Al inicio de semana siguiente, especficamente el lunes, las noticias acerca de la nueva pareja del instituto no tardaron en llegar a odos de todos los dems; a la hora de la entrada, el chico de cabellos rubios se qued por un momento en la puerta de entrada, slo de pie mientras miraba a su alrededor, clara seal de que esperaba algo o a alguien. Nadie habra pensado que suceda algo interesante, o al menos inusual, de no ser por aquel ramo de flores que se encontraba en manos de Kyo; nunca antes haban visto que hiciera algo as, ni siquiera cuando Ruki era su novio, l nunca haba tenido ese tipo de detalles con nadie, por lo tanto, todos los que se encontraban en la puerta en aquellos momentos se preguntaban para quin sera aquel obsequio, a quin esperaba con aquella aparente impaciencia. Cuando su mirada no se paseaba alrededor del lugar, buscando la presencia del destinatario de las flores, miraba hacia el gran reloj que se encontraba justo en el centro, hasta arriba, del edificio principal de los que conformaban la escuela, lo cual le haca ver realmente ansioso. No obstante, cuando pareca perder todo rastro de paciencia, el pequeo chico de gafas y cabellos negros, se pudo observar a algunos metros, avanzando hacia el chico que llevaba ya varios minutos esperndolo.
–Cario…–fue la primera palabra pronunciada por el ligeramente ms alto, al mismo tiempo que abrazaba a su novio, luego de dejar un beso en los labios de un muy sonrojado Hide, quien tras corresponder al beso, llev las manos suavemente a la espalda ajena, a manera de un leve abrazo– te extra mucho el fin de semana.
–Kyo…y-yo tambin te extra mucho…–se senta bastante apenado y nervioso, despus de todo, tras escuchar la forma en que lo haba llamado, y el beso que se acababan de dar, todos alrededor ponan toda su atencin en aquella escena.
–Me alegra saber que me extraaste…por cierto yo te traje un bonito regalo –tras darle otro beso en los labios, provocndole un mayor sonrojo en las mejillas, se separ con suavidad del abrazo que sostenan anteriormente, para as entregarle al menor el pequeo ramo de rosas blancas que tena para l.
–E-en serio esto es para m? –Susurr con un hilo de voz, con un tono bastante nervioso al mismo tiempo que tomaba en sus manos aquel presente que su novio le acababa de entregar– gracias…son hermosas…
–Lo que sea para mi lindo y querido novio… ests listo para entrar al saln?
–Claro que s…ay y mejor vamos ya porque todos nos miran y…
–Shh –los labios del ms alto emitieron aquel sonido, dndole a entender que no dijera ms, mientras llevaba el dedo ndice de su diestra a cubrirle los labios– que no te importe ms lo que la gente diga o piense, mejor slo sonreme, toma mi mano y camina conmigo al saln.
Tras decir aquello, tom la mano diestra del contrario en la suya, llevando el brazo izquierdo por detrs de su cintura para as empezar a caminar juntos hacia adentro del edificio principal del instituto, bajo las miradas curiosas e intrigadas del resto de sus compaeros. Kyo no poda evitar sonrer con amplitud, la satisfaccin que senta al darse cuenta del xito que estaba teniendo su elaborado plan no tena lmites, incluso su ego creca, sentirse el centro de atencin como en esos momentos provocaba en l esa sensacin de que era el rey del mundo. Por lo tanto, esa sonrisa se qued en sus labios an hasta que llegaron al saln donde tenan sus clases, donde al llegar, el chico de cabellos rubios se acerc al lugar de su novio para retirar su silla y ofrecerle el asiento, para despus sentarse a su lado; todo aquello haba sucedido incluso frente a los ojos de Sakura, Ken y Tetsu, quienes miraban con asombro dicha escena como en cmara lenta, como si se tratara de una escena irreal de una pelcula de terror donde el villano ya tena en sus manos a la pobre vctima, esperando nicamente el momento perfecto para darle el tiro de gracia por la espalda.
–Dganme que no estamos viendo esto en realidad…
–No puede ser…ha cado completamente…
–Kyo! –Exclam el alto chico de cabellos rojos una vez que entr en el saln junto con el resto de sus amigos tras abrir la puerta de golpe, interrumpiendo aquel shock en el que la escena romntica de la nueva pareja los haba sumido. Al entrar al lugar completamente se acerc hacia el aludido, para as prcticamente treprsele a la espalda a pesar de que ste estaba sentado ya en su lugar.
