Cuando el amor hacia lo material, sobre pasa el amor hacia uno mismo, entonces se deja de ser humano. Sin embargo el amor, deja de ser amor, cuando ya no es necesitado.
Sentado en la copa de un árbol, esperaba a que iruka volviera, la misión que le asignaron había tardado casi un mes, y por fin había sido completada. Kakashi esperaba que no se hubiese lastimado demasiado, ya que el informe de esa misión tenía pocos reportes, de hecho, no se sabía si había algún herido, o algún muerto. Kakashi sacudió la cabeza para aislar ese pensamiento, y se dispuso a pensar que iruka estaría tan vital como siempre. Solo tuvo que esperar unas horas más hasta que llegaran, vio como unos cuantos ninjas caminaban pesadamente, y entre ellos vio a su querido iruka. Sonrió alegremente y bajo del árbol casi volando, aterrizando al frente de iruka. A este ni le había dado tiempo de maldecir ante la impresión cuando kakashi lo apretujo en un abraso.
-k-kakashi- le decía iruka al sentir como casi no podía respirar, se sujeto de los brazos de kakashi que abrazaban su cuello y trato de darse un espacio para poder tomar un poco de aire. Todos los demás se le quedaron mirando, mientras que la cara de iruka cambiaba de color a un rojo intenso.
-Su... ¡suéltame ya! ¡Que no respiro!- le decía iruka luchando contra su abrazo muy avergonzado, mientras que los demás reían a carcajadas. Kakashi lo soltó y sonrió.
-lo siento…es que me alegra que estés bien- le decía rascándose la parte de atrás del cuello. Iruka lo miro con ganas de matarlo, pero se sentía muy cansado, y siguió caminando ignorándole. Kakashi camino a su lado mientras que sus compañeros se iban quedando uno a uno en sus casas.
-iruka… ¿Por qué no vienes a mi casa?...está más cerca- a pesar de que tenía razón, iruka lo miro con total desconfianza, pero por otro lado, se sentía muy cansado, ya sus piernas no podían dar a mas.
-ah…como sea- le dijo desviando la mirada de su rostro, no quería ver su tonta sonrisa de triunfo.
Solo caminaron un par de cuadras más, hasta llegar a la casa de kakashi, al entrar, iruka se dio cuenta de que todo estaba más limpio de lo normal, mucho más limpio. Kakashi lo invito hasta la cocina, y le ofreció una sopa instantánea.
-Puedes usar mi baño si quieres- le dijo kakashi mientras leía las instrucciones del empaque para su cena.
-claro, gracias- le dijo iruka dirigiéndose a su habitación, ya había estado allí antes, asi que no tuvo problema para seguir su camino. Al entrar en la habitación de kakashi, iruka se dio cuenta de la cantidad de pergaminos que tenía en su estantería, todos eran de jutsus especiales, lo que le causo mucha curiosidad, quería leer uno pero, tenía que apresurarse a tomar un baño antes de la cena. Se dirigió al baño y entro, allí ya había toallas limpias. Se desvistió y regulo la temperatura de la ducha, quería tomarla caliente, para que su cuerpo y su mente se despejaran.
-ahh- exclamo iruka mientras que se colocaba debajo del flujo de agua, dejando que la gotas cayeran sobre su espalda, se quedo asi por mucho rato, hasta que sintió que alguien entraba, sabía que era kakashi, pero aun asi le molesto que interrumpiera su momento de paz.
-te traje ropa limpia- le decía mientras cerraba la puerta del baño tras sí, no solo le traía ropa limpia, también quería molestarlo un poco.
-um…gracias- le dijo iruka pasando las manos por su cabeza sintiendo que ya su cabello estaba muy húmedo. Dejo que su cabeza se inclinara hacia atrás para que el agua cayera sobre su rostro, sintiendo como pasaban unas manos sobre su cadera.
-¿¡qu…qué coño haces!?- le dijo iruka a kakashi cuando lo vio muy cerca de él y en sus mismas condiciones. Bajo rápidamente las manos, sujetando las de kakashi que se encontraban peligrosamente sobre su abdomen.
-solo quería tomar una ducha- le dijo kakashi muy tranquilo, tratando de liberar sus manos, dejo de forcejearlas, ya que iruka no pretendía soltarlo. De igual forma acercó sus labios a su cuello dejando pequeños besos sobre su húmeda piel.
-¡¿No puedes esperar a que termine?!- le decía iruka mientras que ladeaba la cabeza inconscientemente a un lado, dándole más libertad a kakashi de besarlo.
-Es que asi es más divertido- le dijo kakashi acorralándolo contra la pared de la ducha, lamiendo incansablemente todo su cuello. Iruka se encontraba muy débil y cansado, demasiado como para hacerle frente. Sin pensarlo, aflojo el agarre de las manos de kakashi, quien al darse cuenta, rápidamente sujeto sus muñecas y las coloco contra la pared, a los lados de su cabeza.
