Capítulo 17: Nuevos prometidos en Seigaku
-Pero mira quien volvió de entre los muertos -sonrió Sengoku al entrar esa mañana al salón de clase y ver a Inui Sadaharu ya ahí, el data-man al parecer había sido el primero en llegar al salón de clase porque yacía sentado en su lugar de costumbre esperando a que diera la campana de inicio de clase.
-Deja de molestar, Sengoku -le dijo Akutsu serio sabiendo por donde iba su amigo mientras tiraba su mochila sobre su asiento y se sentaba. Ni Akutsu ni Sengoku eran de llegar temprano, pero ese día les había tocado. Más bien ese día Akutsu había querido dárselas de caballero con Kawamura y acompañarle, así que había pateado a Sengoku temprano esa mañana para despertarlo porque él no sería el único que madrugaría y así habían acabado los cuatro yendo juntos -Dan también- a la escuela esa mañana.
-Eres un aguafiestas -se quejó Sengoku-. Venga, venga, Inui, dime como fue esta semana ¿Fue el paraíso? ¿Cómo es pasar un celo? -preguntó Sengoku con entusiasmo.
El Data Man le miró a través de sus lentes con un brillo asesino en los ojos.
-Muérete -fue su respuesta a Sengoku.
-Pero…
-Doctor 1 -la protesta de Sengoku murió en su boca con la entrada de Yanagi Renji y el saludo de este.
-Profesor -le saludó Inui de vuelta, aliviado de no tener que responderle nada al metiche de Sengoku, Akutsu debería ponerle un bozal a su amiguito.
***
En las aulas de segundo Kaidoh no lo estaba pasando mucho mejor, tal vez tuviera algo que ver con que Kamio y Momoshiro se habían sentado cada uno a un lado suyo y se habían puesto a hablarle de los entrenamientos de tenis, lo que acabo con cualquier otra posible conversación incomoda que los otros pudieran querer tener con Kaoru, aunque las miradas incomodas seguían ahí. A la hora del almuerzo Kaoru sacó su bento de su mochila mientras Momoshiro se levantaba para ir a comprar algo a la cafetería. Kamio que tampoco traía bento se levantó para ir con él, prometiéndole a Kaoru volver rápidamente.
Bastó la ausencia de sus dos “guardaespaldas” para que los otros creyeran que ahora se podían acercar a Kaoru, pero la mirada letal de la serpiente espantaba a la mayoría, claro siempre había algún estúpido que era demasiado tonto para tener instinto de supervivencia y esta vez no faltó el mentado estúpido.
-¿Eh, Kaoru, qué tal este celo? -preguntó un arriesgado beta.
Un agudo silbido fue la respuesta de Kaoru mirándolo mal y no fue el único, varios omegas también miraron mal al tipo. Preguntarle a un omega por su celo era una total falta de respeto, esa era una pregunta íntima.
-Venga todos sabemos que el sempai de tercero desapareció a la misma vez que tú. ¿Pasaste tu celo con él? –Kaoru apretó sus puños cabreado, a punto de levantarse y darle a ese estúpido-. Bueno, yo no soy un sempai ni un alfa, pero seguro puedo hacer un buen trabajo si me eliges a mí para tu próximo celo -se ofreció. Kaoru pegó con su mano abierta en su escritorio, levantándose molesto, pero no tuvo tiempo a hacer nada cuando el beta fue levantando por la solapa de la camisa y estrellado contra la pared. Todos miraban impresionados a Inui Sadaharu, mientras sostenía al beta contra la pared con fuerza y un aura asesina le rodeaba.
-Vuelve a hablar o tan siquiera a mirar a mi prometido y estas muerto -le aseguró el normalmente tranquilo alfa de la data. Uno de los omegas que se había sentido ofendido por la primera pregunta que le había hecho el beta a Kaoru había ido a buscar a Inui pensando que estos eran novios y así había llegado Inui al salón y no sólo el, Sengoku, Akutsu y Yanagi lo habían seguido por curiosidad. Por otro lado el anuncio que Inui acababa de hacer les había caído como una bomba a todos.
-Sadaharu -le habló Kaoru serio-, suéltalo, él no merece ni la pena ni el tiempo -le dijo extendiendo su mano y poniéndola sobre el hombro de Inui tratando de ocultar un incómodo sonrojo. Inui miró con desprecio al beta antes de empujarlo un lado y soltarlo volviéndose hacia Kaoru.
