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Quizás sea un nerd, pero es mi nerd por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos/as lectores/as~ perdóneneme por haber tardado tanto en subir capítulo pero la escuela no me dejaba escribir </3 sin más por el momento les dejo leer, disfruten:

Ken, Sakura y Tetsu miraban a Hide con una expresin sorprendida y preocupada sin poder comprender por qu aquella reaccin tan triste al haber terminado de leer aquella carta recin recibida. Sin embargo, a pesar de ese impulso por bombardearlo con miles de preguntas, decidieron darle un par de minutos para poder recuperarse de lo que aparentemente haba sido un golpe dolorosamente sorpresivo para l, y tras haber pasado esos minutos, el mismo Hide fue quien rompi el silencio que se haba formado en ese momento, necesitaba sacar muchas cosas de su pecho…

–Se fue…–fue lo nico que pudo salir de sus labios, en un hilo de voz, y con mucho esfuerzo al parecer, cada palabra dola como mil pualadas en su corazn– T-Takao se…se fue…

–Qu dices?!

Exclamaron los tres chicos, con expresiones de verdadera sorpresa e incredulidad, prcticamente boquiabiertos, sin embargo, las incesantes lgrimas que brotaban de los ojos de su pequeo amigo era evidencia suficiente de que aquellas palabras eran cien por ciento verdad y que lo nico que necesitaba era ese apoyo incondicional que siempre le haban mostrado, por lo que en seguida se dedicaron a abrazarlo y a darle el consuelo y cario que sus ojos les decan que necesitaba. Los ojos de Hide siempre haban sido demasiado expresivos, tan transparentes respecto a sus sentimientos que nunca poda ocultar lo que le pasaba, claro, frente a los ojos observadores adecuados. No obstante en ese momento, la luz y la inocencia que solan permanecer en ellos, en ese momento se haban desvanecido para darles paso al dolor y la desesperanza que la partida de Takao haba dejado en su alma desgarrada, despus de todo, cmo poder lidiar la partida del nico ser que haba demostrado un genuino inters por su persona y que le haba hecho sentir que el amor haba tocado finalmente a su puerta.

–No puedo creer que se haya ido…–respondi por fin el alto pelinegro mientras que l y Ken abrazaban a su adolorido compaero– qu razones te dio?

–La carta dice –respondi el chico de cabellos rojizos mientras mantena la mirada en la hoja de papel en sus manos, pues Hide no habra podido hablar– que se tuvo que ir a Estados Unidos por razones de fuerza mayor, que pasar un tiempo errante por el pas hasta poder establecerse completamente, y le pide a Hide que no espere por l pues no puede prometerle volver en cierto tiempo porque sera egosta de su parte, mmm y que si cuando vuelva a Japn y an ve una oportunidad para l, volver a buscarlo…sin embargo, si para entonces ya encontr el amor, no volver a saber nada de l…en resumen…quiere que contine con su vida…

–Imposible…–susurr el ms bajo, llorando an en brazos de sus amigos– yo…s que sin l…no podr continuar…

–Hide no digas eso, nos tienes a nosotros…

–Pero yo lo amo Tetsu! En este tiempo me enamor de l…y…estaba pensando en cmo decrselo…justo ahora que se fue, que me abandon aqu en este cruel mundo en el que todos, menos ustedes, me ven una vil escoria…yo s que no voy a poder vivir con su ausencia…

Los tres muchachos miraban con intranquilidad el llanto tan amargo e incesante que emanaban aquellos ojos pardos, que ahora no llevaban sus gafas puestas, para poder llorar con ms libertad, pues era lo que su dueo necesitaba. Decidieron pasar un momento ms en silencio para darle oportunidad al pequeo pelinegro de asimilar bien todo, pues estaba en un estado demasiado alterado y nervioso, tanto que termin por caer rendido en los brazos de sus amigos, quienes no dudaron un momento en llevarlo a descansar a su cama, era evidente que lo necesitaba…

Mientras tanto, en el hogar de Kyo, dicho rubio se encontraba sentado al pie de su ventana, contemplando el horizonte con una sonrisa de plena satisfaccin dibujada en sus labios. Un cigarrillo se consuma poco a poco entre sus dedos, al igual que de vez en cuando algunas bocanadas de humo escapaban de sus labios, pero en ningn momento se borr esa sonrisa, pues todo iba de acuerdo a lo que planeaba. De slo pensar los sucesos que haban ocurrido tan exitosamente durante aquella tarde, su mente comenzaba a fabricar escenarios acerca de lo que, si todo sala de acuerdo a lo estipulado, ocurrira eventualmente en su vida cuando todo culminara en lo que l llamaba “el glorioso da”. Y por un momento, se permiti felicitarse a s mismo, pues estaba seguro de que no cualquier mente habra maquinado semejante “obra maestra” como sus amigos decan…

