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Through your gaze por midori_bs

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Notas del capitulo:

A que no se imaginan lo que pasa en este cap (?)

En cierta forma, tiempo de justificar las advertencias xD

No nos peguen por haber tardado un poquito más ♥

Y de nuevo, gracias a todos los que leyeron, los que comentaron y a los que pusieron este fic en favoritos :)

V.

Todo era paz y felicidad hasta que sonó el despertador, provocando que sus ojos ya amanecieran de mala manera. De la manera más estúpida Baekhyun trató de deshacerse de las sábanas en las que se encontraba enroscado. Una vez conseguida esa hazaña, se puso de pie y caminó hasta el espejo de pared que estaba ubicado sobre el único metro libre de la pared de su habitación. El espejo era más grande que él y podía verse su cuerpo entero. Luego de corroborar su 'demacrado estado post-sueño', se dirigió al baño a asearse, a peinarse y a colocarse su necesario delineador. Una vez que su cara se encontraba tan perfecta como debía desayunó y luego se puso el uniforme. Agarró su mochila y su iPhone, junto con los auriculares. Llevó su pequeña figura hasta la puerta de su casa y salió, cerrando con llave y empezando su camino al colegio. El bus llegó más tarde que de costumbre, pero el viaje se hizo más rápido gracias a su reproductor de música que le brindaba diversión a sus oídos y entretenimiento a su mente al hacerle tararear la lista de reproducción de las Girls Generation.

Puso sus pies en su aula y repasó las personas que se encontraban ahí, casi haciéndose encima al ver la cara del imbécil de Sungmo repleta de moretones, ¿qué le habrían hecho? De todos modos, se lo tenía merecido el hijo de su madre. Se sentó en su asiento y las horas empezaron a transcurrir, mucho más lentas que de costumbre, pudo notar. Entonces entendió qué era lo que hacía que ese día resultara tan extraño. Giró su cabeza y sólo encontró un banco vacío: el banco de Chanyeol. Sin embargo no le dio mucha importancia, después de todo, ¿a quién no le agarraban ganas de hacerse la rata y no ir al colegio de vez en cuando?

Al día siguiente amaneció del mismo modo pero, al llegar al colegio, Chanyeol tampoco estaba y esa misma situación se repitió dos días más, hasta que Baekhyun empezó incluso a preocuparse. Se paró de su asiento en el momento que inició el receso y se acercó al banco del chico con el que Chanyeol siempre hablaba, Jong... Jong algo, no recordaba bien. Lo miró, se miraron, pero Baekhyun se dio la vuelta y regresó a su asiento sin preguntarle nada de lo que habría querido preguntarle. Seguramente estaría enfermo. Era sólo que la idea de que algo peor le hubiera pasado seguía rondando por su cabeza. 

Tomó el bus, pero esta vez no fue hasta su casa. El viaje tomó un poco más de tiempo y finalmente se bajó. Caminó algunas cuadras más y frenó su paso. Alzó la vista y tocó el timbre de la casa que estaba frente a él, la casa que recordaba como la de Chanyeol.

La puerta no se abrió inmediatamente. Baekhyun estuvo unos buenos 10 minutos insistiendo hasta que la puerta se entreabrió, dejando a la vista el rostro cansado de Chanyeol, quien mostró genuina sorpresa al verlo parado allí. Sus ojos, no obstante, estaban también llenos de tristeza y resignación.

—Baekhyun, ¿qué haces aquí? —Chanyeol consultó la hora en su reloj de muñeca. —Oh, ya terminaron las clases. Supongo que dormí demasiado...

El '¡Baekhyunnie!' que esperaba nunca llegó, tampoco fue recibido por esos ojos grandes y desorbitantes que acostumbraba ver en el más alto. Algo era extraño y se sentía confundido. Entró a la casa sin responderle y se sacó las zapatillas, dejándolas cerca de la entrada.

—¿Qué pasó?

Tragó el nudo que se había formado en su garganta, sintiendo sus ojos picar por las lágrimas. "No voy a llorar". Había pasado ya una semana hecho un zombie que no hacía más que lamentarse.