-Solo porque tú lo dices. Si te molesta de nuevo, me lo cargo -aseguró el de tercero serio- ¿Ya comiste? -le preguntó.
-Estoy en eso -asintió tranquilamente Kaoru, ambos tratando de ocultar que estaban un poco incomodos con toda la situación.
-Bien, si alguien te molesta o necesitas algo, avísame -le pidió. Kaoru asintió. Inui peleó mentalmente consigo mismo antes de inclinarse y besar la mejilla de Kaoru para salir sólo había querido dejar en claro que el otro era realmente su prometido. Momoshiro y Kamio que estaban en la entrada del salón con los brazos cargados de su almuerzo comprado, estaban boquiabiertos cuando los de tercero salieron y Kamio corrió hacia su amigo.
-No es justo -se quejó-¿Por qué tú tienes novio y yo no? -se quejó haciendo reaccionar a Kaoru.
-Shhh -se quejó la serpiente entornando los ojos, por supuesto que Kamio saldría con algo como eso, era Kamio después de todo.
***
-Si se me permite preguntar sin que me patees el trasero… o mejor dicho lo intentes -dijo Yanagi caminando al lado de su amigo, Akutsu y Sengoku se habían ido a ver a sus propios noviesitos- ¿Cómo diablos acabaste comprometido? -preguntó serio. Inui suspiró.
-Larga historia -aseguró.
-Tranquilo, todavía nos quedan 45 minutos de nuestra hora de almuerzo, tenemos tiempo -le aseguró Yanagi.
Inui se sentía agotado, demasiado, nunca en su vida había estado tan cansado, nunca en su vida había dormido tan poco, era como si Kaoru no necesitara dormir y todo lo que necesitara fuera follar y él no podía hacer más que cubrirlo, era muy placentero, pero también muy agotador, en ese momento sentía que sus bolas y su pene se le iban a caer, aun así cuando levantó sus ojos y vio a Kaoru sobre el cabalgándolo con la carita cubierta por el placer, su cansancio se esfumo mientras sacaba fuerzas de flaqueza y tomándolo de las caderas se movía con fuerza dentro de él.
-Sempai -gemía Kaoru con una vos preciosa a oídos del alfa.
-Kaoru, mi hermoso Kaoru -susurró el alfa subiendo una de sus manos a lo largo de toda la espina dorsal de Kaoru hasta enredarla en sus negros cabellos y atraer su rostro hacia abajo para besarlo, la boca de Kaoru se abrió mansamente para él respondiendo a su beso con ansiedad y placer. Así se corrieron juntos besándose mientras Kaoru hacia erupción entre ambos y Inui se corría dentro de él, quedándose anudado a Kaoru, sintiendo su nudo afianzarse dentro del omega sin permitirle salirse. Kaoru gimió de placer, era obvio lo mucho que al omega le gustaba el nudo y a Inui también le gustaba sentir esa funda caliente alrededor de su nudo.
Kaoru le sonrió e Inui le correspondió al gesto acariciando su cabello, su cuello, su espalda las redondeadas y bonitas nalgas que habían sido su hogar toda esa semana. Kaoru pasó sus manos por el pecho de Sadaharu juguetonamente y recostó su cabeza en el pecho del mayor, cerrando sus ojos y quedándose al poco rato dormido. El nudo aun duraría un par de minutos así que Inui aprovechó el corto tiempo de descanso para cerrar sus ojos y descansar un poco también, aun dentro de Kaoru.
Lo que ninguno de los dos sabía al ser este su primer celo juntos es que al fin podían descansar, la temporada de calor había llegado a su final. En realidad se dieron cuenta, cuando la noche cayó y Inui se levantó porque sus tripas rugían, si él tenía hambre Kaoru también debía tenerla, así que su instinto alfa le despertó, tenía que alimentar a su omega, fue cuando noto con sorpresa que la noche había caído, debía de haber dormido al menos un buen par de horas, algo que no había hecho en toda esa semana de forma decente, apenas dormía un rato a intervalos irregulares, antes de ser despertado para más sexo. Miró sobre su pecho y encontró a Kaoru durmiendo pacíficamente sobre él, su nudo se había deshinchado y en algún momento mientras dormían se había salido de Kaoru, pero aún permanecían en la misma posición, con el omega durmiendo sobre él.
Kaoru aun olía delicioso, pero su olor volvía a ser “normal”, entonces el alfa entendió que la temporada de calor se había acabado.
