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Quizás sea un nerd, pero es mi nerd por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo mis queridos/as lectores/as, perdón por haber tardado tanto en actualizar, ya ni sé cuánto tiempo pasó, pero es que la escuela me absorbe bastante, entre las clases normales y de japonés, las cuales por cierto amo pero requieren que me aprenda muchas cosas, pero voy bien así que felicítenme (?). Espero que les guste el capítulo, me esforcé mucho porque en partes no me salían las palabras, así que lean, disfruten y dejen reviews:

Aquel día, como era una costumbre que al parecer no cambiaría, Die, Toshiya y Kaoru terminaron cediendo a los caprichos de su rubio líder, pues el peso de sus amenazas era mayor que el de su orgullo, o cualquier otro motivo que les pudiera hacer querer negarse. Lo primero que su mente había maquinado para cumplir con su deber de distraer a los amigos de Hide, fue utilizar a un maestro como coartada, y tenían en mente al maestro que definitivamente les iba a ayudar.

–Buenas tardes entrenador ¿lo interrumpimos? –Saludó Toshiya al momento que entraban en el gimnasio donde solían recibir sus clases de deportes y entrenar para el equipo de judo.

–Hola muchachos, no me interrumpen –contestó el profesor mientras guardaba una red con balones en el gabinete que se encontraba en el gimnasio– ustedes, Kyo y Shinya son mis estrellas máximas, así que cualquier cosa que necesiten, cuentan con mi ayuda.

–Es bueno escuchar eso sensei, porque necesitamos pedirle un favor, en nombre de Kyo, pero no es nada demasiado grande.

–Ya me intrigaron ¿de qué se trata?

–Necesitamos una distracción y la única manera es que usted nos ayude.

–Es importante que mantenga distraídos a Kitamura, Sakurazawa y Ogawa por unos minutos, y más importante aún es que Takarai no intervenga, que él se quede solo.

–Oigan qué están tramando, por qué ese interés en dejar solo a Takarai.

–Bueno es que, por más increíble que parezca, Kyo tiene un muy especial interés en acercársele, pero no puede hacerlo si ese trío de guardaespaldas están cerca.

–Entiendo…bueno con saber que se trata de ustedes me conformo, pero espero que pronto me expliquen de qué se trata porque es intrigante pensar en por qué Kyo querría acercarse a alguien como…él.

–Cuando sepa de qué se trata lo encontrará muy interesante…así que por favor venga con nosotros, sólo necesitamos que Kyo nos dé una señal.

El profesor asintió a manera de una respuesta positiva, por lo que tras cerrar aquella gaveta con llave, se dispuso a seguir a sus alumnos para salir del gimnasio y así llegar hasta el patio principal. Por un momento trataron de localizar a Hide y sus amigos, los cuales se encontraban almorzando tranquilamente en una de las mesas que se encontraban distribuidas en el patio, y detrás de ellos, a algunos metros de distancia, se encontraba su rubio y pequeño amigo, de pie contra un árbol. Era evidente lo que hacía en ese lugar, pues en momentos su mirada se fijaba en el pequeño grupo que se encontraba conversando en frente suyo, y cuando éste notó que las personas que tanto esperaban acababan de llegar, una sonrisa de satisfacción se dibujó en sus labios, con lo cual les hizo una señal de que era el momento perfecto de intervenir, a lo cual el profesor se separó para dirigirse hacia la mesa que ocupaba aquel grupo tan peculiar.

–Sakurazawa, Ogawa, Kitamura, necesito hablar muy seriamente con ustedes, así que vengan conmigo de inmediato.

–¿Eh? Profesor no sé qué le hayan dicho pero…

–Pero nada Ogawa, vengan ahora mismo.

–Bueno pero… ¿Hide puede…?

–No, Kitamura, no puede venir, su presencia no nos beneficiaría así que síganme, que nada le va a pasar con estar unos minutos a solas, dejen de poner excusas.

–E-estaré bien chicos…vayan…

Los tres chicos tan sólo asintieron un momento, mirando a su amigo incluso con algo de preocupación, pues no les gustaba dejarlo solo en un lugar tan peligroso como lo era aquel patio. Y justo lo que más temían estaba por hacerse realidad, pues en el momento que los cuatro se hubieron alejado lo suficiente, Kyo aprovechó para poner en marcha el siguiente paso de su plan maestro, y caminó hacia Hide, el cual ya se encontraba completamente solo, sentado aún a la mesa que sus amigos habían abandonado previamente.