—Mi madre, ella... —La peor parte, se dijo, era poner aquel suceso en palabras. —Murió. Nunca te lo conté pero ella estaba enferma hace años y estos últimos años no hacía más que ponerse más y más débil. Insistía en estar en casa, quería seguir su rutina: cocinar, cuidar de sus plantas, cuidar de . No importaba cuanto le insistía.

Se detuvo, el dolor en su pecho ahogándolo sin piedad. La frase que se repetía en su cabeza como un mantra no ayudaba "estoy bien, estoy bien". La opacaban los múltiples por qué's para los que no tenía respuesta.

Los ojos de Baekhyun se abrieron a más no poder debido a la sorpresa que le causaron las palabras de Chanyeol e imágenes del viernes pasado se estrellaron en su cerebro como balas. ¿La señora Park estaba muerta? ¿Aquella agradable mujer que lucía tan fresca estaba así de enferma? Por un momento un salvaje "¿QUÉ?" casi brota de sus labios. Pero no lo dejó salir, porque eso no serviría de nada, ya había escuchado y hacerle repetir la historia a Chanyeol no sería una buena idea. Sabía lo que era perder a un pariente tan cercano como los padres, porque lo había vivido en carne propia y es una de las peores experiencias; no se lo desearía ni a su peor enemigo. Se dio vuelta y miró a Chanyeol, tratando de neutralizar sus expresiones. —Puede llorar, Chanyeol. No sirve de nada aguantar las lágrimas, sólo te va a causar más dolor

Éste último esbozó una sonrisa triste, inspirando hondo. —¿Puedo... abrazarte, Baekhyunnie? —Su tono era inseguro, como si estuviera esperando un rechazo inmediato. Al fin y al cabo, Baekhyun ya le había dicho que no le gustaban los abrazos.

Baekhyun iba a insultarlo por haber hecho una pregunta tan estúpida, pero decidió que sería mejor no hacerlo. Se acercó a él y lo abrazó, apoyando sus manos sobre su espalda y apretándolo contra sí mismo para que también lo abrazara.

Chanyeol escondió su rostro en la coyuntura del hombro de Baekhyun, sintiendo como el peso de la muerte de su madre caía sobre sus hombros. Se aferró al más bajo, sus piernas debilitándose y cayendo de rodillas junto a Baekhyun. Las lágrimas que tanto había luchado por contener volvieron a escapar de sus ojos, humedeciendo la piel de sus mejillas.
 
"Lo siento" quiso decir. "No tendrías que involucrarte en esto Baekhyun".

Baekhyun permaneció en silencio, abrazándolo y pasando sus dedos por la cara de Chanyeol, de vez en cuando, para limpiar sus lágrimas.

Chanyeol se sentía más vulnerable que nunca, pero agradecía que, de todas las personas, fuera Baekhyun quien lo viera y lo sostuviera así. Se sintió mal por empapar el cuello de su uniforme, y al mismo tiempo le agradeció mentalmente por preocuparse.

Los minutos pasaban y Chanyeol no se tranquilizaba. Baekhyun no era ni capaz de consolarse a sí mismo, ¿por qué Dios siempre lo ponía a prueba? Tomó con sus manos el rostro de Chanyeol y lo levantó, encontrándose con ojos hinchados y rojos. —Chanyeol, respirá hondo, no te ahogues —Suspiró. —Está bien que llores, pero no te pierdas en el sufrimiento, ¿si? Tu mamá hizo lo imposible para estar bien mientras que estaba viva, para que no sufras, para que pienses en tu futuro, y si tú te quedas en el pasado, todo lo que ella hizo habría sido en vano —Desvió la mirada, nunca imaginaría que todo eso saldría de su boca. Estaba, en parte, avergonzado y, en parte, quería que Chanyeol volviera a sonreír de esa manera tan retardada de todos los días, que lo moleste, que le diga 'diva'.

