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Quizás sea un nerd, pero es mi nerd por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Hola hola mis querid@s lector@s, el día de hoy les escribo desde un cyber ya que en mi casa no hay internet desde el viernes en la noche, y como tenía un poco de tarea que hacer, aproveché ya que imagino sus ansias. Bueno en este capítulo les traigo la continuación de la cita de Hyde y Takao, así que espero les guste, a leer, disfruten:

Luego de haber terminado de comer, pasaron algunos minutos ms en su mesa para conversar, sin embargo, despus de eso decidieron dirigirse al acuario, algo sencillo, pero divertido, perfecto para un alma tan sencilla y noble como la que trataban de doblegar. Nada demasiado interesante haba ocurrido durante aquel paseo, no obstante en el lugar que Takao haba planeado como el ltimo destino de su cita, el cine, sucedieron un encuentro y un enfrentamiento que nadie se hubiera imaginado. Comenzaron a ver la pelcula tranquilamente, en medio de algunas risas, requeridas para una comedia, y todo pareca indicar que el da terminara con la misma calma, hasta que el pequeo pelinegro sali por un momento de la sala, con lo cual pudo observar a un pequeo grupo de cinco muchachos salir de la sala contigua…un grupo, al cual definitivamente no le daba mucho gusto ver.

–Vaya vaya mira quin est aqu…Takarai no saba que te atrevas a salir…ya sabes, en pblico –el pequeo pelinegro quiso ignorar aquello para retomar su camino al bao, pero uno de los fuertes brazos del pelirrojo le detuvo para acorralarlo contra la pared ms cercana– a dnde crees que ibas qu no oyes que te estoy hablando?

–Ahora te has vuelto mudo nerd de porquera? –Intervino esta vez el alto pelinegro, observando cmo Hide trataba de zafarse del agarre que lastimaba su extremidad, sin siquiera posar la mirada sobre ellos.

–D-djenme ir…–susurr el aludido sin dejar de forcejear con el chico de cabellos rojos, manteniendo la mirada fija en el suelo.

–Sabes qu? No se me da la gana soltarte.

–Por cierto se puede saber con quin viniste? Ah no espera, pero qu pregunta tan tonta la ma, seguro viniste con tus guardaespaldas, lo que me parece extrao es que te dejen salir solo de la sala.

–Y-yo…estoy en una…ci-cita…–volvi a susurrar el ms bajo, tartamudeando un tanto debido a los nervios, lo cual provoc una carcajada en sus oyentes, a excepcin del chico de cabellos castao claro, que desde el principio haba expresado estar en total desacuerdo con aquel plan macabro, y del rubio lder, que en aquel momento decidi mostrarse serio, aunque apenas poda contener la sonrisa llena de satisfaccin que amenazaba con asomarse en sus labios al ver que su plan se estaba ejecutando de un modo tan eficiente.

–Ay por favor Takarai, eso quin te lo va a creer.

–Aunque hay una posibilidad de que alguien salga con l Kaoru…si el chico es ciego, o tan feo como lo es l, lo cual es menos probable, nadie ms puede ser tan feo.

–Tienes razn creo que no lo haba contemplado…pinsalo Hideto, despus de todo, quin en sus cinco sentidos va a fijarse en un adefesio como t, que incluso causas escalofros con slo verte, debido a lo feo que eres –agreg el alto chico de negros cabellos desiguales, mirando al ms bajo de forma despectiva, lo cual, aunado a esas palabras llenas de desprecio, provocaba que las lgrimas comenzaran a brotar de los pardos ojos que el chico de las gafas posea, pues cada una de ellas le dolan– no me explico siquiera, cmo es que chicos como Ogawa, Sakurazawa y Kitamura se atreven a exhibirse por el mundo contigo, debo reconocer su valor.

–Ya basta muchachos, tenemos cosas qu hacer –intervino esta vez el pequeo rubio, jalando del brazo al pelirrojo para que soltara al lloroso pelinegro– deja eso Daisuke, y vmonos de una vez, el chico ni siquiera ha dicho nada as que sultalo.