–Daisuke te doy cinco segundos para que remuevas tu pseudo humanidad de mi espalda o le dirs adis a tus piernas para que ya no te acerques a m.
–Pero qu agresivo eres hombre, ya csate…o consigue un novio al menos –deca mientras se alejaba del contrario con una expresin casi de berrinche, siendo observado por los dems con un dejo de diversin, el cual se esfum en el momento que su lder volvi a hablar.
–No es necesario porque ya tengo uno –al mismo tiempo que deca aquello, tom la mano del aludido en la suya, besando el dorso de sta– y lo tienen justo aqu.
–Qu?! –Exclamaron los tres con una gran sorpresa impresa en sus rostros, la cual evidentemente era fingida ya que aquella noticia no les llegaba completamente de la nada, pero dadas las circunstancias, no deban hacer obvio el hecho de que saban que aquello sucedera.
–Tal como lo oyen, y espero que ninguno haga comentarios estpidos…es ms mejor no digan nada, y simplemente quiero que sepan que desde ahora deben respetar a Hide de la misma manera que me respetan a m, porque! –Aprovechando que ahora todos haban llegado al saln, golpe la superficie de su mesa con las palmas de las manos mientras se pona de pie, para as llamar la atencin de todos– esto es algo que quiero que escuchen todos ahora que Hide es mi novio! Quien se atreva a ponerle un solo dedo encima, o a decirle una sola palabra ofensiva, juro que las consecuencias sern terriblemente dolorosas, y ustedes saben perfectamente que conmigo no se juega, yo jams amenazo en vano.
Unos segundos de completo silencio se hicieron presentes en aquel cuarto, una vez ms, quienes recin se enteraban de la noticia, entraban en un shock de sorpresa, en especial los cuatro chicos que en ese momento se encontraban apenas en la puerta, donde se frenaron para escuchar aquellas palabras. Quien evidentemente mostr ms sorpresa fue el chico de cabellos rojos, despus de todo se trataba de su ex novio, quien siempre haba mostrado darle un gran valor a la apariencia de las personas, y por lo tanto era de los primeros en hacerle la vida imposible justamente al chico que en aquel momento proclamaba como su nuevo novio. La presencia de aquel chico en especfico no pas desapercibida para Kyo, pues casi de inmediato cuando lleg se dio cuenta de que haba escuchado su discurso, convenientemente, con lo cual una sonrisa satisfecha amenaz con asomarse en sus labios, sin embargo la contuvo, y se limit a tomar de nuevo su asiento, para as volver a tomar la mano de su novio.
–Kyo Nishimura! –Exclam un muy furioso Ruki, dirigindose cual saeta hacia el lugar que el susodicho se encontraba ocupando, con lo cual ste simplemente alz la mirada hacia l sin inmutarse en lo ms mnimo.
–Qu quieres? –Pregunt con simpleza, como si en realidad no le importara.
–Te has vuelto loco o algo similar?! Cmo te atreves a decir que esta…cosa, es tu novio ahora!
–Takanori…–fue lo nico que dijo antes de ponerse de pie de nuevo, para as poder tomar con firmeza en uno de sus puos la ropa del contrario, acercndoselo con algo de brusquedad, provocando que ste se quejara– no te golpear por esta vez, porque quiero pensar que no escuchaste todo lo que dije, pero te lo reitero ahora, ms te vale que nunca en tu vida! Vuelvas a dirigirle ni una sola palabra despectiva a Hide porque te juro, que perders el nico atractivo que posees, debes saber que no me sera nada difcil, as que no me provoques.
–Pero qu demonios te pasa Tooru! Entiendo que te frustres por haberme perdido, es lgico! Pero por qu me reemplazas con l! Por qu te bajas hasta el nivel ms bajo sabiendo que cualquiera es mejor que l!
