Aquel beso no fue demasiado largo, pero sí completamente superficial, por lo que tan sólo fueron unos segundos de presión entre labios, después de todo, Tetsu no quería abusar de la mentira ni incomodar a Hyde con ello. Una vez que se separaron, ambos miraron nuevamente al chico rubio con una expresión indescifrable, a diferencia de la suya que denotaba, además de una gran sorpresa, algo parecido a… ¿celos? Pero a su parecer él no tenía por qué sentir celos, y era bastante absurda que reaccionara de ese modo; sin embargo éste no dijo nada, en cambio decidió que lo mejor era retirarse, aunque tratando de contener una gran furia que ni él mismo se explicaba a ciencia cierta.
–Tet-chan por qué hiciste eso…no me molesté pero al menos debiste avisarme que tenías planeado decir que soy tu novio –reclamó un muy sonrojado pelinegro una vez que Kyo se hubiera retirado.
–Bueno perdón, no lo había planeado pero cuando me di cuenta del peligro que corrías, no pude pensar en nada mejor.
–Está bien, por lo menos nos lo quitamos de encima un rato más.
–Así es…lo que no entiendo es, a qué vino esa extraña escena de celos si se supone que ni siquiera te conoce, ¿no que muy enamorado de Hide? Idiota…
–Lo sé, fue extraño, por un momento tuve la muy extraña sensación de tener celos de mí mismo, así que no sé quién es más idiota…
–No digas eso enano, además calla, que se supone que tú no debes sentir nada más que indiferencia, y quizás algo de odio, por ese imbécil.
–Sé que debo, pero me es imposible…
El pelirrojo observó un momento a su amigo, entristecido por toda la situación, pero no lo culpaba, él era demasiado noble como para odiar a alguien, a pesar de los horrores tan grandes que él había cometido contra su persona…pero cómo era posible que la gente a su alrededor pudiera ser tan ciega, teniendo enfrente de ellos a una persona tan linda, tan noble y con una calidad humana que superaba cualquier esquema, y lo rechazaban por su supuesta apariencia desagradable. Eso le hacía preguntarse con más insistencia, qué dirían todos los presentes cuando se enteraran de la verdad, cuando supieran que aquel chico que los había dejado impactados con semejante belleza angelical no era otro que Hideto Takarai, el chico que hasta hacía unas semanas era el objeto de burla preferido de todos y el blanco de las agresiones de todos en el instituto. Seguro les daría un infarto, pensó, pero por fortuna no faltaba demasiado para averiguarlo, ya que poco a poco el momento más importante de la noche se acercaba.
Durante la fiesta, todos bailaron, conversaron alegremente, celebraron que un ciclo de sus vidas había terminado, y no sólo refiriéndose al ciclo escolar; incluso Hide y sus amigos estaban disfrutando bastante de la fiesta, pues esta vez no parecía insinuarse ninguna desagradable sorpresa que pudiera estropear sus planes. Gracias al hecho de que Kyo pensaba realmente que aquel ángel hermoso que “lo había dejado flechado”, se trataba del novio de Tetsu, estaba convencido de que también Sakura y Ken estarían rondándolo, y teniendo en cuenta los sucesos que recientemente habían ocurrido con Hide, eso sólo le haría quedar como una persona aún peor, pues si bien no había tenido oportunidad de decirles que realmente lo amaba, insinuó que sus sentimientos por él eran genuinos, por lo tanto, que ahora pudiera demostrar interés en alguien más, les confirmaría que todo era mentira, porque si bien Hide no se encontraba ahí, el que sus amigos se enteraran era el primer paso para que él también lo hiciera. Al principio Hide no estaba muy convencido de sostener esa mentira, pero al darse cuenta de los resultados tan positivos que tuvo, dejó de pensar que era tan mala idea; de aquel modo no sólo mantenía a raya a la mayor causa de sus tristezas, sino a todos los que aparentemente tenían un repentino interés en su persona, pues de pronto se vio rodeado de multitudes completas encima suyo cuando sus amigos se descuidaban, algunos acosándolo con preguntas, otros tantos tratando de manosearlo, y finalmente, unos más haciéndole proposiciones indecorosas. ¿Eso era lo maravilloso de ser hermoso? A él no le gustaba, debía admitir que era lindo dejar de ser visto con asco, pero aquello era demasiado, después de todo no estaba acostumbrado a ese tipo de atención, en especial al darse cuenta de las negras intenciones de muchos.
