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El segundo gran amor del mundo por Asuchan

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Notas del capitulo:

Etto tengo que disculparme… es que cometí un pequeño error y cuando me di cuenta el primer cap ya estaba montado… Los mellizos no tienen 19 años si no 18, lo que pasa es que cuando lo escribí no me di cuenta de ese pequeño detalle ya que la historia inicia a finales de febrero y los mellizos cumplen 19 en abril y me confundí u///u…. les pido disculpa…

Ahora si los dejo con el segundo cap  :D  …. Espero que les guste 

— Naoki — sonrojándose el pequeño niño de 8 años, cabellera del color de la canela al igual que sus ojos, se inclinó acortando la poca distancia que quedaba entre él y su amigo, y plantándole un beso, su primer beso, se le confeso — Suki, por eso te esperare siempre… Te lo prometo

 

Cuando despertó se encontraba en los brazos de su hermano pequeño, se sonrojo inmediatamente pensando en cómo los vería otra persona, este se acercó a la oreja de menor y empezó a morderla lo más duro que podía puesto que sabía que no podría salirse del abrazo en el que se encontraba atrapado, a la tercera mordida su hermano lo lanzo de la cama tras patearle el pecho.

 

— ¡¿QUÉ HACES MALDITO PERVERTIDO?!  — grito Rin totalmente rojo

—El único que puede tocar pervertidamente el cuerpo de  Rin soy yo —dijo Kenji desde un rincón, los dos hermanos se sobre saltaron

— ¡¿QUÉ HACES AQUI?! —grito Rin totalmente enojado lanzándole una almohada que fue esquivada mientras se ponía una camisa que estaba en el suelo

— Antes de que Ritsu y Takano-chichi se fueran a trabajar me dejaron entrar —le lanzo una mirada pervertida a los hermanos — Y como se veían tan tiernos no los quise despertar — Luego volteo en dirección a Naoki — Hablas dormido —este se sonrojo—  Llamaste a Kei en sueños —  el menor miro a su hermano sorprendido y antes de que pudiera decir algo sonó el timbre— Hablando del rey de Roma… Creo que acaba de llegar

— ¡Yo voy! — salto desde el piso y salió corriendo del cuarto, al abrir la puerta se encontró con su mejor amigo y no pudo evitar sonreír; un joven alto y tal como su nombre decía sus ojos y cabellera eran de color canela, su pendiente en la oreja derecha era lo que más le gusta a Naoki puesto que ayudaba en su look de chico rebelde (aunque este no fuese nada  rebelde), Kei al igual que su padre poseían un aire principesco que los rodeaba en todo momento – Ohayou 

— Nao… — susurro mientras se comía con la vista a su amigo que no duro mucho tiempo en darse cuenta que solo llevaba su ropa interior

— ¡No mires! — dijo avergonzado mientras corría de regreso a su cuarto

“Nao… Tu…” — pensó el mayor recordando el cuerpo casi desnudo de su adoración— “No puedo decirte lo que pienso, no quiero volver a ser rechazado” 

 

Kenji fue votado de la habitación de Rin por lo que se quedó junto con su cómplice favorito en la sala, y como de costumbre fue el mayor el que comenzó con el tema  principal en todas sus conversaciones

 

— ¿Cuándo piensas decirle sobre tus sentimientos?

—Cuando tú dejes de jugar con Rin— contesto el menor con una mirada perdida — No me parece justo lo que le estás haciendo, lo estás ilusionando

—Para mí esos besos son falsos creo que todo el mundo lo sabe, pero para él no sé qué signifique; aunque sé que si me lo propongo podré jugar con Rin un poco más— intento bromear pero para Kei fue un golpe duro, puesto que a pesar de estar con cualquiera no podía estar con quien en realidad quería  pero el sí y usaba a Rin como un juguete solo para satisfacerse, no fue de extrañar que el castaño lo pateara cerca de su intimida— ¡SOLO BROMEABA!

—   ¿Qué hacías pervertido?  — fulmino Rin desde una esquina a su mejor amigo

— Sabes que no soy de tocar a otro hombre que no seas tú — Rin y Kei bufaron

—Estoy listo — comentó Nao desde las espaldas de su hermano menor — ¿Nos vamos?

