Resumen:

Acostado en su cama, hundido en el silencio de la noche, Milo recuerda su felicidad pasada con el León, y cómo se esclavizó a su recuerdo.

 

Milo x Aioria

Resumen: Es un shuraxaioros, solo una tarde de pereza en el romance cotidiano de la cabra y el arquero, hay cosas que solo se pueden expresar en una canción

Resumen:

Personajes.
Principales: Deathmask & Afrodita Secundarios: Na/         Incidentales: Na/   

Pareja principal: Deathmask & Afrodita
Parejas secundarias: Na/

Advertencias: Songfic, puede contener lenguaje NO apto para menores

Comentarios adicionales: Amantes del Yaoi, he aquí mi tributo como Fanficker y, sobre todas las cosas, como incansable Songficker a una de los grupos más grandes e importantes de mi país. Con ustedes ¡Un Songfic inspirado en la magistral canción "Nubes" de Caifanes!

Resumen: Deathmask y Afrodita no se soportan, hasta una noche que uno de ellos es traicionado por su subconsciente.

Resumen:

afrodita se imaginava una vida perfecta con DM pero se da cuenta que el no es la persona que espera y alguien que siempre a estado asu lado mostrara sus verdaderos sentimientos

MiloxAfrodita

Resumen: [ShakaxAioria]

Shaka se encuentra devastado a causa de una infidelidad, y, mientras se recupera de un ‘accidente’, recuerda todas las cosas que lo llevaron justamente a ese punto: a odiar a la persona con quien creyó compartiría el resto de su vida

Resumen: Es un fanfic en donde Aiolos se encuentra a Aioria durmiendo, en su templo, mientras deja a cargo a Seiya del de Sagitario. A partir de ahí surgen diversas cosas, algo...curiosas.

Resumen: Death Mask ha muerto, dejando a Afrodita y a Milo con un enorme cargo de conciencia, los dos comenzaran a hacerse compañia al verse rechazados por los demás a su alrededor, ¿qué podría resultar de esto?

Resumen: Siempre le pareció un sujeto… extraño —por no encontrarle un adjetivo calificador más adecuado— pero frente a su jardín ese mote se le hacía irrisoriamente exiguo, insulso e intrascendente.
Las flores que adornaban el sitio variaban no sólo en color y en tamaño, también en olor…

¿Qué persona podría llegar a querer en su jardín una flor que emanase semejante pestilencia?

“Extraño”, sin dudas, no era la palabra apropiada.

Se acercó, tan hipnotizado por ese vivo color; su extravagante y retorcida forma parecía estar llamándolo, como una extremidad que señala, invocando su presencia.
Sus dedos se vieron en la necesidad imperiosa de posarse sobre su hoja, de acariciarla, de tomarla y llevársela.

Tal como había deseado, tantas veces, hacerlo con su dueño.