–Hola Hide ¿me puedo sentar? –Ante aquel saludo, el pelinegro no hizo más que voltear a mirar quién lo había emitido, y una reacción de completa sorpresa, incluso un tanto de incredulidad, se hizo presente en su rostro en el momento que se dio cuenta de la persona que en aquellos momentos se sentaba a su lado, aún antes de recibir respuesta alguna– ¿cómo has estado?

–¿E-eh…? –Seguía sin poder creer lo que sus ojos veían, muy a pesar de que era claro que aquello en verdad estaba sucediendo, el shock era mayor que la lógica.

–Que cómo has estado.

–S-sí oí…pero…qué haces aquí…–sus labios muy apenas lograron articular esas palabras tras recuperar un poco el control de su cuerpo, conforme trataba de alejarse un poco del rubio.

–Bueno no sé si lo recuerdes pero yo también estudio aquí.

–Me refiero a…en esta mesa…conmigo…

–Llevamos dos años juntos y nunca hemos hablado.

–Lo hemos hecho, cuando tú me insultas y yo te suplico porque me dejes en paz.

–Eso no es una charla de verdad…oye lamento mucho el cómo te he tratado este tiempo pero…la verdad es que ya no soy el mismo.

–Qué quieres de mí.

–¿Perdón?

─Escucha si lo que quieres es que te “ayude” con las tareas para que así puedas estar libre para recibir la gloria de tu popularidad puedes irte mucho a…

─Hideto tengo beca por excelencia académica, y gracias a eso ya estoy a un paso de entrar a la universidad de Tokio con un promedio casi perfecto.

─Ah…entonces qué es lo que quieres.

─Ya te lo dije, conversar un poco contigo…─al terminar aquella frase, lo único que obtuvo fue de nuevo una mirada llena de incredulidad─ por qué me miras así.

─En verdad piensas que voy a creer que tú, el grandioso Tooru Nishimura, capitán del equipo de judo de esta escuela, ídolo sexual de las masas, admirado por el mundo entero, casi una divinidad para la comunidad escolar, se tomará la molestia de siquiera voltear a ver a la escoria social que alguna vez le “estorbo” en el camino de tal manera que las últimas palabras que le ha dirigido fueron “apártate nerd de porquería, no ves que me estorbas”, antes de azotarlo contra la pared –ni siquiera él sabía cómo era posible que le estuviera hablando de ese modo, a esa persona en específico, pero en ese momento la desconfianza hacia las buenas intenciones de Kyo le hacía decir tantas cosas que salían de manera automática..

─Bueno, admito que me pasé, ese día estaba de muy mal humor…pero te aseguro que he cambiado, y me di cuenta de que está mal ser así con la gente, por eso ahora que estoy arrepentido te quiero pedir perdón por eso.

─Vaya esto es inesperado ─muy para su propia sorpresa, una ligera risa no tardó en escapar de sus labios, con lo que después se quedó algo pensativo por algunos segundos─ está bien, para que tu conciencia esté tranquila, te perdono, pero vete y déjame solo, no necesitas seguir fingiendo.

─No me quiero ir.

─Perfecto ─se puso de pie recogiendo sus cosas y las de sus amigos para poder desocupar la mesa─ entonces el que se va soy yo, con permiso y adiós ─y en seguida comenzó a caminar algunos pasos alejándose del rubio, hasta que…

─¡Hideto espera! ─El más alto se puso de pie también para correr a alcanzarlo─ no hemos…

─¿Terminado? Yo diría que sí, y creo que de hecho hablamos más de lo que debimos, así que mejor regresa a tu…tu círculo social del mal y a mí déjame en paz.

─Por qué rayos no quieres escucharme siquiera.

─Tengo tantas razones…número uno, porque no creo absolutamente nada de lo que dices, segundo, porque no tengo ganas de ponerme en peligro de recibir más insultos al estar junto a ti, y tercero, porque Matsumoto me mata si ve a su novio hablando con la peor basura de esta escuela.

─Ruki y yo terminamos…ya deberías saberlo ya que todo el mundo habla de eso aún.

─Pues tú deberías saber que nadie me habla, excepto Ken, Sakura y Tetsu, y por ende a ellos no les hablan tampoco…aunque felicidades por librarte de una persona tan superficial y hueca como él, pero da igual, déjame en paz.

–Oye sé que no he sido la mejor persona contigo, pero ¿en serio serás tan esquivo siempre que trate de hablar contigo?