-Kaoru -habló suavemente para despertar al omega. Los ojos negros se abrieron lentamente le miró cansado y bostezó.
-Sempai -susurró adormilado, queriendo volver a cerrar sus ojos y seguir durmiendo en el rico calorcito que le daba el cuerpo de Sadaharu bajo de él. Kaoru volvió a cerrar sus ojos, pero no duró mucho así antes de abrirlos, dándose cuenta de sobre quien estaba, mientras recordaba toda la semanita de sexo y se sonrojaba mirando a Inui avergonzado.
-Necesitamos un baño y comer -le dijo Inui también algo avergonzado. El alfa y el omega en cada uno de ellos estaba calmado, ahora, como dos adolescentes normales que habían tenido mucho y desenfrenado sexo, Kaoru asintió apenado y se hiso a un lado para dejar de aplastar a su sempai, trató de levantarse, pero las piernas le fallaron, le dolía el culo la espalda las piernas y huesos que ni sabía que tenía.
Inui no estaba mucho mejor que él, pero aun así tenía todo un orgullo alfa que era innato, así que se levantó y ayudó a levantar a Kaoru llevándolo al baño y haciéndolo sentarse en la tapa del bidet mientras el prendía la ducha y nivelaba el agua, cuando esta estuvo a una buena temperatura levantó a Kaoru para meterlo al agua.
-¿Sempai, no se va a bañar?-pregunto Kaoru ahogando un gemido de placer por el agua fresquita cayendo en su cuerpo.
-Primero tú -le sonrió tranquilizadoramente Inui, el instinto de cuidarlo y protegerlo estaba profundamente en él, ahora mismo sólo quería cuidar de Kaoru. Kaidoh se sonrojó y se hiso a un lado.
-Entra –dijo apenado-. Hay espacio suficiente para los dos -agregó, era estúpido ponerse pudoroso después de que Inui se lo había follado en esa semana en todas las posiciones habidas y por haber, es más, estaba seguro de que se habían inventado un par de posiciones nuevas que no existían. Inui se sonrojó un poco, pero se levantó asintiendo y metiéndose a la ducha con el omega.
Se bañaron juntos y en silencio antes de salir, el nido era un reguero apestoso a puro sexo, pero la cama estaba pulcramente arreglada, como que en esa semana ni la habían mirado, Inui llevó al omega a ella metiéndolo entre las sabanas y tomando la bata de baño de Kaoru se cubrió.
-Voy por comida -le dijo a Kaoru que asintió, él también estaba hambriento. Cuando abrió la puerta encontró, como en toda esa semana, una bandeja de comida frente a la puerta, la tomó y cerró la puerta, aun no estaba listo para enfrentar a sus padres. Volvió a entrar con la bandeja que puso en la cama y él y Kaoru comieron en silencio. Ambos estaban un poco incómodos, no podían negar lo que habían hecho y cómo lo habían disfrutado, pero… ¿Qué se supone que le decías a alguien con quien habías follado toda la semana?
-Sempai -susurró Kaoru cuando terminó de comer- ¿Qué vamos a hacer? -preguntó y se refería a los padres de Inui, no hacía falta decirlo para que este lo entendiera. Inui se obligó a sonreírle al omega de forma tranquilizadora.
-Por ahora dormir, luego nos encargaremos de todo -le dijo poniendo la bandeja en la mesita de noche y empujando suavemente al omega en las almohadas para que se acostara, Kaoru calló sobre estas y se dejó arropar por Inui sosteniendo su mano.
-Usted también duerma -le invitó tímidamente. Inui asintió, ahora mismo no se le antojaba mucho salir de ahí, así que se metió al otro lado de la cama. Estaba tan cansado que ninguno de los dos tardó mucho en quedarse dormido.
Fue cerca del medio día del día siguiente cuando ambos volvieron a despertar, esta vez por la presencia de los padres de Sadaharu en la habitación, cuando al subir la bandeja del almuerzo vieron que la del desayuno seguía ahí entendieron que los dos jóvenes debían estar dormidos por tanto… el celo había acabado, así que habían entrado discretamente a la habitación, encontrar a los dos jóvenes dormidos en la cama y no en el revuelto nido les confirmó el hecho de que el calor había acabado. El señor Inui carraspeó para despertarlos. El primero en hacerlo fue Sadaharu, Kaoru sólo se dio vuelta en la cama acurrucándose más contra Sadaharu y tratando de seguir durmiendo, la señora Inui sonrió con ternura ante ese gesto, ella solía hacer lo mismo después de su celo.