~FLASHBACK~

Aquella tarde, luego de que se diera el timbre de salida en el instituto donde Hide y dems estudiaban, Kyo se asegur de ser el primero en salir, pues aquel da tena prisa por llegar a su hogar. La emocin de pensar en lo que se avecinaba le haca sentir una adrenalina pocas veces experimentada, as que lleg con frenes a su casa, esperando por la visita que llegara tan slo un par de minutos despus que l. Dicha visita toc a la puerta, no sin sorprenderse un tanto debido a lo rpido que su llamado fue atendido, sin embargo a lo cual no dijo nada.

–Ah Takao, no sabes el gusto que me da verte.

–Te da gusto? Lo dices como si no hubieras sabido que vena hoy.

–Ya s que saba, pero el da de hoy es tan memorable, o bueno, al menos lo ser.

–Tanto gusto te da que haya llegado el da en que debo dejar al nerd?

–Honestamente s, porque eso quiere decir que todo va marchando de acuerdo a lo planeado. Sabes si te soy franco, hubo momentos en que dud que lograras que el nerd se creyera la historia del dulce y tierno novio que tuvo un enamoramiento de l a primera vista, pero has superado mis expectativas.

–Bueno Totchi te lo dijo no? Que no se me iba ninguno, as que yo slo te comprob que as es en realidad, pero debo decirlo, esta vez el trabajo fue titnico, y no lo digo porque me fuera difcil hacerlo caer ante mis encantos, sino que me fue difcil preparar mi mente para pensar en enamorarlo a l.

–S bueno entiendo lo difcil que debi ser para ti, ms, por el hecho de verte forzado a besar a ese nerd de porquera.

–Lo fue…aunque lo admito, si algo tiene que no es tan terrible son sus labios…tiene unos labios muy besables, se arruina un poco por los braquets pero al menos es algo.

–Bueno gracias por el dato, sabiendo eso me ser un poco menos desagradable el pensar en besarlo…bueno ahora, pasemos a los negocios, a lo que nos compete.

–La carta? Ya tengo una idea de lo que debera escribir, slo, no s qu te parezca a ti, siendo que t eres el “jefe”.

–Que tengas ideas ya, nos ayuda mucho mi estimado Takao, as que vayamos a la mesa para que puedas escribir.

Fueron necesarias un par de horas para poder ordenar las ideas de ambos y plasmar cada una en el papel de la manera ms adecuada, pero el rubio deba admitirlo, haba quedado ms que conforme con el resultado. Al momento de haber terminado, Kyo fue el encargado de hacer llegar dicha carta a manos de Hide, mientras el mayor parta a su hogar para despedirse de su familia, pues si en algo no mentan en la carta, era sobre el hecho de que deba partir a Estados Unidos, el lugar donde realmente resida. El pequeo rubio se vio forzado a salir corriendo en el momento que toc a la puerta de la residencia Takarai, lo cual era obvio, no obstante, en ese mismo instante lidiaba con su gran curiosidad acerca de cmo haba reaccionado el chico al leer aquella macabra carta…su mente se haca ideas, pero apenas y poda esperar al lunes para ver la reaccin que aquel rompimiento haba ocasionado en l.

