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Historia de una muñeca inflable. por nezalxuchitl

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Notas del capitulo: Pareja Severus&Lucius
 

IV  Xtreme

Sobre la cama estaba Simona, vestida con la prenda estrella de la última colección de Milán. A su lado había una nota:

"Sev:

          No me esperes, he ido a una orgia sangre limpia con las hermanas Black. Te dejo a Simona. TQM.

Miaw-lfoy.

Pd: ¿verdad que los zapatos de Simona combinan maravillosamente con su mascada?!"

Severus estrujó el papelucho. Se sentó en la cama y pegó un puñetazo en la frente a la muñeca inflable, tan recio que se le botaron los ojos. Estúpida Simona, estúpido Lucius; quería cogérselo a él, no a la muñeca inflable de segundo, no, tercer uso. Eso de usar juguetes sexuales de segunda mano si se le hacia muy cochino. Pero a quien le dan pan que llore: con lo que costaba esa mona nueva su familia vivía un mes, así que mejor aprovechar que tenia a la mano con que bajarse la tremenda erección que se cargaba luego de estar pensado en su hermoso rubio.

Vistió a la muñeca inflable con el uniforme de Lucius, pero dejándole la mascada porque de verdad era preciosa, tanto que según lo que contaban, Voldemort la haría horrocrux. Empezó a desfogar el exceso de libido con ella, ni siquiera tuvo que cambiarle el color de ojos y pelo pues el megalómano de Lucius le ajusto los tonos exactos al suyo.

En la emoción del momento empezó a darle de nalgadas... oh, si! Era genial golpear a la muñeca zorra que le robaba la atención de Lucius. Le pegó mas duro y empezó a ahorcarla con la mascada, imaginando que era su chico semiveela con quien practicaba la asfixiofilia...

Si, porque a Sev lo prendían las parafilias extremas, y ser estrangulado durante el acto era algo a lo que Lucius no había accedido, así que se imaginaba que la mona era su amado, le apretó mas, y mas, al fin que no podía causarle daño, apretó mas, los ojos de la mona se botaban, en el paroxismo del orgasmo apretó con todas sus fuerzas, un "¡plop!" y la cabeza de la mona salió volando, desinflándose en el aire como un globo. Sev aun se encontraba estupefacto por el grotesco espectáculo, sosteniendo los extremos de la mascada con ambas manos cuando Lucius abrió la puerta. El hule con peluca que fuera la cabeza de la muñeca le cayó en la cara a Lucius.

-¡Has matado a Simona! - exclamó, y al verla vestida con su ropa añadió - ¡Me has querido matar a mi, pero te fallo porque Simona no es muñeca vudú!

El rubio lamento la perdida de su juguete y con profunda pena lo tiro a la basura, pues una muñeca con el cuello cosido con puntadas de caballo no era fashion ni sexy. A Severus le tomo algún tiempo convencerlo de que no guardaba intensiones asesinas hacia el.

 

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como ya es costumbre repetimos por cuestiones de contador de palabras.

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IV  Xtreme

Sobre la cama estaba Simona, vestida con la prenda estrella de la última colección de Milán. A su lado había una nota:

"Sev:

          No me esperes, he ido a una orgia sangre limpia con las hermanas Black. Te dejo a Simona. TQM.

Miaw-lfoy.

Pd: ¿verdad que los zapatos de Simona combinan maravillosamente con su mascada?!"

Severus estrujó el papelucho. Se sentó en la cama y pegó un puñetazo en la frente a la muñeca inflable, tan recio que se le botaron los ojos. Estúpida Simona, estúpido Lucius; quería cogérselo a él, no a la muñeca inflable de segundo, no, tercer uso. Eso de usar juguetes sexuales de segunda mano si se le hacia muy cochino. Pero a quien le dan pan que llore: con lo que costaba esa mona nueva su familia vivía un mes, así que mejor aprovechar que tenia a la mano con que bajarse la tremenda erección que se cargaba luego de estar pensado en su hermoso rubio.

Vistió a la muñeca inflable con el uniforme de Lucius, pero dejándole la mascada porque de verdad era preciosa, tanto que según lo que contaban, Voldemort la haría horrocrux. Empezó a desfogar el exceso de libido con ella, ni siquiera tuvo que cambiarle el color de ojos y pelo pues el megalómano de Lucius le ajusto los tonos exactos al suyo.

En la emoción del momento empezó a darle de nalgadas... oh, si! Era genial golpear a la muñeca zorra que le robaba la atención de Lucius. Le pegó mas duro y empezó a ahorcarla con la mascada, imaginando que era su chico semiveela con quien practicaba la asfixiofilia...

Si, porque a Sev lo prendían las parafilias extremas, y ser estrangulado durante el acto era algo a lo que Lucius no había accedido, así que se imaginaba que la mona era su amado, le apretó mas, y mas, al fin que no podía causarle daño, apretó mas, los ojos de la mona se botaban, en el paroxismo del orgasmo apretó con todas sus fuerzas, un "¡plop!" y la cabeza de la mona salió volando, desinflándose en el aire como un globo. Sev aun se encontraba estupefacto por el grotesco espectáculo, sosteniendo los extremos de la mascada con ambas manos cuando Lucius abrió la puerta. El hule con peluca que fuera la cabeza de la muñeca le cayó en la cara a Lucius.

-¡Has matado a Simona! - exclamó, y al verla vestida con su ropa añadió - ¡Me has querido matar a mi, pero te fallo porque Simona no es muñeca vudú!

El rubio lamento la perdida de su juguete y con profunda pena lo tiro a la basura, pues una muñeca con el cuello cosido con puntadas de caballo no era fashion ni sexy. A Severus le tomo algún tiempo convencerlo de que no guardaba intensiones asesinas hacia el.

 

Notas finales: Mañana: el gran finaaal!!!

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