Chanyeol sonrió ante sus palabras, atesorándolas en un rincón de su mente, y le mostró su agradecimiento de la mejor forma que se le ocurría: colocando una mano en la nuca de Baekhyun y besándolo con entusiasmo. Sus lágrimas volvían salado aquel beso, pero ninguno de los dos mostró descontento por ese detalle.

Luego de unos segundos cerró sus ojos, dejando de Chanyeol lo besara y abriendo su boca lo necesario para profundizar aquella sensación que no sólo sentía en su lengua; si no que todo su cuerpo reaccionaba de una manera extraña a ese beso, marcándolo como diferente a los anteriores que se había dado con Chanyeol, marcándolo como diferente a todos los besos que se había dado con cualquier otra persona.

Chanyeol sabía que era injusto aprovecharse de la pena que Baekhyun sentía por él en esos momentos, pero ajustó sus posiciones hasta que el más bajo estuvo entre sus piernas, brazos aún alrededor de sus cuerpos y labios unidos. Tenerlo cerca era el mayor consuelo que había recibido en una semana y ese hecho lo hizo estremecerse. ¿Cómo lograba Baekhyun impactarlo tanto, dejarlo marcado con sólo una palabra, sólo un gesto?

Baekhyun analizó sus sentimientos y llegó a una conclusión: Chanyeol le gustaba. ¿Cómo había llegado a eso? No sabía. ¿Cómo es que su frustración y molestia se transformaron en atracción hacia el más alto? No sabía. ¿Cuándo había comenzado a gustarle? No sabía. No sabía nada y tampoco lo entendía, pero Baekhyun no era una persona que buscara muy profundamente en los pensamientos. Él sentía. Y lo que sentía, lo decía. No daba vueltas en ningún sentido, sus palabras eran pocas y claras (excepto al momento de insultar, eso sí, en ese caso las palabras eran muchas y pocas veces entendibles y coherentes). Abrió los ojos. Chanyeol lo estaba mirando, parecía haberse calmado un poco. Se separó unos centímetros. —Tengo que decirte algo

—Si es una lección de vida, ya escuché suficiente por hoy Baekhyunnie —protestó el menor, necesitando todo menos un recordador del momento difícil por el que estaba transcurriendo en su vida ahora.

Baekhyun le frunció el ceño. —No, creo que no tiene que ver con eso.

Sus ojos reflejaban confusión. —¿Entonces qué es?

Exhaló, desvió la mirada y luego volvió a clavar sus ojos sobre los de Chanyeol. —Me gustas

Bueno, wow.

Siempre tan directo.

—Tú también me gustas, aunque sea obvio —Chanyeol sonrió, limpiándose los restos de lágrimas de su rostro con la parte trasera de su mano. —Eres tan perfecto —murmuró, dejando un beso largo sobre una de sus mejillas de porcelana. —Diva y todo —se carcajeó, divertido por el fastidio de Baekhyun, quien resopló y le golpeó con suavidad la punta de la nariz.

—No era necesario agregar lo último.

—Si lo era —dejó un beso sobre la mano que el mayor había usado para golpearlo, sonriendo aún. De no haber sido por la sombra de la pérdida de su madre que se colaba en sus pensamientos, ese habría sido el día más perfecto de su vida.

Baekhyun soltó una pequeña carcajada. —¿Qué haces...? —Cuestionó, refiriéndose a su mano, que aún seguía siendo 'abusada' por los labios de Chanyeol.

—¿Qué parece que hago? —alzó una ceja, soltando la mano y dedicándose a repartir besos por su rostro delicado.

Baekhyun sonrió. Luego recordó cuando conoció a Chanyeol, en la enfermería y el muy bruto le había dicho 'linda', 'atractiva', 'muy fuerte para ser una chica'. Lo más probable era que Chanyeol estuviera enamorado sólo de su cara. No lo culpaba, después de todo Baekhyun lo único que hacía era insultarlo. Rió sin gracia ante sus pensamientos y besó en los labios a Chanyeol.

—¿Qué fue esa risa amarga? —Chanyeol rompió su beso, mirándolo a los ojos. Se mordió el labio inferior. —¿Hay algo que no me estés diciendo Baekhyunnie?

