Capítulo 16: Alerta roja… pre-celo.
Shishido se encontraba pasando por el enorme patio de la escuela hacia la cancha de tenis cuando los vio, dos betas molestando al alto y tímido chico de cabellos blanco. Frunció el entrecejo, ese tiempo le había servido para darse cuenta de que a pesar de su altura en realidad Chotaro Otori era una persona muy tímida y muy obediente. Nunca se metía con nadie y siempre era amable y maternal con todo el mundo, los omegas solían llamarlo la mamá del Rikkaidai y rápidamente también se había vuelto la madre del Seigaku. Era como Oishi. No sólo eran dos gran jugadores de dobles sino que siempre se aseguraban de que hubiera agua y toallas limpias para todo el equipo a pesar de que no era su trabajo.
Así que a Shishido realmente le calló como piedra ver como los dos betas intimidaban al omega que se trataba de fundir con el árbol contra el que lo tenían acorralado. Shishido se acercó con pasos amenazantes dispuesto a meterse en una bronca cuando para su sorpresa uno de los betas se acercó demasiado y de pronto Chotaro lo empujó con fuerza con una mirada rabiosa en sus ojos.
-Atrévanse a tocarme y os matare, os arrancare las entrañas con mis manos y os ahorcare en ellas -les juró Chotaro aterrando a los dos betas que le habían creído una presa fácil y dejando asombrado a Shishido–Vengan, les voy a romper la madre -les retó el omega de pronto muy bélico. Shishido al fin reaccionó y se acercó corriendo a los tres, no quería que Chotaro pelear y lo suspendieran o castigaran… para eso estaba él.
Se interpuso entre el omega y los dos betas a los que miró con sus ojos refulgiendo dejando salir su esencia alfa que hiso a los dos betas retroceder, esto ya era demasiado, un omega psicópata y un alfa, los dos betas se alejaron corriendo. Cuando Shishido estuvo seguro de que el omega estaba a salvo se volteó a mirarle y para su sorpresa nada quedaba del bélico omega que se dejó ir hacia al frente cayendo sobre su pecho y olisqueándolo.
-Sempai, huele tan bien -suspiró Chotaro dulcemente restregando su mejilla sobre el pecho del alfa como si tratara de impregnarse de su olor. Eso no era nada común en Shotaro y entonces al fin la cabeza de Shishido hiso click y entendió lo que sucedía, esto era… el pre-celo de Chotaro. Sólo eso podía explicar la actitud agresiva de pronto, en el siempre amable y dulce omega, y la forma descarada en que se pegaba a él con lo tímido que era.
El alfa se sonrojó sin saber que decir o que hacer, una parte de él le decía que se aprovechara, que lo besara, que Chotaro no se negaría a su beso, pero otra, la que era un caballero, le decía que no fuera un bastardo y respetara al de cabellos blancos.
-Yo…. Chotaro, para por favor -le suplicó el alfa luchando consigo mismo, con sus más bajos instintos, podía tomar tan fácilmente lo que se le ofrecía, pero luego… luego el omega lo odiaría y él no quería el odio de ese omega, no el de Chotaro, no quería que el chico le mirara con odio… nunca.
-No quiero, sempai… ¿Es que no le gusto? ¿No me encuentra guapo, sempai? -aun inclinado con la cabeza sobre su pecho Chotaro levanto su rostro para verle. Shishido tragó saliva.
-Eres muy lindo, Chotaro, pero este no eres tú, es la cercanía de tu celo la que habla -le aseguró. Entonces el omega ronroneo de una forma muy sensual, que puso dura su polla.
-Mi celo… sempai, páselo conmigo -le dijo pasándole los brazos por el cuello y susurrándole ahora al oído aprovechándose de ser más alto que el alfa para esto.
-Claro -aceptó de inmediato embobado, hasta su pobre cerebro-que se estaba muriendo por falta de sangre, ya que toda le emigro al sur de golpe,-que aun trataba de sobrevivir le grito, fue con lo último de su cordura que renuncio a hablar, era inútil. Tomó al omega de la mano y lo arrastró, el omega se dejó sumisamente pensando que le llevaban a un lugar privado a hacerle feliz, pero no era así Shishido lo estaba llevando donde la única persona que les podía ayudar… Kanata Irie.
