Hola Ali, ¡buenas!
¿Cómo estás? ¿Qué haces de tu vida?
¿Qué pasó, si tendremos boda? ¿Cómo te fue con la plática de ayer con Alphonse? ¿Si pudieron resolver sus problemas o de plano ya no había nada que rescatar? Es un buen muchacho, medio tonto sí, pero bueno… o eso creo, igual cuéntame ¿va?
En fin… pues ¿Qué crees? ¿Recuerdas que me dijiste que o formalizaba con mi sirena en la facultad o podría volver a pasar lo de su “lado B” celoso con mis compañeras? Pues lo medite con calma, lo razone muy bien y concluí que tienes razón… además, si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo… así que lo hable con Sofía y ella acepto ir formalizando poco a poco de forma tranquila para evitar tener problemas… porque obviamente me encanta estar bien y evitar en lo posible los conflictos
Jajajaja no te la creíste, ¿verdad? (si si, me decepcionas) Bueno, te contare lo que pasó en realidad… esta historia se llama “Saliendo del closet en la escuela de forma sutil”
Pues has de cuenta que uno de los profes llevo un amigo (que es psicólogo laboral con especialidad en no sé qué) para que nos explicara sobre “como desenvolvernos en nuestra vida como adultos trabajadores” o algo así, la verdad no me interesaba mucho… el hombrecito era ridículamente aburrido… por eso estaba jugando gato con Natalia (porque así uno aprende a hacer adulto jajaja). Me dijo que saliendo fuéramos al centro a comprar unas cosas con Sofía (ya ves que ahora está ganándose a mi chica por culpa y conveniencia jajaja). Estuve de acuerdo y le mande mensaje a mi sirena (porque ella sigue sentándose con Omar) al celular para preguntarle si quería ir… lo que nunca considere es que aunque yo fui sutil, ella traía el teléfono con sonido, así que eso fue suficiente para que ella fuera la voluntaria que el hombrecito necesitaba para su dinámica… y bueno, Nat se burló bajito de ella y yo me queje más fuerte, así que fui la segunda voluntaria…
Nos acercamos al frente del auditorio… ambas frustradas y aburridas… en fin, nos puso en línea recta, una frente a la otra, a algunos metros de distancia… la dinámica iba a ejemplificar que signos ver para saber si estamos invadiendo el espacio personal de alguien más (porque no podríamos notarlo nosotros solos 77) Nos explicó que teníamos que hacer… muy simple, el aplaudía y nosotras, cual entrenado perro de Pablov, daríamos un paso al frente, siempre viéndonos a los ojos hasta que nos sintiéramos “incomodas o invadidas”, en ese momento nos deteníamos y ya… voltee a ver a mi chica que me miraba con un leve tono rojo en su cara y eso me divirtió más de lo que podía haber pensado
En fin, dio un aplauso y avanzamos… luego otro, otro y otro, hasta que quedamos como a dos metros de distancia. Mientras más nos acercábamos veía que Sofía se iba poniendo más y más roja, y note como le costaba mantenerme la mirada en los ojos, ¡se estaba poniendo divertidísima la situación!
Escuche al hombrecillo decir que esa era la distancia mínima entre compañeros, que avanzar más en una conversación se podría malinterpretar, que debes tener una relación más personal para estar más cerca… así que pensé, “bien, hasta aquí me quedo”, (porque frente a todos se supone que somos solo compañeras, amigas quizá) aunque, al dar otro aplauso, yo volví a avanzar… vi alarma en los ojos de mi sirena (ella si se quedó quieta en su lugar) y el hombrecillo gruño un poco, dio una explicación que no me interesó del porque yo volví a avanzar, dijo que pusiéramos atención en el lenguaje corporal de mi chica y luego otras cosas que ya no escuche… lo que si oí fuerte y claro fue el siguiente aplauso…
Sofía se quedó quieta…
Yo avance con seguridad.
Estábamos ya a centímetros, me puse roja y bueno, que decir de ella… note que sus ojos ya no había alarma, tenían duda… seguramente algo como ¿Qué pretende mi demente novia? ¿Estará escuchando al hombrecillo? ¿Habrá olvidado dónde estamos? ¿Qué pretende? ¿A que estará jugando? Además, su respiración se volvió más pesada y lenta, pasaba saliva con dificultad, temblaba poquito y bueno, mientras el hombrecillo seguía y seguía hablando, mi sirena daba pequeños vistazos a mis labios… lo que me hizo desear con ansias locas que me besara… y bueno, eso le pedí… (si, por un momento me valió donde estaba) le dije con mímica “bésame”… ¡no hay precio para la cara que puso! con todas las dudas del universo, viéndome como si de pronto me hubiera vuelto más loca que una cabra en bicicleta… igual le volví a decir “bésame”, solo así…. Paso saliva, casi podía escuchar su mente trabajar al mil (estaba segura que empezaría a salirle humo por las orejas) y al fin tuve respuesta “¿segura?” y me pareció lo más tierno del mundo, imagínate, lo más importante para ella era que yo estuviera segura que quería ser besada y no las posibles consecuencias (claro, no es que yo estuviera pensando en eso) , así que con todo, repetí que me besara por tercera vez… vi que aun dudaba millones y que se me ocurre retarla diciéndole “miedosa”… y ¡zaz! ¡Que me besa! ¡Así nada más! Me agarro muy de sorpresa, en realidad no creí que se fuera a atrever… me agarró fuerte de la cintura y me besó ¡y que beso!