-Kaoru -habló suavemente Sadaharu sacudiéndolo un poco para despertarlo, este abrió sus ojos mirando a su alrededor adormilado y al ver a los señores Inui tomó las sabanas cubriéndose hasta la cabeza avergonzado.
-Deberían vestirse y bajar -les dijo el señor Inui-, creo que todos tenemos que hablar -Sadaharu asintió, pero Kaoru no se destapó hasta que los dos adultos salieron.
-Ya puedes salir de debajo de las sabanas, estamos solos -le dijo Sadaharu con un deje divertido, así lo hiso Kaoru asomando sólo los ojos-. No podemos huir de esto, así que mejor vistámonos y bajemos -le dijo Inui, Kaoru asintió, pero en realidad tenía todo el estómago revuelto ¿Y si los echaba de la casa? ¿A dónde irían él y Hazue? ¿Qué sería de ellos? Sadaharu salió de la habitación yendo a la suya propia a vestirse y luego regresó a la de Kaoru para acompañarle a bajo, el omega salió de su habitación también vestido y con la mirada baja-. No te pasará nada -le prometió Sadaharu tomando su mano-. Te protegeré -le aseguró haciendo que el omega le mirara sin comprender por qué lo hacía. Bajaron y sus padres los esperaban en el salón.
-¿Kaoru, estás bien? -se levantó de inmediato la señora Inui yendo hacia él y llevándolo al sofá- ¿Te duele algo? ¿Sadaharu te trató bien?
Un silbido fue todo el sonido que salió de la boca de un muy sonrojado Kaoru mientras se trataba de encoger en el asiento.
-Mamá, déjalo respirar, lo estas incomodado -le pidió Sadaharu, sin saber por qué estaba todo protector, pero sólo sabía que quería protegerlo de todo y todos. El señor Inui asintió sabiendo cómo se sentía su hijo.
-¿Qué piensan hacer?-les preguntó serio a los dos jóvenes- Dudo que hayan usado alguna protección -les dijo-, así que ahora Kaoru bien puede estar esperando a tu hijo, Sadaharu -le dijo serio, los dos jóvenes se miraron impresionados y tragando saliva, no habían pensado en eso.
-Yo le voy a responder a Kaoru, este o no en estado -dijo Sadaharu serio-. Si él me acepta me gustaría… pretenderlo -aseguró. El señor Inui sonrió orgulloso de su hijo, así se comportaba un hombre. La señora Inui también sonrió. Si Sadaharu se casaba con Kaoru entonces de verdad Kaoru sería su hijo.
-Yo… no tiene que hacerlo Sadaharu-sempai -susurró Kaoru-, no debe sentirse obligado.
Antes de que sus padres pudieran decir algo, el Inui más joven caminó hacia Kaoru arrodillándose a su lado y acomodándole un mechón de cabello negro detrás de la oreja.
-No me siento obligado para nada, cualquier alfa tendría suerte de tenerte, Kaoru -le aseguró-, pero eres tú quien no te tienes que sentir obligado, si como alfa no te soy agradable no tienes que sentirte forzado -le aseguró. Kaoru le miró de inmediato.
-No me resulta desagradable -dijo con el molesto sonrojo que no le abandonada, pero con firmeza.
-Entonces… ¿Me aceptaras como pretendiente?-le preguntó el de lentes serio. Kaoru le miró y al fin sonrió tenuemente mientras asentía en silencio.
-Vaya -asintió Yanagi cuando su amigo lo terminó de poner al día-. Se ve que tuviste una semana… intensa -comento- ¿Estás seguro de lo que haces? -le preguntó preocupado.
-Completamente -aseguró Inui con firmeza.
-Bueno, en ese caso sólo me queda felicitarte -le sonrió Yanagi estrechando su mano- ¡¿Quién diría que tu serias el primero de nosotros?! –rio y Sadaharu también lo sonrió divertido.
-Fui el que contó con mejor suerte… y me quedé con el mejor -aseguró-. Bueno, y en esta semana… ¿Qué ha pasado? -preguntó.
-Bueno, que conste que no soy el de los chismes -se apresuró a decir Yanagi antes de ponerlo al día sobre todo cuanto había pasado… gracias a Dios su amigo no era el de los chismes, pero bien enterado que estaba de todo, pensó Inui.
Continuará…