Kanata estaba sentado en el despacho de los entrenadores revisando algunos papeles cuando un Shishido de miraba apenas cuerda se le acercó arrastrando a un mimoso y pegadizo Chotaro detrás de él. Kanata se alarmó, se supone que era el último día de Chotaro en la escuela, el celo del chiquillo sería en dos días así que desde mañana no iría más a la escuela.
-Ayúdame, yo… yo quiero tomarlo, profesor Kanata -dijo el alfa desesperado quería tanto tomarlo, hacerlo suyo ahí mismo y le importaba poco que el rubio viera, pero una parte de si le decía que Chotaro no le perdonaría nunca que lo hiciera.
-Está bien, Shishido-kun, todo está bien, has hecho bien en venir aquí -le aseguró Kanata acercándose con pasos suaves a ellos, aunque sabía que el alfa no lo sentía como una amenaza por ser un omega, si se acercaba demasiado rápido Chotaro sí lo podía tomar como una amenaza, otro omega que trataba de quitarle al alfa que había elegido para su celo y atacarlo, porque a Kanata no le cabía duda que Chotaro había elegido a Shishido para su celo.
-Suéltalo, Shishido, tienes que soltar su mano si no el aroma omega no te dejara en paz, tienes que soltarlo y salir de aquí, dejarnos a él y a mí solos -le habló suavemente Kanata para no alarmar a Chotaro que se frotaba contra el alfa y a la vez hacer su voz calara en el alfa. Al ser esta la primera escuela mixta nadie era consciente de que la cercanía de tanto alfa a los jóvenes omegas acortaba su temporada de pre-calor y hacía que el calor llegara más rápido.
El proceso de pre-calor solía durar una semana por que el instinto omega buscaba un alfa compatible, al no encontrarlo el cuerpo dejaba de resistir y retrasar el celo y en una semana llegaba el inevitable calor que el omega tenía que paliar solo. En las parejas casadas al sólo haber un alfa para el interés del omega en cuestión el pre-celo también duraba una semana, avisándole a la pareja que era tiempo. Además de que el omega solía ser adulto por lo que sus ciclos estaban bien asentados.
Pero en cambio en un omega adolecente era diferente en una escuela llena de alfas y betas, el instinto omega tenía muchas más posibilidades de encontrar lo que buscaba, un alfa acorde, y al estar también llena de más omegas que sentía como posibles amenazas para quitarle a su posible pareja, traía como consecuencia que el pre-celo se acelerara acortándolo entre 24 a 40 horas. A cualquiera podía parecerle poco, pero cuando no estabas preparado para que esto le pasara a tu hijo o a tu alumno, podía ser un desastre. Ahora Kanata lo sentía, Chotaro estaba al borde del celo, demasiado cerca por su olor, diría que unas horas a lo mucho en lugar de las 48 que se supone tuvieran. Eso estaba mal, debían aislar el chico, habían demasiados alfas que pelearían por tenerlo, eso podría ser un desastre de proporciones épicas.
Como si invocara la mala suerte, en ese momento Oni entraba cargando unas cajas. Al oler al alfa más grande y poderoso, Shishido gruñó agazapándose en posición de combate empujando a Chotaro detrás de él. Kanata se interpuso entre ambos, Oni quedó congelado, en primera por el reto de un alfa más joven que él, lo que tentaba a su instinto alfa a darle una lección al más joven y en segunda porque olía delicioso, dulce como un omega muy cerca del final de su pre-celo los omegas empezaban a oler sexual unas 8 a 5 horas antes del comienzo del celo, pero era un olor tenue, suave y delicioso, hasta el momento en que el celo estallaba y era como una bomba que explotaba de golpe. Pero no tenía sentido, después del incidente de Kaoru Kaidoh, Kanata había tenido la delicadeza de pasarle sonrojado el calendario de sus chicos donde estaba marcado el celo y pre-celo de cada uno para excusarlos de sus ausencias en la temporada del celo. Ninguno de los jóvenes se supone que estuviera en celo, sólo Chotaro Otori se supone que estuviera en su pre-celo, pero se supone que era seguro, al chico le faltaban 48 horas para su celo y ese era su último día de asistencia.
