Luego de un momento ms en que siguieron abrazados, Sakura se retir de la escena, un poco ms tranquilo al haber hablado con Hide, pues a pesar de las revelaciones de su amigo, l tena razn, tal vez el hecho de que Kyo siguiera a su lado, an entusiasmado por su relacin, aparentemente, y ms carioso que nunca, deba ser un indicio de que se haba equivocado, odiaba estar equivocado, pero dadas las circunstancias senta un gran alivio al estarlo, porque eso significaba que la felicidad del pequeo pelinegro poda ser genuina. Por otro lado aquel espectador que se mantena oculto hasta ahora decidi salir de su escondite una vez que su objetivo se qued solo, no tuvo mucho tiempo para actuar, pues ste se dispona a entrar a su casa y l deseaba hablar a solas con l. Se acerc a l rpida, pero sigilosamente, y una vez detrs suyo le cubri los ojos con una mano, arrastrndolo de ah para llevrselo a un par de calles del lugar, muy a pesar de los gritos y manoteos del ms bajo para que le soltara, despus de todo l era mucho ms fuerte; una vez llegando a un lugar adecuado para hablar, decidi soltarlo finalmente, descubrindole los ojos una vez que estuvo enfrente suyo, para que lo viera de inmediato, sin embargo la reaccin de ste fue tan rpida que intent correr, aunque una mano en el brazo lo detuvo. Fue hasta que fue jalado contra ese otro cuerpo que pudo ver a quien lo haba "secuestrado"...era definitivamente alguien conocido, esos ojos, esa sonrisa, todo, lo recordaba demasiado bien como para no saber quin era.
–T-Takao...–susurr bastante sorprendido, mientras senta un par de clidos brazos rodearlo y acercarlo ms.
–S, Hide, soy yo...he vuelto por ti mi hermoso...–justo despus de pronunciar aquellas palabras, termin de acercar su rostro al ajeno, buscando un beso de esos labios que tanto extraaba, no obstante, su dueo se lo impidi, pues gir su rostro justo antes de que lo consiguiera– Hide...por qu me rechazas, cre que me extraabas...
–Lo hice Takao...llor un mar de lgrimas por ti, casi lloro sangre...pero afortunadamente ahora hay alguien que me ha hecho volver a sonrer, alguien que me trae felicidad, paz y amor a mi alma y a mi corazn...estoy muy enamorado de l Takao...–agreg, con lo cual el aludido frunci su ceo, sintiendo cmo un indescriptiblemente desagradable calor haca hervir su sangre al escuchar esa respuesta tan poco satisfactoria.
–No Hide, no lo acepto... definitivamente no lo acepto! Dime quin es ese tipo... quin se atrevi a robarme tu corazn!
–Es...es un compaero del instituto...se llama Kyo...
–Del instituto? Pero si t dijiste que todos ah te tratan muy mal, que son unas basuras contigo, cmo es que aceptaste a alguien que te trata mal.
–Las cosas han cambiado mucho desde que te fuiste...
–Pues sabes qu, eso no me importa, Kyo no se merece tu corazn, no lo merece! Y por eso no me pienso detener, te robar de su lado Hide, volvers a ser mo, te lo juro, no me quedar de brazos cruzados, no por ese tipo que te est engaando.
–Pero qu dices! T no lo conoces no puedes saber...
–S ms de lo que te puedes imaginar Hide, t y yo tenemos mucho de qu hablar...pero no debe ser ahora, por el momento deseo disfrutar de poder volver a verte –de nuevo una sonrisa apareci en sus labios, pues la paz que el ms bajo le transmita era infinitamente mayor que la ira que le causaba pensar en el plan por el que Kyo estaba cerca de l– por cierto hay algo que debo pedirte.
–Claro...dime Takao.
–Por favor todava no le digas a nadie que he vuelto, menos a tu novio, ni siquiera a tus maridos...digo tus amigos, s que no te gusta ocultarles cosas, pero es importante que nadie lo sepa an, por favor.
–Por qu tratas de ocultarte.
–Digamos que cierta persona me puede hacer las cosas muy difciles si se entera de que volv, y te vine a ver sin "su permiso" –evidentemente se refera a Kyo, pues tena razn, el rubio dara el grito en el cielo de saber que no lo haba obedecido a pesar de sus negocios, pero l estaba dispuesto a correr ese riesgo, y tambin rompera con aquel contrato de palabra, por Hide.