–Tienes suerte de que mis amigos no estén conmigo, porque de estarlo, ni te habrías podido acercar, así que dudo que esta “conversación” se repita alguna vez.

–Pero Hide…

–Oye, no quiero quedar como el malo…me siento extraño en esta posición…siento que no soy yo al hablar así pero…sólo no quiero más maltratos…

–Yo no te hablé con el fin de hacerte daño, sólo…–sin embargo, antes de que pudiera terminar su frase, el sonido del timbre que anunciaba que su descanso se había terminado le interrumpió, creando la distracción perfecta para que Hide pudiera salir corriendo hacia el edificio principal y así alejarse de Kyo, sin que lo detuviera– ¡maldita sea! Se me escapó…pero no cantes victoria Hideto, que no te has librado de mí, esta cacería apenas comienza…

Cacería…un inusual término para referirse al proceso de una conquista, pero dadas las intenciones que el ejecutor del maligno plan tenía para su víctima, era la palabra más adecuada. Hide no se dirigió directo a su salón al haber salido corriendo de aquel modo, simplemente se perdió por los pasillos un momento, buscando un escondite para él y sus pensamientos…hasta que al fin lo encontró, ese baño en el que nadie solía entrar gracias al muy esparcido rumor de que un fantasma vagaba en ese lugar, típico de cualquier escuela con cierta antigüedad, pero que había tenido la fortuna de comprobar su falsedad gracias a sus amigos.

–Cómo me alegro de que en este lugar nunca entre nadie…–susurró para sí mismo una vez que estuvo dentro de ese cuarto de baño, pero para asegurarse de que verdaderamente nadie entraría, puso seguro a la puerta, recargándose en ésta a la vez que se dejaba caer sentado en el suelo, casi con un shock emocional reflejado en su rostro– por qué Kyo me habrá hablado…qué cosa querrá de mí…alguien como él nunca podría tener buenas intenciones con alguien como yo…

Necesitaba pensar en tantas cosas, lo que había sucedido podía parecer algo de lo más simple viéndolo de forma objetiva, después de todo ¿el que un compañero de la escuela te salude y desee conversar contigo debería ser algo alarmante? Si las circunstancias fueran diferentes no sería nada extraño, pero en ese caso cómo explicar que el gran ídolo Kyo, una de las personas más superficiales y huecas de esa institución quiera hablar con la persona más despreciada de toda la comunidad escolar, después de todo él formaba parte de la mayoría que únicamente le mostraba el más profundo desprecio, quizás asco incluso, y le parecía extraño que de un día para otro decidiera que quería ser bueno con él y comenzar una amable conversación, eso no era normal, lo normal hubiera sido que sólo buscara insultarlo y humillarlo como todo el mundo hacía. Pensó en sí mismo como un ser de lo más patético, ya estaba tan dañado que no podía siquiera concebir la idea de que alguien pudiera tener un interés genuino en él…

–Por qué mi vida tiene que ser tan desastrosa…por fin alguien se fija en mí y se tiene que ir a América…Takao…mi amor…te extraño a montones, si tú estuvieras aquí mi vida no sería tan gris…

Sin embargo, mientras el pequeño y adolorido Hide lloraba sus penas dentro de ese baño prácticamente abandonado, en el salón de clases todos habían llegado para poder atender a la clase. Todos alegres y despreocupados, excepto por tres chicos, que se extrañaban de la ausencia de su querido amigo, pues él no solía desaparecer de ese modo, excepto cuando se encontraba mal emocionalmente.

–¿Creen que alguien le haya hecho algo?

–Quiero pensar que sólo se puso nostálgico y extraña a Takao.

–Eso suena menos preocupante que pensar que le hicieron algo…

–Tenemos que ir a buscarlo, sea lo que sea que haya pasado, tenemos que estar con él, debe necesitarnos.

–Pero la clase está por empezar.

–Yo no sé tú Tetsu, pero para mí consolar a Hide es una prioridad.

–Idiota, claro que él es mi prioridad, pero me refiero a que el profesor está por llegar.

–Entonces vamos ya antes de que lo haga –comentó el más alto de los tres mientras se ponía de pie tomando sus cosas y las de Hide.

–Ves Tetsu, Ken piensa en soluciones rápidas –respondió Sakura imitando a su amigo para levantarse y dirigirse a la puerta.

–¿Qué acaso es el día de “agredan a Tetsu”? –Terció el pelirrojo con una expresión ofendida al mismo tiempo que tomaba su mochila para seguir a sus amigos.

