En el preciso instante en que el secreto que tan intrigado lo haba mantenido durante las ltimas semanas haba sido revelado, ya no supo cmo reaccionar. Todo aquello le pareca un sueo imposible, pues para l era ms probable pensar que un completo desconocido se hubiera fijado en su persona, que la sola idea de que quien le estaba esperando en la puerta de la escuela, con una rosa blanca en su mano, fuera la persona que aparentaba ser, alguien que conoca desde que haba comenzado su primer ao de preparatoria, y que por lo tanto saba muy bien lo superficial que era. Aquello le hizo pensar por un momento, que simplemente lo estaba confundiendo…sin embargo aquellos cabellos rubios, peinados de ese modo, eran inconfundibles, de igual manera que esos labios gruesos que sostenan un cigarrillo encendido, esos ojos levemente claros, tan profundos como el vaco, pero igualmente expresivos, esas manos plidas y venosas, con dedos demasiado largos. En el remoto caso de que no se tratara de l, era alguien con demasiado parecido, por lo cual quedaba descartada la idea, pues si bien una o dos coincidencias eran aceptables, aquello habra sido una casualidad demasiado grande para ser creble…el rubio por otro lado se senta desesperado, comenzaba a dudar que Hide asistiera a la cita, pues aunque estaba seguro de haber dejado al pelinegro lo suficientemente intrigado por saber quin le mandaba aquellas cartas, haba un factor externo que probablemente intervendra, ese factor que ya lo tena harto al no permitirle actuar con ms precisin; estaba consciente de que sus amigos difcilmente lo dejaran el suficiente espacio para poder escapar de ellos. Quiso suponer que sa sera la razn de la no asistencia del ms bajo, pues realmente tena la esperanza de que llegara, aunque fuera algo tarde.
–Tiene que llegar, no fue en vano que me he esforzado tanto en escribirle todas esas cursileras, tampoco puedo perder esta apuesta o quedar como un verdadero tonto, un perdedor…no pienso lidiar con las burlas de los estpidos de Toshiya y Die, si no llega hoy, tendr que hacer un enfrentamiento directo y es lo que no quiero porque si me rechaza quedar en ridculo…
Susurraba para s mismo, buscando as desquitar un poco su frustracin, pues no poda ms con la ansiedad de ver que el pequeo pelinegro no llegaba. No obstante, tras slo un par de segundos ms de espera, se sinti agradecido consigo mismo de no haber hablado ms, pues Hide por fin se haba decidido a acercarse a su encuentro y en ese momento se le acercaba por la espalda; no estaba muy seguro de cmo llamar su atencin, pues segua bastante nervioso, por lo que a pesar de estar a escasos centmetros de quien tanto le esperaba, no hizo ni dijo nada antes de no poner sus ideas en orden lo suficiente para hablarle de una manera coherente. El chico de cabellos rubios por otro lado se haba percatado de la presencia ajena desde el primer instante a pesar de que ste no haba hecho ni dicho nada, pues con slo tenerlo cerca haba sentido que se encontraba detrs suyo, y si no haba dicho nada tampoco era porque quera esperar a que ste dijera algo, pero como esto no suceda, decidi que lo mejor era enfrentarlo l, por lo que un momento despus se dio la vuelta en su lugar, procurando que se viera natural, que no era su intencin encararlo. De esa manera, en el preciso instante en que sus miradas se cruzaron por fin fingi una leve sorpresa en su rostro, como si no creyera que realmente se encontraba ah, mirndolo con un nerviosismo que evidentemente no senta.
–H-Hide…viniste…–comenz a hablar el ligeramente ms alto de los dos, mirando an al contrario como si fuera la primera vez que lo haca, sin embargo la respuesta de ste no lleg de inmediato, pues se encontraba en una especie de shock en que no poda hablar, y al parecer tampoco moverse ya que en el momento en que aquella rosa blanca le fue ofrecida no la pudo tomar– no me dirs nada?
–Esto…se trata…de una broma… verdad?
–Por qu ests tan convencido de ello?