Tan slo aquella orden, bast para que el aludido abriera su mano, soltando a Hide de su excesivamente fuerte agarre, quien en seguida se dej caer de rodillas en el suelo del pasillo, mientras que miraba a los cinco chicos alejarse. Tan slo Kyo volte un momento a mirarlo mientras caminaba junto a sus amigos, y al darse cuenta de que ste tena la mirada fija en el suelo, se permiti esbozar una sonrisa satisfecha. Sin embargo algunos minutos despus de aquella escena, Takao sali de la sala para buscar a su cita forzada, y fingiendo una tremenda preocupacin debido al estado en el que lo haba encontrado, se arrodill a su lado, posando una mano en su delgado hombro para llamar su atencin.

–Hide…qu te ocurre, por qu ests as… pas algo?

–T-Takao…–susurr el aludido, alzando apenas un poco la cabeza para mirar de reojo al mayor, para despus volver a fijar su mirada en la nada– qu…qu haces aqu…

–Bueno es que…te estabas tardando mucho, as que me preocup…Hide por favor dime qu te pasa, en verdad me preocupa an ms el verte as.

–N-no es nada…fue una tontera…

–Si en verdad hubiera sido una tontera, no estaras arrodillado en el suelo, llorando y con esa expresin tan adolorida…anda pequeo acaso no confas en m?

–N-no lo s…

–Bueno entiendo…disclpame creo que te he presionado, despus de todo tenemos muy poco tiempo de conocernos, y yo te he acosado demasiado pero es que…quiero que tengas muy claro que mi cario por ti es sincero, que en verdad me interesas, porque eres diferente a otras personas que haya conocido, porque eres sincero con tus sentimientos, y…–antes de continuar llev ambas manos a las mejillas del ms bajo para alzarle el rostro con delicadeza, mirndolo fijamente a los ojos, lo cual le haba provocado un fuerte sonrojo en sus mejillas– quiero ayudarte a borrar todas las heridas que esos idiotas han dejado en tu corazn…

Comenz a acercarse ms al rostro del menor, despacio y con cautela para que ste no lo fuera a rechazar, sus labios estaban demasiado cerca, a punto de rozarse. Hide se haba quedado inmvil debido al shock que le provocaba la situacin en la que se encontraba, sin decir una sola palabra, tan slo le permita hacer al mayor, quien provocaba que su sonrojo aumentara cada vez que se acercaba ms…sin embargo, justo cuando los labios de ambos estaban por tocarse, la puerta de la sala se abri una vez ms para permitir que los tres amigos del pequeo pelinegro salieran de all, pues al notar la ausencia de ambos chicos, no dudaron un segundo en ir a buscarlos.

–Hide! –Exclam el pelirrojo una vez que se dieron cuenta de dnde se encontraba, tras lo cual se arrodill junto a su amigo para abrazarlo fuertemente– qu hacen aqu afuera, nos preocupamos mucho al notar que no estaban y… ests llorando?

–Llorando?! –Exclam el pelinegro de plida piel, tras lo cual pos su fulminante mirada sobre el mayor de los cinco– qu diablos le hiciste…

–Yo no le hice nada, cuando sal de la sala para buscarlo lo encontr as.

–Qu te ocurre Hide –intervino esta vez el alto castao, arrodillndose tambin junto a l, frotando su espalda.

–Podramos hablar de eso despus…? No…quiero hablar ahora…yo slo quiero irme ya a casa…

–De acuerdo pequeo, vmonos.

Luego de que los cuatro se pusieran de pie, y de que Sakura insistiera en llevarse a Hide sobre su propia espalda, emprendieron el camino a la residencia Takarai. El camino haba sido bastante silencioso, pues el ms pequeo de los cinco haba optado por recargarse en la espalda alta de su amigo, y no decir nada, tan slo se dedic a mirar a la nada. Al llegar, el mayor se despidi de todos de forma amable, desendole a Hide que pronto se sintiera mejor para despus retirarse, siendo que con aquel pblico no poda haber hecho ms.