~FIN FLASHBACK~

–Apenas puedo esperar para ver lo que he logrado en ti Takarai…

Y tras dirigir aquellas palabras nicamente al viento, apag su cigarrillo consumido casi por completo para despus cerrar su ventana y dirigirse a descansar. Dos das pasaron de aquel modo, con un Hide deshecho sentimentalmente llorando a cada momento por la prdida de su amor, Ken, Sakura y Tetsu a su lado para tratar de consolarlo al menos un poco, un Kyo feliz y completamente satisfecho pero lleno de curiosidad, y Takao recin llegando a Estados Unidos, completamente lejos del plan ideado por el amigo de su primo, lo que pasara despus de haber abandonado Japn no era problema suyo. Despus lleg el lunes, aquella espera de parte del rubio para observar con sus propios ojos las heridas que l mismo se haba encargado de abrir en el pequeo pelinegro haba terminado. Al llegar a la escuela, con la puntualidad de siempre, se dio la oportunidad de quedarse algunos minutos al lado de la puerta, fumando un cigarrillo mientras esperaba por la llegada de su vctima. No tuvo que esperar demasiado, pues a los pocos minutos vio arribar al ms bajo…cabizbajo, con una sombra oscureciendo su mirada, ms de lo que pudo haber recordado ver en ella, estaba completamente apagado, lo cual no era demasiado nuevo, sin embargo en esta ocasin luca ms desanimado que otros das. Desafortunadamente, ni siquiera esa imagen tan lastimera de Hide le conmova lo suficiente como para no dibujar una sonrisa en sus labios…aquella sonrisa llena de perversidad y satisfaccin, tpica de la mente siniestra que observa materializado uno de sus fatdicos planes, justo del modo que lo haba maquinado. Estaba tentado a hablarle, indagar por sus propios medios el estado real en que el pobre muchacho se encontraba…pero no era prudente, pues se senta tan realizado en ese instante, que no poda disimular aquella sonrisa. Y aunque haba descartado totalmente la idea de hablarle, algo extrao ocurri…nunca supo comprender si fue la profundidad de su mirada, que le hizo sentirla encima, o alguna otra cosa, pero mientras mantena la mirada clavada en Hide, ste volte a mirarlo, deteniendo sus pasos un momento…sus miradas se cruzaron de forma tal, que pudo ver ms a detalle el dolor que aquellos ojos pardos guardaban…en aquel momento, no fue capaz de sentir nada, ms que algo de lstima.

–“Qu chico tan pattico…”

Fueron las nicas palabras que cruzaron su mente en aquel momento, sin embargo, quizs su perversidad, o quizs el tiempo que llevaba preparndose para su actuacin, le hizo poder dibujar en su rostro una expresin de preocupacin, la cual le dedic a Hide. Por un momento sostuvo inmvil el cigarrillo en sus dedos, sin quitarle los ojos de encima. En ese instante, Hide no pudo describir lo que sinti, fue una sensacin extraa que recorra su cuerpo completamente…al sentirse observado de forma tan insistente que no pudo hacer ms que buscar quin lo miraba, pero al hacerlo se dio cuenta de que lo miraba la persona que menos poda esperar, pero qu poda hacer en esas circunstancias…tan slo atino a detenerse, sostenindole un momento la mirada, como tratando de descifrar lo que aquel rubio pretenda al mirarlo de ese modo. Casi sinti el impulso de dirigirle la palabra, de no ser porque saba que no le agradaba en lo ms mnimo, y l mismo se haba encargado de demostrrselo, y porque sus amigos arribaron en ese momento, corriendo para aplastarlo en un abrazo grupal, provocando que se quejara un poco por la fuerza con que lo aplastaban.

–Chicos…chicos…me asfixian…–apenas logr decir en medio de los tres chicos que lo abrazaban, con lo cual en seguida aflojaron un poco el agarre.

–Perdn enano, slo queramos darte algo de cario.

–Yo s que me quieren, no necesitan casi matarme asfixiado para demostrrmelo.

–Viendo que tu humor negro volvi podemos asumir que ests mejor?

–Slo un poco…es difcil decir que he estado peor pero ya termin de llorar al menos.

–Por cierto que hacas de pie en medio de la entrada, a quin mirabas.

–No me lo van a creer pero…Kyo me estaba mirando.

–Kyo? El rubio se musculoso y bruto seguido de siempre de su squito de tontos lambiscones?

–S, ese Kyo…no s, siempre me mira…con desprecio y asco, como todos, pero hoy hubo algo diferente…me vea…casi con preocupacin.

–Preocupacin? No te ofendas Hide pero ests alucinando ya, ese bruto no siente preocupacin por nadie que no sea l mismo, l es uno de los peores narcisistas que conozco, rebasado nicamente por su querido Ruki.

–Sakura tiene razn Hide…ests tan sensible en estos momentos que creste ver que te miraba con un sentimiento…positivo, as que olvdalo s? No vale la pena.

–Tienen razn…eso debe ser, la partida de Takao me debe haber dejado demasiado susceptible…

–No pienses ms en eso hermano, ahora trata de mantener un semblante ms neutral para que no empiecen a jodernos con preguntas estpidas.

–Est bien Saku…de todos modos, gracias por siempre estar a mi lado, en especial ahora que tanto los necesito.

–Jams te abandonaremos, y eso es un hecho, as que no es necesario que nos agradezcas a todo momento.

Tras dedicarle una sonrisa a su pequeo amigos, los tres se adentraron con l en la escuela para dirigirse al saln de clases que los esperaba como todos los das. En el momento que llegaron a dicho lugar, tuvieron que esperar por algunos minutos a que el profesor arribara tambin, tiempo que los estudiantes aprovecharon para conversar acerca de sus fines de semana, especialmente Kyo y sus amigos, pues estos no dudaron ni un segundo en abordar al pequeo rubio para que les contara los sucesos nuevos con respecto al plan que anteriormente ste haba hecho.