No obstante, el hecho de que estaban por graduarse del instituto no era el único motivo por el cual el ambiente estaba tan animado; ya por todo el instituto se había esparcido la noticia de la banda que tocaría durante el baile, y muchos estaban bastante emocionados al respecto, pues L’Arc~en~Ciel simplemente les había fascinado la noche de su exitoso debut. Para algunos resultaba bastante intrigante, pues no habían tenido la oportunidad de asistir a escucharlos en la presentación realizada en The fourth avenue cafe, y las expectativas que tenían al respecto eran bastante altas, en especial de los profesores, pues realmente habían escuchado comentarios muy positivos de esos jóvenes músicos amateur, las cuales inevitablemente crecieron luego de que Sakura tomara la precaución de explicarles, tanto a ellos como al presidente de la sociedad de alumnos, la verdadera situación de los miembros de la banda, después de todo ¿tener entre sus alumnos a cuatro chicos con el suficiente talento como para formar una banda de rock? Eso era algo digno de ver, y afortunadamente la espera se fue acortando gracias al ambiente animado que se sentía alrededor; todos los chicos que se encontraban bailando en la pista al ritmo de música bastante alegre, se vieron obligados a detenerse en el momento que la música se detuvo , provocando algunos reclamos.
–Sí lo sé, una disculpa a todos por detener la música tan abruptamente –el mismo chico que algunos días atrás había abordado a Tetsu, aunque sin saber su verdadera identidad, comenzó a hablar a través del micrófono dispuesto en el escenario para la banda que al parecer, estaba a punto de subir a tocar– pero les dará gusto escuchar el anuncio que les traigo…como bien es sabido, se tiene la tradición de traer una banda para tocar durante el baile de graduación, y este año les traemos a una que parece ser bastante prometedora. Quienes tuvieron la oportunidad de asistir a su debut en el pub más popular del momento ya se enteraron del gran talento que tienen estos chicos, y los que no, prepárense para quedar sorprendidos, ellos son la nueva promesa del rock, reciban a ¡L’Arc~en~Ciel!
–Oigan yo opino, que un mánager así nos vendría bien ¿no creen chicos? Para mí suena muy convincente lo que dice –susurró el bajista, mientras, estando debajo de la tarima, esperaban a que los aplausos se enfriaran.
–No seas ridículo Ogawa –respondió el chico bicolor luego de darle un zape– están bien sus comentarios positivos pero por qué poco te vendes.
–Sólo bromeaba bruto, por qué la agresión…–decía frotándose la nuca.
–Si no se callan y suben de una vez al escenario, los subiré yo pero de una patada en el trasero…y no me mires así Sakurazawa que el público ya nos espera.
–Ya arreglaremos cuentas tú y yo.
Fue lo último pronunciado por alguno de los miembros de la banda, justo antes de subir al escenario; jamás iban a olvidar el cuadro que se formó ante sus ojos tras haber pisado la tarima, pues como nadie se esperaba ver rostros conocidos, el hecho de que tres de sus compañeros del instituto subieran a tomar su lugar con los instrumentos era motivo para casi entrar en shock. Sin embargo, entre los tres chicos que ya conocían perfectamente, se sumaba uno nuevo, alguien que jamás habían visto, pero que los había dejado más que prendados de su belleza, especialmente a cierto chico rubio que incluso dejó caer al suelo el vaso de ponche que sostenía en su mano, boquiabierto, examinando fijamente y sin contemplación alguna al pelinegro que se dirigía a tomar el micrófono dispuesto en el centro del escenario. Recordó de forma nítida la forma en que ese vocalista lo miraba durante la presentación, mientras cantaba esas letras tan llenas de resentimiento, al igual que el bajista en la última canción, pero ¿en verdad se habrá tratado del mismo vocalista? Pensar que Tetsuya Ogawa era el bajista no resultaba tan descabellado, pues siendo uno de los mejores amigos de Hide, era lógico que lo odiara, y claro, en cierta manera le haya dedicado aquella oscura canción estaba justificado, pero no que ese chico que ni siquiera conocía también lo mirara de aquel modo…aquél era un enigma que definitivamente iba a tratar de resolver después.
