-Ikki… ¿estás ahí?
-Si…claro… ¡Dame un segundo amor!
Respire hondo, serenándome. Entonces abrí la puerta.
-¡Hola niño, que bueno que llegaste!
Él me toma del cuello y me besa-¡¡Oh no!! Grave error, eso me provocaba más sin evitarlo.
-¿De qué quieres hablar?-me dice mi amor.
Me percaté de pronto que Shaka miraba al DVD viendo la portada de la peli que acababa de ver.
-Ikki, ¿¿estuviste viendo una película porno??-dijo mi rubio con una sonrisa pervertida.
-pues…este… -trataba de excusarme.
-Quien lo diría de ti Ikki. Eso realmente “ME FA-SCÍ-NA”.
Mis ojos parecían platos al escucharlo más cuando dijo “Eso realmente me fascina” en un tono muy sensual.
-lo que quería hablar contigo era sobre nosotros,
-Aja
Se acercó a mí y besó mi cuello.
-Es que Shaka…yo ¡¡Ahhh!!-solté un gemido involuntario.
-Ikki, ¿quieres que hagamos el amor?, es lo que siempre he deseado, que me hagas tuyo, quiero que seas el primero en mí, que me enseñes a amarte, quiero sentir tu cuerpo.
No supe que responder.
-Ikki, ¿¿qué pasa??...Quiero que hoy pierdas esa timidez, enseñémonos a amar.
-No te conviene que la pierda, no quiero que me desconozcas.-dije con un tono pícaro, estaba entrando en ambiente, no podía creer esto.
-¿¿Enserio?? ¿Qué tan des conocible puedes llegar a ser??
-Algo así...
Lo tome de la barbilla, lo bese, necesitaba hacerlo, sentir sus labios dulces, así comencé, el correspondía, cuando en eso el beso se puso un poco atrevido, empecé a chupar su labio inferior mientras él lo hacía con mi labio superior, eso le encanto, adentre mi lengua en su cavidad, masajeándolo con mi lengua, mientras me acercaba, con una mano lo tome de la cintura mientras con la otra levantaba un poco su polo, acariciándolo. Gimió, señal que le gustaba, me encantaba que se pusiera así por mí, solo conmigo, necesitaba que fuera mío así que pause el beso y susurre a su oído.
-Shaka, mi amor, me das permiso de hacerte el amor, necesito hacerte mío, me excitas demasiado niño.
-Ikki no tienes por qué pedirme permiso, claro que soy tuyo, puedes hacer de mi lo que quieras.
No me cansaba de besarlo y es que sus labios eran irresistibles, dulces, dejaban un sabor único, del cual me era casi imposible dejar de probar.
-¡Espera Ikki!-respiraba con dificultad…Tengo miedo
-No amor, no tengas miedo, no te lastimare.
Continué con el beso, poco a poco lo fui arrinconando hacia la cama; caímos, yo encima de él. Rápidamente me quitó la estorbosa camisa que traía puesta, vi cómo se sonrojaba al hacer esto.
Acariciaba su piel tan suave, bese su mano, recorriendo por su brazo mis labios hasta llegar a su cuello, levante mi vista, tenía que verla. Me miraba con esos ojitos celestes como el cielo, esos ojitos que ahora se mostraban tímidos.
-Mi pollito…Te amo-Empezó a besar mi pecho, beso mis tetillas, las succionaba, jugando con su lengua, ¡Oh!, eso se sentía muy bien, no pude evitar gemir.
Detuve lo que hacía, me levanté un poco, tan solo unos centímetros para poder quitarle el pantalón, en segundos también quité su ropa interior. Dejé al descubierto su trabajado torso; observé con deleite los pequeños pezones, me acerqué a ellos y empecé a besarlos, usando mi lengua, los chupaba, los jalaba suavemente, les daba pequeños mordiscos.
-¡Ah, IKKI, Ah, no te detengas!, ¡Oh sí!
