Sendoh se despertó solo hasta que sintió que su brazo le dolía, no abrió los ojos, sin embargo no abrió los ojos, sino que se limito a intentar acomodarse mejor, pero algo se lo impidió, por lo que a su pesar decidió abrir los ojos aun cuando el sol que pasaba por su ventana le molestaba, con su mano libre retiro las cobijas y sonrió al mirar a Rukawa aun dormido y utilizando su brazo como almohada, lo miro con detalle y se le antojo como lo mas bello que había visto, por dentro se maldijo por estar a punto de dejar ir la oportunidad de estar con Kaede, sin embargo alejo esa idea con la cabeza, no era necesario pensar ello ahora que su vida juntos estaba por comenzar. El adormecimiento de su brazo regreso por lo que decidió buscar la manera mas cuidadosa de moverse , pero no tuvo éxito, miro con tristeza como su mano ya parecía perder el movimiento y suspiro resignado, cerró los ojos pero enseguida la risa de Kaede –a la cual aun no se acostumbraba- hizo que abriera los ojos y lo mirara
-si te cansaste por que no me lo dices- dijo al tiempo que se acomodaba liberando el brazo del otro
-no te quería despertar- dijo con una sonrisa aun con el hormigueo de su brazo y después lo beso- aunque Kaede correspondió el beso pareció entender la situación, ambos en su cama y se ruborizo levantándose enseguida, Akira no dijo nada
-tomare una ducha rápida- dijo Rukawa y entró al baño, Sendoh se quedo mirando la puerta cerrada con el deseo de ver el cuerpo de Kaede, por un momento se sintió un pervertido buscando con desespero el sentir por completo el cuerpo del otro, sin embargo, no era solo que quisiera su cuerpo, más bien era que quería todo de Rukawa y suponía que el deseo era parte de todo ello. La puerta se abrió y Akira únicamente fingió estar mirando por la ventana.
Desayunaron con tranquilidad hasta que el mayor dijo que debía retirarse para encontrarse con sus padres
-puedes esperar un momento?- pregunto el dueño de la casa algo nervioso mientras tomaba de la mano y lo guiaba al sillón
-claro, que ocurre?- preguntó nervioso por la situación
-yo… mas bien tu… mmmm… puedes irte a Tokyo
-¿qué? ¿por qué? O sea, lo reconozco, si quise expiarte mientras te bañabas pero juro que no lo hice!- se defendió de inmediato Akira y Kaede únicamente se puso rojo
-y yo como podría estar hablando de eso?!- pregunto avergonzado- a lo que me refiero… no quiero que tengas que dejar tu beca por mi, tu ve a Tokyo y yo incluso ire a visitarte cada día libre- finalizó aun avergonzado y sin mirar a la cara a Akira quien también se sonrojo al escuchar esas palabras
-Kaede, te amo!- le dijo al tiempo que se le abalanzaba para abrazarlo y besarlo- Kaede, escúchame bien- dijo una vez que lo beso y se acomodaron nuevamente en el sillón – no estoy haciendo esto por ti, lo estoy haciendo por mi, quiero comenzar una vida junto a ti sin tener que esperar a cada fin de semana para poder verte, para poder besarte, entiendes?- Rukawa asintió con una diminuta sonrisa.
-Kaede, hay un gato en tu entrada!- grito Akira cuando abrió la puerta, el nombrado que había ido a buscar su balón de basket ball llegó junto a él
-ah, si, es Michu- Sendoh lo miro como si creyera que ese era un nombre terrible para un gato
-lo adoptaste?- pregunto mientras se agachaba para tratar de acariciar al pequeño gatito
-no, me lo regalo Sakuragui- contestó desinteresadamente
-¿Qué?!- pregunto mientras gritaba, el pequeño gato le había rasguñado la mano para después seguir su camino hasta Rukawa a quien le maullaba simpaticamete buscando ser acariciado
-estas bien?
-eh, si… en verdad te lo regalo Hanamichi?- preguntó fingiendo el mismo desinterés mientras decidía si eso debía causarle o no celos, es decir, ni siquiera se llevaban bien, no?
