CAP 16: PROHIBIDO AMARTE
Ya en el palacio los elfos, los demonios y el pobre de Miyagi fueron llevados al calabozo. La reina corrió a abrazar a su hijo, Takahiro hizo lo mismo. Misaki esta afeliz d sentir el calor de su familia, pero no duro mucho, observo a su padre entrar ala sana de tronos y lo siguió ya muy enojado.
-¡PADRE ESCUCHEME!- grito Misaki mientras caminaba tras del rey, el hombre solo daba vueltas, ordeno que los dejaran solos. Una vez los guardias se han ido el rey abrazo a su hijo, diciéndole que se sentía bien al verlo de nuevo, el príncipe se alejo de el.
-Padre… libera a mis amigos ellos no tiene nada que ver en esto-
-¿Y? Dos de ellos son demonios, los demonios tienen prohibido vivir en el reino, los elfos y el bibliotecario no los denunciaron, eso merece castigo y de paso te secuestraron.
-QUE NO ME SECUESTRARON YO ME ESPCAPE…ESCUCHAME-
-Punto y final, mañana todos ellos recibirán sus castigos…¡GUARDIAS!- El general se acerco al rey
-Si majestad estoy a sus órdenes-
-Preparen todo para mañana, esos elfos y esos demonios la pagaran caro-
-¿QUE? No por favor no los castigue, ellos no hicieron nada malo-
-VE A TU HABITACION-
-NO LES HAGAS DAÑO A MIS AMIGOS-
-Uno de ellos te ataco-
-No me ataco él y yo… - el muchacho bajo la cabeza y sonrojo como un tomate –Padre, estoy enamorado de él, y… lo amo mucho… Y quiero estar a su lado-
-¡¿Qué COSAS DICES HIJO?! DIOS DEJA DE DECIR TONTERIAS… es un hombre y UN MALDITO DEMONIO-
-Es la verdad, el también me ama-
-NO TE AMA LOS DEMONIOS NO TIENE SENTIMIENTOS, SON SERES DE LA OSCURIDAD, REPULSIVOS Y…-
-TODOS DICEN ESO! No es verdad, Usagi-san es diferente, el fue…muy amable conmigo y estuvo a mi lado todo el tiempo-
El rey le dio una bofetada a su hijo tirándolo al suelo, el joven lloraba, pero no por la cachetada, sino porque su padre no lo comprendía.
-General… escolte a mi hijo a su cuarto-
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Takahiro se encontraba en la jardinera, se veía a escondidas con su amada Manami la ninfa, la vio llegar pero ella no tenia buen aspecto, se veía triste y preocupada.
-Manami ¿Te encuentras bien?- le pregunto a su amada
-Takahiro… debo decirte algo-
-Manami yo quiero casarme contigo, estar a tu lado-
Takahiro le dio un beso a la ninfa y llegaron los guardias descubriéndolos, el rey estaba mas que enfadado… la sangre hasta le hervía.
-Takahiro que haces con una plebeya-
-La quiero hacer mi esposa-
-Takahiro en verdad debo decirte algo- dijo Manami
-Primero tu hermano, ahora tu ¿Qué les pasa? No pueden estar con alguien que no sea de nuestra clase, GUARDIAS quiero que se lleven a la ninfa lejos de mi hijo-
-¿Cómo?-
-¿La llevamos al calabozo?-
-Si, pero mañana quiero que la lleven al pueblo de las ninfas, donde nunca mas volverá a ver a mi hijo-
Los guardias tomaron a la ninfa, Takahiro luchaba para que no se la llevaran.
-NO MANAMI-
-TAKAHIRO… ESTOY EMBARAZADA- Lloro Manami
-¡¿EH?!- Se sorprendió el rey –RETIRO LO DICHO LLEVENSALA A UN LUGAR DONDE NUNCA PODRA REGRESAR-
-Padre no… no oíste lo que dijo- se desespero Takahiro
-Se supone que tu y tu hermano deben ser vírgenes hasta el matrimonio… Ustedes dos están mal de la cabeza, Tu hermano se mete con un animal y tu con una maldita zorra que pudo haber estado con otro-
-Manami no es asi, además ya has hecho demasiado con Misaki, por tu culpa esta maldito y ahora no estará con la persona que mas ama en la vida-
-No es persona… es una cosa-
-OJALA TE CAIGA UN RAYO Y TE MUERAS
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En el calabozo, Shinobu se encontraba encerrado junto con Nowaki, estaban separados de sus amados, mas tarde los guardias encerraron a Manami junto con los elfos, la muchacha soltó a llorar, se toco el vientre y no para de llorar. Los elfos trataron de calmarla.