No les fue nada difícil averiguar en dónde se encontraba su amigo, después de todo, lo conocían incluso mejor que él mismo, por lo que inmediatamente después de haber salido del salón, se dirigieron hacia aquel baño que sabían, estaba abandonado, pero que se había convertido en el escondite favorito de su “desaparecido” amigo, pues al saber que nadie más frecuentaba ese lugar de la escuela, podía estar solo con sus pensamientos y sentimientos. Luego, tras terminar el recorrido necesario para llegar a ese lugar, los tres al mismo tiempo tocaron a la puerta, pues tampoco era su intención hacer saber de su presencia de manera brusca para no espantar al más bajo.

–¿Hide? –Preguntó Sakura tras haber pasado un par de minutos sin respuesta alguna.

–Estás ahí verdad, abre por favor –intervino esta vez Tetsu, con la misma expresión de preocupación que la de los otros dos.

–No quiero…–fue la seca respuesta del aludido.

–Abre por favor, nos tienes con el alma en un hilo, tú sólo te refugias aquí cuando te sientes mal emocionalmente… ¿qué te hicieron?

–Enano por favor, somos tus amigos, sabes que puedes decirnos cualquier cosa que te aflija…

El pequeño pelinegro, mientras secaba las lágrimas de sus ojos, dejó que pasaran algunos segundos en silencio tras la, aparentemente efectiva intervención de Ken, para después ponerse de pie y abrirles la puerta a sus amigos, quienes sin decir nada todavía, lo estrecharon con fuerza en un cálido abrazo grupal, adentrándose esta vez todos juntos en el baño.

–Chicos…gracias…–el primero en romper el silencio fue Hide, en medio de un suspiro y una suave sonrisa de alivio, pues acababa de recibir justo lo que necesitaba.

–Qué te pasó pequeño, nos tenías muy preocupados.

–Es que…me pasó la cosa más increíble del mundo…increíble pero sospechosa…

–¿Increíble pero sospechosa? Pues cuéntanos, ya nos dejaste intrigados…momento ¿es algo malo?

–Creo que sí…bueno es que, justo después de que se fueron siguiendo al profesor de deportes, llegó Kyo a la mesa en donde yo estaba, se sentó a mi lado, me preguntó cómo estaba, mi única reacción fue preguntarle que hacía ahí, a mi lado, al parecer, según lo que me dijo, de pronto le dieron ganas de socializar con el nerd de porquería ya que a pesar de llevar dos años juntos, no había podido conversar conmigo.

–Tonto, no te llames así…momento… ¿Kyo? ¡¿Nishimura?! –Exclamó a manera de pregunta el chico de plataformas mirando a su amigo con una expresión de asombro e incredulidad, la cual también estaba presente en los otros dos.

–Sí, Kyo, el rubio bajito capitán del equipo de judo…le pregunté qué quería de mí, yo pensé que querría “ayuda” con tareas y eso, pero según él tiene una beca universitaria por su promedio casi perfecto…

–Quién lo diría, el musculoso cabeza de aire tiene cerebro.

–No te desvíes del tema Sakura… ¿qué más pasó Hide?

–Me pidió perdón por las groserías que me ha dicho y hecho…yo no creo que haya sido sincero, y ustedes estarán de acuerdo, pero para poder huir de ahí le dije que lo perdonaba, me levanté, ya que se negaba a irse pero me alcanzó, seguí pidiéndole que me dejara en paz, porque no quería más insultos, y porque Ruki me mataría si me veía hablando con él…por cierto ¿sabían que terminaron?

–¡¿Qué?! –Exclamaron los tres a coro.

–¿La estrella hueca terminó con el maniquí sin cerebro?

–Eso no puede ser, seguro te mintió.

–Dijo que todos hablaban de eso…pero como a nosotros nadie nos habla, quizás por eso no nos enteramos.

–Bueno tienes razón en que nadie nos habla…pero por favor, si ese par son tal para cual, son igual de huecos, superficiales e imbéciles, no puede existir pareja más “perfecta” que ellos.

–Bueno ya, hagamos de lado al idiota de Matsumoto, que no tiene nada que ver aquí, ya después podemos averiguar si eso es verdad…lo que importa ahora es saber cómo acabó ese terrorífico suceso, el cual sigo sin entender.