 

— ¡La película fue increíble! – el mayor de los Takanos se encontraba brincando de un lado a otro desbordando emoción mientras salía de la sala de cine, la película que acababan de ver, era una película sobre una invasión zombie, Kei lo observaba desde atrás y no podía evitar reírse de su amigo

— ¡Fue la peor película que he visto! – dijo el menor de los Takanos el cual se encontraba aferrado al brazo de Kenji, este último se encontraba bastante satisfecho por la situación

—Eso es porque eres un miedoso

—Mira quien lo dice… ¡El que duerme conmigo porque tiene pesadillas! — los mayores sabían que esto se convertiría en un pelea si no buscaban la forma de distraerlos, como habían acordado anoche estos agarraron del brazo a su respectivo Takano y se fueron en direcciones opuestas

— ¿Qué pasa Kei? ¿A dónde vamos?

—Tengo que hablar contigo

 

 

Naoki fue arrastrado hasta el parque que se encontraba a una cuadra de su casa, en el camino muchas personas se les quedaban mirando, no tanto a él, más bien era a Kei a quien observaban, pues era inevitable que todo el que viera a Kei quisiera arrancarle la ropa, en el instituto el mayor recibía por lo menos 3 cartas de amor al día de mujeres y hombres…. En estos momentos se encontraban en los columpios y el menor no podía evitar sentir que regresaba a los 8 años.

 

— ¿De que querías hablar Kei?

— ¿Qué opinas de Sakura-chan? — El ojiverde que se encontraba meciéndose se detuvo y miro a Kei a los ojos 

— ¿La vocalista de tu vieja banda? — Kei asintió; la imagen de una joven de su tamaño con una cabellera dorada y ojos morados le vino a la mente, era su amiga la conoció hace 5 años cuando su amigo se entusiasmó en formar una banda, esta desapareció  el año pasado por falta de tiempo— Pues tiene una muy bonita voz, además siempre se ofrece en ayudarme con alguna nueva receta, también es muy linda e inteligente…. Hum…

—No me refiero a ella en ese sentido — el menor lo miro interrogante y no pudo evitar sonrojarse, no por lo que estaba a punto de decirle, si no por esos hermosos ojos esmeralda llenos de curiosidad — Creo que voy a salir con Sakura, le daré mi respuesta hoy— El ojiverde se puso pálido, sabía que de un momento a otro se lanzaría a los brazos de Kei e intentaría besarlo, pero no podía, él era solo su amigo y era normal que a un hombre le guastara una mujer, era lo normal….

—“Pero entonces por qué lo amo tanto” — se preguntó Naoki desconcertado—Me parece bien — bajo la mirada y antes de salir corriendo — Es normal que te guste alguien como ella.

— ¡Nao! — fue lo único que llego a escuchar el joven Takano,  ¿Por qué no había aceptado sus sentimientos aquella vez?

 

Hace 11 años

 

En un parque a la salida de una escuela primaria se encontraban dos niños sentados en las bancas, uno lloraba desconsoladamente mientras el mayor de los niños lo consolaba, ya llevaban un buen rato así, el oji verde se negaba a ir a casa puesto que al día siguiente se mudaría y tendría que alejarse de su querido amigo, quería quedarse con él para siempre, porque lo amaba.

 

— ¡Nao no llores! — El niño de cabellos color canela estaba reprimiendo las lágrimas, no quería que su amigo lo recordara como un llorón — Te iré a visitar  todos los días — el ojiverde negó… cierto se va fuera de Japón — Entonces te llamare todos los días

—Te olvidaras de mi— lloro el menor ante esto Kei poso sus manos en el rostro del joven Takano y lo forzó a mirarlo a los ojos  — Kei… — no sabía que decir al ver como las lágrimas empezaban a surgir del rostro de su amigo

— ¡No digas estupideces baka! — Las lágrimas que había estado reprimiendo salieron sin pedir permiso — Naoki — sonrojándose, se inclinó acortando la poca distancia que quedaba entre él y su amigo, y plantándole un beso, su primer beso, se le confeso — Suki, por eso te esperare siempre… Te lo prometo

— Kei… — no podía hacer que su amigo lo estuviese esperando siempre ¿Y si no volvía jamás a Japón? — Tus sentimientos me hacen muy feliz — El mayor ya lo iba a volver a besarlo cuando — Pero debo rechazarte — Tomo su mochila y salió corriendo

 

Cuando llego a casa, gritó desde la puerta que había llegado y sin que aun nadie lo viera se encerró en el cuarto que compartía con su hermano, el cual no estaba en casa por lo que pudo llorar en paz; esa noche tuvo la primera de las pesadillas que incluso años después aun tenia, pero más que miedo, las pesadillas le causaban un gran pesar al ver como intentaba tener a la persona amada entre sus brazos, pero esta simplemente se le escapaba de las manos, o como le intentaba hablar y su voz no lo alcanzaba.