-nn…no…- su negación apenas era audible, sin embargo, kakashi marcó un camino de besos por su cuello hasta su mejilla, y luego hasta sus labios. Iruka tomo una bocanada de aire desesperado, esperando a que kakashi hiciera su próximo movimiento. Kakashi sonrió complacido, iruka se estaba dando por vencido. Aun seguía sujetando sus muñecas, pero lentamente fue llevando una hasta su cuello, tratando de que lo sujetara, y rápidamente sintió como iruka sujetaba con fuerza algunos mechones de su cabello. Con ya una mano libre, la paso por la espalda de iruka, llegando hasta sus muslos. Sintió como levantaba las caderas y se aferraba con ambas manos a su cuello, no paraba de pensar cuanto lo había echado de menos.
-k..kakashi..- iruka suspiraba mientras que sentía como kakashi introducía un dedo en su interior, sintió como unas punzadas pero trato de relajarse.
-no puedo esperar más- le dijo kakashi al oído, para luego lamerle el lóbulo de la oreja. Iruka se mantuvo quieto, el también había extrañado mucho a kakashi, la misión fue larga y tediosa, echando de menos su sonrisa. No pudo evitar que su corazón se encogiera ante tantos pensamientos, y que brotaran de sus ojos unas pequeñas lágrimas que se confundían con las gotas de agua que atravesaban su rostro.
-iruka… ¿estás bien?-le pregunto al notar que se había quedado en silencio, se separo un poco de él con esfuerzo, para poder mirarlo a la cara. Vio como su nariz y sus mejillas estaban rojas y sus ojos estaban bien cerrados. –am…lo siento… ¿te duele?-.
Iruka negó con la cabeza y se aferro al cuello de kakashi otra vez. Kakashi respiro profundo y trato de prepararlo con más cuidado, no quería lastimarlo, pero tampoco podía resistir por siempre, deslizo su otra mano hasta su miembro y empezó a acariciarlo, notando el aliento apresurado de iruka a su oído y como su cuerpo comenzaba a temblar. Empezó a deslizar sus cuerpos hasta el suelo, para tener una posición mas cómoda, sin dejar de besar a iruka en los labios, le encantaba la sensación del agua entre sus cuerpos.
Saco sus dedos para reemplazarlos por su erección, y espero a que iruka le diera permiso, al poco tiempo sintió como iruka movía sus caderas indicándole que ya podía entrar, sonrió y empezó a moverse a su interior. Paraba de vez en cuando para que no fuera tan doloroso para él, hasta que llego a su profundidad, moviéndose al contrario otra vez. Con cada estocada, los pequeños sollozos de iruka se transformaban en gemidos, haciendo que kakashi casi perdiera la paciencia.
-aah...am, kakashi- decía su nombre mientras enterraba su cara en la curvatura de su cuello, sentía como kakashi era mucho más suave, y más tierno, no se pudo resistir a dejarle un beso en su cuello. Kakashi sintió aquella pequeña sensación que lo encendió aun más y se aferro a su cuerpo con más fuerza. Habían olvidado todo, incluso que no habían estado juntos en un largo tiempo, aunque la necesidad de la presencia se hacía cada vez más constante. Kakashi trataba de no llegar aun, quería estar asi por más tiempo.
-Ah…nn…Kakashi Por… favor- le decía iruka cuando kakashi se detenía, quería correrse, no lo quería atrasar mas.
Kakashi no se resistió a esa suplica, y empezó a embestirlo con más fuerza, era un poco difícil porque el agua era muy resbaladiza, pero luego sintió como iruka colocaba sus piernas enroscadas en su cintura.
-wow…-fue lo único que pudo exclamar cuando iruka empezó a hacerlo por sí mismo, las sensaciones eran diferentes, de esa manera podía sentirlo más profundo, entrecerró los ojos y recostó la cabeza en su hombro.
-Iruka…me vengo…- kakashi no podía creer que iruka lo estuviese haciendo por sí mismo, pero al sentir que se venía, no pudo evitar tomar el control de nuevo. Coloco las manos en su cadera y le obligo a apresurarse, sentía como el interior de iruka comenzaba a temblar y como clavaba las uñas en sus hombros.
-Yo… ¡mm!... también- Iruka inclino su cabeza hacia atrás, arqueando la espalda, y se corrieron juntos en un gemido. Permanecieron abrazados por un largo tiempo, hasta que sintieron como el agua caliente se volvía cada vez más fría. No articularon palabra alguna, solo se dedicaron a secarse y a vestirse, manteniendo miradas y sonrojos por parte de iruka.