—Me dijiste que deje de ser cruel—Cruzó sus miradas. —No prometo que pueda hacerlo —Revoleó los ojos hacia un lado y luego volvió a mirarlo directamente. —¿Aún así te gusto?

—Por supuesto que me gustas de todas formas. Yo te quiero así como eres, Baekhyunnie. Aunque me grites, te enojes y seas tan sarcástico —su sonrisa se volvió traviesa, acarició algunos mechones de cabello castaño. —Nunca dudes de eso.

Las mejillas de Baekhyun se sonrojaron levemente. —Sabía que eras masoquista —Rió y le golpeó el hombro, con fuerza intermedia.

—Tal vez —respondió de la misma forma, alzando los hombros y apretándolo entre sus brazos. —¿Quieres tomar algo?

Chanyeol se imaginó que Baekhyun querría levantarse del piso. No era precisamente el mejor lugar para ponerse cómodo.

—Sí —Como esperaba, Baekhyun asintió, mas sin embargo no se levantó del piso

—Muy bien —Chanyeol se levantó, sin comprender por qué Baekhyun no lo imitaba y fue a buscarles unos vasos con gaseosa.

En respuesta tardía Baekhyun se puso de pie y se dispuso a ir con Chanyeol cuando éste ya estaba llevando la gaseosa hacia donde estaban antes. Bebieron y dejaron los vasos vacíos sobre la mesa del comedor. Baekhyun dudó unos segundos, pero terminó por agarrarle una mano y entrelazar sus dedos con los de él.

Chanyeol apretó aquella mano entre las suyas, sorprendido gratamente por aquel gesto. —¿Me perdí de muchas cosas en el colegio? —preguntó, sentándose al borde de su cama y tirando de Baekhyun para posicionarlo en su regazo.

—No lo sé —Baekhyun pasó sus brazos por su cuello, uniendo sus manos en su nuca. —Que haya asistido no significa que haya prestado atención.

—Aw, supongo que me queda la esperanza de que Jongdae haya anotado todo. —acarició los costados del más bajo, deleitándose con la piel suave de allí.

—Con que era JongDae… —Baekhyun rió para sus adentros. Se paró un momento para volver a acomodarse, sentándose sobre Chanyeol nuevamente pero esta vez con las piernas abiertas, rodeando su cintura. Acercó su rostro una vez más y lo besó, cerrando sus ojos.

Chanyeol correspondió el beso felizmente, dejándose caer sobre la superficie mullida de su colchón con Baekhyun recostado encima de él. Sus manos recorrieron con libertad la extensión de su espalda, levantando su remera en el proceso.

La sensación de las grandes manos de Chanyeol tocando su cuerpo simplemente le gustaba. Baekhyun abrió su boca, para profundizar el beso y con su lengua irrumpió la paz de la cavidad bucal ajena. Sus piernas continuaban separadas, ahora debido a que los muslos de Chanyeol estaban presionando contra ellas para mantenerlas abiertas, situación que lo ponía algo ansioso.

Chanyeol sentía el calor corporal que emanaba Baekhyun, su esencia comenzaba a intoxicarlo y la cordura se alejaba de su agarre más y más a cada segundo. Necesitaba esto, su cariño y sus caricias. 

Los dio vuelta, quedando arriba del más bajo, presionando una de sus rodillas contra su sexo protegido por la tela de su pantalón del uniforme. 

Chanyeol abandonó sus labios rosas (ahora hinchados por el abuso de los suyos propios) y se dedicó a atacar su cuello esbelto y, sobre todo, aquel lugar debajo de su oreja que lo hacía temblar debajo de su cuerpo.

La respiración de Baekhyun comenzó a agitarse y a entrecortarse. La manera en que Chanyeol lamía su cuello, la manera en que frotaba su rodilla contra su intimidad, lo estaba estimulando demasiado. Debía aceptar que nunca pensó que Chanyeol sería ese tipo de persona, siempre se lo había imaginado como los que se tomaban las cosas con calma, pensó incluso que tendría que ser él quien lo pervirtiera para hacer actividades sexuales como la que se estaba llevando a cabo. 