–Si te da problemas venir a verme por qu lo has hecho...
–Cre que era obvio...porque te extraaba demasiado...y porque todava te quiero, por eso no me puedo resignar slo porque me dices que tienes otro novio, har todo lo que est a mi alcance para que me aceptes otra vez.
–Pero Takao, en tu carta...
–S lo que te escrib, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, pero no me puedo quedar con los brazos cruzados al pensar que le ests entregando tu corazn a la persona equivocada, como dije antes, l no te merece, y no voy a descansar hasta que t tambin te des cuenta...yo slo quiero tu felicidad mi pequeo, y sa no la vas a encontrar con Kyo, sino conmigo.
Aparentemente Takao estaba ms que decidido a recuperar a Hide, estaba dispuesto a pasar por sobre Kyo, pero cmo podra ir en contra de la mente maestra que en un principio le hizo acercarse a acercrsele...sin embargo, l tambin tena algo en mente, probablemente era algo mucho menos elaborado que todo lo que el chico de cabellos rubios haba planeado, pero que tena la esperanza de que funcionara, aunque deba esperar el momento adecuado para llevarlo a cabo. Todos los estudiantes del instituto haban esperado con ansias la llegada de las vacaciones, sin embargo, muchas cosas estaban a punto de suceder durante ese periodo de descanso, cosas que nadie se esperaba y que definitivamente cambiaran el ritmo de muchas vidas...empero, ninguna de ellas se puede hacer todava, pues para llegar a ese punto an faltan algunas cosas por narrar.
Takao senta mucha curiosidad de saber cmo fue que Kyo logr conquistar el corazn de Hide, por lo que no perdi mucho tiempo para preguntarle al respecto; despus de haberlo visto por primera vez desde su regreso, le pidi que se vieran lo ms pronto posible, pues definitivamente tenan mucho de qu hablar. Aquel da haban quedado de verse en una tranquila y poco concurrida cafetera cercana al hotel donde el ms alto se estaba hospedando, a donde Hide lleg slo cinco minutos tarde debido a que no conoca muy bien la zona donde se encontraba, aunque por fortuna lo nico que recibi al llegar fue una gran sonrisa y un clido abrazo. Lo primero de lo que hablaron fue de cmo poco a poco fue aceptando a Kyo a su lado, aunque claro, escuchar esa historia no fue lo ms placentero para l, despus de todo, aquello signific escuchar los triunfos de una mente perversa sobre un inocente; sin embargo, tambin recibi cierta informacin que le fue til, y que podra utilizar en favor de su plan de desenmascarar a Kyo.
–Oh vamos Hide, es la segunda reunin de las vacaciones a la que dices que no puedes ir, qu puede ser tan importante como para decirnos que no de nuevo.
–Tengo una cita importante con Kyo –respondi con una dulce e ilusionada sonrisa adornando sus labios, provocando miradas casi de asco de parte de sus amigos.
–Yo jams en la vida habra imaginado siquiera que Kyo Nishimura, alias la piedra, fuera tan cursi estando de novio.
–Bueno...segn me ha dicho un par de veces, l slo ha sido as con l porque ninguna de sus parejas anteriores le haba inspirado sentimientos tan hermosos y profundos como los que yo despierto en l... pero conste que yo slo repet sus palabras textualmente! –Exclam antes de que sus amigos pudieran decir algo, pues l conoca bien esas expresiones malvolas que esta vez aparecan en los rostros de los tres, cuando eso pasaba solan hacer o decir cosas que lo avergonzaban mucho y esta vez decidi prevenirlo.
–Bien bien y qu van a hacer en su cita –comenz a hablar Ken una vez que los nimos se hubieron enfriado un poco.
–Pues primero iremos a cenar, despus por un helado y por ltimo al mirador, segn dijo Kyo, esta noche es especial porque se ver una lluvia de estrellas fugaces, por eso es que insisti tanto en que fuera con l hoy.
–As que lluvia de estrellas desde el mirador...Hide crees que sea buena idea que vayan ustedes dos solos a un lugar como se?
–Cul es el problema Saku, ni que me fuera a...–comenz a decir, pero la profunda y acusadora mirada del ms alto le intimid, despus de todo, a quin engaaba, lo ms seguro era que en algn momento ignoraran el cielo para dedicarse algo ms que simples miradas– el punto es que estaremos bien, aunque no lo creas Kyo me cuida y me respeta mucho as que no corro ningn riesgo estando con l.