Después de ese inesperado suceso, se dirigieron a la cocina para cenar. Kakashi se dio cuenta de que había dejado la hornilla prendida y que el agua se había vaporizado por completo. Suspiro y se dedico a colocar otra olla para calentar más, le indico a iruka que la comida tardaría en un momento, solo tenían que esperar a que el agua empezara a hervir.
Mientras, iruka se había dedicado a espiar un poco en los pergaminos de kakashi, había visto primero unos que le pertenecían a la academia, y pensó que de seguro los utilizaba con los alumnos. Siguió viendo otros que eran más personales, jutsus que eran de uso propio, y que el mismo había desarrollado. Luego se quedo pensativo al ver unos jutsus de enmarcado negro, de ese aspecto suelen ser los prohibidos, decidió que esos no los revisaría, de seguro a kakashi le molestaría, además, el no debería de estar tan de curioso. Escuchó como kakashi lo llamaba desde la cocina para cenar y decidió que tal vez le preguntaría por la posesión de tan peligrosos objetos.
-¡no hay nada más apetitoso que una comida tradicional!-decía un emocionado kakashi mientras se relamía los labios para ponerse a comer su cena. Iruka lo miraba con ganas de golpearlo, se había aprovechado de él y ahora su cena seria una simple sopa instantánea, suspiro resignado y también empezó a comer. Levanto la mirada mientras que llevaba a su boca un poco de fideos, vio la forma tan infantil de comer de kakashi, podría pasar cinco años fuera y el muy idiota nunca cambiaria. Al terminar de comer, se prepararon para ir a dormir, la cara de iruka fue épica cuando kakashi le trataba a de animar a dormir en la misma cama, pero al final no tuvo más remedio que hacerlo, había pasado mucho tiempo durmiendo incómodamente y no quería dormir en el piso de nuevo.
-si me tocas, te mato- le dijo iruka acostándose en la cama lo más alejado posible de kakashi. Emitió una breve carcajada y vio como iruka se acostaba y se tapaba hasta el cuello con el futon, entonces se le acerco por la escalda y se coloco muy cerca de él, sin tocarlo del todo.
-te extrañe- le dijo kakashi al oído sin más. Iruka sintió un escalofrió atravesar su espalda y termino de cubrir su cabeza con el futon. Se quedo en silencio por unos minutos, hasta que recordó los pergaminos.
-kakashi…vi tus pergaminos- le dijo iruka, kakashi se movió sobre la cama incomodo.
-um…me los confirieron- le dijo sin darle mucha importancia. Sabía que iruka le preguntaría mas sobre eso, los pergaminos de los jutsus prohibidos era algo que nadie podía usar, y no quería decirle como los había conseguido.
-ah…ok, solo ten cuidado- le dijo iruka, estaba muy cansado, solo quería dormir, cerró los ojos, y sintió como era abrazado por la cintura, no le prestó mucha atención, y se dispuso a dormir.
Había dormido demasiado, tanto que parecía haberse entumecido, le hubiese sido más fácil haber seguido durmiendo.
-Okey…aquí tienes…como lo prometido- escucho no muy lejos, desde donde se encontraba pudo visualizar dos figuras borrosas, en una de ellas pudo identificar una cabellera plateada. Vio como se giraba hacia él con dos pergaminos en las manos.
-Eran los que me faltaban- decía sonriendo. Cuando se despertó por completo, se dio cuenta de que iba atado de manos y pies, sentado en una silla muy resistente, aunque no llevaba ninguna mordaza, estaba sin palabras. No sabía lo que pasaba, solo tenía a kakashi parado en frente de él.
-Solo los últimos dos- le dijo mostrándole los pergaminos negros que luego oculto en su pantalón, seguidamente le acaricio el rostro a iruka y le dio un beso en la frente. Iruka se encontraba pasmado, los pergaminos eran los que él había tenido que entregar en su misión, ¿Por qué kakashi los tenia? Trato de moverse, pero apenas podía mover el cuello.
-¡¡kakashi!!- grito desesperado cuando este le dio la espalda y se alejaba de forma rápida. Vio como la otra persona se le acercaba y le daba una patada en una pierna.
-¡Cállate! ¡Por tu culpa no sabes los que nos costó recuperar eso!- iruka sabia que estaba perdido, pero aun asi, su mente se lleno de interrogantes, kakashi no podía abandonarlo allí, con las personas que trataron de matarlo, simplemente no podía creerlo.
-¡¡kakashi ayúdame!!- le dijo con lagrimas en los ojos, pero siguió caminando sin voltearlo a ver ni una sola vez. No lo comprendía, pensaba que sentía algo por él, lo había engañado, y ahora lo estaba abandonando.
Sabía que su destino había sido cambiado retorcidamente, que lo que sintió fue una ilusión, sus últimos pensamientos fueron dedicados a kakashi, preguntándose una y otra vez porque su vida no había tenido significado delante de dos simples jutsus prohibidos.