El pelirrojo miró al peli blanco que ronroneaba excitado por el olor territorial que desprendía Shishido. Luego miró a Kanata confundido ¿Por qué ese joven estaba a punto de caer en celo? Basándose en su experiencia, Oni diría que le faltaban menos de 12 horas para caer en celo. Es que ¿Kanata se había equivocado con el calendario o él lo había leído mal?
Kanata lo empujo en ese momento fuertemente por el pecho.
-¡Sal de aquí, ve por Tokugawa y dile que traiga los sedantes más fuertes que tenga los vamos a necesitar! -le gritó empujándolo fuera y cerrándole la puerta en las narices. Una vez fuera el cerebro de Oni volvió a trabajar y dándose cuenta realmente de lo que pasaba fue por el enfermero, mientras ahora que el otro alfa había salido Shishido se volvía a relajar. Volteándose hacia el omega y lamiendo un lado de su cuello, el omega expuso su cuello. Kanata palideció, no, si Shishido lo mordía… sería un desastre, un desastre- ¡Shishido! -gritó con fuerza haciendo al alfa sobresaltarse y mirarlo deteniéndolo. Pasó lo que Irie temía, Chotaro le gruñó sintiendo amenazado, el reclamo que quería que el alfa le hiciera por el rubio. Kanata no quería luchar, en realidad no quería, menos con el dulce Chotaro, pero no había forma en que fuera a dejar que el chico le atacara, si lo hacía patearía su trasero, pero no había forma en que fuera a dejar que el chico le atacara, si lo hacía patearía su trasero, pero en ese momento como si hubiese invocado la salvación con sus plegarias la puerta se abrió bruscamente y entro Tokugawa con pintas de agente del FBI por que llevaba una pistola de dardos tranquilizantes en la mano y le disparo a ambos chicos que cayeron al suelo inconscientes. Yamato paso corriendo junto a Tokugawa y sacando una inyección de su bata de doctor se acerco a Chotaro y lo inyecto, el olor caliente desapareció, Kanata supo que Yamato había usado un supresor del celo, no duraban mucho apenas podían suprimirlo una o dos horas y solo en casos en que aun no había comenzado del todo como este, se usaba para cuando un omega se encontraba en una emergencia que lo obligaba a salir en esas terribles 8 horas antes del celo cuando su olor a celo comenzaba a estenderse por todos lados.
-¿Tienes una pistola de dardos tranquilizantes?-pregunto Yamato al fin al consejero mirándolo desde el suelo junto a su paciente.
-Si la compre en realidad para usarla un día contra ti pero luego cuando esto se volvió un colegio mixto pensé que me podía servir si algún alfa se quería pasar de listillo, no pensé que tendría que usarla también contra un omega-comento mirando su jueguito pensativo.
-¿Qué les distes, que le tumbaste tan rápido? ¿Sedante para elefantes? -preguntó Kanata acercándose a los dos jóvenes.
-No, de ese no tenía -dijo Tokugawa irónico-, solo es un fuerte sedante, hecho específicamente para este tipo de casos -le quitó importancia el médico–. Creo que debemos llamar a los padres de Chotaro para que lo busquen y a este jovencito -señaló a Shishido-, llevarlo a la enfermería necesita alejarse del omega -dijo serio y luego miró a Yamato y a Oni - ¿Pero que esperan? ¿No estarán esperando que lo cargue yo, verdad? Muévanse -les ordenó el pelinegro y los dos alfas se sobresaltaron apurándose, Oni a tomar a Shishido y levantarlo y Yamato hacer otro tanto con Chotaro, mientras que Kanata sacaba su móvil para avisar a los padres de Chotaro que salieron apurados para poder recoger a su angelito-. Debo hablar con el concejo para avisarles lo que está sucediendo -sonrió Tokugawa fascinado-. Quien lo habría dicho.
-¿Sabes que está pasando? -preguntó Kanata confundido- El celo de Shishido se supone que empezaría en 48 horas, pero ya lo sentiste tú mismo, olía como si faltaran 8 horas o menos para la explosión de calor -le dijo. Tokugawa asintió.
-Sí, al parecer la cercanía de tanto omega y alfa a la misma vez hace que… -le empezó a explicar Tokugawa a Kanata aunque Oni paraban la oreja escuchando también, como enfermero Yamato también se había dado cuenta de lo que sucedía.
Continuará….