–¡Buenas noches! –Exclamó un, aparentemente muy animado Hide una vez que tuvo el micrófono en sus manos provocando una nueva ola de ovaciones– ¿listos para ¡rockear!? Antes que nada quisiera que nos den un pequeño espacio para presentarnos oficialmente, nosotros somos L’Arc~en~Ciel, al resto de los músicos ya los conocen, Ken Kitamura el guitarrista, tras la batería Yasunori Sakurazawa, y en el bajo, nuestro querido líder Tetsu Ogawa, yo soy el vocalista, Hyde, y de nuevo, espero que disfruten lo que preparamos para ustedes.
Una vez recibidos algunos aplausos más, un par de golpes entre dos baquetas rompió un tenue silencio momentáneo, que después fue seguido por los instrumentos comenzando a sonar en manos de los tres muchachos, que daban lugar a la melodía que tras sólo unos segundos sería acompañada con la melodiosa voz de Hyde. Abrieron su presentación con una canción muy animada, “Shout at the Devil”, la cual simplemente subió bastante los ánimos gracias al ritmo y las letras estimulantes; no obstante, la música no era lo único que mantenía al público saltando y gritando de aquel modo tan cálido, pues la forma en que Hyde se movía en el escenario y estimulaba a todo el público le hacía parecer todo un profesional, era como si ya tuviera años de experiencia sobre los escenarios, tal como le habían dicho sus amigos, se transformaba cada vez que pisaba un escenario, ellos eran su elemento, le hacían entrar casi en un maravilloso trance que provocaba que se convirtiera en uno con la música que interpretaba. Cada canción animaba más al público, era inevitable, los ritmos tan alegres, las letras estimulantes y la energía que transmitían los cuatro chicos en conjunto, además el carisma y la belleza misteriosa de Hyde, todo en combinación provocaba un efecto abrumador del que nadie estuvo inmune, ¿un hechizo tal vez? La música que interpretaban contenía tal cantidad de sentimientos en cada nota, que no podían evitar sentirse llenados con ellos. Fue tal la aceptación que recibieron, que en esta ocasión la ovación fue mucho mayor que en la presentación anterior, todos los presentes, no sólo el resto de los muchachos que estaban presentes como espectadores, sino también los maestros que estaban presentes para supervisar que todo se llevara a cabo de forma tranquila. Los músicos agradecieron de forma cálida, y con una sonrisa de plena satisfacción y plenitud se bajaron del escenario, emocionados y con la energía casi destilando por sus poros, sin duda aquélla era una sensación que no podrían cansarse de experimentar; un abrazo grupal fue lo que selló aquel momento tan emotivo y significativo, lleno de sentimientos compartidos.
Empero se separaron después de un par de minutos más para poder mezclarse de nuevo entre la multitud y recibir felicitaciones de parte de quienes aparentemente ahora serían sus fans, además de responderles algunas preguntas respecto a cómo inició su banda y cómo se dieron cuenta del talento que tenían para la música; aquello también les era algo nuevo, era como ser una banda profesional con cientos de fans tras ellos, y aunque Hide no se sentía tan cómo en medio de una multitud tan grande, ésa podía ser una pequeña excepción. Sin embargo una vez que se libraron de sus fans, aparentemente abrumados por toda la atención recibida, se dirigieron a la mesa con los bocadillos y las bebidas para tomar un poco de ponche, completamente entusiasmados, como una manera de brindar por el éxito que acababan de experimentar, pues acababan de dar un paso ciertamente decisivo para su futura carrera.
–¡Un brindis! Por este triunfo, el primero de muchos –exclamó muy animadamente el líder y bajista de la banda mientras alzaba su vaso, esperando que el resto los chocara todos juntos, tras lo cual todos bebieron de estos con una gran sonrisa que aparentemente no quería borrarse. No obstante, lo hizo una vez que notaron al chico de cabello rubio, ceño fruncido y mirada dura que se acercaba, con una expresión entre decepcionada y molesta que no supieron explicarse.
–¿Se te perdió algo Nishimura? Ah ya sé vienes a pedirnos nuestros autógrafos…lamento informarte que no damos autógrafos, o al menos no para ti.
–O por otro lado si lo que te pasa es que no soportas que alguien más sea el centro del universo y se lleve la atención a la que estás tan acostumbrado, debes tener en cuenta que a ti te admiran por razones demasiado huecas, en cambio a nosotros nos admiran por crear algo hermoso, algo que un ser como tú que no tiene sentimientos puros no puede siquiera comprender.