–Quieres saber por qu maldito mueco de porcelana con cabeza de aire? Es muy simple comprenderlo Takanori, yo ya estoy harto de que mis parejas slo sean figuras de porcelana con bonitos rostros pero sin nada en el interior, que no me escuchan y slo se fijan en m por la popularidad que representa el estar cerca de m, yo ya no quiero ser como t, que slo me importe el fsico, ya no quiero basar ninguna relacin en eso, por eso me fij en Hide, l es amable, dulce, carioso, comprensivo y me pone atencin de verdad, no se la pasa haciendo todo por ser l el centro de atencin, as que si pongo todo en una balanza Takanori, Hide es mucho mejor persona que t, y me encanta la persona que se oculta debajo de esa apariencia que pas aos juzgando y por la cual lo castigamos con nuestro desprecio.
–Ja! Muy conmovedor tu discurso Kyo…o no, lo sera si fuera real, porque por favor, todas esas cursileras baratas no te las crees ni t mismo…algo ests tramando, te conozco muy bien…somos demasiado iguales Kyo, y las personas como nosotros no se fijan en adefesios como ste, as que si ests con l es porque de alguna manera te conviene, y ya se descubrir por qu… y t! –Exclam dirigindose esta vez al ms pequeo de los tres, quien hasta entonces se haba mantenido encogido en su lugar observando aquella discusin, con algo de temor en su mirada, pues lo que menos deseaba era que su novio llegara a tener problemas por su culpa– no te confes tanto porque nuestro querido Kyo ahora sea tan amable y dulce contigo, y te defienda del resto, porque una vez que obtenga el beneficio que est buscando de ti, te desechar como lo que eres…una maldita basura –tras dedicarle una mirada cargada de odio y un tanto de burla, se retir de l para dirigirse a ocupar su lugar.
–K-Kyo…–instintivamente, fue la nica palabra que escap de sus labio tras escuchar todo aquello, era como una manera de pedirle un poco de su cario, confirmar que sus palabras eran solamente mentiras.
–No le hagas caso Hide, le da coraje ver que ya he encontrado a alguien ms, y que claro, me hace mucho ms feliz de lo que l consigui alguna vez, as que haz caso omiso a sus palabras sin sentido, y cada vez que ese idiota te agreda, dmelo a m, o incluso Kaoru, Die y Toshiya te defendern desde ahora, claro que preferira cuidarte siempre yo, ya que soy tu novio y me siento feliz de hacerlo, pero si por alguna razn yo no estoy cerca, apyate en ellos por favor, no quiero que nada malo te pase.
–Kyo…gracias, quizs yo debera empezar a considerar defenderme por m mismo.
–Tambin eso sera til, eso me hara sentir ms tranquilo…por ah escuch que sabes kung-fu es cierto?
–S…mi padre me meti a una escuela de kung-fu y…no es por presumir pero tengo un nivel muy elevado de maestra, pero no me gusta pelear…
–A veces es necesario para cuidar de la propia integridad cario, pero bueno, si te animas a hacerlo y necesitas practicar, me dices y nosotros te ayudamos “bien, es lo que deseo, que empieces a tener esa inquietud por ser ms como nosotros, as con un poco ms de trabajo, llegars a ser alguien con quien no me d vergenza salir en pblico”.
Y s, aquellas palabras de parte del chico de cabellos negros simbolizaba algo muy significativo para el plan de Kyo, porque sus planes no incluan solamente el hecho de hacerse novio de Hide, eso por s solo no le serva de nada, necesitaba que adquiriera un carcter lo suficientemente fuerte para imponrsele a los dems, para poner en su lugar a quien sea que se atreviera a molestarlo, de esa manera, rebajara a Ruki de una manera peor que en la que aquel pelirrojo le haba rebajado cuando se acost con alguien ms. El orgullo de Kyo era lo nico que lo haba orillado a idear todo aquello, su orgullo alimentado por su deseo de venganza luego de que la infidelidad de su ex novio le haba dejado en ridculo frente a los dems; poco a poco convertira a Hide en alguien que, en lugar de provocar repulsin y lstima de parte de otros, infundira miedo y respeto, incluso frente a ese chico de cabellos rojos.
Sin embargo algo le preocupaba, a pesar de los avances que haba logrado en una sola noche, pues mientras ese suceso siguiera atormentando al chico de anteojos, no iba a lograr todo lo que tena en mente. En un principio aquella lejana entre ellos le haba sido de mucha utilidad ya que de esa manera poda convertirse en la nica persona que lo defenda, para as ganarse su confianza; no obstante ahora necesitaba de la tranquilidad de su novio, y claro, estaba convencido de que si lograba ganarse a Sakura, Ken y Tetsu del modo adecuado podra usarlos tambin a ellos para su propio beneficio. Saba que entre ms pronto se ocupara de aquellos menesteres sera mejor, as que slo tard tres das en dar el paso que necesitaba, no porque no tuviera idea de cmo hacerlo, sino porque a pesar de no tener demasiado tiempo, no quera que sospecharan de sus intenciones debido a su frenes.