No tuvo que pasar mucho tiempo para que notara que sus pantalones del colegio le apretaban en la zona de su entrepierna.

Chanyeol levantó el rostro un momento para mirar a Baekhyun a los ojos, le sonrió con confianza y tiró de los extremos de su remera del uniforme para poder quitarla de en medio. No hacía más que obstruirle el paso.

—No —murmuró, corriendo las manos con las que Baekhyun intentaba taparse, por puro acto reflejo. —No hagas eso, ¿sí? —dejó un beso sobre sus labios, sonriendo todo el tiempo. —No veo nada de lo que tengas que avergonzarte —arqueó una ceja, luego sacudiendo la cabeza ligeramente y dándole la atención necesaria a toda aquella extensión de piel que había descubierto. Su lengua acarició desde sus clavículas hasta los huesos sobresalientes de su pelvis, en parte cubiertos por su pantalón. Se detuvo especialmente en sus pezones, logrando que se endurecieran con éxito y rodeándolos con aquel músculo húmedo. 

Una de sus manos comenzó con la tarea de hacer desaparecer la parte inferior de la vestimenta de Baekhyun, al tiempo que se entretenía mordiendo con suavidad sus clavículas.

El mayor sentía algo de vergüenza, más que nada por la manera en que su cuerpo se estremecía ante el tacto de la lengua de Chanyeol. No trató de acallar gemidos, ni tampoco quiso forcejear. Sus brazos estaban a los costados de su cuerpo, moviéndose intranquilos, al igual que sus extremidades inferiores. Chanyeol bajó sus pantalones, Baekhyun detuvo su sistema nervioso en aquél momento para poner un ceño fruncido en el medio de su rostro. Claro, él a los cinco segundos estaba desnudo y el idiota de Chanyeol ni se había liberado de un botón de su camisa, si es que claro, tuviera una camisa puesta. Colocó sus manos en sus hombros y lo empujó, observándolo aún con el ceño fruncido. —Sácate algo también.

El aludido rodó los ojos. Por supuesto, Baekhyun tenía que ser mandón incluso en situaciones como esta. 

Murmurando protestas bajo su aliento, Chanyeol luchó por sacarse su musculosa y aún más para tirar sus pantalones a un costado de la cama. Iba a replicar con un "¿Feliz ahora?" pero Baekhyun lo había atraído hacia él nuevamente por su cuello. Sonriendo, lo besó con entusiasmo y levantó sus caderas para que su erecciones se encontraran, creando fricción. 

Era como estar en las nubes.

Con sus piernas Baekhyun abrazó la cadera de Chanyeol, pegando más sus sexos y moviendo su propia pelvis para aumentar esa sensación tan placentera que aquello causaba. Al mismo tiempo, gemidos se ahogaban contra sus labios y las manos que mantenía en su nuca rasguñaban levemente el cuello que aprisionaban por puro acto inconsciente.

Chanyeol decidió tomar cartas en el asunto y deslizó una mano entre sus miembros cubiertos por su ropa interior. Bajó la tira elástica del bóxer Baekhyun, rodeando su erección con la palma de su mano y deslizándose por su longitud de forma repetida.

Un sonido más fuerte escapó directo desde la garganta del más pequeño. Bajó su rostro, apoyando su frente contra el hombro de Chanyeol mientras se agarraba con fuerza de su nuca. Ya, a este paso, no quería correrse, quería sentir a Chanyeol dentro de él, complementándolo y haciendo que ambos se sintieran mucho mejor. —Chanyeol... Trae el... lubricante… —Ordenó, entre medio de pequeños gemidos.

Sus movimientos se detuvieron, al tiempo que su cuerpo se paralizaba unos segundos. 

¿Cómo se le había olvidado aquel 'pequeño detalle'?

—No tengo lubricante —Chanyeol se mordió el labio inferior. —Nunca... lo necesité realmente.

"Y no esperaba que esto ocurriera tan pronto" agregó mentalmente. Estaba en su lista de compras, con sinceridad, pero le daba como mínimo un mes más a Baekhyun para darse cuenta de sus sentimientos.