–Bien enano ahora s nos dirs lo que ocurri? Si ese tipo se atrevi a hacerte algo que te lastim debes decirnos.

–No chicos…les juro que no es nada de lo que piensan…

–Entonces? Por qu llorabas cuando llegamos.

–Es que…casualmente me encontr con Kyo y sus amigos cuando sal de la sala…y ya se podrn imaginar la clase de cosas que me dijeron…

–Ese imbcil! Maana que lo vea lo voy a…

–Espera Sakura…sucedi algo extrao esta vez…

–De qu hablas?

–Esta vez…solamente Kaoru, Daisuke y Toshimasa me insultaron…Kyo y Shinya permanecieron muy callados…y de hecho despus de un rato, cuando Kyo intervino por fin, lo hizo para que me dejaran en paz.

–Qu?! Hide ests hablando en serio? Usualmente Kyo no pierde oportunidad alguna para poder insultarte.

–Lo s…pero les juro que as fue, l ni siquiera volte a verme en ningn momento.

–Pues s que es extrao…digo el lder de los idiotas musculosos, es…el ms idiota.

–Creen que tenga algo entre manos?

–Sin duda alguna Tetsu, pero no podemos saber lo que trama.

–Ya lo s, “hasta que pase”…no saben cuntas ganas tengo de graduarme por fin para alejarnos de esas porqueras de personas, despus de todo, estoy seguro de que nuestros planes resultarn, y cuando eso ocurra, se arrepentirn de todo el dao que le han hecho a Hide.

–Obvio, para eso nos hemos estado esforzando mucho desde hace aos, y claro que lo seguiremos haciendo.

–Bueno chicos basta, tenemos que dormir, maana es da de escuela.

–En ese caso, Hide, te dejamos para que descanses, y por favor deja de pensar en esas tonteras de acuerdo?

–Lo intentar…buenas noches chicos, descansen, nos vemos…y muchas gracias por ser mis amigos y cuidarme.

–Ash no te pongas cursi o me hars vomitar –respondi el castao a modo de broma para tratar de relajar el ambiente, lo cual funcion, ya que recibi como respuesta una ligera risa general, lo cual le hizo sonrer, pues ese Hide risueo era el que ms le gustaba ver. Por ltimo, y con esa misma sonrisa, le revolvi el cabello al ms bajo, para despus retirarse, al igual que los otros dos.

–Hasta maana…–por un momento se qued de pie en el marco de la puerta de su hogar, mirando a sus amigos irse en direcciones diferentes, y pensando en lo que haba ocurrido en el pasillo del cine, justo antes de que sus amigos aparecieran…sin embargo, justo cuando estaba a punto de entrar por completo a su casa, una mano se hizo presente para tomarlo suavemente del brazo, hacindole voltear para saber de quin se trataba. Y cul fue su sorpresa al ver de nuevo a aquel pelinegro de pie frente a l, con una sonrisa clida– T-Takao…

–Por favor perdname si te asust, pero tena algo que decirte.

–Eh? P-pues dime…

–Respecto a lo que ocurri en el cine hoy…disclpame, pero no pude evitar quedarme para poder escuchar lo que te haba puesto tan mal, y no sabes cmo me reprocho a m mismo por no haberte acompaado, de haberlo hecho habra estado contigo para defenderte de esos chicos…me molesta en verdad saber cmo te tratan.

–Bueno…como te dije…estoy acostumbrado a eso…

–S, pero no est bien eso tampoco, quiere decir que como ya ests acostumbrado a esos malos tratos, se los permites, y no Hide, no debes ser el primero en despreciarte a ti mismo…yo te prometo hacer todo lo que est en mis manos para que dejes de verte a ti mismo del modo que lo haces.