Akihiko pensaba en su amado Misaki, ¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría llorando por él? La respuesta es sí.
Misaki desde su cuarto lloraba, pensaba en lo que pasaría mañana, estaba aterrado. No sabía cómo ayudar a sus amigos y su demonio.
Sólo tú y yo sabemos lo que ignora la gente
al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha que es falso tu desvío,
ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.
Sólo tú y yo sabemos por qué mi boca miente,
relatando la historia de un fugaz amorío;
y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
y aún nos arde en los labios algún beso reciente.
Sólo tú y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacío,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.
Y así dos orillas tu corazón y el mío,
pues, aunque las separa la corriente de un río,
por debajo del río se unen secretamente
Dijo, teniendo la esperanza que alguien lo escuchara.
La noche era larga, tras las rejas Shinobu no dejaba de ver a Miyagi y este tampoco, podían leerse sus midas, pues dicen que una mirada vale más que mil palabras, sus miradas decían “Te amo”
Hiroki y Nowaki hacían lo mismo, Nowaki tenía muchas ganas de abrazar a su demonio, sentirlo, besarlo y decirlo lo mucho que lo ama. Hiroki estaba acostado sin quitarle la mirada a su elfo.
Los seis muchachos tenían sus pensamientos de amor, queriendo estar junto a la persona que aman.
-¿Nowaki escuchas eso?- dijo Shinobu
-Si-
-También yo- dijo Hirojki
Akihiko reconoció el sonido, una flauta con una melodía triste, la ninfa escuchaba igual. Esa melodía realmente era triste, pero Akihiko sintió que era una señal, una señal que su amado príncipe estaba bien, y que él se preocupaba por su demonio. Gracias a la melodía de la flauta todos lograron dormir sin preocupaciones. La pregunta es ¿De dónde viene esa melodía?
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-LEVANTENSE ELFOS ASQUEROSOS- Dijo una de los guardias despertando a Shinobu y a Hiroki. Mientras que otros soldados despertaban a los demonios y al humano.
Les amarraron sus manos con cadenas y los llevaron a un lugar donde algunas personas estaban reunidas, Sentaron a los semes y les quitaron sus camisas y amarraron sus manos a los dos ukes les ataron lo mas fuerte sus dos manos.
Misaki desde la torre observaba lo que pasaba, sus ojos se abrieron de una manera de sorpresa, sabía que eso pasaría ese día.
Y si, azotaron a los semes con una cuerda que tenía espinas, a eso le llamaban la muerte de lazo, porque mueren lentamente mientras son azotados con un simple lazo, pero era un lazo muy fuerte.
Hiroki y Shinobu se sorprendieron al ver tal escena, pero no lograron gritar, pues los tomaron por la nuca y metieron sus cabezas en un pozo para ahogarlos. Los sacaban y los metían de nuevo. Los ukes gritaban pero no se entendían sus gritos. Pero Misaki entendió
-¡Miyagi!- Era lo que gritaba Shinobu
-¡Nowaki!- gritaba Hiroki
Misaki lloro, con solo ver como torturaban a sus amigos, los semes también gritaban, pero en esta ocasión se entendían lo que gritaban
-¡Shinobu!- gritaba Miyagi, pero su Uke no lo escuchaba por culpa del agua.
-¡Hiro-san!- decía muy adolorido Nowaki
Misaki al escuchar eso se dejo caer y se tapo los oídos, lloraba y lloraba de mucha tristeza, aun así oía los gritos de sus amigos, estaba sufriendo mucho… entonces escucho a Akihiko gritando.
-¡MISAKI!-
Gritaba el demonio con todas sus fuerzas, el joven lloro mas, no sabia que hacer, pensaba y pensaba, no tenia ni la menor idea de que hacer. Dejo de llorar y se puso su capucha y salió corriendo.
Cuando llego al lugar encontró a su padre sentado en el trono mirando el “espectáculo”
-PADRE DETENGA ESTO- Rogo el joven
-NO-
-HARE LO QUE SEA, NO ME ESCAPARE YA NUNCA MAS… HARE LO QUE SEA LO QUE SEA-
-Ya cállate hijo, espero que esto te sirva de elección, nadie me reta ni menos tu… eso es lo que pasa cuando se meten conmigo y mis hijos-
Misaki lloraba, veía como sufrían sus amigos, si tan solo los semes supieran que sus ukes los llamaban, y los ukes ni sabían que sus semes los nombraban. Pero no se escuchaban.
Los guardias ahogaban cada vez más al elfo y al demonio. Los azotes eran mas fuertes y dolorosos.