Lo había agarrado por sorpresa.

Los latidos de Baekhyun se detuvieron por un momento. Miró a Chanyeol con los ojos bien abiertos, mientras que sus labios esbozaban un '¿QUÉ? IMBÉCIL'. No quería salir con sangre entre las nalgas ni con dificultad al caminar, pero realmente, y aunque no se lo iba a decir, estaba desesperado porque Chanyeol lo penetrara. Pensó, pensó... pensó. —Trae... trae... loción entonces.

Asintió, levantándose de la cama y yendo hacia el baño como en trance. Buscó con la mirada aquella botella de loción que se había comprado una semana atrás, aunque todavía no la había abierto. Suspiró aliviado al localizarla y volvió a su habitación, sin poder evitar que sus ojos escanearan el cuerpo desnudo de Baekhyun, a su completa disposición. 

Con sólo el ruido de una botella destapándose y el roce de su piel por las sábanas, Chanyeol se colocó sobre el más bajo nuevamente, tomando control de sus piernas y estirándolas lo más posible sin causarle daño. Agradecía más que nunca la pequeña 'investigación', por llamarla de alguna forma, que había realizado hace unas semanas. Se sentía menos perdido. 

Derramó un poco del líquido de la loción en uno de sus dedos y rodeó la entrada de Baekhyun con éste, deslizando luego uno de sus dígitos. Cerró los ojos ante la estrechez de Baekhyun rodeándolo. No pudo evitar pensar cómo sería una vez que su miembro estuviera enterrado completamente en su interior. Su erección pareció crecer ante sus pensamientos, si acaso era posible. 

Pronto incorporó un segundo dedo, continuando con la tarea de estirar aquel anillo de músculos lo mejor posible sin distraerse por los gemidos nada disimulados de Baekhyun. Pero así era mejor, no quería que se contuviese. Sus manifestaciones de placer eran el mejor incentivo del mundo. 

Para cuando ingresó el tercer dígito, logró hallar aquel punto que hacia a Baekhyun arquear su espalda y tirar su cabeza hacia atrás, boca abierta en un grito silencioso. Chanyeol sonrió, abusando de su próstata con sus dedos hasta que consideró que estaba listo. 

Inspiró hondo, recordándose que debía ser gentil y controlado mientras volvía a tomar la botella de loción y esparcía una cantidad generosa por su sexo.

Baekhyun tragó saliva. Se había dado cuenta que la loción no era lo mismo que el lubricante, no era tan patinoso, sin embargo estaba seguro de que podría aguantarlo. Sus mejillas estaban rosadas, pero no tanto como sus labios. Su torso se inflaba y desinflaba al ritmo de su agitada respiración y sus ojos brillaban en lujuria. Chanyeol se acomodó y tomó su cadera una vez más, levantándola. Su ansiedad se vio levemente opacada al sentir el dolor de la penetración, soltando un pequeño grito mientras que se aferraba más fuertemente a las sábanas.

Chanyeol se detuvo al estar completamente dentro de Baekhyun, besando sus mejillas y luego sus labios para intentar distraerlo del dolor que debía estar sintiendo. Sólo cuando el mayor dejó de cerrar los ojos con tanta fuerza y murmuró un «Puedes seguir» entrecortado, Chanyeol se retiró completamente para volver a penetrarlo, repitiendo está acción con el mayor cuidado que su mente nublada por el deseo le dejaba conjurar. 

La habitación pronto se llenó de suspiros, gemidos, el sonido de la cama crujiendo a causa de las embestidas de Chanyeol y de piel chocando contra piel.

Baekhyun gemía, más bien, gritaba de placer. El dolor había quedado en el olvido, ahora su cuerpo estaba a punto de explotar en éxtasis. Una de sus manos apretaba el brazo de Chanyeol, mientras que con la otra frotaba su propia erección para conseguir un resultado mucho más sofocante. —Más fuerte... Chanyeol... —Suspiros, jadeos, gemidos, todo se juntaba en su contra para complicarle el habla, pero no por ello dejaría de ser la diva mandona que realmente era.