–Y cmo piensas hacer eso, a estas alturas, lo veo imposible…

–No ser sencillo lo s, porque el dao ya es muy profundo, pero me puedo esforzar para demostrarte que cualquiera puede fijarse en lo bello que hay en ti…empezando por m…

Tras decir aquello, decidi retomar lo que los amigos del menor haban interrumpido en el cine, y tom las mejillas del ms bajo entre sus manos, acercndose despacio a sus labios una vez ms. Y en esta ocasin, ya nada pudo detenerle, por lo que tras unos segundos, de angustia y preparacin mental para s mismo, y nerviosismo para el otro, termin por unir sus labios a los del chico de las gafas, cuyo cuerpo se paraliz por completo al sentir el clido contacto, de manera que se qued quieto, dejndose besar por el ms alto, apenas y le responda de forma tmida, con un fuerte sonrojo reapareciendo en sus mejillas. Tras algunos segundos se separaron, el mayor tena en sus labios una amplia sonrisa de satisfaccin que disfraz de dulzura al momento de dejarse ver de nuevo por su acompaante, quien lo miraba an muy sonrojado, sin saber qu deba decir en esa situacin.

–Ahora s me retiro Hide, te prometo venir a verte lo ms pronto posible, aqu o a tu escuela, depende de mi horario, descansa y ten dulces sueos.

Hide no pudo responder nada, estaba completamente paralizado, apenas y haba podido sentir el beso fugaz que recibi en su mejilla como despedida del mayor, ni siquiera saba lo que deba sentir en esos momentos, si emocin porque alguien tan lindo como aquel chico se haba fijado en l…o miedo de que aquella tierna ilusin que comenzaba a nacer en su interior se rompiera en cualquier momento, porque de ese modo cuando cayera de la nube en que se encontraba, caera de golpe al suelo, encontrndose con su espantosa y solitaria realidad.

Pasaron algunos das ms, de forma tranquila, y sin embargo llenos de sorpresas muy agradables para el pequeo chico pelinegro, cuya ilusin irremediablemente creca da a da con todos los detalles dulces que Takao tena para su persona. Mil veces, el amargo pensamiento del futuro desengao invada dolorosamente su mente y su alma, sin embargo, la clida sensacin de su corazn, inflamado por lo que poda convertirse en su primer amor de verdad, era ms fuerte que todo lo dems, despus de todo, cmo poder ir en contra de la corriente en la que el encanto de ese hombre le atrapaba. A esas alturas, cuando ya llevaba diez das saliendo con Takao, ya no era ningn secreto que sala con alguien, pues el astuto chico rubio, dueo de la idea del plan que poco a poco hunda a Hide en los brazos del elegido por l mismo, se haba encargado de hacer que toda la escuela se enterara del acontecimiento. Envidia, escepticismo, curiosidad, eran las emociones que haberse enterado de ello haba provocado en los dems, pero cmo no iban a creer semejante rumor, luego de haber visto al susodicho llegar todos los das de la mano con aquel hombre, irse tambin con l muy cariosos, o siendo llenado de rosas y otros detalles.

El macabro plan haba sido un completo xito, pues el chico en aquellos momentos se encontraba a los pies del que sera el representante de su verdugo. Le haba abierto su corazn sin reservas, y haba credo en el espejismo de felicidad que ste le ofreci para mantenerlo atrapado, sin salida, o al menos por el momento. No obstante el reloj haba comenzado su cuenta regresiva, pues ya slo faltaban dos das para que se diera el fin de la primera fase del plan de Kyo, para que “el novio” de Hide regresara a Estados Unidos para siempre, y para que ste quedara libre, completamente a merced del chico de cabellos rubios y de sus oscuros propsitos egostas, pronto terminara de caer en la trampa.
Notas finales:

Qué les pareció? Ojalá les haya gustado, por el momento me despido ya que no tengo mucha inspiración~ gracias a quienes me dejaron review, Kira el tuyo nunca falta, te amo <3 nos leemos la próxima vez, esperemos que ya se solucione lo del internet en mi casa, así que esperen el siguiente capítulo la próxima semana, hasta entonces, dulces lunas~


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