–Si t lo dices...pero de todos modos ten cuidado, aprovecha que no eres indefenso como todos piensan, y cualquier cosa nos puedes llamar por telfono.
–Eso siempre lo tengo presente, ahora si me disculpan ir a casa, an debo vestirme, nos vemos maana sin falta, lo prometo.
Cursi, era tambin la palabra que incluso Kyo usaba para describirse a s mismo desde que haba comenzado a sentir cosas verdaderas por Hide, despus de todo, a l jams se le habra ocurrido siquiera la idea de llevar a alguien al mirador a ver las estrellas para una cita; haba llevado ya a alguien previamente claro, pero lo ltimo que vieron esa noche fueron estrellas. Sin embargo la dulzura de Hide y el alma pura que poda ver en l, bloqueaba todo tipo de pensamiento impuro o pervertido, para as poder tener slo las ms tiernas visiones de quien era su novio. Por lo tanto, llegaron a dicho lugar despus de una cena sencilla, un paseo por una plaza y un helado; la visin del cielo nocturno esa noche en especfico era ms bella de lo usual, era como encontrarse sobre una nube y contemplar aquellos puntos brillantes desde el mismo cielo, pues lucan tan grandes y cercanas, como si pudieran alcanzarlas con las manos.
–Tenas razn Kyo, esta noche el cielo se ve ms bello de lo usual –comentaba el ms bajo de los dos mientras contemplaba el manto estelar con una sonrisa, pues sa era una de sus cosas favoritas en la vida– me alegra que me hayas trado.
–Slo poda compartir esto con el ser ms importante de mi vida, as que quien agradece aqu soy yo...te agradezco verdaderamente todo lo que me has entregado en las semanas que llevamos como novios, nadie ha hecho tanto por m antes, por eso es que te quiero tanto...mi nio –susurr con un tono de voz tranquilo y dulce cerca del odo del contrario, provocndole a ste un escalofro recorriendo todo su cuerpo, y un sonrojo tiendo sus mejillas de un color carmn cada vez ms intenso conforme una de las manos ajenas llegaron a una de stas– me encanta cuando te sonrojas, luces tan lindo e inocente, que siento que me provocas muchas cosas.
–Kyo...no digas esas cosas que me apenas...
–Slo digo la verdad, te aseguro que en unos das contigo he sido ms feliz de lo que he sido en toda mi vida hasta antes de empezar a pretenderte...no s qu sea lo que tienes Hideto Takarai, pero es un hecho que has llegado a mi vida para cambiarla...eres...un hermoso ngel.
–Es imposible que me veas de ese modo...yo soy todo lo opuesto a hermoso, soy horrible, no s qu has visto en m en realidad pero supongo que es algo en mi interior...sin embargo no importa cmo sea, lo que me importa saber es que ests conmigo.
–Y no me pienso ir de tu lado cario, eso es algo de lo que puedes estar completamente seguro –agreg justo antes de depositar un carioso y casto beso en la frente del ajeno– por cierto antes de que se me olvide, espero que el sbado previo al regreso de clases t y tus amigos no hagan planes porque habr una gran fiesta, y siendo yo el ms popular de la escuela evidentemente estoy invitado, lo cual hace que mi adorado novio y sus queridos amigos queden invitados tambin.
–U-una fiesta en serio? Pero Kyo yo no...
–Por favor no me desaires, para m es importante que comiences a ir a fiestas conmigo, sera muy aburrido si t no ests, y claro que las invitaciones siempre estarn extendidas a tus amigos.
–Bueno...lo consultar con ellos, quizs accedan a que vayamos un rato, pero bueno en caso de que me digan que no, ten por seguro de que yo estar ah, contigo.
–No cabe duda de lo perfecto que eres como novio Hide...me encanta cmo eres conmigo –estaba justo a punto de dejar un beso, esta vez sobre los labios del pequeo pelinegro, pero ste no se lo permiti al sealar por el quemacocos abierto de su auto, cmo las estrellas fugaces comenzaban a caer, dejando una estela de brillo plateado a su paso, era todo un espectculo grandiosamente perfecto para cerrar una noche de ensueo.
–Kyo Kyo mira! Hay que pedir un deseo, s?
–Claro cario todo lo que quiera mi pequeo, cerremos los ojos y pidamos un deseo.
