-él es mi pequeño hijo, tiene 8 años, es el gran secreto que te tenía… -mirando a su pequeño desde arriba- y mi vida entera en estos momentos, ahora supongo que tu manera de pensar a cambiado, y pienso que eso es lo mejor… -regresando la mirada al pelinegro- comprendes que lo nuestro solo es un sueño?... -preguntaba la ojigris con tristeza en el rostro-
-no sabía que decir, realmente quería a la profesora, no contaba con aquello, pero eso no lo iba a detener, así que respiró hondo y dejó que su corazón hablara- yo te amo sensei -acercándose a ambos- y si tu vida es tu pequeño hijo, también será la mía! -se agacha hasta quedar a la altura del pequeño rubio- dime pequeño Shinobu, te gustaría que fuese tu papá? -le pregunta con una sonrisa sincera en el rostro-
-Shinobu estaba un poco confundido, pero al ver la sonrisa del pelinegro, sonrió también- si!, si quiero que seas mi papá! -dice muy feliz y se lanza a abrazar al universitario-
-parece que le caigo muy bien a nuestro hijo! -sin quitar la sonrisa tonta de su rostro-
-Miyagi… -dice en un tono apenas audible- estás seguro de esto?
-cómo no estarlo, además quién no quisiera ser el padre de este pequeño tan tierno?... -se pone de pie con Shinobu colgando de él ya que este no lo soltaba, por lo que decidió cargarlo para que este no se cansara- seremos la familia más feliz que pueda existir -acaricia el rostro de la mujer con mucha ternura- tú mi amor, nuestro pequeño Shinobu y yo… -se separa de ella y eleva al pequeño rubio en brazos para darle muchas vueltas- siiii!!!! Seremos la familia más feliz del mundo, verdad Shinobu?!!!
-si! Wiiii -no parando de reir-
-solo espero lograr amarte Miyagi, y que si no, me comprendas... -pensaba viendo con una sonrisa fingida como giraban muy felices el pelinegro y su hijo- quizá lleguen a quererse mucho, verdad?…
…
Los días pasaban como si nada, y no había uno en que el pelinegro le mostrara su amor a la docente, también se desvivía por ella; al no tener el apoyo de sus padres se vio en la necesidad de obtener dos empleos uno para sustentarse económicamente y el otro para ahorrar lo suficiente para darles lo mejor a su nueva familia
Incluso de lo poco que ganaba (ya que a los estudiante no les pagan nada bien en los trabajos de medio tiempo) apartaba un poco de lo que ganaba para comprar muchos juguetes para Shinobu y así ganarse más su cariño, claro que eso ya no era necesario, porque el pequeño le había tomado mucho cariño, pero de igual modo no quería dejarlo de lado, porque ya sentía ese amor paternal por él
Y así habían pasado un par de años…
…
-Qué?... vivir aquí?... -preguntaba muy sorprendida la docente al ver a su novio con sus maletas parado frente a la puerta de su departamento, cuando había llegado de imprevisto-
-si! -respondía el pelinegro con una sonrisa de oreja a oreja-
-eh?!!! -parpadeando como no creyendo lo que veía y acababa de escuchar- pero Miyagi, esto…
-Si… Miyagi vivirá con nosotros!!! -decía feliz un niño rubio de 10 años mientras le lanzaba a los brazos del pelinegro-
-ja, ja, ja si viviré con ustedes!!!... tranquilo Shinobu, además cuantas veces te he dicho que me llames papá! -reclamaba con un puchero tierno al pequeño-
-eso no!, a mi me gusta llamarte Miyagi! -regresando el puchero-
-ok, tu ganas! -le sonríe tiernamente y luego desvía su mirada hacia la mayor- que sucede mi amor, no te veo contenta con la noticia…
-ah?... no, no es eso!, solo que no lo esperaba tan pronto
-no es pronto, además ya tenemos poco más de dos años saliendo y ya va siendo hora de ser una verdadera familia!! Además Shinobu siempre lo quería, verdad Shinobu? -mirando como el menor asiente rápidamente, lo que hacía que el pelinegro se alegrara más-
-no uses a Shinobu para tus chantajes!! -reclama la docente, luego sonríe- está bien Miyagi, tu ganas, además este lugar es espacioso, solo espero que ayudes con todas las labores! -dice cruzándose de brazos-
-claro!!!, viste Shinobu ya convencimos a tu mamá, desde ahora viviremos todos felices!! -desordenando los cabellos del pequeño con sus manos a modo de afecto-
-estoy tan feliz!! -Shinobu estaba rebosando de alegría- me alegra mucho que Miyagi viva con nosotros, desde que dijo que cuidaría de nosotros me hizo el ser más feliz de la tierra, él es tan bueno y tan atento, mamá tiene mucha suerte de que la quiera mucho… a mi también me quiere, pero de diferente manera a la que yo lo quiero- pensaba mientras su rostro se tornaba triste-
-que pasa Shinobu chin, ya no te agrada la idea de que me quede?! -dice son un puchero triste-
-No!!! no es eso!!... -responde rápido y luego se pone pensativo y reacciona- y deja de decirme Shinobu chin, no me gusta!!!