Luego de una eternidad (una eternidad muy sensual, claro) nos separamos y ¡no manches! El profesor estaba enojadísimo, tenía todas las intenciones de comernos vivas, nos preguntó si había terminado nuestro espectáculo, ella le dijo que si y regresamos a sentarnos (juntas y lejos de Natalia y el ridículo de tu Omar). Claramente nadie podía volver a concentrarse y nos ya éramos el centro de atención de pronto… si, es algo muy lógico (pueblerinos de mente cerrada) pero no me encantaba del todo, así que me refugie quitando el descansabrazos que me separaba de mi chica y me recargue en ella, ella solo se rio y me abrazo… así nos pasamos el resto de la clase…
Esperamos a que todos salieran, se unieron a nosotras Omar y Natalia para ir a clase… mi amiguita se puso muy ruda preguntando si “esa era la forma que me había parecido mejor para salir del closet frente a todo el grupo” solo le respondí “a ti no?” gruño, se enojó y pataleo… yo me reí, pero mi sirena la calmó y bueno, nos fuimos a la siguiente clase… todo estaba del todo bien hasta que empezó a ir del todo mal, porque nos mandaron a dirección, donde estaba ya el director y el profesor de la clase anterior, luego de regañarnos un rato por la “falta tan grande de respeto hacia el ponente, los compañeros, la clase, la facultad y la universidad (si, solo le faltó el mundo) que represento ese acto de rebeldía y anarquía contra lo que se nos estaba ejemplificando”, la neta, yo me reí… mi sirena como es más decente solo les explico que íbamos iniciando una relación romántica (ay ajá, empezando) y que nuestra acción fue solo el no poder controlar las hormonas al estar cerca, que no había nada más oculto (claro, ella no me iba a echar de cabeza diciendo “mi demente novia tiene como deporte favorito complicarnos la existencia cada que se le presenta la oportunidad”), así que pedimos disculpas… aunque, luego de un poco más de gritos y evidencias de su andropausia, el profesor concluyo que la culpa era de Sofía y que yo solo era “victima”… me bote de risa, ¿victima? ¿Yo? Mi sirena solo apretó mi mano para que me calmara… el director decidió que no iba a expulsarnos (a pesar de que era lo que el profesor pedía) por un beso con el argumento de que si, fuimos irrespetuosas pero que no era una gran falta, que al empezar una relación ese tipo de cosas podían ocurrir y que en caso de que hubiese sido un beso entre un chico y una chica ni siquiera nos habrían llevado a su oficina. El profe estaba enojadísimo, estaba que se moría del coraje, el director parecía divertido igual que mi sirena, yo estaba entre enojada, divertida y nerviosa por la cantidad de problemas a la que mi tontería nos había metido…
En fin, nos dejó ir con el castigo de que reforestaríamos una zona frente a uno de los edificios y la amenaza de que volvíamos a ser igual de impulsivas y habría consecuencias más graves… nos pareció perfecto y fuimos a ver lo que nos va a tocar hacer... mientras estábamos en eso, volvió a salir el sexy y sensual “lado b” de la personalidad de mi sirena… esa que tanto me encanta… nos sentamos en el poco pasto que hay (vimos que tenemos mucho trabajo) y me recostó, sentándose en mi abdomen y acercándose a besarme… la verdad si me puse un poco nerviosa… ¡nos acababan de decir que nos iban a correr! Pero ella igual me beso, bajo el concepto de “no nos van a hacer nada por andar tonteando así, porque sería homofobia” y que lo que si teníamos que cuidar era lo académico para que no diéramos pretextos para que nos corrieran de verdad…
Volvimos al depa temprano (la verdad es que cuando estábamos ahí Diana llamo y nos dijo que a su grupo ya había llegado el chisme de nuestra hazaña, así que no teníamos ganas de enfrentarnos al mundo hoy) y bueno, continuamos con esa sesión de besos que había empezado en la escuela (y no seré más explícita por eso de –no al voyerismo lésbico porque eres como mi hermana y es raro- ) solo diré que usamos sabiamente esas horas que teníamos antes de que Dianita llegó…(jajaja nos estás imaginando, ¿verdad?)
Te escribo mientras mi hermosa sirena intenta preparar algo de cenar, lleva en eso casi una hora, así que no tarda en rendirse e invitarme a salir a cenar fuera, por lo que te dejo, ya luego te cuento como me fue en mi “primer día fuera del closet en la universidad”, no te preocupes, promete ser divertido (igual si no, tengo una preciosa sirena, una gruñona Natalia y un Omar, así que todo estará bien)
Nos vemos Ali, te quiero
Mar