–Sakurazawa, Kitamura, dejen de insultarme, y mejor explíquenme…aparentemente éste era el secreto que guardaban tan celosamente junto con Hide ¿no es así? Es evidente ya que Hide me confesó que le gusta cantar…y si es así, entonces qué rayos hace él –decía mientras con su dedo índice señalaba al chico pelinegro se abrazaba por el costado con Tetsu con uno de sus brazos, y que tras escuchar las primeras palabras del rubio frunció el ceño con una expresión molesta y confundida– cantando con ustedes, ¿acaso es que ya le encontraron un reemplazo a Hide? ¿Qué no les da vergüenza? Ustedes que tanto presumían de una lealtad inquebrantable que en la menor oportunidad, traicionan de esta manera tan despreciable, ¿de qué se trata esto? ¿Es por imagen? ¿Porque ustedes en el fondo igual desprecian a Hide por no tener la imagen que la mayoría considera bella? ¿Les apena que su vocalista luzca así de sencillo? ¡Cómo han podido traicionarlo…!
–¡Por favor! –Exclamó el pelirrojo con una expresión furiosa, interrumpiendo las palabras del más bajo cuando definitivamente ya no pudo seguir escuchando esos reclamos que para él no tenían sentido ni razón– ¿tú vas a venir a tratar de darnos lecciones de moral? ¡No me hagas reír! ¿Acaso no se te ha ocurrido pensar que lo que pasó fue que Hide está tan lastimado que ya ni siquiera desea volver a cantar? Él sigue tan devastado por lo que le hiciste, y a pesar de que ama cantar, su amor por la música no le es suficiente para que sea capaz de salir del hoyo en el que tú lo has sumergido, no es justo que nos culpes a nosotros por algo que tú provocaste.
–¡Es que si el me diera una oportunidad de escucharme…!
–¡Nunca! Esa oportunidad no la mereces Nishimura, porque si fueras sincero le habrías contado toda la verdad a Hide tú mismo y no hubieras esperado a que se enterara de la manera tan terrible en que lo hizo, eso habría demostrado un poco de sinceridad respecto a tus supuestos sentimientos, pero fue demasiado tarde para creerte.
–Hide siempre ha sido el ser más noble del mundo…estoy seguro de que si no me quiere escuchar es por consejo de ustedes, si fuera por él sé que me daría esa oportunidad…
–Ése es justo el problema, durante toda su vida todos han abusado de él y su amabilidad, ha ido acumulando muchas cosas por años y lo que tú le hiciste fue la gota que derramó el vaso, ya no pudo soportar más tantos abusos, e hizo bien, porque de ahora en adelante dejará de ser utilizado como si fuera un muñeco sin sentimientos, así que lo mejor será que te olvides de Hide, porque él jamás volverá con alguien como tú.
–¡No pueden decidirlo ustedes! ¡Ésa es decisión de Hide solamente! Así que eso lo voy a hablar con él únicamente, en su momento…pero en todo caso, me deben otra explicación, tú –volvió a señalar al pelinegro vocalista– en su presentación en The fourth avenue cafe, cuando cantaste la última canción antes de que cambiaran de posiciones, me mirabas de una manera demasiado intensa…era una canción llena de resentimiento y odio, y aun así me miraste como si me la estuvieras dedicando a mí, y yo no veo por qué harías eso si no nos conocemos.
–Tú te crees el centro del universo verdad.
–¿Disculpa?
–Te crees tan importante, que crees que todos te ponemos atención cuando no es así, no deberías sentirte especial, como dices no te conozco, así que no tengo por qué dedicarte nada, si en algún momento te miré fue sin intención, así que mejor aléjate de nosotros, no nos molestes más.
Luego de aquellas palabras los cuatro se alejaron de quien consideraban un intruso en su pequeño grupo, tres de ellos fueron jalados por el más bajo para dirigirse juntos al baño, a uno que se encontrara un tanto alejado del gimnasio para asegurarse de que tendrían la suficiente privacidad, le era necesario, supo que no aguantaría más cuando sus ojos, un poco húmedos, estuvieron a punto de llenarse de lágrimas debido a la presencia del rubio, verlo de nuevo le removía demasiadas cosas, y ahora necesitaba consuelo. El chico rubio por otro lado se mantuvo en su lugar, pensativo e inmóvil, reflexionando las palabras que acababa de escuchar, ¿en verdad se había equivocado al interpretar esa mirada? Y ¿en verdad debía resignarse de una vez a perder a Hide? Cómo iba a poder hacerlo, si estaba tan enamorado, estaba convencido incluso, de que él era el amor de su vida.
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