No fue difcil adivinar lo que su pareja, tan sensible y amorosa pedira, estaba convencido de que sera algo relacionado con ellos dos y su feliz relacin; se senta agradecido por sostener una relacin con alguien as esta vez, era un cambio bastante agradable, y que sin duda disfrutaba plenamente. …l no sola creer en esas cosas, pero qu rayos, si con eso mantena la ilusin y la sonrisa tan brillante en el rostro del pequeo pelinegro cerr tambin los ojos para pedir un deseo, pero esta vez no sera un deseo egosta, centrado en l mismo, sino algo que involucrara a Hide y la felicidad que ste le haba causado, a pesar de que antes de comenzar con aquel plan pensara en Hide como alguien muy diferente de lo que en realidad era.
–Ya pediste tu deseo Hide? –Cuestion el contrario con una tierna sonrisa.
–S…pero no me vayas a preguntar porque si te lo digo no se cumple deca sonriendo de forma traviesa ante la expresin intrigada de su novio.
–Oh vamos, no me dejes con la intriga…adems te conozco y ya imagino lo que pediste.
–Puedes hacerte las ideas que desees pero no me vas a convencer.
–Anda, dime y yo te digo lo que yo dese –a toda costa deseaba saber sobre su deseo.
–Me lo prometes? –A decir verdad se senta bastante curioso al respecto, por lo que comenzaba a ceder.
–Por supuesto, te lo prometo…pero t debes decirme primero.
–Ay est bien…–susurr mientras esconda el rostro en el hombro del ms alto ya que se senta avergonzado al expresar aquello– yo…ped que un da…tu relacin con tus padres se arregle al menos un poco…–tras esas palabras una expresin de verdadera sorpresa se hizo presente en el rostro del ms alto, pues aquello verdaderamente no se lo esper.
-Hide… en verdad eso fue lo que pediste…? –Hablaba despacio y en un muy suave tono de voz, pues aparentemente an no se recuperaba completamente del shock que esas palabras le haban causado.
–Claro que s…quizs pienses que eso no es de mi incumbencia pero si se trata de ti, todo me interesa, y yo vi en tus ojos, cuando me hablaste de ellos, que en realidad te duele no tener una buena relacin con ellos.
–Bueno es verdad pero…
–Y quiero que seas feliz…y estoy seguro de que eso incluye a tus padres…
–Pues es evidente que me gustara que nos pudiramos llevar bien, pero s que eso es imposible…
–No pienses tan negativamente cario, todo es posible en este mundo…por eso qu te parece si por ahora dejamos de lado ese tema y cuntame sobre tu deseo.
–Me parece mejor ese tema…–guard silencio por un momento para volver a calmarse antes de hablar– mi deseo…–de nuevo una sonrisa apareci en sus labios conforme se acercaba ms al chico de cabellos negros, guiando una de sus manos para acariciar despacio su nuca– yo ped…que siempre ests conmigo sin importar qu pase.
Susurr en su odo con una voz dulce y cariosa, observando casi con adoracin cmo las mejillas ajenas se volvan cada vez ms rojas tras escuchar sus palabras, tan llenas de cario, tan inconscientemente anheladas que su felicidad en ese momento era extrema e infinita, no haba nada que pudiera hacerlo ms feliz en ese momento. Kyo senta lo mismo, una sensacin de felicidad que jams haba sentido, y que ni siquiera haba podido imaginar, la dulzura y calidez que aquel chico le entregaba eran ms de lo que poda pedir; deseaba que el tiempo se detuviera, que nada fuera capaz de arrancarlo de sus brazos para que su felicidad fuera eterna. Esa sensacin se hizo an ms fuerte conforme la calidez del momento los envolvi, entre besos y caricias cargados de afecto, y con la necesidad de sentirse cada vez ms fuerte e irrefrenable, una vez ms, ese amor joven que naca en los corazones de ambos, fue el que control las acciones de los dos. Su amor se senta a flor de piel, y como un trance en el que no se puede controlar las acciones, volvieron a demostrarse sus sentimientos con una pasin tan clida que de un momento a otro los cristales del automvil se empaaron, y todo el ambiente dentro de ste se llen de un calor terriblemente abrazador. No obstante esos momentos llenos de felicidad y amor estaban en peligro de convertirse en un simple recuerdo, todo por causa de la persona menos esperada.
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