-eh?!!! Pero por qué no?? así suena tan lindo!! Es mi forma de llamarte con cariño! -restregando su mejilla con la del pequeño-
-ah! -se sonroja hasta las orejas- es… está bien, pero solo dejaré que Miyagi me llame así, nadie más…
-ese es mi hijo!!! -dice abrazando al niño-
-hijo… solo eso, así debe ser… -piensa con una expresión triste- ya debo dejar de soñar, Miyagi es solo mi padre, pero nunca lo llamaré así!
-bien entonces te encargo a Shinobu Miyagi, cuídalo por favor, hasta después! -coge su bolso y sale sin más-
-mirando el lugar por donde su madre había salido- ultimadamente sale seguido, pero ya me estoy acostumbrado, quizá la vida de casa la tiene asfixiada -dice en un tono bajo como para que no lo oyesen-
-no pienses así Shinobu chin, de seguro tiene muchos asuntos pendientes por arreglar, ella te quiere mucho, eres su adoración… y no olvides que desde ahora yo estaré siempre que ella no esté! -le dice con una sonrisa en el rostro para tranquilizarlo-
- sonríe de felicidad- no, esto que siento es muy fuerte para que lo olvide, a pesar de ser solo un niño de 10 años, estoy completamente seguro que lo que siento por Miyagi es amor… si, lo amo con todo mi ser, tal vez desde que vino por primera vez, creo que si fue en ese momento cuando nuestros mundos se cruzaron, definitivamente es el destino!- pensaba sin parar de sonreírle al mayor- gracias Miyagi
-mnnhh me pregunto cuando me llamarás papá! -dice con una rabieta lo que hace reír al menor-
-nunca -se cruza de brazos y le saca la lengua al pelinegro, para luego girar su cabeza a un lado con los ojos cerrados-
-que malo Shinobu chin!... yo quiero que me digas papá!! -implora con lágrimas de cocodrilo arrodillado a los pies del pequeño rubio-
-abre un ojo para ver al mayor y a darse cuenta de sus actos sonríe internamente- que divertido es estar con Miyagi... no me cabe duda que no quiero que se aleje de mi…
La relación de "padre e hijo" era perfecta según Miyagi, pero Shinobu buscaba algo más, esperaba crecer para tener una edad coherente y confesarle su amor al mayor, y al parecer el tiempo estaba a su favor ya que pasaba como si nada, Miyagi se había vuelto alguien indispensable en su vida, pero algo andaba mal, dónde quedaba su madre, ya casi ni cuenta se daba de ella, ya que con el pasar del tiempo por alguna extraña razón se volvía más indiferente, tanto con su hijo como con el pelinegro, pero en que rayos pensaba la mujer al dejar de lado a un hombre tan maravilloso como Miyagi, pensaba el menor cada vez que su madre desaparecía casi todo el día
Miyagi aunque no notaba del todo la ausencia de su novia, tampoco le era indiferente, aun así lo había dejado de lado ya que estaba muy entretenido haciendo todo tipo de trámites para adquirir su título y estaba incluso más ansioso de lo normal ya que la universidad le había ofrecido un trabajo como educador debido a su excelencia académica, nada podría ser mejor, nada podía opacar su felicidad ya que al fin estaba logrando sus objetivos y su sueño de ser docente universitario se estaba cumpliendo a la joven edad de 24 años, ya estaba a punto de poder dar un futuro asegurado a su amor y su hijo… pero no todo lo que brilla es oro y así como había idealizado a la docente, en realidad no lo era y más temprano de lo que imaginaba esta le iba a dar la peor de las decepciones…
-Shinobu?... -obteniendo la atención de su hijo que ahora tenía 13 años- tú quieres mucho a Miyagi verdad? -produciendo un sonrojo al menor, ya que pensaba que lo había descubierto- él es muy bueno y ha sabido cuidar muy bien de ti, como un verdadero padre… por eso…
-qué pasa mamá?... -se había extrañado mucho por las palabras de la docente, tanto así que ya le empezaba a preocupar-
-quisiera que te quedaras con Miyagi… yo… tengo que salir de viaje
-viaje?... a dónde?, por qué no podemos ir contigo? -se empezaba a asustar-
-lo siento mi amor, debo hacerlo sola -se aproxima a la frente del pequeño rubio para implantarle un beso, luego entró a su habitación para salir de inmediato con una gran maleta- se buen niño y pórtate bien de acuerdo?- se marcha dejando a su hijo atónito-
-reacciona- mamá?!! -observando como la mujer dejaba el departamento, ya que pese a que se llevaba de maravilla con el pelinegro Shinobu amaba a su madre y tal parecía que ella se había despedido para nunca volver- no te vayas… -cae de rodillas al piso y empieza a sollozar- no te vayas mamá!...