–Por el hecho de que seas t…digo, usted…
–Oye tranquilo, no tienes por qu hablarme de usted, somos iguales…no te tomes en serio ese enfrentamiento que tuvimos en el que mis amigos te dijeron que me tenas que llamar Nishimura-sama, llmame Kyo como todo el mundo.
–Que somos iguales dices…a decir verdad dudo mucho que en verdad creas eso.
–Hide…s que durante los dos aos pasados me comport muy mal contigo, pero es verdad que he recapacitado, en estos momentos deseo redimirme y quisiera que me permitas conocerte, estoy seguro de que eres la persona hermosa que tus amigos han dicho que eres, as que…
–Kyo por favor, eso ni siquiera t lo crees, te suplico que no quieras verme la cara de tonto, las personas no cambian su manera de ser de la noche a la maana, y menos de una manera tan extrema como sta…podr parecerte un nerd tonto que no sabe nada de la vida real ms all de sus libros, pero no soy tan ingenuo.
–An eres un chico inocente Hide, y eso es algo que puedo ver en tus ojos, ms all de la barrera que tratan de poner ante ellos, veo tu inocencia…como una de las ms bellas cualidades que tienes y que me sentira muy feliz de que me dejaras conocer.
–Escucha Kyo…yo no puedo saber a ciencia cierta tus verdaderas intenciones con todo esto, y perdn si yo estoy equivocado y t ests diciendo la verdad, pero pinsalo no puedes creer en serio que yo voy a creer tan fcilmente en ti luego de dos aos de malos tratos…es como pensar que de pronto Ruki quiere ser mi mejor amigo…
–Comprendo tu punto Hide…y en ningn momento esper que me fueras a creer ciegamente as nada ms, es por eso que estoy decidido a demostrarte la sinceridad de mis palabras, me he propuesto convencerte, me tome el tiempo que me tome, no estoy seguro de con qu acciones lograr que me creas pero vers que lo har.
–Igual y cada una de esas acciones podra ser deshonesta…las personas como t no se fijan en personas como yo, y me queda claro que esas poesas y dems palabras bonitas slo fueron un invento.
–Qu puedo hacer para demostrarte que he cambiado?
–Nada…no podras hacer nada, yo no podra creer algo semejante, es inverosmil.
–Me duele mucho tu desconfianza…pero como dije, comprendo por qu te sientes de ese modo, as que yo har todo lo posible por lograr que me creas…es ms, qu te parece que nos volvamos amigos, as me permitirs conocerte, y yo te permitir que conozcas la parte de m que no todos conocen, y despus cuando ests convencido de que mis intenciones contigo son buenas, me dedicar a tratar de conquistarte como tanto deseo.
–Mis amigos jams lo permitiran…y no creo que los tuyos tampoco, para ellos, al igual que para el resto de la comunidad escolar yo slo soy…un estorbo…
–Yo no creo que necesites del permiso de ese tro de guardaespaldas, no es que seas un nio pequeo que depende de ellos para tomar sus decisiones…y en lo que a m respecta, mis amigos no gobiernan mi vida as que ellos son un asunto muy aparte.
–S que lo soy, pero…
–Pero nada Hide, t eres prcticamente un adulto as que no creo que tengas por qu depender de lo que ellos opinen…aunque si tanto te interesa eso, podemos comenzar una amistad en secreto, hasta que t ests seguro de todo esto.
–Antes de dar un s o un no definitivo, necesito pensarlo…
–No creo que eso sea tan necesario…mira as como nos vimos esta noche, podemos arreglar ms citas para comenzar a fomentar nuestra amistad, sin que nadie sepa para que nadie intervenga, de todos modos este asunto slo nos concierne a nosotros.
–Bueno…ya que lo planteas de ese modo…
–Piensa que al principio cuando conociste a tu novio, pensabas mal de sus intenciones y terminaste enamorndote profundamente de l una vez que te convenci, no crees que todos merecemos una oportunidad como la que le diste a l?
–Cmo es que sabes decir las palabras exactas para convencer…
–Es un don.