 

A la mañana siguiente, los jóvenes Takano se dieron  cuenta que su padre le había jugado una broma a los dos, puesto que  estos despertaron protestando y negándose a dejar Japón y cuando empezaron las lágrimas, Ritsu le grito a Masamune que ya dejara de una vez la ridícula broma; Rin al enterarse que solo se mudaba a dos cuadras del trabajo del mayor de los Takanos salió corriendo a llamar a Kenji, Eri y  a Kisho para decirles que todo era una mentira de su padre y no se iría a ningún lugar, pero Naoki no sabía qué hacer.

 

— ¿Qué pasa Nao? — pregunto Ritsu algo preocupado por la reacción de su hijo, el cual en vez de estar feliz se puso a llorar con mayor intensidad

—No sé qué le diré a Kei….

 

 

El joven corrió con todas sus fuerzas hasta su casa, sabía que algunas personas se le quedaban mirando ya que no era común ver a un joven corriendo por las calles de Tokio en un mar de lágrimas. Al llegar el joven se llevó una gran impresión pero no lo suficiente como para salir otra vez de la casa; su padre al darse cuenta que su hijo se encontraba plantado en la entrada en un mar de lágrimas  dejo de desvestir a su esposo  y antes de decir algo Nao ya había corrido hasta su cuarto.

 

—Ritsu si te mueves y te violare más de lo que ya pienso hacer— su esposo asintió e hizo como si se esposara imaginariamente al mueble, el moreno corrió hasta el cuarto del menor y al intentar abrir la puerta se dio cuenta que esta estaba cerrada con llave — ¿Nao que paso? — pregunto su padre desde la puerta, al no obtener respuesta, rebusco en su bolsillo una llave que rara vez usaba y sin pedir permiso entro a la habitación de su hijo — Nao…

—Déjame solo — fue casi un susurro pero su padre no obedeció y se sentó a un lado de la cama en la que su hijo estaba acostado boca abajo — “En serio es el hijo de Ritsu… Son tan iguales”

— ¿Problemas con las chicas?, aunque estoy casado con tu padre siempre he sido popular con las chicas, por lo que creo poder aconsejarte — Su hijo lo miro a los ojos ya no lloraba por lo que se percató con más facilidad que… y en un suspiro no de resignación sino más bien de ¡Era obvio!— No es una chica es un chico…  ¿Quién es?

— Kei — no servía de nada ocultarle algo a su padre, puesto que este siempre conseguía de una u otra manera que los menores hablaran o hicieran lo que él quisiera 

— ¿Terminaron? ¿Dónde está el fierro?

—No estoy para bromas papa, y Kei y yo jamás hemos sido novios y…… — empezó a llorar otra vez — ¡¡¡¡WHUA!!!! JAMAS SEREMOS NADA POR QUE VA A EMPEZAR A SALIR CON SAKURA-CHAN — esto sorprendió al mayor, puesto que recuerda que barias veces Kei le pedía consejos para evadir a la joven sin hacerle daño, y en una de las conversaciones recuerda que…

— A Kei-kun  no le gusta esa niña — el menor parecía algo desconcertado — A él le gustas — justo cuando pronunciaba estas palabras el castaño entro por la puerta

—Nao que… ¿Por qué lloras? — los dos jóvenes estaban aturdidos

— Creo que necesitan hablar — el mayor no se movió ni un centímetro y al ver que estos no entendían la indirecta fue directo al grano  — Deje a Ritsu a medio comer en la sala así que váyanse, Nao te doy permiso, no,  te ordeno que te quedes a dormir hoy en casa de los Yukina, así que adiós…  Oh cierto avísale a tu hermano.

 

*.*.*.*.*

 

— Me alegro que me hayas podido ayudar Yuki-kun — dijo un sonriente pelinegro que a pesar de tener 50 años no aparentaba más de 40  — No sé qué hubiese hecho sin tu ayuda, me siento apenado de hacerte venir, teniendo en cuenta que tienes algo de fiebre

— No hay de qué, pero  me sorprendió mucho su llamada Kisa-chichi, además ya ha  bajado mi fiebre  y no me siento mal como para hacerle un favor a usted— miro la guitarra que tenía en las manos — Pero, ¿Por qué no la llevo a alguna tienda para que le pusieran la cuerda?

