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Never Mine por TheYoko

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Notas del capitulo:

 

   

Capítulo ocho.

 

¿Pasó algo?.”

Shirogane no miró a Kou –mantenía la vista en el rostro de Akira, sosteniendo aún fuertemente la mano del chico. Contestó, “Sí”.

“¿Despertó?.”

“Sí.

“¿Te vio?.”

“Sí.”

“…¿Hablaste con él?.”

“Lo hice. No sé si pudo oírme. Aún así le conté todo.”

“¿Qué vas a hacer si no oyó nada de lo que le has dicho?.”

“Volveré a decírselo.” Era una respuesta firme; acorde a la amante, aunque determinada, expresión de Shirogane. “Se lo diré una y otra vez, hasta que esté satisfecho. Se lo diré hasta que lo crea.”

Una larga pausa. “¿Lo amas?.”

“Más que a nada.” Fue dicho suavemente, como si Shirogane estuviera aseverándoselo a sí mismo. Sin embargo, no hubo vacilación ni duda. Era lo que él sabía que sentía. “Más que a nada en el mundo.”

Kou se reclinó en la silla. Se preguntaba… Hubo de asegurarse. “¿Y qué harás si él se repone por completo e intenta huir otra vez?.”

El horror y la agonía de aquella idea fue visible en el rostro de Shirogane, aun sólo por un momento. No respondió, pero Kou notó que la mano del Shin había aferrado todavía más fuerte la de Akira. El Rei esperó unos segundos, e iba a moverse cuando el destrozado susurro de Shirogane alcanzó sus oídos.

“Si él huye, dejaré de buscarlo.”

Debió haber visto la atónita expresión de Kou con el rabillo del ojo, porque continuó, aunque luchando por hablar. “Si tanto lo lastimo… Si fuese más feliz sin mi amor, entonces me detendré. Sólo quiero que sea feliz.”

Kou se permitió suspirar antes de levantar un brazo y palmear a Shirogane en el hombro. “¿Asumo que fue él quien te buscó?.” Mientras el Rey volteaba a verlo, Kou sonrió. “No te preocupes.”

La conmoción, luego un pequeña sonrisa, una que Kou nunca había visto en el rostro de Shirogane. Había algo allí que le decía al Rei que las palabras del Shin no eran una mentira, sino completamente sinceras. Había algo sobre ellas que era verdaderamente edificante.

“Necesito salir a fumar. Vigílalo por mí.”

Shirogane observó a Kou al irse, completamente perplejo por un lado, aunque agradecido por el otro. Se acercó y gentilmente apartó los desordenados mechones de cabello del rostro de Akira. Se tomó la libertad, una vez finalizó, de deslizar el dorso de su mano por la mejilla de su opuesto. Ante la gentil caricia, los ojos de Akira se abrieron. Un leve sonido escapó de su boca en el más débil de los suspiros.

“Akira-kun.” Shirogane sonrió mientras Akira volvía el rostro hacia él, su distante mirada fija otra vez en el Shin. “¿Akira-kun, te sientes mejor?”. Un pequeño, sofocado sonido. “No te preocupes. Te pondrás mejor. Estoy aquí, no importa qué. ¿Está bien?.”

Akira emitió otro sonido, obviamente intentando hablar, aunque demasiado débil para conseguirlo. Shirogane no pudo más que sonreír ampliamente, aun cuando lágrimas de dolor estaban intentando aflorar. Quiso secarlas –Akira estaba vivo y eso era lo único que importaba. Akira estaba sosteniendo su mano, y eso era lo único importante.

Se incorporó e inclinó sobre el chico, cerca… cerca. Cuando sus narices se rozaron, los ojos de Akira se abrieron y dejó escapar un pequeño suspiro, y el monitor cardíaco fluctuó a una línea plana. Con el ceño ligeramente fruncido, Shirogane se apartó, volviendo a acariciar la mejilla de Akira con su mano en reemplazo. El toque pareció restablecer la normalidad al monitor, y el chico levantó sus vidriosos ojos hacia el Shin, con un ligero rubor coloreando sus mejillas.

“¿Así es como lo quieres, hm…? Está bien.” Shirogane dejó que su mano se desviase hacia los mechones castaños. “Puedo esperarte por siempre, Akira-kun.”

Sintió la mano de Akira aferrarse a la suya, aunque levemente. Observando en la profundidad de los nublados ojos del chico, Shirogane vio el anhelo, el miedo escondido en lo plomizo. Algo en ellos suplicaba.

“… No mueras junto a mí, Akira-kun.”

Se inclinó sobre él otra vez y gentilmente, cuidadosamente capturó los labios en un suave beso. Oyó al monitor fluctuar nuevamente a la línea plana, pero continuó y fue recompensado con una fuerte, rápida secuencia de bips. Al retroceder vio que los ojos de Akira estaban cerrados. El muchacho respiraba con dificultad, pero parecía mucho más en paz. Shirogane inclinó su cabeza hacia adelante y rozó con un último beso la sonrojada mejilla.