–Pues…supongo que si me voy con tiento, no pasar nada as que…acepto siempre y cuando esto sea un secreto entre t y yo solamente.
–Perfecto! –Una sonrisa de plena satisfaccin se dibuj en sus labios, sin embargo, procur aparentar nicamente una inmensa alegra tras recibir aquella afirmacin de parte del pequeo pelinegro. El primer paso, convencer a Hide de que haba cambiado y que ahora quera estar cerca de l, no haba sido tan difcil de lograr como lo tena contemplado, ahora s vena lo complicado, especialmente para s mismo, pues la parte de seducirlo representaba, a su parecer, el mayor de todos los sacrificios, pero por la satisfaccin de ganar una vez ms y humillar a su ex, sera capaz de venderle su alma al diablo de ser necesario– bueno ya que aceptaste mi amistad, acepta esta rosa blanca tambin como un smbolo de este “trato” –dijo sin borrar la sonrisa de su rostro mientras le extenda dicha flor al ms bajo. …ste la mir por un instante, no sin un rastro de duda en su mirada, pero de igual manera termin por tomar el obsequio que se le ofreca, dedicando un momento a observar la rosa con una ligera sonrisa.
–Gracias…
–Esto es slo el principio, te aseguro que ser cuestin de que me lo permitas para que te demuestre lo mucho que me interesas…quizs y yo no sea tan detallista como seguro lo era tu ex, pero me esforzar lo ms que me sea posible, por ti.
–Eso…no es…
–Necesario? Yo creo que s, as que por favor no rechaces mis atenciones…en lugar de eso qu tal si ahora mismo nos tomamos un momento para conversar, cuntame algo sobre ti… cmo es tu familia?
–Mi familia…bueno en mi hogar slo somos mis padres y yo ya que soy hijo nico, pero suelo estar muy solo en mi casa ya que mis padres ocupan gran parte del da en atender el negocio.
–El negocio?
–Mis padres son dueos de The fourth avenue cafe… has odo de l alguna vez?
–Qu?! En serio tus padres son dueos de ese lugar tan genial? No me lo hubiera imaginado…
Tena que admitirlo, por lo menos luego de aquella conversacin descubri que Hide no era una persona aburrida, incluso le era interesante el haberse enterado de que sus padres eran dueos de su cafetera favorita, lo cual quizs menguaba un poco lo duro que aparentaba ser su plan. Aquel haba sido aparentemente el primero de muchos encuentros furtivos que tendran, los cuales de igual manera tan slo eran el comienzo de lo que se avecinaba, pero que el chico de anteojos no poda imaginar siquiera, y en cierta medida, el rubio tampoco. En lo sucesivo, sus plticas se convirtieron en una especie de entrevista para conocerse mejor entre s, ya que a pesar de haber cursado juntos ya dos aos de preparatoria, nunca haban tenido la ms pequea oportunidad de conversar del modo que ahora lo hacan, y aunque jams se lo imaginaron, ambos llegaron a descubrir que compartan algunos gustos en comn. No obstante, a pesar de sus esfuerzos por mantener sus reuniones en secreto, los amigos de Hide notaron algo diferente en l, y por supuesto no tardaron en sospechar que les ocultaba algo, lo cual estaban ms que dispuestos a descubrir.
–Oigan pero… no sern simples figuraciones nuestras? Despus de todo, entre los cuatro siempre ha habido confianza absoluta, no estoy muy seguro de que Hide sea capaz de ocultarnos algo a nosotros.
–Tetsu, s que seguirlo no es lo ms ortodoxo pero pinsalo, no perdemos nada con intentarlo un par de das, mira si no nos oculta nada haremos como si nada hubiera pasado, pero si nuestras sospechas son ciertas lo confrontaremos.
–Sakura tiene razn…ya clmate hombre, no es que hagamos dao a Hide con esto.