–Luego de hacerme saber eso, me preguntó si iba a ser igual de esquivo siempre que me hablara, pero le dije que eso no se repetiría ya que de haber estado ustedes no lo habrían dejado acercarse…yo, me sentí extraño con las cosas que le dije, me sentí como si hubiéramos cambiado papeles.

–Pues qué cosas le dijiste.

–Eso no es lo importante, sólo le dije el por qué me parecía extraña esa situación, el por qué el hecho de que alguien como él busque hablarle a alguien como yo es algo sospechoso, le hice saber de mi desconfianza…luego, cuando trató de explicarme, o eso creo yo, salí corriendo de ahí, lo dejé hablando solo.

–Hiciste lo correcto Hide-chan, no es lógico de de buenas a primeras alguien como él se acerque a alguien que ha rechazado por tanto tiempo.

–¿Ustedes creen que tenga malas intenciones?

–No lo dudes, o bueno por lo menos en lo que a mí respecta, no le creo nada de su actuación de “he cambiado, seamos amigos”, claro, dicen que no se puede juzgar sin saber, pero ya conocemos bien a ese imbécil.

–Bueno hay que tener otra cosa en mente chicos –intervino esta vez el pelirrojo, con lo que atrajo en seguida la atención de los otros tres, los cuales lo miraban intrigados, sin entender– nosotros éramos parte de los idiotas que molestaban a Hide…claro que ahora me doy vergüenza al pensar lo que era capaz de decirle y hacerle, pero es la verdad, y nosotros sabemos mejor que nadie que a pesar de que alguien le demuestre repulsión y desprecio, cuando uno mismo se da la oportunidad de conocerlo, nos damos cuenta de la bella persona que es Hide.

–Es cierto, cuando comenzamos a conocerlo de manera profunda nos dimos cuenta de que las habladurías de los demás, son sólo eso de hecho.

–Pero no nos compares con ese idiota Tetsu, después de todo él se cree el centro del universo entero, por eso es tan…así.

–Además, no nos vas a decir que le crees verdad, sería tanto como querer volverlo parte de nuestro grupo.

–Yo no dije eso, también tengo mis sospechas respecto a sus intenciones pero no podía dejar de decirles eso para que no se les olvide.

–Algo debe estar tramando ese superficial.

–Chicos pero…qué haré si se vuelve a tratar de acercar a mí…podría esperar a que de nuevo ustedes no estén…

–No seas bobo Hide, su acercamiento a ti justo en el momento que nos fuimos no fue una simple casualidad, ahora todo tiene sentido, ya que el profesor nos llamó por una tontería.

–Qué fue…

–Eso no importa, lo relevante es, para qué ese grupo de idiotas armó todo ese plan para alejarnos de ti, y que Kyo pudiera acercarse a ti, esto no pinta nada bien.

–Algo planea Kyo, y lo vamos a averiguar Hide, así que no tengas miedo…

Tenían mucha razón en desconfiar, después de todo, durante dos años, Kyo les había demostrado ser una persona superficial y hueca que no era capaz de ver más allá de las apariencias, por lo que no era lógico que de pronto tuviera deseos de hablar con la persona que había maltratado, insultado y humillado por todo ese tiempo. No tenían la completa certeza de que el rubio estuviera planeando algo macabro en contra de su pequeño amigo, pero lo mantendrían muy bien vigilado, en caso de que tratara de volver a acercársele. Desafortunadamente era verdad que un plan macabro y perverso estaba siendo maquinado a su alrededor, si caerían en él o si tendrían la suficiente astucia para prevenirlo, eso sólo lo diría el tiempo. Por lo pronto, a pesar de que el primer acercamiento con Hide no había sido completamente exitoso, Kyo se sentía un tanto satisfecho, después de todo, había logrado comprobar de cerca que, con el trato adecuado, el pequeño pelinegro era capaz de dejar salir un carácter bastante fuerte. Era un tanto irónico ponerse feliz por semejante descubrimiento, pero él estaba seguro de que teniendo a su lado a alguien que supiera reaccionar de esa manera, podría lograr que encajara mejor en ese pequeño mundo del cual se enorgullecía de ser el líder.

Notas finales:

Esta vez no tengo mucho qué decir en esta parte más que...dejen reviews! El capítulo pasado NADIE dejó -inserte un enorme puchero aquí- así que o dejan reviews o me vuelvo a tardar con el nuevo capítulo, más tiempo, he dicho. Mientras tanto, yo regreso a la cruel realidad donde debo ir a la escuela (?) cuídense, saludos y abrazos, y hasta la próxima, dulces lunas~


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