— ¡Si Kei se entera que rompí una de sus cuerdas por estar jugando me hubiese matado! — suspiro y miro al bajista de la antigua banda de su hijo e hijo de uno de sus compañeros de trabajo; un joven tan solo un año mayor que su hijo de cabellera marrón oscura y ojos azules como su padre Chiaki, no era tan alto como su hijo y prácticamente media igual que el mayor — Yuki-kun por que no te quedas a cenar — El menor se sonrojo y desvió la mirada

—Gomenne Kisa-chichi tengo planes; “con un enano siniestro”; recordando tengo que estar en el centro comercial en media hora o Yusei-kun va a matarme — El mayor asintió

— ¿Cómo van las cosas con Yu-kun?

—Es complicado, ¿Cómo es estar enamorado?

—Es…. Confuso al principio, luego uno se acostumbra

—Gracias Kisa-chichi — le devolvió la guitarra, agarro sus cosas y se encamino hacia la puerta, y antes de irse — Luego le contare como sale todo

—Ten cuidado en la calle, si te sientes mal deberías ir a casa, ¡abrígate bien que hace mucho frio afuera!

 

De camino a la estación del metro pudo visualizar a Kei y a Nao, pero al estar el ambiente entre esos dos tensos y sabiendo que si no se apresuraba llegaría tarde les paso de largo. Para su mala suerte el metro tenía retraso por lo que al llegar al centro comercial lo primero que hizo fue buscar a un joven de 16 años que rondaba el metro sesenta con unos profundos ojos  azules  y de cabellera castaña oscura; el cual se encontraba observando una librería con curiosidad

 

—Si quieres entrar, entra, yo te espero aquí — comento el mayor mientras lo abrazaba — Lamento llegar tarde el metro tenia retraso

—Suéltame — lo empujo el menor sonrojado — ¡¿Crees que con un abrazo te perdonare que hayas llegado tarde a nuestra cita?!

—No es una cita, me pediste que te acompañara a ver una película — aclaro — Tú y yo no somos novios

— ¡Se mi novio entonces! — pidió el más joven

—No gracias, eres muy joven para mí —  comenzó a avanzar, sabía que estaba hiriendo a Yu, pero no debía caer en las tentaciones del mocoso, este lo siguió molesto — Tu cabello esta largo, deberías cortártelo

—Dijiste que te gustaba el cabello largo — dijo en un puchero mientras se sonrojaba

—Me gusta el cabello largo… En las mujeres  — no era hetero pero no debía decir eso al menor porque sabría que su abstinencia terminaría ese día, aunque debía admitir que el menor se veía adorable con el cabello largo y sentía la necesidad de hacerle una colita

— ¿Cuál es la diferencia? — protesto por lo bajo — Ya no quiero ver una película

— ¿Entonces qué quieres hacer?  — El menor estaba a punto de llorar, el mayor lo sabía, siempre hacia eso cada vez que lo rechazaba — ¿Quieres quedarte a dormir hoy en mi casa? — Yu se sorprendió por la invitación puesto que desde que le confeso sus sentimientos a Yuki el año pasado, este no lo había dejado quedarse en su casa a dormir; el menor  asintió — Ok vámonos a casa entonces

 

De  camino a casa el más joven no paraba de contarle lo molestas que eran las chicas de su preparatoria y de lo fácil que era perderse en esta, Yu casi que saltaba de la alegría cuando empezó a recorrer el camino desde la estación en dirección a la casa de los Hatori; Yuki lo observaba divertido pero desde que se bajó del tren empezó a sentirse mareado  y  la constante cháchara de Yu empezó a parecerle distante mientras caminaban por la subida hacia su casa, y al estar  tan solo a una cuadra de su casa la fiebre lo venció y callo desmayado al suelo.

 

 

Cuando despertó se encontraba en su habitación, al ver por la ventana supuso que era alrededor de la media noche, no recordaba haber llegado a su casa, toco su frente y se dio cuenta que tenía una toalla húmeda en esta, busco por la habitación al responsable y lo encontró dormido en su puff  en el borde de la cama. “Entonces el me trajo hasta aquí… se ve tan tierno mientras duerme”. Se levantó de la cama, tenerlo tan cerca y de esa forma le nublo la mente, y sin pensarlo dos veces le robo un beso, aunque nunca espero que este fuese correspondido por lo que se llevó una gran sorpresa cuando Yu tomo el control de la situación, tirándolo a la cama y empezando a ser devorado por los besos del menor. 

Notas finales:

n.n espero que les haya gustado, nos vemos pronto… 


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