-ah, si- acaricio al gato, salió seguido de Akira, cerró la puerta y ninguno dijo ninguna otra palabra sobre el pelirrojo, antes de llegar a la cancha Akira se despidió del otro con una sonrisa, sin besos, sin contacto sin nada, no por falta de ganas, sino más bien, porque estando frente a tantas personas no sabía si a Kaede le incomodaría
-vale, te veo en la noche
-pero, no estarán tus papás en casa?
-mmmmm bueno, no se si se iran hoy o mañana…
-te veo mañana
-me extrañaras?-preguntó juguetón
-te veo mañana- Sendoh solo sonrió y se fue
Hanamichi Sakuragui había pasado mucho de su tiempo sin estar realmente interesado en nada mas que en conseguir peleas por eso, cuando descubrió que el baloncesto era su verdadera pasión se sintió feliz, feliz de hacer lo que amaba pero sobre todo feliz de pertenecer a ese equipo y ese equipo sobre todo incluía a Rukawa, y es que aunque en la vida lo fuera a reconocer el sabia que cada una de las criticas que constantemente le hacia Rukawa llevaban consigo un trasfondo con el que él podía mejorar, y mas en el fondo aun, Hanamichi respetaba a Rukawa, le reconocía como un jugador increíble, pero también le reconocía como alguien por quien quería ser mirado, al final en su intento de ser reconocido por Rukawa, Hanmichi había crecido increíblemente.
-¿qué horrible tiro?- si bien el pelirrojo no se había sorprendido d no haber encestado- venga que para ser honestos, no había encestado ningún tiro desde que había llegado- lo que en realidad le había sorprendido fue escuchar la voz de Rukawa a sus espaldas
-estúpido zorro, no te metas donde no te llaman- dijo evitando verlo (por los recuerdos de él besando a Sendoh) mientras tomaba el balón, Rukawa no le tomo importancia, se encontraba animado por lo que en un completamente extraño comportamiento se acerco a Hanamichi para quitarle el balón
-vamos a jugar, el primero en hacer 21 gana- dijo emocionado comenzando a botar el balón- Sakuragui quiso decir “no” y después salir de ese lugar, quiso irse porque le dolía que Rukawa ahora estaba con Sendoh, pero al mirar al otro tan animado (algo que a él nunca le tocaba ver) simplemente asintió y se acomodo en la cancha.
-al final mis padres tuvieron que regresar a Tokyo hoy- dijo al otro lado del teléfono Akira cuando Kaede le preguntó
-y… qué te dijeron?
-bueno al final no fue para tanto, mamá se puso algo alterada al principo pero luego se calmo, a papá ni siquiera le importo del todo, en realidad a ninguno cree que sea de importancia el basket ball
-pero para ti lo es!- Akira sonrio al escucharlo- y a ti que tal te fue
-bien, sin nada interesante… oh, bueno, Ayako me llamo, dijo que el Profesor Anzai quiere verme mañana
-oh! Te nombrara capitán!!
-claroo que no, si eso fuera esperaría a regresar a la escuela
-bien, ya me platicaras mañana, a que hora lo veras? Quieres que te vea en algún lado?
-te llamare cuando termine
-bueno, esto es raro- se atrevió a decir Rukawa, frente a él se encontraban el entrenador Anzai, junto con una muy sonriente Ayako, Akagi y Miyagi se encontraban ahí también, el adulto únicamente rió animado
Sendoh se dejo caer en el sillón y mientras miraba su teléfono, ya era tarde y Kaede aun no le llamaba, suspiro… como era posible que hubiera pasado tanto tiempo antes sin Kaede? Era normal cuando te enamorabas querer estar solo junto a esa porsona?. El timbre sonó provocando que se parara de golpe, abrió la puerta sin siquiera preguntar y lo miro ahí, algo agitado seguro por haber corrido desde la estación del tren, Kaede alzó la vista y le sonrío de ea forma que solo utilizaba con él
-soy capitán- Akira sonrió feliz y le abrazo