“No mueras junto a mí, Akira-kun”, volvió a susurrar. “Porque entonces, quizás yo tenga que seguirte.”

Como si siguiera órdenes, la condición de Akira rápidamente mejoró en los siguientes días. Ya era capaz de mantenerse despierto la mayor parte del día luego de una semana, aunque no lograba hablar muy bien. Ignoraba a la mayoría de sus visitantes, sin embargo, y estaba casi siempre mirando hacia fuera de la ventana. Kou y los otros intentaban mantener bajo el flujo de visitantes para permitirle tener un tiempo para sí mismo, pero era natural para aquellos que habían estado preocupados por él desear verlo.

Estaba diferente. Kou había tenido dificultades para descubrirlo, fuera o no consciente Akira del hecho que había cambiado tanto. No estaba seguro si era por el shock de haber estado tan cerca de la muerte y haber logrado escapar, o si quizás todo eso junto había sido la razón que causara la penosa situación en primer lugar, pero Kou sabía que Akira necesitaba pensar acerca de sí mismo. Esperaba que el chico no desapareciera completamente… Siempre había sido capaz de sentir los pensamientos más profundos de Akira, y sabía que algo de esta magnitud lo había sacudido a fondo. Kou no deseaba que Akira se desvaneciera. El muchacho ya había cambiado durante el tiempo que estuviera en Inglaterra. El Rei supuso que sólo podía rezar para que esta experiencia no le robara a Akira lo poco de sí mismo que le quedaba.

Después de un mes de estar en el hospital, los doctores finalmente coincidieron en que Akira podía regresar a casa. Sus padres lo mimaron durante todo el camino, cuidándolo en extremo. Kou, Aya y Kengo salieron del hospital, prometiendo ir para ayudarlo a adaptarse.

“¿Deberíamos llevar el Doppler?”, preguntó Kengo.

“No. Ahora Aki necesita a Shirogane como su sombra.”

Aya y Kengo se mostraron un poco confusos, pero aceptaron la opinión de Kou. Arribaron a la casa  poco más tarde y entraron. Kengo los guió hacia la habitación de Akira, donde sus padres rondaban a su alrededor. Los ojos del chico estaban cerrados, y se veía sonrojado. Los tres acordaron permanecer en absoluto silencio, y los Nikaido les permitieron estar con él, cerrando la puerta con cuidado.

Sus ojos se abrieron, e hizo un prolongado sonido, que Kou había comenzado a comprender. Suavemente dijo, “Está contigo. Tus padres no podrían verte si no estuviera contigo, ¿no?.”

Un largo silencio entonces, Akira asintió una vez.

“Apuesto a que estás cansado, ¿eh, Aki?.” Un pequeño sonido. “Te dejaremos descansar. Estamos felices de que te sientas mejor.”

Enfilaron hacia la puerta, y Akira los observó en silencio, distantemente, casi apenas consciente de que hubieran estado allí y luego marchado.

No sabía qué pensar. Había estado examinando muchas cosas en su cabeza, rememorando todo lo que había ocurrido en el último año. Parecía haber pasado muchísimo tiempo y aun así las cosas se sucedieron con gran velocidad. Al recordar, había caído en la cuenta del modo en que todo se había salido de control. Dolía el pensar que todo había nacido de su propia inseguridad, de su propio egoísmo.

¿Se le podía llamar egoísmo?. Akira había intentado buscar muy dentro de sí mismo algunas veces, ver si lograba hallar el alma de Ryuuko. Quería saber cómo se sentía el Rey de los Rei, saber si este deseaba estar con Shirogane nuevamente. Quizás podría sentirse un poco más seguro si lograra incorporar los sentimientos de Ryuuko en la mixtura… después de todo, el Rei poseía el derecho principal. Akira habría continuado si pudiera descubrir que Ryuuko deseaba volver a la existencia. Pero no surgió ningún poder. Quizás sintió algún cosquilleo, pero sus llamadas a su otra forma no fueron contestadas.

Y se preguntó… Había visto a Shirogane hablándole en el hospital, aunque no había oído ni una palabra. Había estado aferrado a la imagen del Shin, intentando permanecer consciente el mayor tiempo posible. Pero de algo estaba más que seguro sin embargo, y era que Shirogane le había dicho algo muy importante. ¿Era sobre Ryuuko? ¿Había sido una reprimenda? ¿Una confesión?.

Akira adivinaba que de algún modo había sido egoísta. Shirogane nunca le había dicho plenamente que prefería a Ryuuko por sobre él. Y él había intentado imponerle algo que tal vez el Rey Shin no deseaba.