–Buenos das chicos… podramos hablar por favor? –Salud a los tres de la forma ms tranquila que pudo, manteniendo una expresin serena en su rostro.
–Tooru Nishimura, hablando con nosotros, luego de que se hizo amigo de Hide? Por alguna razn me sigues sorprendiendo Kyo –el primero en hablar fue Tetsu, pues l era aparentemente el ms sereno.
–Eso fue demasiada irona Ogawa…mejor dganme si podemos hablar por favor.
–Yo no creo que t puedas tener algo bueno que decirnos Nishimura –intervino esta vez Sakura, sin llevar la mirada al rubio, pues no estaba muy emocionado por verlo.
–Quizs y no nos quite nada escucharlo Sakura, despus de todo, no tenemos nada que hacer.
–Ash bien…habla Nishimura, te escuchamos, aunque muy a mi pesar.
–Bien…–tras aquella respuesta positiva jal la silla que estaba al frente para poder tomar asiento enfrente de los tres– escuchen yo s que les parecer…increble que a m me preocupe esto, pero he notado a Hide bastante desanimado…y es evidente que la causa son ustedes.
–No te confundas Nishimura, la causa verdadera es la traicin que l cometi contra nosotros, y todo por defenderte a ti.
–…l no los traicion…tan slo, le dio una oportunidad a alguien que ha cambiado para bien, l crey en m, as como en su momento crey en ustedes.
–No compares nuestro caso, Tooru, nosotros convivimos con Hide antes de hacernos sus amigos, a pesar de que la convivencia con l fue forzada, eso fue lo que nos hizo cambiar de opinin respecto a l, en cambio t… te parece coherente que aceptemos la idea de que de un da para otro decidiste dejar de comportarte como idiota? Eso es simplemente imposible.
–No es imposible, Hide les puede decir que en verdad soy diferente…
–Hide est cegado por lo que siente por ti, adems l es demasiado noble e ingenuo, por eso cree genuinamente que has cambiado, pero nosotros somos ms realistas.
–Oigan…por favor no me digan que no desde ahora y sin haberlo pensado, tengan en cuenta que han sido amigos por mucho tiempo, que el cario que hay entre ustedes es como el que se tienen los hermanos, y que yo, quien segn ustedes los ha separado, es quien est pidindoles que vuelvan a ser sus amigos, porque a pesar de que yo me esfuerzo por hacerlo feliz, l en verdad los necesita.
Los resultados no haban sido los mejores que habra esperado tener, pero estaba bien para ser el primer paso dado con ellos; por lo menos les haba hecho saber lo mucho que el pequeo chico de cabellos negros los extraaba a pesar de estar a su lado. Por otro lado, sin querer, aquellas palabras verdaderamente les haban hecho quedarse pensando, ya haban dejado pasar bastante tiempo sin siquiera dirigirle la palabra, y en ese lapso, incluso haban permitido que su pequeo amigo volviera a sufrir terribles maltratos de parte de sus compaeros, a pesar de haberle prometido que nunca ms permitiran que aquello volviera a suceder…y s, lo haban prometido, sin embargo, dadas las circunstancias, haban roto esa promesa, por orgullo? Muy probablemente, pero recordar aquel juramento, y la conviccin con que los tres lo haban pronunciado, se dieron cuenta de que mantenerse alejados de Hide por ms tiempo resultaba un simple error. Sin duda alguna, Kyo Nishimura no era la persona ms confiable, de hecho resultaba ser alguien de quien desconfiaban profundamente, no obstante el cario y la amistad de Hide valan cualquier cosa, por lo tanto, estaban decididos a retomar su amistad, y si resultaba ser que sus sospechas eran ciertas, y las intenciones de Kyo eran oscuras, ellos tres procuraran estar junto al pequeo para tratar de protegerlo de la mejor manera, justo como lo haban prometido un tiempo atrs, en nombre de todo aquello que haban compartido y seguiran compartiendo.
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