—Cómo usted diga, su majestad —gruñó, aunque su intención era que sonase como un mero comentario sarcástico. El ritmo de sus embestidas creció la más que pudo, siendo recompensado por sonidos de placer aún más fuertes y uñas dejando patrones aleatorios en su espalda. Sostuvo los muslos de Baekhyun, separándolos cuanto fuera posible para llegar más profundo y conseguir nuevos ángulos.

Podía sentir el comienzo de su orgasmo no muy lejos, y sus embestidas comenzaban a volverse erráticas.

Los músculos de Baekhyun se contrajeron, desde las facciones de su delicado rostro hasta el esfínter que estaba siendo penetrado, presionando levemente el miembro de Chanyeol con sus paredes. Líquido seminal comenzó a salir, manchando tanto su abdomen como el del más alto y provocando el más erótico gemido salir de la boca del más pequeño.

Chanyeol agachó un poco la cabeza, dedicándose a besar aquel cuello tentador, marcándolo, dejando evidencia de que había pasado por allí. 

Su orgasmo se apoderó de él poco después, dando sus últimas embestidas y colapsando junto a Baekhyun.

Éste último erró sus ojos y sintió el semen de Chanyeol esparciéndose por su interior. Respiró por la boca, pausadamente para poder equilibrarse. Su cuerpo se sentía pegajoso de nuevo.

Aunque también se sentía sudado y esa no era una sensación agradable, Chanyeol atrajo a Baekhyun hacia sí mismo, abrazándolo contra su pecho y besando su cabeza.

Baekhyun dudó unos segundos, pero finalmente pasó su mano por la cintura de Chanyeol, abrazando su espalda. Le gustaba la sensación de su cuerpo desnudo pegado al suyo.

El menor hizo una mueca al sentir el semen de Baekhyun manchar su estómago. Se había olvidado de eso.

Bueno, tampoco era difícil de ignorar.

—¿Qué te pasa? —Lo miraba de reojo. —¿Por qué ponés esa cara?

—Estás todo pegajoso —pasó uno de sus dedos por el estómago de Baekhyun, sonriendo. —Después podríamos tomar una ducha... juntos, claro.

Rió levemente ante la invitación. —Mi recto está mucho más pegajoso que eso... —Informó, mirando el poco semen que había quedado en los dedos de Chanyeol. —Quiero estar acostado un poco más

Chanyeol arrugó la nariz. —Que información más hermosa. 

Se acomodó mejor, tirando de las sábanas hasta que los cubrieron a ambos, relajando completamente su cuerpo.

—Como tú quieras, Baekhyunnie.

El más bajo subió un poco para poder apoyar su cabeza en la almohada y cerró los ojos. —¿Te gustó? —Preguntó, con un tono de voz extrañamente dulce.

Chanyeol le sonrió, acariciando uno de los costados de su cara con sus labios. —Fue fantástico. Asumo que a ti te gustó también, por el volumen de tus gritos.

Baekhyun frunció el ceño, sin abrir sus ojos, y le tiró de un mechón de pelo. —Me gustó, no hace falta agregar detalles

—Ay —se quejó, acariciando luego su cuero cabelludo. —Bueno, bueno, señorita diva.

El supuesto “divo” abrió los ojos para mirarlo con fastidio y se volteó para darle la espalda.

Chanyeol rió y volvió a atraerlo hacia sí, pegando la espalda de Baekhyun contra su pecho y besando su nuca, como disculpa. —No te enojes.

Baekhyun sonrió, sin embargo no dijo nada.

Notas finales:

Si les gustó, tómense unos segundos para dejarnos un comentario, nos hace felices y les damos galletitas virtuales a cambio (?) Win, win!

Gracias a todos los que se pasaron por Unconditionally, de paso! :D

El próximo capítulo es el último </3 *se ponen emocionales* Nos hubiera gustado seguir un poco más pero es mejor que una historia se termine antes de volverse forzada y con poca trama :/ Y se nos secó el cerebro (?)

Nos vemos en el próximo cap, gracias por leer!

Midori & Hyone


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