Y además estaba el modo en que se miraba a sí mismo. Había pensado sobre ello durante un largo tiempo, y sobre lo que quería para sí mismo. En alguna parte del reverso de su mente, algo había susurrado que dado que Shirogane amaba a Ryuuko, la única manera que el Shin tenía de amar a ‘Akira’ era si ‘Akira’ se volvía ‘Ryuuko’ otra vez.

Ese había sido probablemente el mayor problema, el más grande temor que lo corroyera… La idea de no poder ser amado por ser Akira.

Continuaba siendo su temor, ahora que pensaba en ello. ¿Qué si Shirogane continuaba apartándolo de su lado? Preferiría morir. No podría ser capaz de continuar si no podía ser amado.

Una ligera ola de desesperanza lo cubrió, pero antes que pusiera pensar del todo, Ah, estoy siendo egoísta otra vez, una gentil voz dijo, “Bienvenido a casa, Akira-kun.”

La suave caricia de Shirogane corría a través de su cabello. Akira cerró los ojos, intentando alejar la depresión que lo desbordaba. El Shin pareció sentir su necesidad, porque Shirogane preguntó serenamente, “¿Qué sucede, Akira-kun?.”

¿Podía preguntar? ¿Debía preguntar? ¿O estaba demasiado asustado de cuál sería la respuesta?. Pero Shirogane habló antes de que Akira pudiera.

“Te amo.”

Las palabras comenzaron a calmarlo. Había una ternura en la voz de Shirogane que Akira no había oído antes… o, quizás, que no había intentado oír.

“Te amo, Akira-kun.”

¿Sabía Shirogane cuánto necesitaba oír eso?. Aún sentía un cierto dolor cuando escuchaba tales palabras, pero Akira cerró los ojos e intentó tranquilizarse, permitiendo que la suave voz de Shirogane lo reconfortara.

Podría preguntar luego, cuando estuviera listo. Por ahora, esto era suficiente.

   
Notas finales:

[Nota de la traductora: Me pregunto si aparte de mí habrán más de ustedes pensando en darle a este muchacho un buen golpe para que se le acomoden las ideas, y luego UN GRAN ABRAZO para que sepa que es una persona de gran corazón, merecedora DE TODO EL AMOR DEL MUNDO.

Hoooooooooola a tutto mundo!!!! Mil perdones, un millón de perdones por hacerlos esperar, pero es que la cosa se complica cuando hay dos pc’s y sólo una conectada a internete-ete. Sí, podría poner un router y compartir la conexión, pero el dueño de la pc con internete juega mucho game online, de esos que comen mucho ancho de banda, y si él está jugando al Grand Chase, Operación Siete, o Gunz olvídense de poder abrir una mísera ventanita de nada en la compu nuestra. Además, coincidimos en los horarios de llegada del trabajo, así que yo llego, agarro la pc y al ratito llega él y empieza la puja de a ver quién la usa. Obvio que gana él: la compu es suya. Ja, ja.

Bueno! Casi que no subo este capi hoy, que es el cumple de Akira, kyaaaaa~~~~!!! (gritito de fangirl;, gritito de la clase de chica que Akira odia, jajajaja!!!!)(“Chicas huecas! No estoy interesado en ustedes!.Akira dixit).Si nos guiamos por el anime, cumple hoy 21 añinguis. Si nos guiamos por el manga, no tengo la más perra idea, ya que no me acuerdo en qué año salió el manga. Prefiero guiarme por el anime. Volviendo: Sin embargo acá tá!!!! Y para el 23 subo el capi nueve. Y para el 30 el capi diez… y se temina!!!! Se temina todo en el capi diez!!!! Igual hay Yusa para un rato largo; estoy traduciendo otro fic corto de ella, que es parte de una trilogía de one-shots. El problema es el tiempo, las ganas de sentarse, y cuando tengo todo, tiempo y ganas, la lucha con mis seis gatos para que no se acuesten sobre las hojas, los diccionarios, la mesa donde traduzco, mi regazo mientras traduzco, etc. Siempre hay dificultades, nadie dijo que era una vida fácil…

Muchos besos a las chicas que me dejan sus reviews acá y en Amor Yaoi, la verdad es que me encanta leerlos y contestárselos; sé que peco de escribir extenso, lo siento… (Los traduje a los golpes y se los mandé a Yusa. Si quieren decirle algo, aprovechen, eh). La verdad es que estoy terriblemente agradecida con todas ustedes, gracias por leer este pobre trabajo de traducción, pero es que si no nadie se enteraría de las buenas historias que hay de Monochrome Factor!!!!

Abrazos para todas!!!!!

AKIRA!!! FELIZ CUMPLE!!!!!

PD: Este capítulo sí que me dio dolores de cabeza para traducirlo y no creo que muchas partes estén muy correctas. Pido disculpas por los errores.

TheYoko]

   

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