-¡PADRE YA PORFAVOR! NIICHAN HAZ ALGO-
-Misaki, olvídalo- dijo Takahiro
-¿Y dejaras ir a Manami la mujer que amas?-
Misaki ya desesperado se corrió hacia el soldado que azotaba a Akihiko, intentaba de detenerlo pero el soldado lo empujo, el rey no dijo nada ya que su hijo se lo merecía por desobedecerlo y retarlo.
-General, llévense a Misaki a casa-
-Si majestad-
-No, no YA BASTA… AKIHIKO AKIHIKO…. ¡USAGI-SAN!- gritaba el príncipe mientras los soldados lo arrastraban
-¡MISAKI!- grito Akhiko
-USAGI-SAN-
-Un azote mas y te mueres maldito demonio- se dijo el rey
Cuando estaban a punto de azotar al peli plata una vez más, alguien detuvo la soga, tiro al guardia. Los guardias sorprendidos dejaron de torturar.
Shinobu y Hiroki respiraban muy rápido. Los semes suspiraron ya que dejaron de sentir el dolor de los lazos.
-¿Quién ERES?- Se enojo el rey, la persona se quito la túnica, era Kauroku, oh baya ella aparece cuando más la necesitan.
-Soy Kaoroku, y vengo a hablar con usted muy seriamente, antes que nada, por favor detenga esta locura- dijo la ninfa
-Ah… eres la líder de las ninfas, su reina según ellas, no puedo negarme a hablar con usted es un honor-
El rey admiro la belleza de la muchacha, detuvo “el espectáculo” y ordeno que los encerraran. Los ukes estaba bien, aunque agotados por tratar de contener la respiración, pero sus semes estaban eridos y sangraban sus espaldas.
-Esto no quiere decir que no los torturare- anuncio el rey –Mañana continuara, hablare contigo en el castillo-
-Kaoroku… ARIGATO- lloro Misaki
-No me agradezcas nada, mañana seguirán con lo mismo, ve con Akihiko, te doy esta pócima, dale masaje con esto en su espalda, haz lo mismo con los demás… no podre hacer nada-
-ARIGATO-
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-¿Qué se te ofrece?- dijo el rey, no le quitaba la mirada a la ninfa, ella era realmente hermosa, se aserco a ella para tocarla, pero la muchacha lo aparto.
-No me toque, soy ninfa no sirena- (NOTA: Las sirenas se dejan manosear… pero solo para atrapar a los hombres y comérselos)
-Bueno, ¿Qué desea?-
Sin darse cuenta Misaki los espiaba, se decepciono mucho cuando observo a su padre acercarse de esa manera a la chica, Misaki estaba bien escondido y nadie lo podía ver, escuchaba todo lo que hablaban.
-Quiero que se responsabilice de los daños que hiso en mi pueblo, sus guardias mataron a los dragones y muchos de ellos están huérfanos-
-Son animales-
-Son seres vivos alteza, quiero que deje de atacar en terrenos que ni son suyos-
-TODA MARUKAWA ES MI TERRENO-
-PUES CUIDELO, QUIERO QUE USTED ARREGLE EL DESASTRE QUE HIZO-
El rey miraba con lujuria a la muchacha, pero no la podía tocar, pues el ya está casado, y se armaría un lio si la viola.
-Tengo una idea, me hare responsable si usted hace algo por mi-
-¿Qué?-
-Pues, me gustaría que se casara con Misaki-
-¿EH?- Se dijo Misaki
-¿No te gusta mi hijo?-
-Mucho-
-Entonces no hay problema, te casas con él y reparare el daño-
-Me gusta su hijo y mucho, pero él no me ama, no tiene caso estar con alguien que no te ama-
-Qué pena, solo podre ayudarte si te casa con el-
-Lo que usted quiere es separa a su hijo de Akihiko-
-Si, pero eres de la realeza entre las ninfas, veras que mi hijo te querrá, sino… pues ni modo, cásate con el y pondré una protección para tus dragones…y liberare a tus amigos hijo-
El rey sabía que su hijo los escuchaba, Misaki se dejo ver
-Si me caso con ella ¿Dejaras ir a todos?-
-Si-
-Incluso a Usagi-san-
-Si, les perdonare la vida y los dejare ir-
-No te creo-
-Te lo juro, por mi vida-
El príncipe estaba llorando, la muchacha agacho la cabeza.
-Acepto- mencionaron los dos llorando. La ninfa estaba enamorada del príncipe, pero no quería casarse con alguien que ama a otra persona, pero su pueblo depende de la boda.