Me apoderaba de ese cuerpo tan bien formado, tenía que hacerla mío, acostumbrarlo a mis caricias, deje de besar sus pezones para dirigirme a su zona más íntima.
Comencé a recostarlo nuevamente, bese sus pies y recorrí con mi lengua sus piernas hasta llegar a sus muslos; acariciaba esa zona tan cálida, suave, dejé de una buena vez de jugar y lamí la punta de su miembro erguido. Al instante arqueó su espalda y gimió satisfecho con mis atenciones.
Ya no eran gemidos los que emitía sino gritos, gritos de placer, al estar jugando con mi lengua en su falo, escucharlo provocaba a mi miembro penetrarlo de una vez.
De un momento a otro ahora él estaba sobre mí, besando mi cuerpo, llegando a mas debajo de mi vientre, llego a esa partecita que ya quería comerse, me apretó tan suave que solté un gemido agudo, me masajeaba esa zona de arriba abajo.
-¡¡Ohh Shaki!! Eres divino, te amo mi niño ¡¡¡Ahhh!!!
-Yo también te amo Ikki.
Terminado de decir eso beso la punta de mi pene, jugueteando con su lengua, daba unas exquisitas lambidas que no paraba de jadear.
-Shaka...¡¡Ahhh. Por favor!!…ya no me tortures más…mételo de una vez en tu boca, necesito sentir tu saliva tibia ahí, Ahhhhh
Empecé a sentir a mi rubio hermoso como adentraba mi pene dentro de su boquita dando tremendas succiones, unas arremetidas grandes, era fabuloso sentirlo, amarlo, que era el, quien me hacía sentir estas emociones.…llegamos a un orgasmo ¡Ahhh! delicioso, me vine en su boca, tragándose todo mi fluido.
-¡WoW!, sabes rico, todo tu eres delicioso...mmm
-Ahora mi amor esta es la mejor parte, la parte final, donde nuestro amor llegara al máximo, sintiéndonos uno mismo.
Fugazmente, noté en sus ojos nerviosismo y miedo.
-No temas mi amor, no te voy a lastimar, jamás haría eso, por eso voy con cuidado, haciéndote sentir el hombre más especial del mundo.
-Sé que la primera vez es doloroso, pero si es contigo nada malo pasara, yo confió en ti Ikki.- exclamó mientras se acomodaba en cuatro sobre la cama.
Me acerqué con lentitud, esperando no asustarlo más de lo que ya estaba.
Abrí un poco sus pompitas, agache mi boca donde se encontraba ese lindo huequito, e introduje mi lengua, para dar paso después a mi miembro guiándolo a la entradita de mi ángel. Me adentre, metiendo la punta, poco a poco tomándolo de las caderas, penetrándolo, no hacia ningún movimiento esperando a que se acostumbrara…hasta que me dio la señal con un movimiento que dio para atrás , empecé despacito, de un segundo a otro, se la metí toda, lo penetraba sin frenesí, dando unas embestidas gloriosas, dio un grito como quejándose, yo seguía sujetándolo por la cintura atrayéndolo a mí, una y otra vez gemíamos a mas no poder, sudábamos, nuestra respiración toda agitada, el corazón a punto de explotarnos, llegando al orgasmo más pasional para ser nuestra primera vez. Me vacié dentro de él suspirando; vi como terminaba también.
Caímos rendidos a la cama completamente agotados…nos quedamos en silencio, solo mirándonos, tranquilizando nuestros ritmos cardiacos, recuperando el habla. Me miraba tan hermoso, se acercó besando mis labios, recostándose sobre mi pecho.
-Gracias Ikki
-¡Gracias ¿¿por qué??!
-Por amarme, gracias por dejarme sentirte.
-No tienes por qué agradecer, el hacerte el amor fue una de las experiencias más maravillosas de mi vida-¡!Te amo¡¡
Así fue nuestra primera vez, enseñándonos uno al otro a amarnos, entregarnos al deseo del amor y no carnal.
Para ser la primera vez no estuvo mal, ojala se repita constante jejeje.
Fin