fui a bañar. Después cociné algo para los dos y lo dejé listo para cuando despertara.

Salí al balcón; por alguna razón, todo se veía brillante. Sabía que era por ChanYeol, él era como el sol. Un fuego brillante y abrasador que da calor y te ilumina siempre.
- ¿Qué haces Baek?- me preguntó ChanYeol saliendo al balcón con una sábana envuelta en la cintura.
- ¿Qué haces vos saliendo así al balcón? -le pregunté alarmado.
- ¿Que tiene? -preguntó divertido.
- ¿Que nunca viste una película?- me interrogó con la mirada -Ya sabes, en las películas pasa mucho eso.
- ¿Qué cosa?- se rió.
- La pareja protagonista lo hace. Y a la mañana siguiente uno de los dos sale al balcón a fumar un cigarrillo o sólo se queda apreciando el paisaje, y el, o la que dormía se asoma envuelto o envuelta en una sábana. Entonces se sonríen y se besan- dije todo muy rápido y me puse colorado- Metete adentro que parece eso...- agregué.
Él estalló en carcajadas y entró.

Yo lo seguí sin poder controlar los colores de mi cara. Apenas entré, ChanYeol me impidió que siga avanzando y me apoyó en la pared junto al ventanal. Acercó su cara a la mía y me miró a los ojos.
- ¿Estabas insinuando algo, BaekHyunnie?- me preguntó. Su aliento me acarició la cara y yo lo miré sorprendido.
- N… no- desvié la mirada de sus penetrantes ojos -claro que no.
- No estoy muy seguro...- respondió.
Se acercó más a mi rostro, tomándome de la cadera, y desvió su camino a mi cuello. Empezó a acariciarme con la punta de la nariz y los labios. Un calor me inundó el cuerpo e incliné la cabeza para que más piel quedara libre. Subió por la oreja, acariciándola de la misma manera. Su respiración golpeaba mi piel y me hacía estremecer. Se detuvo junto al lóbulo y lo mordió suavemente. Un suspiro-gemido salió de mí, sorprendiéndome.
Se rió levemente con ternura. Volvió a bajar por el cuello y depositó un beso. Lo agarré de la cintura y lo atraje más a mí. Sentí su piel suave en mis manos, que me invitaba a acariciarla. Dejé que se deslizaran por su espalda hasta llegar al cuello y acerqué su cara a la mía.
- ¿Vas a hacer algo?- me preguntó con una sonrisa pícara. ¿Cómo llegamos a esto?

Lo miré a los ojos y después los míos bajaron a su boca, que quería probar desde el primer momento en que la vi. Sólo que no lo supe hasta hacía unas semanas. Nos acercamos lentamente, nuestras respiraciones chocaban y nos mirábamos a los ojos.

El timbre sonó cortando el momento y haciéndonos separar asustados. ¿Que siempre tiene que pasar esto? me pregunté. Él se alejó de mí, y caminó hasta la puerta abriéndola sin inmutarse por estar usando una sábana de pantalón.
- ¡¡¡¡CHANNIE!!!!- gritaron Kai y SeHun saltando a abrazarlo -Vinimos apenas nos despertamos y leímos tu mensaje.
- Hola chicos. ¡Estoy tan feliz de verlos! A vos también D.O, no te pongas celoso- se rió.
- Yo también, ChanYeol, ¡Te extrañamos mucho! LuHan, Kris y Tao vienen en camino... SuHo no contesta el teléfono.
- Channie...- dijo Kai con curiosidad -¿qué haces vestido así?
Entonces me miró. Yo seguía contra la pared, inmóvil y muy sonrojado, la remera estirada por donde ChanYeol había pasado. Abrió los ojos grande y lo miró.
- ¡¿Qué estás pensando?!- le recriminó ChanYeol -¡No pensés cosas raras! ¡D.O, controla a tu macho!- todos reímos. Yo me relajé un poco y me acerqué al grupo.
- ¿Pero qué querés que piense? Llego, y vos estas semi desnudo usando una...- señaló la sábana buscando una palabra adecuada- ¡toga! Y él está contra la pared, la ropa desacomodada, más rojo que un tomate y cara de... no sé- finalizó.
D.O le rodeó la cintura con su brazo y le dijo algo al oído, Kai bajó la mirada y se sonrojó. Volvimos a reír. Estaba feliz, éramos de nuevo ese grupo grande y unido.



***



- ¿Saben que es lo mejor?- preguntó D.O.
- ¿Qué?- respondió Sehun.
- Que en unas semanas nuestro querido Channie cumple años- dijo sonriendo -Eso significa...
- ¡Fiesta!- concluyó Kai y chocó los cinco con D.O.
- Sí, vamos a ver si tengo ganas de festejarlo- bromeó ChanYeol.
- Ah Channie, no te preocupes. Si no querés festejarlo, no hay problema. Nosotros lo festejamos por vos- respondió Kai divertido.
- ¿Dónde están los demás?- cuestionó SeHun, que estaba en su mundo.
- Ya deben de estar por llegar, desesperado. LuHan está en camino- dijo D.O y SeHun se sonrojó.
- No lo decía sólo por él- replicó con fingido enojo.

Reí feliz y lo miré a ChanYeol, que me devolvía la mirada. En menos de un día había vuelto a ser la persona que era, él podía hacer que estuviera feliz, triste, enojado o contento. Él tenía el poder sobre mí.


Y eso me encantaba.

 

Notas finales:

Bueno, BaekHyun ya sabe lo que siente e.e

Cuando termine este fic, voy a hacer un one-shot para cada pareja nombrada y no desarrollada. Lo voy a subir como un fic aparte, como una recomplicación de las pequeñas historias :3 Incluyendo un bonus de ChenMin que no creo que vaya a incluir en esta historia u.u

 

Si alguien quiere mi facebook, puede pedirlo por twitter o tumblr :D

 

 

Xie Xie por leer! :]

 

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Park!


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