Los tres se encontraban ocultos en la esquina de la calle frente a la que el pequeo pelinegro viva, en espera de algn movimiento fuera de lo comn que ocurriera en el hogar de ste. No llevaban mucho en ese lugar, quizs media hora, haban decidido quedarse en aquel lugar luego de haber salido de la casa que ahora vigilaban, ya que como casi todos los das, se haban quedado toda la tarde y gran parte de la noche acompaando a su amigo. Pas media hora ms, y ya comenzaban a pensar que en definitiva nada sucedera, cuando por fin sucedi lo que tanto estaban esperando; por el rbol que estaba al lado de la casa, estaba bajando la delgada figura de su amigo, quien evidente se escabulla de su hogar a hurtadillas.
–Lo ven lo ven, est saliendo a escondidas de su casa, eso en definitiva quiere decir que oculta algo.
–Es extrao…se supone que siempre nos contamos todo, incluso nos dejaba leer las cartas que su “admirador” le enviaba…
–Cartas que casualmente ya no ha recibido… no creen que eso podra tener algo que ver? Despus de todo ya no ha hablado nada del tema –especul el alto chico de cabellos castaos mientras miraba a sus amigos con el mismo asombro que ellos mostraban. Realmente no se haban planteado antes esa posibilidad pero ahora que Ken la presentaba, Sakura y Tetsu no podan dejar de darle algo de razn, pues todo pintaba a que la idea no era tan descabellada.
–Creen que sea capaz de ocultarnos algo tan importante?
–Esperemos que no…bueno tiene derecho a algo de espacio personal pero, guardar un secreto tan importante? Por qu lo hara?
–Bueno ya deberamos dejar de sacar conclusiones apresuradas no creen?
–Tienes razn, mejor guardemos silencio y limitmonos a ver a dnde va…
Aquellas palabras de parte del chico de cabellos rojizos y plataformas, fueron recibidas de forma positiva por sus amigos, quienes slo asintieron para darle a entender que estaban de acuerdo, y que por lo tanto prosiguieran a seguir caminando detrs de su amigo, con un paso ms decidido que antes. El camino que estaban siguiendo les pareci claramente familiar, pues ya muchas veces lo haban seguido antes durante las maanas cuando se dirigan al lugar al que nuevamente estaban por llegar. Una vez que se hubieron sentido ubicados respecto al lugar en el que se encontraban, les fue un poco ms fcil seguirlo, pues conocan perfectamente las calles por las que estaban caminando, adems una vez que el pequeo pelinegro de gafas se detuvo frente a la escuela, supieron cul era el mejor escondite para poder mirar lo que ocurra perfectamente sin ser descubiertos. Por el momento pareca no haber nadie ms que su amigo, lo cual les dejaba an ms intrigados que antes, pero por fortuna esa duda no tardara demasiado ms en ser despejada, pues luego de que pasaran tan slo algunos cuantos minutos, una figura misteriosa se acercaba con paso lento pero firme, al encuentro con Hide. Fue un tanto difcil distinguirlo al principio, pues la gabardina de color negro no era de mucho ayuda, adems del sombrero que portaba, a pesar de que la temporada de fro apenas comenzaba a asomarse ligeramente y slo a ciertas horas del da. La intriga no les dejaba en paz ni un momento, pues era evidente que su amigo haba acudido a aquella reunin especficamente con ese hombre misterioso cuya identidad an no lograban descifrar…no obstante, todo rastro de intriga o duda, se despej en el momento que el hasta ahora annimo, se quit el sombrero, revelando una mata de cabello rubio, de un amarillo bastante particular, un amarillo que tan slo haban visto en una persona, la cual poda ser la nica que se encontraba en ese momento reunido con su amigo, pues dos conocidos de Hide con un color de cabello tan singular era demasiada coincidencia como para siquiera considerarlo.
–Kyo Nishimura…–susurraron los tres a coro, de manera que esas palabras quedaran entre ellos, mientras vean con asombro, cmo el chico de cabellos rubios abrazaba de manera espontnea al pelinegro, provocndole un sonrojo sobre sus mejillas…sa definitivamente era la escena ms irreal que sus ojos hubieran podido presenciar, tanto que no saban cmo reaccionar…
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