Cuenta una historia; de un hombre joven, bello y talentoso, vivía cómodamente en la aldea de Enbizaka. Las acciones de tal hombre eran famosas por todos, nadie en el pueblo negaba de su habilidad, además de su atractivo y talentos sus modales eran excepcionales.

Sus kimonos, cada uno de ellos, fueron considerados una obra de arte. Incluso el último de ellos.

Esta es la historia de Byakura Gesso, el dueño del taller de sastrería de Enbizaka.

Y, aquí estoy. No quiero comenzar esta historia con un ‘Había una vez’, porque no terminará con un ‘vivieron felices por siempre’ Esta historia (que las personas sensibles omitan este párrafo, por favor), esta historia no tendrá un final feliz. No obstante, es mi historia favorita. La historia de mi vida. No podría irme sin haberla contado.

Entonces, ¿qué fue lo que te dejó desangrándote en un auto con los vidrios destrozados?

¿Fue el destino?

¿La mala suerte?

Por favor

No seamos estúpidos.

Quizá yo tuve algo que ver

Dios, qué mal educado. Te estoy contando el final y aún no he empezado.

Si no te molesta, ven conmigo. Te contaré una historia.

KaiLen

 No importaba que tanto se preparara para declarársele, en el momento de la verdad simplemente aquella presencia abrumadora y a la vez encantadora lo hacían quedarse mudo.

—Atsushi, puedes decirme lo que quieras.

Mes MuraAka, día 25.