–Y bueno cmo te fue con lo de la carta Kyo –cuestion Die en voz un tanto baja para no ser escuchado por nadie fuera de su pequeo crculo, una vez que estuvieron “reunidos” los cuatro que corresponda, pues Shinya sola mantenerse alejado de las conversaciones que ataan a aquel plan que l tanto repudiaba pero que no poda hacer nada por detener.

–Die por favor, es evidente que me fue de maravilla, tan slo miren la expresin en el rostro del nerd, por ms que trate de disimular la tristeza, no puede hacerlo del todo.

–La verdad es que no se me haba ocurrido mirarlo, teniendo en cuenta que hasta me da asco hacerlo –habl de nuevo el aludido pelirrojo, mirando al chico de los anteojos de igual manera que hacan los dems.

–Cuando lleg a la escuela luca peor de afligido, yo no dejaba de mirarlo, la verdad es que estaba tentado en hablarle para averiguar ms detalles, pero como no poda disimular mi sonrisa –mencion aquello con una sonrisa ladina– aunque lo curioso es que l not que lo observaba, as que tambin me mir, hasta que llegaron sus amigos y entraron.

–As que sinti tu mirada…ay Kyo no deberas ser tan obvio, no todava.

–Bueno Kaoru qu quieres, no lo pude evitar, me causa tanta satisfaccin notar que el plan va funcionando como yo quiero.

–Entonces mente maestra, qu sigue ahora.

–Tratar de acercarme a l por supuesto.

–No deberas esperar al menos un par de das?

–Para qu esperar cuando tengo el tiempo contado.

–Creo que olvidas un pequeo detalle…mejor dicho tres, y cada uno tiene nombre.

–Ash es verdad, sus malditos guardaespaldas…mmm chicos, creo que ste sera un momento propicio para que me ayuden.

–Nosotros qu tenemos que ver en eso.

–Ay Toshiya…a ver, yo s que soy la mente maestra en este lugar, pero por favor al menos esfurcense un poco en pensar! Necesito que creen algn tipo de distraccin para que esos metiches no intervengan.

–T lo dices todo muy fcil Nishimura, pero sabes que esos monigotes no se separan de Hide por nada del mundo.

–Pues a m no me importa lo fcil o difcil que pueda ser, lo hacen porque yo se los digo, y se callan, no necesito recordarles quin manda aqu, y quin tiene el poder sobre ustedes.

–Maldito enano narcisista y caprichoso –fue la respuesta de Kaoru, quien estaba justo a su lado, mirndolo de manera altanera.

–Escchame muy bien Kaoru, t sabes bien que yo estoy en la posicin de mayores privilegios de nosotros cinco, a ninguno le conviene estar en desacuerdo conmigo y lo saben, ya Shinya sabe lo que soy capaz de hacer si me traicionan, con l he dejado pasar que no me ayude en esto mientras mantenga la boca cerrada, pero con ustedes tres no se me da la gana hacerlo, por lo tanto, harn MI voluntad o les juro que les va a pesar…quiero confiar en que son lo suficientemente inteligentes, y adems de hacer lo que les conviene, o sea obedecerme, idearn una manera perfecta de ayudarme, as que vayan pensando qu van a hacer –respondi el ms bajo de los cuatro con una sonrisa de plena satisfaccin al no escuchar ms negativas– me alegra ver que han entrado en razn mis queridos amigos, ahora acomoden sus sillas como debe ser, el profesor no debe tardar en llegar y debemos atender la clase.

Era difcil para los tres seguir siempre las rdenes de lo que para ellos poda resultar un verdadero tirano cuando se lo propona, y claro, en mltiples ocasiones las ganas de revelarse les hacan replicar como en aquella ocasin lo haba hecho Kaoru, sin embargo, cuando el “lder” se pona en su pose de todopoderoso que nadie deba desobedecer a menos que buscaran graves problemas, siempre les haca volver a su actitud sumisa y obediente para con Kyo, saban que era la nica alternativa, y lo ms conveniente que podan hacer, pues estaban conscientes de lo poderosa que era la mente perversa de Kyo, sin embargo haba otra persona que pronto sabra en carne propia las perversidades que el rubio era capaz de idear slo por capricho.
Notas finales:

Por ahora estoy ocupada, así que no puedo escribir mucho, pero gracias por seguir leyendo~ y por sus reviews, deséenme suerte con mis toneladas de tarea y todo lo de la escuela </3 saludos a todos/as, dulces lunas~


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